MERCOSUR/XXIV CMC/DT N° 02/03 PROPUESTA PARA LA CREACIÓN DEL INSTITUTO DE COOPERACIÓN MONETARIA DEL MERCOSUR 1. El Marco Macro El Acuerdo Argentina-Brasil lanzado en 1986 y más tarde el Acuerdo MERCOSUR ha sido un proceso de integración exitoso, que más allá de pasar por etapas críticas, siempre ostentó un sólido consenso en las economías del bloque. El éxito de la experiencia integradora derivó en un mayor grado de interdependencia macroeconómica entre los países. El gobierno de la Argentina, consciente de la situación, cree que ha llegado el momento de implementar mecanismos supranacionales de cooperación monetaria. El objetivo de estas herramientas es consolidar el MERCOSUR, garantizar la continuidad del bloque y permitir un salto de calidad en la integración. Es muy importante remarcar que los países del bloque han considerado inadecuado adoptar como propias monedas de terceros países, manifestando en cambio su voluntad por sostener sus signos monetarios. Para esto es preciso construir monedas sólidas y capaces de posibilitar una correcta inserción en la economía internacional, como un proceso hacia la concreción de una unidad monetaria que potencie las capacidades del MERCOSUR. La necesidad de establecer mecanismos de cooperación monetaria radica en una conveniencia mutua ya que, aunque los efectos puedan ser mayores de acuerdo al tamaño de los países, en un contexto de integración la retroalimentación entre todos de los países es muy relevante. Los esquemas flexibles aplicados al manejo del tipo de cambio permitirán una menor vulnerabilidad de la región frente a una economía mundial en la cual la política cambiaria está vista como un instrumento crucial para defender la competitividad ante la existencia de un shock externo (crisis en economías emergentes o volatilidad de las monedas mundiales). Este nuevo esquema de política permitirá a la vez un comercio intrabloque creciente a tasas estables, que evitará abruptas reversiones y desvíos de comercio. Sin embargo, esta flexibilidad cambiaria no implica la eliminación de todos los riesgos. Si los países equivocaran el manejo de las políticas, los resultados pueden ser contraproducentes. De este modo, una implementación inadecuada podría reproducir los problemas más notorios de la década del ochenta (alta inflación, recesión), en cuyo caso la manifiesta interdependencia que existe entre los países del MERCOSUR pasaría a ser una fuente de adicional de problemas en lugar de ventajas. En lo referido a los flujos de capitales, aún cuando los mismos no son significativos entre las economías del MERCOSUR, al producirse el cese intempestivo de los capitales de corto plazo que provienen del resto del mundo se genera un costo económico que se potencia y retroalimenta por las vinculaciones que tienen las economías. Este tipo de volatilidad macroeconómica origina incertidumbre sobre los escenarios futuros deteriorando la inversión y la actividad económica de los países que la sufren. Por lo dicho, es necesario que, aún en la actual situación de mayor homogeneidad en los regímenes monetarios y cambiarios entre los países del MERCOSUR, se plantee la necesidad de generar un ámbito institucional para la cooperación monetaria. 2. Aproximación General al Tema del "Instituto Monetario" en el MERCOSUR. Habría dos formas generales de aproximarse a los temas de integración monetaria del MERCOSUR. Una, la podríamos denominar como forma "secuencial simple"; la segunda, "forma secuencial compleja". Bajo la primera forma, la unión monetaria es vista como el punto culminante, una vez que los temas de coordinación macroeconómica fiscal, endeudamiento, inflación, regímenes tributarios y legales, etc., hubieran en esencia concluido. Bajo esta visión, avanzar en temas de unión monetaria luce prematuro, con el riesgo de poner "el carro delante de los caballos". La segunda forma, admite "secuencias" verticales (secuencias dentro de cada área), y secuencias horizontales (primero resolver tal tema comercial, luego tal tema fiscal, luego tal tema monetario, etc), pero supone, que avanzar en forma "paralela", en todas las áreas de integración, mejoraría la dinámica del proceso general de integración. Las razones de ir dando pasos concretos en forma "paralela", serían: a) avances en un área obligan y estimulan avances en otras áreas, b) los problemas específicos de cada área van siendo encarados paulatinamente, lo cual permite soluciones mejor articuladas y consensuadas, dentro de cada área, c) el proceso luciría más general y abarcativo, lo cual ayudar ía a la internalizacíón interna (MERCOSUR) y externa (mundo) del tema de integración regional de una manera mucho más sólida. Bajo esta segunda visión, aún cuando una plena integración monetaria, fuese un paso a dar luego de que muchos otros aspectos en otras áreas hubieran sido resueltos, mucho es lo que convendría avanzar en lo atinente a la "integración monetaria". Desde esta perspectiva, es que aparece el núcleo de ideas en torno al Instituto Monetario, que se enuncian seguidamente. 3. La Propuesta para el MERCOSUR Un elemento central en la cooperación monetaria es dotar al área de un mayor grado de certidumbre, a través de la construcción de un ámbito institucional para la compatibilización de políticas. Por este motivo, se propuso oportunamente la conformación del Instituto Monetario del MERCOSUR (IMM). A diferencia del pasado, trabajar en estos temas no cuestiona las instituciones monetarias de ninguno de los socios. Por el contrario, fijaría un compromiso adicional con la estabilidad macroeconómíca a los que independientemente o conjuntamente pudieran establecerse, por ejemplo, con organismos multilaterales. Dadas las características de los países miembros del MERCOSUR, ninguno de ellos podría tomar el rol de fuerte liderazgo monetario que tomó Alemania en la Unión Europea, en función de que ninguno de ellos está dotado de reputación de largo plazo en el manejo de la política monetaria. Por lo tanto, la ganancia más importante que los países pueden obtener se originará en la construcción de credibilidad basada en las restricciones mutuas que los socios se impongan; las cuales redundarán en la consolidación de las instituciones económicas que determinan la solidez de las monedas. Una proposición acorde a la realidad del MERCOSUR debe tener una referencia necesaria a la experiencia europea, pero debe ajustarse al diferente contexto que afrontan los países del bloque. Por esto, a diferencia de la experiencia europea, se elegirá un esquema en el cual la creación -limitada- de una moneda común que se utilice como medio de pago, se realizará en forma inmediata pero coexistiendo con las monedas nacionales. Acorde con las ideas señaladas, los próximos pasos podrían ser a) : Definir una comisión "ad hoc" a fin de redactar un primer documento, que estableciera las bases constitutivas del Instituto Monetario b) Esas bases constitutivas, deberían elaborar respecto a la "misión" del Instituto Monetario y sus objetivos, la "estructura" con la que debería contar, la forma de interacción con los organismos estatales correspondientes (bancos centrales, tesorerías, etc), los procedimientos para las tomas de decisiones, etc. c) Poner en consideración de las autoridades nacionales los documentos elaborados para su aprobación d) Constitución del Instituto Monetario, que elaboraría un plan de acción para el corriente año en función de los acuerdos alcanzados. Concretar estos pasos, se inscribe en las ¡deas antes comentadas: a) b) c) d) 4 dar una señal política muy firme de integración, generar una externalidad positiva para el avance en otras áreas (fiscal, tributaria, macroeconómica, etc.) dar pasos concretos en el área específica, con todas las complicaciones que implican administrar una moneda, que tales pasos, aunque audaces en su concepción, sean lo suficientemente limitados, como para no comprometer la política fiscal y monetaria actual, autónoma, de cada país interviniente, evitando avanzar en el área de integración monetaria más allá de lo que el avance en otras áreas lo aconsejen. El Instituto Monetario - Emisión Inicial Un Instituto podría ser esencialmente un "foro de discusión" de temas monetarios, o un organismo que, además de estudiar e investigar sobre temas pertinentes, se dedicara con énfasis, a "diseñar políticas concretas" de integración monetaria, en armonía con el grado de avances de las otras áreas y con la agenda global de integración regional. Esta segunda característica, sería la más acorde con lo que al comienzo se denominara como la de una forma "secuencial compleja". Se ha propuesto en tal sentido, que el Instituto Monetario a crearse, contemple como una de sus tareas primordiales, la creación y administración de una primera emisión de una moneda común. La idea básica de esta primera emisión, que en principio debería representar un porcentaje reducido de la base monetaria conjunta, es la de poder dar una señal política muy firme respecto al proceso de integración. Esta emisión inicial permitiría dar pasos firmes en cuanto al desarrollo específico de las integraciones monetarias y los problemas que de ello emergen, generar una externalidad positiva para el avance en otras áreas de discusión, cuidando a su vez, de no afectar (o sólo hacerlo de manera marginal), las decisiones fiscales y monetarias dentro de cada país y las conjuntas del MERCOSUR. Resulta claro que cualquier plan de creación de una moneda común, por más limitada que resultare en principio, no debe afectar los acuerdos fiscales y monetarios que cada país hubiera concertado con el FMI u otros organismos multilaterales, ni obligara a tareas de coordinación macroeconómica o política, a ritmos más rápidos de los que los gobiernos de los países miembros estarían dispuestos a llevar adelante. Se estima, que una reducida emisión de moneda común -cuyas características se comentan por separado-, podría satisfacer adecuadamente esos objetivos, esto es, que "el carro pueda realmente moverse", sin que ello implicara "poner el carro delante de los caballos", que es el tipo de genuina preocupación que seguramente esta clase de iniciativas pueden generar. A los efectos de tener una visión no oficial que interactúe con la de los representantes de los gobiernos, se entiende útil crear un Grupo Consultivo Independiente (GCI) que funcionará como un generador de evaluaciones y propuestas destinadas a enriquecer la discusión interna del IMM. El GCI estaría integrado por economistas reconocidos y con vasta experiencia en el ámbito monetario. Los mismos actuarán con independencia de la posición oficial de los gobiernos de cada país. ANEXO CREACIÓN DEL INSTITUTO MONETARIO DEL MERCOSUR (IMM)1 1. Los países miembros del MERCOSUR, acuerdan en crear el Instituto Monetario del MERCOSUR (IMM), cuya misión fundamental, será la de canalizar y centralizar los esfuerzos que los países miembros habrán de realizar en pos de la integración monetaria del bloque, hasta tanto este objetivo resulte plenamente alcanzado. 2. Como objetivos a ser alcanzados por el IMM en el cumplimiento de la señalada misión, se establecen: 3. a) el diseño de un plan de emisión y administración de una primera emisión de moneda común, de acotada magnitud, a ser concretada en el corto plazo, b) la creación de mecanismos e instancias de investigación y discusión respecto a los temas relevantes que hacen a la unificación monetaria, c) el diseño y supervisión de las diferentes etapas de integración monetaria, interactuando y coordinando tareas regulatorias y operativas, con las instituciones monetarias, financieras, fiscales y económicas de cada país y del bloque regional. En relación al primer objetivo señalado en el punto 2, se establecen como premisas: a) que la magnitud, de una primera emisión de moneda común, deberá ser acotada, y representar una magnitud reducida de la base monetaria conjunta de los países que adhirieran a la moneda común, de modo de no producir efectos significativos en la programación monetaria que realiza cada uno de los países, b) el régimen cambiario a adoptarse con relación a la moneda común, deberá considerar los requisitos de "moneda de alta calidad" que se pretende cumpla dicha moneda2, 1. Se prefiere obviar la palabra "cooperación", que podría dar lugar a minimizar los alcances del Instituto, que debe "ejecutar" acciones integradoras, como ocurre en otras áreas de integración. 2. Se prefiere que las discusiones especificas respecto al régimen cambiario (grado de flotación respecto al dólar y euro, grado de flotación respecto al peso y el real, grado de respaldo en c) el IMM deberá administrar todos los aspectos relacionados con la emisión de la moneda común, en forma coordinada con los bancos centrales de cada país, incluyendo la administración de reservas de respaldo cuyo monto le sea asignado. 4. 5. Con relación al segundo objetivo señalado en el punto 2, se establecen como pautas de acción: a) que el IMM lleve adelante investigaciones propias en la materia, b) que el IMM centralice discusiones e investigaciones que sobre integración monetaria llevan adelante instituciones de investigación diversas, buscando activamente la interacción y cooperación con tales instituciones 3, c) que el IMM elabore en base a las investigaciones realizadas, documentos que sirvan de base a cambios legislativos, regulatorios o de diseño de política económica, que se consideren convenientes a los fines de coadyuvar al proceso de integración monetaria. En relación al tercer objetivo señalado en el punto 2, el IMM deberá ir diseñando, un plan general de integración monetaria, que incluirá: a) definir grados o etapas de integración, según la evolución general que el bloque regional fuese adquiriendo, b) realizar propuestas concretas de cambios o adecuaciones regulatorias y legislativas en diversas áreas (fiscal, monetaria, financieras, mercados de capitales, etc.), que sean aconsejables ir realizando para el buen desarrollo del proceso de integración monetaria regional, c) producir recomendaciones de política económica, respecto a temas que resulten relevantes con miras al proceso de unificación monetaria, para su consideración por las instituciones económicas y monetarias locales y regionales que correspondan, d) coordinar y supervisar tareas y esfuerzos operativos en temas relacionados con el proceso de unificación monetaria, divisas, etc), sean discutidos en el seno del IMM una vez constituido, y solo se remarque en esta instancia la decisión de emitir una moneda común de alta calidad. La creación de un Grupo Consultivo Independiente por el propio MERCOSUR, podría tener como falla, justamente, minar la independencia de tal grupo. e) preparación de instrumentos y procedimientos para la aplicación de una política monetaria unificada regional. 6. El IMM dependerá directamente del Grupo Mercado Común. Su Consejo Directivo estará compuesto por los Ministros de Economía, de Relaciones Exteriores, y Presidentes del BCRA de cada país. La estructura operativa del IMM será definida por el Consejo Directivo, previéndose asimismo, el apoyo técnico y operativo que resultare necesario por parte de las reparticiones estatales pertinentes en cada país. Buenos Aires, 17 de junio de 2003