Hechos para Relacionarnos (2 Corintios 5:17-21, Eclesiastés 9:9) Introducción: “Porque de tal manera amó Dios al mundo que ha dado a su Hijo unigénito...” ¡Qué regalo de San Valentín! ▪ Se cuenta la historia de un joven monje que se le asignó el ayudar a otros monjes en un monasterio a copiar a mano viejos cánones y leyes de la iglesia. Sin embargo, notó que todos los monjes estaban haciendo copias de copias, no del manuscrito original. Por tanto, el nuevo monje fue donde el abad para cuestionar esto, haciendo notar que si alguien hiciera incluso un pequeño error en la primera copia, nunca sería detectado, pero continuaría en las copias subsiguientes. El abad dijo: “Hemos estado copiando de copias por siglos, pero tienes un buen punto”. Así que descendió hacia las cuevas oscuras debajo del monasterio donde los manuscritos originales están archivados en una cámara acorazada que no había sido abierta por cientos de años. Por horas nadie vio al abad anciano, así que el joven monje preocupado fue abajo a asegurarse que estuviera bien y encontró al abad anciano dando cabezazos contra la pared, lamentándose diciendo: “Se nos olvidó la R, se nos olvidó la R.” Su frente estaba toda ensangrentada y magullada, y estaba llorando sin poder controlarse. Así que el monje joven le preguntó: “¿Padre, qué pasa?” Con voz ahogada, el viejo abad le contestó: “¡Dejamos la R fuera – la palabra no era celibate (célibe), sino celebrate (celebra)!” ▪ La palabra bíblica acerca de las relaciones es ciertamente “¡Celebra!” porque nosotros los seres humanos fuimos hechos para relacionarnos. Cuando Dios nos hizo in Su propia imagen, significó que tendríamos una naturaleza comunitaria, capaz de relacionarnos con Él, unos con los otros, con nosotros mismos y con nuestro ambiente, y destinado a ser una red de celebración, porque nos daría alegría y seguridad, y satisfacción y contentamiento. ¡Se supone que el relacionarnos debe ser la esencia de la vida! 1) ¿Así que a todos se nos ha olvidado la “R”? ¿Se nos ha olvidado que se supone que la vida es para poder celebrar nuestras relaciones? ¡¿Cómo es que hemos estropeado tanto las cosas?! ▪ Si nosotros tomamos nuestra referencia de las Escrituras (y no hay otro escrito en el que valga la pena poner atención), podemos ver que a través de la historia, aún el pueblo de Dios lo ha entendido mal; a menudo la iglesia ha sido como una familia que funciona mal. Así que no debería sorprendernos cuando miramos a nuestras relaciones y nos percatamos que aún bajo las mejores circunstancias, a menudo dolorosamente nos defraudan (¡con énfasis en ‘dolor’!). ▪ Empezando con el mismo padre Abraham, vemos una ‘familia compuesta’ con muchas tensiones y conflictos entre las esposas y los hermanos. Luego la familia de su hijo Isaac estaba llena de favoritismo, rivalidad entre hermanos, celos e intriga. Luego la familia de Jacob fue clásicamente disfuncional, con cuatro esposas, 13 hijos, más favoritismo, incontables riñas y peleas (algunas veces también regateo para ver cual de las esposas obtendría al esposo por la noche). ▪ Por cierto, tener múltiples esposas, común en esa cultura antigua, no representaba el ideal de Dios – Dios le dio al 1er hombre una esposa y sólo una. Pero por la secuela de la caída en el pecado, las mujeres empezaron a ser tratadas más y más como propiedad, precisamente como Dios lo había predicho en el Jardín del Edén; el resultado fue que tanto hombres como mujeres empezaron a sentirse engañados, defraudados, alienados y deficientes, con un gran agujero en el corazón que ninguno sabía cómo sanar, una gran separación entre ellos que nadie sabía cómo reconciliar. ▪ Este problema fue de mal en peor en corto tiempo: el Rey David infringió la ley acerca de los reyes de Israel que no debían acumular muchas esposas (Deut.17:17), y se acostumbró a satisfacer su naturaleza carnal (comportamiento adictivo clásico), de modo que cuando tuvo esa experiencia en la azotea de ver a la esposa de Urías, ni siquiera paró a considerar que lo que pretendía hacer era pecaminoso (perjudicial a su relación con Dios y su familia): había entrenado a sus sentidos a ser satisfechos, y este incidente iba a dejarle al descubierto tal como era. ▪ Empeoraron las cosas antes de que mejoraron: aparte del asesinato que comete para tratar de cubrir su satisfacción sexual, más tarde uno de sus propios hijos violó a su media hermana; después el hermano de ella, Absalón, planeó el asesinato de su medio hermano y más tarde planeó derrocar a su propio padre de su trono, y se acostó con las concubinas de su padre en una demostración pública de haber usurpado el lugar y la autoridad de él, así como también de haber sido más lujurioso que su padre. Aún la muerte de Absalón no sería el fin de la cosecha del pecado de David. Su naturaleza indulgente marcó la pauta para la perdición de su hijo Salomón. (¡Si esto es lo que le pasó al “hombre conforme al corazón de Dios,” ¿qué nos puede pasar al resto?!) ▪ Salomón fue el romántico que nos dio el único libro clasificado con “R” (de restringido) en la Biblia, el Cantar de los Cantares (no R de “provocativo”, sino R de relaciones románticas). ¡Qué celebración tan magnífica del amor conyugal! Afirma positivamente la declaración de Dios de “muy bueno” para la obra cumbre de Su creación y de su manera íntima de relacionarse. Lo único es que esa mujer, la más hermosa de todas, no estaría tan impresionada con la declaración de amor de Salomón cuando se dió cuenta de las otras 999 esposas y concubinas. La recomendación final de Salomón sobre el asunto fue, de acuerdo con Eclesiastés 9:9: “Goza de la vida con la mujer que amas, todos los días de la vida vana que te son dados debajo del sol, todos los días de tu vanidad. Esta es tu recompensa en la vida, y en el trabajo con que te afanas debajo del sol”. Pero siendo justos con Salomón, la palabra hebrea [hevel] que se ha traducido como “vanidad,” en realidad se traduciría mejor como vapor, neblina, algo efímero y pasajero. Salomón no estaba diciendo que la vida con tu esposa no tiene significado, sino que es transitoria y breve y se va volando rápidamente. Aunque un matrimonio dure 65 años, como duró el de los padres de mi esposa [¡y qué ejemplo tan significativo fue!], ahora ha sido disuelto por la muerte; y aunque la viuda atesore sus memorias mientras ella viva, no puede traer de regreso esa relación que ha pasado a la historia. Esa es la dura realidad, y Salomón dice básicamente “Carpe diem”: aprovecha el día, hazlo contar, ¡vívelo al máximo! 2) El mensaje acerca de vivir la vida al máximo se ha pervertido en esta generación al hacerlo significar “todo vale.” Esta semana el periódico ADN tenía un artículo titulado: “Parejas Abiertas”, afirmando que Facebook ahora ha revitalizado el término “relación abierta”, siguiendo el patrón de un libro de los 1970s titulado Matrimonio Abierto (Open Marriage). ▪ Angelina Jolie está reivindicando su reciente “liberación” al dejar por detrás la monogamia; ella declara que la fidelidad no es la clave para una relación. Cree que monógamo y monótono es la misma cosa. ▪ La sexóloga Miren Larrazábal (declarada como experta) nos dice que la humanidad en realidad no es monógama por naturaleza; sino que sólo es la manera restrictiva en que nos han educado. No hay duda que nuestra naturaleza pecaminosa es polígama en lugar de monógama, porque nuestra naturaleza pecaminosa anda buscando el contentamiento y la satisfacción de cualquier manera que nos sea posible. Así que la sociedad se inventa nuevos términos para viejos pecados: “poliamorío” es lo que esta gente alegan que practican (muchos amoríos). Las estadísticas para España ahora mismo dicen que tres de cada cuatro nuevos matrimonios terminarán destrozados, y nuestra amiga sexóloga nos asegura que no necesitamos desesperarnos por esto, porque la humanidad “todavía anda en búsqueda de la fórmula inteligente para hacer parejas”. El modelo por el que ella aboga se llama “viviendo juntos pero separados” (¿es esto una “nueva forma de hablar”?). Suena como “soledad planeada, enajenación programada, infidelidad institucionalizada”; pero de hecho es simplemente ¡esclavización al pecado! ▪ Esta es la clase de sabiduría a la que la gente hoy en día inclina su oído a escuchar, pero sólo produce soledad, instigándolos a vivir sus fantasías, donde tratan de llenar el vacío o aliviar el dolor al imaginarse a ellos mismos en relaciones significativas. Todos hacemos esto cuando somos adolescentes – es normal cuando estamos “practicando” para las relaciones que deseamos, ¡pero no has sido diseñado para continuar en tales relaciones imaginarias! Fuimos hechos para tener relaciones REALES, ¡no virtuales! A su vez, esa conducta nos puede llevar a actuar en formas no saludables, o abusar de sustancias tratando de obtener una solución rápida, una subida emocional segura, pensamientos obsesivos, dependencias emocionales que nos paralizan – incluso la música puede transformarse en un escape de las relaciones a las que fuimos hechos para cultivar a diario. ▪ Esto incluye a gente que dice conocer a Dios. Muchos cristianos sólo quieren que el Espíritu Santo venga y los “zapee” para romper la esclavitud a hábitos no sanos de la mente o del cuerpo, o que zapee su matrimonio, queriendo decir especialmente su esposo(a). Pero esto todavía significa seguir las “fórmulas no inteligentes” de la humanidad, donde tantos factores se apilan en contra de nosotros, asegurando la derrota final: los sistemas biológicos y nerviosos (nosotros somos criaturas hechas de polvo, materia orgánica a la que se le ha dado el aliento de la propia vida de Dios, y creaturas de costumbre, lo que significa que las vías neurológicas con las que hacemos “experimentos” en la búsqueda de amor, al final se convierten en cadenas que nos atan); sistemas de familia (muchos patrones no saludables se cogen y se enseñan desde una temprana edad); redes relacionales (nuestras relaciones sociales son un reflejo del microcosmo que llevamos dentro); añadamos a todo eso las presiones socio-económicas y adicciones culturales de nuestros tiempos (adicción a la comodidad, el placer, la apariencia, el imagen), ¡¿y que nadie se asombre que nuestras vidas terminen egocéntricas y enfocadas en nuestras propias necesidades en lugar de las necesidades de otros?! ¡Tú no sólo eres tú – eres tú + toda esa red de equipaje! ¡Y te preguntabas por qué es tan difícil cambiar, por qué algunas veces te sientes tan agobiado! 3) En un ambiente social y espiritualmente tan contaminado, ¿cómo podemos nosotros hacer el bien, siendo aún pecadores, cuando la sociedad alrededor nuestro se ha rendido totalmente al libertinaje? Si has tenido algunas malas experiencias, si has sufrido dolor y maltrato en una relación, o has sido víctima de abusos o adicciones, tu corazón está herido por los fracasos en el área dónde eres más necesitado. Así que ¿de dónde sacas el valor y la fuerza para creer, confiar, arriesgar y empezar de nuevo? ▪ Empieza renunciando a las “fórmulas inteligentes” de la humanidad (arrepentimiento) y reconoce el camino de Dios como la única verdadera “fórmula inteligente” (confesión). ¡No hay nada aburrido o monótono en el camino de Dios! Nuestro mundo busca amor por todos lados excepto en el lugar correcto, y muy a menudo los cristianos siguen el mismo camino. Por eso Pablo dice si alguno está “en Cristo” nueva creación es; El es la Fuente de la creación, ¡lleno de comienzos nuevos, de amor y de poder para cambiar realmente! ▪ Pero tenemos una crisis seria de fe cuando llegamos a la siguiente frase: “lo viejo ha pasado, lo nuevo ha llegado”. Nuestra experiencia nos dice lo contrario, así que creemos nuestra experiencia en lugar de la Palabra de Dios: decimos, lo viejo no ha pasado todavía – todavía está vivo y coleando. Todavía soy mi antiguo yo, metido en mis viejos hábitos, atrapado en la lucha por la supervivencia e incapaz de experimentar lo nuevo; y si eso es dónde estoy, ¡eso es dónde está mi matrimonio! Por más que lo intento simplemente no funciona para mí. Así que seguimos cojeando pensando que la vida cristiana abundante debe ser para otros, la “buena gente” que no se han equivocado tanto. ▪ Si alguna vez te has sentido así, las buenas nuevas para ti son que la nueva vida en Cristo está disponible a cada pecador que está dispuesto a decir que sí a Dios a pesar de todos tus fracasos y los defectos de tu esposo(a). El amor sanador y reconciliador de Dios está disponible para superar tus penas y sanar tus quebrantos, pero sucede “en Cristo” – no en tus esfuerzos por superarte, no en las cosas buenas que haces para tratar de ganar la aprobación de Dios, no en tu servicio a tu esposa o familia o la iglesia – porque en todas esas cosas, todavía estás tratando de establecer tu propio valor, ¡en lugar de creer en el valor que Dios ya ha puesto en ti! Lo que Dios hizo en Cristo en la cruz para reconciliarnos a si mismo debe convertirse en nuestro enfoque. ▪ Esa cruz representa el corazón de Dios que anhela tenernos de vuelta, suspira por restaurarnos a nuestro verdadero valor -- ¿por qué otra razón llegaría a los terribles extremos para demostrar Su amor? (¡Y hablas de un San Valentín!). En esto vemos el verdadero amor dice Juan: que el Hijo se dio a si mismo por nosotros como expiación – esta es la única fórmula inteligente para el amor y ya se ha llevado a cabo la reconciliación que necesitábamos -- ¡El ya ha superado la brecha por nosotros! Sólo está esperando que nosotros nos pongamos “en Cristo” para comenzar a experimentarlo: envolverte en ese nombre poderoso, llenar tu mente y corazón con la verdad y gracia que El representa, confesar tu rechazo a todas las supuestas fórmulas inteligentes del hombre (¡incluyendo las tuyas!). Ponerse en Cristo es la clave del discipulado cristiano: creciendo en una relación personal con Jesús … porque hemos sido hechos para relacionarnos; en Cristo es donde ocurre la verdadera restauración, es donde aprendes cómo amar, ya sea que estés casado o soltero, divorciado o viudo. ¡Y esto definitivamente vale la pena celebrarlo!