http://www.madrimasd.org/informacionIDI/noticias/Imprimir_noticia.asp?id=32447&sec=&tipo=g03/12/2008 Deconstruyendo Olduvai El proyecto paleoantropológico The Olduvai Paleoanthropological and Paleoecological Project (TOPPP) en el que participa un equipo de la Universidad Complutense de Madrid, pone de relieve la falsedad de las bases sobre las que se asienta el modelo de los primeros seres humanos carroñeros, de vigencia académica hasta fechas recientes. La polémica está servida. FUENTE | UCM - mi+d 03/12/2007 El proyecto paleoantropológico TOPPP (The Olduvai Paleoanthropological and Paleoecological Project) dirigido por Manuel Domínguez-Rodrigo de la Universidad Complutense de Madrid, Audax Mabulla (Universidad de Dar es Salaam, Tanzania) y Henry Bunn (Universidad de Wisconsin, USA) centra su actividad en la excavación de yacimientos en el lecho I de la famosa Garganta de Olduvai, con una edad aproximada de casi dos millones de años. En una polémica que aún se mantiene con el equipo de Blumenschine en la Revista Nature nº 449 del 20 de septiembre de 2007 y en la Revista Journal of Human Evolution nº 53, pags. 427-433 de Octubre de 2007, Domínguez-Rodrigo y su equipo demuestran que lo que los otros investigadores han interpretado como marcas de carnívoros en dichos fósiles, son en realidad marcas bioquímicas de origen diverso, entre las cuales se encuentran marcas de hongos y bacterias generadas por el contacto de los huesos con raíces de plantas que crecieron en el sedimento en el que quedaron enterrados Domínguez-Rodrigo y su equipo han sido los primeros arqueólogos no americanos en revisar las colecciones de fósiles de los yacimientos de Olduvai, a través de recientes técnicas de análisis tafonómico, y sus resultados no podían ser más contradictorios con los anteriores. Este estudio publicado en revistas de impacto ya referenciadas y en un libro reciente (Deconstructing Olduvai, Springer, Nueva York) pone de relieve la falsación de la hipótesis del carroñeo en función de los nuevos datos, y aporta una nueva y polémica luz al mostrar que la mayor parte de los yacimientos arqueológicos de este periodo en África son palimpsestos en los que los homínidos tuvieron en algunos casos muy poco que ver con la formación de dicho registro. El número de yacimientos que tenemos en la actualidad de origen antrópico se ve drásticamente reducido y de los pocos yacimientos creados por homínidos, ninguno de ellos muestra datos que indiquen que se comportaron como carroñeros según se describen en modelos al uso. Se trata de los yacimientos arqueológicos mejor preservados de ese periodo y son esenciales para comprender como surgieron los primeros comportamientos humanos en el origen mismo del género Homo. Dichos yacimientos habían sido objeto de estudio por un número reducido de investigadores hasta esta fecha. Mary Leakey los descubrió y excavó durante varias décadas y el estudio de los fósiles fue obra de un grupo reducido de paleontólogos y arqueólogos británicos y estadounidenses. Con esos fósiles se sentaron las bases del modelo de primeros seres humanos carroñeros, de vigencia académica hasta fechas recientes. Desde hace casi veinte años, un estudio de campo del lecho II de la Garganta de Olduvai está dirigido por R. Blumenschine, de la Universidad de Rutgers en USA y Fidelis Masao de la Universidad de Dar es Salaam en Tanzania. Estos investigadores lideran el grupo de arqueólogos que manifiestan que los primeros miembros de nuestro género eran carroñeros pasivos de despojos abandonados por félidos y a los que presuponen incapacidad intelectual y tecnológica para haber sido cazadores. Dicha interpretación la sustentan en el número abundante de marcas de dientes que han encontrado en los fósiles que aparecen en alguno de los yacimientos de Olduvai y atribuibles a carnívoros que consumieron la mayor parte de la carne de dichos animales antes de la llegada y manipulación por parte de los homínidos. TOPPP se creó con la intención de recoger más información en su contexto original: la Garganta de Olduvai. Para ello, se evitó entrar en conflicto con el equipo de Blumenschine que lleva dos décadas trabajando en el lecho II, de menor antigüedad que los yacimientos estudiados por el equipo de Domínguez-Rodrigo, y se planteó un proyecto en los yacimientos del lecho I que permanecían inéditos desde las excavaciones de M. Leakey hace casi medio siglo. En dicho proyecto se han empezado a reexcavar FLK Zinj y FLK North, dos de los yacimientos más emblemáticos (de donde se han obtenido varios restos de homínidos), y se ha recuperado en la campaña de 2007 una gran cantidad de información arqueológica y paleoecólogica que servirá para reconstruir el contexto donde se formaron http://www.madrimasd.org/informacionIDI/noticias/Imprimir_noticia.asp?id=32447&sec=&tipo=g 03/12/20... dichos yacimientos y lo que representan en términos de comportamiento de los primeros miembros del género Homo. Esta campaña está precedida por una campaña anterior donde el equipo descubrió un resto de homínido en otra zona de la garganta. Los trabajos de TOPPP no se encuentran exentos de dificultades y trabas extracientíficas. Es la fiebre del homínido, que tanto afecta a muchos profesionales de la Paleontología (véase el espléndido libro al respecto de la periodista de Science Ann Gibbons: The First Human; the Race to Discover our Earlier Ancestors, Anchor, New York, 2007) y que añade dificultad a una disciplina que está en una edad de oro para abrirnos ventanas insospechadas sobre nuestro más antiguo pasado y nuestro legado evolutivo. A pesar de ello, TOPPP sigue adelante con el apoyo de todas las instituciones tanzanas (que en dicho conflicto les ha otorgado la razón) y garantiza resultados sorprendentes en un futuro muy próximo a tenor de lo descubierto en los dos años que lleva trabajando en la garganta de Olduvai. Nature 449, 281 (20 September 2007). Olduvai fossils need more than one research team. Manuel DomínguezRodrigo, Audax Mabulla & Henry Bunn. http://www.nature.com/nature/journal/v449/n7160/full/449281e.html Journal of Human Evolution 53 (4): 427-433 Oct 2007. Five more arguments to invalidate the passive scavenging version of the carnivore-hominid-carnivore model: a reply to Blumenschine et al. (2007a). M. Domínguez-Rodrigo & R. Barba. http://www.elsevier.com/wps/find/journaldescription.cws_home/622882/description#description