Daños y Perjuicios Económicos Causados a los Asegurados por la Quiebra Técnica de British American Insurance Co. Panamá (BAICO). El trabajo consta de cinco capítulos en los que se define el concepto, antecedentes, fases y el perfil del auditor forense; ilustra sobre el negocio de los seguros y los entes reguladores, realiza un análisis de la quiebra de la empresa British American Insurance Co. Panamá - BAICO, propone el alcance de un informe de auditoría e ilustra sobre los casos de quiebras técnicas de empresas aseguradoras y aseguradoras cautivas en Panamá. La auditoria forense es una auditoria especializada en descubrir, divulgar y atestar sobre fraudes y delitos en el desarrollo de las funciones públicas y privadas. El término se vincula con el derecho y la aplicación de la ley. El profesional debe aportar pruebas de carácter público, ante un juzgado o corte superior. El repunte de la auditoria forense comenzó con el hecho histórico de apresar a Al Capone, al ser inculpado basado en la Ley del Impuesto, al comprobarse que el volumen de venta declarado con el realizado no coincidía. La auditoria forense surgió como un nuevo apoyo técnico a la auditoria gubernamental, debido al incremento de la corrupción en este sector y que posteriormente se inserta en el sector privado. El negocio de los seguros se remonta a civilizaciones antiguas, iniciadas por los babilonios e hindúes, a través del cual un banquero financiaba zarpes para la compra de carga y el flete del barco. Si durante el viaje el barco se perdía, el préstamo se consideraba cancelado. En lo relativo al seguro de vida, también se remonta a esa época y lo mas documentado consiste en lo desarrollado en la antigua Roma, en la que era costumbre, de las asociaciones religiosas colectar y distribuir fondos entre sus miembros en caso de muerte de uno de ellos. Ya en la edad media, se hizo necesario garantizar la solvencia financiera en caso que ocurriese un desastre de navegación. Hacia 1629, la Compañía de las Indias Orientales (Holanda), asegura el transporte marítimo. Posteriormente en 1710, Inglaterra fundó el Fire Office, con motivo al desastroso incendio ocurrido en Londres, creando de esta manera el seguro contra incendio más antiguo. Se define el término Seguro así: es un contrato por el cual una de las partes (el asegurador) se obliga, mediante una prima que le abona a la otra parte (el asegurado), a resarcir un daño o cumplir la prestación convenida si ocurre el evento previsto, como puede ser un accidente o un incendio, entre otras. En Panamá, el ente regulador es la Superintendencia de Seguros y Reaseguros, creada mediante la Ley 55 de 20 de diciembre de 1984. La empresa British American Insurance Compañy Limitred, fue fundada en el año 1920 en las Bahamas, expandiéndose en todo el Caribe. Se registro en Panamá, en el año 1966 y actualmente es parte de CL Financial Group de Trinidad y Tobago (CL), con más de 20,000 empleados. Para el año 2006, CL, tenedora de las acciones había entrado en graves problemas económicos, provocados principalmente por su crecimiento desmedido. Al siguiente año British American Insurance Panamá (BAICO), sujeta a un proceso de quiebra, trasladó a su sede en el extranjero bonos del estado panameño, sin la debida notificación a la superintendencia, los cuales endosó como garantía a terceros. También fueron trasladados otros depósitos que estaban reportados como activos en Panamá. Se inicia un proceso de administración judicial de parte del Tribunal Supremo de Bahamas y con efectos de realizar una intervención (2010) de parte de la Superintendencia a la sucursal de Panamá, esta adopta la modalidad de “vigilancia estrecha”, diez meses posteriores a la acción adoptada en Bahamas cuyo resultado aporto un déficit de USD$ 2.6 millones, demostrándose que los estados financieros presentados en los últimos tres años estaban alterados. La cuantía de los activos líquidos se estimo en USD$ 4 millones para afrontar USD$ 10 millones a sus 10 mil clientes. La Fiscalía Especializada de Delitos financieros, da inicio a una investigación a los directivos de la empresa, ejecutivos de la superintendencia y a la firma de auditores PriceWaterhouseCooper, la que en 2008 no emite opinión de la posición financiera de British American Insurance (BAICO). Esta tenia clientes que habían pagado primas por 32 años, cuya renta vitalicia queda inexistente y adicional las cuentas por pagar a hospitales y clínicas privadas, los que mantienen reclamos por USD$0.65 miles. En junio de 2010, el Ministerio de Comercio e Industrias emite una solicitud a los tribunales pidiendo la quiebra y al igual que países del Caribe, corredores de seguro y los asegurados, cuestionan los argumentos de decisión del gobierno y continúan con el proceso de demanda contra el patrimonio, el orden económico y la fe pública. Es cuestionable el desempeño de la Superintendencia de Seguros y Reaseguros y los auditores externos en informar a los usuarios de la situación financiera de la empresas que se activan en el negocio de seguro, toda vez que estos como parte importante en salvaguardar los intereses de los asegurados no desempeñaron su rol correctamente, al momento en que la empresa dedicada a esta actividad se declara en quiebra técnica. La cuantía de las perdidas, ocasionadas por la quiebra técnica de BAICO, ascendió a aproximadamente USD$ 10.65 millones. Hace falta más protección al asegurado y no solo es urgente la creación de una nueva ley sino el establecimiento de un sistema eficiente que tenga como objetivo primordial proteger los derechos de los asegurados, adoptándose políticas y controles financieros más seguros con respecto a las inversiones de las empresas aseguradora y regulando con mayor eficiencia el caso de subsidiarias y sucursales.