“Quien beba del agua que yo le daré, jamás tendrá sed” Juan 4,14 Queridas hermanitas y amig@s: Nos acercamos a ustedes para compartirles cómo celebramos la fidelidad del Señor en los 25 años de Vida Religiosa de Donata. El “preludio” de la fiesta fue el “Foro Social de Atacama”, organizado por la Corporación Canto de Agua. El gobierno aportó recursos y el alcalde facilitó las carpas que se colocaron en la Plaza de Armas. Hubo representantes de varios países de América Latina y Europa. El Padre Gaspar, nuestro obispo, se encargó de dos ponencias. Lamentamos que la participación eclesial se redujo a su presencia, la de la hna. Julia y la nuestra. Cuando Donata fue al bus para acoger a los italianos que llegaban para el foro, se encontró con una gran sorpresa: su hermana Carmela estaba con ellos. Toda la familia supo guardar el secreto. Donata no podía creer lo que veía. ¡Qué hermoso regalo! Después del foro, los italianos se dedicaron a “turistear” y por la noche comíamos juntos. La Carmela cocinó varias veces (y nos dejó preparada una rica salsa de tomates). Eran momentos ricos de compartir con ellos y con Fernando (amigo español que vino por segunda vez para dar un taller a la Corporación). También fue una alegría inmensa que las hermanitas Geno, Luigina y Marina hayan venido para compartir con nosotras (contamos con el valioso apoyo espiritual y material de cada una). - - - - Y llegó el día 5… Hemos pedido a Juan Barraza, miembro de la Fraternidad Sacerdotal, que presidiera la Misa junto con nuestro párroco, Adán. Quisimos también asociarnos a la celebración de los 25 años del martirio de André Jarlan y los 70 años de la Fraternidad. Había temporer@s, compañer@s de trabajo de Donata. También estaban l@s vecin@s que compartieron su testimonio y las compañeras de trabajo de la corporación de artesanas Canto de Agua, donde Donata trabaja actualmente. La celebración se hizo en la comunidad María Magdalena, donde participamos siempre. El patio de la capilla estaba arreglado para celebrar la Misa. Como el Evangelio escogido fue el de la samaritana, con la gran creatividad de Adán nos las ingeniamos para hacer un lindo pozo con bloques de cemento ¡y roldana incluida! A la Julia (nuestra amiga franciscana) no la nombramos, porque ella ya hace parte de nuestra comunidad ampliada (estuvo siempre al pie del cañón). Desde hace años tenemos un grupo de amigos que tocan música andina (con charango, quena, guitarra…) Ellos formaron el coro que acompañó la celebración. Las canciones, en ritmos y letras, recogían nuestro deseo de una vida inserta en este pueblo, constructora de otro mundo posible: un mundo donde haya lugar para tod@s. - - - - La primera lectura de la Misa fue la Palabra de Dios “vivida” a lo largo de estos 25 años. En grupos de 8 compartimos ¿Qué ha hecho Cristo en mi vida con el paso de Donata entre nosotros? Con la respuesta de cada grupo construimos el Salmo, repitiendo como antífona la frase de hta. Magdalena: “Dios me tomó de la mano y ciegamente lo seguí”. Todos los testimonios han sido muy lindos, expresando lo que en la vocación de la fraternidad queremos vivir y que había llegado al corazón de cada uno: “compartiendo el camino juntos, codo a codo”, “nos enseñaste a las mujeres de nuestro pueblo a luchar y a hacer valer nuestros derechos”, “me amó y me valoró”, “nos mostró a Jesús tal cual es: pobre, y entre pobres nos ayudamos a crecer”, “valorar la vida”, “enseñarnos a tratarnos entre los temporeros como hermanos y no como enemigos”, “que la Palabra de Cristo sea acción en mi pueblo”… En el momento de la lectura del Evangelio, una compañera de Donata y otra amiga llevaron danzando la Biblia y el incienso hasta el altar. Después, en el silencio de la oración, nos unimos al credo de Donata: manifestación de fe en el Dios de la vida. Luego, nos acercamos todas las hermanitas a Donata, que volvió a decirle al Señor el compromiso que ya tomó para siempre en sus votos perpetuos. En el momento de la ofrenda hubo un gesto que trataba de recoger nuestra experiencia de vida compartida en gratuidad, respeto y reciprocidad. Juan Mena (antiguo jefe de Donata) acercó al altar una bandeja con arena. Donata sacó agua del pozo y regó la arena. Tres amigas de la Corporación plantaron flores del jardín de “Canto de Agua”… Misterio del “agua” que nos ofrecemos mutuamente, lugar donde se transforman nuestras vidas y se construye la historia. Después de la misa hubo una convivencia con empanadas, torta y vino navegado. También se pasó un video muy lindo que, con fotos enviadas por su hermana Carmela y otras que “secuestramos” acá y allá, mostraban la vida de Donata desde pequeña. Fuimos a la corporación, donde las compañeras de Donata nos esperaban para cenar. Era increíble cómo estaba todo lindo para el “banquete”: estuvieron atentas a cada detalle. Era la celebración de los 25 años y también la despedida, ya que Donata, asumiendo ahora como regional, no puede seguir trabajando allí. Cada una de las compañeras dio un testimonio muy cariñoso para Donata. El 8 fuimos juntas a la Misa donde los franciscanos y luego celebramos en la intimidad de la casa, junto con el obispo, los 70 años de la fraternidad y los 25 de votos de Donata. Todas nos quedamos con un agradecimiento muy grande al Señor después de haber vivido algo tan lindo y con la alegría de compartirlo con ustedes. Con un saludo muy cariñoso, Odilia, Anita y Adriana.