H ipotiroidismo y autoinmunidad tiroidea La función tiroidea cambia radicalmente en los embarazos normales. Ecografía Tiroidea Junto con el aumento del volumen sanguíneo materno y la presencia de feto en desarrollo, el 1er trimestre del embarazo se caracteriza por un aumento en el espacio de distribución de la tiroxina extra-tiroidea (T4). Como los niveles de estrógenos aumentan durante le gestación, también aumenta la concentración de una proteína que en la sangre se une a las hormonas tiroideas (TBG). Los niveles aumentados de TBG ligan la hormona tiroidea circulante adicional, disminuyendo la cantidad de hormona libre necesaria para ejercer su acción en los órganos terminales. Para mantener la homeostasis (los niveles correctos) tiroidea global durante el embarazo, estos cambios desafían a la glándula tiroides para que aumente su producción de hormona tiroidea. Este aumento en la producción de hormona tiroidea depende fuertemente de la disponibilidad adecuada de iodo dietario, lo cual puede ser problemático en áreas del mundo en las que las fuentes de sal iodada son limitadas. Las glándulas tiroides enfermas pueden estar también limitadas en su capacidad de responder adecuadamente al desafío del embarazo. Un estudio de la función tiroidea y el embarazo de 2009 demostró una relación linear positiva (al aumentar uno, aumenta el otro con el que se compara) entre las pérdidas fetales y los niveles maternos de hormona tiroestimulante o tirotrofina (TSH), incluyendo niveles previamente definidos como en rango normal. La enfermedad tiroidea autoinmune (ETA) es la enfermedad endócrina MÁS FRECUENTE en mujeres en edad reproductiva, pasando generalmente muchos años sin ser diagnosticada, antes de presentarse ya sea como hipo o hipertiroidismo. Se presenta en el 10-15% de las mujeres y es 10 veces más común en éstas que en hombres. Entre las mujeres embarazadas, su prevalencia (su presencia) es del 5-20% según los grupos estudiados. Los antígenos (proteínas que generan una respuesta inmune) más comúnmente blanco de la enfermedad autoinmune son dos, la tiroperoxidasa (TPO) y la tiroglobulina (TG). Ambas proteínas son esenciales para la formación de hormonas tiroideas. En la glándula tiroidea adulta, el iodo dietario se concentra en los folículos tiroideos por transporte activo a través de las células foliculares. El iodo es entonces capturado en la tiroglobulina coloidea dentro de la luz del folículo a través de una serie de pasos que incluyen la oxidación del iodo por la tiroperoxidasa y la unión del iodo a las moléculas de tirosilo en la TG (tiroglobulina). La mono- y diiodo tirosina dentro de la tiroglobulina son objeto nuevamente de la acción de la peroxidasa tiroidea (TPO) para formar ya sea T4 o triiodotironina (T3). La última revisión americana de la salud y nutrición nacionales informó sobre la prevalencia (presencia) de anticuerpos antitiroideos entre pacientes asintomáticas > 12 años, encontrando anticuerpos (Ac) anti TPO (ATPO) en 14.6% y Ac anti TG (ATG) en 13.8% de las mujeres asintomáticas. Se ha publicado que en pacientes asintomáticas mujeres >12 años, los anticuerpos antitiroperoxidasa (ATPO) se encuentran en el 14.6% de ellas mientras que los anti-tiroglobulina (ATG) en el 13.8% de las mismas. El enigma del “trasplante “ fetal fue descripto originalmente por Billingham en 1953. Este hallazgo estimulo más de 70 años de investigación dirigida a explicar la incongruente presencia de un semitransplante en el huésped materno inmunocompetente. Este sinsentido permanece sin una respuesta definitiva. Durante este tiempo, varios investigadores describieron mayor número de pérdidas de embarazos entre mujeres con enfermedades autoinmunes, incluyendo Síndrome Antifosfolipídico (SAF) y, más recientemente, en la enfermedad celíaca. En 1990 se informó por primera vez el nexo entre la autoinmunidad tiroidea y las pérdidas recurrentes de embarazo (AR), y este informe mostraba niveles altos de Ac antitiroideos entre las mujeres con pérdidas repetidas de embarazos. Desde entonces, la literatura se ha saturado de estudios que sugieren una asociación entre los Ac antitiroideos (AAT) y la ocurrencia de AR, entre los que la mayoría, aunque no todos, muestran una correlación positiva entre la presencia de AAT y AR. De éstos, la mayoría no mostró una relación entre el nivel de Ac y las pérdidas gestacionales, generándose así un debate sobre si ésta es una relación realmente causal o si es casual. cuando se embarazan y que la edad materna avanzada es el factor de riesgo primario para el aborto. El efecto de la autoinmunidad tiroidea en el embarazo fue revisado recientemente, particularmente en mujeres embarazadas, por varios grupos americanos e internacionales, y se ha planteado que lo que serian niveles normales de TSH para mujeres fuera del embarazo, son patológicos en mujeres en gestación o por embarazarse, y que la asociación de ATA con hipotiroidismo subclínico está fuertemente relacionada con los AR, mayormente en las primeras 6 semanas. El mecanismo exacto sobre como los AAT llevan a la pérdida gestacional no se conoce. Se hipotetiza que los AAT serian marcadores de una autoinmunidad más generalizada que resulta en pérdidas gestacionales tempranas. Huevo anembrionado (sin embrión dentro) Ecografía de huevo muerto y retenido Otros postulan que la enfermedad mediada por AAT altera la reserva tiroidea a tal extremo que la glándula no puede responder adecuadamente a las demandas del embarazo. Algunos también creen que las mujeres con AAT son simplemente mayores Se ha publicado que la tasa de abortos estaba aumentada en mujeres sin AAT con niveles de TSH entre 2.5mUI/l y 5.00mUI/l, nivel considerado anteriormente como normal. También se demostró que el hipotiroidismo subclínico y los AAT se relacionan de manera independiente con las pérdidas tempranas de embarazo (antes de las 6 semanas). La ocurrencia de pérdidas gestacionales y AAT no debe sorprender dado que se observa que los AAT disminuyen en el curso de la gestación. Se considera actualmente que la intervención terapéutica con levotiroxina en mujeres con hipotiroidismo o sin él pero con AAT positivos mejora el pronóstico del embarazo. Los trabajos que plantean esto se refieren a los abortos espontáneos, pero no a la abortadora recurrente. Sin embargo, dado que la autoinmunidad tiroidea puede estar presente por muchos años antes del inicio de la enfermedad clínicamente reconocible, es posible que una proporción de las mujeres con abortos recurrentes sufran autoinmunidad tiroidea no diagnosticada. Algunos trabajos demuestran, en pequeños grupos de pacientes, que las mujeres con AR y AAT que reciben levotiroxina mejoran los resultados de embarazo al compararlas con las que fueron tratadas con inmunosupresores. Esto sugeriría que las pérdidas de embarazo serian más bien hormonales que autoinmunes. Una reciente revisión de intervenciones (tratamientos) en hipotiroidismo subclínico y clínico en el embarazo ha determinado que “podría valer la pena” tratar a estas mujeres con hipotiroidismo subclínico con AAT en un intento de disminuir las posibilidades de resultados obstétricos adversos, incluyendo el aborto. 2. CON ANTICUERPOS (+) CON TSH > 2.0mUI/L DEBEN RECIBIR TRATAMIENTO PARA QUE BAJEN DE LOS NIVELES LÍMITE. El seguimiento cercano es esencial en el embarazo temprano dado que la demanda tiroidea aumentada puede manifestarse tan temprano como entre la 4ta y 8va semanas de gestación. Para mujeres con valores mayores de 2.0mUI/L y AAT (+) se indica tratamiento con levotiroxina y la dosis será adecuada al nivel de TSH. Todas las pacientes con AAT deben controlarse su función tiroidea durante la evolución del embarazo sin importar la situación de recibir remplazo o no, dado que el promedio de aumento en la cantidad de levotiroxina necesaria para mantener el nivel adecuado de TSH a lo largo del mismo se acerca al 30-50% Dra. Claudia Rodari Estamos de acuerdo con esta revisión y extendemos estas recomendaciones a PROMOVER LA EVALUACION DE TSH Y ANTICUERPOS ANTITIROIDEOS (ATPO y ATG) en pacientes abortadoras recurrentes y aquellas que buscan embarazo. Para mujeres que resulten francamente hipo- o hipertiroideas son adecuados los tratamientos estándar. No hay recomendaciones claras para las mujeres eutiroideas (no hipo, ni hipertiroideas, normales) con anticuerpos antitiroideos y poca información sobre cuánto remplazo usar. Entre las mujeres con abortos recurrentes sugieren que las que tengan AAT pero una TSH <2.0 a 2.5mUI/l no requerirían tratamiento. Autores europeos, más precisamente franceses, plantean que la mujer en búsqueda de embarazo o ya embarazada 1. SIN ANTICUERPOS CON TSH >2.5mUI/L Especialista en Medicina Reproductiva y Endocrinología Ginecológica.