caducidad de instancia.. corralito.

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Poder Judicial de la Nación
Año del Bicentenario
CADUCIDAD DE INSTANCIA.. CORRALITO.
INTERPRETACIÓN
DE
CARÁCTER
RESTRICTIVO.
MASIVA
INICIACIÓN DE DEMANDAS. COLAPSO DE LOS ÓRGANOS
JURISDICCIONALES
En el presente caso no deben dejar de ponderarse dos cuestiones. En primer lugar, por
ser la caducidad de instancia un modo anormal de terminación del proceso y cuyo
fundamento reside en la presunción de abandono del proceso, debe interpretarse con
carácter restrictivo, de ahí que la aplicación que de ella se realice debe adecuarse a esas
características sin llevar con excesivo ritualismo el criterio que preside más allá de su
ámbito propio (conf. Fallos. 304:660; 308:2219; 310:1009; 311:665; 325:694). Desde otro
aspecto, no puede obviarse la situación de colapso que ha generado en la tarea diaria de
los tribunales de la jurisdicción la masiva iniciación de demandas en virtud del "corralito
financiero", lo que dificultó la labor tanto judicial como de los letrados en la consulta y
control de los expedientes, circunstancia ésta excepcional que permite morigerar
razonablemente cierto ritualismo procesal, sobre todo a fin de no vulnerar la garantía del
debido proceso ni el derecho de defensa en juicio (conf. art. 18 de la Const. Nac.).
PODER JUDICIAL DE LA NACIÓN
//Plata, 25 de junio de 2010. R.S. II T 139 f*163
AUTOS Y VISTOS: Este expediente N° 16743/10, " P. de B., S. B.
c/ Estado Nacional y Otro s/ Inconstitucionalidad", proveniente del Juzgado
Federal de Primera Instancia N° 4 de La Plata.
Y CONSIDERANDO QUE:
I. Llega la causa a esta Alzada en virtud del recurso de apelación
interpuesto por la parte actora contra la resolución que declaró operada la
caducidad de instancia, con costas a la amparista (...).
II. Para así decidir el juez a quo sostuvo que la actora no cumplió con
la carga procesal de activar el procedimiento, toda vez que únicamente se limitó a
lograr la efectivización de la medida cautelar solicitada, concedida (...) y
confirmada por esta Sala I (...)del incidente agregado por cuerda, no habiendo
actividad útil por parte de ella a partir del retiro del oficio de liberación , que data
del 22 de mayo de 2008.
III. En el presente caso no deben dejar de ponderarse dos cuestiones.
En primer lugar, por ser la caducidad de instancia un modo anormal de
terminación del proceso y cuyo fundamento reside en la presunción de abandono
del proceso, debe interpretarse con carácter restrictivo, de ahí que la aplicación
que de ella se realice debe adecuarse a esas características sin llevar con excesivo
ritualismo el criterio que preside más allá de su ámbito propio (conf. Fallos.
304:660; 308:2219; 310:1009; 311:665; 325:694). Desde otro aspecto, no puede
obviarse la situación de colapso que ha generado en la tarea diaria de los
tribunales de la jurisdicción la masiva iniciación de demandas en virtud del
"corralito financiero", lo que dificultó la labor tanto judicial como de los letrados
en la consulta y control de los expedientes, circunstancia ésta excepcional que
permite morigerar razonablemente cierto ritualismo procesal, sobre todo a fin de
no vulnerar la garantía del debido proceso ni el derecho de defensa en juicio (conf.
art. 18 de la Const. Nac.).
Frente a ello, corresponde hacer lugar al recurso interpuesto por el
amparista y, en consecuencia, REVOCAR la resolución apelada (...), lo que así SE
RESUELVE.
Regístrese, notifíquese y devuélvase.
Fdo.: Carlos Román Compaired – César Álvarez.
Jueces de Cámara.
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