Maduración Desarrollo y Capacidades Motoras en el Baloncesto Formativo Lic. Mario José Ambrosini marioambrosini@hotmail.com El baloncesto es un deporte de tipo abierto, de situación y acíclico, caracterizado por la gran cantidad de situaciones cambiantes, inciertas, variables y con alto nivel de complejidad, es decir, que el sujeto está en relación con el medio externo en base a una enorme cantidad de estímulos, lo que lleva a su vez a potenciar el nivel senso – perceptivo y resolutivo o decisional. Dentro del campo de las divisiones formativas y con mayor incidencia en el mini baloncesto, no se puede obviar en ningún ámbito educativo (escolar o club), que quién aprende (el niño) está en pleno crecimiento, el cual necesita de la atención “profesional” permanente y bajo la óptica de las capacidades motoras, la maduración y el desarrollo. El estudio del crecimiento o auxología, permite a los educadores comprender y favorecer el paso por las distintas etapas del desarrollo motor que va atravesando el niño, inclusive esos datos pueden servir para una orientación deportiva respecto a sus características individuales y las posibilidades de que ellas se adapten a determinado/ os deporte/ es, por último cabe remarcar que todos estos datos “correcta y debidamente manejados”, pueden servir también para detectar posibles talentos deportivos. Conocer los momentos en que van sucediendo las variaciones corpóreas, permite hacer un correcto uso de las fases sensibles del desarrollo, esto es, saber los momentos de inicio, desarrollo o intensificación de cada Capacidad Coordinativa o Condicional, veamos entonces el Esquema General de las Fases Sensibles: A las medidas que tienen que ver con el crecimiento en distancia (talla o estatura) y el de la velocidad de distancia, se le suman otros datos que no dejan de tener su gran importancia, ya que conociendo la secuencia en la que se desarrollan cada segmento corporal (pie, pantorrilla, pierna, mano, antebrazo, brazo – tronco), se puede hacer una anticipación más precisa de esos cambios corporales, específicamente me refiero a: envergadura, talla sentado, crecimiento del tren inferior, peso y maduración sexual o estadíos Tanner de maduración genital. Con la interpretación de estos datos a través del uso de las cartas auxológicas y de los percentiles de velocidad o estadíos puberales, el profesional puede así anticiparse a los momentos sensibles, de forma tal que el niño o joven se encuentren en su memoria motora y frente a cada cambio, con un registro de datos que le ayuden a “no frenar” su desarrollo o crecimiento motor. Por otro lado es importante recalcar la función del educador, cual es la de ir formando en los niños un Acervo Motor General tan amplio como variado, donde se produzcan en forma graduable aprendizajes significativos para la vida diaria y deportiva que eligió (A. M. Orientado y A. M. Específico), buscando automatizaciones plásticas o adaptables cada vez con la mayor velocidad y precisión motriz que la situación lo requiera. La formación de un alfabeto sensorial, rico, amplio y diverso, produce beneficios inmediatos para el niño, porque dispone de recursos adecuados para cualquier circunstancia, sobre todo porque así va conociendo y reajustando toda variación que sufre su cuerpo en plena maduración y desarrollo. Los procesos de información aferente y eferente, los analizadores, los canales sensoriales parciales de regulación interna y externa, se combinan y actúan en forma conjunta en lo que al proceso de comando y regulación del acto motor se refiere, facilitando la construcción de lo que en el ámbito de las capacidades coordinativas se conoce como inteligencia motriz, la cual es muy visible a la hora de verlo al niño tomar decisiones en el juego. Desarrollar las Capacidades Motoras (Coordinativas, Intermedias y Condicionales), permite que el niño pueda sistemáticamente ir logrando las Habilidades Motoras generales para la vida diaria, o específicas para el caso de alguna disciplina deportiva. En el caso de niños que se inician en el mini baloncesto, se deben proponer experiencias motrices variadas y multilaterales, pero respetando y cuidando su crecimiento. En esto, no podemos desconocer ni descuidar las diferencias que pueden existir entre las edades cronológicas y biológicas de cada uno de los niños, que inclusive en edades puberales pueden llegar a ser de hasta 5 años. Ahora bien, tan real es esto como la posibilidad de un crecimiento armónico entre la “capacidad de rendimiento” y la “dimensión de órganos y esqueleto”. Cuidar y acompañar el crecimiento va de la mano también con registros de tests, circuitos de actividades específicas adaptables a las edades, evaluaciones físicas y hasta dominio de los fundamentos enseñados y practicados en determinado tiempo prudencial de aprendizaje, es decir que el rendimiento no se descuida o se deja de lado o la actividad se hace meramente recreativa por atender el crecimiento del niño. Si bien hay niños con desarrollo precoz que aparecen a simple vista como “talentos deportivos”, estos como los desarrollados clásicos o los tardíos deben ser controlados, evaluados y provistos de las actividades que realmente necesiten. El mini baloncesto es FORMATIVO, no busca resultados, los cuales normalmente corresponden en los juegos o partidos, a logros de los niños con desarrollo precoz). La maduración biológica implica al profesional, saber cuando se inicia cierto estímulo y cuando se lo puede intensificar. Es preferible influir sobre las capacidades cuando están en proceso de maduración que cuando están maduras, de allí la importancia de las evaluaciones periódicas de cada niño. Los aprendizajes los podrán lograr cuando cuenten con los prerrequisitos de esos aprendizajes y con la capacidad para reorganizarlos. Esto desemboca en lo inútil, ineficaz y hasta peligroso que resulta enfrentar demasiado pronto (tempranas edades) al niño con aprendizajes demasiado específicos. Momentos para el Entrenamiento de la Coordinación Más allá de todo resultado deportivo, la organización de campeonatos o torneos, de talentos y selecciones se deben seguir principios que apunten al desarrollo armónico de cada sujeto en plena formación. Cuando observamos los niveles de crecimiento de las diversas partes y órganos del cuerpo en los niños podemos destacar que en la edad del mini básquet el “sistema neuronal” es el de mayor desarrollo, entendiendo así que entre los 6 y 12 años, se tiene la edad o etapa sensible “más rica” y de mayor incidencia para trabajar sobre las capacidades coordinativas, pero que al mismo tiempo es, normalmente, el inicio de una etapa del desarrollo muy fuerte e importante “El Pico de Crecimiento” El logro del rendimiento motor (para cualquier nivel de desarrollo que tenga el niño: precoz, clásico o tardío), tiene el sustento en el desarrollo y maduración física, en factores antropométricos, en el desarrollo de las capacidades motoras (coordinativas, intermedias y condicionales) y en el logro de habilidades específicas. Curvas de Scammon Las Habilidades Motoras se van adquiriendo con el transcurso del tiempo y en base a la experiencia y suma de repeticiones, se van estructurando a partir de las capacidades coordinativas y con incidencia en las Intermedias (Flexibilidad) y en las Condicionales (Fuerza, Velocidad y Resistencia) y es muy importante tenerlo en cuenta a este aspecto dentro de las divisiones formativas, dado que no solo se produce en la niñez, sino que después del pico de crecimiento en la etapa pos puberal se produce un nuevo momento de influencia o sensible para ser trabajadas, esto dado a que si bien el crecimiento sigue, es más lento y permite coordinaciones más complejas a lograr, al tiempo que pueden ser ejecutadas con mayor velocidad y fuerza (aquí conoce y controla su cuerpo). Todo este proceso es posible si fue estimulado en su etapa sensible, en forma variada, rica permanente y adecuada al crecimiento, sin descuidar los factores funcionales – orgánicos por los que también va pasando. Por otro lado también es posible potenciar la adaptación de actividades a las necesidades del niño, en base a su crecimiento y maduración, si tenemos en cuenta su variabilidad morfológica. Es común en varios escenarios deportivos escuchar a entrenadores que ponen en su boca términos irreproducibles frente a la ejecución errónea (para él) de gestos técnicos realizados por los niños en pleno juego, como pasar a destiempo o errar un lanzamiento. Claro está que estas habilidades en algún momento “parecían aprendidas” y de repente aparecen como cargadas de movimientos parásitos o rudimentarios, pero que en realidad constituyen tanto el resultado de cambios externos, morfológicos, visibles o medibles, como los internos, nerviosos y fisiológicos en el niño. Es aquí cuando podemos entender la mayor importancia que cobra la ejecución respecto del resultado. El conocimiento de los procesos de crecimiento o variaciones antropométricas, junto con las etapas sensibles en lo coordinativo, deben formar parte de los elementos diarios a considerar por parte del profesional a cargo, con lo cual podrá fundamentar la actividad propuesta a corto, mediano y/o largo plazo. El estudio y seguimiento sobre el crecimiento permite conocer en qué medida, cuándo y con qué velocidad suceden los aumentos en las dimensiones corpóreas de cada niño, así el docente puede adelantarse a los cambios e ir nutriendo al niño con actividades en las prácticas o “deberes motrices en el hogar” que le faciliten el paso de esa etapa. Hasta aquí se puede observar la importancia de profundizar con mayor profesionalismo sobre las divisiones formativas que es donde se encuentra (el niño) la materia prima en plena formación, y errores que se cometan o descuidos redundan en “perjuicios” directos para ese sujeto y solo para él. Así surge no solo la necesidad de realizar evaluaciones, tests, análisis, estudios, etc. sino también de incorporar adaptaciones de reglas que ayuden a su formación, pensar en todo esto y luego observar al niño correr en la cancha sin dirección según donde se juega y sin tener contacto con el elemento, muestran a las claras que no solo conociendo la variación morfológica el niño aprende. En el campo de la praxis y en cada práctica se debe proponer lo que el niño después pueda y necesita hacer en el juego, es decir, si realiza actividades coordinativas con dribling en el juego debe driblear, si juega con sogas saltando en el juego debe rebotear, si juega arrojando pelotas varias en tamaño y texturas en el juego debe lanzar. Por ello son necesarios algunos cambios en las reglas de juego que acompañen y sean coherentes con todos los cambios y necesidades de desarrollo que los niños atraviesan, cambios que hagan del juego una instancia más de aprendizaje y reajuste motor, un cambio donde pueda autoevaluarse de sus progresos y logros por haber estado más en contacto con el elemento, con sus compañeros o con sus eventuales rivales, cambios que en tal ves menos minutos de juego le permitan poder desplegar sus habilidades actuales, cambios que en ves de ofrecerles 10 minutos corriendo atrás del más veloz del equipo sin nunca alcanzar, pueda en tres momentos de 4 minutos (es decir 12 minutos) y en media cancha o cancha reducida tener mayores posibilidades de compartir ese momento de juego aprendizaje. El juego del 3 vs. 3 propone una continuidad, en espacios más reducidos de los gestos y tiempos de contacto, donde la variedad de situaciones de juego 1 vs. 1, 2 vs. 1, 2 vs. 2, 3 vs. 2 y 3 vs. 3 son permanentes, al tiempo que también se potencian: la velocidad de reacción, de detención, de arranque, el equilibrio, la fuerza veloz, la capacidad de salto, la lectura espacial, el uso de espacios reducidos, la cooperación, etc., etc., factores que en la medida que solo se corra de punta a punta la cancha, no se pueden ejercitar. Por último solo me resta mostrar algunos resultados del crecimiento que niños en edad de divisiones formativas van teniendo con el correr de los años, cambios INDIVIDUALES que deben ser tenidos en cuenta por sus entrenadores o monitores o docentes de Educación Física, cambios que si el niño ve, observa y siente que son tenidos en cuenta por quien le dirige su formación motora, seguramente valorará desmesuradamente potenciando sus esfuerzos por conseguir u obtener metas y objetivos, que más podemos pedir los formadores si logramos potenciar valores y esfuerzos en un niño. Las fechas de medición son llevadas al igual que la de nacimiento a la edad decimal en el momento de dichas mediciones a través de la tabla del calendario expresada en decimales, y con la siguientes formulas se pueden establecer los datos necesarios para compararla con la tabla de los percentiles de la velocidad de crecimiento (que normalmente manejan los pediatras) y que en el caso personal manejo las de Tanner y Whitehouse, la forma de obtener los datos es la siguiente: Fecha decimal de la primera medición Menos la fecha de nacimiento decimal Igual edad decimal de la primera medición De la misma forma se procede con la segunda medición, pudiendo así establecer dos puntos con edad decimal exacta que nos permite saber en que momento de la curva de velocidad de crecimiento se encuentra el niño/ a, valor este que también se puede utilizar para establecer por ejemplo el tiempo que le queda para comenzar con el pico de crecimiento o si está en la parte ascendente de dicha curva, con que velocidad viene creciendo y el tiempo que le queda para su finalización. Por otro lado las mediciones antropométricas nos muestran los momentos de crecimiento de los distintos segmentos corporales, de esta forma podemos ver cuando por ejemplo debemos anticiparnos al crecimiento de envergadura, reforzando coordinaciones con el tren superior a través del uso de sogas, aros, etc. 2003 2003 2004 2004 2003 2003 2004 2004 TALLA TALLA TALLA TALLA T.SENT T.SENT T.SENT T.SENT F. NCTO. F.NCTO.MILEC 26-Mar 15-Sep 20-Mar 27-May 26-Mar 15-Sep 20-Mar 27-May 1 30/10/91 91.827 145 149 151.5 152 75.0 78.5 78 2 07/05/91 91.345 148 153 155.5 75.0 79.0 79 79 3 10/05/92 92.353 144 147.0 150 75.0 76.5 76 4 24/01/91 91.063 152 157.0 161 162 77.0 80.0 81 5 27/01/91 91.071 156 161.0 165 168 83.0 85.0 85 86 6 24/01/92 92.063 133 137.0 138 68.0 71.0 80 7 09/08/91 91.603 155 157 159 160 80.0 81.5 81.5 82 8 25/05/91 91.395 158 159.5 162 164 77 80.0 81 81 9 01/08/91 91.581 149.5 150.5 154 76 77.5 79 10 31/03/92 92.244 154 154 76.5 77 77 11 09/02/94 94.107 151.5 153.0 157 79.0 79.7 81 12 22/01/93 93.058 136 137.5 73.0 73.5 13 31/03/93 93.244 135 138.0 140 72.5 72.5 73 14 23/03/94 94.222 125 127.5 129 129 64.0 66 66 15 16 17 18 09/02/93 12/02/93 24/08/94 30/07/94 93.107 93.115 94.644 94.575 143 151 136 130 144.5 152.7 138.0 137.5 149 155 141 141 149 74 75 73.5 72 Datos pertenecientes a niños del Club Parque V. Sársfield de Córdoba Capital (años 2003 2003 2004 2004 ENVER ENVER ENVER ENVER Nombre y apellido F.NTO. DEC 26-Mar 15-Sep 20-Mar 27-May 1 A 91.827 147.0 153.5 145 159 2 B 91.345 148.0 152.5 154 155 3 C 92.353 152.5 152.0 151 4 D 91.063 156.0 161.5 166 166.5 5 E 91.071 151.0 158.0 163 165 6 F 92.063 136.0 140.0 143 7 G 91.603 151.0 158.0 158 160 8 H 91.395 156 161.5 165 165 9 I 91.581 147 152.0 153 10 J 92.244 156.0 156 157.5 11 K 94.107 152.0 157.7 158 12 L 93.058 136.0 144.0 13 M 93.244 132.0 133 136 14 N 94.222 128.0 133.0 141 15 O 93.107 147 150 151 152.5 16 P 93.115 151 154 154 17 Q 94.644 137 139.0 141 18 R 94.575 138 139.5 145 Datos pertenecientes a niños del Club Parque V. Sársfield de Córdoba Capital (años 76.0 76.0 74.7 74.0 77 77 75 74 79 2003 y 2004) NOTA: Con estos datos y los de la tabla anterior se pueden realizar comparaciones con las tablas de crecimiento de uso corriente en pediatría, se pueden establecer proyecciones, se pueden predecir etapas para ayudar a enfrentarlas, se individualiza la educación y formación del niño. A todo esto se le debe añadir el trabajo sobre las capacidades coordinativas y condicionales (temas de otros artículos), que deben ser trabajados en base a cómo está el niño y a cómo estará a corto plazo en lo que se refiere a su madurez y desarrollo. Las evaluaciones, los tests, las mediciones, la importancia social del juego, el compañerismo, lo solidario, lo cooperativo y la prioridad respecto a la educación escolar, dan el marco definitivo al esfuerzo y a la búsqueda de ser cada vez : MEJORES PERSONAS 2003 y 2004) De estos ejemplos que se mencionan en la tabla de seguimiento y llevada cada fecha de medición a la fecha decimal según la tabla correspondiente se establecen los intervalos entre las dos o tres o cuatro mediciones y la velocidad del crecimiento en ese lapso de tiempo. …PERMITANMÉ LOGRAR COSAS MIENTRAS CREZCO, SOY UN NIÑO…. S.O.S!!!!! EL DEPORTE DEBE CRECER JUNTO AL NIÑO, PORQUE ÉL ES ESO, UN NIÑO, NO UN ADULTO EN MINIATURA. SI RESPETAMOS SU CRECIMIENTO, MADUREZ Y DESARROLLO, EL NIÑO IRÁ SINTIENDO EL LOGRO DE SUS OBJETIVOS, Y CUANDO UNO SIENTE UNO VIVE. Lic. MARIO J. AMBROSINI