Propiedades textuales del texto p. 26 El texto presenta una unidad de sentido que podemos sintetizar en un solo enunciado. En efecto, se trata de una clasificación de aletas según su funcionalidad. La estructura del texto contiene una sucesión de ideas primarias y secundarias perfectamente jerarquizada que responden a la unidad significativa expuesta anteriormente. Por esta razón, podemos elaborar el siguiente cuadro sinóptico: 1. Modificaciones en las aletas de los peces. 1.1. Para desplazarse sobre el fondo. 1.1.1. Aletas pelvianas de los tríglidos. 1.1.2. Aletas pectorales de los Periophtalmus. 1.2. Para fijarse. 1.2.1. Al fondo: aletas pélvicas de gobios. 1.2.2. A los grandes peces: aletas dorsales de rémoras. Como podemos observar, la primera propiedad básica textual, la coherencia, queda perfectamente reflejada en este esquema de ideas. El método deductivo, propio de la ciencia, le ha permitido al autor partir de una idea general hasta llegar a ideas más particulares. Por lo que respecta a la segunda de las propiedades textuales, la cohesión, también podemos comprobar que el texto, en todas sus partes, está totalmente cohesionado. Así, desde el punto de vista semántico, la palabra clave que más se reitera es “aletas” (cinco veces repetida) pues sobre este asunto gira el sentido del texto. Por eso, “aletas” es hiperónimo de “pelvianas”, “pectorales”, “pélvicas” y “dorsal”, cohipónimos que sirven para identificar los distintos tipos de aletas según su posición. Dichas “aletas” se clasifican también según su función, oponiendo las que son “órganos de fijación” a las de “locomoción” (antonimia: fijación/locomoción). Se emplean metáforas que actúan como sinónimos para explicar mejor el funcionamiento de un tipo de aletas: “ventosa” y “disco adhesivo-adherirse-se pegan”. Como el autor clasifica las especies de peces según la clase de aletas que tienen, utiliza varios cohipónimos de “peces” (hiperónimo): tríglidos, gobios, rémoras, Periophtalmus, alguno de los cuales (gobios) es, a su vez, aludido mediante el sinónimo “pequeños peces costeros”. Desde el punto de vista gramatical, el uso de pronombres sirve para interrelacionar los enunciados que conforman el texto. Para distinguir los tipos de modificaciones aparece el pronombre anafórico “Unas” y luego el conector de adición “También” para añadir otras modificaciones. Con el fin de ejemplificar las especies que presentan esta clase de aletas locomotoras el autor de vale del nexo “como” en dos ocasiones, la segunda elidido. Para ejemplificar los peces que tienen aletas fijadoras aparece el conector “así” y, para añadir más ejemplos, el conector de adición “y”. Figuran otros pronombres anafóricos como “les” para referirse a los gobios mencionados anteriormente y “con el que” pronombre relativo para aludir al disco adhesivo citado antes. Por último, la tercera propiedad textual, la adecuación, está justificada en un libro de texto o en una enciclopedia divulgativa dirigida a estudiantes de biología de un nivel intermedio (frecuentes tecnicismos). También podría pensarse en un panel expositivo de un museo de ciencias naturales en el que se expongan peces disecados.