Máxima Prioridad “Mirad a mí y sed salvos, todos los términos de la tierra, porque yo soy Dios, y no hay mas” i Isaías 45:22 El asunto de máxima prioridad en la agenda de Dios es que aquellos que no han confesado a Jesucristo como Señor escuchen el mensaje de salvación y experimenten el milagro más grande que existe, el nuevo nacimiento. Millones de personas no han tenido un encuentro personal con Jesús y a menos que cada hijo de Dios tome en serio el mandato que fue entregado en la gran comisión una cantidad innumerable de personas se perderá eternamente. El objetivo del presente artículo es analizar algunas objeciones comunes al evangelio de Jesucristo y motivarle a hacer parte de ejército que ejecuta la orden de máxima prioridad. Excusas comunes. 1. Yo soy bueno. El evangelista Billy Graham afirmo hace algunos años "Hay muchos hombres buenos que irán al infierno y hay muchos hombres malos que irán al cielo". Esta frase puede llegar a causar confusión al común de la gente, sin embargo tiene mucho sentido; sólo aquel al cual le es revelada su maldad ve la necesidad de un salvador. Multitudes deambulan por la vida sintiéndose más bondadosos que otros, la Biblia afirma “Por cuantos todos pecaron y están destituidos de la gloria de Dios” Romanos 3:23. La cruz le muestra a todo aquel que es confrontado con ella, que no es inocente. Nadie puede pararse frente a ese madero y decir yo soy más inocente que Jesús. “Porque también Cristo padeció una sola vez por los pecados, el justo por los injustos, para llevarnos a Dios, siendo a la verdad muerto en la carne, pero vivificado en espíritu”1 Pedro 3:18. 2. Me van a criticar Vivimos en un mundo enceguecido que llama bueno a lo malo y malo a lo bueno. No importa si hoy le critican o se burlan, la Palabra de Dios afirma que si por causa de Cristo usted es vituperado, calumniado o insultado, su recompensa será grande. “Una vez una mujer comentaba con otra acerca de la manera en que una vecina lavaba la ropa. - Es una mujer muy descuidada –decía-. No lava bien la ropa, pues la tiende a secar tan sucia como antes de lavarla. Al decir esto señalaba a unas prendas de ropa que se podían ver tendidas a través de su ventana. Al fijarse bien la amiga, se acercó a la ventana y miro bien los cristales. Entonces de dio cuenta que el problema no estaba en la ropa de la vecina. Se dirigió a su amiga y le dijo: - Limpia los cristales de tu ventana y verás que la ropa de la vecina si esta limpia. Frecuentemente nos pasa que los que están sucios son nuestros ojos y cristales. Y proyectamos sobre los demás atribuyéndoles ii nuestra propia suciedad. ” “A éstos les parece cosa extraña que vosotros no corráis con ellos en el mismo desenfreno de disolución, y os ultrajan; pero ellos darán cuenta al que está preparado para juzgar a los vivos y a los muertos” 1 Pedro 4:4-6 3. Yo no puedo cambiar. Esta afirmación es cierta, nadie puede cambiar por sus propios medios. Jesús afirmó "Separados de mi nada podéis hacer". Sin embargo cualquier persona puede ser transformada cuando le sucede lo siguiente: creé en Jesucristo, abre el corazón y confiesa a Jesús como el Señor, Él entra a morar en esa vida, Él toma el control de esa persona y le lleva a ser alguien diferente. 0LQLVWHULR(YDQJHOtVWLFR,QWHJUDO$JXDGH9LGD -RVp$OHMDQGUR9DUJDV %RJRWi&RORPELD ZZZPLQLVWHULRDJXDGHYLGDRUJ “De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas” 2 Corintios 5:17. 4. Hay mucho tiempo. De cierta manera todos los seres humanos somos enfermos terminales y tenemos los días contados, lo trágico es que la inmensa mayoría de nosotros no sabemos cuanto tiempo nos queda. Uno de los más grandes engaños es pensar que se tiene demasiado tiempo para tomar una decisión por Jesucristo, miles han partido a la eternidad sin Dios porque creyeron que lograrían ponerse a cuenta en sus últimos instantes de vida. Hace algunos años escuche una ilustración que nos puede ayudar a dar claridad sobre este asunto. “En cierta ocasión tres demonios se reunieron para trazar estrategias con el objetivo de impedir que los hombres lleguen a la salvación, uno de ellos dijo que se debía propagar por la tierra la mentira de que no hay cielo ni infierno que todo está en la tierra, otro dijo que había una estrategia mejor hagamos creer a los hombres que todos los caminos conducen a Dios , la estrategia del tercer demonio fue escogida como las peligrosa y efectiva, digámosles la verdad, que si hay cielo, que ha infierno, que Jesús es el camino pero digámosles que no hay afán que tienen demasiado tiempo” “Porque dice: En tiempo aceptable te he oído, y en día de salvación te he socorrido. He aquí ahora el tiempo aceptable; he aquí ahora el día de salvación” 2 Corintios 6:2 5. Hay muchos hipócritas. Es cierto que hay hipócritas, Judas fue escogido por Jesús, estuvo con Él, más en la hora definitiva mostró sus verdaderas intenciones, traicionó a su maestro y se perdió Hay y habrá hipócritas, así como existen y existirán los billetes falsos, pero así como seria ilógico que usted no volviera a recibir dinero, solo porque en el mercado existen algunos billetes falsos es ilógico que alguien rechace el mensaje de salvación sólo porque algunos no viven conforme a lo que dicen creer. La hipocresía es condenada por Dios y cada cual tendrá que dar cuentas por sus acciones. “Mas ¡ay de vosotros, escribas y fariseos hipócritas! Porque cerráis el reino de los cielos delante de los hombres; pues ni entráis vosotros, ni dejáis entrar a los que están entrando. ¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! Porque devoráis las casas de las viudas, y como pretexto hacéis largas oraciones; por esto recibiréis mayor condenación” Mateo 23:13-14 6. He cometido muchos pecados. Frecuentemente encontramos personas que dicen “si usted supiera lo que yo he hecho, no me diría que Dios me ama”. No importa cuan grandes hallan sido los errores y maldades de una persona, la sangre de Cristo puede limpiar todo su expediente y llegar a estar ante los ojos de Dios como si nunca hubiese cometido pecado. Sin embargo es un requisito indispensable reconocer dichos pecados y apartarse de ellos. Corrie Ten Boom, predicadora holandesa que sobrevivió a los campos de concentración Nazis afirmo “La sangre de Cristo nunca ha limpiado excusas” “Si confesamos nuestros pecados, Él es fiel y justo para limpiarnos de toda maldad” 1 Juan 1:9 perdonar nuestros pecado, y El privilegio de ganar almas. El pastor Charles Spurgeon conocido como “El Príncipe de los Predicadores" dijo en cierta ocasión "Si yo fuera absolutamente egoísta y no me preocupara más que en mi propia felicidad, aún así escogería dedicarme 0LQLVWHULR(YDQJHOtVWLFR,QWHJUDO$JXDGH9LGD -RVp$OHMDQGUR9DUJDV %RJRWi&RORPELD ZZZPLQLVWHULRDJXDGHYLGDRUJ a ganar almas para Dios, porque nunca conocí alegría más indescriptible, pura y rebosante que la que lleno mi ser el día que oí de uno que había buscado y hallado al Señor por mi intermedio". Puedo testificarle que no hay nada tan emocionante que encontrarse en alguna iglesia ó reunión con una persona, a la cual usted le hablo de Jesús. Pocas cosas hay tan hermosas como el ver una persona que usted gano para Cristo, cambiada y sirviéndole a Él. Has parte del ejército. La palabra de Dios afirma en Proverbios 11:30, que el que gana almas es sabio. Le animo a que le pidamos al Señor que nos haga ganadores de almas para la gloria de Dios. Si no le has abierto tu corazón a Jesús te invito a que lo hagas hoy, permítele transformarte y crece para su gloria. Ora conmigo “Señor Jesús reconozco que soy pecador, creo que eres el Señor y que resucitaste de entre los muertos, te recibo como mi Señor y salvador, te pido que laves mis pecados con tu sangre, lléname con tu Espíritu Santo, escribe mi nombre en el libro de la vida y no lo borres jamás. Gracias por escucharme Amén.” Si ya has aceptado a Cristo, ve un paso más allá y gana almas para Él, ingresa al ejército que ejecuta la orden de máxima prioridad. i Todas las citas bíblicas a menos que se indique explícitamente, han sido tomadas de la Versión Reina Valera Revisión de 1960 ii MARTÍNEZ JOSE LUIS. “Ilustraciones Selectas”. Página 19. Casa Bautista de Publicaciones 2001. 0LQLVWHULR(YDQJHOtVWLFR,QWHJUDO$JXDGH9LGD -RVp$OHMDQGUR9DUJDV %RJRWi&RORPELD ZZZPLQLVWHULRDJXDGHYLGDRUJ