ASAMBLEA LEGISLATIVA DE LA REPÚBLICA DE COSTA RICA PROYECTO DE LEY LEY QUE DECLARA EL BENEMERITAZGO DEL DIARIO OFICIAL LA GACETA BIENVENIDO VENEGAS PORRAS DIPUTADO EXPEDIENTE N.º 17.598 DEPARTAMENTO DE SERVICIOS PARLAMENTARIOS PROYECTO DE LEY LEY QUE DECLARA EL BENEMERITAZGO DEL DIARIO OFICIAL LA GACETA Expediente N.º 17.598 ASAMBLEA LEGISLATIVA: El diario oficial La Gaceta es, hoy por hoy, el periódico más antiguo de Costa Rica. Ciertamente no fue el primero que se creó en nuestro país, pero si figura entre los primeros que vio la luz con la llegada de las primeras imprentas en la década de 1830, además, es el único que ha transitado a través de tres siglos; el XIX, el XX y el XXI. En un mundo de constantes cambios, esto es una verdadera proeza, pues a pesar de eso, fue capaz de adaptarse: tuvo muchos formatos; distintos nombres y variados contenidos, sin embargo, desde su nacimiento en 1831, su objetivo de publicar las leyes aunque no era obligatorio, se ha mantenido invariable. Respecto a su historia, según Marcos Mena Brenes: “Durante más de 170 años el Estado costarricense ha contado con un Diario Oficial, aunque no siempre se llamó La Gaceta. Desde 1831 y hasta 1878, estos cambiaron de nombre constantemente. El primero de ellos fue un periódico que se llamó La Relación de los Negocios Despachados por el Gobierno Supremo del Estado (1831). Le siguió La Relación de los Negocios Despachados por el Consejo (1832). Cuatro años más tarde, es decir, en 1836, aparece el Ministerial de Costa Rica y un año después (1837) se publica Esfuerzos del Patriotismo. En 1837 sale a la luz pública el Boletín de la Junta de Sanidad. La Aurora de la Constituyente de Costa Rica y el Mentor Costarricense aparecen en 1838 y 1842, respectivamente. La primera vez que uno de estos periódicos llevó el nombre de gaceta fue el 7 de diciembre de 1844 con la publicación de la Gazeta Oficial. Después de esta fecha, aunque con algunas variaciones, fue más frecuente ver el nombre de La Gaceta en el diario del Estado. En 1850, por ejemplo, se le denominó como Gaceta del Gobierno de Costa Rica, tres años más tarde, es decir, en 1853, esa denominación se redujo únicamente a La Gaceta. En ese mismo año, el Estado también contó con otro periódico al que llamó Boletín Oficial. Con el nacimiento del Boletín Judicial, en 1861, el Gobierno nuevamente vuelve a tener dos periódicos de manera simultánea. En 1859, el diario estatal aparece llamándose Gaceta Oficial de Costa Rica; sin embargo, este nombre tampoco le duró mucho tiempo, ÁREA DE PROCESOS LEGISLATIVOS -2- EXP. N.º 17.598 porque en 1861 se le cambió por el de Gaceta Oficial. Este nombre le duró hasta 1878 año en que adoptó el nombre con que lo conocemos hoy, es decir, La Gaceta, Diario Oficial.”1 Como puede verse, estamos frente a una verdadera reliquia de nuestra historia nacional y que todavía “vive”, es decir, que aun presta sus servicios a la patria. Respecto a lo que podría llamarse prestación se servicios a la patria, es importante destacar que si bien es cierto que desde sus inicios los diarios oficiales siempre dieron prioridad a la publicación de las normas legales y a los comunicados del gobierno de turno, también dedicaron un importante espacio para informar sobre los más variados acontecimientos en al ámbito nacional e internacional. “Los primeros números del diario incluían leyes, decretos, noticias, publicidad, comentarios, el santoral, el pronóstico del tiempo y muchas reproducciones de periódicos extranjeros. Ya para finales del siglo XIX, en La Gaceta podía apreciarse un contenido más parecido al de los periódicos comerciales de nuestro tiempo. No obstante, con el paso de los años, el ligero crecimiento estatal y la aparición de una mayor variedad de periódicos comerciales, fueron provocando que el Diario Oficial se convirtiera en un medio de comunicación especializado en legislación y administración y pronto el contenido que predominaría entre sus páginas serían las leyes, los decretos, los reglamentos y las resoluciones de actos administrativos de los Poderes de la República, tal y como lo conocemos en la actualidad.” “Antaño, La Gaceta llenó un importante espacio informativo en la vida diaria de Costa Rica. Tanto en las ediciones de finales del siglo XIX, como en las primeras del siglo XX, se encuentran publicaciones relacionadas con la situación económica, el quehacer científico y con los sucesos del acontecer nacional e internacional. Además, se publicaron comentarios de interés general y hasta existía una especie de sección con avisos clasificados, con todo tipo de publicidad al mejor estilo moderno.” (Ibíd. Pág. 38) Lo afirmado anteriormente puede constatarse solo con echar una ojeada a los amarillentos legajos de La Gaceta que se encuentran en la Imprenta Nacional, en la Biblioteca Nacional y en la Biblioteca de la Asamblea Legislativa. No obstante, para mayor abundancia de prueba, vale la pena citar algunas disposiciones legales y administrativas que sustentaban las acciones que se ejecutaban a través del Diario Oficial. 1 Mena Brenes, Marcos Antonio. Reseña Histórica del diario oficial La Gaceta. Imprenta Nacional, 2001. Página 16. DEPARTAMENTO DE SERVICIOS PARLAMENTARIOS ÁREA DE PROCESOS LEGISLATIVOS -3- EXP. N.º 17.598 Ahora, ¿qué era lo que realmente le correspondía publicar a La Gaceta? Siempre hubo una mezcla entre actos del gobierno y asuntos de interés general. Para algunos diarios como la Gazeta Oficial que se creo el 7 de diciembre de 1844, su fin principal de era el de “...instruir al público de cuantas noticias de los otros Estados de la República, i de cualquiera otra novedad notable que merezca consideración... pero también contenía espacio para los asuntos oficiales. El Costarricense, otro periódico gubernamental, creado mediante el Decreto CI, del 3 de octubre de 1846, en cambio señala que “…contendrá en la carátula, el dia, fecha, santos de la semana, faces lunares y estacion, y se iniciará primero con el artículo editorial y seguirán los acuerdos, notas y estados del Gobierno cuando los haya, las noticias extrangeras y las mas que puedan ser útiles, y algunos artículos de industria y estadística, y por último las entradas y salidas de buques... El Redactor queda en libertad para escoger las materias, y expresar sus pensamientos y sostener los actos del Gobierno y demas Autoridades” Este periódico por el contrario, centró su atención en la gestión oficial. (Ibíd. Pág. 16 y17) Hoy La Gaceta se caracteriza por su especialización en legislación y administración, sin embargo, aunque cueste creerlo, en el pasado, el publicar las normas legales en los diarios oficiales no era una obligación, pero aun así, siempre se hizo. En la época de la colonia, la publicación de las leyes la realizaba un pregonero, quien, después de llamar la atención con una trompeta o un tambor, leía a viva voz las leyes, decretos y circulares. Después de la independencia, la forma más utilizada para dar conocer la legislación, era por medio de notificaciones y de bandos (hojas manuscritas) que se pegaban en la entrada de las iglesias y las municipalidades. La obligación constitucional de publicar la ley se remonta a la Constitución de la República Federal de Centroamérica, del 22 de noviembre de 1824. Al respecto el artículo 87 dice que “El poder excutivo luego que reciba una resolución sancionada... debe bajo la estrecha responsabilidad ordenar su cumplimiento; disponer entre quince dias lo necesario a su excusion; y publicará y circulará... No decía cómo debía publicarse, pero el artículo 113 señalaba que era el Poder Ejecutivo el encargado de publicar la ley. No fue sino hasta el 12 de abril de 1832 cuando por medio del Decreto LV que se estableció la forma en cómo deben circularse las leyes tal y como se detalla a continuación: “Artº. 1º. El gefe Supremo del Estado circulará las Leyes, resoluciones Legislativas ó decretos con el correspondiente numero de exemplares á los Supremos Poderes del mismo, la Gefe Politico Superior, Intendente y Comandante General. DEPARTAMENTO DE SERVICIOS PARLAMENTARIOS ÁREA DE PROCESOS LEGISLATIVOS -4- EXP. N.º 17.598 Artº. 2º. La Corte Superior de Justicia hará la circulación de que habla el artículo anterior á los Jueces de 1.ª Instancia y por medio de estos á los demás Alcaldes de cada Partido. Artº. 3º. El Gefe Politico Superior hará la misma circulacion al Juez Eclesiastico del Estado con suficiente numero de exemplares para que las circule á los Parrocos del mismo, y á las Municipalidades de todos los Pueblos, inclucive la Diputación del Mineral del Aguacate. Artº. 4º. El Intendente hará igual circulacion á todas las Oficinas de Hacienda: la Comandancia General la hará á los Cuerpos de su Mando para que se publiquen en ellos en la forma que dispone la ordenanza”. Ese decreto y otros posteriores crearon un elaborado sistema de notificaciones, en el que cada empleado público debía firmar un documento dando fe de que se daba por enterado del comunicado. Estos primeros sistemas para publicar las leyes presentaban el inconveniente de que solo unas pocas personas tenían la posibilidad de conocerlas. Aunque en la orden del 12 de abril de 1832 se incluía a los párrocos dentro de las personas que debían ser notificadas, la norma no dice nada sobre la obligación de dar a conocer el contenido de los comunicados a los feligreses. La posibilidad de que una mayor cantidad de personas pudiera conocer el contenido de las leyes, fue contemplada en el artículo dos de la Orden VII, del 9 de junio de 1841, en la cual se establecía el modo de circular las leyes y decretos a las autoridades del Estado. El artículo en cuestión establecía que “...los Jefes Políticos son obligados, bajo su responsabilidad, á hacer la circulacion inmediatamente, y la publicacion en cada uno de los pueblos de su Departamento, en el primer dia festivo, á las nueve de la mañana”. El Decreto LXV, del 21 de octubre de 1847, que reglaba esta misma materia fue un poco más allá; ya que el artículo cuatro amplió la posibilidad de que tenían los ciudadanos de informarse sobre la legislación, por la que se regían sus actos. Ese agregado indicaba que “...esta publicacion se hará por los Secretarios Municipales, presentes los Alcaldes segundos, en los cuatro lugares mas públicos de la poblacion; y en las plazas donde haya fuerza armada se hará con la escolta y música que dispone la ordenanza”. Como puede apreciarse, a lo largo de los años, el Estado había modificado el procedimiento para anunciar la ley, con tal de permitir a la población civil que pudiera tener una mayor oportunidad de conocer las leyes; sin embargo, el sistema todavía tenía varias imperfecciones. Una de ellas era que las leyes leídas en público se olvidaban “incontinenti”, sobre todo cuando el texto de las normas era muy extenso. DEPARTAMENTO DE SERVICIOS PARLAMENTARIOS ÁREA DE PROCESOS LEGISLATIVOS -5- EXP. N.º 17.598 Es importante dejar claro que mientras el sistema de pregoneros y notificaciones se mantuvo vigente (hasta 1870) y, a pesar de que ninguna ley lo exigiera, las normas legales también se publicaban en los distintos diarios oficiales que tuvo el Estado. Sin embargo, hubo que esperar hasta el 12 de mayo 1870 para que el Decreto XVIII permitiera que la publicación que se hacía en el Diario Oficial fuera suficiente para oficializar la ley. Este decreto señalaba en su artículo primero que “Las Leyes, decretos, órdenes y resoluciones espedidas por los Poderes públicos, se tendrán por promulgados por el hecho de su publicación en el periódico Oficial, y los funcionarios públicos tendrán dichos actos, y las notas Oficiales que en él se publiquen, por comunicados desde su recibo.” En 1882, mediante el Acuerdo No. CCXCIV, los alcances del Decreto XVIII fueron extendidos a todos los actos que tenían ser comunicados por parte de las Secretarías del Estado. (Ibíd. Pág. 66,67 y 68) El compromiso que el gobierno tenía a través de La Gaceta o los diarios oficiales, de permitir que los habitantes de todo el país tuvieran acceso a la información relacionada con el quehacer gubernamental, queda de manifiesto mediante la CIRCULAR IV, del 14 de Agosto de 1871 en la que se dictan una serie de medidas para favorecer dicho cometido. Así por ejemplo, se ordena un descuento del 50% en el precio de las suscripciones para que todo el pueblo pobre pudiera comprar La Gaceta. Asimismo, los Jefes Políticos tenían la obligación de explicar a los vecinos la importancia de leer La Gaceta y de enlistar de las personas que desearan tomar una suscripción. Estas acciones fueron acompañadas con el presupuesto necesario para pagar el sueldo de un repartidor de periódicos. Un detalle de los motivos antes mencionados pueden leerse en el siguiente aviso publicado en la página 3 de la Gaceta Oficial del 12 de agosto de 1871. Al pueblo en general Por orden del Supremo Gobierno, en adelante la Gaceta Oficial costará solamente por un semestre $1.50 cs. Esta disposición tiene por objeto poner el periódico Oficial al alcance del pueblo pobre, á fin de que, si es posible, no haya costarricense que no pueda tomar por si mismo y mediante la lectura de este periódico conocimiento de todos los actos del Gobierno, i de todos los asuntos de interés general. Mientras el Gobierno dicta las órdenes á sus ajentes para atender i facilitar la circulación de la Gaceta por todos los ángulos de la República, recomendamos á los Señores Jefes Políticos i jueces de paz, que promuevan la mayor circulación posible, i á los particulares que se suscriban al periódico oficial, para que tengan por medio de él, un pleno conocimiento de la manera como son gobernados, i de los diversos actos i sucesos públicos que puedan influir de algún modo en sus particulares intereses. DEPARTAMENTO DE SERVICIOS PARLAMENTARIOS ÁREA DE PROCESOS LEGISLATIVOS -6- EXP. N.º 17.598 La instrucción pública, elemento poderoso é indispensable de la civilización de las naciones, pierde la mayor parte de su poder i eficacia en todos los pueblos que, por su incuria ó falta de espíritu público, no toman interés en ponerse al corriente de la marcha de las instituciones que lo rijen, i de la conducta y aptitudes de los hombres que los gobiernan. En los pueblos que como el nuestro no han dado aun al periodismo la importancia y estensión de que gozan en la mayor parte del mundo, no hai otro medio de difundir las luces, de ilustrarse en todo lo referente á la política i á las prácticas del Gobierno democrático, que el tener á la vista constantemente, por medio del periódico oficial, la conducta del gobierno, para apreciarla i formarse de ella una idea favorable ó adversa pero exacta. Este conocimiento i este juicio son tan importantes para los amigos de la política del Gobierno, como para sus opositores: por este medio es que á ciencia cierta de la Administración de la cosa pública, se ponen todos en aptitud de contribuir con su contijente de opinion i de patriotismo á la conservación de la paz i el orden, al sometimiento de las libertades públicas, á la promocion de la mejora de las leyes i de las instituciones, i á la impulsion de todas las fuerzas progresistas i civilizadas de la Nacion. Mientras el pueblo no tenga interes en imponerse de la manera como son administrados su intereses, los de sus familias, los de sus municipios i los de la Nacion en jeneral, por los hombres á quienes ha conferido, en uso de su soberanía , las facultades de gobernarlos, no daremos un paso en la senda de la verdadera democracia, cuyo principio de gobierno es: gobernar por voluntad de todos, para todos i en bien de todos. El hombre que no quiere cuidarse de conocer el uso que la autoridad hace del poder que se le ha conferido, merecería, en pena de su abandono i de su indiferencia ser mal gobernado i oprimido. Los gobiernos liberales i protectores los hacen pueblos patriotas é interesados en esa libertad i en esa proteccion: los gobiernos tiránicos son obra de los pueblos egoistas é indiferentes. LA REDACCIÓN (tomado de La Gaceta Oficial del 12 de agosto de 1871, página 3) Así, pues, queda demostrada la importancia que tuvo y que han tenido los diarios oficiales y de manera especial, La Gaceta en la difusión del quehacer gubernamental, de la publicación de las leyes y demás actos administrativos, así como de la publicación de los más variados temas de interés general. Con sus acciones: unas obligatorias y otras voluntarias, La Gaceta ha hecho un aporte enorme al principio de publicidad; y los más destacable es que lo hiciera 160 años antes de que este principio empezará a ser considerado como importante por los gobiernos democráticos de todo el mundo y, en el caso de Costa Rica, antes de que fuera hecho obligatorio por la Sala Constitucional mediante reiteradas resoluciones. DEPARTAMENTO DE SERVICIOS PARLAMENTARIOS ÁREA DE PROCESOS LEGISLATIVOS -7- EXP. N.º 17.598 Pero no solo ha contribuido con el principio de publicidad de las normas y de los actos administrativos; también ha hecho una contribución incalculable a la formación de opinión y al periodismo en general. Una prueba del grado de conciencia que tuvieron nuestros antepasados respecto al papel que desempeñaba La Gaceta, puede leerse en el siguiente extracto de una publicación hecha por la Dirección de ese diario. “En los pueblos que como el nuestro no han dado aun al periodismo la importancia y estensión de que gozan en la mayor parte del mundo, no hai otro medio de difundir las luces, de ilustrarse en todo lo referente á la política i á las prácticas del Gobierno democrático, que el tener á la vista constantemente, por medio del periódico oficial, la conducta del gobierno, para apreciarla i formarse de ella una idea favorable ó adversa pero exacta. Este conocimiento i este juicio son tan importantes para los amigos de la política del Gobierno, como para sus opositores: por este medio es que á ciencia cierta de la Administración de la cosa pública, se ponen todos en aptitud de contribuir con su contijente de opinion i de patriotismo á la conservación de la paz i el orden, al sometimiento de las libertades públicas, á la promocion de la mejora de las leyes i de las instituciones, i á la impulsion de todas las fuerzas progresistas i civilizadas de la Nacion.” (La Gaceta Oficial del 12 de agosto de 1871, página 3) Otros proyectos que vieron la luz por medio de La Gaceta y que figuraban entre el listado de obligaciones principales de ese medio comunicación, están por ejemplo, una edición especial para el extranjero. dicho anteriormente consta en el ACUERDO N° LXXXVII de fecha 27 de julio 1878. no de Lo de En su considerando, dicha norma dice “Que muchos de los documentos que en el Diario Oficial se publican, son de un interés enteramente local; y que la edición que hoy se hace, por el gran volumen de los paquetes y por lo costoso del porte, ofrece inconvenientes para remitirla al exterior; por tanto, se acuerda” “Que en lo sucesivo se haga una edición de la “Gaceta Diario Oficial”, expresamente para el extranjero, dando cabida en ella a todo lo que fuera de la República, pueda ser de algún interés…” Por otro lado, el ACUERDO N°. CXLIV del 22 de setiembre de 1882 ordenó que los trabajos de índice de Legislación Costarricense que estaba realizando el Doctor Don Miguel Macaya, se publicaran en el Diario Oficial. Es muy probable que este proyecto sea el que dio origen a la publicación que hoy se conoce como Colección de Leyes y Decretos. Pero además, para un mejor servicio a los suscriptores y para un mejor manejo de la historia administrativa, en la CIRCULAR N°. VII ( de 1883), se “Dispone que anualmente se publique un índice de las piezas oficiales que se hayan publicado en el Diario”. DEPARTAMENTO DE SERVICIOS PARLAMENTARIOS ÁREA DE PROCESOS LEGISLATIVOS -8- EXP. N.º 17.598 Asimismo, con el propósito de dar la más amplia difusión a los asuntos que se publicaban en La Gaceta, cuando el periódico oficial de la Cartera de Educación no pudo circular en 1890, mediante el OFICIO N°. V de ese mismo año, se dispuso que se remitiera a los Inspectores provinciales, para su distribución entre los Directores de dichos planteles, el número de ejemplares de La Gaceta que ellos solicitaran. En 1902, mediante el acuerdo 207 se dispuso que “Que en la Imprenta Nacional se tire diariamente, como anexo gratuito de La Gaceta, un “Boletín Comercial”, que promueva con la reproducción de buenos escritos el ensanche y la mejora de las industrias nacionales; que publique las noticia cablegráficas y los anuncios ó avisos de los particulares…” Por todo lo antes descrito respecto al papel que ha desempeñado el diario oficial La Gaceta, sin que fueran sus obligaciones principales, se concluye que dicha institución es merecedora de un reconocimiento, el cual debe manifestarse mediante el otorgamiento de un benemeritazgo, el cual se propone mediante este proyecto de ley. LA ASAMBLEA LEGISLATIVA DE LA REPÚBLICA DE COSTA RICA DECRETA: LEY QUE DECLARA EL BENEMERITAZGO DEL DIARIO OFICIAL LA GACETA ARTÍCULO 1.Declárase institución benemérita al diario oficial La Gaceta, por su meritoria contribución a la transparencia y la publicidad, mediante la publicación interrumpida de las normas legales y de los actos administrativos, así como por su aporte desinteresado al periodismo costarricense y a la cultura en general. Esta Ley rige a partir de su publicación en el diario oficial La Gaceta. Bienvenido Venegas Porras DIPUTADO 1 de diciembre de 2009. NOTA: Este proyecto pasó a estudio e informe de la Comisión Permanente Especial de Honores. DEPARTAMENTO DE SERVICIOS PARLAMENTARIOS