197 LA EVOLUCIÓN DEL PENSAMIENTO DE HILARY PUTNAM The Evolution of Hilary Putnam's Thought JOSÉ TOMÁS ALVARADO MARAMBIO Resumen Hilary Putnam ha sido uno de los más importantes filósofos analíticos de los últimos cuarenta años. La evolución de su pensamiento es una muestra viva de las transformaciones de la filosofía analítica en este período y de las líneas de desarrollo futuro de esta tradición filosófica. En este artículo, el pensamiento de Putnam se presenta en tres grandes etapas: realismo científico, realismo interno y realismo natural. En la primera etapa se destacan como hitos centrales el funcionalismo, la teoría causal del significado y los argumentos abductivos a favor del realismo científico. En el período internalista, por otro lado, el énfasis es puesto en los argumentos de teoría de modelos y de los cerebros en una cubeta (Brains in a vat). También se destaca la importancia del fenómeno de la relatividad conceptual y su diferencia con el relativismo. Finalmente, el artículo presenta las críticas al funcionalismo, el anti-realismo y las epistemologías de interfaces como especialmente indicativas de tensiones sistemáticas en su pensamiento, que podrían ser resueltas en el sentido de reconsiderar temas largamente conocidos en nuestra tradición filosófica. Abstract Hilary Putnam has been one of the most important analytic philosophers in the last forty years. The evolution of his thought is a lively exhibit of the transformations of analytic philosophy itself in this period and of the lines of future development of this philosophical tradition. In this paper, Putnam's thought is presented in three main stages: scientific realism, internal realism and natural realism. In the first stage, stress is made on the issues of functionalism, the causal theory of meaning and the abductive arguments for scientific realism. In the internalist period, on the model-theoretic argument and the argument of the brains in a vat. The phenomenon of conceptual relativity and its difference with relativism are also remarked. Finally, the article exposes the criticism of functionalism, anti-realism and interface epistemologies as reliable indicators of some tensions in his thought that may be resolved in the line of a re-evaluation ofsome long since know traditional philosophical topics. 198 JOSÉ TOMÁS ALVARADO MARAMBIO El filósofo norteamericano Hilary Putnam ha sido una de las figuras más originales y sobresalientes en la filosofía analítica de los últimos cuarenta años. Su pensamiento posee una enorme riqueza cuya debida apreciación se ve dificultada por un dinamismo incesante que lo ha llevado desde el positivismo cientificista hasta una recuperación de la filosofía como parte de las humanidades y como reivindicación de la legitimidad del mundo de la vida, sin perjuicio de la legitimidad de las formas científicas y técnicas de racionalidad. El desarrollo de su filosofía - e n sus diversas etapas- es una muestra viva de la evolución que ha experimentado la filosofía analítica y una indicación muy segura para comprender las líneas futuras de desenvolvimiento del trabajo de los departamentos de filosofía en Estados Unidos, el Reino Unido y también, cada vez más, el trabajo de filósofos profesionales en todo el mundo. 1 Hilary Putnam nació en Chicago en 1926 , estudió en la Universidad de Pennsylvania, y sus estudios de post-grado los efectuó en Harvard con Quine, Hao Wang y C.I. Lewis, y luego en la UCLA con Reichenbach, quien dirigió su tesis doctoral defendida en 1951 con el título The Meaning of the Concept of Probability in Application to Finite Sequences. Su primera formación intelectual es deudora del empirismo lógico . Putnam enseñó en Princeton desde 1953, y luego se trasladó a Harvard en 1965, y ha permanecido en Harvard hasta su jubilación en 2000. En cuanto a sus ideas políticas y religiosas, Putnam es hijo de un comunista activo y él mismo participó en grupos de inspiración marxista hasta 1972, año en el que se desilusionó de estos proyectos radicalizados. Con posterioridad comenzó a practicar el judaismo. 2 Estos mismos años de cambios profundos en sus ideas políticas y religiosas fueron también años de cambios profundos en su posición filosófica. Putnam es un filósofo con una gama muy amplia de intereses. Si se atiende a los trabajos reunidos en los dos primeros volúmenes de sus Philosophical Papers (1975) se pueden apreciar aportes a áreas tan 3 1 Estos datos biográficos pueden ser consultados con más detalle en Y. BenMenahem, "Putnam, Hilary" en E. Craig (ed.), Routledge Encyclopedia of Philosophy, London: Routledge, 1998, vol. 5, 839-844; G. Marchetti, "An Interview with Hilary Putnam" en Cogito 11 (1997), 149-157; y J. Nubiola, "Hilary Putnam" en Atlántida 4 (1993), 79. También puede consultarse para toda esta cuestión el artículo de H. Putnam "A Half Century of Philosophy, Viewed From Within" en Daedalus. Journal of the American Academy of Arts and Sciences 126 (1997), 175-208. 2 "Por supuesto, la mayor influencia que recibí durante mis años de estudio fue de mi profesor Hans Reichenbach, en el post-grado en UCLA" (H. Putnam en G. Marchetti, "An Interview with Hilary Putnam", 151). 3 H. Putnam, Mathematics, Matter and Method. Philosophical Papers Volume 1, 199 LA EVOLUCIÓN DEL PENSAMIENTO DE HILARY PUTNAM dispares como filosofía de las matemáticas y la lógica, filosofía de la física (especialmente cuestiones relativas a la relatividad general y la mecánica cuántica), lógica inductiva, filosofía del lenguaje y filosofía de la mente. Con el paso de los años esta masa de trabajos iniciados en la década del 1950 fue desembocando en una visión unitaria más general que podría ser denominada "realismo científico". Hacia 1976 se produce un quiebre respecto de varias de las posiciones mantenidas con anterioridad. Putnam ahora adopta una posición filosófica típicamente anti-realista que él denomina "realismo interno". Al mismo tiempo se va produciendo un paulatino distanciamiento respecto de sus ideas centrales en filosofía de la mente que concluirán con un rechazo frontal del "funcionalismo". En los años que siguen, Putnam ha ido profundizando en la tradición pragmatista americana. Si es necesario indicar algún otro hito en su evolución intelectual, tendrían que ser mencionadas sus Dewey Lectures de 1994, "Sense, Nonsense and the Senses. An Inqury into the Powers of the Human Mina" en las que se reflejan sus actuales intereses teóricos y el rompimiento con el anti-realismo del período anterior. 4 Este cuadro sugiere una periodificación en tres etapas principales, a saber, las de "realismo científico" (hasta 1976), "realismo interno" (19761994) y "realismo natural" (desde 1994) . Por supuesto, esta división debe tomarse sólo como una guía general para comprender mejor su pensamiento en líneas generales. No se trata de tres compartimentos estancos o de tres "sistemas" completos en sí mismos. Son muchos más los puntos en los que es patente una continuidad en el pensamiento de Putnam, que aquellos en los que aparece una ruptura. Existe continuidad en los intereses y también continuidad en determinadas líneas de evolución que se van haciendo más explícitas. Esta evolución se caracteriza por una crítica y un alejamiento cada vez más marcados de la idea de que toda nuestra racionalidad es nuestra racionalidad científica. Este rechazo va unido a la defensa de una idea de racionalidad más amplia y a la crítica del relativismo. Esta actitud es muy indicativa del talante intelectual de Putnam. Podría decirse que su trayectoria filosófica, que nace en 5 Cambridge: Cambridge U.P., 1975 (segunda edición 1979); Mind, Language and Reality. Philosophical Papers Volunte 2, Cambridge: Cambridge U.P., 1975. 4 Publicado por primera vez en The Journal of Philosophy 91 (1994), 445-517. Recogido en H. Putnam, The Threefold Cord. Mind, Body and World, New York: Columbia U.P., 1999, 1-70. 5 Hay otras opiniones sobre cómo hacer esta periodificación. Por ejemplo, M. Polanco prefiere distinguir entre "realismo metafísico", "realismo interno" y "realismo humano" (cf. Realismo y pragmatismo. Biografía intelectual de Hilary Putnam, Universidad de Navarra, tesis doctoral, 1997). El punto de inflexión entre el "realismo metafísico" y el "realismo interno" se encuentra en el ensayo "Realism 200 JOSÉ TOMÁS AI.VARADO MARAMBIO el positivismo, es una búsqueda continua de una posición equilibrada que haga justicia a la realidad, a nuestras prácticas y a nuestras vidas. Los vicios opuestos a la "virtud filosófica" son el racionalismo cientificista - p o r exceso- y el relativismo -por defecto. In medio virtus. 1. El realismo científico En los años que corren desde su doctorado hasta 1976, Putnam se ocupó preferentemente de cuestiones de detalle. Como se ha indicado más arriba, este conjunto de posiciones de detalle fue jalonando los hilos de un entramado relativamente armónico. Lo que resulta en alguna medida paradójico es el hecho de que precisamente en el momento en que el entramado parecía ir tomando cuerpo, fue abandonado. El "realismo científico" que inspiraba el trabajo filosófico de estos años se formuló del modo quizás más claro en las John Locke Lectures de 1976 dictadas en la Universidad de Oxford. Antes de ello se presentará un resumen de dos aportes de Putnam de mucha importancia: la teoría funcionalista de la mente, y la llamada "teoría causal del significado". Estas dos teorías fueron piezas que parecían encajar perfectamente en el espíritu del "realismo científico" de estos años. Sin embargo, al momento de ser abandonado este "realismo científic o " c o n t i n u a r o n s i e n d o m a n t e n i d a s por P u t n a m . En el caso del funcionalismo, se mantuvo hasta mediados de la década que va de 1980 a 1990. En el caso de la llamada "teoría causal del significado", no ha sido abandonada nunca. 1.1. El funcionalismo El problema de la filosofía de la "mente", tal como comúnmente se lo entiende en la tradición filosófica a la que Putnam pertenece consiste en la pregunta: ¿somos sólo seres materiales o hay "algo más"? La actitud de 6 and Reason" de 1976 (apareció originalmente en Proceedings of the American Philosophical Association, (1976), 483-498; después en H. Putnam, Meaning and the Moral Sciences, London: Routledge, 1978, 123-140). En esto, difícilmente pueden haber diferencias. La diferencia entre la periodificación de Polanco y la que se propone aquí se encuentra en el punto dónde poner la inflexión entre el "realismo interno" y lo que viene después de él. Polanco pone este punto de inflexión en las "Paul Carus Lectures" de 1986 (The Many Faces of Realism, La Salle: Open Court, 1987) donde Putnam habla de un "realismo pragmático". Sin embargo, parece más bien que no marca aquí un auténtico distanciamiento respecto de tesis anteriores. El punto donde existe una auténtica inflexión son las "Dewey Lectures" de 1994. Este trabajo se escribe pensando que centrar la atención en este escrito es más explicativo del pensamiento de Putnam. 6 Cf. "Philosophy and Our Mental Life" (Mind, Language and Reality, 291-303), 291. 201 LA EVOLUCIÓN DEL PENSAMIENTO DE HILARY PUTNAM Putnam ha sido siempre la de considerar que el problema no radica en una respuesta "sí" o "no" a esta pregunta, sino en la pregunta misma. Los modos de argumentar contra el planteamiento en el que esta pregunta tiene sentido han sido modificados a lo largo del tiempo, pero la intuición de fondo se ha mantenido estable. El funcionalismo fue la primera estrategia argumentativa en esta dirección. Putnam escribía en 1973: Voy a argumentar tan fuertemente como sea posible que esta entera cuestión descansa en presupuestos falsos. Mi propósito, sin embargo, no es tanto desechar la cuestión como tratar sobre la preocupación real que se encuentra bajo esta cuestión. Creo que la preocupación real tiene que ver con la autonomía de nuestra vida mental. La gente está preocupada por el hecho de que nuestra dignidad podría ser destruida, de que se pudiera mostrar que nuestro comportamiento puede ser en realidad explicado por algo mecánico (...) En este trabajo, parte de lo que quiero hacer es argumentar que esto no puede suceder. Los fenómenos mentales son aspectos reales y autónomos de nuestro mundo. Pero incluso más importante, al menos según mi percepción, es el hecho de que esta entera cuestión no tiene nada que ver con nuestra sustancia. Aunque pueda parecer extraño al sentido común y a la intuición sofisticada, la cuestión de la autonomía de nuestra vida mental no depende ni tiene nada que ver con la popular y vieja cuestión sobre materia o alma. Podríamos ser de queso suizo y no importaría . 7 Este texto presenta con claridad dos aspectos centrales de la estrategia de Putnam para tratar esta cuestión: (i) en primer lugar, los fenómenos mentales deben conservar un estatuto de irreductibilidad respecto de los fenómenos físicos, pero (ii) la irreductibilidad no puede ser conseguida al precio de la postulación de una misteriosa "sustancia" que no sea la materia tal como es conocida y comprendida por las mejores teorías científicas disponibles. El desafío es cómo argumentar en favor de (i) sin caer en el dualismo cartesiano, en el que la cuestión adopta un carácter de todo o nada. Aquí se tiene una muestra precisa del talante intelectual de Putnam: una respuesta todo/nada seguramente debe ser equivocada. In medio virtus. La solución propuesta por Putnam para solventar las dos exigencias planteadas fue simple y al mismo tiempo poderosa. No puede considerar- 7 "Philosophy and Our Mental Life" en Mind, Language and Reality, 291. 202 JOSE TOMÁS ALVARADO MARAMBIO se una solución definitiva de la cuestión, pero tiene todas las virtudes de una buena hipótesis de trabajo capaz de movilizar esfuerzos para desarrollar un programa de investigación que promete buenos frutos. Putnam invitó a considerar la siguiente cuestión: ¿qué es lo que hace que una máquina sea una máquina? Naturalmente, no es el montón de piezas de las que está hecha, sino la peculiar conexión entre ellas que hace que el conjunto sea apto para efectuar cierta función. ¿Cuál es la importancia de las máquinas para la filosofía de la mente? Pienso que las máquinas tienen una importancia positiva y una importancia negativa. La importancia positiva de las máquinas consistió en que fue en conexión con las máquinas, en particular con las máquinas de computación, que la noción de organización funcional apareció por primera vez. Las máquinas nos forzaron a distinguir entre una estructura abstracta y su realización concreta (...) Las máquinas nos hicieron comprender que la idea de organización funcional es extremadamente importante. La importancia negativa de las máquinas, sin embargo, es que nos tientan a la sobre-simplificación. La noción de organización funcional se nos hizo clara a través de sistemas con una organización funcional muy restringida y muy específica. Por ello, se ha presentado la tentación de asumir que nosotros debemos tener una forma de organización funcional también muy restringida y específica . 8 El concepto fundamental que sugiere la analogía con una máquina es el de isomorfismo funcional entre dos sistemas. Dos sistemas son funcionalmente isomórficos si y sólo si existe una correspondencia entre los estados de uno y otro tal que se preserven las relaciones funcionales . La hipótesis de Putnam es que nuestros estados psicológicos o mentales son -en realidad- estados funcionales. Por supuesto, la metáfora de la máquina interviene aquí para sugerir que no interesa el soporte físico para un determinado estado funcional. Este soporte puede ser un conjunto muy complejo de moléculas orgánicas o un chip. Si los estados mentales pueden ser descritos como estados funcionales, entonces, si dos soportes físicos diferentes se encuentran en la misma clase de equivalencia de estado funcional , entonces, esos dos sistemas físicos se encuentran en el mismo estado psicológico. 9 10 8 "Philosophy and O u r Mental Life"en Mind, Language and Reality, 299-300. 9 Cf. "Philosophy and Our Mental Life" en Mind, Language and Reality, 291-292. 10 Un isomorfismo entre dos conjuntos de elementos I y II, es una función que asigna a cada elemento de I un elemento de II, de tal modo que todos los 203 LA EVOLUCIÓN DEL PENSAMIENTO DE HILARY PUTNAM Putnam, por supuesto, no descarta que dos sistemas físicos que tengan estados funcionales isomórficos puedan ser descritos por una teoría física. Lo interesante es que la descripción física está perfectamente de más para explicar en qué estado funcional se encuentra cada uno de estos sistemas, del mismo modo como una descripción a nivel de partículas está perfectamente de más cuando se quiere explicar por qué una pieza cuadrada no puede atravesar un agujero redondo, cuyo radio es menor que la mitad de la diagonal de la faz de la pieza cuadrada. Para estos menesteres basta la geometría euclidiana . 11 Putnam estaba consciente en esta época de que la metáfora de la máquina tenía limitaciones. Si este proyecto funcionalista de explicación de los fenómenos mentales va a dar resultados, será seguramente descubriendo estados funcionales muchísimo más complejos que los estados restringidos y específicos de una máquina. Pero la noción de "estado funcional" de la máquina, descriptible -por ejemplo- mediante el formalismo de una máquina de Turing, ofrece un modelo de cómo tendría que proceder una explicación exitosa de los fenómenos mentales. Esta explicación es por un lado no reduccionista, pero por otro no requiere postular ninguna "sustancia" especial y distinta para la mente. La hipótesis funcionalista satisfacía perfectamente los requerimientos (i) y (ii) indicados arriba para una adecuada explicación de los fenómenos mentales. 1.2 El significado de los términos de clases naturales En una serie de artículos cuya culminación fue "The Meaning of elementos de I tienen asignado un elemento diferente de II, y de tal m o d o que ningún elemento de II queda sin que se le haya asignado algún elemento de I. D a d o un isomorfismo entre I y II, si dos -o más- elementos cualesquiera de I se encuentran entre sí en cierta relación, otros tantos elementos de II (valor de la función de isomorfismo para los argumentos elegidos de I) se encontrarán en una relación estructuralmente similar. La idea intuitiva es que dos conjuntos de objetos isomórficos entre sí difieren sólo por los elementos que los componen, pero no en estructura. Estructuralmente son indiscernibles. Un isomorfismo entre elementos de una clase cualquiera A induce una partición en A al ser una equivalencia. Esto es, los elementos de A pertenecerán o no pertenecerán a la clase de objetos isomórficos entre sí. Para una relación cualquiera R, se dice que R es una equivalencia si es reflexiva, simétrica y transitiva. La relación de isomorfismo es reflexiva pues toda estructura es isomórfica consigo misma, es también simétrica pues si una estructura B es isomórfica a C, entonces, C es isomórfica con B; y finalmente es transitiva porque si B es isomórfica a C, y C es isomórfica a D, entonces, B es isomórfica a D (cf. R. Torretti, El paraíso de Cantor, Santiago: Editorial Universitaria, 1999, 541-549). 11 Cf. "Philosophy and Our Mental Life" en Mind, Language and Reality, 295-297. 204 JOSÉ TOMÁS ALVARADO MARAMBIO J2 'Meaning'" Putnam desarrolló una influyente teoría del significado para clases naturales con importantes consecuencias para los conceptos científicos. Esta teoría apareció de manera paralela a los conocidos trabajos de Kripke sobre nombres propios y clases naturales . Existe una semejanza bastante grande entre las dos teorías de modo que se las suele denominar de manera genérica como "la teoría causal de la referencia". Putnam en el ensayo que se menciona critica la posición generalmente aceptada sobre el significado. Hace notar que tradicionalmente se ha aceptado pacíficamente que el "significado" de un concepto puede tomarse como su "extensión" o como su "intensión" . Tradicionalmente, también, la noción de "intensión" tiene que ver con algo mental. La posición generalmente aceptada sobre el significado tiene como componentes: (i) la idea de que conocer el significado de un término es sólo una cuestión de hallarse en cierto estado psicológico; y (ii) la idea de que ese estado psicológico determina la extensión del concepto . Putnam argumenta directamente contra esta conexión. 13 14 15 16 En el famoso experimento mental de la Tierra-gemela Putnam invita a considerar la siguiente situación: existe otro planeta casi idéntico a la Tierra en el que incluso sus habitantes hablan el mismo idioma que nosotros. Una de las diferencias entre la Tierra-gemela y la Tierra consiste en que el líquido incoloro, inodoro e insípido que llena los océanos, ríos y mares de la Tierra-gemela y que sus habitantes llaman "agua", no está compuesto por moléculas de H 0 , sino por otro compuesto químico muy complejo, sea XYZ. Por lo demás, no existe ninguna otra diferencia aparente entre los dos líquidos. Sucede, entonces, que tanto para los habitantes de la Tierra-gemela como para los habitantes de la Tierra el concepto de "agua" tiene como correlato en los hablantes el mismo estado psicológico. 2 ¿Qué es lo que sucedería, sin embargo, si las dos civilizaciones entraran en contacto? Un grupo de terrícolas que visitara la Tierra-gemela diría en principio que el término "agua" tiene el mismo significado en la 12 Publicado en 1975 (Mind, Language and Reality, 215-271). Otros trabajos en los que se puede apreciar cómo Putnam fue llegando a estas formulaciones son "Explanation and Reference" de 1973 (Mind, Language and Reality, 196-214), "Is Semantics Possible?" de 1970 (Mind, Language and Reality, 139-152) y "What Theories Are Not" de 1962 (Mathematics, Matter and Method, 215-227). 13 Cf. S.A. Kripke, Naming and Necessity, Oxford: Blackwell, 1980 (aparecido originalmente en 1972); "Identity and Necessity" en A.W. Moore (ed.), Meaning and Reference Oxford: Oxford University Press, 1993, 162-191 (aparecido originalmente en 1971). 14 "The Meaning of 'Meaning'" en Mind, Language and Reality, 218-219. 15 Cf. "The Meaning of 'Meaning'" en Mind, Language and Reality, 219. 16 Cf. "The Meaning of 'Meaning'" en Mind, Language and Reality, 223-227. 205 LA EVOLUCIÓN DEL PENSAMIENTO DE HILARY PUTNAM Tierra-gemela que en la Tierra. Pero, si se hacen los estudios químicos pertinentes (tal vez luego que los miembros de la expedición sufren repetidamente enfermedades al ingerir el "agua" del planeta visitado) y descubren que el líquido llamado "agua" en Tierra-gemela está compuesto en realidad por moléculas de XYZ, entonces el grupo de visitantes corregirá sus informes: en realidad en Tierra-gemela el término "agua" significa XYZ y no H 0 . Lo que muestra este experimento mental es que, aunque los habitantes de la Tierra-gemela y los habitantes de la Tierra se encuentren en los mismos estados psicológicos, esa identidad no es suficiente para determinar la extensión de un concepto. Y si la extensión no es idéntica, tampoco puede serlo el significado. El significado no se encuentra en la cabeza de los hablantes, sino que está determinado por la misma naturaleza de los objetos que se encuentran en la misma clase natural, incluso antes de que esta naturaleza sea completa o correctamente descubierta por medios empíricos. 2 17 Este experimento mental, y otros que Putnam desarrolla , muestran cómo, para una gran parte de nuestros conceptos, la extensión no está determinada por estados psicológicos, sino que los estados psicológicos son deudores de la extensión. El significado no consiste en un conjunto de "notas" que se encuentran en la mente sino en la naturaleza de las cosas. El significado está determinado por lo que hace que este tipo de cosas sea precisamente este tipo específico de cosas. Obviamente, no se puede pretender poseer un conocimiento de qué es tal tipo específico de cosa por medio de una introspección en nuestros propios estados mentales. El conocimiento del significado de un tipo específico de cosas se llega a conocer por vías empíricas y es revisable ante nueva evidencia. Putnam resume la argumentación de este modo: Hemos visto que la extensión de un término no está fijada por el concepto que el hablante individual posea en su cabeza, y esto es verdadero porque la extensión está, en general, determinada socialmente -hay división del trabajo lingüístico 17 Otro famoso argumento es la incapacidad de cualquier hablante medio de distinguir entre dos materiales muy parecidos (molibdeno y aluminio), o entre dos especies muy parecidas de árbol (olmo y haya). En este caso (i) el hablante se encuentra en el mismo estado psicológico respecto de estas clases de objetos, pero (ii) sabe que significan cosas distintas. El hablante medio defiere la precisión del significado de los términos a los expertos. P u t n a m enuncia una hipótesis de división del trabajo lingüístico, pues en una comunidad lingüística no todos pueden conocer exactamente el significado de todos los términos, pero basta que para todo término del lenguaje algunos sí sepan discernir claramente su significado (cf. "The Meaning of ' M e a n i n g ' en Mind, Language and Reality, 227-229). 206 JOSÉ TOMÁS ALVARADO MARAMBIO tanto como la hay del trabajo "real"- y porque la extensión está, en parte, determinada indexicalmente. La extensión de nuestros términos depende de la naturaleza real de las cosas particulares que sirven como paradigmas, y esta naturaleza real no es, en general, completamente conocida para el hablante. La teoría semántica tradicional deja fuera sólo dos contribuciones a la determinación de la extensión - ¡la contribución de la sociedad y la contribución del mundo real! 18 1.3 Realismo científico El funcionalismo y la teoría del significado de las clases naturales son contribuciones filosóficas importantes por sí mismas. Sin embargo, junto con ello, son también ejemplos de una visión más general sobre cómo deben ser resueltos los problemas filosóficos y también son piezas que cuadran bien en una visión más general sobre la naturaleza de la ciencia, el conocimiento y la imagen del mundo que conviene adoptar. Por una parte, el funcionalismo es básicamente una hipótesis que reclama investigación empírica pero que tiene relevancia para decidir cuestiones arduamente discutidas en filosofía de la mente. Aquí está latente la idea de que los problemas filosóficos, o muchos de ellos, podrán ser resueltos con más y mejores teorías científicas. Por otra parte, la teoría del significado de las clases naturales parece concordar perfectamente con la idea de que las teorías científicas sucesivas no constituyen "mundos diferentes" e "inconmensurables" , sino que convergen hacia una comprensión cada vez más exacta y acabada de la misma realidad. Quizás la intuición central de la teoría del significado de Putnam en "The Meaning of 'Meaning'" consiste en tratar las variaciones en las creencias sobre las propiedades de un referente cualquiera X (una clase de objetos específicos) como una modificación del significado del concepto que denota ese mismo referente, y no como una variación del referente. Considérese este ejemplo simplificado: sea X el nombre común denotativo de una clase natural de objetos. Sea que en el tiempo t se cree que todo objeto perteneciente a la clase X, posee las propiedades {P , P }, y en el tiempo t se cree que todo objeto perteneciente a la clase X, posee las propiedades {P , P }. En principio quedan abiertas dos posibilidades: (a) una posibilidad es estimar que la clase X es por definición la clase de todos los objetos que caen bajo {P , P }. En 19 1 1 2 2 1 3 1 2 18 " T h e M e a n i n g of ' M e a n i n g ' " en Mind, Language and Reality, 245. 19 Esta idea proviene, naturalmente, de T.S. Kuhn, La estructura de las revoluciones científicas, México: FCE, 1971 (=1970). 207 LA EVOLUCIÓN DEL PENSAMIENTO DE HILARY PUTNAM este caso, si se mantiene el nombre X debe hacerse en el supuesto de que ha variado su referente, y debe estimarse que X en t y en t no son la misma clase aunque se conserve el mismo nombre. La conservación del mismo nombre es una simple equivocidad. Otra posibilidad (b) es estimar que la clase X es la clase de todas estas cosas, cualquiera sea su naturaleza y cualquiera sean los descubrimientos que puedan hacerse en el futuro sobre su naturaleza. En este caso, la clase permanece idéntica a través de las modificaciones de creencia y el nombre común X sigue denotando lo mismo. Pues bien, Putnam opta sistemáticamente por (b). 1 2 Estas intuiciones se desarrollaron de manera explícita en las John Locke Lectures impartidas en la Universidad de Oxford en 1976 . Sostiene aquí Putnam que la típica argumentación "realista" consiste en hacer notar que cualquier otra posición filosófica haría del éxito de nuestras teorías científicas un milagro . El realismo es una explicación del hecho de que las teorías científicas hacen muchas predicciones verdaderas. Como las teorías hacen muchas predicciones verdaderas, entonces lo razonable es tratar de preservar todo lo que pueda ser preservado de una teoría antigua en las nuevas teorías. Este fenómeno es conocido como la "convergencia" de las teorías científicas, y también es un hecho que requiere una explicación. El realismo científico explica estos hechos mediante una meta-hipótesis empírica de este tenor: 20 21 (1) Los términos de una ciencia desarrollada normalmente tienen referencia; y (2) Las leyes de una teoría científica desarrollada normalmente son aproximadamente verdaderas. El comportamiento de los científicos se explica porque creen (1) y (2), y (1) y (2) son explicativas también del éxito de la metodología científica . Como se puede apreciar, Putnam aquí pretende defender la objetividad del conocimiento científico de los ataques "anarquistas" de Feyerabend y de Kuhn, y también alejarse de la filosofía neopositivista clásica de la ciencia. Esta defensa del "realismo científico" es similar a la que ha hecho Richard Boyd por muchos a ñ o s , y ha sido criticada junto 22 23 20 Recogidas en Meaning and the Moral Sciences, primera parte. 21 Cf. Meaning and the Moral Sciences, 29. 22 Cf. Meaning and the Moral Sciences, 31-32. 23 "Los realistas científicos sostienen que el producto característico de la investigación científica exitosa es el conocimiento de fenómenos en su mayor parte independientes de la teoría, y que este conocimiento es posible (de hecho, es efectivo) incluso en aquellos casos en los que los fenómenos no son observables" R. Boyd, "Realism, Approximate Truth, and Philosophical Method", 215, en D. Papineau (ed.), The Philosophy of Science, Oxford: Oxford University Press, 1996, 215-255. 208 JOSÉ TOMÁS ALVARADO MARAMBIO 24 a la de é s t e . Tiene como resorte central la postulación abductiva del "realismo" como la mejor explicación del éxito de la ciencia. "Realismo" significa aquí: (a) que las teorías científicas deben ser aceptadas como presentando la realidad, y no requieren una re-interpretación filosófica que las haga "fundadas", "justificadas" o "dotadas de sentido", como había pretendido el neopositivismo clásico. "Realismo" significa también aquí (b) que, en principio, deben ser aceptadas las entidades no observables postuladas por las teorías científicas. Y "realismo" significa, finalmente, (c) la aceptación de la lógica clásica para las oraciones de las teorías científicas maduras y la "verdad" como correspondencia entre los términos de las teorías y los elementos del mundo. Las oraciones de las teorías científicas son verdaderas o falsas con independencia de cualquier restricción epistémica que quiera imponerse. No importa cuán desarrollada esté una teoría, siempre podrá mostrarse falsa en virtud de hallazgos empíricos ulteriores. Sin embargo, precisamente en este momento el pensamiento de Putnam sufrió una importante inflexión. 2. Realismo interno En la Presidential Address para la East División de la American Philosophical Association de diciembre de 1976, "Realism and Reason", Putnam anunció que el "realismo metafísico" es "incoherente", pero no el "realismo interno" . Cuando Putnam hablaba aquí de "realismo interno" quería indicar simplemente la defensa abductiva de la objetividad de las teorías científicas maduras; el "realismo interno" designaba la teoría empírica explicativa del éxito de la ciencia defendida en las John Loche Lectures. Sin embargo, se rechaza ahora la noción de "verdad" como "correspondencia", la idea de una descripción única y completa del mundo tal como es en sí mismo y se propone, en cambio, una noción de verdad como verificación idealizada cercana a la teoría de la verdad de C.S. Peirce. Putnam se encuentra también bajo una fuerte influencia de Michael Dummett y de Nelson Goodman. 25 26 Si se considera el "realismo científico" de las John Loche Lectures como las tesis (a)-(c) indicadas arriba, de algún modo Putnam pretendía conservar (a) y (b), pero rechazar (c). Sin embargo, los lectores de 24 Por ejemplo, L. Laudan, "A Confutation of Convergent Realism" en D. Papineau (ed.), The Philosophy of Science, 107-138. 25 Cf. "Realism and Reason" en Meaning and the Moral Sciences, 123-124. 26 Cf. H. Putnam, "Replies" en Philosophical Topics 20 (1992), 347-408. En 352356 se explican con detenimiento estas circunstancias históricas. 209 LA EVOLUCIÓN DEL PENSAMIENTO DE HILARY PUTNAM "Realism and Reason" entendieron la noción de "realismo interno" simplemente como el novedoso rechazo del "realismo metafísico" y pasó a constituir la designación estándar para la nueva posición filosófica de Putnam . Putnam aceptó el equívoco y lo hizo propio en su libro Reason, Truth and History de 1 9 8 1 . 27 28 29 Este libro es una de las presentaciones más completas de la nueva posición filosófica de Putnam en estos años. En términos generales, el "realismo metafísico" es caracterizado como la teoría filosófica en la que (i) el mundo consiste en cierta totalidad fija de objetos independientes de la mente; (ii) existe exactamente una descripción completa y verdadera del mundo; y (iii) la verdad es cierta relación de correspondencia entre las palabras o signos del pensamiento y las cosas . El "realismo metafísico" es también llamado "externalismo" pues pretende describir las cosas tal como son en sí mismas, desprendidas de todas nuestras proyecciones y de nuestros modos humanos de acceder a ellas. Su punto de vista es un punto de vista del "Ojo de Dios" . El "realismo interno" o "internalismo" es, por el contrario, una posición filosófica en la que (i) sólo cabe hablar de "objeto" o "propiedad" al interior de un esquema conceptual que no es impuesto por el mundo, sino que depende de nuestros intereses pragmáticos; (ii) no existe un único esquema conceptual sino una pluralidad; y (iii) la verdad es comprendida como aseverabilidad racional idealizada . Este "realismo interno" parece oponerse punto por punto al "realismo metafísico". 30 31 32 Putnam despliega argumentos para rechazar el "realismo metafísico", pero también para rechazar el "relativismo". Como el distanciamiento del "realismo metafísico" pareciera inducir un peligroso acercamiento a una posición como la de Richard Rorty, Putnam es especialmente enérgico para mantener a distancia este nuevo peligro. "Realismo metafísico" y "relativismo" son Escila y Caribdis, y Putnam pretende navegar con éxito evitando ser atrapado por alguno de estos extremos. 27 Una excepción a esta tendencia se puede encontrar en el temprano artículo de M. Bradie, "Pragmatism and Internal Realism" en Analysis 39/40 (1979/80), 410. Bradie argumenta que el rechazo del "realismo metafísico" impide mantener el "realismo interno" de las "John Locke Lectures". 28 "La razón por la que utilicé el término 'interno' es que veía a este tipo de realismo como la explicación científica del éxito de la ciencia, en vez de una explicación metafísica del éxito de la ciencia", H. Putnam, "Replies" en Philosophical Topics, 353. 29 H. Putnam, Reason, Truth and History, Cambridge: Cambridge U.P., 1981. ,0 Cf. Reason, Truth and History, 49. 31 ,2 Cf. Reason, Truth and History, 49. Cf. Reason, Truth and History, 49-54. 210 JOSÉ TOMÁS ALVARADO MARAMBIO 2.1 Los argumentos de teoría de modelos Puede designarse a un "realista" como aquel que sostiene que una teoría, una proposición, o una simple creencia es verdadera o falsa con total independencia del hecho de que esa verdad o esa falsedad sean o puedan ser conocidas. Esta parece ser una consecuencia inmediata del hecho de que el "realista" considerará que los objetos, eventos y estados de cosas del mundo son independientes de la mente. Parece seguirse de esta caracterización del "realismo" que quien sea "realista" siempre debe admitir que una teoría puede ser falsa, aunque sea precisa, coherente, simple, completa, hermosa y posea todas las restantes virtudes epistémicas que se le quieran añadir, con excepción de la verdad objetiva. Se designará a una teoría con estas características como una "teoría ideal" o una "teoría epistémicamente ideal". El argumento de teoría de modelos, propuesto por primera vez en 1976, es un argumento para sostener que la "teoría ideal", esto es, una teoría epistémicamente ideal, no puede ser falsa, y que por tanto el "realismo" en el sentido indicado en el párrafo precedente es falso. El argumento es poderoso y de una sencillez admirable. Por hipótesis, la teoría ideal cumple todos los requerimientos de precisión empírica que quieran imponerse sobre ella. Todas y cada una de las oraciones observacionales correctas pertenecen a la teoría ideal. Por otro lado, la teoría ideal cumple todos los requerimientos de tipo teórico que se deseen. La teoría ideal es simple, coherente, completa y, si además se desea que preserve cuerpos de teoría antiguos que se estimen bien justificados, la teoría ideal los preservará. Es, en efecto, una teoría ideal desde un punto de vista epistémico. Esta teoría ideal ha sido de algún modo formalizada como una teoría consistente de primer orden y tiene al menos un modelo infinito. Por hipótesis el mundo posee también infinitos elementos. Mediante ciertos resultados metalógicos muy generales, Putnam puede mostrar que existe una función que cumple los mismos servicios que la noción de satisfacción en la teoría de la verdad tarskiana. Dado que la teoría es consistente, posee un modelo infinito. El mundo también es infinito y, cualquiera sea su cardinalidad o número de elementos, existe también un modelo de la teoría ideal de la misma cardinalidad que el mundo. Entonces, se puede definir una biyección entre el modelo de la teoría ideal y el mundo, esto es, una correlación que asigna a cada elemento del modelo un elemento diferente del mundo, de tal manera que la teoría ideal sea verdadera del mundo. Pareciera que el "realista" no tiene nada que temer de la existencia de esta función que pueden cumplir los cometidos de un predicado de verdad tarskiano. El "realista" no negará la existencia de muchas funciones similares, pero lo que lo hace un "realista" es que distingue entre LA EVOLUCIÓN DEL PENSAMIENTO DE HILARY PUTNAM 211 todas esas funciones una y sólo una que recoge la interpretación pretendida (intended) de los términos de la teoría ideal. Aquí no se ha garantizado que la función que hace verdadera a la teoría ideal sea precisamente esa interpretación pretendida, y mientras se mantenga la distinción, la teoría ideal puede ser realmente falsa. Éste es el momento en el que Putnam descarga el golpe que venía preparando. ¿Cómo puede decir el "realista" que la función que hace verdadera a la teoría ideal no es la interpretación pretendida? ¿Puede acaso decir que hay alguna oración observacional que no esté contenida en la teoría ideal, interpretada por tal función? No, pues se ha estipulado que la teoría ideal cumple todos los requerimientos en este aspecto. ¿Puede decirse que hay algún requerimiento teórico que la teoría ideal, tal como está interpretada, no cumple? Tampoco, pues también se ha estipulado que cualquiera de estos requerimientos ha sido debidamente satisfecho. Entonces, argumenta Putnam, la interpretación no puede ser no pretendida, y luego, la teoría ideal es realmente verdadera del mundo. Si el "realista" insiste en que existe alguna restricción sobre las interpretaciones de los términos de la teoría ideal, por ejemplo, vínculos causales entre los términos y el mundo, que permiten discernir entre las interpretaciones pretendidas y las no pretendidas, Putnam tiene otro recurso. Cualquiera sea la teoría causal de la referencia que formule el realista, esta teoría causal puede ser añadida como una extensión de la teoría ideal original, y la nueva teoría extendida será -del mismo modo como la teoría original- verdadera. De este manera, parece que no hay ningún modo de evitar que la teoría ideal sea realmente verdadera, y el "realismo", según se lo ha caracterizado, queda refutado. El argumento, entonces, está diseñado para obligar al "realista metafísico" a admitir que no puede hacer inteligible la idea de que una teoría ideal desde un punto de vista epistémico pueda ser falsa. Este argumento con posterioridad se extendió. La clave del argumento de teoría de modelos en "Realism and Reason" radica en la existencia de una función biyectiva entre la teoría ideal y los elementos del mundo que cumple las mismas labores que la relación de satisfacción en una teoría tarskiana de la verdad. El realista está impedido de alegar que no constituye la interpretación pretendida de los términos de la teoría porque la interpretación (¿o la teoría?) cumple todos los requerimientos de adecuación empírica y todos los requerimientos teóricos. El realista también podría alegar que, aunque la función que hace verdadera a la teoría ideal no puede ser desechada por motivos de adecuación empírica ni por motivos de algún requerimiento teórico, sigue siendo una interpretación no pretendida porque no se adecúa a las vinculaciones causales que deben existir entre los términos de la teoría ideal y sus referentes. Esta vinculación causal sería lo determinante para la asignación correcta de referentes. 212 JOSÉ TOMÁS ALVARADO MARAMBIO La respuesta de Putnam a esta alegación ha sido fuente de interminables protestas. Para la mayoría constituye simplemente una petición de principio contra el realista. Putnam indica que cualquiera sea la teoría causal que formule el realista para la fijación correcta y pretendida de la referencia, esa teoría puede ser añadida a la teoría ideal original y nuevamente existirá una función que haga a la teoría ideal extendida verdadera. La teoría causal de la referencia que podría discriminar las interpretaciones pretendidas y las no pretendidas es sólo más teoría y, por lo tanto, a menos que esté pegada con "pegamento metafísico" a sus referentes no puede efectuar la discriminación deseada . Esta respuesta de Putnam se ha denominado la "maniobra de sólo más teoría" (just more theory move) y ha exasperado a los realistas que insisten en que no es la teoría causal la que fija la referencia, sino las causas. 33 Una situación dialéctica análoga surge respecto de otro argumento de teoría de modelos que está muy vinculado al anterior, pero que no es idéntico. Este segundo argumento tiene su punto de partida en la única teoría completa y verdadera que el "realista metafísico" alega existir. Ahora Putnam utiliza la maquinaria de teoría de modelos para mostrar al "realista metafísico" que la única teoría completa y verdadera está referencialmente indeterminada. Para esto Putnam señala la existencia de una pluralidad de modelos isomórficos de la teoría que se proponga, cualquiera que ésta sea. Para generar esta pluralidad de modelos isomórficos le basta a Putnam con efectuar una permutación de los individuos de cualquier modelo que se considere . 34 Sin embargo, en otro trabajo muy cercano a "Realism and Reason" titulado "Models and Reality" de 1977 , Putnam puede conseguir el resultado mucho más fuerte de una pluralidad infinita de modelos no isomórficos entre sí. Para esto basta que la teoría sea consistente y tenga algún modelo infinito, pues los teoremas de Lówenheim-Skolem aseguran modelos para cada cardinalidad infinita. Tanto en este caso, como en el anterior, el "realista metafísico" no está en condiciones de discriminar entre los modelos pretendidos y los no pretendidos. La maniobra de sólo más teoría acude aquí nuevamente para asegurar que cualquier restricción sobre las interpretaciones sea sólo más teoría, y la teoría original extendida con estas restricciones tendrá infinitos modelos entre los que no hay discriminación posible. 35 33 Cf., "Realism and Reason" en Meaning and the Moral Sciences, 126; H. Putnam, Realism and Reason. Philosophical Papers Volunte 3, Cambridge: Cambridge U.P., 1983, x-xii, 17-18; Reason, Truth and History, 43-48. 34 Esto es lo que hace Putnam en el cap. 2 y el Apéndice de Reason, Truth and History. 35 "Models and Reality" en Realism and Reason, 1-25. LA EVOLUCIÓN DEL PENSAMIENTO DE HILARY PUTNAM 213 El argumento, entonces, lleva al realista metafísico a las siguientes alternativas: (a) o rechaza la maniobra de sólo más teoría como falaz, o (b) si pretende seguir siendo realista, deberá postular que la referencia se fija mediante una misteriosa "comprensión" de la que no cabe dar ninguna explicación. La idea de Putnam es que para un filósofo materialista contemporáneo, admitir la posibilidad (b) es una renuncia a sus postulados básicos sobre la imagen correcta del mundo. Y es este tipo de filósofo materialista el "realista metafísico" que tiene Putnam en mente. Si el filósofo materialista contemporáneo no desea caer en una especie de "platonismo" y no tiene cómo desprenderse del argumento, la única alternativa que parece quedar abierta es ser anti-realista. Como es previsible, el debate posterior se ha concentrado en el rechazo de la maniobra de sólo más teoría. Y, dado que las inclinaciones de Putnam hacia el anti-realismo han menguado, el argumento de teoría de modelos ha llegado a ser un argumento contra la semántica naturalista, esto es, toda teoría que pretenda explicar las nociones intencionales mediante explicaciones propias de las ciencias naturales. Si el argumento funciona, tendrá que funcionar contra el materialismo contemporáneo, pero ya no es un argumento en favor del anti-realismo. 2.2 El argumento de los brains in a vat Otro argumento muy famoso y conocido de este período es el de los brains in a vat, que suele traducirse en castellano como el argumento de los "cerebros en una cubeta" aunque formulado así pierde bastante de su expresividad en inglés. Del mismo modo como el argumento de teoría de modelos, este argumento está diseñado para atacar el punto en el que el realista quisiera separar las nociones de "verdad" y de "verificación". Como se trata de nociones independientes, el realista estará inclinado a pensar que es posible un engaño radical de nuestras creencias más básicas. La hipótesis de los cerebros en una cubeta es una versión renovada de la vieja hipótesis cartesiana del demonio maligno. Putnam pretende argumentar que la hipótesis del engaño radical es incoherente. [I]magine que un ser humano (puede imaginar que es usted mismo) ha sido sometido a una operación por un malvado científico. El cerebro de la persona (su cerebro) ha sido removido del cuerpo y puesto en una cubeta de nutrientes que mantienen el cerebro vivo. Las terminaciones nerviosas han sido conectadas a una computadora super-científica que produce en la persona que posee el cerebro la ilusión de que todo está perfectamente normal. Parece que hay personas, objetos, el cielo, etc.; pero realmente todo lo que la persona 214 JOSÉ TOMÁS ALVARADO MARAMBIO (usted) está experimentando es el resultado de impulsos eléctricos viajando desde el computador hacia las terminaciones nerviosas . 36 La idea de Putnam es que esta hipótesis, aunque es físicamente posible, es auto-refutante pues si fuésemos cerebros en una cubeta no podríamos decir ni pensar que somos cerebros en una cubeta. La premisa crucial para el argumento de Putnam es que sólo se puede pensar o decir algo si existe referencia a ese algo. Un cerebro en una cubeta sólo puede decir "hay un árbol frente a mí", refiriéndose a un árbol si efectivamente hay un árbol frente al hablante (externo al hablante) y al que puede referir. Precisamente esto es lo que falla en el caso de los cerebros en una cubeta, y por eso la hipótesis de que nos encontremos en tal situación es -para Putnam- auto-refutante. Putnam aclara que la existencia de datos sensoriales en los cerebros en una cubeta no basta para que exista auténtica referencia. Un dato sensorial es algo semejante cualitativamente a otra cosa, pero no constituye una representación de nada si no existe un fenómeno intencional adicional de significar algo mediante el dato sensorial. Nada es intrínsecamente un signo de nada si no es objeto de un acto de significación. Los habitantes del mundo de cerebros en cubetas podrán referirse a sus propios datos sensoriales (si es que pueden referirse a algo), pero no pueden referirse a las cosas externas a esos datos sensoriales pues no hay tales cosas extemas. Este argumento es altamente discutible y no es extraño que haya generado mucha investigación . Incluso, no es del todo claro qué lugar ocupa este argumento en el ataque al realismo metafísico. La hipótesis más plausible es que se trata de una refutación por modus tollens: puesto que el realismo metafísico debe requerir que sea posible el engaño radical, pero el engaño radical no es posible, entonces el realismo metafísico es falso. Putnam, sin embargo, después de proponer en 1981 este argumento de los brains in a vat no ha insistido él. En cambio, ha insistido cada vez más en las consideraciones que tienen que ver con la relatividad conceptual. 37 36 Reason, Truth and History, 5-6. 37 Una explicación general del puesto de este argumento puede encontrarse en D.L. Anderson, "What Is Realistic about Putnam's Internal Realism?" en Philosophical Topics 20 (1992), 49-83, especialmente 62-66. Como discusiones de detalle se citarán solamente dos trabajos de C. Wright, "On Putnam's Proof That We Are Not Brains-in-a-Vat" en Proceedings of the Aristotelian Society 92 (1992), 6794; y el artículo con el mismo título en Clark, P. & Hale, B., Reading Putnam, Oxford: Blackwell, 1994, 216-241. Una reconstrucción favorable al argumento puede consultarse en M. Dell'Utri, "Choosing Conceptions of Realism: The Case of the Brains in a Vat" en Mind 99 (1990), 79-90. LA EVOLUCIÓN DEL PENSAMIENTO DE HILARY PUTNAM 215 2.3 Relatividad conceptual La relatividad conceptual ha pasado a ser un rasgo característico del pensamiento de Putnam. El anti-realismo del período de "realismo interno" fue abandonado en 1992, pero la relatividad conceptual que ha sido fruto de la influencia conjunta de W.V.O. Quine y de N. Goodman se ha mantenido invariable. Posiblemente, la formulación más clara del fenómeno se encuentra en The Many Faces of Realism de 1987 . Es propio del "realista metafísico", tal como Putnam lo caracteriza, la idea de que existe una única descripción completa y verdadera de la realidad. El fenómeno de la relatividad conceptual es, por el contrario, el fenómeno de múltiples descripciones mutuamente incompatibles y mutuamente equivalentes de la misma realidad. No es, entonces, la "realidad" la que impone los conceptos mediante los que podemos comprenderla sino que son los hablantes los que imponen los conceptos que pueden hacerla comprensible. Putnam resumió esta intuición en un famoso slogan: "la mente y el mundo construyen conjuntamente la mente y el m u n d o " . 38 39 No se trata, por supuesto, de que la "realidad" sea una invención o una mera construcción de los hablantes. Pero Putnam destaca una y otra vez que así como es indisociable el rol que juega la "realidad" para determinar el significado y los estados mentales de los hablantes , del mismo modo es indisociable el rol que juegan nuestros conceptos y nuestros intereses en la determinación de qué ha de contar por "realidad". Putnam pone el ejemplo de un mundo con tres individuos XI, X2 y X3. ¿Cuántos "objetos" hay en el mundo? Una posible respuesta es decir sencillamente que tres, pero si nuestro esquema conceptual permite contar como un objeto la suma de dos objetos (diferentes), entonces la respuesta es siete: XI, X2, X3, XI + X2, XI + X3, X2 + X3 y XI + X2 + X3. ¿Es que una de estas respuestas está equivocada y la otra es correcta? No, sencillamente esta pregunta no tiene aquí sentido . Hay muchos modos correctos de describir la realidad, y lo que llamamos "realidad" depende de esos modos de descripción. 40 41 38 Se trata, sin embargo, de ideas que se encuentran ya con anterioridad en "Realism and Reason" (Meaning and the Moral Sciences, 130-135), Reason, Truth and History, "Equivalence" (Realism and Reason, 26-45), "Reflections on Goodman's Ways of Worldmaking" (Realism and Reason, 155-169), "Convention: a Theme in Philosophy" (Realism and Reason, 170-183) y "Why There Isn't a ReadyMade World" (Realism and Reason, 205-228). 39 Reason, Truth and History, xi. 40 Este punto se destaca especialmente en la crítica al funcionalismo en Representation and Reality (Cambridge, Mass: MIT Press, 1988), explotando ideas de "The Meaning of 'Meaning'". 41 Cf. The Many Faces of Realism, 16-21. 216 JOSÉ TOMÁS ALVARADO MARAMBIO [D]ada una versión, la pregunta "¿cuántos objetos hay?" tiene una respuesta, esto es, "tres" en el caso de la primera versión (...) y "siete" en el caso de la segunda versión (...) Una vez que aclaramos cómo estamos usando "objeto" (o "existe"), la pregunta "¿cuántos objetos hay?" tiene una respuesta que no depende de la "convención". Ésta es la razón por la que digo que este tipo de ejemplo no apoya el relativismo cultural radical. Nuestros conceptos pueden ser culturalmente relativos, pero no se sigue que la verdad o la falsedad de todo lo que digamos usando esos conceptos es simplemente "decidido" por la cultura. Pero la idea de que existe un punto arquimidiano, o un uso de "existe" inherente al mundo mismo, a partir del que tenga sentido la pregunta "¿cuántos objetos realmente existen?", es una ilusión. Si esto es correcto, entonces es posible ver cómo puede ser que lo que en un sentido es el "mismo" mundo (las dos versiones están íntimamente relacionadas) puede ser descrito como consistiendo de "mesas y sillas" (y éstas descritas como teniendo colores, poseyendo propiedades disposicionales, etc.) en una versión y como consistiendo de regiones del espaciotiempo, partículas y campos, etc., en otras versiones. Requerir que todas estas versiones deban ser reductibles a una única versión es cometer el error de suponer que "¿cuáles son los objetos reales?" es una pregunta que tiene sentido independientemente de nuestra elección de conceptos . 42 Putnam en este mismo trabajo indica que el realismo interno "es, en el fondo, simplemente la insistencia en que el realismo no es incompatible con la relatividad conceptual" . Este "realismo" que pretende hacer lugar a visiones plurales del mundo, sin pretender reducir unas a las otras, sin eliminar unas en favor de las otras, es llamado aquí por Putnam "realismo pragmático" , que podría perfectamente ser también un nombre para su actual posición filosófica. Es un "realismo" que busca rescatar el mundo del sentido común como un modo legítimo de abrir la realidad a nuestra comprensión, pero que también es capaz de hacer lugar a los modos de apertura del arte, y de las ciencias naturales más duras. Incluso en cada uno de estos campos hay múltiples versiones: unas son mejores y otras peores. Y este discernimiento puede ser efectuado de manera objetiva. 43 44 42 The Many Faces of Realism, 20. 43 The Many Faces of Realism, 17. 44 Cf. The Many Faces of Realism, 17. LA EVOLUCIÓN DEL PENSAMIENTO DE HILARY PUTNAM 217 Un rasgo fundamental del pensamiento de Putnam es, junto con la insistencia en la relatividad conceptual, la insistencia en que los "hechos" que la mentalidad cientificista ilustrada considera más claramente firmes están íntimamente ligados a juicios de razonabilidad que no pueden ser capturados por un algoritmo formal . Los juicios de razonabilidad dependen finalmente de valores. Si la mentalidad cientificista ilustrada quiere tirar por la borda los valores como algo no cognitivo, entonces también tendrá que tirar por la borda sus "hechos" más firmes. "Hechos" y "valores" se encuentran en la misma situación. Todos y cada uno de los argumentos que se han esgrimido para negar objetividad a los valores, se pueden esgrimir para negar objetividad a los resultados científicos que se consideran más firmes . Es más, la tendencia a negar objetividad a los valores -sostiene Putnam- es la contracara de la tendencia a considerar la física como la única teoría completa y verdadera del mundo. Como los valores y todo aquello que configura nuestro mundo de la vida no es reductible a la "única teoría completa y verdadera", entonces sencillamente se los condena al estatus de proyección subjetiva. Una vez que se ha desactivado este supuesto implícito -característico del "realismo metafísico"- entonces también se neutraliza la tendencia a "reducir" o "negar". 45 46 2.4 Relatividad conceptual pero no relativismo Richard Rorty ha escrito que está de acuerdo "de todo corazón" con muchas de las tesis de Putnam, como por ejemplo: (i) la tesis de que el "realismo", concebido como la posibilidad de representar la realidad tal como es en sí misma, es una quimera. Es la pretensión de ver el mundo desde ningún sitio ; (ii) la tesis de que no podemos evitar tener una visión del raun47 45 Putnam se ha fijado en muchos conceptos fundamentales para una descripción física, mostrando su interpenetración de juicios de valor epistémico, por ejemplo: causalidad, explicación, propiedades disposicionales, condicionales contrafácticos y la misma idea de racionalidad. Casi todos los trabajos de Putnam han abordado estos temas (Reason, Truth and History; Realism and Reason; The Many Faces of Realism; Representation and Reality; Realism with a Human Face, Cambridge, Mass.: Harvard U.P., 1991; Renewing Philosophy, Cambridge, Mass.: Harvard U.P., 1992; Pragmatism. An Open Question, Oxford: Blackwell, 1995; Words & Life, Cambridge Mass.: Harvard U.P., 1994; The Threefold Cord). 46 "Si la irreductibilidad de la ética a la física muestra que los valores son proyecciones, entonces los colores también son proyecciones. También lo son los números naturales. También, por los mismos motivos, lo es el 'mundo físico'. Pero ser una proyección en este sentido no es lo mismo que ser subjetivo." (Reason, Truth and History, 147) 41 Cf. Realism with a Human Face, 28. 218 JOSÉ TOMÁS ALVARADO MARAMBIO do que refleje nuestros intereses y nuestros valores, y ver algunos de estos intereses y valores como mejores que otros ; (iii) la tesis de que el centro del pragmatismo es la supremacía del punto de vista del agente. Si un agente está implicado en una actividad práctica que presupone ciertos esquemas conceptuales, no puede al mismo tiempo decir que ese no es el modo como son las cosas en sí m i s m a s ; y cita otras m á s . ¿Cuál es, entonces, la diferencia entre Putnam y Rorty? Rorty indica en el artículo citado que la única diferencia real es la preferencia que él tiene por el darwinismo como un vocabulario útil para interpretar a los seres humanos como animales un poco más complicados, preferencia que Putnam no comparte por tener presumiblemente- un tinte reduccionista. 48 49 50 Sin embargo, la diferencia es bastante más profunda. En el ensayo "Realism with a Human Face" (1987) Putnam indica ciertos principios sobre la aseverabilidad y la creencia justificadas. Algunos de los principios podrían ser aceptados por Rorty, pero otros claramente no. 51 (1) En circunstancias ordinarias, normalmente es un hecho que las aserciones que la gente hace están justificadas o no. (2) La cuestión de si una oración está justificada o no es independiente de que la mayoría de los pares culturales pueda decir que es justificada o injustificada. (3) Nuestras normas y estándares de aseverabilidad justificada son productos históricos; evolucionan en el tiempo. (4) Nuestras normas y estándares siempre reflejan nuestros intereses y valores. Nuestra imagen del florecimiento intelectual es parte de nuestra imagen del florecimiento humano en general, y sólo tiene sentido como parte de ella. (5) Nuestras normas y estándares de cualquier cosa -incluida la aseverabilidad justificada- son susceptibles de reforma. Hay mejores y peores normas y estándares . 52 Este pasaje muestra con claridad, por una parte, lo que separa a Putnam de Rorty, y por otra las tensiones que tiene la propia posición filosófica de Putnam. Rorty acepta pacíficamente (3) a (5), sólo puede aceptar (1) si el "hecho" al que se hace mención es simplemente el hecho sociológi- 48 Cf. Realism with a Human Face, 178. 49 Cf. Realism with a Human Face, 83. 50 Cf. R. Rorty, "Hilary Putnam and the Relativist Menace" en Truth and Progress. Philosophical Papers Volume 3, Cambridge: Cambridge University Press, 1998, 43-62. 51 En Realism with a Human Face, 3-29. 52 Realism with a Human Face, 21. 219 LA EVOLUCIÓN DEL PENSAMIENTO DE HILARY PUTNAM 53 co de ser la aseveración aceptada por los pares culturales . Pero, (2) no puede ser aceptada por Rorty. Sólo podría aceptarse si existiera una forma de justificar nuestras aserciones independientemente de nuestras prácticas de justificación de aserciones, esto es, sólo puede admitirse que un sujeto S está justificado en afirmar p si existe algún modo de determinar la justificación sub specie aeternitatis, cierto orden natural de las razones que determinan si él está realmente justificado en sostener p, completamente aparte de la habilidad de S para justificar p a aquellos junto a é l . 54 Rorty hace notar que esto no es muy coherente, o no parece ser coherente con las restantes tesis (3) a (5), y con el rechazo del "realismo metafísico" y del punto de vista del Ojo de Dios. ¿Cómo puede sostenerse al mismo tiempo que los cánones de justificación son variables históricamente y que en cada momento histórico la justificación de una aserción no depende de las prácticas de justificación aceptadas en ese momento histórico? ¿No está aquí Putnam apelando al punto arquimidiano que pretende rechazar para constituir a la justificación en algo más que un hecho sociológico? Estas tensiones han generado nuevos cambios en el pensamiento de Putnam . Sea como sea, Putnam siempre ha tenido perfectamente claro que la inhabilidad para distinguir entre lo correcto y pensar que uno (o la cultura entera) está en lo correcto, lleva al colapso. Primero que nada, porque es obviamente auto-refutante: sostener el relativismo es algo así como pretender decir "desde un punto de vista del Ojo de Dios que no hay un punto de vista del Ojo de D i o s " . Pero también, porque el relativista cultural pretende decir que las aserciones se justifican por la cultura en la que son proferidas, pero esto sólo puede tener sentido por apelación a la cultura del relativista cultural. Ésta es la argumentación que ofrece Putnam de esta alegación en "Why Reason Can 't Be Naturalized" : 55 56 57 53 Cf. R. Rorty, "Hilary Putnam and the Relativist Menace", 49-50. 54 R. Rorty, "Hilary Putnam and the Relativist Menace", 50. 55 Entre algunos de los trabajos que han puesto de relieve estas tensiones, pueden citarse P. Jacob, "Is There a Path Half-Way Between Realism and Verificationism" en Synthese 73 (1987), 531-547; C. Brown, "Internal Realism: Trascendental Idealism?" en Midwest Studies in Philosophy XII (1988), 145-155; W. Throop & K. Doran, "Putnam's Realism and Relativity: An Uneasy Balance" en Erkenntnis 34 (1991), 357-369; H. Meynell, "On Realism, Relativism and Putnam" en International Philosophical Quarterly 35 (1995), 331-342. 56 Realism with a Human Face, 25. 57 En Realism and Reason, 229-247, especialmente 234-238. 220 JOSÉ TOMÁS ALVARADO MARAMBIO El relativista cultural sostendrá que cuando él dice que una oración p es verdadera, quiere decir que p está justificada de acuerdo con los estándares de su propia cultura, y que si un sujeto S dice que una oración p es verdadera, quiere decir que p está justificada según las normas de la cultura de S. Sea el relativista cultural R. Si R quiere decir que la oración "p está justificada según los estándares de la cultura de S"' es verdadera, querrá decir que "p está justificada según los estándares de la cultura de S" está justificada según los estándares de la cultura de R. De esto se sigue que cuando un sujeto S -de una cultura extraña- dice que una oración p es verdadera, esto debe interpretarse como que está justificado por los estándares de la cultura de R (!), que está justificado por los estándares de la cultura de S que p. En otras palabras, no se puede sostener que las cosas que dice cada uno son verdaderas según la cultura de cada cual, sin que esto llegue a ser el alegato de que las cosas que dice cada uno son verdaderas según mi propia cultura. El relativismo cultural llega a ser "imperialismo cultural" o "etnocentrismo", como en efecto ha sucedido con Rorty. La situación del "etnocentrismo" no es mucho más feliz. El etnocentrista querrá afirmar: "la aserción de toda oración se justifica por los cánones de mi cultura C". Entonces, si la mayoría de los miembros de su propia cultura C piensan que la oración anterior es falsa, entonces si la oración anterior es verdadera, entonces es falsa . Luego, es falsa . 58 59 Putnam ha mantenido este rechazo al relativismo y a toda clase de posiciones filosóficas que tiendan a confundir la "verdad" con la "creencia de que cierta proposición es verdadera". Este rechazo, sin embargo, no parece muy coherente, en principio, con la teoría de la verdad "internalista", esto es, la concepción de la verdad como un tipo de verificación. Putnam estaba consciente de que la "verificación" de un enunciado acaece para un sujeto y en un tiempo dados. No es una propiedad estable y se da en grados. Si la verdad se iguala simplemente con la "verificación", entonces la "verdad" adolecerá de esta misma relatividad. Putnam intentó resolver este problema haciendo que la "verificación" en que consiste la verdad de un enunciado sea una "verificación" en condi- 58 Cf. Realism and Reason, 238-240. 59 Exámenes más detallados de la polémica Putnam-Rorty pueden consultarse en R.L. Jackson, "Cultural Imperialism or Benign Relativism? A Putnam-Rorty Debate" en International Philosophical Quarterly, 27 (1988), 383-392; C. Hartz, "What Putnam Should Have Said: An Alternative Reply to Rorty" en Erkenntnis 34 (1991), 287-295; P.D. Forster, "What Is at Stake Between Putnam and Rorty?" en Philosophy and Phenomenological Research 52 (1992), 585-603; J. Case, "Rorty and Putnam: Separate and Unequal" en The Southern Journal of Philosophy 33 (1995), 169-184. 221 LA EVOLUCIÓN DEL PENSAMIENTO DE HILARY PUTNAM 60 ciones " i d e a l e s " . De esta manera, la verdad es independiente de la evidencia que exista o no exista para aseverarla en un momento determinado y para un sujeto determinado, pero no es independiente de toda "verificación". Se ha argumentado convincentemente, sin embargo, que esta teoría de la verdad no es coherente, pues es perfectamente lícito preguntarse respecto de la formulación de Putnam: ¿en qué consisten las "condiciones ideales"? Presumiblemente son las condiciones en las que se obtiene una aseveración "correcta". Ahora bien, ¿en qué consiste esta "corrección"? No quedan más opciones que: (i) es un tipo de "verificación", en cuyo caso las "condiciones ideales" están perfectamente de más, o (ii) es "verdad" entendida de manera realista . 61 Estas tensiones probablemente generaron una nueva evolución en el pensamiento de Putnam. 3. Realismo "natural" o de "sentido común" El "realismo natural" o de "sentido común" designa la última posición de Putnam. Podría también ser llamado simplemente "realismo pragmático", pues casi todo el núcleo de esta posición es la insistencia en que el realismo es compatible con la relatividad conceptual tal como Putnam lo destacó en The Many Faces of Realism. Si se admite una denominación nueva es porque existen problemas que han llegado a ocupar un puesto preponderante, existen otros énfasis y también una marcada diferencia en la teoría de la verdad. En efecto, un punto central de diferencia entre el "realismo natural" y el "realismo interno" es la concepción sobre la verdad. Tal como se acaba de indicar, la teoría sostenida por Putnam entre 1976 y 1992 identificaba la verdad con cierto tipo de "verificación" idealizada. La "idealización" no estaba pensada como una remisión de la verificación a alguna situación utópica, sino como una simple remisión a circunstancias epistémicas suficientemente buenas , pero que sean también lo suficientemente determinantes como para que la "verificación" sea estable a través del tiempo y no tenga grados . 62 63 Ahora Putnam rechaza de plano esta identificación: no es lo mismo ser "verdadero" que estar "verificado" ni siquiera bajo condiciones espe- 60 Cf. Reason, Truth and History, 54-56; Realism and Reason, 84-86. 61 Esta argumentación puede verse en J. Folina, "Putnam, Realism and Truth" en Synthese 103 (1995), 141-152. 62 Cf. Realism with a Human Face, viii. 63 Cf. Reason, Truth ana History, 55; Realism and Reason, 84-86. 222 JOSÉ TOMÁS ALVARADO MARAMBIO cialmente buenas o ideales. Un suceso puede ser verdadero (o falso) aunque no existan medios para conocerlo. Un evento pasado puede permanecer para siempre desconocido, pero nuestro desconocimiento no impide que el suceso en cuestión haya o no acaecido efectivamente . Sin embargo, aunque Putnam deja de lado el anti-realismo del período internalista, no está ahora dispuesto a "volver" al realismo "metafísico". Es más, un contenido central de sus John Dewey Lectures es la idea de que demasiadas veces sucede en filosofía que se impone una opción entre una posición mala y otra peor, y el problema filosófico reside precisamente en llegar a ver cómo escapar de la dicotomía forzada. Este fenómeno de caída en opciones que parecen inevitables es llamado por Putnam "retroceso" (recoil), siguiendo en esto estrechamente a John McDowell . Así concluye sus Dewey Lectures 64 65 Al comienzo de estas conferencias he hablado de la necesidad de conseguir una comprensión más profunda de las causas de nuestra tendencia a "retroceder" de una posición horrorosa a otra en filosofía. En esta conferencia final me he centrado en lo que me parece que son las dos causas principales de esta tendencia. La primera de estas causas es cierto tipo de reduccionismo, el tipo de reduccionismo que hace imposible ver que cuando los conceptos están interconectados, como están interconectados la percepción, la comprensión, la representación, la verificación y la verdad, la tarea filosófica debe consistir en la exploración del círculo en vez de reducir todos los puntos del círculo a uno sólo. La segunda de estas causas es la prevalencia de (...) el seductor supuesto de que conocemos cuáles son las opciones filosóficas, y que éstas consisten en cada caso en una opción forzada entre una extraña 'cosa' metafísica que permanece bajo nuestro habla (ya sea nuestro habla sobre la "verdad", o la "referencia", o la "necesidad", o la "comprensión") y un frío reduccionismo (verificacionismo o deflacionismo o anti-realismo, o lo que sea). No importa cuál de estas causas sea responsable de un caso particular de la tendencia -usualmente operan en conjunto- el síntoma más seguro de su presencia es cierta incapacidad para ver que desechar las extrañas 'cosas' metafísicas no exige desechar los conceptos que empleamos y debemos emplear cuando vivimos nuestras vidas, cualquiera sean nuestras convicciones filosófi- 64 Cf. The Threefold Cord, 49-54. 65 Cf. J. McDowell, Mind and World, Cambridge, Mass.: Harvard University Press, 1994. 223 LA EVOLUCIÓN DEL PENSAMIENTO DE HILARY PUTNAM cas. Hasta ahora no he mencionado la palabra pragmatismo en estas Dewey Lectures. Pero si hubo una gran intuición en el pragmatismo, fue la insistencia en que lo que tiene peso en nuestras vidas debe también tener peso en la filosofía . 66 Vemos aquí nuevamente el talante intelectual de Putnam que se caracteriza por la búsqueda de un equilibrio filosófico. Putnam ha sido por mucho tiempo un anti-realista. Desechar el anti-realismo, como lo hace en las Dewey Lectures, no debe llevar a una especulación destemplada que postule entidades "extrañas" para explicar los conceptos necesarios para nuestras prácticas comunicativas y para nuestras vidas. Sin embargo, Putnam tampoco tiene ahora una gran propuesta positiva que ofrecer para resolver estos problemas. Más bien, lo que se puede apreciar es el estímulo para seguir pensando en estos problemas prosiguiendo la senda de filósofos como Wittgenstein, Peirce, James, Dewey y Austin. El último Putnam está apuntando a filósofos y a modos de pensar más que a soluciones determinadas . 67 Hay dos temas que, sin embargo, merecen cierta atención. El primero de ellos es la crítica de Putnam al funcionalismo que se remonta a mediados de la década 1980-1990, y que está expuesta especialmente en el libro Representation and Reality (1988). El segundo tema es la importancia otorgada a una teoría de la percepción sin interfaces, que puede verse como una profundización de la crítica al funcionalismo. 3.1 Crítica al funcionalismo El libro de Putnam Representation and Reality (1988) se inscribe, para ser exactos, dentro del período de "realismo interno". De hecho, contiene un capítulo enteramente dedicado a exponer las tesis centrales de este "realismo interno", incluyendo la verdad como "verificación idealizada" . Pero se incluye aquí la crítica del funcionalismo porque se trata de una dirección muy importante de su pensamiento, que no ha hecho sino profundizarse, y que no se encuentra en los escritos internalistas clásicos como Reason, Truth and History. 68 66 The Threefold Cord, 7 0 . 67 "Por supuesto los problemas filosóficos no tienen solución; pero como lo ha remarcado alguna vez Stanley Cavell 'hay mejores y peores maneras de pensar sobre ellos'" ( R H F , 19). 68 Cf. Representation and Reality, cap. 7. Especialmente 1 1 5 , donde especifica que la noción de "verificación idealizada" quería decir que "verdad y aceptabilidad racional son nociones interdependientes" (cf. también The Many Faces of Realism, 30-32). 224 JOSÉ TOMÁS ALVARADO MARAMBIO La idea central de Putnam es que no es posible individualizar los conceptos y las creencias sin referencia al ambiente. Putnam hace amplio uso de las ideas de "The Meaning of 'Meaning'" para sustentar esta tesis. Si los significados no están en la cabeza, los significados en los que pensamos y nuestro pensar (creer, desear, esperar, etc.) en las cosas mediante esos significados, no pueden ser un determinado estado computacional de la mente. Al decir esto no se niega que exista algún correlato computacional de los estados intencionales en los que se encuentra la mente, del mismo modo como existe un correlato físico para ese estado computacional. Lo importante es que, aun existiendo ese correlato, no existe un único tipo de correlato computacional para cada clase de estado mental. En otras palabras, los estados mentales no pueden ser reducidos o eliminados en favor de un discurso sobre estados computacionales. El resultado de nuestra discusión para la filosofía de la mente es que las actitudes preposicionales, como las llaman los filósofos -esto es, cosas como creer que la nieve es blanca y estar seguro de que el gato está sobre el felpudo- no son "estados" del cerebro humano y del sistema nervioso considerados aisladamente del ambiente social y no humano. A fortiori no son "estados funcionales", esto es, estados definibles en términos de parámetros que pueden entrar en una descripción del software del organismo. El funcionalismo, entendido como la tesis de que las actitudes proposicionales son sólo estados computacionales de la mente, no puede ser correcto . 69 El proyecto de descubrir el "software maestro" de nuestra mente, si se cumpliera, tendría que consistir en el hallazgo de un algoritmo que fuese capaz de interpretar un discurso cualquiera, esto es, cualquier discurso racional, o semi-racional que pueda construir cualquier criatura posible desde el punto de vista físico. Este proyecto es utópico. Si hubiera una teoría de todo discurso humano (¿en qué otra cosa podría basarse una definición de sinonimia?), sólo un dios la podría escribir, o, cuando menos, un ser mucho más inteligente que todos los seres humanos en todas las sociedades humanas posibles, de manera que pudiera recorrer la totalidad de los posibles modos humanos de razonar y conceptualizar. Pedirle a un ser humano en una cultura humana ligada por el tiempo que recorra y comprenda todos los modos de existencia lingüística humana -incluyendo aque- 69 Representation and Reality, 73. 225 LA EVOLUCIÓN DEL PENSAMIENTO DE HILARY PUTNAM llos que lo van a trascender, es pedir un punto arquimidiano imposible . 70 71 La crítica al funcionalismo que implica -entre otras cosas- rechazar la posibilidad de especificar "estados mentales" mediante recursos que atiendan sólo a la "mente", se ha profundizado mucho más en la producción posterior de Putnam. Lo que se pone en cuestión ahora es toda la entera idea de "mente" con "representaciones internas". Putnam detecta la presencia de esta concepción desde Descartes , y la ve presente en la actualidad en las formas sofisticadas de funcionalismo y materialismo. 72 3.2 Crítica al cartesianismo materialista En las ya citadas Dewey Lectures Putnam se pregunta por qué el realismo sobre el "mundo exterior" ha llegado a ser un problema. Los primeros filósofos modernos supusieron que los objetos inmediatos de percepción eran mentales, y que los objetos mentales eran no físicos. Lo que es más, incluso sus oponentes materialistas frecuentemente propusieron explicaciones de la percepción que eran muy cercanas a estas explicaciones "cartesianas". Incluso en la ciencia cognitiva contemporánea, por ejemplo, está de moda la hipótesis de la existencia de "representaciones" en el computador cerebral. Si uno asume que la mente es un órgano e identifica la mente con el cerebro, llegará a ser irresistible (1) pensar en algunas de las "representaciones" como análogas a las "impresiones" del teórico clásico (el computador cerebral, o mente, hace inferencias a partir de, al menos, algunas de las "representaciones", los resultados de los procesos perceptivos, del mismo modo como la mente hace inferencias a partir de las impresiones, en la visión clásica) y (2) pensar que estas "representaciones" están vinculadas a los objetos en el ambiente del organismo sólo causalmente y no cognitivamente (del mismo modo como las impresiones estaban vinculadas a los "objetos externos" sólo causalmente y no cognitivamente) . 73 70 Representation and Reality, 89. 71 Véase especialmente además el apéndice a Representation and Reality donde argumenta Putnam que el funcionalismo es una forma soterrada y sofisticada de conductismo. También el artículo de 1985 "Reflexive Reflections" en Words & Life, 416-427. 72 Cf. "How Old Is the Mind" de 1986, en Words & Life, 3-21. 73 The Threefold Cord, 9-10. 226 JOSÉ TOMÁS ALVARADO MARAMBIO Esta visión de la percepción, postulando una interfaz entre la mente y el mundo hace que la existencia de algo más allá del dato sensorial sea radicalmente problemático. Del mismo modo, sostiene Putnam, este problema reaparece en la cuestión de cómo es que el lenguaje engancha con el m u n d o . Lo que se requiere para evitar esta "antinomia del realismo" es una concepción completamente diferente de la percepción que no asuma los puntos de partida de la concepción moderna, y en los que está presa buena parte de la filosofía de la mente y la ciencia cognitiva contemporáneas. 74 La propuesta de Putnam es un "realismo natural", inspirado en trabajos recientes de John McDowell, en William James y en Sense and Sensibilia de Austin. La concepción del realista natural es que se perciben directamente los objetos "externos" y no una representación de esos objetos que luego está presente ante el "ojo interior" de la mente. Incluso esta terminología de "interno" y "externo" es confundente y tiene una buena dosis de carga teórica moderna. Como es obvio, esta nueva concepción anti-cartesiana exige revisar de manera muy profunda los argumentos modernos. En Austin especialmente encuentra Putnam un modo de afrontar y desactivar estos argumentos, de manera que no sea necesario postular una interfaz entre mente y m u n d o . 75 4. ¿Realismo metafísico? La evolución del pensamiento de Putnam muestra un largo y complejo periplo desde el realismo cientificista hasta el realismo del "sentido común". Después que se ha identificado la defensa de la legitimidad al mundo de la vida con formas bien conocidas de anti-realismo, aun cuando recibiera el título de "realismo interno", finalmente se ha llegado a comprender que un realismo sobrio y moderado es todo lo que se requiere para hacer sentido de nuestras vidas como seres racionales y para hacer sentido de nuestro mundo común, entretejido de intereses políticos, éticos, estéticos, etc. No parece vano ahora preguntar, ¿por qué no hace Putnam un retorno completo hacia la tradición filosófica? ¿Por qué todavía alimenta el temor a un "realismo metafísico"? Son varios los intérpretes que ven aquí una nueva y fuerte tensión en el pensamiento de Putnam . Por supuesto, es difícil especular el sentido 76 74 Cf. The Threefold Cord, 12. 75 Cf. The Threefold Cord, 21-41; 151-175. 76 Por ejemplo, J. Haldane, "On Corning Home to (Metaphysical) Realism" en Philosophy 71 (1996), 287-296. LA EVOLUCIÓN DEL PENSAMIENTO DE HILARY PUTNAM 227 en el que podrá resolverse una tensión semejante, pero es razonable pensar que la tradición filosófica en la que Putnam se encuentra podrá, al menos, sentirse inclinada a un acercamiento menos prejuiciado -y también más fructífero- hacia concepciones metafísicas quizás demasiado tiempo incomprendidas.