A veces llegan cartas - Corporación Viva la Ciudadanía

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Este artículo es una publicación de la Corporación Viva la Ciudadanía
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A veces llegan cartas
Alonso Ojeda Awad
Ex embajador de Colombia, Director Programa de Paz –
Universidad Pedagógica Nacional
En la gratificante tarea del periodismo de opinión con el que buscamos llegar
cada semana al corazón de viejos y nuevos amigos, con temas y
preocupaciones de interés general para la sociedad colombiana de la cual
formamos parte indisoluble, los momentos más amenos son cuando leemos las
opiniones de quienes habitan en la gran provincia y que nos responden con
sentimiento fraternal agregando elementos de su propia conceptualización en
la múltiple problemática que tratamos.
Venimos insistiendo sistemáticamente en la necesidad que tenemos como
nación de estrechar el espacio que hay entre la palabra y la acción. Existe la
marcada tendencia de ofrecer “el cielo y la tierra” cuando los múltiples
problemas aquejan a la población, pero rápidamente, los gobernantes de turno,
dejan pasar sus compromisos expresados en retórica e intervenciones públicas
y después el olvido se convierte en pan de todos los días.
Últimamente recordamos la profética sentencia aprendida muchos años atrás
del apóstol y mártir cubano José Martí, quien frente a los muchos compromisos
de palabra y poco de la acción, decía que “La mejor forma de decir, es hacer”.
Y cuánta razón tenía. Qué bueno que estas recomendaciones fuesen hoy
tomadas en cuenta por el gobierno del Presidente Santos, que tantos
ofrecimientos hicieron en campaña, pero que poco a poco, a medida que
transcurren los días, se olvidaron y la fuerza inicial se diluye en medio de un
Congreso de la República y un ejecutivo que parecen no entender las
emergencias reales que sufre y soporta la sociedad.
Ya el periódico virtual www.olapolitica.com que orienta en forma magistral el
senador Horacio Serpa salió a expresar su preocupación por la tardanza en la
solución real de los problemas y publicó su editorial: ¿Eclipse de una luna de
miel? Donde dice que “El pasado 7 de agosto comenzó el segundo mandato
del Presidente Juan Manuel Santos. Su apuesta para el período 2014 – 2018
es la Paz, la equidad y la educación. Para lograrlo nombró un gabinete de
unidad nacional y cuatro superministros. “Hasta ahora el experimento está
fallando”.
También, desde los Llanos Orientales nos llegan cartas de amigos,
preocupados por esta paquidérmica situación, como la que nos envió el
apreciado compañero Leonel Pérez Bareño, escritor y sociólogo de nuestra
querida Universidad Nacional y doctorado en la Universidad de Harvard, la que
transcribimos en su totalidad, por considerarla muy pertinente para estos
esfuerzos. Dice así:
“Estimado Alonso, excelente artículo sobre el campo colombiano...con muy
pocas palabras señalas lo fundamental...Resulta un poco frustrante que no
pareciera estar desarrollándose un camino en la dirección correcta...hay textos,
como la ley de tierras y víctimas, muy buenos pero poco ejecutadas, sin efecto
real en la vida cierta de las comunidades...exceso de anuncios y poca acción
estatal...es como si las reformas no avanzaran y pidieran un estruendo social
mayor...lo más seguro es que el presidente quiere cambios pero la modorra, los
intereses, las leguleyadas, la burocracia, detienen la marcha de los
acontecimientos y persiste el statu quo. En el Llano llevamos diez años oyendo
de una cifra alta para la vía Puerto Gaitán-Puerto Carreño: 1,8 billones. Pero la
inversión es CERO. Ronda la promesa y el anuncio del presidente y los
ministros. Sin embargo, la vía no avanza un centímetro en su mejoramiento.
Ahora, este año, en enero, se aprobó un Conpes para la Altillanura que da otra
magnífica cifra para esta área: 9,1 billones. Lo más seguro es que durante el
próximo decenio ello resultará falso.
De otra parte los gobiernos se dedican a apagar incendios, según coyunturas,
tipo paros agrarios recientes, mas no hay conceptos globales, lo que tu llamas
"una reforma agraria estructurada". En el fondo se nota la fuerza gigantesca del
centralismo que todo lo asegura sin dar opción de transformaciones. ¿Qué tal
agencias locales y eficientes con recursos para hacer vías terciarias? Pero, no.
El Fondo Nacional de Caminos Vecinales tuvo que ser decapitado por su
ineficiencia, las regalías están empantanadas en DNP, los tecnócratas
"bogotanos" desconocen mucho el país periférico, lo visitan unas horas o unos
días, se devuelve a la 26 con 13 y allí elaboran informes y discursos sobre el
paraíso; mientras tanto el país pobre o miserable, callado, se agarra de Dios y
de un destino sin esperanzas. Es muy difícil llenarse de optimismo, con tan
mediocre aparato estatal en Colombia y sectores económicos tan poderosos y
avaros”.
Después de esta angustiosa comunicación cada uno puede sacar sus propias
conclusiones.
Edición N° 00421 – Semana del 17 al 23 de Octubre – 2014
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