AL JUZGADO CENTRAL DE INSTRUCCIÓN NÚMERO CINCO AUDIENCIA NACIONAL DÑA. YOLANDA ORTIZ ALFONSO, Procuradora de los Tribunales de Madrid, y de D. PEDRO ANTONIO SORIANO ORTEGA, DÑA. JUANA MARÍA GONZÁLEZ RUIZ, DÑA. TERESA LARA MARTÍN, DÑA. JOSEFA LARA MARTÍN, D. JAIME SÁNCHEZ MONTERO Y FILLOL, D. JULIÁN SECUNDINO RODRÍGUEZ ÁLVAREZ, EXPLOTACIONES AGROPECUARIAS DE CASTILLA Y LEÓN SL, DÑA. MARÍA DEL CARMEN ESCALADA HERNÁNDEZ, DÑA. MARÍA DEL CARMEN HERNÁNDEZ YAGUE, D. MIGUEL ÁNGEL GÓMEZ MERINO, D. FRANCISCO JAVIER APARISI LAPORTA, D. TOMÁS DE JULIÁN RACIONERO, D. LUÍS JAVIER PÉREZ VELASCO, D. RUPERTO PÉREZ FERNÁNDEZ-TENADILLO, D. AURELIO MEDIAVILLA HERREROS, DÑA. MARGARITA OLIVE GARCÍA, D. JAVIER AGUSTI CORTÉS como se acredita debidamente con la aportación de las correspondientes Escrituras de Poder General para Pleitos, con solicitud de devolución del original, por necesitarlo para otros usos, tras dejar copia testimoniada en Autos, ante el Juzgado comparezco, y, como mejor en Derecho proceda, DIGO: Que, a medio del presente escrito, al amparo del artículo 270 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal, en relación con los artículos 100, 101, 110 y 111 del mismo cuerpo legal, formulo QUERELLA CRIMINAL contra las mercantiles NUEVA RUMASA SA, JOSÉ MARÍA RUIZ MATEOS SA, INVERSIONES RUIZ MATEOS, CARNES Y CONSERVAS ESPAÑOLAS (CARCESA), GRUPO DHUL SL, CLESA SL, RUMANOVA SL, MASPALOMAS HOTELES SA HIBRAMER SA, contra los hermanos D. JOSÉ MARÍA, D. ZOILO, D. ALFONSO MARÍA, D. FRANCISCO JAVIER, D. ALVARO, D. PABLO RUIZ-MATEOS RIVERO, así como contra D. ALFONSO BARÓN RIVERO, DÑA. ROCÍO RUIZ MATEOS RIVERO y SU MARIDO D. LUÍS OJEDA, y contra D. ÁNGEL DE CABO SANZ, D. IVÁN LOSADA CASTELL y D. FERNANDO LAVERNIA SANCHIZ, por la comisión de los hechos que se significan seguidamente, que, a juicio de mis mandantes, constituyen, con notable evidencia, ilícitos penales, dignos de reprensión penal, tras la correspondiente cumplimentando con instrucción lo y enjuiciamiento. determinado en los Todo artículos ello, 277 y concordantes de la Ley de Enjuiciamiento Criminal, y dando inicio a las acciones judiciales penales y civiles que proceden. Los delitos de los que se acusa a las personas contra las que se dirige la presente querella criminal, especificados más adelante para cada uno de ellos, sin perjuicio de que puedan ser apreciados otros supuestos penales, en la tramitación de la causa, son los siguientes: DELITOS DE ESTAFA. DELITOS DE APROPIACIÓN INDEBIDA. DELITOS CONTRA LOS INTERESES DE LOS CONSUMIDORES. DELITOS DE INSOLVENCIA PUNIBLE. DELITOS CONTABLES. DELITOS DE ADMINISTRACIÓN DESLEAL. DELITOS DE ALZAMIENTO DE BIENES. DELITOS DE FALSIFICACIÓN EN DOCUMENTO MERCANTIL. PRIMERO.Juez ante quien se presenta: Se presenta esta querella ante el Juzgado Central de Instrucción con sede en esta ciudad, por ser el competente para su instrucción, a tenor del artículo 65 de la Ley Orgánica del Poder Judicial. Los delitos que se relacionan, como son la estafa, la apropiación indebida, contra los intereses de los trabajadores, se perpetran contra una pluralidad de personas, en todo el territorio nacional, y tiene entidad suficiente como para haber producido una grave afectación en la seguridad del tráfico comercial y mercantil, y según el espíritu que inspira los delitos contra los intereses de los consumidores, los intereses de los destinatarios de productos y servicios. La repercusión en la economía nacional es incuestionable. Pero es que es más, como conductas y actos defraudatorios que son algunos de los tipos penales cuya perpetración se atribuye a los aquí querellados, tienen la aptitud de producir una repercusión en la economía nacional y afectar a una generalidad de personas ubicadas en el territorio de más de una Audiencia. Es por esto que la concurrencia de tales presupuestos es suficiente para que deba reconocerse la competencia de la Audiencia Nacional y, consiguientemente, la de los Juzgados Centrales de Instrucción. Véase el contenido de los Autos del la Sala 2ª del Tribunal Supremo, de fecha 5 de marzo de 1999 y de 22 de abril de 1999. Precisamente, el criterio de la Sala 2ª del alto Tribunal, en relación con la aplicación de las normas de competencia de la Audiencia Nacional, es el de que, cuando se trata de una generalidad de personas, afectadas por la comisión de hechos delictivos que han sido perpetrados con la intención de abarcar a un número indeterminado y amplio de personas, dispersas por todo el territorio del Estado, precisamente por el ánimo lucrativo que invade a los sujetos activos, la competencia ha de atribuirse al Tribunal que ha sido legalmente dotado de específicas funciones para la instrucción y enjuiciamiento de conductas atentatorias contra los ciudadanos, genéricamente considerados. Véase los Autos de fecha 16 de abril de 1999 y de fecha 26 de noviembre de 2001, entre otros. Por tanto, entendemos que la competencia de la Audiencia Nacional, de acuerdo con la Jurisprudencia del Tribunal Supremo, para la instrucción y enjuiciamiento de la causa, es procedente, habida cuenta de que, de acuerdo con los criterios estudiados y establecidos por el alto Tribunal, la generalidad de personas, y la grave repercusión en la economía nacional, justifica la acción del Juzgado Central de Instrucción especializado y del Tribunal especial de la Audiencia Nacional. SEGUNDO.Nombre, apellidos y vecindad del querellante: Los datos de todos los querellantes, mis mandantes, son los siguientes, identificados individualmente: - D. PEDRO ANTONIO SORIANO ORTEGA, mayor de edad, soltero, jubilado, con DNI. 31.485.575 R, con domicilio en la C/ Plaza de Cataluña, 13, 5º Derecha, de Jerez de la Frontera, en Cádiz. - DÑA. JUANA MARÍA GONZÁLEZ RUIZ, mayor de edad, divorciada, jubilada, con DNI 31557819W, vecina de Arcos de la Frontera, con domicilio en la Urbanización El Santiscal, Avenida Príncipe de España, número 14, casa 1, Cádiz. - DÑA. TERESA LARA MARTÍN, mayor de edad, divorciada, empleada, con DNI 31641810C, vecina de Jerez de la Frontera, con domicilio en Barriada de la Granja, Plaza Algar, bloque 1, 1ºB, Cádiz. - DÑA. JOSEFA LARA MARTÍN, mayor de edad, divorciada, sin profesión, con DNI 31582295Y, vecina de Jerez de la Frontera, con domicilio en Barriada de la Granja, Plaza Bornos, bloque 10, 2ºC, Cádiz. - D. JAIME SÁNCHEZ MONTERO Y FILLOL, mayor de edad, casado, jubilado, con DNI 6737856Y, vecino de Boadilla del Monte, Calle Playa de Yas, número 4, 28660, Madrid. - D. JULIÁN SECUNDINO RODRÍGUEZ ÁLVAREZ, mayor de edad, con DNI 09610462G, con domicilio en la Calle General Ricardos, número 105, planta 4, puerta 3, 28019, Madrid. - EXPLOTACIONES AGROPECUARIAS DE CASTILLA Y LEÓN, SL, entidad mercantil con CIF B78421005, con domicilio en C/ Dalia, número 8, planta 4, puerta 1, 28109, Madrid. - DÑA. MARÍA DEL CARMEN ESCALADA HERNÁNDEZ, mayor de edad, con DNI 05359380N, con domicilio en la C/ Narváez, número 47, planta 4º, puerta C, 28009, Madrid. - DÑA. MARÍA DEL CARMEN HERNÁNDEZ YAGUE, mayor de edad, con DNI 07626927N, con domicilio en la C/ Narváez, número 47, planta 4º, puerta C, 28009, Madrid. - D. MIGUEL ÁNGEL GÓMEZ MERINO, mayor de edad, con DNI 02058204A, con domicilio en la Calle Lindes, número 9, 28260, de Madrid. - D. FRANCISCO JAVIER APARISI LAPORTA, mayor de edad, con DNI 02478764P, con domicilio en la Calle Géminis, número 5, de la localidad de Valdeolmos-Alalpardo, 28130, de Madrid. - D. TOMÁS DE JULIÁN RACIONERO, mayor de edad, con DNI 02036687-Z, con domicilio en la Avda. La Gavia, número 35, portal H, 5ºB, 28051, de Madrid. - D. LUÍS JAVIER PÉREZ VELASCO, mayor de edad, con DNI 02520021A, con domicilio en la Calle Argentina, número 18 A, 8º D, de Madrid. - D. RUPERTO PÉREZ FERNÁNDEZ-TENADILLO, mayor de edad, con DNI 01277561A, con domicilio en la Calle Guadalajara, número 3, de Madrid. - D. AURELIO MEDIAVILLA HERREROS, mayor de edad, con DNI 12605404R, con domicilio en la Calle Alcalá, número 152, de Madrid. - DÑA. MARGARITA OLIVE GARCÍA, mayor de edad, con DNI 01464884Z, con domicilio en la Calle Alcalá, número 152, de Madrid. - D. JAVIER AGUSTI CORTÉS, mayor de edad, con DNI 50716856Q, con domicilio en la Calle Dalia, número 8, de la localidad de El Soto de la Moraleja, Alcobendas, 28109, Madrid. D. JOSÉ SAN JAIME MARTÍNEZ, mayor de edad, con DNI 19354977-V, con domicilio en la Calle Joan Fuster, número 1, planta baja, Ribaroja del Turia, en Valencia. D. JOSÉ ANTONIO ALONSO ZAMORA, mayor de edad, con DNI 14438099X, con domicilio en la Sequía de Tormos, número 11, de la localidad de Godella, Valencia. TERCERO.Nombre, apellidos y vecindad de los querellados: La identidad de los que aquí resultan ser querellados es la que, individualmente considerados, a continuación se relaciona: D. JOSÉ MARÍA RUIZ MATEOS RIVERO, mayor de edad, de estado civil casado, con domicilio en la C/Alondra 2 Somosaguas, Pozuelo de Alarcon, de Madrid. Con D.N.I. número 50.837.958-T D. ALFONSO MARÍA RUIZ MATEOS RIVERO, mayor de edad, de estado civil casado, con domicilio en la C/Alondra 2 Somosaguas, Pozuelo de Alarcon, de Madrid. Con D.N.I. número 74.950.290-L D. ZOILO RUIZ MATEOS RIVERO, mayor de edad, de estado civil casado, con domicilio en la C/Alondra 2 Somosaguas, Pozuelo de Alarcon, de Madrid. Con D.N.I. número 793.544-K D. FRANCISCO JAVIER RUIZ MATEOS RIVERO, mayor de edad, de estado civil casado, con domicilio en la C/Alondra 2 Somosaguas, Pozuelo de Alarcon, de Madrid. Con D.N.I. número 52.369.406-Q D. ÁLVARO RUIZ MATEOS RIVERO, mayor de edad, de estado civil casado, con domicilio en la C/Alondra 2 Somosaguas, Pozuelo de Alarcon, de Madrid. Con D.N.I. Número 52.994.451-J D. PABLO RUIZ MATEOS RIVERO, mayor de edad, de estado civil casado, con domicilio en la C/Alondra 2 Somosaguas, Pozuelo de Alarcon, de Madrid. Con D.N.I. número 52.369.407-V DÑA. ROCÍO RUIZ MATEOS RIVERO, mayor de edad, de estado civil casado, con domicilio en la C/Alondra 2 Somosaguas, Pozuelo de Alarcon, de Madrid. D. LUÍS OJEDA mayor de edad, de estado civil casado, con domicilio en la C/Alondra 2 de somosaguas, Pozuelo de Alarcon, de Madrid. D. ALFONSO BARÓN RIVERO, mayor de edad, de estado civil casado, con domicilio en Paseo Conde de los Gaitanes 130, La Moraleja, 28109 Alcobendas, Madrid. D. ÁNGEL DE CABO SANZ, mayor de edad, de estado civil casado, con domicilio en la C/Serrano, número 41-45, 7ª planta, de Madrid. Con D.N.I. número 24.345.248-R D. IVÁN LOSADA CASTELL, mayor de edad, con domicilio en la C/ Serrano, número 41-45, 7ª planta, 28330, de Madrid. D. FERNANDO LAVERNIA SANCHIZ, mayor de edad, con domicilio en la C/ Serrano, número 41-45, 7ª planta, 28330, de Madrid. NUEVA RUMASA SA, con domicilio en la Avda. Pablo Iglesias, 39-41, 28029, de Madrid, inscrita en el Registro Mercantil de Madrid, Hoja 70052. JOSÉ MARÍA RUIZ MATEOS SA, con domicilio en la Calle Alondra, número 2, Somosaguas, 28223, Pozuelo de Alarcón, Madrid, inscrita en el Registro Mercantil de Madrid, Hoja 70048. INVERSIONES RUIZ MATEOS SA, con domicilio en la Calle Alondra, número 2, Somosaguas, 28223, Pozuelo de Alarcón, Madrid, inscrita en el Registro Mercantil de Madrid, Hoja 70039. GRUPO DHUL SL, con domicilio en Avenida de Andalucía, s/n, 18014, de Granada, inscrita en el Registro Mercantil de Granada, hoja 25858. CLESA SL, con domicilio en Avda. Cardenal Herrera Oria, 67, 28034, de Madrid, inscrita en el Registro Mercantil de Madrid, hoja 419542. CARCESA, (CARNES Y CONSERVAS ESPAÑOLAS SA), con domicilio en la Plaza El Prado, Prolongación Sevi, Mérida, 06800, Badajoz, inscrita en el Registro Mercantil de Badajoz, Hoja 20402. MASPALOMAS HOTELES SA, con domicilio en Calle Isaac Albéniz, número 3, Hotel Beberly Playa, 07184, de Calviá, Islas Baleares, inscrita en el Registro Mercantil de Palma de Mallorca, hoja 25678. RUMANOVA SA, con domicilio en la Calle Alondra, número 2, Somosaguas, 28223, Pozuelo de Alarcón, Madrid, inscrita en el Registro Mercantil de Madrid, Hoja 60565. HIBRAMER SA, con domicilio en carretera Segovia, kilómetro, 4,5, de Valladolid, CIF 4700772217, inscrita en el Registro Mercantil de Valladolid, hoja VA-953. CUARTO.Relación circunstanciada de los hechos que motivan la presente querella: UNO.- Cumple señalar con carácter previo que, precisamente, respecto de los asuntos que en adelante se significan, los hechos han de analizarse con sumo interés, con detenimiento, con precisión y con la debida extensión y objetividad, habida cuenta de que la gravedad y relevancia penal que los mismos incorporan, es muy significativa, siendo que el número de personas afectadas, en tanto que perjudicados y lesionados, es muy cuantioso, encontrándonos, por tanto, sin lugar a dudas, como luego se dirá, ante delitos que atentan contra los intereses generales y, por tanto contra todos los consumidores, por el sentido de la difusión publicitaria. La contravención de la ley penal es especialmente grave y digna de la más rigurosa reprensión, al objeto de hacer real justicia y aplicación ejemplarizante y rotunda del ordenamiento jurídico. Para la formulación de la presente querella, que se pretende minuciosa, clara y dotada de todas las legalidades y formalidades necesarias, se toma en consideración, la información que proporcionan los diferentes Concursos de Acreedores de las diversas Empresas del Grupo Nueva Rumasa, las informaciones de testigos consultados por mis mandantes, las informaciones difundidas en la prensa por las personas que prestaron servicios para el grupo Nueva Rumasa y los datos que obran en poder de mis mandantes, en tanto que inversores de pagarés emitidos por dichas compañías. DOS.- Es muy importante principiar el relato de los hechos que se relacionan, manifestando a Su Ilustrísima Señoría que, como puede apreciarse, no es fácil encontrar en la historia de nuestro país, una suerte de actos, hechos, situaciones y circunstancias, penalmente relevantes, de envergadura tan dañina, tan perjudicial y tan extendida entre las personas de los diferentes sectores sociales, a las que afecta con carácter muy numeroso y plural. La estafa afecta a más de 4000 personas, que invirtieron en torno a los 390.000.000 millones de Euros. Baste con afirmar que, como se acreditará más adelante, muchos de mis mandantes se encuentran en una angustiosa y precaria situación económica, familiar y personal, como consecuencia de los actos que han sido perpetrados, de manera dolosa y concienzuda, por los aquí querellados. Es que, como ejemplo, disponemos de un mensaje de correo electrónico, remitido por D. Javier Ruiz Mateos Rivero, a Dña. Marta González, Delegada de Nueva Rumasa en Valencia, en el que, ante las reiteradas exigencias de explicaciones de la misma, cara a aportar una solución a la situación creada con los inversores, los cuales les muestran múltiples quejas, se puede ver que el Sr. Ruiz Mateos Rivero manifiesta que cualquiera que tuviera dos dedos de frente sabría que invertir en Nueva Rumasa, a un Interés tan alto conllevaba un riesgo; por cierto, dicho riesgo no fue advertido por los emisores de pagarés. Por esto, la conducta es típicamente penal. En su virtud, y con la digna pretensión de proteger bienes jurídicos diversos, como luego se dirá, ha de suplicarse al Órgano Jurisdiccional, que proceda en consecuencia, instruyendo la causa que se le suministra con el máximo rigor, la mayor seriedad y el perfecto ánimo de lograr la averiguación y determinación de la verdad y exactitud de todos los hechos y situaciones que se citan, al objeto de que pueda dictarse recta Justicia penal y reparación de todos los daños. Para este fin, mis mandantes se ponen a disposición de Su Ilustrísima Señoría, facilitando todas las pruebas y datos que conocen o de los que disponen, comunicando expresamente que colaborarán en todo aquello que esté a su alcance, con determinación. Ilustre Señoría, de lo que se trata, antes que nada, es de lograr Justicia, ante hechos que afectan a una cuantiosísima pluralidad de ciudadanos, que se encuentran en situaciones muy precarias como consecuencia de los actos y hechos ilícitos llevados a cabo, de modo desconsiderado y doloso, por los aquí querellados. Nada de lo que aquí se denuncia y se hace saber ha de resultar novedoso, habida cuenta de que la relevancia pública y social de los hechos ilícitos presuntamente cometidos por los aquí querellados, es notoria, como se demuestra, y fácilmente se puede comprobar. Lo más llamativo y sorprendente, precisamente, es que los querellados han abusado y se han aprovechado, para la comisión de los hechos cuya perpetración se les atribuye, de su aparente buena reputación y su relevante y adquirida fama social como empresarios, así como de la buena fe de los perjudicados y de la manipulación masiva de la realidad jurídica, económica y financiera de las compañías, que, de hecho y de derecho, regentaban; por ende, los atentados ocasionados contra los intereses de la pluralidad de personas afectadas, son considerados como dolosos, encontrándose, por tanto, ínsita en los actos ilícitos, una mala intención o mala fe que, no hace sino agravar, en todos los ámbitos a los que nos referimos, la relevancia penal de los mismos, y, por tanto, y en consecuencia, el reproche que ha de esperarse de la justa aplicación de la Ley. TRES.- Como es sabido, la familia RUIZ MATEOS RIVERO ha sido propietaria, de hecho y de derecho, del grupo de empresas que constituyen NUEVA RUMASA, hasta, según ha sido publicado en los medios de comunicación, el 9 de septiembre de 2011, momento en el que se ha producido la transmisión de la propiedad a la Mercantil Back in Business SL, titularidad a la sazón del Sr. Ángel de Cabo Sanz. Pues bien, estableciendo el orden preciso y necesario, estemos a los hechos que se someten a la instrucción de Su Ilustre Señoría, principiando por mostrar su génesis: En febrero de 2009, y prolongándose hasta finales del año 2010, como es públicamente conocido, se anuncia al público en general, por los responsables de este grupo, la emisión de un programa de pagarés corporativos, a suscribir por un importe mínimo de 50.000 euros, con un tipo de interés garantizado del 8% anual, que no estaban admitidos a negociación en un mercado secundario, publicitándose en todos los medios de comunicación, tanto prensa, radio, televisión e Internet, y llegando, de este modo, a la práctica totalidad de los ciudadanos de nuestro país, e incluso, de países extranjeros. Es imprescindible expresar a Su Señoría, el tenor literal del anuncio, que rezaba del siguiente modo, claro, preciso, y con altas dosis de marketing, ciertamente persuasivo: “Nueva Rumasa, constituye uno de los grupos empresariales más importantes de nuestro país con una valoración patrimonial neta de más de 3.000 MM de euros en compañías líderes en sectores consolidados y estables de nuestra economía: Alimentación, Bodegas y Bebidas, Distribución, Hoteles, Agrícola, Ganadera y Patrimonial. Nueva Rumasa está compuesta por 107 empresas con más de 10.000 empleados directos y 6.000 indirectos, con relaciones comerciales en 78 países, y una facturación por encima de los 1.500 MM de euros. Todas las empresas son 100% propiedad y ninguna cotiza en bolsa. Ahora tiene usted la oportunidad de participar en una inversión rentable y segura a través de la suscripción de pagares corporativos de las compañías que componen Nueva Rumasa, y que pone a su alcance con una rentabilidad garantizada del 8% anual. El objeto de esta emisión de pagares es la adquisición de empresas que representan autenticas oportunidades de negocio en los momentos actuales, aportando mayor facturación, patrimonio y liderazgo. En caso de estar interesado no dude en ponerse en contacto con nuestras oficinas, en donde estaremos encantados de facilitarle toda la información necesaria para su estudio: Nueva Rumasa Avda. Pablo Iglesias, 39-41, 28043 – Madrid 91 533 49 00. invernegocios@nuevarumasa.com Nueva Rumasa Plaza Francesc Macia, 7 08029 – Barcelona. nuevarumasabcn@nuevarumasa.com 93 419 93 38. Esta operación ha sido autorizada previa consulta realizada ante la CNMV con fecha 11 de febrero de 2009. Condiciones: El importe mínimo por cada inversor es de 50.000€ y los pagarés emitidos no estarán admitidos a negociación en ningún mercado secundario.” Como este anuncio se difundieron otros anuncios u ofertas, a modo de folletos informativos, de similares características, con la misma finalidad. Precisiones a tener en cuenta respecto del anuncio: 1º.- Como se evidencia, en los anuncios se citaba y transmitía la idea de grupo. Sin embargo, es lo cierto que el grupo de empresas no se estructuraba alrededor de un holding, de una sociedad tenedora de las distintas participaciones empresariales. En realidad, lo que es claro es que las empresas encuentran sus vinculaciones a través de los accionistas comunes, y evidentemente responden a un tipo de acción concertada. De este modo son las distintas sociedades las que han emitido los pagarés, y no el grupo, siendo que lo fundamental no sería tanto el patrimonio y la solvencia del grupo, si no la del emisor concreto de cada pagaré. 2º.- Los pagarés no han estado admitidos a cotización en ningún mercado secundario oficial. Es decir, que no han podido ser objeto de compra ni de venta. 3º.- En lo relativo a la Comisión Nacional del Mercado de Valores, se ha tratado de una emisión no sujeta a la tutela de la CNMV, y por tanto, sin las garantías que dicha Institución y el ámbito del Derecho habrían de ofrecer y asegurar, como son el control de la contabilidad, cuentas anuales, balances y otros datos fiscales y financieros. De ahí, que resultara muy complejo para cualquier inversor, conocer la verdadera situación de las empresas que componían el grupo, resultando cierto que, de acuerdo con los datos que se conocen, las mismas, como es evidente, no reunían las condiciones y aptitudes para emitir tales pagarés, dada su situación de insolvencia, o al menos, de elevados pasivos, realmente mantenida en el tiempo. Estamos ante claros supuestos de delitos contables, habida cuenta de que, de acuerdo con los datos que constan a mis mandantes, públicamente conocidos, fundamentalmente los Informes de las diferentes Administraciones Concursales de las Empresas declaradas en Concurso de Acreedores, los miembros de la familia Ruiz Mateos Rivero, administradores de hecho y de derecho de las diferentes empresas, habrían ordenado el falseamiento o alteración de las cuentas anuales de cada sociedad, cara a que las mismas manifestaren una falsa situación de solvencia. La finalidad es elocuente: se trataba de captar la mayor cuantía de inversión. 4º.- En los anuncios se destacó que se trataba de financiar la compra de nuevas empresas, si bien, con los datos que se conocen, no puede acreditarse que se haya efectuado, en el año 2009, 2010 o 2011, la adquisición de otras empresas, antes al contrario. Los fondos captados no se habrían destinado a inversión, sino al pago de deuda o de operaciones comerciales de tráfico ordinario o al pago de gastos estructurales de las Compañías, o lo que es peor y más grave, los importes de las inversiones, habrían sido desviados y depositados en cuentas existentes en paraísos fiscales extranjeros. Existe fundada sospecha, y, sin lugar a dudas, mis mandantes lo consideran muy posible, tras las últimas informaciones aparecidas en la prensa y medios de comunicación, y de acuerdo con los cálculos numéricos realizados, de que parte de las cantidades de estas inversiones en pagarés, se habrían desviado y depositado en paraísos fiscales, para su ocultación fraudulenta. 5º.- Un dato muy relevante en el estudio que ha de realizarse de las conductas de los aquí querellados, respecto de los miembros de la familia Ruiz Mateos Rivero, es el hecho de la PUBLICIDAD de tales pagarés y el contenido de la misma, siendo lo cierto que ha de tenerse en cuenta que el marketing es importante y forma parte de del mensaje publicitario: El mensaje percibido por el público en general es el de que se ofrece la compra o la inversión a través de pagarés, con vencimiento a un año, y a un tipo de interés, muy elevado, del 8% anual. Para evidenciar que se cumple con la normativa vigente, se informa que dichos pagarés no están admitidos a cotización en mercado secundario oficial y que no están sujetos a la supervisión de la CNMV, constando efectuada previa consulta a esta Entidad. Por tanto, la oferta publicitaria presenta tres elementos, que son esenciales cara provocar influencia en la libre voluntad de los destinatarios, para que los mismos suscribieran tales pagarés y efectuaren el desembolso dinerario correspondiente, generando la confianza suficiente: - El vencimiento del pagaré lo es a UN AÑO. - El tipo de interés es del 8% ANUAL. - Se trata de FINANCIAR LA ADQUISICIÓN DE NUEVAS EMPRESAS, para incorporarlas a un grupo empresarial solvente, moderno y fuerte, con resultados positivos. - El grupo de Empresas Nueva Rumasa tiene un valor superior a 3.000 millones de Euros, y una facturación superior a los 1.500 millones de Euros. Como puede advertirse, de inicio y sin entrar en un examen minucioso, las condiciones de la oferta son muy ventajosas y muy persuasivas; sin embargo, la probabilidad de cumplimiento de la obligación de devolver la inversión, unida a los importes por intereses, se acredita y se asegura imposible, dada la situación financiera y contable de las empresas en el momento de la emisión. Es claro, vistos los diferentes informes de las Administraciones Concursales respectivas, y la documentación que obra en los Autos de los distintos Concursos de Acreedores, que los Sres. Ruiz Mateos Rivero, Administradores de hecho y de derecho de las Compañías del grupo Nueva Rumasa, conocían la verdadera situación económico financiera de las mismas, y, a pesar de ser conscientes de la imposibilidad de cumplir con la obligación de reembolsar las cantidades debidas a los múltiples inversores, que no eran menores en modo alguno, promovieron, planificaron, organizaron y ofrecieron la suscripción de pagarés, destinada al público en general, es decir, a los consumidores, captando millones de Euros, para aplicarlos a diversos fines, en interés propio y ajeno, distinto de aquel que fue ofrecido públicamente. CUATRO.Los citados pagarés han sido emitidos, fundamentalmente, por las siguientes empresas del Grupo Nueva Rumasa: CLESA SL, GRUPO DHUL SL, CARCESA, HIBRAMER SA, INVERSIONES RUIZ MATEOS SA, JOSÉ MARÍA RUIZ MATEOS SA., RUMANOVA, S.A., MASPALOMAS HOTELES,S.A., NUEVA RUMASA, S.A. Mis mandantes entienden, tras sufrir las circunstancias relacionadas con los sucesivos incumplimientos, y tras el análisis de datos y documentos que son públicos y notorios, derivados de sus respectivas personaciones en Concursos de Acreedores e información de medios de comunicación, que el objetivo de la familia Ruiz Mateos Rivero ha sido el de captar una gran cantidad de capital dinerario, a través de las compañías de mayor fama y reconocimiento social y mayor facturación, así como a través de compañías que han sido creadas con el objeto de hacer uso del nombre y reputación de la familia Ruiz Mateos, principalmente de D. JOSÉ MARÍA RUIZ MATEOS Y JIMÉNEZ DE TEJADA. Es lo cierto que los hermanos Ruiz Mateos Rivero han pretendido captar múltiples inversiones, mediante el ofrecimiento de la suscripción de pagarés a personas diversas, fundamentalmente pequeños ahorradores, a través de empresas escogidas al efecto, con el fin de conseguir persuadir y, por cierto, vistas las circunstancias, engañar, al mayor número de personas. Las empresas Clesa SL, Grupo Dhul S.L., Carcesa, Hibramer SA y Maspalomas Hoteles SA, han sido consideradas sociedades de alto volumen de facturación, y de enorme relevancia económico empresarial, y han sido valoradas y consideradas por la ciudadanía como estandartes de la buena gestión y éxito mercantil, precisamente por el reconocimiento de las marcas y productos elaborados. No es menos cierto que dicha fama ha sido conseguida en buena medida porque los resultados empresariales anuales que, tendenciosamente han sido difundidos por los Administradores de hecho y de derecho, aquí querellados, han simulado una realidad económico financiera falseada, de modo y manera que han evidenciado resultados positivos, sin reflejar la verdadera situación de las distintas compañías. Los Gerentes o Directores Generales de estas compañías, han de dar fe de tales circunstancias, habida cuenta de que son precisos conocedores de la auténtica realidad comercial y productiva. De ahí que se considere fundamental su comparecencia ante el Órgano Instructor de la causa, cuya iniciación e instrucción se suplica. El Letrado D. JOAQUÍN YVANCOS MUÑIZ, a cuyo despacho encargaron la presentación de los 43 concursos de muchas de las empresas del grupo, al ver las grandes diferencias con los balances reales y los oficiales, ordenó a todos los ejecutivos que retrotrajeran las operaciones ficticias de maquillamiento de resultados, haciendo los asientos de regularización oportunos a fin que los balances que se presentaran en los diferentes concursos, fueran los que reflejaran la situación real de las compañías. Las empresas Nueva Rumasa SA, Inversiones Ruiz Mateos SA, José María Ruiz Mateos SA y Rumanova SA, han emitido pagarés aprovechando la fama y reputación de la familia Ruiz Mateos, de modo y manera que mis mandantes han confiado en la buena fe, en la fama empresarial y la presunta honestidad y honradez de dichas personas, y han efectuado los actos de disposición patrimonial correspondientes. Es lo cierto que estas empresas no han dispuesto prácticamente de actividad económica y no han sido titulares, en propiedad de bienes, o de existir alguno, no atesoraban valor suficiente como para responder de las resultas de las obligaciones contraídas. Es lo cierto que los hermanos Ruiz Mateos Rivero diseñaron la oferta de pagarés en estos casos, con el empleo del recurso de los avales de otras empresas del grupo, precisamente, las mercantiles Clesa y Dhul fundamentalmente, curiosamente las empresas que ya estaban siendo, por otro lado, objeto de una gran carga de pasivo u obligaciones, por la emisión de pagarés propios. Como se aprecia, los aquí querellados, ni tan siquiera tuvieron la diligencia de procurar la generación de avales con solvencia suficiente como para atender la reintegración de los pasivos o inversiones captadas. En definitiva, lo que aquí se pretende expresar es que los presentes querellados han sido conscientes en todo momento de la imposibilidad de hacer frente a las obligaciones contraídas con los inversores, como se demuestra con el análisis de los pasivos y los activos de las sociedades emisoras y/o avalistas de los pagarés emitidos, y, a pesar de ello, actuaron de modo ilícito, lo que supone que la conciencia del carácter indebido de la oferta de inversión, ha estado presente desde un inicio en la planificación o en las pretensiones de los citados. CINCO.Ha de ponerse en conocimiento de Su Ilustre Señoría, un hecho, ya antes anunciado parcialmente, que consiste en que los importes de las inversiones efectuadas por los suscriptores de pagarés, no han sido destinados a los fines para los que se informaba: La oferta de pagarés difundía públicamente que la inversión captada y efectivamente aportada iba a ser destinada a la adquisición de nuevas empresas que se incorporarían a un grupo empresarial fuerte y solvente. Sin embargo, se demuestra que ello no ha sido en modo alguno así, habida cuenta de que no sólo no fue adquirida ninguna compañía mercantil con la aplicación de estos importes, sino que, además, no se realizaron inversiones en las compañías ya existentes, cara a garantizar una rentabilidad que pudieran permitir una cierta seguridad en la recuperación de la inversión, con los intereses correspondientes. Ello es evidente. La afirmación de que el grupo empresarial Nueva Rumasa era solvente y fuerte, se demuestra que fue empleada para persuadir y para hacer efectivas las características inherentes al engaño. Véase que casi el total de las empresas que forman parte del Grupo se encuentran en situación de Concurso de acreedores, siendo que los pasivos de las mismas, hacía tiempo que eran muy elevados, y las situaciones de bonanza que se predicaban, en nada se correspondían con la realidad económico financiera. Se da la circunstancia de que en el último año de emisión de pagarés, incluso ya no se atendían obligaciones con la Hacienda Pública o con la Seguridad Social, o los sueldos de los trabajadores. Efectivamente, las Compañías del Grupo eran titulares de activos inmobiliarios, bienes de equipo, infraestructuras industriales y bienes muebles de gran entidad, y pero no es menos cierto que la totalidad de tales activos se encontraban hipotecados, embargados o, en general afectos al cumplimiento de obligaciones y cargas diversas, resultando inadecuados o no aptos para dar fe de una pretendida solvencia de tan desproporcionada dimensión. El valor del Grupo Nueva Rumasa, quizás, no vamos a discutirlo en este momento, podría calcularse en los valores que afirmaba la familia Ruiz Mateos, entorno a los 3.000 millones de Euros (aunque entendemos que el valor no supera en la realidad los 1.000 millones de Euros; sin embargo, lo cierto es que estos valores no han contemplado el volumen de las descomunales cargas que los gravaban. Como se está evidenciando, a medida que avanzan los distintos procedimientos concursales, ninguno de los activos de las empresas del grupo Nueva Rumasa se encontraba libre de carga o gravamen, principalmente hipotecas, en el momento de la emisión de los pagarés corporativos, siendo lo cierto que muchos de los inmuebles soportan cargas de valor muy superior al del propio activo. Pero es que esta no es una cuestión menor. Se trata de una situación grave o digna del mayor reproche penal, toda vez que las empresas emisoras o avalistas de pagarés, que eran propietarias de activos, sin duda, soportaban en el momento de la emisión pública de los pagarés, y soportan, según los datos veraces que mis mandantes conocen, por su personación en los diferentes procedimientos concursales, cargas y gravámenes de desproporcionadas cuantías, siendo que, incluso, algunos de los bienes garantizaban el cumplimiento de obligaciones de otras empresas del grupo. Véase el caso de Dhul, Clesa, Carcesa o Hibramer. Ilustre Señoría, es que nos encontramos ante una muy peculiar e inédita forma de establecer gravámenes sobre los bienes de las compañías del Grupo, que consiste en que todas las empresas que forman parte del mismo, garantizan el cumplimiento de las obligaciones del resto de compañías, a modo de garantías cruzadas y entrelazadas, estableciendo una suerte de entramado de gravámenes, obligaciones y pasivos, como si de tela de araña se tratase, valga el ejemplo, que imposibilita encontrar bien alguno libre de cargas. De este modo, las garantías dadas para el cumplimiento de las obligaciones contraídas por la emisión pública de los pagarés, con destino el público en general, resultan claramente insuficientes e inidóneas. Los aquí querellados, que son quienes han diseñado el citado entramado empresarial, han sido plenamente conscientes de que el plan de emisión de pagarés corporativos provocaría daños y perjuicios en una multiplicidad de personas, precisamente por la imposibilidad de contar con recursos suficientes como para garantizar los reintegros o los reembolsos, y a pesar de ello, ejecutaron su plan de captación de inversión o de financiación de las empresas, con plena conciencia, conocimiento y voluntad. La publicidad realizada en relación con la solvencia del grupo, incorporaba, como se demuestra, altas dosis de engaño y falsedad de los datos, y, prueba de ello, entre otras muchas razones, es el hecho de que la valoración del Grupo Nueva Rumasa, establecida de 3.000 millones de Euros, no se refería, en modo alguno a las empresas que emitían o que avalaban los pagarés. Es obvio, de acuerdo con los datos que obran en poder de mis mandantes, públicamente conocidos, que las compañías, Dhul, Clesa, Hibramer, Carcesa, Inversiones Ruiz Mateos SA y José María Ruiz Mateos SA, Maspalomas Hoteles SA, Rumanova SA, Nueva Rumasa SA, no atesoran un valor libre de 3000 millones de Euros. El resto de las Mercantiles del Grupo Nueva Rumasa, no responden de las obligaciones de las emisoras o avalistas de pagarés, como así se ha pretendido hacer ver. Cada departamento organizativo y cada empresa, a todos los efectos, “era un compartimento estanco, no comunicable”, como así se define por los que han sido trabajadores del grupo. Y lo mismo habrá de decirse respecto de los importes de las facturaciones de estas empresas, cara a publicitar la capacidad de generación de recursos. Bien es cierto que el Grupo practicaba la idea y los principios de la denominada Caja Única, pero tan sólo a los efectos de aportar fondos o recursos para su distribución entre las empresas que forman parte del mismo, que los necesitaren. La publicidad, en cualquier caso es engañosa, tendenciosa y falsa, al claro objeto de producir error en todos los posibles inversores, que les incitare a realizar un acto de disposición dinerario por los importes que se fijaban. Consideran mis mandantes, de acuerdo con los datos que conocen y en función de los cálculos matemáticos y económicos que efectúan, que las cuantías dinerarias aportadas por los inversores, han sido destinadas en todo caso al pago de deuda de las diferentes empresas del Grupo, a modo de financiación, disponiendo los Administradores de hecho y de derecho aquí querellados, a su antojo de dinero ajeno, para sufragar gastos corrientes, como eran sueldos de trabajadores, fundamentalmente, los jugadores de futbol del Equipo Rayo Vallecano, Entidad dependiente del Grupo, y otros costes similares. Así mismo, tienen conocimiento mis mandantes, según los datos suministrados por los que han prestado servicios para el grupo Nueva Rumasa, de que parte de los importes aportados han sido destinados a donaciones a organizaciones religiosas, como son los Legionarios de Cristo, el Opus Dei, o los Salesianos y otras entidades similares. En concreto, se conoce que unos 6 millones de Euros habrían sido donados a la Organización Legionarios de Cristo, y otro tanto al Opus Dei, siendo que se habrían efectuado liberalidades por valor de 4 millones a favor de Los Salesianos y otras entidades de carácter religioso. Nada que decir obviamente respecto de la práctica de donaciones a favor de entidades religiosas, como es lógico; sin embargo lo que no ha de admitirse, bajo ningún concepto, es que el dinero ajeno, que ha sido prestado o invertido para los fines concretos que fueron publicitados, sea destinado a la realización de tales liberalidades de carácter gratuito, que, como es natural, ninguna rentabilidad ofrecen, cara a reintegrar los importes captados como inversión. Los inversores prestaron su dinero para hacer efectiva la adquisición de nuevas empresas, y no para destinarlo a donaciones y otras liberalidades. SEIS.Y como colofón a lo expuesto, de carácter absolutamente delictivo, vistas las informaciones difundidas en la prensa por quienes prestaron servicios profesionales para el Grupo, consideran mis representados que parte del dinero invertido habría sido desviado a cuentas bancarias ubicadas en el extranjero, fundamentalmente localizadas en Suiza y Holanda, y desde las mismas, se habrían canalizado hacia paraísos fiscales, a través de la persona del aquí querellado D. ALFONSO BARÓN RIVERO, sobrino de D. José María Ruiz Mateos y Jiménez de Tejada y Dña. Teresa Rivero. Esta persona es la que ya desde la antigua Rumasa, expropiada en 1983 y luego en la Nueva Rumasa, era la que manejaba todas las cuentas en el extranjero de la familia y las empresas, siendo éste su único trabajo, utilizando principalmente la entidad DressnerBank y luego de DeutcheBank. Es lógico realizar tales aseveraciones, dadas las circunstancias que movieron a mis mandantes a realizar el acto de disposición patrimonial y vistos los datos relativos a la aplicación del dinero, nada tienen que ver con las condiciones ofrecidas por los hermanos Ruiz Mateos Rivero. Veamos: Se da la circunstancia, absolutamente relevante de que, según se conoce, D. Alfonso fue director de un Banco de la antigua Rumasa en Frankfurt, y que no fue expropiado por la Administración del Estado Español, y que en 1985 fue vendido. Tiene también la nacionalidad alemana y ha funcionado desde siempre con despachos fiduciarios de abogados en Ámsterdam, Ginebra y Frankfurt, y ello ha sido de vital importancia para materializar tales desvíos dinerarios, para lograr la salida del dinero de los inversores, hacia el exterior de España, con un fin de ocultación o sustracción al control de las autoridades españolas. Esta tarea, ahora la está realizando el Marido de Rocio Ruiz-Mateos, que trabaja en el DeuscheBank de Ginebra y al cual visita periódicamente su Cuñado Jose Mª Ruiz-Mateos Rivero. Ha de saberse que el envío de cantidades dinerarias desde las Empresas del Grupo Nueva Rumasa, con destino la Entidad bancaria de Suiza ha sido una constante que ha formado parte imprescindible de la actividad empresarial y comercial, del funcionamiento, y de la estructura del citado Grupo a lo largo de los años. Según datos ofrecidos por los testigos que luego se citarán, ha sido frecuente el envío de cantidades dinerarias de las empresas del grupo hacia Bancos suizos, desde hace más de 3 décadas por D. Alfonso Barón Ribero, de modo y manera que, por el mismo, se ha organizado la distribución de tales fondos hacia las distintas compañías, según sus necesidades, formando además, un fondo de reservas o una “HUCHITA”, según palabras del propio José María Ruiz Mateos y Jiménez de Tejada, que tendría como función, atender las necesidades y deudas del Grupo, en tiempos de crisis económica o financiera. En estos Bancos Suizos han sido depositados los importes obtenidos con las operaciones de compra y venta de las Sociedades de que el Grupo era titular en el extranjero, y que se salvaron de la primera expropiación del año 83: así, allí fue depositada la cantidad obtenida por la venta de un viñedo en Argentina, valorado en unos 40 millones de Euros, o la cantidad obtenida por la venta de hoteles en Estados Unidos, valorados en unos 30 millones de Euros, o los importes obtenidos por la venta de empresas de licores en Portugal, 35 mm de € u Holanda, cifradas en unos 50 millones de Euros, entre otras. Además, muchos de los importes correspondientes a la constitución de hipotecas que se han suscrito, sobre los bienes de las compañías del Grupo, fundamentalmente hoteles, se habrían desviado a las cuentas ubicadas en Suiza, con la finalidad de financiar el Grupo y proporcionar la seguridad de que los fondos existentes en estas cuentas no habría de ser detectado por las autoridades españolas para la práctica de embargos, o con la finalidad de eludir controles de carácter tributario. En este punto cabe expresar, para conocimiento de Su Señoría, que ha sido muy frecuente en la práctica comercial del Grupo Nueva Rumasa, la adquisición de Hoteles y bienes inmuebles, no tanto con el objeto de efectuar su explotación empresarial y comercial, sino con la finalidad de gravarlos con préstamos hipotecarios diversos. De ahí que los inmuebles que se adquirían no tuvieran incorporadas cargas o gravámenes, y, al poco tiempo de su compraventa (o el mismo día de la compraventa, en otro despacho de la misma notaria) por la familia Ruiz Mateos Rivero, se constituían tales préstamos, en muchos casos, por importes muy superiores al valor de los propios activos. Es lo cierto que los precios de la compraventa de los inmuebles eran de ordinario inadecuadamente elevados, al objeto, claro es, de incorporarles préstamos hipotecarios de importes más elevados. Pues bien, una vez efectuado el préstamo hipotecario, la cantidad obtenida por tal concepto, en muchas ocasiones se transfería directamente a las cuentas del Banco suizo, que hemos citado, sin ni tan siquiera, pasar a formar parte de los activos dinerarios de la propia sociedad titular del préstamo, aquí en España, en orden a hacer efectiva la aplicación del fin designado en la propia Escritura de hipoteca. Se conoce que, incluso, en ocasiones por parte de las entidades bancarias prestamistas, se iniciaron procedimientos de inspección, cara a averiguar si el destino de los importes concedidos como préstamo hipotecario, efectivamente fueron aplicados a la finalidad para la cual se solicitaba. Por tanto, con lo expuesto, ninguna duda puede albergarse sobre el hecho de que parte de los importes obtenidos con la suscripción de los pagarés, habrían sido desviados hacia este banco extranjero, ubicado en Suiza, como se ha dicho, con una finalidad de ocultación fraudulenta, vistas las circunstancias. Es claro que la figura de D. Alfonso Barón Rivero y la abogada fiduciaria que utilizaba en suiza cuyos datos son los siguientes: Joelle Knopfel, Etude de Me Joëlle Knopfel 7, Place de la Fusterie CP 3362. CH - 1211 Genève 3; Tel: etude@knopfel.ch; +4122 310 69 75 Fax: +4122 310 30 69, habría sido esencial para la comisión de los hechos ilícitos que se describen, toda vez que, ha favorecido y ha sido artífice, de modo y manera imprescindible, de la salida de territorio español de tal dinero y los movimientos posteriores del mismo. Pero es que no puede evitarse que mis mandantes realicen tales imputaciones y pretendan la formulación de esta querella con la pretensión de exigir la aplicación más rigurosa y contundente que la Ley penal. Nada más hay que analizar los hechos y circunstancias descritas dentro del marco completo en el que se ha desarrollado la actividad mercantil del Grupo Nueva Rumasa; es que el entramado empresarial que se conoce, tras los datos que son suministrados a mis mandantes por la personación en los procedimientos concursales de las empresas correspondientes y por los datos que se vierten diariamente en la prensa, es digno de analizar con la debida cautela y el máximo rigor; todas las empresas españolas del Grupo Nueva Rumasa dependían de sociedades constituidas en el extranjero, al amparo y bajo la vigencia de la ley del país correspondiente. Un análisis de dichas compañías nos permite constatar que, curiosamente, todas han sido constituidas y se encuentran reguladas por las leyes de Belice, fundamentalmente, y Antillas Holandesas, a la sazón, países considerados como paraísos fiscales. Es que con todos estos datos, no puede pedirse a mis mandantes que, dada la situación económica en la que han quedado, tras el acto de disposición patrimonial efectuado por el engaño promovido por los aquí querellados, no realicen las imputaciones que anteceden contra los mismos y manifiesten creencia de que los actos llevados a cabo por estos no tenían finalidad de carácter ilícito. SIETE.Mis mandantes desean poner de manifiesto que el engaño al que han sido sometidos, ha revestido todas las formas posibles. Así consideran que el ardid empleado no sólo se centra en las artimañas desplegadas para persuadir su libre voluntad, con la intención de captar la inversión, sino también se concreta en el hecho de que una vez realizado el acto dispositivo, se persuadía a las personas para que no retiraran, el montante de la inversión, ni el importe de los intereses, vencido el año correspondiente o el periodo pactado, que obligaba al reintegro convenido. De este modo, se le indicaba al concreto inversor, que era más beneficioso reinvertir el importe relativo a los incrementos por intereses y/o al capital que retirarlo. Así, los Administradores de hecho y de derecho de Nueva Rumasa, aquí querellados, se aseguraban de no tener que reintegrar cantidad alguna, a buen seguro, porque no se encontraba ya a disposición de los acreedores de la inversión. Nuevamente, por tanto, se les engañaba, porque la intención no era la de, efectivamente, invertir en la compra o reestructuración de empresas, sino que se trataba de evitar el reintegro dinerario correspondiente. De facto, según los cálculos temporales que efectúan mis patrocinados, no existía capacidad de devolución y entrega de los importes debidos, precisamente porque los pasivos acumulados por las Compañías emisoras y avalistas de pagarés en el último año y medio, y en la actualidad, son tan elevados que hacen presuponer, como se ha indicado, que los aquí querellados conocían con carácter concreto, la imposibilidad de atender al cumplimiento de sus obligaciones. OCHO.A principios del año 201, a mediados del mes de febrero, la mayor parte de las empresas del grupo Nueva Rumasa instan el pre-concurso del artículo 5.3 de la LEY CONCURSAL, PREVIO AL concurso voluntario de acreedores, según se ha manifestado por los Administradores de hecho y de derecho, aquí querellados, por encontrarse en una situación de insolvencia, que, según los mismos, se genera el 31 de diciembre de 2010. Sin embargo, esta situación, ni tan siquiera es cierta, vistos los informes de las Administraciones Concursales de los diferentes Concursos de Acreedores, y demás datos que son de pública relevancia; puede afirmarse con total seguridad que los datos de contabilidad y balances se falseaban desde hacía tiempo, lo cual nos lleva a entender que las circunstancias determinantes de la insolvencia se habían producido con anterioridad a los momentos manifestados por los auténticos propietarios de las empresas del grupo. Es clara la responsabilidad de los mismos en este punto. Ante la situación pre-concursal, la familia Ruiz Mateos opta por informar a la opinión pública, fundamentalmente a los inversores de pagarés, de la realidad económico financiera del grupo, siendo lo cierto que, en ese momento, se manifiestan datos no reales, como se ha demostrado por los Administradores Concursales, sobre la deuda de las empresas, que en realidad es superior a la expresada, y el valor de los activos, que en realidad es inferior a la manifestada, procurando evitar que los acreedores se alarmasen de modo inmediato. En esa misma línea, D. José María Ruiz Mateos y Jiménez de Tejada redacta varios modelos de cartas y los remite a los diferentes inversores, asegurándoles que se iba a cumplir con las obligaciones contraídas con los mismos, cuando es lo cierto que la capacidad del Grupo para atender los cumplimientos era nula. Se pretende, por parte de la familia, convencer a los inversores de que la solución idónea para cumplir con las obligaciones es precisamente la vía de los concursos de acreedores de las empresas emisoras de los distintos pagarés, habida cuenta de que se ordenarían los pagos con los procedimientos correspondientes. A estas alturas, de sobra conocido resulta ser el hecho de que la masa activa de los diferentes concursos no tiene suficiencia como para cubrir el importe de todos los pasivos u obligaciones existentes, ni tan siquiera, los relacionados con los acreedores ordinarios de las sociedades. Así mismo, se ofrece por parte de D. José María Ruiz Mateos y Jiménez de Tejada la cesión a los inversores, de los derechos que habrían de corresponder a la familia por la famosa y tan mencionada expropiación de la antigua Rumasa, siendo que se pretende asegurar que, una vez resuelva el Tribunal Supremo la cuestión suscitada en relación con la expropiación de Galerías Preciados, que se entiende habría de ser estimada, la indemnización correspondiente tendría carácter multimillonario. Sin embargo, lo que en realidad se está cediendo es un derecho sobre una cuestión que se encuentra sub iudice, de dudosa estimación, y respecto de la cual no es posible pronunciarse con carácter concreto, por sus propias características. NUEVE.Como colofón a toda esta suerte de intentos de posponer una solución a los impagados o evitarlos o, en cualquier caso, aportar una solución a circunstancias terriblemente perjudiciales para terceros, es preciso significar la situación de carácter más grave, menos aconsejable y más dañina para los intereses de los acreedores, de todas las previstas por los hermanos Ruiz Mateos Rivero: Se trata de la venta del grupo de empresas al Sr. D. Ángel de Cabo Sanz. Veamos: A pesar de que la compraventa de las empresas se efectúa el 9 de septiembre de 2011, es lo cierto que las negociaciones se inician cuatro meses atrás, según las informaciones vertidas por el propio comprador. Una vez efectuada la compraventa, el Sr. José María Ruiz Mateos y Jiménez de Tejada, emite una carta a una gran cantidad de inversores a los que manifiesta el hecho de la transmisión del Grupo a la sociedad Back in Business SL, y tras explicar que la venta del grupo se efectúa para proteger los intereses de todos los inversores y garantizar el cobro de sus créditos, asegura que el comprador ha asumido la obligación de pago de las cantidades adeudadas a los inversores. Por tanto, de acuerdo con lo expuesto, el Sr. De Cabo habría asumido el pago de los importes debidos por las inversiones realizadas. Esta operación de compraventa es considerada por mis mandantes, de acuerdo con los datos históricos referidos al comprador, como un auténtico fraude, por la significación que atesora de intento de evitar ejecuciones de bienes, o de alzamiento de los mismos en perjuicio de los acreedores. Analicemos los datos concurrentes: Es evidente que el Sr. De Cabo adquiere un grupo empresarial, cuyas sociedades se encuentran, en su mayor parte, en situación de concurso de acreedores, siendo que, en casi la totalidad de los procesos concursales, como bien se conoce, han sido dictados los Autos correspondientes de Declaración de Concurso, acordándose la suspensión de las facultades de administración y de disposición de los bienes del concursado; ello acontece, incluso, siendo ya propietario el Sr. De Cabo. Por tanto, las posibilidades de gestión de las distintas empresas por el comprador, se torna imposible. Vista la fama y reputación social del Sr. De Cabo, evidenciada a través de los múltiples medios de comunicación, y teniendo en cuenta las características de la compraventa y de las sociedades que han sido objeto de la misma, no cabe sino afirmar por mis mandantes que se sospecha, según se justificará a continuación, que lo que se pretende con la operación de compraventa de Nueva Rumasa es, de acuerdo con los pactos que se hayan logrado con los Sres. Ruiz Mateos Rivero, intentar evitar ejecuciones de bienes, eludir el pago de las cuantiosísimas obligaciones y afrontar de modo más o menos eficiente, la situación de reclamaciones de los inversores de pagarés, que se presenta como una cuestión de importante complejidad. Una primera vista de la situación permite a cualquiera considerar que los hermanos Ruiz Mateos Rivero, ante la enorme problemática generada por los impagos de la deuda y de las obligaciones, pretenden sustraerse al cumplimiento de sus responsabilidades, entregando el grupo de empresas de que son titulares a una persona que revela, según todos los datos que se conocen día tras día, enormes dudas sobre su fiabilidad, honestidad y honradez; a las pruebas nos remitimos. Veamos: Diversos periódicos españoles se hacen eco de la noticia difundida por la sociedad Back in Business SL, en virtud de la cual se comunica que esta sociedad, constituida pocas semanas antes de la firma de la compraventa, con un capital social de 3.000 Euros, no desembolsa cantidad alguna como precio, pero se significa que asume el pasivo de 1.500 millones de Euros. Según se manifiesta a la opinión pública, el objeto de la compraventa es, además de la asunción de los pasivos, la gestión de los procesos concursales de las diferentes empresas. Se expresa por la compradora que “la compra no altera las garantías concedidas a los inversores de las distintas emisiones de pagarés de Nueva Rumasa, a los que se les facilitarán los medios adecuados para canalizar sus peticiones, que serán atendidas en todo momento, siempre en defensa de sus intereses”. Es lo cierto que los medios a los que se refiere la sociedad Back in Business SL, consisten, como se puede comprobar, en ofrecer un número de teléfono, para que las personas puedan recabar información concreta; sin embargo, no es menos cierto que dicho número telefónico la mayor parte del tiempo no se encuentra disponible, y, cuando el interlocutor informa, directamente exige la entrega de copias de los pagarés o de los pagarés originales y expone que la solución a los impagados relacionados con la inversión, viene dada por la actuación en los diferentes concursos de acreedores, cuando es cierto, como se ha dicho, que en los concursos no es posible acceder al cobro de cantidades relacionadas con estas inversiones, toda vez que los activos ni tan siquiera cubren los importes debidos a los acreedores que tienen la condición de proveedores o suministradores de materia prima y otros bienes. En cualquier caso, la información facilitada por el comprador, manifiesta bien a las claras que la mercantil Back in Business SL, sociedad, según se informa con insistencia en los medios de comunicación, propiedad de D. Ángel de Cabo Sanz, se hace cargo del pago de los pasivos de las sociedades del grupo Nueva Rumasa, por el importe de 1.500 millones de Euros, asegurando a los inversores de las distintas emisiones de pagarés el mantenimiento de las garantías concedidas por los anteriores dueños del grupo. Sin embargo, la pregunta que inmediata e inevitablemente surge es la siguiente: ¿Cómo es posible que una sociedad, Back in Business SL, con un capital social de 3000 Euros, adquirida por el entramado empresarial del Sr. De Cabo, como Sociedad de constitución urgente, dos meses antes de efectuarse la compraventa de Nueva Rumasa, sin ningún tipo de activo registrado a su nombre, pueda responder de un pasivo cifrado en unos 1500 millones de Euros, siendo que mantiene las garantías que los inversores de pagarés adquirieron al amparo del dueño anterior, y teniendo en cuenta que los pasivos de las sociedades emisoras o avalistas de pagarés son de desproporcionadas dimensiones, no cubriendo ni tan siquiera los activos de que son titulares, los importes de los acreedores que no son inversores?. La respuesta no puede ser otra que, las fundadas sospechas de que dicha operación tenga un carácter fraudulento, son muy acertadas, por pura lógica y sentido común. Y como se evidencia una suerte de operación de tales características, es por lo que mis mandantes dirigen la querella criminal contra el Sr. Ángel de Cabo Sanz, a la sazón propietario de hecho de la sociedad Back in Business SL y otras compañías dependientes, según las informaciones publicitadas, y de acuerdo con los datos de que disponen mis mandantes. La situación de estafa, iniciada por los Srs. Ruiz Mateos Rivero, se completa irremediablemente con la situación de venta con intenciones fraudulentas al Sr. De Cabo. Las artes empleadas por este empresario para lograr sus objetivos de compra de empresas, por los pasivos de las mismas, son diversas; principalmente hemos de destacar que se vale, ante el potencial vendedor de la ejemplariedad, que entiende, manifiestan sus negocios anteriores. Así en la compraventa de Nueva Rumasa, D. Ángel de Cabo se vale de las personas D. Gerardo Díaz Ferrán para que manifestare testimonio de la situación de gestión por parte del Sr. De Cabo, del grupo de empresas que transmite, siendo lo cierto que este sería testigo del pacto alcanzado con la familia Ruiz Mateos Rivero de que, de lo que se pudiera salvar, tras las operaciones judiciales y de liquidación, se repartirían un 80% para la familia Ruiz Mateos Rivero, y un 20% para el Sr. De Cabo. En efecto, el Sr. Ángel De Cabo, especialista, como es públicamente conocido en la compra de grupos empresariales en crisis, históricamente no ha llevado a cabo las funciones que dice desarrollar, publicitadas a través de su entorno empresarial, como tal especialista, se centra en la reestructuración de empresas con dificultades. Antes al contrario. Analicemos con cierto detalle la actividad de esta persona: Véase la situación en la que ha quedado el grupo de empresas Marsans o el grupo de empresas Martínez Núñez y otros, tras la compra de los mismos por el Sr. De Cabo. No sólo no han sido reestructuradas y saneadas, sino que además, y esto es lo peor, como consta y públicamente es conocido, dichas compañías han resultado vaciadas de patrimonio o de activos, una gran parte han sido suspendidas en facultades de administración y disposición de su patrimonio, tras la compraventa, una vez se han constatado las evidentes operaciones de intento de ocultación, enajenación o sustracción fraudulenta de sus bienes, y todas están entrando o ya han entrado en situaciones de liquidación. Además, es públicamente conocido el hecho de que el Sr. De Cabo se encuentra imputado en diversos procedimientos penales por distintos delitos, como estafa, apropiación indebida, alzamiento de bienes, y otros de características similares. Existen ya, por desgracia, muchas personas damnificadas por el Sr. De cabo, que paulatinamente revelan su situación y sus experiencias públicamente, y que manifiestan actos penalmente relevantes efectuados por el mismo, sin ninguna clase de escrúpulo o reparo. Es posible destacar la situación de varias compañías Mercantiles, según la consulta y la información recabada de los diferentes afectados: La situación de la Mercantil gaditana Vías Canales y Puertos SA, adquirida por el Sr. De Cabo, en 2008. Tras la adquisición de la Sociedad, se plantea el concurso de acreedores de la misma ante el Juzgado de lo Mercantil de Cádiz. Es lo cierto que la solicitud de concurso se efectúa una vez que han sido efectuadas transmisiones de los bienes inmuebles y vehículos a sociedades vinculadas al grupo de empresas del Sr. De Cabo. Tal es el caso de varias fincas rústicas, propiedad de la Mercantil Vías Canales y Puertos SA, que se transmiten, pocos meses antes de la solicitud de concurso, a la Sociedad Aszendia Asociados 21 SL, a la sazón, despacho de abogados titularidad del Sr. De Cabo. Como consecuencia de tales actos, existe formulada querella criminal contra el mismo por alzamiento de bienes y otros delitos. La situación de la mercantil valenciana Vidal Grau Muebles SL, adquirida por el Sr. De Cabo Sanz en el año 2008. Del mismo modo que el supuesto anterior, los inmuebles de que es titular esta compañía, son enajenados a una empresa vinculada al entorno empresarial del Sr. De Cabo, siendo lo cierto que no se abonan los precios correspondientes a la compraventa. Una vez enajenados todos los bienes y transferidas todas las cantidades dinerarias de la compañía, se formula el correspondiente concurso de acreedores. Como consecuencia de tales actos, se ha formulado contra el Sr. De Cabo y varios de sus socios, una querella criminal por alzamiento de bienes y otros delitos relacionados. Precisamente la querella criminal relata la sustracción de la cantidad de unos dos millones de Euros de la mercantil concursada, entre otros actos. Los daños ocasionados a los acreedores, son cuantiosos, como fácilmente se puede presuponer. La situación de parte del patrimonio del Sr. Gonzalo Pascual Arias, anterior propietario del grupo Marsans, quien se encuentra declarado en situación de concurso de acreedores personal, necesario. Como consta acreditado en los diferentes procedimientos judiciales, parte de los bienes del mismo han sido transmitidos a sociedades vinculadas al grupo de empresas del Sr. Ángel de Cabo, tras la adquisición de Marsans, en perjuicio, claro está, de los acreedores. La situación en la que ha quedado Viajes Marsans SA, siendo que, tras la compra por el Sr. De Cabo, se fijaron y se pagaron sueldos de cientos de miles de Euros para el nombrado Administrador D. Iván Losada Castell, a la sazón, mano derecha de D. Ángel de Cabo; unos 500.000 Euros, al año, con el perjuicio que ello supone para los acreedores. La misma suerte han seguido otras empresas del Grupo Marsans, o del Grupo Martínez Núñez y otros grupos menos conocidos. Véase el caso de empresas como Publibus SA, Newco Airport Services SA, Trapsa, Inorsa, Hotetur, etc. El Sr. De Cabo para el ejercicio de su actividad se vale de personas de máxima confianza, y precisamente, en la compraventa de Nueva Rumasa, es preciso señalar a D. IVÁN LOSADA CASTELL, Director General del grupo, según ha manifestado, y D. FERNANDO LAVERNIA SANCHIZ, que habría asumido la representación y dirección de varias empresas. Ambos estarían diseñando junto con los Letrados de los departamentos jurídicos, operaciones de vaciado de patrimonio de las empresas o de ocultación fraudulenta de los mismos. Con estas premisas, mis mandantes no pueden sino ser muy críticos y escépticos con la situación que se prevé para el grupo Nueva Rumasa, tras la compra. Y a los antecedentes hemos de remitirnos. Pero es que es más, desde que se ha producido la compra del grupo por el Sr. De Cabo, la situación no sólo no ha mejorado, como así se ha pretendido hacer saber, en tanto que supuestos especialistas en tratamiento de situaciones empresariales en crisis, sino que dicha situación ha empeorado notablemente, y se vislumbra como muy perniciosa y negativa para los acreedores e inversores en particular. Véase que todas las empresas que se encuentran en situación de Concurso de Acreedores, se encuentran con las facultades de administración y disposición suspendidas, siendo que la llegada de un nuevo dueño al grupo, con las expectativas tan positivas que ha comunicado a los acreedores, a través de los medios de comunicación, no ha provocado una recuperación de dichas facultades, ni una situación de confianza mínima en los Órganos Jurisdiccionales ni en los Administradores concursales, que hubiera permitido al mismo el ejercicio de las facultades inherentes al derecho de propiedad con total normalidad jurídica. DIEZ.Señoría, existe fundada sospecha, por las informaciones que van conociendo mis mandantes, de que desde el grupo de empresas titularidad del Sr. De Cabo, y más concretamente, desde los despachos de abogados que forman parte del mismo, en Madrid (C/ Serrano, números 41 y 45, 7ª planta, y C/ Serrano 91, entreplanta), y en el Centro de Negocios “AZ” de Valencia (Carretera Loriguilla, Poligono Industrial El Oliveral, Ribaroja del Turia), se están diseñando y ejecutando operaciones jurídicas destinadas a la ocultación, enajenación, gravamen o sustracción fraudulenta de los activos del grupo Nueva Rumasa o de alteración de la realidad jurídico económica de los mismos, a las órdenes y según las indicaciones de los diferentes directores de los departamentos jurídicos, técnicos en Derecho, siendo que, según las noticias que han podido conocer mis mandantes, se han de estar falseando documentos y datos, con la finalidad de evitar la efectividad de las responsabilidades civiles o penales en que pudieran haber incurrido los dueños anteriores del citado grupo y los actuales. Entienden mis mandantes que se está produciendo alteración de datos y pruebas referentes al Grupo de empresas Nueva Rumasa, emisoras de pagarés, por parte de los equipos del Sr. De Cabo, al tener constancia de que en la primera semana de agosto de 2011, y por orden directa de D. Ángel de Cabo, antes incluso de producirse la compraventa del Grupo, los hermanos Ruiz Mateos Rivero, aquí querellados, enviaron a las Oficinas de Valencia todos los ordenadores, impresoras, y documentos originales de las 13 sociedades emisoras de pagarés, junto con las firmas originales de sus administradores y avalistas. Se sospecha, con fundamento, que se pretende la elaboración de pagarés falsificados, para su puesta en circulación entre personas de confianza, quienes tras proceder ante el Juzgado correspondiente, instarían las correspondientes periciales caligráficas, y provocarían el caos entre todos los inversores, al simular que muchos de los reclamantes por el incumplimiento de los pagarés, estarían procediendo de modo ilícito o injusto contra la familia Ruiz Mateos Rivero. En el Centro de Negocios del Sr. De Cabo en Valencia, se habrían falsificado avales de las Compañías que se encuentran en situación de concurso de acreedores, para incrementar los pasivos de las mismas y obtener un beneficio, como es el caso del aval de 14 millones de Euros que se habría elaborado a favor de un presunto acreedor, para poder cobrar su crédito en el Concurso de Acreedores de de la Sociedad Cacaolat SA, ya que esta empresa es la única del Grupo en la que se pueden satisfacer los créditos de todos los acreedores. La veracidad de lo expuesto se logra con el hecho de que el Director Financiero de Clesa, D. Fernando Yborra Yborra, expresa que falsificaron su firma para este supuesto. ONCE.Un dato absolutamente revelador de todo lo que aquí se expone es el relacionado con el Hotel Semiramis, activo titularidad de la mercantil José María Ruiz Mateos SA, que curiosamente, resulta ser una de las compañías emisoras de pagarés: expliquemos la situación con detenimiento: La Mercantil José María Ruiz Mateos SA, solicita concurso voluntario de acreedores en el mes de mayo de 2011, según se manifiesta, ante la situación de insolvencia de la Entidad. Esta sociedad es propietaria del Hotel Semiramis, ubicado en Tenerife, y valorado, según precio de compraventa, en unos 50 millones de Euros. Este activo patrimonial fue adquirido por la familia Ruiz Mateos Rivero, a través de la sociedad JOSÉ MARÍA RUIZ MATEOS SA, con precio aplazado, al empresario hotelero José Batalla de Reus, titular de la cadena Best Hotels. Precisamente porque no ha sido abonado el precio total de la compraventa, el vendedor ha pretendido la resolución del contrato, instando la correspondiente acción ante el Juzgado competente. Producida la venta del Grupo Nueva Rumasa a D. Ángel de Cabo, este decide, porque así consta, la retirada del concurso voluntario, instado de modo voluntario, con la finalidad de alcanzar un acuerdo y lograr una solución a la situación originada con el Hotel; la operación se concierta el día 9 de agosto de 2011 y consistió en que el Sr. Batalla entregaría a la familia Ruiz Mateos la cantidad de 750.000 Euros, en el momento de la firma del acuerdo privado, y estos entregarían la gestión del hotel al Sr. Batalla, a través de la sociedad denominada Almedal SA, siendo que, una vez retirado el concurso de la Sociedad José María Ruiz Mateos SA, y aprobado judicialmente el correspondiente pacto privado, se abonarían otros 750.000 Euros. Es lo cierto que la compraventa se concertó sin ninguna clase se condición resolutoria, y que respecto del mismo no se constituyó ninguna clase de préstamo hipotecario. En efecto, se logra el acuerdo con el anterior propietario del Hotel, y recae resolución judicial aprobando el acuerdo privado alcanzado entre las partes. De ello es preciso deducir que se ha producido la entrega de un millón quinientos mil Euros a la familia Ruiz Mateos. Una vez resuelto el contrato de compraventa, se pretende la formulación del correspondiente concurso de acreedores de la Sociedad José María Ruiz Mateos SA, claro está, sin activos patrimoniales. Es fácil comprobar que el perjuicio ocasionado a los inversores de pagarés es total, habida cuenta de que la sociedad emisora de los mismos, ha sido vaciada totalmente de patrimonio. DOCE.La presente querella criminal también se formula contra DÑA. ROCÍO RUIZ MATEOS RIVERO y su esposo D. LUIS OJEDA, por la actuación relacionada con la ocultación fraudulenta de activos mobiliarios y objetos de valor artístico. Veamos: La vivienda propiedad de la familia Ruiz Mateos Rivero, ubicada en la localidad madrileña de Somosaguas, C/ Alondra, número 2, que se encuentra registrada a nombre de la Sociedad Mercantil Begonia SL, tiene incorporados objetos de gran valor artístico e histórico, como son cuadros, esculturas y otros objetos similares. En los días de Navidad de 2011, Dña. Rocío Ruiz Mateos Rivero, y su marido D. Luís Ojeda, quien actualmente trabaja como empleado de la entidad Deutche Bank, en Ginebra, lugar donde ambos residen, han extraído de esta vivienda cuadros valorados, según tasación oficial del correspondiente seguro, facilitada por ex empleados del Grupo Nueva Rumasa, en 750.000 Euros, si bien su valor puede alcanzar, al menos, el doble de la cifra expresada, sin dificultades. El transporte de estos bienes lo han realizado a través de la firma de subastas ANSORENA. Da la impresión de que las funciones que desde siempre ha venido desarrollando D. Alfonso Barón Rivero para la familia Ruiz Mateos, ahora estarían siendo efectuadas por D. Luís Ojeda, ante los temores que puede suscitar el hecho de ser investigado, dados los rumores que se suceden en la prensa. Existe constancia de que D. José María Ruiz Mateos Rivero habría realizado ya dos viajes a Suiza para visitar a su cuñado y tratar estas cuestiones. TRECE.Vista la situación que está aconteciendo, los seis hermanos contra los que se dirige la presente querella, han trasladado las oficinas y lugar de operaciones empresariales, desde la vivienda de la C/ Alondra, número 2, a la C/ Ciervo, de la misma urbanización de Somosaguas. Con ellos, se han trasladado, como empleados, D.LUÍS MARÍA SANZ MARTÍN, y D. ADOLFO MARTITEGUI CÁCERES, con el objeto de preparar y ejecutar un plan de enajenación de los inmuebles que no han sido afectos a los Concursos de Acreedores de las empresas y que figuran en la relación adjunta, junto con otros inmuebles de sociedades concursadas. CATORCE.- Mis mandantes han considerado que no procede dirigir la presente querella criminal contra D. José María Ruiz Mateos y Jiménez de Tejada ni contra su esposa Dña. Teresa Rivero, y las seis hijas del matrimonio restantes, porque son conocedores que, en modo alguno, han participado en el diseño, organización y ejecución de los actos y hechos delictivos que aquí se relatan y que se someten a consideración e instrucción del Ilustrísimo Órgano Jurisdiccional. Ha de conocer Su Ilustre Señoría, que desde el 24 de febrero de 2004, según se acredita con los documentos correspondientes, que se adjuntan, las seis hermanas Ruiz Mateos Rivero excluidas de esta querella, renunciaron ante Notario, a sus derechos y a la gestión de las empresas del Grupo Nueva Rumasa, a petición de su padre, a favor de sus seis hermanos aquí querellados. Así mismo, desde esta fecha de 2004, D. José María Ruiz Mateos y Jiménez de Tejada, y su esposa Dña. Teresa Rivero, fueron apartados de la gestión y toma de decisiones de las empresas, siendo que, desde esta fecha, tan sólo los hermanos Ruiz Mateos Rivero han sido los que han organizado, dirigido y gestionado la marcha y la toda de decisiones del Grupo Nueva Rumasa. RELEVANCIA PENAL Y CALIFICACIÓN JURÍDICA DE LOS HECHOS DESCRITOS La familia Ruiz Mateos, propietaria directa o indirectamente a través de sociedades o personas interpuestas, de las empresas del grupo Nueva Rumasa, ha emitido y ha avalado la emisión y suscripción de los pagarés corporativos, captando la inversión de personas físicas y jurídicas, privadas, y, sin embargo, llegado el vencimiento, no se ha atendido al pago de los citados pagarés. La emisión de pagarés se efectuó habiendo falsificado cuentas anuales de las sociedades, cara a mostrar una situación de resultados positivos, cuando lo cierto es que la situación de insolvencia o de imposibilidad de atender al pago de las obligaciones corrientes, era un hecho. Además, los querellados, han procedido a la venta de las sociedades del grupo a D. Ángel de Cabo, con evidente la intención de evitar responder al volumen tan importante de deuda que acumulan. Podría percibirse la existencia de varios delitos: Delitos de estafa, administración apropiación desleal o indebida, fraudulenta, delito insolvencia contable, punible, delito de alzamiento de bienes, delito de falsificación en documento mercantil y delito contra los intereses de los consumidores. Veamos: Análisis del delito de estafa: Estése a lo que establece el Código Penal: Artículo 248. “1. Cometen estafa los que, con ánimo de lucro, utilizaren engaño bastante para producir error en otro, induciéndolo a realizar un acto de disposición en perjuicio propio o ajeno.” Elementos del tipo penal: EL ENGAÑO: En la estafa, como dice González Rus, el engaño tiene que se precedente o concurrente al acto de disposición (Sentencias del TS 1479/2000, de 22 de septiembre, 577/2002 de 8 de marzo, 267/2003, de 24 de febrero y 132/2007 de 16 de febrero). En todo caso ha de provocar el ERROR en el sujeto pasivo, y que en esencia no es otra cosa que una representación mental que no responde a la realidad. El engaño está en la conducta del sujeto activo y es, por consiguiente, sus actos son de naturaleza objetiva, mientras que el error se produce en el sujeto pasivo y es de naturaleza subjetiva, porque cree lo que le dice el emisor del engaño. El error ha de ser provocado por el engaño. De hecho, la finalidad del engaño es producir un error y como consecuencia del mismo, inducir el acto de disposición patrimonial. Por eso que, como afirma el Tribunal Supremo, haya un cierto paralelismo entre la estafa y la inducción y la autoría mediata. STS 1221/2001, de 14 de septiembre. No es preciso que la víctima crea en la verdad de las actuaciones o manifestaciones falaces del sujeto activo, pero sí es necesario que, aún con dudas, actúe como consecuencia de las mismas. De ahí que no haya delito de estafa cuando el error de la víctima no procede del engaño del autor, sino de u ignorancia o creencias previas. O cuando el ardid recae sobre un dato al que el engañado no le daba importancia relevante (STS 1221/2001 de 14 de septiembre. En la modalidad de estafa del artículo 248.1, el destinatario del engaño debe ser otra persona, aunque el sujeto concreto sea DESCONOCIDO O INCLUSO FORME PARTE DE UNA MASA INDETERMINADA DE PERSONAS, como ocurre en el caso de los fraudes colectivos, como es el caso. ENGAÑO BASTANTE: No todo engaño es capaz de integrar la estafa, como es obvio. Ha de tratarse de un engaño bastante. La concreción de esa suficiencia se hace, por lo general, diferenciando entre un módulo objetivo, referido al hombre medio, y del que se deriva la exigencia de una cierta seriedad e importancia al engaño preciso de la estafa, y un módulo subjetivo, complementario al anterior, que tiene presentes las condiciones del destinatario del engaño y del caso concreto. Así lo entiende también la Jurisprudencia: “el objetivo se hace desde la perspectiva de un tercero ajeno a la relación creada y el subjetivo desde la óptica del sujeto pasivo, sus concretas circunstancias y situaciones, con observancia siempre, de la necesaria exigencia de autodefensa” (STS 132/2007 de 13 de diciembre). La tipicidad del engaño bastante necesita, además de la causalidad, establecida conforme a criterios de equivalencia de condiciones, que el engaño concreto suponga, conforme al fin de la norma, la creación o un aumento de un peligro ilícito para el patrimonio del sujeto, en los términos que reclama la imputación objetiva. En definitiva, el perjuicio causado debe ser, precisamente, la materialización del peligro creado por el sujeto activo con su engaño. STS 368/2007, de 9 de mayo. Para esa determinación debe tenerse en cuenta el espacio social en que se produce la acción engañosa. Así, cuando el hecho se produce en un ámbito en el que el sujeto pasivo no tiene previamente expuesto su patrimonio a riesgos que no sean los propios de las relaciones sociales generales, la simple creación del peligro por la acción engañosa del sujeto activo será, por lo general, suficiente para afirmar que el engaño es bastante. STS 132/2007 de 16 de febrero, por todas. El Derecho exige un cierto nivel de diligencia que permita al sujeto descubrir por sí mismo el engaño, por lo que la protección penal no debe producirse cuando la indolencia, la excesiva credulidad y la omisión de precauciones elementales hayan sido las verdaderas causas de la eficacia del engaño. En el caso que nos ocupa, percibimos con absoluta claridad que el engaño no ha podido ser descubierto, por la simple razón de que los querellados han falseado las contabilidades de las empresas emisoras de pagarés, con lo que la imposibilidad de que los ciudadanos hubieran podido acceder a la información veraz, es manifiesta. Por eso el engaño se ha materializado de modo tan desproporcionado el público en general. Evidentemente las circunstancias personales del sujeto pasivo deben ser tenidas en cuenta a la hora de concretar el nivel de diligencia que es exigible a la víctima y precisar si el engaño es o no bastante. Con carácter general ha de afirmarse que habrá de atenderse a las circunstancias de cada caso, haciendo que el engaño se repute bastante cuando, atendidas las circunstancias y condiciones de cada sujeto activo y pasivo, a la víctima no le hubiera sido exigible una maor cautela que la que puso en el momento fatídico, como es el caso que nos ocupa. Como medios y formas de engaño es preciso manifestar que no basta con la simple mentira, sino que además ha de ir acompañada de una maquinación o de una maniobra capaz de provocar el error, la llamada “acción concluyente”, del derecho alemán, o la mise in scene del derecho francés, tendrá virtualidad suficiente para integra el engaño típico. Caso de los negocios jurídicos criminalizados: Es preciso hablar de negocio jurídico criminalizado, cuando el sujeto, al concertar un contrato o acuerdo de voluntades, simula una voluntad de cumplimiento que no tiene. Para determinar si integran o no un delito de estafa, la jurisprudencia atiende al momento en que aparece el dolo defraudatorio: así existe un delito de estafa si el propósito engañoso inspira la conducta del sujeto activo desde el comienzo (STS 814/2005 de 14 de junio). El dolo inicial de incumplimiento existe cuando el sujeto sabe que no podrá o no querrá cumplimentar la prestación para la que se compromete (STS 435/2010 de 3 de mayo). Por eso, hay estafa cuando uno de los contratantes de un negocio jurídico privado civil o mercantil no tiene desde el principio el propósito de cumplir con su parte, de manera que lo único que pretende es aprovecharse del cumplimiento del contrato que haga el otro contratante y del incumplimiento del suyo. STS 814/2005 de 14 de junio y STS 4561/2011 de 5 de julio, por todas. SUJETO PASIVO El sujeto pasivo de la estafa puede ser cualquier persona. Ha de ser titular del patrimonio lesionado, lo que permite que el engañado puede ser una persona, titular y el sujeto pasivo otra. ACTO DE DISPOSICIÓN En la estafa, el engaño no es un fin en sí mismo, sino un medio para lograr que el sujeto pasivo, como consecuencia del error, que se le provoca, lleve a cabo un acto de disposición patrimonial. Por tal se entiende cualquier acción del engañado que causa un perjuicio patrimonial propio o de un tercero. El acto de disposición puede consistir en la entrega de una cosa, como en la prestación de un servicio por el que no se obtiene contraprestación. No es preciso que quien realiza el acto de disposición tenga facultades jurídicas para disponer válidamente de la cosa, lo que hace posible el delito cuando la disposición la realizan los servidores de la posesión. El engañado y disponente han de ser la misma persona, si bien pueden ser personas distintas el engañado y el perjudicado.. La relación causal que debe mediar entre los distintos elementos del delito ha de estar también aquí presente. La conducta engañosa es la causa del error, y éste del acto de disposición, que, a su vez, determina, como efecto, el perjuicio. Lo común es que el engaño preceda al acto de disposición, aunque pueden ser coetáneos. PERJUICIO: El perjuicio se produce cuando con el acto dispositivo, el sujeto pasivo no obtiene el equivalente debido, de manera que o no recibe nada o el valor de lo que se le entrega es menor de lo que, sin mediar el engaño bastante, hubiera debido obtener como contraprestación. El perjuicio ha de ser real, efectivo, valorable económicamente y de entidad determinada o determinable, porque su concreción es precisa para la calificación del hecho como delito o falta, y en su caso, para la apreciación de las circunstancias agravantes 4ª y 5ª del artículo 250. La efectiva causación del perjuicio es imprescindible para que se produzca el delito. La cuantía del perjuicio relevante para la estafa lo detemina el valor de lo no recibido o la diferencia entre lo entregado y lo obtenido por el sujeto pasivo engañado. ÁNIMO DE LUCRO: La definición del delito exige expresamente el ánimo de lucro, reclamando directamente un elemento que tanto la doctrina como la jurisprudencia han considerado siempre implícito en las defraudaciones y cuyo contenido es el mismo que el hurto. En el caso que nos ocupa, se aprecia con nitidez. DOLO: El dolo requiere la conciencia y la voluntad de engañar al sujeto pasivo para causar un perjuicio patrimonial a él o a un tercero, como es el caso que se somete a instrucción. CONSUMACIÓN: La consumación de la estafa se produce cuando se hace efectivo el perjuicio patrimonial necesario para la perfección delictiva. Este es el caso de mis mandantes, a los que el perjuicio patrimonial les ha dejado en una situación absolutamente precaria, e incluso, ruinosa. En nuestro caso, vemos que los suscriptores de los pagarés, al plantear la querella contra los miembros de la familia Ruíz Mateos que han sido mencionados, entienden que han resultado engañados, porque se ha producido un error en ellos, como consecuencia del contenido de la oferta que se les hizo, a todos los efectos fraudulenta, lo que les indujo a realizar un acto de disposición patrimonial, en perjuicio propio o de terceros, existiendo en los querellados un ánimo de lucro que se traduce en el evidente provecho económico que tratan de obtener con esa oferta. A primera vista se aprecia, con una simple observancia del asunto, que estamos ante un supuesto penalmente relevante, como estafa. Lo fundamental a tener en cuenta es el contenido de la información que se ofrece y se transmite: Así, el contenido de los anuncios publicados, induce a error sobre lo que se oferta: Se pretende comunicar, y de hecho así se efectúa, para persuadir, y ese es el ánimo, que el grupo de empresas Nueva Rumasa emisor de pagarés, es un grupo empresarial solvente, eficiente y en proceso de expansión. En la publicidad se establece que tales pagarés no están admitidos a negociación en mercado secundario oficial, y que se ha solicitado consulta a la CNMV, aunque no tutelados por la misma, con lo que los pretendidos suscriptores, de ese momento, han debido entender que la oferta atesoraba la legalidad pertinente y suficiente como para proceder al desembolso económico. La oferta consistía en la emisión de pagarés, y un pagaré es un documento mercantil que significa una promesa de pago, en un momento determinado como vencimiento. La información que se transmite en la publicidad es suficiente como para producir error en el público en general, comunicándose datos inclusos falsos o engañosos: las empresas que emitían estos pagarés, en esos momentos, contaban con una importante actividad económica, pero con pasivos muy elevados. La información suministrada, permitía entender que se trataba de grandes negocios saneados y eficientes que era preciso respaldar. Además, se empleó el argumento y la imagen de que la familia era titular de las empresas que constituían el grupo Nueva Rumasa, con lo que ello significaba, por la fama y la reputación que habían ido generando a lo largo de los años, tras la expropiación de la antigua Rumasa, siendo que empleaban a un número de personas que rondaba las 10.000. Por otro lado, se utilizó el argumento de los niveles de facturación y la valoración patrimonial neta del conjunto de las compañías, según los datos contables y tasaciones elaboradas, ex profeso, para influir en la libre voluntad de los inversores, como claramente puede acreditarse, tras el análisis de la documentación a la que han tenido acceso mis mandantes, públicamente conocida, tras la declaración de concurso de las compañías del grupo. Se comunican datos inciertos de las empresas, con lo que las personas o entidades que decidieron efectuar la inversión mediante la suscripción de los pagarés, no tenían suficiente información para adoptar una decisión libre y fundada, no siendo verdaderamente conscientes de lo que significaba dicha operación. Por tanto, podemos entender que existe el elemento del engaño bastante. Pero es que además, los pagarés se han avalado personalmente por los miembros de la familia Ruiz Mateos, lo cual pone de manifiesto la implicación personal de los mismos, cara a hacer efectivo el engaño y la búsqueda del convencimiento del inversor de que el cumplimiento de las obligaciones asumidas se haría efectivo, con lo que este hecho significa para toda persona. La implicación de los miembros de la familia Ruiz Mateos en la prestación de garantías es importante, y ello habrá de ser tenido en cuenta para determinar el ánimo delictivo que pudiera imputárseles en el desarrollo de esta situación. Concurre como es obvio, el elemento del perjuicio de todos y cada uno de los inversores que no han recuperado sus aportaciones; muchos de ellos han quedado en una situación absolutamente desgraciada, con una precariedad económica muy notable. Así mismo, concurre un evidente ánimo de lucro, habida cuenta de que, como es conocido, los aquí querellados eran plenamente conscientes, según se prueba, con los datos y documentos que se aportan, de que las empresas del Grupo, no tenían capacidad económica como para permitir reembolsar los importes efectivamente prestados o invertidos y los elevados intereses correspondientes. Es lógico que el interés que movió a los querellados era distinto del que manifestaban públicamente, pretendiendo obtener financiación para el grupo de empresas y distrayendo los importes del destino para el que habían sido prestados. TIPO AGRAVADO DE ESTAFA El artículo 250. 1 del Código Penal contiene los tipos agravados o cualificados de la estafa. Los supuestos contemplados en el artículo 250, no hacen sino sancionar específicamente ciertas modalidades de engaño, que se consideran especialmente relevantes, pero que hubieran sido igualmente punibles aún sin haber sido expresamente resaltados, o a la mayor gravedad del perjuicio, como es el caso. Es por ello por lo que entendemos que el tipo penal de estafa que habría de apreciarse es el previsto en el artículo 248.1, en relación con el artículo 250.1, apartados 4º, 5º y 6º. “1. El delito de estafa será castigado con las penas de prisión, de un año a seis años y multa de seis a doce mese, cuando: … 4º Revista especial gravedad, atendiendo a la entidad del perjuicio y a la situación económica en que deje a la víctima o a su familia. 5º Cuando el valor de la defraudación supere los 50.000 Euros. 6º Se cometa abusando de las relaciones personales existentes entre víctima y defraudador, o aproveche éste su credibilidad empresarial o profesional.” Veamos: La circunstancia 4ª aludida agrava la pena cuando la estafa reviste especial gravedad, y en este sentido, los criterios que se untilizan para determinar la especial gravedad coinciden con los que señala el artículo 249 para valorar la gravedad de la infracción. La Jurisprudencia mayoritaria entiende que, a pesar de que en ocasiones la cuantía de lo defraudado no se corresponde con la situación patrimonial en la que se deja a la víctima o a su familia, lo que es claro es que la agravación es única, y por ello se aplicará el tipo penal, no siendo necesaria la concurrencia de factores. La Jurisprudencia ha entendido que la agravación en atención a la situación económica en que quede la víctima y su familia se aprecia en el supuesto en que el sujeto se ve obligado a enajenar su casa para pagar el crédito engañoso que se le había inducido a pedir (STS 627/2005 de 13 de mayo). Esta es precisamente la situación que sufren muchos de los afectados por los actos llevados a cabo por los aquí querellados, resultando ser que existen situaciones familiares y personales dramáticas, derivadas de la ruina total y absoluta en la que han quedado los perjudicados, por lo general personas de edad avanzada que han invertido todos los ahorros de su vida, quedando sin posibilidades de generar nuevos recursos. Pero no son menores los daños ocasionados a empresarios que se han visto obligados, incluso, a cerrar sus negocios. Esta circunstancia, en consecuencia, ha de apreciarse sin lugar a dudas. La Ley 5/2010 ha creado la circunstancia 5ª, extrayéndola de la especial gravedad, donde antes se incluía. El valor de la defraudación se fija en más de 50.000 Euros, lo que supera la cuantía fijada por la jurisprudencia, que se situaba en los 36.060,73 Euros. A efectos de fijación del valor de la defraudación, el valor de las cosas no está en su costo, sino en su precio, al ser el que refleja la equivalencia económica. Para su apreciación, es indiferente que se haya recuperado parte de lo defraudado (STS, 527/2004 de 26 de abril). Mis mandantes como el resto de los miles de afectados, todos, han dispuesto al menos, en beneficio de los querellados, al menos de 50.000 Euros, como consecuencia de la oferta que se efectuó por los mismos para suscribir los pagarés correspondientes. Por eso la aplicación de la circunstancia procede sin lugar a dudas. La circunstancia 6ª en el asunto que nos ocupa, tiene una doble vertiente: En efecto en el caso de mis mandantes el fundamento de la agravación es el aprovechamiento de la credibilidad empresarial del autor material: el abuso de confianza que quien se pone en manos de un profesional deposita en el mismo. En estas circunstancias, el sujeto pasivo está en una posición de inferioridad que lo hace más vulnerable a cualquier engaño. Y es que en esas condiciones, como establece el profesor González Rus, los simples juicios de valor emitidos por estos sujetos pueden ser bastantes para integrar el engaño típico. Se trata de una credibilidad que el sujeto objetivamente tiene y ha de prevalerse de ella para la comisión de la estafa. STS 1169/2006 de 30 de noviembre. Pero además, algunos de mis mandantes realizaron los actos de disposición patrimonial como consecuencia de las relaciones personales con la familia Ruiz Mateos Rivero, de manera que el abuso de confianza, que añade más desvalor de acción al hecho, por cuanto el sujeto pasivo es más vulnerable ante las personas en las que confía, es el fundamento del hecho delictivo. Por relación personal entendemos aquella que trasciende del mero ámbito de la cortesía o de la convivencia obligada por razones de trabajo o de vecindad, por ejemplo. Requiere una cierta confianza y familiaridad, de la que el autor se prevale para realizar la estafa. Delito de apropiación indebida: Artículo 252: “Serán castigados con las penas del artículo 249 ó 250, en su caso, los que en perjuicio de otro se apropiaren o distrajeren dinero, efectos, valores o cualquier otra cosa mueble o activo patrimonial que hayan recibido en depósito, comisión o administración, o por otro título que produzca la obligación de entregarlos o devolverlos, o negaren haberlos recibido, cuando la cuantía de lo apropiado exceda de cuatrocientos Euros. Dicha pena se impondrá en su mitad superior en caso de depósito necesario o miserable”. Veamos: La conducta penal de los querellados en el ámbito de la apropiación indebida, no proporciona ninguna clase de duda o discusión. Como es conocido, a raíz, fundamentalmente de la STS de 26 de febrero de 1998, recaída en el caso Argentia Trust, se produce un cambio muy importante en la interpretación del artículo 252, al pasar a entenderse que en dicho precepto se recogen en realidad dos delitos distintos: “el clásico de apropiación indebida de cosas muebles ajenas que comete el poseedor legítimo que las incorpora a su patrimonio, con ánimo de lucro, y el de gestión desleal, que comete el administrador cuando perjudica patrimonialmente a su principal, distrayendo el dinero cuya disposición tiene a su alcance. En esta segunda hipótesis el tipo se realiza, aunque no se pruebe que el dinero ha quedado incorporado al patrimonio del administrador, únicamente con el perjuicio que sufre el patrimonio del administrado como consecuencia de la gestión desleal de aquel. El apoyo legal se encuentra en el uso diferenciado que se hace en el artículo 252 de los verbos “apropiarse” y “distraer”, que serían términos de significado distinto. STS 1212/2003 de 9 de octubre. En la Jurisprudencia más reciente es dominante la posición que afirma que en el artículo 252 hay dos delitos distintos, la administración desleal del patrimonio ajeno, y la apropiación indebida (STS 973/2009 de 6 de octubre y STS 173/2011 de 14 de marzo, por todas). Por tanto, en el artículo 252 cabe la administración desleal, cumpliéndose el tipo aunque no se pruebe que el dinero ha quedado incorporado al patrimonio del administrador, bastando con acreditar únicamente el perjuicio que sufre el patrimonio del administrado, como consecuencia de una gestión en la que el administrador ha violado los deberes de fidelidad inherentes a su estatus (STS 973/2009 de 6 de octubre, por todas). No es necesario que el administrador se apropie de nada o incorpore nada a su propio patrimonio ni que actúe con ánimo de lucro, bastando con la mera causación del perjuicio típico (Sentencias del Tribunal supremo 488/2004, de 23 de abril, 973/2009 de 6 de octubre, entre muchas); aunque no haya enriquecimiento alguno (STS 173/2011 de 14 de marzo). Es esencial que el dinero tuviera un destino fijado previamente, como es el caso que nos ocupa, y que ha sido descrito más arriba. Precisamente el alejamiento del mismo es lo que da lugar al delito (STS 1212/ 2003, de 9 de octubre, por todas). Por eso mismo, el dolo del administrador desleal se llena con la simple conciencia y voluntad de estar aplicando los bienes recibidos a un fin distinto del convenido, bastando el dolo eventual. Véase que en el caso que nos ocupa, la captación de la inversión era, según se ha dicho, de acuerdo con la publicidad emitida, para destinarla a la “compra de nuevas empresas que representaban auténticas oportunidades de negocio” para su incorporación a un grupo empresarial moderno y fuerte, como Nueva Rumasa. En absoluto se adquirieron nuevas empresas que debieron suponer una oportunidad de negocio, con los capitales captados de los inversores que confiaron sus ahorros a la familia Ruiz Mateos Rivero; pero es que, además, ni tan siquiera la gestión de las inversiones y de los capitales prestados o confiados fue correcta, porque como se ha dicho, el grupo empresarial de tanta entidad y solvencia como la que se anunciaba públicamente, no se vio beneficiado de tanto volumen de dinero invertido, en modo alguno. Prueba de ello es que no se pagaron, ni tan siquiera los sueldos de los trabajadores o las deudas con la Hacienda Pública y la Seguridad Social, entre otras muchas deudas. El delito se ha consumado desde el mismo momento en que no se ha dado al dinero el destino pactado (STS 271/2010 de 30 de marzo). Tal es el caso que resuelve la STS 797/2010 de 16 de septiembre. El reconocimiento de la deuda que pueda hacerse por el administrador no tiene incidencia alguna en la responsabilidad penal (STS 271/2010, de 30 de marzo), ni incluso, la devolución posterior de las pérdidas (SAP Barcelona, secc. 7ª, 447/2002 de 28 de mayo). La consecuencia final de todo ello es que la administración desleal del patrimonio ajeno comprende tanto los actos de disposición definitiva como provisionales, los cuales pueden ser incluidos tanto en la apropiación indebida del artículo 252 en la modalidad de “distracción”, como en la administración social fraudulenta del artículo 295. La diferencia entre ambos delitos, por tanto, no estará en que la apropiación sea definitiva o provisional, sino, en la forma en que se produce esa apropiación por el administrador. BIEN JURÍDICO PROTEGIDO: En la apropiación indebida, tratándose de cosas fungibles, el sujeto activo hace suyas las cosas de las que tiene ya la posesión, luego de lo que se despoja a quien lo entregó es de la propiedad, siendo este el bien jurídico protegido. Sin embargo en el caso del dinero, como es nuestro asunto, lo que constituye el bien jurídico protegido es el derecho de crédito que surge con la entrega, y en las demás cosas fungibles, el derecho de quien hizo la entrega a le sea devuelto un equivalente. En relación con la estafa, la presencia o ausencia de engaño no es determinante para establecer diferencia, pues el ardid fraudulento puede estar presente también en la apropiación indebida. La diferencia estriba en que el sujeto recibe la cosa porque el engaño hace que su dueño, errado, se la entregue; la posesión que ostenta el estafador está pues viciada desde el principio, mientras que en la apropiación indebida, por el contrario la posesión es originariamente lícita porque recibe legalmente la cosa por alguno de los títulos que relaciona el artículo 252, por lo que el engaño no ha sido el determinante de la entrega, sino un elemento complementario del hecho. Delitos de Insolvencia punible: Artículo 257. 1. Será castigado con las penas de prisión de uno a cuatro años y multa de doce a veinticuatro meses: 1. El que se alce con sus bienes en perjuicio de sus acreedores. 2. Quien con el mismo fin, realice cualquier acto de disposición patrimonial o generador de obligaciones que dilate, dificulte o impida la eficacia de un embargo o de un procedimiento ejecutivo o de apremio, judicial, extrajudicial o administrativo, iniciado o de previsible iniciación. 2. Lo dispuesto en el presente artículo será de aplicación cualquiera que sea la naturaleza u origen de la obligación o deuda cuya satisfacción o pago se intente eludir, incluidos los derechos económicos de los trabajadores, y con independencia de que el acreedor sea un particular o cualquier persona jurídica, pública o privada. 3. En el caso de que la deuda u obligación que se trate de eludir sea de Derecho público y la acreedora sea una persona jurídico pública, la pena a imponer será de uno a seis años y multa de doce a veinticuatro meses. 4. Las penas previstas en el presente artículo se impondrán en su mitad superior en los supuestos previstos en los ordinales 1.º, 4.º y 5.º del apartado primero del artículo 250. 5. Este delito será perseguido aun cuando tras su comisión se iniciara una ejecución concursal. Artículo 258. El responsable de cualquier hecho delictivo que, con posterioridad a su comisión, y con la finalidad de eludir el cumplimiento de las responsabilidades civiles dimanantes del mismo, realizare actos de disposición o contrajere obligaciones que disminuyan su patrimonio, haciéndose total o parcialmente insolvente, será castigado con la pena de prisión de uno a cuatro años y multa de doce a veinticuatro meses. Artículo 259. Será castigado con la pena de uno a cuatro años de prisión y multa de 12 a 24 meses, el deudor que, una vez admitida a trámite la solicitud de concurso, sin estar autorizado para ello ni judicialmente ni por los administradores concursales, y fuera de los casos permitidos por la ley, realice cualquier acto de disposición patrimonial o generador de obligaciones, destinado a pagar a uno o varios acreedores, privilegiados o no, con posposición del resto. Artículo 260. 1. El que fuere declarado en concurso será castigado con la pena de prisión de dos a seis años y multa de ocho a 24 meses, cuando la situación de crisis económica o la insolvencia sea causada o agravada dolosamente por el deudor o persona que actúe en su nombre. 2. Se tendrá en cuenta para graduar la pena la cuantía del perjuicio inferido a los acreedores, su número y condición económica. 3. Este delito y los delitos singulares relacionados con él, cometidos por el deudor o persona que haya actuado en su nombre, podrán perseguirse sin esperar a la conclusión del proceso civil y sin perjuicio de la continuación de este. El importe de la responsabilidad civil derivada de dichos delitos deberá incorporarse, en su caso, a la masa. 4. En ningún caso, la calificación de la insolvencia en el proceso civil vincula a la jurisdicción penal. Todos los delitos mencionados tienen la misma dinámica, es decir la realización de actuaciones sobre el propio patrimonio para perjudicar a los acreedores e impedir que puedan hacer efectivos sus derechos de crédito. El bien jurídico protegido en los delitos de insolvencia es el derecho de crédito de los acreedores, lo que les faculta para satisfacer sus créditos en el patrimonio del deudor. Su fundamento se encuentra en la obligación que impone al deudor el artículo 1911 del Código Civil, haciéndole responder de todas sus deudas con todos sus bienes presentes y futuros. De este modo, el deudor viene a convertirse en una especie de gestor de negocios ajenos en el que los acreedores depositan su confianza, sabiendo, además que, en caso de incumplimiento, podrán satisfacer sus créditos en su patrimonio. En el caso que nos ocupa, no sólo ha existido esta confianza en mis mandantes y todos los demás perjudicados, precisamente por ello efectuaron las correspondientes inversiones, sino que, además, los propios querellados han manifestado públicamente, de modo reiterado, que la entidad del patrimonio tiene capacidad para cubrir el importe de todos los créditos. Sin embargo, por precisar este punto, ni tan siquiera los querellados han manifestado la verdad en este punto, habida cuenta de que los informes de las diferentes Administraciones Concursales efectúan una valoración de los activos muy por debajo del valor atribuido por los miembros de la familia Ruiz Mateos Rivero. En cualquier caso, y para evitar que los querellados puedan alegar en su defensa el argumento de que las deudas resultan ser de personas jurídicas, ha de manifestarse que, en todo momento, independientemente de su condición de administradores de hecho de las diferentes empresas, han expresado públicamente su voluntad, como tales personas físicas, de cumplir con las obligaciones que ha contraído el Grupo Nueva Rumasa. ALZAMIENTO DE BIENES: Que se han producido alzamientos de bienes, no es una cuestión discutible; baste con afirmar que la venta del Grupo Nueva Rumasa, en sí, constituye un alzamiento de bienes, habida cuenta de que lo que se ha pretendido ha sido evitar, por todos los medios, la ejecución de los activos y del patrimonio en general de la familia Ruiz Mateos. Y ello se hubiere materializado de modo inevitable, en el caso de las empresas concursadas, de no mediar la Orden Judicial de sustitución de las facultades de disposición y administración del patrimonio de las empresas de los querellados. En cualquier caso, como se ha expresado más arriba, el Sr. De Cabo, nuevo propietario del Grupo Nueva Rumasa, desde los despachos de abogados que regenta, en Madrid y Valencia, se encarga de llevar a cabo, antes que la gestión de los concursos de acreedores, como públicamente se ha afirmado, a la sazón organizados por las correspondientes Administraciones Concursales, y dirigidos por la Autoridad Judicial, la despatrimonialización de las Compañías y la enajenación o la ocultación fraudulenta de los activos. Es que el Sr. De Cabo desarrolla tales funciones como labor profesional, según los datos extraídos de la gestión que ha llevado a cabo de los grupos y de las compañías que ha ido adquiriendo, siendo lo cierto que en todos los casos, ninguna de las obligaciones que se ha comprometido a efectuar en el momento de la adquisición, las ha realizado. De este modo, véase que tan sólo ha sido posible hacer frente a una cantidad reducida de deuda de las empresas que ha adquirido, precisamente por el control y la supervisión efectuada por de la Autoridad judicial y los actos de las distintas Administraciones Concursales, que han protegido, por imperio de la Ley el patrimonio de las compañías. En modo alguno, como propietario de tales empresas no ha llevado a cabo otros actos, que los destinados a vaciar el patrimonio empresarial o el establecimiento de gravámenes, como hipotecas, arrendamientos y otros a favor de su entramado empresarial, siendo que los beneficios que obtiene no son menores. En ningún momento, como por otra parte es lógico y racional en el sistema empresarial y conforme expresan los principios del cumplimiento de las obligaciones contraídas, se ha producido desembolso económico del patrimonio empresarial o personal, del Sr. De Cabo para atender deuda de empresas que adquiere. Es que un dato muy significativo y revelador de la actividad del Sr. De Cabo, es el hecho de que en la adquisición de las empresas, el precio que se pacta nunca consiste en desembolso económico, sino que consiste en la asunción de deuda. Sin embargo, nunca se cumple con el esa deuda cuyo pago se ha asumido, siendo que, los múltiples acreedores, quedan abandonados a su suerte, con la única protección derivada del concurso de acreedores correspondiente, que, de ordinario, nunca permite cubrir el importe total de todos los pasivos, que siempre resultan ser muy elevados. Por tanto, se asume el pago de deuda, pero llegado el momento de cumplimiento nunca se atiende al pago de la misma. Respecto del Grupo Nueva Rumasa, vista la trayectoria públicamente conocida del Sr. De Cabo, es preciso aseverar que han de estar llevándose a cabo operaciones muy importantes destinadas a la enajenación u ocultación fraudulenta de bienes de la familia Ruiz Mateos, no afectos a los concursos de acreedores. Sirva de advertencia sobre el particular que, transcurridos 4 meses desde la compra venta, ninguna obligación se ha cumplido por el Sr. De Cabo, cara a satisfacer los importes de los pasivos tan elevados, cuyo pago ha asumido. El sentido actual del alzamiento de bienes es el de que alzarse con los bienes equivale a colocarse dolosamente en situación de insolvencia frente a los acreedores o agravar fraudulentamente la insolvencia sobrevenida de manera fortuita, mediante la ocultación física o jurídica de los bienes, cualquiera que sea el procedimiento utilizado y sin que sea precisa la huida del deudor. Es preciso considerar equivalentes los términos alzarse o insolventarse. Cualquier medio que procure ese resultado es válido, tanto si se trata de procedimientos de ocultación física (esconder objetos valiosos, trasladarlos a sitios desconocidos), como es el caso de la querellada Dña. Rocío Ruiz Mateos Rivero y su esposo D. Luis Ojeda, con la ocultación de los cuadros de la vivienda de Somosaguas, como de procedimientos de ocultación jurídica (enajenaciones reales, sustrayendo lo obtenido al pago de la deuda – STS 1021/2009 de 23 de octubre- o ficticias, traspaso de créditos, constitución de hipotecas sobre los mismos, donaciones, simulación de deudas con parientes o amigos, etc. – STS 286/2010 de 6 abril. Producido el estado de insolvencia, es indiferente que los acreedores resulten o no efectivamente perjudicados. Lo importante, como se acredita en este caso, es que la conducta se realice con el ánimo de perjudicarlos. Delito contra los intereses de los consumidores: Artículo 282 bis. Los que, como administradores de hecho o de derecho de una sociedad emisora de valores negociados en mercados de valores, falsearan la información económico-financiera contenida en los folletos de emisión de cualesquiera instrumentos financieros o las informaciones que la sociedad debe publicar y difundir conforme a la legislación del mercado de valores sobre sus recursos, actividades y negocios presentes y futuros, con el propósito de captar inversores o depositantes, colocar cualquier tipo de activo financiero u obtener financiación por cualquier medio, serán castigados con la pena de prisión de uno a cuatro años, sin perjuicio de lo dispuesto en el artículo 308 de ese Código. En el supuesto de que llegue a obtener la inversión, el depósito, la colocación del activo o la financiación, con perjuicio para el inversor, el depositante, adquirente de los activos financieros o acreedor, se impondrán la pena en la mitad superior. Si el perjuicio causado fuera de notoria gravedad, la pena a imponer será de uno a seis años de prisión y multa de seis a doce meses. El artículo 282 bis, conocido como fraude de inversores, se incorpora al Código Penal a través de la reforma operada por la LO 5/2010. En nuestro caso, vistas las características de la emisión de pagarés, podemos entender que los actos de los aquí querellados es posible encorsetarlos en los elementos del tipo penal del injusto. Bien es cierto que la emisión de los pagarés, cuidadosamente fue realizada par tratar de burlar la regulación de la legislación vigente, evitando incurrir en las conductas sancionadas. Es lo cierto que los pagarés no estaban admitidos a negociación en ningún mercado secundario oficial, con la finalidad de eludir el cumplimiento de lo preceptuado en el artículo 26 y en el artículo 27 de la Ley del Mercado de Valores. Sin embargo, es lo cierto que los actos llevados a cabo contemplan el mismo espíritu que la norma penal acoge, cuya finalidad es proteger los intereses de los consumidores, en tanto que posibles inversores o depositantes. El sujeto activo lo es el administrador de hecho o de derecho, como es el caso, de una sociedad que cotice en el mercado de valores. Es lo cierto que las sociedades no han cotizado en mercados de valores, pero es lo cierto que los fines, los objetivos de los autores, y las conductas típicas, tienen un encaje penal en el ámbito del artículo 282 bis. Se ha emitido el denominado programa de pagarés corporativos, difundiendo información al conjunto de los ciudadanos, posibles y potenciales inversores, con el objeto de captar inversión y financiación para el Grupo de Empresas Nueva Rumasa. En todo caso, es lo cierto que se ha producido falsedad en la información, al no ser veraz, en tanto que no ha recogido la situación real de las empresas del grupo, con el objeto de captar inversión. Cabe por tanto, la falsedad por acción, haciendo constar datos irreales o falsos, como la que se produce omitiendo aquellos que deben ser incluidos en la información que la sociedad debe publicar y difundir, porque son relevantes para la actuación de los inversores; en nuestro caso, ambas modalidades se han ejecutado. Publicar o difundir hace referencia a la información dirigida al público en general, sin incluir por tanto, las que deben proporcionarse por la sociedad a la CNMV u otros organismos administrativos de control. Como sujeto pasivo hemos de señalar a los inversores, destinatarios finales de la información falseada. En definitiva consumidores de los mercados o ámbitos de inversión. El falseamiento de la información sólo es punible cuando se haga con el propósito de captar inversores u obtener financiación por cualquier medio. La consumación se produce cuando se difunden o publican las informaciones falseadas. En el apartado segundo del artículo 282 bis, se recoge la denominada estafa de inversiones, de manera que si llegara a obtenerse la inversión, el depósito, la colocación del activo o la financiación, con perjuicio para el inversor o acreedor la falsedad anteriormente citada pasa a convertirse en un supuesto de estafa. Este segundo apartado, no es un simple tipo agravado del primero, sino un delito distinto. La falsedad documental o la falsedad en la información se convierte directamente en una estafa, realizada con el propósito de captar inversores (ánimo de lucro) que provoca un error en el sujeto pasivo, como consecuencia del cual éste realiza un acto de disposición que supone un perjuicio efectivo para su patrimonio. No se contempla en este tipo penal como elemento típico la obtención de un beneficio para el autor o un tercero, sino que basta con que se ocasione un perjuicio. Así mismo, es de aplicación el artículo 282, habida cuenta de que la oferta de la inversión, publicitada por todos los medios de comunicación, y con destino la generalidad de las personas, ha perjudicado a los consumidores en gran medida. Artículo 282. Serán castigados con la pena de prisión de seis meses a un año o multa de 12 a 24 meses los fabricantes o comerciantes que, en sus ofertas o publicidad de productos o servicios, hagan alegaciones falsas o manifiesten características inciertas sobre los mismos, de modo que puedan causar un perjuicio grave y manifiesto a los consumidores, sin perjuicio de la pena que corresponda aplicar por la comisión de otros delitos. Delitos societarios: Artículo 290. Los administradores, de hecho o de derecho, de una sociedad constituida o en formación, que falsearen las cuentas anuales u otros documentos que deban reflejar la situación jurídica o económica de la entidad, de forma idónea para causar un perjuicio económico a la misma, a alguno de sus socios, o a un tercero, serán castigados con la pena de prisión de uno a tres años y multa de seis a doce meses. Si se llegare a causar el perjuicio económico se impondrán las penas en su mitad superior. El artículo castiga a los administradores de hecho o de derecho que falsearen la información relativa a la situación jurídica o económica de la entidad. El bien jurídico protegido es el derecho de información de los socios y de los terceros interesados que deben recibir datos veraces y fieles de la situación de la sociedad, como garantía del correcto funcionamiento de la misma y de sus propios patrimonios. En este sentido, debemos recordar que en la Ley de Sociedades de Capital 1/2010, se exige a los administradores de la sociedad la presentación de cuentas anuales, el informe de gestión y la propuesta de aplicación del resultado, y en su caso las cuentas y el informe de gestión consolidado. Tales documentos son de acceso público. Los documentos serán falsos cuando contengan datos que no se correspondan con la realidad económica o jurídica de la sociedad (STS 1217/2004 de 2 de noviembre) la omisión de información es admisible en la medida en que los datos que se oculten debieran figurar en estos casos, puede resultar equivalente a la acción (STS 1256/2004 de 10 de diciembre, que se refiere a la omisión de ventas en la contabilidad. Además, el administrador tiene el deber jurídico de proporcionar datos veraces sobre la situación de la misma, lo que lo convierte en garante. A menudo, según STS 413/2009 de 11 de marzo, la falsificación de la contabilidad es el medio que se utiliza para encubrir apropiaciones de bienes por parte de los administradores. Sólo es típica la falsedad que es idónea para causar un perjuicio económico a la sociedad o a alguno de los socios o a terceros, eventuales inversores o acreedores. Esta es precisamente la conducta desarrollada por los miembros de la familia Ruiz Mateos Rivero, aquí querellados, en tanto que administradores de hecho del grupo de empresas Nueva Rumasa. Consta acreditado en los concursos de acreedores de las diferentes empresas, tras la emisión de los correspondientes informes de las Administraciones Concursales, que las empresas no han reflejado el verdadero estado económico financiero. Además los que han sido Gerentes o Directores Generales manifiestan que en las empresas existían dos tipos de contabilidad, una que podríamos calificar como real, “en B”, y la que podemos calificar como aparente o falseada “en A”. Artículo 295. Los administradores de hecho o de derecho o los socios de cualquier sociedad constituida o en formación, que en beneficio propio o de un tercero, con abuso de las funciones propias de su cargo, dispongan fraudulentamente de los bienes de la sociedad o contraigan obligaciones a cargo de ésta causando directamente un perjuicio económicamente evaluable a sus socios, depositarios, cuentapartícipes o titulares de los bienes, valores o capital que administren, serán castigados con la pena de prisión de seis meses a cuatro años, o multa del tanto al triplo del beneficio obtenido. Se trata de la denominada administración social fraudulenta. Se tratan en este supuesto los hechos perpetrados por los querellados de administración desleal del patrimonio social, que se aplica a finalidades distintas de aquellas para las que el sujeto está autorizado, incumpliendo con ello el deber de todo administrador en el ejercicio de su cargo de desempeñarlo con la diligencia de un ordenado empresario y de un representante leal. Es obvio que la situación actual de insolvencia del Grupo Nueva Rumasa, de acuerdo con la información contenida en los Informes concursales, que son los instrumentos que mejor nos evidencian el estado objetivo acontecido en las empresas, se fundamenta en una administración social fraudulenta, llevada a cabo por los administradores de hecho aquí querellados. Delito de falsificación en documento público oficial o mercantil. Artículo 392. 1. El particular que cometiere en documento público, oficial o mercantil, alguna de las falsedades descritas en los tres primeros números del apartado 1 del artículo 390, será castigado con las penas de prisión de seis meses a tres años y multa de seis a doce meses. 2. Las mismas penas se impondrán al que, sin haber intervenido en la falsificación, traficare de cualquier modo con un documento de identidad falso. Se impondrá la pena de prisión de seis meses a un año y multa de tres a seis meses al que hiciere uso, a sabiendas, de un documento de identidad falso. Esta disposición es aplicable aun cuando el documento de identidad falso aparezca como perteneciente a otro Estado de la Unión Europea o a un tercer Estado o haya sido falsificado o adquirido en otro Estado de la Unión Europea o en un tercer Estado si es utilizado o se trafica con él en España. Este es el supuesto de falsificación de pagarés o avales que se están produciendo tras la compraventa del grupo Nueva Rumasa, por el Sr. Ángel de Cabo Sanz. El precepto mantiene una estructura muy parecida al tipo de remisión, artículo 390, con la diferencia de que el sujeto activo en este caso es el particular, y en el supuesto del artículo 390 se refiere a autoridad o funcionario público. El artículo 390 reza del siguiente tenor literal: 1. Será castigado con las penas de prisión de tres a seis años, multa de seis a veinticuatro meses e inhabilitación especial por tiempo de dos a seis años, la autoridad o funcionario público que, en el ejercicio de sus funciones, cometa falsedad: 1º Alterando un documento en alguno de sus elementos o requisitos de carácter esencial. 2º Simulando un documento en todo o en parte, de manera que induzca a error sobre su autenticidad. 3º Suponiendo en un acto la intervención de personas que no la han tenido, o atribuyendo a las que han intervenido en él declaraciones o manifestaciones diferentes de las que hubieran hecho. 4º Faltando a la verdad en la narración de los hechos. El encaje penal de los hechos es perfecto, habida cuenta de que en el caso de la falsificación de los avales y de los pagarés que hemos relatado más arriba, se ha supuesto la intervención en los mismos de personas que no la han tenido. Delito contable: Artículo 310. Será castigado con la pena de prisión de cinco a siete meses el que estando obligado por Ley tributaria a llevar contabilidad mercantil, libros o registros fiscales: a) Incumpla absolutamente dicha obligación en régimen de estimación directa de las bases tributarias. b) Lleve contabilidades distintas que, referidas a una misma actividad y ejercicio económico, oculten o simulen la verdadera situación de la empresa. c) No hubiere anotado en los libros obligatorios negocios, actos, operaciones o, en general, transacciones económicas, o los hubiere anotado con cifras distintas de las verdaderas. d) Hubiere practicado en los libros obligatorios anotaciones contables ficticias. La consideración como delito de los supuestos de hecho, a que se refieren las letras c) y d) anteriores, requerirá que se hayan omitido las declaraciones tributarias o que las presentadas fueren reflejo de su falsa contabilidad y que la cuantía, en más o menos, de las cargas o abonos omitidos o falseados, exceda, sin compensación aritmética en ellos, de 240.000 Euros por cada ejercicio económico. En este tipo penal se recogen delitos de peligro y se sancionan actos preparatorios del delito fiscal. El sujeto activo sólo puede serlo el obligado por la Ley tributaria a llevar contabilidad, libros o registros fiscales. Este es el caso de los aquí querellados, en tanto que administradores de hecho, habida cuenta de que las contabilidades declaradas no recogían la verdadera situación económico financiera de las sociedades. QUINTO.Como diligencias a practicar para la comprobación de los hechos señalamos las siguientes: a).- Declaración de todos los querellados sobre los hechos de la querella y que manifiesten en particular si, en efecto, llevaban a cabo la administración de hecho de las compañías que integraban el grupo Nueva Rumasa, y si el programa de emisión de pagarés corporativos, fue diseñado por los mismos, expresando cual ha sido el destino de las inversiones captadas. Así mismo, habrán de declarar en el caso de D. Ángel de Cabo, si el grupo empresarial de que es titular, tiene solvencia para hacer frente al pago de todas las cantidades debidas por el Grupo Nueva Rumasa por las inversiones de pagarés. En el caso de los Sres. D. Alfonso Barón y D. Luís Ojeda, habrán de exponer y declarar cuales han sido los actos llevados a cabo en relación con los activos, mobiliarios, inmobiliarios y dinerarios de Nueva Rumasa. En el caso de Dña. Rocío Ruíz Mateos Rivero, habrá de declarar si, en efecto ha promovido, organizado y ejecutado la salida de bienes muebles de importante valor económico y artístico de la vivienda familiar sita en la C/ La Alondra, número 2, de Somosaguas. En el caso de los Sres. Iván Losada Castell y Fernando Lavernia Sanchiz, habrán de declarar cual es su grado de responsabilidad, en tanto que representantes y administradores de Nueva Rumasa, en la toma de decisiones tras la compra venta, y si han participado en las operaciones de restitución de la propiedad del Hotel Semiramis a la familia Batalla. b).- Documental, teniendo por reproducidos los documentos que se acompañan a la querella. Además, es preciso que Su Ilustre Señoría libre atento Oficio a los correspondientes Registros Mercantiles, para que remitan Certificación e Informe sobre el estado de las cuentas anuales depositadas por las Sociedades emisoras de pagarés en los años 2008, 2009 y 2010. Así mismo, es preciso que Su Ilustre Señoría recabe el auxilio judicial correspondiente de los Juzgados de lo Mercantil que tramitan los correspondientes concursos de acreedores de las sociedades emisoras de pagarés, al objeto de que remitan los diferentes Informes de la Administración Concursal. Es preciso que Su Ilustre Señoría dicte el oportuno Requerimiento a los administradores de la sociedad Back in Business SL y sociedades vinculadas y dependientes de la misma, para que remitan al Juzgado la relación de escrituras de compraventa del Grupo Nueva Rumasa. c)- Testifical: Es imprescindible la práctica de las siguientes testificales: - Declaración de D. José María Ruiz Mateos y Jiménez de Tejada y su Esposa, Dña. Teresa Rivero. - Declaración de las 6 hermanas Ruiz Mateos Rivero. - Declaración de las Administraciones Concursales de los concursos de acreedores de las sociedades emisoras de pagarés. - Declaración de los Directores Generales (no de los administradores) de las compañías emisoras de pagarés, que ostentaron sus cargos entre los años 2008 y 2011. - Declaración de todos los Letrados que han participado en las gestiones de compraventa del Grupo Nueva Rumasa, y en especial los directores de los respectivos departamentos jurídicos que prestaron sus servicios profesionales a las órdenes del Sr. Ángel de Cabo. - Declaración de D. Joaquín Yvancos Muñiz, Director del Departamento Jurídico de Nueva Rumasa. - Declaración de los legales representantes de las organizaciones religiosas Los Legionarios de Cristo, Opus Dei y Los Salesianos. - Declaración de los Sres. Gonzalo Pascual Arias y D. Gerardo Díaz Ferrán, siendo que estas personas habrían participado en las conversaciones sobre la compra de Nueva Rumasa. - Declaración de los Sres. José Luís Martínez Núñez y José Luís Martínez Parra, habida cuenta de que existe fundada sospecha de que alguna de las sociedades interpuestas, tenedoras de participaciones de las mercantiles del grupo Nueva Rumasa, puedan estar siendo administradas por los mismos. - Declaración de D. Manuel Vidal Grau, antiguo administrador de la mercantil Vidal Grau Muebles SL. - Declaración de la Administración Concursal de la Mercantil Vidal Grau Muebles SL. - Declaración de la Administración Concursal de la Mercantil Vías Canales y Puertos. - Declaración de inversores de pagarés, en el número que sea fijado por Su Señoría, como representativos del conjunto de afectados, al objeto de evitar tomar declaración a todos los perjudicados personados. SEXTO.Vista la responsabilidad penal que atesora el Sr. Ángel de Cabo Sanz en los hechos que aquí se relatan, es preciso indicar que procede exigir el embargo preventivo de todos sus bienes y derechos, a los efectos de que queden afectos a la satisfacción de la responsabilidad civil, para lo cual, es preciso hacer saber los siguientes datos al respecto: El Sr. Ángel De Cabo Sanz, es administrador de hecho, y titular fáctico de la mercantil ESSER INTERNATIONAL 21 SL, sociedad que se encuentra administrada por su cuñado D. TEODORO GARRIDO, y de la que dependen gran parte de todos sus bienes personales, a los efectos de garantizar la opacidad de la auténtica titularidad para terceros. Se adjuntan la relación de bienes facilitada por personas que han sido colaboradores del Sr. De Cabo, y respecto de los cuales se solicita la práctica de los embargos correspondientes. Así mismo se informa que en la vivienda titularidad del Sr. De Cabo se encuentran guardados o depositados objetos de gran valor, tanto económico como artístico e histórico, que ha ido sustrayendo a las empresas que ha adquirido, a modo de alzamientos de bienes. De igual manera, en dicho inmueble se encuentran depositados y guardados todos los documentos de mayor valor, que recogen los verdaderos pactos y la verdadera realidad de las empresas que ha adquirido y que gestiona y entre las que se encuentra la del caso que nos ocupa.. SÉPTIMO.Es preciso que por Su Señoría se proceda de inmediato a la apertura de la correspondiente Pieza de Responsabilidad Civil de cada uno de los querellados, para responder de las responsabilidades civiles dimanantes de los actos en los que han participado, y de los daños y perjuicios, materiales, económicos y morales en que han incurrido, a tenor de lo preceptuado en el artículo 116 del Código Penal. Procede en consecuencia, la adopción de la medida cautelar de embargo preventivo de los bienes de todos los querellados, en cuantía suficiente para atender las responsabilidades civiles dimanantes del proceso. Así mismo, la pieza de responsabilidad habrá de determinar la responsabilidad civil subsidiaria del Estado, conforme al artículo 121 del Código Penal, habida cuenta de que, desde el mimo, hubieron de ser detectadas las consecuencias de la masiva captación de personas, por la información que, con carácter general se difundía, pudieron adoptarse las medidas pertinentes, cara a poner freno a tan brutal estafa, y no se llevaron a cabo actos encaminados a poner freno y control a dichas conductas. La responsabilidad civil subsidiaria es clara y se solicita sea estimada por Sus Ilustres Señorías, en la cantidad suficiente para cubrir los importes de todos los pagarés emitidos y por todos los daños y perjuicios ocasionados. Artículo 121. El Estado, la Comunidad Autónoma, la provincia, la isla, el municipio y demás entes públicos, según los casos, responden subsidiariamente de los daños causados por los penalmente responsables de los delitos dolosos o culposos, cuando éstos sean autoridad, agentes y contratados de la misma o funcionarios públicos en el ejercicio de sus cargos o funciones siempre que la lesión sea consecuencia directa del funcionamiento de los servicios públicos que les estuvieren confiados, sin perjuicio de la responsabilidad patrimonial derivada del funcionamiento normal o anormal de dichos servicios exigible conforme a las normas de procedimiento administrativo, y sin que, en ningún caso, pueda darse una duplicidad indemnizatoria. Si se exigiera en el proceso penal la responsabilidad civil de la autoridad, agentes y contratados de la misma o funcionarios públicos, la pretensión Administración deberá o ente dirigirse público simultáneamente presuntamente contra responsable la civil subsidiario. OCTAVO.Dado el elevadísimo riesgo de fuga que existe, fundado en las numerosas conductas penalmente relevantes realizadas, que se imputan a los querellados y, teniendo en cuenta las cuantías penológicas correspondientes a las mismas, procede acordar de inmediato y con carácter urgente, la detención de todos los querellados, y el inmediato ingreso en prisión provisional, comunicada y eludible bajo fianza, de importe suficiente y de acuerdo a la gravedad de los hechos cometidos, y en concordancia con las cantidades defraudadas y la alarma social generada, a tenor de lo determinado en los artículos 502 y siguientes de la Ley de Enjuiciamiento Criminal. Con base en lo establecido en el artículo 503 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal, procede la prisión provisional por las siguientes razones: - Existe un elevado riesgo de evasión a la acción de la Justicia. - Existe una altísima probabilidad de continuación en las conductas delictivas. - Existe una altísima probabilidad de destrucción de medios y fuentes de prueba. - Los delitos que se imputan a los querellados, tiene señalada pena de prisión superior a dos años. Así mismo, procede que Su Ilustre Señoría acuerde la retirada de los pasaportes de todos los querellados, para evitar la salida de territorio español. Por virtud de lo expuesto, SUPLICO AL JUZGADO tenga por presentado este escrito, junto con los documentos que se acompañan, se sirva admitirlos, tenga por formulada QUERELLA CRIMINAL contra los hermanos Ruiz Mateos Rivero, relacionados en el cuerpo del presente escrito, el Sr. Ángel de Cabo Sanz, el Sr. Fernando Lavernia Sanchiz, el Sr. Alfonso Barón Rivero, el Sr. Luis Ojeda, y la Sra. Rocío Ruiz Mateos Rivero, por la comisión de los hechos que se significan y relacionan, la admita a trámite, se practiquen las diligencias interesadas en el número anterior y otras que el Instructor considere pertinentes o significativas para el esclarecimiento y comprobación de los hechos y circunstancias que se relatan, y se adopten las pertinentes medidas cautelares sobre la situación personal y sobre los bienes de los querellados, antes citados, disponiendo se proceda de inmediato y con carácter urgente a la detención y prisión provisional de los mismos, comunicada y eludible tras prestación de fianza por la libertad provisional, en la cantidad que Su Ilustre Señoría considere necesaria, y en todo caso de importe no menor a la cuantía que sea proporcional a los importe que han sido objeto de estafa Euros, así como fianza para cubrir las responsabilidades civiles y, en su defecto, se decrete el embargo de sus bienes, en cuantía suficiente para atender dichas responsabilidades, que esta parte valora en 290.000.000 de Euros, con imposición de los gastos y costas judiciales ocasionadas, con todo lo demás de rigor. OTROSI DIGO: que por ser de esencial para el buen fin de la causa, acuerde accediendo a todo lo interesado en el cuerpo del escrito. OTROSÍ DIGO, que conforme a lo dispuesto en el art. 281.1 de la Ley de Enjuiciamiento criminal, esta parte considera que está exenta de prestar fianza. SUPLICO AL JUZGADO: que tenga por hechas las anteriores manifestaciones. Por ser Justicia lo que pido, en Madrid, a 9 de enero de 2012. Fdo. Dña. Yolanda Ortiz Alfonso. Procuradora. D. Ángel Francisco Sutil Ballesteros. Letrado. Col. 80567 ICAM.