CAMPESINAS, ALIMENTACIÓN, SOBERANIA. Un minuto por favor Tres conmemoraciones relacionadas se superpusieron en estos días, el Día de la Mujer Campesina el 15 de octubre y el 16: el Día Mundial de la Alimentación proclamado por la FAO,y el Día de la Soberanía Alimentaria, impulsado por Vía Campesina y numerosos movimientos sociales del Planeta. El 15 de octubre de 1995 se declaró como Día Mundial de la Mujer Campesina, a fin de hacer conciente el rol de las mujeres campesinas –las trabajadores invisibles del mundo- en la erradicación de la pobreza rural, la mejora de la seguridad alimentaria y la promoción del desarrollo agrícola y rural. En 1960 había 80 millones de personas que sufrían hambre en el mundo. Crecieron los rendimientos, las superficies cultivadas y se multiplicó por cuatro la producción; ahora, los hambrientos superan el billón de personas. En 2010-2011 el aumento del precio de los alimentos sumó 70 millones de personas a quienes ya estaban en situación de extrema pobreza, demostrando que la suba constituye una grave amenaza para los pobres del mundo. Por eso el tema del Día Mundial de la Alimentación del 2011 es: “PRECIOS DE LOS ALIMENTOS, DE LA CRISIS A LA ESTABILIDAD”. Según los Balances de Alimentos de la FAO y las Necesidades Alimentarias de la Organización Mundial de la Salud (OMS), el consumo medio mundial está por debajo del suministro disponible. El déficit alimentario equivale a sólo 40 millones de Ton. de granos, el 20 % de lo empleado en la alimentación del ganado que nutre a los habitantes del mundo con mayores niveles de ingresos. ¿Y nosotros, argentinos e integrantes de una comunidad que tiene entre sus objetivos la alimentación y la sustentabilidad? El hambre en Argentina no es un tema desconocido, ya que fue “tradicional “ en nuestra historia; en el “granero del mundo” hubo hambre; en el país del trigo y las vacas también…y ahora en medio del “boom” de la producción de granos. Como país importamos pocos alimentos y nos beneficiamos con los altos precios internacionales de las exportaciones. Sin embargo, muchas provincias “importan” la mayor parte de los alimentos básicos necesarios desde lugares muy distantes; las dos terceras partes de las familias productoras tienen serias dificultades para alimentarse dignamente; en ciudades y áreas rurales, sectores de la población no acceden a los alimentos, o lo hacen gracias a programas públicos. El PAN –Programa Alimentario Nacional- de Alfonsin en 1984, el Plan Nacional de Seguridad Alimentaria, 2003 y la Asignación Universal por Hijo desde el 2009 con ejemplos de estos programas públicos Por eso no nos resulta ni extraño, ni lejano, el nuevo paradigma sobre la alimentación propuesto en 1996, cuando se proclama que la “soberanía alimentaria (SA) constituye el derecho de cada pueblo y de todos los pueblos a definir sus propias políticas y estrategias de producción, distribución y consumo de alimentos, a fin de garantizar una alimentación cultural y nutricionalmente apropiada y suficiente para toda la población”. Posteriormente en 2002, Via Campesina la considera como“el derecho de los pueblos a definir sus propias políticas sustentables de producción, transformación, comercialización, distribución y consumo de alimentos, garantizando el derecho a la alimentación de toda la población”. El 16 de octubre, Día Mundial de la Alimentación, y también Día de la Soberanía Alimentaria debe convocarnos como ciudadanos del mundo -y como integrantes de la comunidad de la FAUBA- a reflexionar sobre el hambre y la alimentación en nuestro país y, también, a dar pasos concretos para tratar de avanzar en las soluciones. En eso estamos nosotros, integrantes de la Cátedra Libre de Soberanía Alimentaria, colegas, compañeros o amigos de muchos de Uds. Buenos Aires, 16 de octubre 2011