Análisis de un concubinato concretado en el extranjero y la sucesión de uno de los concubinos en trámite en Uruguay por Ruben B. Santos Belandro (*) Cada vez con mayor frecuencia las parejas renuncian a la posibilidad de celebrar un matrimonio formal sustituyéndolo por el concubinato, entre otras uniones posibles. Uruguay aprobó por Ley 18.246 el régimen aplicable al concubinato para el Derecho interno, y si bien no contiene normas de Derecho internacional privado, sus repercusiones sobre esta última disciplina son indudables. ¿Qué hacer ante un concubinato no reconocido (judicial o administrativamente) en su país de origen, por no haber disposición legal al respecto, o por qué está terminantemente interdicto y se tramita una sucesión en Uruguay, donde el causante dejó bienes? El razonamiento lógico y de justicia sustantiva indica la necesidad de aceptar que los tribunales uruguayos reconozcan dicho concubinato de acuerdo a la ley uruguaya como cuestión previa, para que el o la cónyuge supérstite pueda acceder a la sucesión del difunto. La unión de hecho o concubinato es una opción cada vez más frecuente entre las personas de todas las edades. Uruguay sancionó la Ley de unión concubinaria 18.246 de 18 de diciembre de 2007, la cual regula exclusivamente el concubinato interno no ingresando en las repercusiones interna(*) Escribano público. Profesor agregado de Derecho internacional privado y profesor adjunto de Derecho extranjero y comparado en la Facultad de Derecho de la Universidad Mayor de la República. Revista de la Asociación de Escribanos del Uruguay, tomo 97, ene. - jun. , 2011 Resumen 157 Revista de la Asociación de Escribanos del Uruguay, tomo 97, ene. - jun. , 2011 — Doctrina Ruben B. Santos Belandro 158 cionales que pueden experimentar esta clase de vínculos. De todos modos, con la aprobación de esta ley se ha creado una categoría jurídica que ejerce su influencia sobre el Derecho internacional privado, en la medida que la ley aplicable o el juez competente pertenezcan al ordenamiento jurídico uruguayo. En otra oportunidad,1 hemos abordado las hipótesis más simples que podían producirse. Nos referíamos en dicho momento a la constitución de un concubinato que comenzó a materializarse en el extranjero y luego se quiere reconocer judicialmente en Uruguay, o cuando ese concubinato se ha materializado y reconocido enteramente al exterior de nuestro país. Todos los casos hacían referencia a concubinos que venían a afincarse a Uruguay o que realizaban actos o contratos con efectos dentro de nuestro territorio. Someramente pasemos revista a las siguientes situaciones: — Concubinato concretado en un país donde no existe regulación legal del concubinato: nos encontraríamos ante aquella situación en la que el concubinato se conformó en el exterior y la pareja lleva más de cinco años de vida en común, pero el ordenamiento jurídico vigente en ese país no le reconoce ningún efecto jurídico general al concubinato. ¿Podrá tomar en consideración el plazo de vida en común ya vivida en el extranjero, o habrá que iniciar un nuevo plazo de convivencia en Uruguay? Consideramos que no existe inconveniente alguno para computar el plazo anterior, siempre que pueda probarse debidamente. — Concubinato concretado en un país donde la pareja no ha completado el período de reconocimiento legal en el Estado de origen: en esta hipótesis, ¿podrá tomarse en cuenta el tiempo transcurrido para completar el plazo legal? La respuesta debe ser positiva en cuanto el único objetivo del cumplimiento del plazo —el cual ha transcurrido en diversos países— marcado por la legislación del Estado donde se presenta el pedido de reconocimiento es simplemente el de habilitar a los convivientes a acceder a la autoridad pública para presentar la prueba de su vida de consuno. — Concubinato declarado judicial, notarial o administrativamente en el extranjero: si los concubinos ya han obtenido el reconocimiento de su unión en el extranjero, no necesitarán iniciar ningún trámite judicial en Uruguay, bastará la exhibición de la prueba documental correspondiente, con documentos públicos legalizados y traducidos si correspondiere. Ese reconocimiento no podrá ser negado aun cuando la legislación extranjera habilite a los concubinos acceder a las autoridades de su país por un plazo menor de cinco años. Por lo general, en el Derecho comparado el plazo exigido por las legislaciones nacionales para iniciar el trámite, es de dos o tres años, y no el de cinco años establecido por la ley uruguaya. 1 Santos Belandro, Ruben: Acreditación internacional de las uniones de hecho a la luz de la Ley N.° 18.246 de 18 de diciembre de 2007, Ed. AEU, Mdeo., 2008. Análisis de un concubinato concretado en el extranjero y la sucesión ... Situación internacional del concubino supérstite no declarado, en caso de fallecimiento de su pareja Revista de la Asociación de Escribanos del Uruguay, tomo 97, ene. - jun. , 2011 — Doctrina En su momento no pudimos abordar una cuestión de Derecho internacional privado que ha sido objeto de consultas cada vez más asiduas: ¿cómo debemos proceder cuando una pareja vivió en concubinato en el exterior, no realizó ningún trámite de reconocimiento de su unión, adquirió bienes en Uruguay pero sin afincarse, y luego uno de los concubinos fallece? Es una hipótesis cada vez más frecuente en el caso de inversores inmobiliarios en zonas balnearias. La Ley 18.246 alude en el Capítulo III, y específicamente en el art. 8.°, a las causales de disolución de la unión concubinaria. Entre ellas, la del literal b) establece lo siguiente: “La unión concubinaria se disuelve en los siguientes casos: […] b) por fallecimiento de uno de los concubinos. […] En los casos b) y c), la disolución deberá acreditarse en las sucesión o procedimiento de ausencia, respectivamente”. La situación no merecería mayor inquietud si en el país de residencia de la pareja, el o la concubina supérstite puede solicitar el reconocimiento de la relación, puesto que en tal caso, dicho reconocimiento tendrá eficacia extraterritorial en nuestro país, previa legalización y traducción si correspondiere. Tal como ocurriría si el causante se hubiera casado en el exterior y allí ha tenido hijos. Pero existen países donde, o bien el concubinato no tiene un régimen legal bajo el cual pueda ver reconocida su calidad de concubina la persona que ha vivido en pareja, tal el caso de Argentina que solo le reconoce algunos beneficios puntuales; o el concubinato está prohibido como es el caso de los países musulmanes, incluso castigable con pena de muerte.2 ¿Qué hacer en estos dos casos cuando la sucesión del de cujus ha de tramitarse en nuestro país? Primer paso: el primero que debemos dar es deslindar lo que es la cuestión principal y lo que es la cuestión previa, accesoria o incidental. La cuestión principal es la sucesión que se tramita en nuestro país debido a que el causante dejó bienes en nuestro territorio. La solución dada, tanto por los Tratados de Derecho Civil Internacional de Montevideo de 1889 y de 1940 (arts. 45), como por el art. 2400 del Código Civil es la siguiente: “la ley del lugar de la situación de los bienes hereditarios al tiempo del fallecimiento de la persona de cuya sucesión se tata, rige todo lo relativo a la sucesión legítima o testamentaria”. O sea, la solución es que deberán abrirse tantas sucesiones como bienes en diferentes países existan. Ahora bien, una vez determinada cuál es la cuestión principal, pueden aparecer o presentarse numerosas cuestiones previas, accesorias o 2 Santos Belandro, Ruben: Derecho Civil Internacional y de Familia. Ed. AEU, Mdeo., 2009. Ver más ampliamente el capítulo referido al matrimonio musulmán. 159 Revista de la Asociación de Escribanos del Uruguay, tomo 97, ene. - jun. , 2011 — Doctrina Ruben B. Santos Belandro 160 incidentales: por ejemplo determinar la calidad de cónyuge supérstite, si es en segundas nupcias habrá que controlar el matrimonio y divorcio anteriores y el segundo matrimonio; si hay hijos matrimoniales comprobar que nacieron dentro del matrimonio o fueron legitimados por subsiguiente matrimonio de los padres, etc. Y como temática nueva: si el o la supérstite es un concubino o concubina deberá acreditarse previo a la declaración de herederos, si realmente goza de tal calidad. El art. 10 de la Ley 18.246 señala que: “tendrá los derechos sucesorios que el art. 1026 del Código Civil consagra para el cónyuge”. Segundo paso: la segunda consideración a realizar es la de determinar si la cuestión previa (el concubinato) debe regirse por la ley de la cuestión principal (la sucesión) o si debe tener una solución independiente. Nuestro país ha ratificado la Convención Interamericana sobre normas generales de Derecho internacional privado de 1979, que si bien rige para los países que la ratificaron3, el hecho de que su contenido esté referido a la teoría general del Derecho internacional privado, la hace de aplicación general. El art. 8.° consigna lo siguiente: “Las cuestiones previas, preliminares o incidentales que puedan surgir con motivo de una cuestión principal no deben resolverse necesariamente de acuerdo con la ley que regula a esta última”. Por tanto, el art. 8.° deja librado al intérprete, es decir al juez, decidir si va a optar por regular la cuestión previa por la ley aplicable a la cuestión principal (la de la sucesión) o si decide regularla por su propia ley (la ley que rige el concubinato). El punto neurálgico es que si regulamos el concubinato por su propia ley —que sería aquella donde los concubinos vivieron hasta el momento de la muerte de uno de ellos, o incluso de los dos— puede acontecer que se vea impedido de hacerlo por falta de regulación legal, o prohibido porque así está establecido. De llevarse a cabo esta opción la concubina no podría presentarse en el trámite sucesorio que se diligencia en nuestro país. Por tanto, la única solución posible cuando el concubinato en el país de origen carece de regulación legal o está terminantemente vedado, es aplicar a la cuestión previa la misma ley que se le aplica a la cuestión principal, o sea: la legislación uruguaya. En apoyo de esta última solución litiga el derecho que tiene el foro a guardar la armonía material,4 ya que no puede desconocerse una situación conformada en el extranjero y prohibida en el mismo, cuando la propia 3 Argentina, Brasil, Colombia, Ecuador, Guatemala, México, Paraguay, Perú, Uruguay y Venezuela. 4 Carrillo Salcedo, Juan Antonio: Derecho Internacional privado. Introducción a sus problemas fundamentales, Madrid. 1971, pp. 209 y ss, Calvo Caravaca, Alfonso-Luis y Carrascosa González, Javier. Derecho Internacional Privado, Granada, 2004, vol. I., pp. 245 y ss. Análisis de un concubinato concretado en el extranjero y la sucesión ... legislación uruguaya le reconoce virtualidad jurídica a la categoría “concubinato”. Hay que buscar entonces, la justicia material en el caso concreto, que habilitará al juez a aplicar la Ley 18.246 para reconocerle al o a la concubina los derechos que puedan corresponderle en la sucesión del causante tramitada en Uruguay. En tal caso, habrá dos decisiones judiciales: una declaración de concubinato realizada luego del fallecimiento de uno o de los dos convivientes; y una declaratoria de herederos. Para la hipótesis de concubinos radicados en el extranjero antes del fallecimiento y bajo un régimen legal que, o bien desconocía jurídicamente la figura del concubinato, o bien la prohibía, el reconocimiento judicial del concubinato tendrá eficacia estrictamente territorial, valdrá exclusivamente en Uruguay, no pudiendo hacerse valer en el extranjero. (Recibido el 22/11/2010 y aprobado el 22/3/2011) Revista de la Asociación de Escribanos del Uruguay, tomo 97, ene. - jun. , 2011 — Doctrina 161