Documento descargado de http://www.elsevier.es el 17/11/2016. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato. (Rev. Esp. Anestesiol. Reanim. 2009; 56: 562-564) CASO CLÍNICO Isquemia de médula espinal tras embolización de arteria bronquial y toracotomía derecha M.ª A. Martín Moreno, B. García Arango, M. A. Hernández Bujedo, D. Álvarez Cienfuegos, M. A. Fernández Miranda Servicio Anestesiología, Reanimación y Tratamiento del Dolor. Hospital Universitario Central de Asturias. Oviedo. Resumen Paciente de 74 años sometido a neumonectomía derecha por hemoptisis recurrentes, al que antes de la cirugía se había realizado varias embolizaciones en arterias bronquiales y que presentó en el postoperatorio una paraplejía de origen isquémico. Tanto la toracotomía para una intervención pulmonar como la embolización de arterias bronquiales han sido descritas en la literatura como causas de isquemia medular. Se analizan los posibles mecanismos desencadenantes de esta lesión. Palabras clave: Paraplejía. Isquemia medular. Toracotomía. Embolización arteria bronquial. Introducción La aparición de paraplejía después de una toracotomía para cirugía pleural o pulmonar es infrecuente y las causas finales más comunes son la compresión o la isquemia de la médula espinal. Presentamos el caso de un paciente con paraplejía tras una neumonectomía derecha por hemoptisis al que previamente se le habían realizado embolizaciones de las arterias bronquiales. Dado que una de las complicaciones de esta técnica es la isquemia medular por embolización distal, revisamos las posibles causas que originaron la paraplejía en este paciente, las medidas diagnósticas y posibles pautas terapéuticas. Caso clínico Se trata de un varón de 74 años con antecedentes de diabetes mellitus tipo 2, hipertensión arterial, disfunción ventricular diastólica con hipertrofia del ventrículo izquierdo, dilatación de aurícula derecha y bronquiectasias secundarias a tuberculosis pulmonar en el lóbulo superior Correspondencia: Mª Angeles Martín Moreno Carretera de Rubín 31, B-B. 33011 Oviedo E-mail: alix993@msn.com Aceptado para su publicación en enero de 2009. 562 Spinal cord ischemia after bronchial artery embolization and right thoracotomy Summary Bronchial artery embolization was attempted several times in a 74-year-old man undergoing right pneumonectomy for persistent hemoptysis. Paraplegia developed after surgery. Both thoracotomy for lung surgery and bronchial artery embolization have been reported to cause spinal cord ischemia. We analyze the possible mechanisms through which such ischemia may develop. Key words: Paraplegia. Spinal cord ischemia. Thoracotomy. Embolization, bronchial artery. derecho y en el lóbulo medio. En los últimos dos años había sufrido cinco episodios de hemoptisis que habían precisado embolizaciones de la arteria pulmonar en tres ocasiones. Durante el ingreso presentó cuatro episodios de hemoptisis. Nueve días antes de la cirugía se realizó embolización de una rama de la arteria pulmonar y dos días antes embolización de la arteria bronquial derecha casi hasta su origen en la aorta. Ante un nuevo episodio de hemoptisis de aproximadamente 600 ml se decidió realizar una neumonectomía derecha. A su llegada a quirófano la presión arterial era de 130/70 mmHg y presentaba ritmo sinusal a 100 latidos por minuto. No se procedió a insertar catéter epidural por la situación de urgencia. Durante la cirugía la presión arterial se mantuvo en torno a 100 mmHg la sistólica y en torno a 50 mmHg la diastólica. La tolerancia a la ventilación unipulmonar fue buena (con FiO2 0,5 tenía PaO2 219 mmHg y PaCO2 47 mmHg). La incisión fue anterolateral a nivel del sexto espacio intercostal. La pleura estaba muy engrosada y presentaba calcificaciones y adherencias posteriores importantes, por lo que la disección y despegamiento en esa zona fue cruenta. Para la hemostasia no fue necesaria la utilización de materiales hemostáticos (tipo celulosa hemostática). La intervención se llevó a cabo en tres horas y se transfundieron dos concentrados de hematíes, siendo el paciente extubado sin incidencias en quirófano. En la Unidad de Reanimación el paciente sufrió tres episodios de hipotensión arterial (presión arterial sistólica menor de 90 mmHg) de unos cinco minutos de duración. A las 24 horas presentaba una paresia III/IV del miembro inferior derecho. Consultado, el neurólogo apreció una parálisis 44 Documento descargado de http://www.elsevier.es el 17/11/2016. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato. M.ª A. MARTÍN MORENO ET AL– Isquemia de médula espinal tras embolización de arteria bronquial y toracotomía derecha facial central por lo que se sospechó un accidente cerebrovascular isquémico subcortical izquierdo. La TAC cerebral fue normal, pero ocho horas después presentaba una paraplejía con un nivel sensitivo T8-T9. En una RM urgente no se apreció compresión medular y en un primer momento tampoco lesión isquémica, pero sin embargo se inició corticoterapia a dosis altas. Una revisión más minuciosa de la RM puso de manifiesto una lesión compatible con isquemia concordante con la paresia y con el nivel de abolición sensitiva del paciente. A las 48 horas desarrolló un edema pulmonar postneumonectomía precisando ventilación mecánica, así como apoyo inotrópico y vasoconstrictores. El paciente falleció a los 9 días de su ingreso en la Unidad de Reanimación. Hasta el momento de la intubación orotraqueal la paraplejía persistía. Discusión La paraplejía tras toracotomía para cirugía pulmonar es una entidad clínica menos reconocida que la paraplejía tras toracotomía para cirugía vascular. Es una complicación grave cuya incidencia real es desconocida. El estudio más amplio realizado hasta ahora la establece en torno al 0,08%1 pero de forma periódica se publican casos aislados2-5. La etiología de estas paraplejías puede ser compresiva o isquémica. La compresión puede producirse por un hematoma epidural secundario a traumatismo quirúrgico o a la colocación de un catéter epidural para analgesia1. También puede ocasionarla la migración de material hemostático (celulosa hemostática) dentro del canal medular6-8. Ante una paraplejía en estos pacientes la actuación debe ser rápida y es prioritario descartar una compresión medular mediante una resonancia magnética, ya que, si existe, el neurocirujano tiene que realizar una descompresión lo más precoz posible. La isquemia medular en estos pacientes puede seguir diferentes patrones debido a la variabilidad de la vascularización medular. Las arterias radiculares penetran en la médula acompañando a las raíces nerviosas y en la zona torácica proceden de las arterias intercostales que se originan directamente en la aorta o en la arteria intercostal superior. En la zona torácica, entre los segmentos T4-T8, hay una escasa vascularización y es una zona especialmente sensible. Si consideramos la superficie medular la vascularización sigue un patrón longitudinal con un vaso anterior, la arteria espinal anterior y dos posteriores, originados en las arterias vertebrales. El principal aporte de este sistema longitudinal son las arterias originadas en las intercostales. En las zonas torácica baja y lumbar la vascularización suele provenir de un solo vaso, la arteria de Adamkiewicz, que tie45 ne su origen casi siempre en el lado izquierdo en una arteria intercostal o en una rama lumbar de la aorta (T6-L3)9. Se han descrito múltiples factores que dan lugar a una isquemia medular después una toracotomía. Se ha relacionado con hemorragia excesiva e hipotensión arterial1,2. La lesión de arterias segmentarias espinales y la ligadura de arterias intercostales que pueden limitar el aporte de sangre a la médula también se han relacionado con aparición de isquemia medular1,5. La incisión posterolateral, hemorragia del ángulo costovertebral y uso de bisturí eléctrico en la zona posterior de la cavidad pleural, donde la distancia entre la duramadre y el canal espinal es de sólo unos milímetros pueden asimismo causar isquemia1,4,7. Finalmente otra causa de isquemia descrita es la trombosis de la arteria espinal anterior que incluso puede producirse por posiciones forzadas en decúbito lateral durante muchas horas10. El paciente que presentamos fue sometido en repetidas ocasiones a embolizaciones de arterias bronquiales por hemoptisis recurrentes. La última se realizó dos días antes de la intervención quirúrgica. La complicación más grave de la embolización de arterias bronquiales es la isquemia medular que se produce accidentalmente al ocluirse la arteria medular por material de embolización migrado, por espasmo de la propia arteria medular o de la rama que la nutre e incluso por irritación química del medio de contraste11,12. La prevalencia varía entre el 1,4 y el 6,5% y disminuye su incidencia si se realizan cateterismos supraselectivos, con un buen conocimiento de la anatomía de las arterias medulares y si se evita el material de embolización líquido11. En el caso que presentamos se descartó una etiología compresiva mediante la RM, en la que se apreció una lesión medular compatible con isquemia y concordante con el nivel sensitivo de la paraplejía por lo que se inició tratamiento con corticoides. En este paciente concurrían varios factores predisponentes, en primer lugar se realizó una embolización de la arteria bronquial cuarenta y ocho horas antes de la cirugía, hubo manipulación importante en la zona posterior cercana al ángulo costovertebral y presentó hipotensión en el postoperatorio inmediato. Creemos que la embolización de la arteria bronquial derecha hasta casi su origen en la aorta ocasionó la migración de material de embolización a ramas arteriales medulares, y aunque en principio se mantuvo un aporte sanguíneo suficiente, la manipulación quirúrgica y la hipotensión favorecieron el desarrollo de la isquemia. El inicio unilateral (derecho) junto con la presencia de una parálisis facial entorpecieron el diagnóstico inicial. La presión arterial en límites bajos mantenidos 563 Documento descargado de http://www.elsevier.es el 17/11/2016. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato. Rev. Esp. Anestesiol. Reanim. Vol. 56, Núm. 9, 2009 sin un tratamiento agresivo pudo contribuir al establecimiento de una paraplejía con abolición de la sensación propioceptiva y nivel sensitivo T8-T9 pero sin pérdida del control esfinteriano anal (era portador de sondaje vesical), que se correspondía con el territorio crítico de vascularización de la zona torácica medular y por tanto más sensible a cualquier mecanismo de isquemia medular si además se añade hipotensión. La presentación de la paraplejía se produjo a las setenta y dos horas de la embolización de la arteria bronquial y a las veinticuatro horas de la cirugía. La paraplejía no siempre se presenta de forma inmediata y puede aparecer hasta tres o cuatro días después del procedimiento, sobre todo si el paciente presenta inestabilidad hemodinámica1,11. Aunque al paciente se le hubiera colocado un catéter epidural, una de las posibles causas de compresión medular si desencadena un hematoma epidural, en estos pacientes, habría sido necesario establecer el diagnóstico diferencial con las causas de lesión medular descritas. Creemos que es importante una vigilancia neurológica y hemodinámica en pacientes sometidos a toracotomía para cirugía pleural o pulmonar, sobre todo si presentan los factores de riesgo expuestos anteriormente o han sido sometidos a una embolización de arteria bronquial. En estos casos es esencial un tratamiento agresivo de la hipotensión arterial. 564 BIBLIOGRAFÍA 1. Attar S, Hankins J, Turney S, McLaughlin J. Paraplegia after thoracotomy: report of five cases and review of literature. Ann Thorac Surg. 1995;59(6):1410-5. 2. 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