Ilustración d los capítulos xxrin, xxx, xxxiv, xxxvy xxxvn sobre las

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Ilustración d los capítulos xxrin, xxx, xxxiv, xxxvy
xxxvn
sobre las propiedades del orégano, poleo, romero, salvia
y yerbabuena.
T o d a s las plantas de que habla Herrera en los capítulos X X V I I T ,
x x x , x x x i v , x x x v y x x x v n pertenecen á la familia natural de
las labiadas, y á la misma corresponden el t o m i l l o , la ajedrea, el
espliego, la albahaca, el almoradux ó mejorana, y otras muchas p l a n ­
tas que se cultivan en los jardines. R e i n a entre todas ellas una seme­
janza tan g r a n d e , que ningún botánico se ha atrevido á separarlas, y
son asimismo parecidas también en sus virtudes tónicas, cordiales,
amigas del estómago y de los nervios.
E n las plantas de esta familia la mas natural acaso de cuantas se
conocen, podemos distinguir con de Jusieu dos principios, á saber,
uno amargo y otro a r o m á t i c o , los cuales se hallan mezclados en
proporciones diversas en todas ellas. E l amargor parece residir en
un principio gomoso-resinoso que se encuentra mas ó menos a b u n ­
dante en cada una de e l l a s ; y el aromático en un aceite volátil 6
esencial, que también se halla en proporciones diversas, y se c o n ­
tiene en unos globulitos brillantes, que cubren mas ó menos la s u ­
perficie de las hojas, cálizes, ramos y tallos. Las mezclas diferentes
de estos dos principios, y el estado particular de cada uno de ellos
ha dado motivo á la preferencia de unas tí otras según la diversidad
de objetos á que se ordenan. Aquellas en q u e sobresale el principio
amargo se emplean particularmente c o m o tón/'cos, estomacales, c o m o
febrífugos, y contra la g a n g r e n a : tales son el escordio, los camedrio?,
los camepitios, la salvia , el romero y otras; pero lasen que sobresale
el principio aromático se usan con preferencia como estimulantes,
calefacientes, resolventes y escitantes; tales son el o r é g a n o , la mejo­
rana, el p o l e o , la ajedrea y yerbabuena. Estas mismas nos sirven
también de condimento. E n t r e unas y otras se encuentran algunas
de que hacemos uso en bebida teiforme, y con buen suceso en dife­
rentes afecciones nerviosas y del estómago ; tales son la salvia, el t o ­
ronjil , la y e d r a terrestre, el o r é g a n o , tomillo y otras. D e estas mismas
se forman polvos esternutatorios que corroboran los nervios, y sir­
ven para adelgazar y espeler el m o c o de las narizes: el mismo p o l v o
tomado interiormente se usa con feliz suceso para adelgazar y espe­
ler la linfa, que sin escitar calentura aguda ataca al e s t ó m a g o , intes­
tinos, pulmones y narizes; y al mismo fin se usan también las i n f u ­
siones teiformes, el z u m o endulzado con azúcar ó con m i e l , y los
jarabes de h i s o p o , poleo y otras varias. E n la perfumería hacen
mucho papel las aguas espirituosas de toronjil, de y e r b a b u e n a , la
de r o m e r o , llamada vulgarmente agua de la R e i n a de H u n g r í a , y
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