Existen pocas investigaciones realizadas sobre el callo de hacha

Anuncio
VI.- DISCUSIÓN.
Existen pocas investigaciones realizadas sobre el callo de hacha, Atrina maura, en las
cuales se maneje su ciclo reproductivo, por lo que bajo este contexto se discutirá de forma
general con la información obtenida con otros moluscos bivalvos. El conocimiento adquirido
en este trabajo es una aportación importante para la acuacultura, ya que se tiene que la
maricultura de otros moluscos pudiera ser una adición atractiva a las operaciones existentes de
cultivo en ostras del noroeste de México.
En este trabajo el ciclo reproductivo anual de A. maura en el medio natural, indicó
hembras maduras, con talla promedio de 21.1 cm de longitud y 15.2 cm de ancho, en los
meses de abril a junio, con organismos desovados a finales del mes de julio. A su vez, de los
resultados obtenidos se puede decir que existe un acople reproductivo entre machos y
hembras, pues los machos maduros, con una longitud promedio de 21.7 cm y 15.7 cm de
ancho, se presentaron entre marzo y mayo; los desovados estuvieron en el periodo
comprendido entre abril y julio. De la misma manera, las hembras también presentaron mayor
frecuencia de desoves en junio y julio. De tal forma y para propósitos de cultivo se considera
que las tallas analizadas son adecuadas para establecer lotes de reproductores, y para manejar
adecuadamente su reproducción, pueden ser reclutados desde el mes de abril.
Es importante señalar que otros moluscos presentan diferencias en los tiempos de su
reproducción. Por ejemplo, Yakovlev y Afeichuk (1991) encontraron que en la escalopa
Chalmys farreri los desoves empezaron a finales de junio y finalizaron en agosto, esto fue en
ambos sexos. En A. maura, se evidenció claramente marcado el final de su reproducción en el
mes de julio. La almeja manila Tapes philippinarum desovó en los meses de junio a agosto,
con la mayor parte de los desoves en julio y agosto (Ponurovsky y Yakovlev, 1992). Así
mismo Noguera y Gómez Aguirre (1972) señalaron que en Pinna rugosa de Bahía de La Paz,
la fase de desove ocurrió desde mediados de abril hasta mediados de julio, lo cual coincide
con el presente trabajo. Coronel (1981) encontró para la misma especie que sus desoves
ocurrieron entre agosto y septiembre, esta diferencia pudo deberse a que los organismos
fueron capturados a diferentes profundidades. En el presente estudio los organismos
desovados estuvieron en un tiempo reducido, se encontraron en el mes de julio para ambos
sexos. Esto coincide con lo encontrado en su peso somático, pues los máximos encontrados
fueron de abril a mayo y es muy notorio que los espécimenes muestran una caída abrupta de
sus pesos desde junio. Esto sugiere que el callo de hacha se encontraba abatido en sus reservas
por la inversión de energía en los desoves. También es notorio que dicha condición persiste
desde agosto hasta diciembre.
El estudio histológico brindó valores precisos del desarrollo de los diferentes estadios.
Por ejemplo, los diámetros de los oocitos registrados proporcionaron una medida cuantificable
del ciclo gametogénico ya que estos se incrementaron gradualmente conforme al desarrollo de
la gónada a medida de que la hembra fue adquiriendo madurez gonádica. Dichas medidas han
sido empleadas para monitorear el desarrollo reproductivo en Argopecten irradians (Barber y
Blake, 1981) y en Crassostrea gigas por Paniagua-Chávez y Acosta-Ruiz (1995).
Coronel (1981) llevó a cabo un conteo y medición de diámetro de oocitos en Pinna
rugosa y encontró un número de 8 a 20 oocitos por acino, con un diámetro menor de 21 μ y
mayor de 57.8 μ. Con respecto a las mediciones y conteo de los oocitos en Atrina maura, se
observó un número de 11 a 20 oocitos por acino en la fase de desove, con un diámetro mínimo
de oocito de 23.1 μ y máximo de oocito de 80.8 μ, con núcleos de hasta 55.6 μ de diámetro.
Así se observa que, A. maura presentó oocitos de mayor tamaño, aunque dichas diferencias
pueden ser debido a que son especies distintas.
Para el caso de la gónada masculina, Coronel (1981) documentó dimensiones de
espermatogonias de Pinna rugosa de 3.0 micras en promedio y de 1.5 micras de diámetro
aproximado en la cabeza de los espermatozoides. En la presente investigación se observó el
desarrollo de las células reproductoras masculinas de Atrina maura, comprendido en
diámetros mayores de espermatogonias desde 7.5 a 21 micras, espermatocitos primarios de 4.5
a 9 micras y espermatocitos secundarios de 4.5 a 7 micras. Los espermatozoides fueron desde
1.5 a 3 micras, lo cual para espermatozoides queda entre los valores registrados por Coronel
(1981).
En muchos de los moluscos bivalvos, la producción de sus gametos esta ligada a la
energía derivada de la ingesta de sus alimentos y a la temperatura. La energía puede ser
almacenada en varios componentes de su cuerpo, esto se puede saber mediante estudios de la
composición bioquímica de los componentes del organismo (Shumway, 1991).
De acuerdo con estudios realizados, el glucógeno del músculo aductor es la fuente de
energía más almacenado y empleado en la gametogénesis. Villalejo-Fuerte y CeballosVázquez (2002), consideran que este comportamiento se debe a un proceso de transferencia de
energía desde el músculo aductor al sistema reproductivo. Dado esto, Mori (1975) encontró
que los niveles de glucógeno del músculo aductor decrecen posterior al desarrollo de la
gónada en Patinopecten yessoensis. Para Argopecten irradians, la utilización de lípidos de la
glándula digestiva estuvo asociada con el inicio de la fase del crecimiento de los oocitos y
ocurre una disminución del nivel de glucógeno del músculo aductor junto con el crecimiento
citoplasmático y vitelogénesis de la gónada (Barber y Blake, 1981). Sundet y Vahl, (1981)
observaron que el glucógeno del músculo aductor de Chlamys islandica, almacenado durante
el verano fue subsecuentemente empleado durante el invierno.
Se ha encontrado una correlación entre la disminución del contenido de glucógeno en
el músculo aductor con un incremento en la medida de los diámetros de los oocitos, lo que
sugiere que el glucógeno es absorbido a medida que los oocitos crecen (Shumway, 1991).
Aunque en esta investigación el análisis de glucógeno fue mediante una técnica histoquímica,
estos resultados sugieren que este proceso de almacenamiento de glucógeno por el músculo
aductor se presenta en organismos que están en maduración de sus gametos y que el proceso
de su utilización por la gónada ocurre en organismos que empiezan la gametogénesis. Basta
señalar que de junio a octubre, A. maura presentó histológicamente en su músculo aductor
cambios a la baja de glucógeno en ambos sexos, concomitantemente con la baja de su madurez
gonádica..
La expulsión de gametos de los moluscos bivalvos están íntimamente relacionados a la
temperatura de su ambiente. Arellano-Martínez et al., (2002)2 documentan para Pinna rugosa
de Bahía Concepción, B. C. S., que los desoves se presentaron en un intervalo de temperatura
de 23 a 31 ºC. Para la misma especie, Cendejas et al., (1985) encontraron que la expulsión de
los gametos ocurre a una temperatura de 29.2 ºC. Coronel (1981) observó los desoves en dicha
2
http://aimac.ens.uabc.mx/aim/conferencias/Biol-Ecol/formatoHTML/lr-043.htm.
especie a 28.5 ºC. Estos datos son importantes, ya que hay que diferenciar la temperatura de
maduración para propósitos de cautiverio.
En el ensayo de desoves en el laboratorio se observó que aunque no se tuvo éxito en la
obtención de gametos, debido a que los callos ya estaban sexualmente inmaduros en agosto, si
se observó una respuesta al drástico cambio de temperatura de 22 ºC a 32 ºC, por lo que es
recomendable realizar este proceso en espécimenes fisiológicamente adaptados, es decir
maduros y no estresados. Por ejemplo, para la maduración en Atrina maura, RodríguezJaramillo et al., (2001) llevaron a cabo un estudio en condiciones de laboratorio y
establecieron que esta especie tiene mejor calidad y maduración de gametos a temperaturas
altas con mejores resultados a los 25 ºC y 30 ºC. En este estudio no fue posible medir la
temperatura ambiente debido a causas externas, sin embargo Meling-López e Ibarra-Obando,
(1999) documentaron que en el Canal del Infiernillo la temperatura de superficie y fondo es
uniforme. Los autores antes citados observaron en el mes de julio una temperatura de 32 ºC,
que fue cuando en este trabajo se encontraron hembras desovadas. Así, es posible establecer
que el desove se lleva a cabo bajo dicha temperatura.
Con respecto al peso blando de Atrina maura, este fue en incremento conforme
avanzaban las fases de desarrollo, así que el máximo peso se presentó en organismos que se
encontraban maduros (etapa IV) en ambos sexos. Por otro lado, los pesos menores se
observaron en organismos desovados lo cual indica una fuerte inversión de energía en el
proceso de reproducción. Dado todo lo encontrado en este estudio, se puede decir que para
poder llevar a cabo un cultivo efectivo de Atrina maura, se debe de tomar en cuenta que
dichos organismos empiezan su maduración a partir de abril y la expulsión de sus gametos se
realiza mayormente en junio. Por lo tanto, los organismos se deberían de colectar antes de
abril para poder aclimatarlos antes de empezar el manejo de los mismos, dado que estos son
muy sensibles, lo cual fue observado a lo largo de este trabajo.
Descargar