Tema 64 HIDRADENOMA NODULAR Dres. A. Moreno y J. Marcoval CONCEPTO Neoplasia de la porción excretora de la glándula sudorípara con diferenciación habitualmente apocrina. presencia de secreción por decapitación en las áreas de diferenciación tubular lo que supondría, al menos para una parte de los casos, una diferenciación en el sentido de glándula apocrina. DESCRIPCIÓN CLÍNICA ETIOPATOGENIA El hidradenoma nodular se considera una neoplasia que deriva de la porción secretora dérmica de la glándula sudorípara. Algunos autores han empleado sinónimos como hidradenoma sólidoquístico e hidradenoma de células claras. Originariamente se le atribuyo una diferenciación ecrina basada en la similitud morfológica con las células ecrinas y en hallazgos enzimáticos. Sin embargo, algunas publicaciones han confirmado la Lesiones nodulares intradérmicas solitarias, habitualmente de 1 ó 2 cm de diámetro máximo. Pueden ser de consistencia firme o tener apariencia clínica de lesión quística por fluctuación. Generalmente la lesión nodular está cubierta por piel normal, protuyen sobre la piel adyacente sin cambios en superficie (Fig. 1) y la ulceración es excepcional. Se trata de lesiones asintomáticas que no muestran predilección por sexo ni por ninguna localización anatómica. Figura 1. Lesión nodular cupuliforme localizada en antebrazo. 264 Hidradenoma nodular Figura 2. Lesión nodular sólido-quística, conectada a la epidermis en superficie y formando grandes masas tumorales en dermis. Figura 3. Lesión exofótica compuesta por células claras. CLAVES CLÍNICAS DIAGNÓSTICAS DESCRIPCIÓN HISTOLÓGICA - Lesión tumoral solitaria, asintomática. - Firme o fluctuante. - Sin predilección por localización, edad ni sexo. Los hidradenomas nodulares son tumores dérmicos que se localizan predominantemente en la dermis media y profunda. Algunas lesiones no 265 Dermatología: Correlación clínico-patológica Figura 4. Detalle de la lesión mostrada en la Figura 2 en la que se aprecian las células tumorales uniformes, la presencia de colágena densa y la formación de una estructura glandular. Figura 5. Detalle de la lesión mostrada en la Figura 3, formada por células de citoplasmas glucogénicos claros. muestran continuidad con la epidermis de superficie mientras que otras muestran conexión con la superficie con una morfología indistinguible del poroma. El término poroma debe ser empleado sólo para las lesiones con componente exclusivo superficial mientras que las que demuestren patrón 266 superficial y profundo deben ser incluidas en el término hidradenoma. El patrón predominante de estas lesiones es el sólido (Fig. 3) en forma de grandes masas celulares en nidos grandes, bien delimitadas de la dermis no tumoral adyacente y constituidas en la mayor parte Hidradenoma nodular de los casos por células poligonales, de citoplasmas eosinófilos (Fig. 4). En algunos casos las células poligonales forman estructuras ductales con cutícula que recuerdan conductos excretores sudoríparos ecrinos (hidradenoma ecrino) o se acompañan de áreas de apariencia tubular o glandular (hidradenoma apocrino). Las áreas tubulares o glandulares pueden presentar diferenciación apocrina (secreción por decapitación), diferenciación mucinosa (habitualmente muy limitadas) o diferenciación escamosa que, en ocasiones, es muy prominente. Una variante poco frecuente es el tumor formado mayoritariamente por células de citoplasmas amplios y claros con patrón predominantemente sólido (Fig. 5). Estos tumores se conocen como hidradenomas de células claras y actualmente se consideran como parte integrante del espectro morfológico del hidradenoma nodular. El segundo patrón es el sólido-quístico o quístico (Fig. 2), menos frecuente que el sólido. Las lesiones son morfológicamente similares al patrón descrito en el componente sólido pero muestran además grandes quistes ocupados por un material eosinofílico. Tanto las lesiones predominantemente sólidas como las quísticas muestran un estroma peculiar muy acelular e hialinizado que separa los nidos de células epiteliales. En algunas lesiones este estroma es muy prominente y es un dato diagnóstico importante. Citológicamente los núcleos son uniformes, no hay atipias y el índice mitótico suele ser bajo. Ocasionalmente se han descrito lesiones con atipia nuclear importante y borde de crecimiento infiltrativo que corresponden a variantes histológi- camente malignas, habitualmente en relación a un componente benigno adyacente y de pronóstico incierto. CLAVES DEL DIAGNÓSTICO HISTOLÓGICO - Nódulos dérmicos expansivos bien delimitados. - Patrón sólido o sólido-quístico. - Células poligonales, formación de ductos con cutícula o de túbulos o glándulas con diferenciación apocrina, mucoide o escamosa. - Hidradenoma de células claras. DIAGNÓSTICO DIFERENCIAL Tumor glómico. Las células se disponen alrededor de vasos de forma asimétrica. Las técnicas de inmunohistoquímica ayudan al diagnóstico diferencial ya que el tumor glómico no expresa queratinas y es positivo a la actina. Los hidradenomas de células claras deben diferenciarse de neoplasia foliculares o sebáceas con predominio de células claras (tricolemoma, adenoma sebáceo). La característica membrana basal y reborde en empalizada del tricolemoma y la presencia de células con diferenciación sebácea en el adenoma sebáceo permiten el diagnóstico diferencial. TRATAMIENTO Se trata de una neoplasia benigna. La exéresis simple es curativa. 267