002 Nueva Rumasa - Yvancos Abogados

Anuncio
AL JUZGADO CENTRAL DE INSTRUCCIÓN
NÚMERO CINCO
AUDIENCIA NACIONAL
DÑA. YOLANDA ORTIZ ALFONSO, Procuradora de los Tribunales de
Madrid, y de D. PEDRO ANTONIO SORIANO ORTEGA, DÑA. JUANA
MARÍA GONZÁLEZ RUIZ, DÑA. TERESA LARA MARTÍN, DÑA.
JOSEFA LARA MARTÍN, D. JAIME SÁNCHEZ MONTERO Y FILLOL,
D. JULIÁN SECUNDINO RODRÍGUEZ ÁLVAREZ, EXPLOTACIONES
AGROPECUARIAS DE CASTILLA Y LEÓN SL, DÑA. MARÍA DEL
CARMEN ESCALADA HERNÁNDEZ, DÑA. MARÍA DEL CARMEN
HERNÁNDEZ YAGUE, D. MIGUEL ÁNGEL GÓMEZ MERINO, D.
FRANCISCO JAVIER APARISI LAPORTA, D. TOMÁS DE JULIÁN
RACIONERO, D. LUÍS JAVIER PÉREZ VELASCO, D. RUPERTO
PÉREZ
FERNÁNDEZ-TENADILLO,
D.
AURELIO
MEDIAVILLA
HERREROS, DÑA. MARGARITA OLIVE GARCÍA, D. JAVIER AGUSTI
CORTÉS como se acredita debidamente con la aportación de las
correspondientes Escrituras de Poder General para Pleitos, con solicitud
de devolución del original, por necesitarlo para otros usos, tras dejar
copia testimoniada en Autos, ante el Juzgado comparezco, y, como
mejor en Derecho proceda,
DIGO:
Que, a medio del presente escrito, al amparo del artículo 270 de la Ley
de Enjuiciamiento Criminal, en relación con los artículos 100, 101, 110
y 111 del mismo cuerpo legal, formulo QUERELLA CRIMINAL contra
las mercantiles NUEVA RUMASA SA, JOSÉ MARÍA RUIZ MATEOS
SA,
INVERSIONES
RUIZ
MATEOS,
CARNES
Y
CONSERVAS
ESPAÑOLAS (CARCESA), GRUPO DHUL SL, CLESA SL, RUMANOVA
SL,
MASPALOMAS
HOTELES
SA
HIBRAMER
SA,
contra
los
hermanos D. JOSÉ MARÍA, D. ZOILO, D. ALFONSO MARÍA, D.
FRANCISCO
JAVIER,
D.
ALVARO,
D.
PABLO
RUIZ-MATEOS
RIVERO, así como contra D. ALFONSO BARÓN RIVERO, DÑA.
ROCÍO RUIZ MATEOS RIVERO y SU MARIDO D. LUÍS OJEDA, y
contra D. ÁNGEL DE CABO SANZ, D. IVÁN LOSADA CASTELL y D.
FERNANDO LAVERNIA SANCHIZ, por la comisión de los hechos que se
significan seguidamente, que, a juicio de mis mandantes, constituyen,
con notable evidencia, ilícitos penales, dignos de reprensión penal, tras
la
correspondiente
cumplimentando
con
instrucción
lo
y
enjuiciamiento.
determinado
en
los
Todo
artículos
ello,
277
y
concordantes de la Ley de Enjuiciamiento Criminal, y dando inicio a las
acciones judiciales penales y civiles que proceden.
Los delitos de los que se acusa a las personas contra las que se dirige la
presente querella criminal, especificados más adelante para cada uno
de ellos, sin perjuicio de que puedan ser apreciados otros supuestos
penales, en la tramitación de la causa, son los siguientes:
DELITOS DE ESTAFA.
DELITOS DE APROPIACIÓN INDEBIDA.
DELITOS CONTRA LOS INTERESES DE LOS CONSUMIDORES.
DELITOS DE INSOLVENCIA PUNIBLE.
DELITOS CONTABLES.
DELITOS DE ADMINISTRACIÓN DESLEAL.
DELITOS DE ALZAMIENTO DE BIENES.
DELITOS DE FALSIFICACIÓN EN DOCUMENTO MERCANTIL.
PRIMERO.Juez ante quien se presenta: Se presenta esta querella ante el Juzgado
Central de Instrucción con sede en esta ciudad, por ser el competente
para su instrucción, a tenor del artículo 65 de la Ley Orgánica del Poder
Judicial.
Los delitos que se relacionan, como son la estafa, la apropiación
indebida, contra los intereses de los trabajadores, se perpetran contra
una pluralidad de personas, en todo el territorio nacional, y tiene
entidad suficiente como para haber producido una grave afectación en
la seguridad del tráfico comercial y mercantil, y según el espíritu que
inspira los delitos contra los intereses de los consumidores, los
intereses de los destinatarios de productos y servicios. La repercusión
en la economía nacional es incuestionable.
Pero es que es más, como conductas y actos defraudatorios que son
algunos de los tipos penales cuya perpetración se atribuye a los aquí
querellados, tienen la aptitud de producir una repercusión en la
economía nacional y afectar a una generalidad de personas ubicadas en
el territorio de más de una Audiencia. Es por esto que la concurrencia
de tales presupuestos es suficiente para que deba reconocerse la
competencia de la Audiencia Nacional y, consiguientemente, la de los
Juzgados Centrales de Instrucción. Véase el contenido de los Autos del
la Sala 2ª del Tribunal Supremo, de fecha 5 de marzo de 1999 y de 22
de abril de 1999.
Precisamente, el criterio de la Sala 2ª del alto
Tribunal, en relación con la aplicación de las normas de competencia de
la Audiencia Nacional, es el de que, cuando se trata de una generalidad
de personas, afectadas por la comisión de hechos delictivos que han
sido
perpetrados
con
la
intención
de
abarcar
a
un
número
indeterminado y amplio de personas, dispersas por todo el territorio del
Estado, precisamente por el ánimo lucrativo que invade a los sujetos
activos, la competencia ha de atribuirse al Tribunal que ha sido
legalmente dotado de específicas funciones para la instrucción y
enjuiciamiento de conductas atentatorias contra los ciudadanos,
genéricamente considerados. Véase los Autos de fecha 16 de abril de
1999 y de fecha 26 de noviembre de 2001, entre otros.
Por tanto, entendemos que la competencia de la Audiencia Nacional, de
acuerdo con la Jurisprudencia del Tribunal Supremo, para la
instrucción y enjuiciamiento de la causa, es procedente, habida cuenta
de que, de acuerdo con los criterios estudiados y establecidos por el alto
Tribunal, la generalidad de personas, y la grave repercusión en la
economía
nacional,
justifica
la
acción
del
Juzgado
Central
de
Instrucción especializado y del Tribunal especial de la Audiencia
Nacional.
SEGUNDO.Nombre, apellidos y vecindad del querellante: Los datos de todos los
querellantes,
mis
mandantes,
son
los
siguientes,
identificados
individualmente:
- D. PEDRO ANTONIO SORIANO ORTEGA, mayor de edad, soltero,
jubilado, con DNI. 31.485.575 R, con domicilio en la C/ Plaza de
Cataluña, 13, 5º Derecha, de Jerez de la Frontera, en Cádiz.
- DÑA. JUANA MARÍA GONZÁLEZ RUIZ, mayor de edad, divorciada,
jubilada, con DNI 31557819W, vecina de Arcos de la Frontera, con
domicilio en la Urbanización El Santiscal, Avenida Príncipe de España,
número 14, casa 1, Cádiz.
- DÑA. TERESA LARA MARTÍN, mayor de edad, divorciada, empleada,
con DNI 31641810C, vecina de Jerez de la Frontera, con domicilio en
Barriada de la Granja, Plaza Algar, bloque 1, 1ºB, Cádiz.
- DÑA. JOSEFA LARA MARTÍN, mayor de edad, divorciada, sin
profesión, con DNI 31582295Y, vecina de Jerez de la Frontera, con
domicilio en Barriada de la Granja, Plaza Bornos, bloque 10, 2ºC, Cádiz.
- D. JAIME SÁNCHEZ MONTERO Y FILLOL, mayor de edad, casado,
jubilado, con DNI 6737856Y, vecino de Boadilla del Monte, Calle Playa
de Yas, número 4, 28660, Madrid.
- D. JULIÁN SECUNDINO RODRÍGUEZ ÁLVAREZ, mayor de edad, con
DNI 09610462G, con domicilio en la Calle General Ricardos, número
105, planta 4, puerta 3, 28019, Madrid.
- EXPLOTACIONES AGROPECUARIAS DE CASTILLA Y LEÓN, SL,
entidad mercantil con CIF B78421005, con domicilio en C/ Dalia,
número 8, planta 4, puerta 1, 28109, Madrid.
- DÑA. MARÍA DEL CARMEN ESCALADA HERNÁNDEZ, mayor de edad,
con DNI 05359380N, con domicilio en la C/ Narváez, número 47, planta
4º, puerta C, 28009, Madrid.
- DÑA. MARÍA DEL CARMEN HERNÁNDEZ YAGUE, mayor de edad, con
DNI 07626927N, con domicilio en la C/ Narváez, número 47, planta 4º,
puerta C, 28009, Madrid.
- D. MIGUEL ÁNGEL GÓMEZ MERINO, mayor de edad, con DNI
02058204A, con domicilio en la Calle Lindes, número 9, 28260, de
Madrid.
- D. FRANCISCO JAVIER APARISI LAPORTA, mayor de edad, con DNI
02478764P, con domicilio en la Calle Géminis, número 5, de la
localidad de Valdeolmos-Alalpardo, 28130, de Madrid.
- D. TOMÁS DE JULIÁN RACIONERO, mayor de edad, con DNI
02036687-Z, con domicilio en la Avda. La Gavia, número 35, portal H,
5ºB, 28051, de Madrid.
- D. LUÍS JAVIER PÉREZ VELASCO, mayor de edad, con DNI
02520021A, con domicilio en la Calle Argentina, número 18 A, 8º D, de
Madrid.
- D. RUPERTO PÉREZ FERNÁNDEZ-TENADILLO, mayor de edad, con
DNI 01277561A, con domicilio en la Calle Guadalajara, número 3, de
Madrid.
- D. AURELIO MEDIAVILLA HERREROS, mayor de edad, con DNI
12605404R, con domicilio en la Calle Alcalá, número 152, de Madrid.
- DÑA. MARGARITA OLIVE GARCÍA, mayor de edad, con DNI
01464884Z, con domicilio en la Calle Alcalá, número 152, de Madrid.
- D. JAVIER AGUSTI CORTÉS, mayor de edad, con DNI 50716856Q,
con domicilio en la Calle Dalia, número 8, de la localidad de El Soto de
la Moraleja, Alcobendas, 28109, Madrid.
D. JOSÉ SAN JAIME MARTÍNEZ, mayor de edad, con DNI 19354977-V,
con domicilio en la Calle Joan Fuster, número 1, planta baja, Ribaroja
del Turia, en Valencia.
D. JOSÉ ANTONIO ALONSO ZAMORA, mayor de edad, con DNI
14438099X, con domicilio en la Sequía de Tormos, número 11, de la
localidad de Godella, Valencia.
TERCERO.Nombre, apellidos y vecindad de los querellados:
La identidad de los que aquí resultan ser querellados es la que,
individualmente considerados, a continuación se relaciona:
D. JOSÉ MARÍA RUIZ MATEOS RIVERO, mayor de edad, de estado civil
casado, con domicilio en la C/Alondra 2 Somosaguas, Pozuelo de
Alarcon, de Madrid. Con D.N.I. número 50.837.958-T
D. ALFONSO MARÍA RUIZ MATEOS RIVERO, mayor de edad, de estado
civil casado, con domicilio en la C/Alondra 2 Somosaguas, Pozuelo de
Alarcon, de Madrid. Con D.N.I. número 74.950.290-L
D. ZOILO RUIZ MATEOS RIVERO, mayor de edad, de estado civil
casado, con domicilio en la C/Alondra 2 Somosaguas, Pozuelo de
Alarcon, de Madrid. Con D.N.I. número 793.544-K
D. FRANCISCO JAVIER RUIZ MATEOS RIVERO, mayor de edad, de
estado civil casado, con domicilio en la C/Alondra 2 Somosaguas,
Pozuelo de Alarcon, de Madrid. Con D.N.I. número 52.369.406-Q
D. ÁLVARO RUIZ MATEOS RIVERO, mayor de edad, de estado civil
casado, con domicilio en la C/Alondra 2 Somosaguas, Pozuelo de
Alarcon, de Madrid. Con D.N.I. Número 52.994.451-J
D. PABLO RUIZ MATEOS RIVERO, mayor de edad, de estado civil
casado, con domicilio en la C/Alondra 2 Somosaguas, Pozuelo de
Alarcon, de Madrid. Con D.N.I. número 52.369.407-V
DÑA. ROCÍO RUIZ MATEOS RIVERO, mayor de edad, de estado civil
casado, con domicilio en la C/Alondra 2 Somosaguas, Pozuelo de
Alarcon, de Madrid.
D. LUÍS OJEDA mayor de edad, de estado civil casado, con domicilio en
la C/Alondra 2 de somosaguas, Pozuelo de Alarcon, de Madrid.
D. ALFONSO BARÓN RIVERO, mayor de edad, de estado civil casado,
con domicilio en Paseo Conde de los Gaitanes 130, La Moraleja, 28109
Alcobendas, Madrid.
D. ÁNGEL DE CABO SANZ, mayor de edad, de estado civil casado, con
domicilio en la C/Serrano, número 41-45, 7ª planta, de Madrid. Con
D.N.I. número 24.345.248-R
D. IVÁN LOSADA CASTELL, mayor de edad, con domicilio en la C/
Serrano, número 41-45, 7ª planta, 28330, de Madrid.
D. FERNANDO LAVERNIA SANCHIZ, mayor de edad, con domicilio en la
C/ Serrano, número 41-45, 7ª planta, 28330, de Madrid.
NUEVA RUMASA SA, con domicilio en la Avda. Pablo Iglesias, 39-41,
28029, de Madrid, inscrita en el Registro Mercantil de Madrid, Hoja
70052.
JOSÉ MARÍA RUIZ MATEOS SA, con domicilio en la Calle Alondra,
número 2, Somosaguas, 28223, Pozuelo de Alarcón, Madrid, inscrita en
el Registro Mercantil de Madrid, Hoja 70048.
INVERSIONES RUIZ MATEOS SA, con domicilio en la Calle Alondra,
número 2, Somosaguas, 28223, Pozuelo de Alarcón, Madrid, inscrita en
el Registro Mercantil de Madrid, Hoja 70039.
GRUPO DHUL SL, con domicilio en Avenida de Andalucía, s/n, 18014,
de Granada, inscrita en el Registro Mercantil de Granada, hoja 25858.
CLESA SL, con domicilio en Avda. Cardenal Herrera Oria, 67, 28034, de
Madrid, inscrita en el Registro Mercantil de Madrid, hoja 419542.
CARCESA, (CARNES Y CONSERVAS ESPAÑOLAS SA), con domicilio en
la Plaza El Prado, Prolongación Sevi, Mérida, 06800, Badajoz, inscrita
en el Registro Mercantil de Badajoz, Hoja 20402.
MASPALOMAS HOTELES SA, con domicilio en Calle Isaac Albéniz,
número 3, Hotel Beberly Playa, 07184, de Calviá, Islas Baleares,
inscrita en el Registro Mercantil de Palma de Mallorca, hoja 25678.
RUMANOVA SA, con domicilio en la Calle Alondra, número 2,
Somosaguas, 28223, Pozuelo de Alarcón, Madrid, inscrita en el Registro
Mercantil de Madrid, Hoja 60565.
HIBRAMER SA, con domicilio en carretera Segovia, kilómetro, 4,5, de
Valladolid, CIF 4700772217, inscrita en el Registro Mercantil de
Valladolid, hoja VA-953.
CUARTO.Relación circunstanciada de los hechos que motivan la presente
querella:
UNO.-
Cumple señalar con carácter previo que, precisamente, respecto de los
asuntos que en adelante se significan, los hechos han de analizarse con
sumo interés, con detenimiento, con precisión y con la debida extensión
y objetividad, habida cuenta de que la gravedad y relevancia penal que
los mismos incorporan, es muy significativa, siendo que el número de
personas afectadas, en tanto que perjudicados y lesionados, es muy
cuantioso, encontrándonos, por tanto, sin lugar a dudas, como luego se
dirá, ante delitos que atentan contra los intereses generales y, por tanto
contra
todos
los
consumidores,
por
el
sentido
de
la
difusión
publicitaria. La contravención de la ley penal es especialmente grave y
digna de la más rigurosa reprensión, al objeto de hacer real justicia y
aplicación ejemplarizante y rotunda del ordenamiento jurídico.
Para la formulación de la presente querella, que se pretende minuciosa,
clara y dotada de todas las legalidades y formalidades necesarias, se
toma en consideración, la información que proporcionan los diferentes
Concursos de Acreedores de las diversas Empresas del Grupo Nueva
Rumasa, las informaciones de testigos consultados por mis mandantes,
las informaciones difundidas en la prensa por las personas que
prestaron servicios para el grupo Nueva Rumasa y los datos que obran
en poder de mis mandantes, en tanto que inversores de pagarés
emitidos por dichas compañías.
DOS.-
Es muy importante principiar el relato de los hechos que se relacionan,
manifestando a Su Ilustrísima Señoría que, como puede apreciarse, no
es fácil encontrar en la historia de nuestro país, una suerte de actos,
hechos,
situaciones y
circunstancias,
penalmente
relevantes,
de
envergadura tan dañina, tan perjudicial y tan extendida entre las
personas de los diferentes sectores sociales, a las que afecta con
carácter muy numeroso y plural. La estafa afecta a más de 4000
personas, que invirtieron en torno a los 390.000.000 millones de Euros.
Baste con afirmar que, como se acreditará más adelante, muchos de
mis mandantes se encuentran en una angustiosa y precaria situación
económica, familiar y personal, como consecuencia de los actos que han
sido perpetrados, de manera dolosa y concienzuda, por los aquí
querellados. Es que, como ejemplo, disponemos de un mensaje de
correo electrónico, remitido por D. Javier Ruiz Mateos Rivero, a Dña.
Marta González, Delegada de Nueva Rumasa en Valencia, en el que,
ante las reiteradas exigencias de explicaciones de la misma, cara a
aportar una solución a la situación creada con los inversores, los cuales
les muestran múltiples quejas, se puede ver que el Sr. Ruiz Mateos
Rivero manifiesta que cualquiera que tuviera dos dedos de frente sabría
que invertir en Nueva Rumasa, a un Interés tan alto conllevaba un
riesgo; por cierto, dicho riesgo no fue advertido por los emisores de
pagarés. Por esto, la conducta es típicamente penal.
En su virtud, y con la digna pretensión de proteger bienes jurídicos
diversos, como luego se dirá, ha de suplicarse al Órgano Jurisdiccional,
que proceda en consecuencia, instruyendo la causa que se le
suministra con el máximo rigor, la mayor seriedad y el perfecto ánimo
de lograr la averiguación y determinación de la verdad y exactitud de
todos los hechos y situaciones que se citan, al objeto de que pueda
dictarse recta Justicia penal y reparación de todos los daños. Para este
fin, mis mandantes se ponen a disposición de Su Ilustrísima Señoría,
facilitando todas las pruebas y datos que conocen o de los que
disponen, comunicando expresamente que colaborarán en todo aquello
que esté a su alcance, con determinación. Ilustre Señoría, de lo que se
trata, antes que nada, es de lograr Justicia, ante hechos que afectan a
una cuantiosísima pluralidad de ciudadanos, que se encuentran en
situaciones muy precarias como consecuencia de los actos y hechos
ilícitos llevados a cabo, de modo desconsiderado y doloso, por los aquí
querellados.
Nada de lo que aquí se denuncia y se hace saber ha de resultar
novedoso, habida cuenta de que la relevancia pública y social de los
hechos ilícitos presuntamente cometidos por los aquí querellados, es
notoria, como se demuestra, y fácilmente se puede comprobar. Lo más
llamativo y sorprendente, precisamente, es que los querellados han
abusado y se han aprovechado, para la comisión de los hechos cuya
perpetración se les atribuye, de su aparente buena reputación y su
relevante y adquirida fama social como empresarios, así como de la
buena fe de los perjudicados y de la manipulación masiva de la realidad
jurídica, económica y financiera de las compañías, que, de hecho y de
derecho, regentaban; por ende, los atentados ocasionados contra los
intereses de la pluralidad de personas afectadas, son considerados
como dolosos, encontrándose, por tanto, ínsita en los actos ilícitos, una
mala intención o mala fe que, no hace sino agravar, en todos los
ámbitos a los que nos referimos, la relevancia penal de los mismos, y,
por tanto, y en consecuencia, el reproche que ha de esperarse de la
justa aplicación de la Ley.
TRES.-
Como es sabido, la familia RUIZ MATEOS RIVERO ha sido propietaria,
de hecho y de derecho, del grupo de empresas que constituyen NUEVA
RUMASA,
hasta,
según
ha
sido
publicado
en
los
medios
de
comunicación, el 9 de septiembre de 2011, momento en el que se ha
producido la transmisión de la propiedad a la Mercantil Back in
Business SL, titularidad a la sazón del Sr. Ángel de Cabo Sanz.
Pues bien, estableciendo el orden preciso y necesario, estemos a los
hechos que se someten a la instrucción de Su Ilustre Señoría,
principiando por mostrar su génesis:
En febrero de 2009, y prolongándose hasta finales del año 2010, como
es públicamente conocido, se anuncia al público en general, por los
responsables de este grupo, la emisión de un programa de pagarés
corporativos, a suscribir por un importe mínimo de 50.000 euros, con
un tipo de interés garantizado del 8% anual, que no estaban
admitidos a negociación en un mercado secundario, publicitándose en
todos los medios de comunicación, tanto prensa, radio, televisión e
Internet, y llegando, de este modo, a la práctica totalidad de los
ciudadanos de nuestro país, e incluso, de países extranjeros.
Es imprescindible expresar a Su Señoría, el tenor literal del anuncio,
que rezaba del siguiente modo, claro, preciso, y con altas dosis de
marketing, ciertamente persuasivo:
“Nueva Rumasa, constituye uno de los grupos empresariales más importantes
de nuestro país con una valoración patrimonial neta de más de 3.000 MM de
euros en compañías líderes en sectores consolidados y estables de nuestra
economía: Alimentación, Bodegas y Bebidas, Distribución, Hoteles, Agrícola,
Ganadera y Patrimonial.
Nueva Rumasa está compuesta por 107 empresas con más de 10.000
empleados directos y 6.000 indirectos, con relaciones comerciales en 78 países,
y una facturación por encima de los 1.500 MM de euros. Todas las empresas
son 100% propiedad y ninguna cotiza en bolsa.
Ahora tiene usted la oportunidad de participar en una inversión rentable y
segura a través de la suscripción de pagares corporativos de las compañías que
componen Nueva Rumasa, y que pone a su alcance con una rentabilidad
garantizada del 8% anual.
El objeto de esta emisión de pagares es la adquisición de empresas que
representan autenticas oportunidades de negocio en los momentos actuales,
aportando mayor facturación, patrimonio y liderazgo.
En caso de estar interesado no dude en ponerse en contacto con nuestras
oficinas, en donde estaremos encantados de facilitarle toda la información
necesaria para su estudio:
Nueva Rumasa Avda. Pablo Iglesias, 39-41, 28043 – Madrid 91 533 49 00.
invernegocios@nuevarumasa.com
Nueva
Rumasa
Plaza
Francesc
Macia,
7
08029
–
Barcelona.
nuevarumasabcn@nuevarumasa.com 93 419 93 38. Esta operación ha sido
autorizada previa consulta realizada ante la CNMV con fecha 11 de febrero de
2009.
Condiciones: El importe mínimo por cada inversor es de 50.000€ y los pagarés
emitidos no estarán admitidos a negociación en ningún mercado secundario.”
Como este anuncio se difundieron otros anuncios u ofertas, a modo de
folletos informativos, de similares características, con la misma
finalidad.
Precisiones a tener en cuenta respecto del anuncio:
1º.- Como se evidencia, en los anuncios se citaba y transmitía la idea de
grupo. Sin embargo, es lo cierto que el grupo de empresas no se
estructuraba alrededor de un holding, de una sociedad tenedora de las
distintas participaciones empresariales. En realidad, lo que es claro es
que las empresas encuentran sus vinculaciones a través de los
accionistas comunes, y evidentemente responden a un tipo de acción
concertada. De este modo son las distintas sociedades las que han
emitido los pagarés, y no el grupo, siendo que lo fundamental no
sería tanto el patrimonio y la solvencia del grupo, si no la del emisor
concreto de cada pagaré.
2º.- Los pagarés no han estado admitidos a cotización en ningún
mercado secundario oficial. Es decir, que no han podido ser objeto de
compra ni de venta.
3º.- En lo relativo a la Comisión Nacional del Mercado de Valores, se ha
tratado de una emisión no sujeta a la tutela de la CNMV, y por tanto,
sin las garantías que dicha Institución y el ámbito del Derecho habrían
de ofrecer y asegurar, como son el control de la contabilidad, cuentas
anuales, balances y otros datos fiscales y financieros. De ahí, que
resultara muy complejo para cualquier inversor, conocer la verdadera
situación de las empresas que componían el grupo, resultando cierto
que, de acuerdo con los datos que se conocen, las mismas, como es
evidente, no reunían las condiciones y aptitudes para emitir tales
pagarés, dada su situación de insolvencia, o al menos, de elevados
pasivos, realmente mantenida en el tiempo. Estamos ante claros
supuestos de delitos contables, habida cuenta de que, de acuerdo con
los datos que constan a mis mandantes, públicamente conocidos,
fundamentalmente los Informes de las diferentes Administraciones
Concursales de las Empresas declaradas en Concurso de Acreedores,
los miembros de la familia Ruiz Mateos Rivero, administradores de
hecho y de derecho de las diferentes empresas, habrían ordenado el
falseamiento o alteración de las cuentas anuales de cada sociedad, cara
a que las mismas manifestaren una falsa situación de solvencia. La
finalidad es elocuente: se trataba de captar la mayor cuantía de
inversión.
4º.- En los anuncios se destacó que se trataba de financiar la compra
de nuevas empresas, si bien, con los datos que se conocen, no puede
acreditarse que se haya efectuado, en el año 2009, 2010 o 2011, la
adquisición de otras empresas, antes al contrario. Los fondos captados
no se habrían destinado a inversión, sino al pago de deuda o de
operaciones comerciales de tráfico ordinario o al pago de gastos
estructurales de las Compañías, o lo que es peor y más grave, los
importes de las inversiones, habrían sido desviados y depositados en
cuentas existentes en paraísos fiscales extranjeros. Existe fundada
sospecha, y, sin lugar a dudas, mis mandantes lo consideran muy
posible, tras las últimas informaciones aparecidas en la prensa y
medios de comunicación, y de acuerdo con los cálculos numéricos
realizados, de que parte de las cantidades de estas inversiones en
pagarés, se habrían desviado y depositado en paraísos fiscales, para su
ocultación fraudulenta.
5º.- Un dato muy relevante en el estudio que ha de realizarse de las
conductas de los aquí querellados, respecto de los miembros de la
familia Ruiz Mateos Rivero, es el hecho de la PUBLICIDAD de tales
pagarés y el contenido de la misma, siendo lo cierto que ha de tenerse
en cuenta que el marketing es importante y forma parte de del mensaje
publicitario:
El mensaje percibido por el público en general es el de que se ofrece la
compra o la inversión a través de pagarés, con vencimiento a un año, y
a un tipo de interés, muy elevado, del 8% anual. Para evidenciar que se
cumple con la normativa vigente, se informa que dichos pagarés no
están admitidos a cotización en mercado secundario oficial y que no
están sujetos a la supervisión de la CNMV, constando efectuada previa
consulta a esta Entidad.
Por tanto, la oferta publicitaria presenta tres elementos, que son
esenciales cara provocar influencia en la libre voluntad de los
destinatarios, para que los mismos suscribieran tales pagarés y
efectuaren el desembolso dinerario correspondiente, generando la
confianza suficiente:
-
El vencimiento del pagaré lo es a UN AÑO.
-
El tipo de interés es del 8% ANUAL.
-
Se trata de FINANCIAR LA ADQUISICIÓN DE NUEVAS
EMPRESAS, para incorporarlas a un grupo empresarial
solvente, moderno y fuerte, con resultados positivos.
-
El grupo de Empresas Nueva Rumasa tiene un valor superior a
3.000 millones de Euros, y una facturación superior a los
1.500 millones de Euros.
Como puede advertirse, de inicio y sin entrar en un examen minucioso,
las condiciones de la oferta son muy ventajosas y muy persuasivas; sin
embargo, la probabilidad de cumplimiento de la obligación de devolver
la inversión, unida a los importes por intereses, se acredita y se asegura
imposible, dada la situación financiera y contable de las empresas en el
momento de la emisión. Es claro, vistos los diferentes informes de las
Administraciones Concursales respectivas, y la documentación que
obra en los Autos de los distintos Concursos de Acreedores, que los
Sres. Ruiz Mateos Rivero, Administradores de hecho y de derecho de las
Compañías del grupo Nueva Rumasa, conocían la verdadera situación
económico financiera de las mismas, y, a pesar de ser conscientes de la
imposibilidad de cumplir con la obligación de reembolsar las cantidades
debidas a los múltiples inversores, que no eran menores en modo
alguno,
promovieron,
planificaron,
organizaron
y
ofrecieron
la
suscripción de pagarés, destinada al público en general, es decir, a los
consumidores, captando millones de Euros, para aplicarlos a diversos
fines, en interés propio y ajeno, distinto de aquel que fue ofrecido
públicamente.
CUATRO.Los citados pagarés han sido emitidos, fundamentalmente, por las
siguientes empresas del Grupo Nueva Rumasa: CLESA SL, GRUPO
DHUL SL, CARCESA, HIBRAMER SA, INVERSIONES RUIZ MATEOS SA,
JOSÉ MARÍA RUIZ MATEOS SA., RUMANOVA, S.A., MASPALOMAS
HOTELES,S.A., NUEVA RUMASA, S.A.
Mis mandantes entienden, tras sufrir las circunstancias relacionadas
con los sucesivos incumplimientos, y tras el análisis de datos y
documentos que son públicos y notorios, derivados de sus respectivas
personaciones en Concursos de Acreedores e información de medios de
comunicación, que el objetivo de la familia Ruiz Mateos Rivero ha sido
el de captar una gran cantidad de capital dinerario, a través de las
compañías de mayor fama y reconocimiento social y mayor facturación,
así como a través de compañías que han sido creadas con el objeto de
hacer uso del nombre y reputación de la familia Ruiz Mateos,
principalmente de D. JOSÉ MARÍA RUIZ MATEOS Y JIMÉNEZ DE
TEJADA.
Es lo cierto que los hermanos Ruiz Mateos Rivero han pretendido captar
múltiples inversiones, mediante el ofrecimiento de la suscripción de
pagarés a personas diversas, fundamentalmente pequeños ahorradores,
a través de empresas escogidas al efecto, con el fin de conseguir
persuadir y, por cierto, vistas las circunstancias, engañar, al mayor
número de personas.
Las empresas Clesa SL, Grupo Dhul S.L., Carcesa, Hibramer SA y
Maspalomas Hoteles SA, han sido consideradas sociedades de alto
volumen de facturación, y de enorme relevancia económico empresarial,
y han sido valoradas y consideradas por la ciudadanía como
estandartes de la buena gestión y éxito mercantil, precisamente por el
reconocimiento de las marcas y productos elaborados. No es menos
cierto que dicha fama ha sido conseguida en buena medida porque los
resultados empresariales anuales que, tendenciosamente han sido
difundidos por los Administradores de hecho y de derecho, aquí
querellados, han simulado una realidad económico financiera falseada,
de modo y manera que han evidenciado resultados positivos, sin reflejar
la verdadera situación de las distintas compañías. Los Gerentes o
Directores Generales de estas compañías, han de dar fe de tales
circunstancias, habida cuenta de que son precisos conocedores de la
auténtica realidad comercial y productiva. De ahí que se considere
fundamental su comparecencia ante el Órgano Instructor de la causa,
cuya iniciación e instrucción se suplica. El Letrado D. JOAQUÍN
YVANCOS MUÑIZ, a cuyo despacho encargaron la presentación de los
43 concursos de muchas de las empresas del grupo, al ver las grandes
diferencias con los balances reales y los oficiales, ordenó a todos los
ejecutivos que retrotrajeran las operaciones ficticias de maquillamiento
de resultados, haciendo los asientos de regularización oportunos a fin
que los balances que se presentaran en los diferentes concursos, fueran
los que reflejaran la situación real de las compañías.
Las empresas Nueva Rumasa SA, Inversiones Ruiz Mateos SA, José
María Ruiz Mateos SA y Rumanova SA, han emitido pagarés
aprovechando la fama y reputación de la familia Ruiz Mateos, de modo
y manera que mis mandantes han confiado en la buena fe, en la fama
empresarial y la presunta honestidad y honradez de dichas personas, y
han efectuado los actos de disposición patrimonial correspondientes. Es
lo cierto que estas empresas no han dispuesto prácticamente de
actividad económica y no han sido titulares, en propiedad de bienes, o
de existir alguno, no atesoraban valor suficiente como para responder
de las resultas de las obligaciones contraídas. Es lo cierto que los
hermanos Ruiz Mateos Rivero diseñaron la oferta de pagarés en estos
casos, con el empleo del recurso de los avales de otras empresas del
grupo, precisamente, las mercantiles Clesa y Dhul fundamentalmente,
curiosamente las empresas que ya estaban siendo, por otro lado, objeto
de una gran carga de pasivo u obligaciones, por la emisión de pagarés
propios. Como se aprecia, los aquí querellados, ni tan siquiera tuvieron
la diligencia de procurar la generación de avales con solvencia suficiente
como para atender la reintegración de los pasivos o inversiones
captadas.
En definitiva, lo que aquí se pretende expresar es que los presentes
querellados han sido conscientes en todo momento de la imposibilidad
de hacer frente a las obligaciones contraídas con los inversores, como se
demuestra con el análisis de los pasivos y los activos de las sociedades
emisoras y/o avalistas de los pagarés emitidos, y, a pesar de ello,
actuaron de modo ilícito, lo que supone que la conciencia del carácter
indebido de la oferta de inversión, ha estado presente desde un inicio en
la planificación o en las pretensiones de los citados.
CINCO.Ha de ponerse en conocimiento de Su Ilustre Señoría, un hecho, ya
antes anunciado parcialmente, que consiste en que los importes de las
inversiones efectuadas por los suscriptores de pagarés, no han sido
destinados a los fines para los que se informaba:
La oferta de pagarés difundía públicamente que la inversión captada y
efectivamente aportada iba a ser destinada a la adquisición de nuevas
empresas que se incorporarían a un grupo empresarial fuerte y
solvente. Sin embargo, se demuestra que ello no ha sido en modo
alguno así, habida cuenta de que no sólo no fue adquirida ninguna
compañía mercantil con la aplicación de estos importes, sino que,
además, no se realizaron inversiones en las compañías ya existentes,
cara a garantizar una rentabilidad que pudieran permitir una cierta
seguridad en la recuperación de la inversión, con los intereses
correspondientes. Ello es evidente.
La afirmación de que el grupo empresarial Nueva Rumasa era solvente y
fuerte, se demuestra que fue empleada para persuadir y para hacer
efectivas las características inherentes al engaño. Véase que casi el total
de las empresas que forman parte del Grupo se encuentran en situación
de Concurso de acreedores, siendo que los pasivos de las mismas, hacía
tiempo que eran muy elevados, y las situaciones de bonanza que se
predicaban, en nada se correspondían con la realidad económico
financiera. Se da la circunstancia de que en el último año de emisión de
pagarés, incluso ya no se atendían obligaciones con la Hacienda Pública
o con la Seguridad Social, o los sueldos de los trabajadores.
Efectivamente, las Compañías del Grupo eran titulares de activos
inmobiliarios, bienes de equipo, infraestructuras industriales y bienes
muebles de gran entidad, y pero no es menos cierto que la totalidad de
tales activos se encontraban hipotecados, embargados o, en general
afectos al cumplimiento de obligaciones y cargas diversas, resultando
inadecuados o no aptos para dar fe de una pretendida solvencia de tan
desproporcionada dimensión. El valor del Grupo Nueva Rumasa,
quizás, no vamos a discutirlo en este momento, podría calcularse en los
valores que afirmaba la familia Ruiz Mateos, entorno a los 3.000
millones de Euros (aunque entendemos que el valor no supera en la
realidad los 1.000 millones de Euros; sin embargo, lo cierto es que estos
valores no han contemplado el volumen de las descomunales cargas
que los gravaban. Como se está evidenciando, a medida que avanzan
los distintos procedimientos concursales, ninguno de los activos de las
empresas del grupo Nueva Rumasa se encontraba libre de carga o
gravamen, principalmente hipotecas, en el momento de la emisión de
los pagarés corporativos, siendo lo cierto que muchos de los inmuebles
soportan cargas de valor muy superior al del propio activo. Pero es que
esta no es una cuestión menor. Se trata de una situación grave o digna
del mayor reproche penal, toda vez que las empresas emisoras o
avalistas de pagarés, que eran propietarias de activos, sin duda,
soportaban en el momento de la emisión pública de los pagarés, y
soportan, según los datos veraces que mis mandantes conocen, por su
personación en los diferentes procedimientos concursales, cargas y
gravámenes de desproporcionadas cuantías, siendo que, incluso,
algunos de los bienes garantizaban el cumplimiento de obligaciones de
otras empresas del grupo. Véase el caso de Dhul, Clesa, Carcesa o
Hibramer. Ilustre Señoría, es que nos encontramos ante una muy
peculiar e inédita forma de establecer gravámenes sobre los bienes de
las compañías del Grupo, que consiste en que todas las empresas que
forman parte del mismo, garantizan el cumplimiento de las obligaciones
del resto de compañías, a modo de garantías cruzadas y entrelazadas,
estableciendo una suerte de entramado de gravámenes, obligaciones y
pasivos, como si de tela de araña se tratase, valga el ejemplo, que
imposibilita encontrar bien alguno libre de cargas. De este modo, las
garantías dadas para el cumplimiento de las obligaciones contraídas
por la emisión pública de los pagarés, con destino el público en general,
resultan claramente insuficientes e inidóneas. Los aquí querellados, que
son quienes han diseñado el citado entramado empresarial, han sido
plenamente conscientes de que el plan de emisión de pagarés
corporativos provocaría daños y perjuicios en una multiplicidad de
personas, precisamente por la imposibilidad de
contar con recursos
suficientes como para garantizar los reintegros o los reembolsos, y a
pesar de ello, ejecutaron su plan de captación de inversión o de
financiación de las empresas, con plena conciencia, conocimiento y
voluntad.
La publicidad realizada en relación con la solvencia del grupo,
incorporaba, como se demuestra, altas dosis de engaño y falsedad de
los datos, y, prueba de ello, entre otras muchas razones, es el hecho de
que la valoración del Grupo Nueva Rumasa, establecida de 3.000
millones de Euros, no se refería, en modo alguno a las empresas que
emitían o que avalaban los pagarés. Es obvio, de acuerdo con los datos
que obran en poder de mis mandantes, públicamente conocidos, que las
compañías, Dhul, Clesa, Hibramer, Carcesa, Inversiones Ruiz Mateos
SA y José María Ruiz Mateos SA, Maspalomas Hoteles SA, Rumanova
SA, Nueva Rumasa SA, no atesoran un valor libre de 3000 millones de
Euros. El resto de las Mercantiles del Grupo Nueva Rumasa, no
responden de las obligaciones de las emisoras o avalistas de pagarés,
como así se ha pretendido hacer ver. Cada departamento organizativo y
cada empresa, a todos los efectos, “era un compartimento estanco, no
comunicable”, como así se define por los que han sido trabajadores del
grupo. Y lo mismo habrá de decirse respecto de los importes de las
facturaciones de estas empresas, cara a publicitar la capacidad de
generación de recursos. Bien es cierto que el Grupo practicaba la idea y
los principios de la denominada Caja Única, pero tan sólo a los efectos
de aportar fondos o recursos para su distribución entre las empresas
que forman parte del mismo, que los necesitaren.
La publicidad, en cualquier caso es engañosa, tendenciosa y falsa, al
claro objeto de producir error en todos los posibles inversores, que les
incitare a realizar un acto de disposición dinerario por los importes que
se fijaban.
Consideran mis mandantes, de acuerdo con los datos que conocen y en
función de los cálculos matemáticos y económicos que efectúan, que las
cuantías dinerarias aportadas por los inversores, han sido destinadas
en todo caso al pago de deuda de las diferentes empresas del Grupo, a
modo de financiación, disponiendo los Administradores de hecho y de
derecho aquí querellados, a su antojo de dinero ajeno, para sufragar
gastos
corrientes,
como
eran
sueldos
de
trabajadores,
fundamentalmente, los jugadores de futbol del Equipo Rayo Vallecano,
Entidad dependiente del Grupo, y otros costes similares.
Así mismo, tienen conocimiento mis mandantes, según los datos
suministrados por los que han prestado servicios para el grupo Nueva
Rumasa, de que parte de los importes aportados han sido destinados a
donaciones a organizaciones religiosas, como son los Legionarios de
Cristo, el Opus Dei, o los Salesianos y otras entidades similares.
En concreto, se conoce que unos 6 millones de Euros habrían sido
donados a la Organización Legionarios de Cristo, y otro tanto al Opus
Dei, siendo que se habrían efectuado liberalidades por valor de 4
millones a favor de Los Salesianos y otras entidades de carácter
religioso.
Nada que decir obviamente respecto de la práctica de donaciones a
favor de entidades religiosas, como es lógico; sin embargo lo que no ha
de admitirse, bajo ningún concepto, es que el dinero ajeno, que ha sido
prestado o invertido para los fines concretos que fueron publicitados,
sea destinado a la realización de tales liberalidades de carácter gratuito,
que, como es natural, ninguna rentabilidad ofrecen, cara a reintegrar
los importes captados como inversión. Los inversores prestaron su
dinero para hacer efectiva la adquisición de nuevas empresas, y no para
destinarlo a donaciones y otras liberalidades.
SEIS.Y como colofón a lo expuesto, de carácter absolutamente delictivo,
vistas las informaciones difundidas en la prensa por quienes prestaron
servicios profesionales para el Grupo, consideran mis representados
que parte del dinero invertido habría sido desviado a cuentas bancarias
ubicadas en el extranjero, fundamentalmente localizadas en Suiza y
Holanda, y desde las mismas, se habrían canalizado hacia paraísos
fiscales, a través de la persona del aquí querellado D. ALFONSO BARÓN
RIVERO, sobrino de D. José María Ruiz Mateos y Jiménez de Tejada y
Dña. Teresa Rivero. Esta persona es la que ya desde la antigua
Rumasa, expropiada en 1983 y luego en la Nueva Rumasa, era la que
manejaba todas las cuentas en el extranjero de la familia y las
empresas, siendo éste su único trabajo, utilizando principalmente la
entidad DressnerBank y luego de DeutcheBank. Es lógico realizar tales
aseveraciones, dadas las circunstancias que movieron a mis mandantes
a realizar el acto de disposición patrimonial y vistos los datos relativos a
la aplicación del dinero, nada tienen que ver con las condiciones
ofrecidas por los hermanos Ruiz Mateos Rivero. Veamos:
Se da la circunstancia, absolutamente relevante de que, según se
conoce, D. Alfonso fue director de un Banco de la antigua Rumasa en
Frankfurt, y que no fue expropiado por la Administración del Estado
Español, y que en 1985 fue vendido. Tiene también la nacionalidad
alemana y ha funcionado desde siempre con despachos fiduciarios de
abogados en Ámsterdam, Ginebra y Frankfurt, y ello ha sido de vital
importancia para materializar tales desvíos dinerarios, para lograr la
salida del dinero de los inversores, hacia el exterior de España, con un
fin de ocultación o sustracción al control de las autoridades españolas.
Esta tarea, ahora la está realizando el Marido de Rocio Ruiz-Mateos,
que
trabaja
en
el
DeuscheBank
de
Ginebra
y
al
cual
visita
periódicamente su Cuñado Jose Mª Ruiz-Mateos Rivero.
Ha de saberse que el envío de cantidades dinerarias desde las Empresas
del Grupo Nueva Rumasa, con destino la Entidad bancaria de Suiza ha
sido una constante que ha formado parte imprescindible de la actividad
empresarial y comercial, del funcionamiento, y de la estructura del
citado Grupo a lo largo de los años. Según datos ofrecidos por los
testigos que luego se citarán, ha sido frecuente el envío de cantidades
dinerarias de las empresas del grupo hacia Bancos suizos, desde hace
más de 3 décadas por D. Alfonso Barón Ribero, de modo y manera que,
por el mismo, se ha organizado la distribución de tales fondos hacia las
distintas compañías, según sus necesidades, formando además, un
fondo de reservas o una “HUCHITA”, según palabras del propio José
María Ruiz Mateos y Jiménez de Tejada, que tendría como función,
atender las necesidades y deudas del Grupo, en tiempos de crisis
económica o financiera.
En estos Bancos Suizos han sido depositados los importes obtenidos
con las operaciones de compra y venta de las Sociedades de que el
Grupo era titular en el extranjero, y que se salvaron de la primera
expropiación del año 83: así, allí fue depositada la cantidad obtenida
por la venta de un viñedo en Argentina, valorado en unos 40 millones
de Euros, o la cantidad obtenida por la venta de hoteles en Estados
Unidos, valorados en unos 30 millones de Euros, o los importes
obtenidos por la venta de empresas de licores en Portugal, 35 mm de €
u Holanda, cifradas en unos 50 millones de Euros, entre otras.
Además, muchos de los importes correspondientes a la constitución de
hipotecas que se han suscrito, sobre los bienes de las compañías del
Grupo, fundamentalmente hoteles, se habrían desviado a las cuentas
ubicadas en Suiza, con la finalidad de financiar el Grupo y proporcionar
la seguridad de que los fondos existentes en estas cuentas no habría de
ser detectado por las autoridades españolas para la práctica de
embargos, o con la finalidad de eludir controles de carácter tributario.
En este punto cabe expresar, para conocimiento de Su Señoría, que ha
sido muy frecuente en la práctica comercial del Grupo Nueva Rumasa,
la adquisición de Hoteles y bienes inmuebles, no tanto con el objeto de
efectuar su explotación empresarial y comercial, sino con la finalidad de
gravarlos con préstamos hipotecarios diversos. De ahí que los
inmuebles que se adquirían no tuvieran incorporadas cargas o
gravámenes, y, al poco tiempo de su compraventa (o el mismo día de la
compraventa, en otro despacho de la misma notaria) por la familia Ruiz
Mateos Rivero, se constituían tales préstamos, en muchos casos, por
importes muy superiores al valor de los propios activos. Es lo cierto que
los precios de la compraventa de los inmuebles eran de ordinario
inadecuadamente elevados, al objeto, claro es, de incorporarles
préstamos hipotecarios de importes más elevados. Pues bien, una vez
efectuado el préstamo hipotecario, la cantidad obtenida por tal
concepto, en muchas ocasiones se transfería directamente a las cuentas
del Banco suizo, que hemos citado, sin ni tan siquiera, pasar a formar
parte de los activos dinerarios de la propia sociedad titular del
préstamo, aquí en España, en orden a hacer efectiva la aplicación del
fin designado en la propia Escritura de hipoteca. Se conoce que,
incluso,
en
ocasiones
por
parte
de
las
entidades
bancarias
prestamistas, se iniciaron procedimientos de inspección, cara a
averiguar si el destino de los importes concedidos como préstamo
hipotecario, efectivamente fueron aplicados a la finalidad para la cual se
solicitaba.
Por tanto, con lo expuesto, ninguna duda puede albergarse sobre el
hecho de que parte de los importes obtenidos con la suscripción de los
pagarés, habrían sido desviados hacia este banco extranjero, ubicado
en Suiza, como se ha dicho, con una finalidad de ocultación
fraudulenta, vistas las circunstancias.
Es claro que la figura de D. Alfonso Barón Rivero y la abogada fiduciaria
que utilizaba en suiza cuyos datos son los siguientes: Joelle Knopfel,
Etude de Me Joëlle Knopfel 7, Place de la Fusterie CP 3362. CH - 1211
Genève
3;
Tel:
etude@knopfel.ch;
+4122
310
69
75
Fax:
+4122
310
30
69,
habría sido esencial para la comisión de los hechos
ilícitos que se describen, toda vez que, ha favorecido y ha sido artífice,
de modo y manera imprescindible, de la salida de territorio español de
tal dinero y los movimientos posteriores del mismo.
Pero es que no puede evitarse que mis mandantes realicen tales
imputaciones y pretendan la formulación de esta querella con la
pretensión de exigir la aplicación más rigurosa y contundente que la
Ley penal. Nada más hay que analizar los hechos y circunstancias
descritas dentro del marco completo en el que se ha desarrollado la
actividad mercantil del Grupo Nueva Rumasa; es que el entramado
empresarial que se conoce, tras los datos que son suministrados a mis
mandantes por la personación en los procedimientos concursales de las
empresas correspondientes y por los datos que se vierten diariamente
en la prensa, es digno de analizar con la debida cautela y el máximo
rigor; todas las empresas españolas del Grupo Nueva Rumasa
dependían de sociedades constituidas en el extranjero, al amparo y bajo
la vigencia de la ley del país correspondiente. Un análisis de dichas
compañías nos permite constatar que, curiosamente, todas han sido
constituidas y se encuentran reguladas por las leyes de Belice,
fundamentalmente,
y
Antillas
Holandesas,
a
la
sazón,
países
considerados como paraísos fiscales. Es que con todos estos datos, no
puede pedirse a mis mandantes que, dada la situación económica en la
que han quedado, tras el acto de disposición patrimonial efectuado por
el engaño promovido por los aquí querellados, no realicen las
imputaciones que anteceden contra los mismos y manifiesten creencia
de que los actos llevados a cabo por estos no tenían finalidad de
carácter ilícito.
SIETE.Mis mandantes desean poner de manifiesto que el engaño al que han
sido sometidos, ha revestido todas las formas posibles. Así consideran
que el ardid empleado no sólo se centra en las artimañas desplegadas
para persuadir su libre voluntad, con la intención de captar la
inversión, sino también se concreta en el hecho de que una vez
realizado el acto dispositivo, se persuadía a las personas para que no
retiraran, el montante de la inversión, ni el importe de los intereses,
vencido el año correspondiente o el periodo pactado, que obligaba al
reintegro convenido. De este modo, se le indicaba al concreto inversor,
que era más beneficioso reinvertir el importe relativo a los incrementos
por intereses y/o al capital que retirarlo. Así, los Administradores de
hecho y de derecho de Nueva Rumasa, aquí querellados, se aseguraban
de no tener que reintegrar cantidad alguna, a buen seguro, porque no
se encontraba ya a disposición de los acreedores de la inversión.
Nuevamente, por tanto, se les engañaba, porque la intención no era la
de, efectivamente, invertir en la compra o reestructuración de
empresas, sino que se trataba de evitar el reintegro dinerario
correspondiente. De facto, según los cálculos temporales que efectúan
mis patrocinados, no existía capacidad de devolución y entrega de los
importes debidos, precisamente porque los pasivos acumulados por las
Compañías emisoras y avalistas de pagarés en el último año y medio, y
en la actualidad, son tan elevados que hacen presuponer, como se ha
indicado, que los aquí querellados conocían con carácter concreto, la
imposibilidad de atender al cumplimiento de sus obligaciones.
OCHO.A principios del año 201, a mediados del mes de febrero, la mayor parte
de las empresas del grupo Nueva Rumasa instan el pre-concurso del
artículo 5.3 de la LEY CONCURSAL,
PREVIO AL
concurso voluntario de
acreedores, según se ha manifestado por los Administradores de hecho
y de derecho, aquí querellados, por encontrarse en una situación de
insolvencia, que, según los mismos, se genera el 31 de diciembre de
2010. Sin embargo, esta situación, ni tan siquiera es cierta, vistos los
informes de las Administraciones Concursales de los diferentes
Concursos de Acreedores, y demás datos que son de pública relevancia;
puede afirmarse con total seguridad que los datos de contabilidad y
balances se falseaban desde hacía tiempo, lo cual nos lleva a entender
que las circunstancias determinantes de la insolvencia se habían
producido con anterioridad a los momentos manifestados por los
auténticos propietarios de las empresas del grupo. Es clara la
responsabilidad de los mismos en este punto.
Ante la situación pre-concursal, la familia Ruiz Mateos opta por
informar a la opinión pública, fundamentalmente a los inversores de
pagarés, de la realidad económico financiera del grupo, siendo lo cierto
que, en ese momento, se manifiestan datos no reales, como se ha
demostrado por los Administradores Concursales, sobre la deuda de las
empresas, que en realidad es superior a la expresada, y el valor de los
activos, que en realidad es inferior a la manifestada, procurando evitar
que los acreedores se alarmasen de modo inmediato.
En esa misma línea, D. José María Ruiz Mateos y Jiménez de Tejada
redacta varios modelos de cartas y los remite a los diferentes inversores,
asegurándoles que se iba a cumplir con las obligaciones contraídas con
los mismos, cuando es lo cierto que la capacidad del Grupo para
atender los cumplimientos era nula.
Se pretende, por parte de la familia, convencer a los inversores de que
la solución idónea para cumplir con las obligaciones es precisamente la
vía de los concursos de acreedores de las empresas emisoras de los
distintos pagarés, habida cuenta de que se ordenarían los pagos con los
procedimientos correspondientes. A estas alturas, de sobra conocido
resulta ser el hecho de que la masa activa de los diferentes concursos
no tiene suficiencia como para cubrir el importe de todos los pasivos u
obligaciones existentes, ni tan siquiera, los relacionados con los
acreedores ordinarios de las sociedades.
Así mismo, se ofrece por parte de D. José María Ruiz Mateos y Jiménez
de Tejada la cesión a los inversores, de los derechos que habrían de
corresponder a la familia por la famosa y tan mencionada expropiación
de la antigua Rumasa, siendo que se pretende asegurar que, una vez
resuelva el Tribunal Supremo la cuestión suscitada en relación con la
expropiación de Galerías Preciados, que se entiende habría de ser
estimada,
la
indemnización
correspondiente
tendría
carácter
multimillonario. Sin embargo, lo que en realidad se está cediendo es un
derecho sobre una cuestión que se encuentra sub iudice, de dudosa
estimación, y respecto de la cual no es posible pronunciarse con
carácter concreto, por sus propias características.
NUEVE.Como colofón a toda esta suerte de intentos de posponer una solución a
los impagados o evitarlos o, en cualquier caso, aportar una solución a
circunstancias terriblemente perjudiciales para terceros, es preciso
significar la situación de carácter más grave, menos aconsejable y más
dañina para los intereses de los acreedores, de todas las previstas por
los hermanos Ruiz Mateos Rivero: Se trata de la venta del grupo de
empresas al Sr. D. Ángel de Cabo Sanz. Veamos:
A pesar de que la compraventa de las empresas se efectúa el 9 de
septiembre de 2011, es lo cierto que las negociaciones se inician cuatro
meses atrás, según las informaciones vertidas por el propio comprador.
Una vez efectuada la compraventa, el Sr. José María Ruiz Mateos y
Jiménez de Tejada, emite una carta a una gran cantidad de inversores a
los que manifiesta el hecho de la transmisión del Grupo a la sociedad
Back in Business SL, y tras explicar que la venta del grupo se efectúa
para proteger los intereses de todos los inversores y garantizar el cobro
de sus créditos, asegura que el comprador ha asumido la obligación de
pago de las cantidades adeudadas a los inversores. Por tanto, de
acuerdo con lo expuesto, el Sr. De Cabo habría asumido el pago de los
importes debidos por las inversiones realizadas.
Esta operación de compraventa es considerada por mis mandantes, de
acuerdo con los datos históricos referidos al comprador, como un
auténtico fraude, por la significación que atesora de intento de evitar
ejecuciones de bienes, o de alzamiento de los mismos en perjuicio de los
acreedores. Analicemos los datos concurrentes:
Es evidente que el Sr. De Cabo adquiere un grupo empresarial, cuyas
sociedades se encuentran, en su mayor parte, en situación de concurso
de acreedores, siendo que, en casi la totalidad de los procesos
concursales, como bien se conoce, han sido dictados los Autos
correspondientes
de
Declaración
de
Concurso,
acordándose
la
suspensión de las facultades de administración y de disposición de los
bienes del concursado; ello acontece, incluso, siendo ya propietario el
Sr. De Cabo. Por tanto, las posibilidades de gestión de las distintas
empresas por el comprador, se torna imposible.
Vista la fama y reputación social del Sr. De Cabo, evidenciada a través
de los múltiples medios de comunicación, y teniendo en cuenta las
características de la compraventa y de las sociedades que han sido
objeto de la misma, no cabe sino afirmar por mis mandantes que se
sospecha, según se justificará a continuación, que lo que se pretende
con la operación de compraventa de Nueva Rumasa es, de acuerdo con
los pactos que se hayan logrado con los Sres. Ruiz Mateos Rivero,
intentar
evitar
ejecuciones
de
bienes,
eludir
el
pago
de
las
cuantiosísimas obligaciones y afrontar de modo más o menos eficiente,
la situación de reclamaciones de los inversores de pagarés, que se
presenta como una cuestión de importante complejidad. Una primera
vista de la situación permite a cualquiera considerar que los hermanos
Ruiz Mateos Rivero, ante la enorme problemática generada por los
impagos de la deuda y de las obligaciones, pretenden sustraerse al
cumplimiento de sus responsabilidades, entregando el grupo de
empresas de que son titulares a una persona que revela, según todos
los datos que se conocen día tras día, enormes dudas sobre su
fiabilidad, honestidad y honradez; a las pruebas nos remitimos.
Veamos:
Diversos periódicos españoles se hacen eco de la noticia difundida por
la sociedad Back in Business SL, en virtud de la cual se comunica que
esta sociedad, constituida pocas semanas antes de la firma de la
compraventa, con un capital social de 3.000 Euros, no desembolsa
cantidad alguna como precio, pero se significa que asume el pasivo de
1.500 millones de Euros. Según se manifiesta a la opinión pública, el
objeto de la compraventa es, además de la asunción de los pasivos, la
gestión de los procesos concursales de las diferentes empresas. Se
expresa por la compradora que “la compra no altera las garantías
concedidas a los inversores de las distintas emisiones de pagarés de
Nueva Rumasa, a los que se les facilitarán los medios adecuados para
canalizar sus peticiones, que serán atendidas en todo momento,
siempre en defensa de sus intereses”. Es lo cierto que los medios a los
que se refiere la sociedad Back in Business SL, consisten, como se
puede comprobar, en ofrecer un número de teléfono, para que las
personas puedan recabar información concreta; sin embargo, no es
menos cierto que dicho número telefónico la mayor parte del tiempo no
se
encuentra
disponible,
y,
cuando
el
interlocutor
informa,
directamente exige la entrega de copias de los pagarés o de los pagarés
originales y expone que la solución a los impagados relacionados con la
inversión, viene dada por la actuación en los diferentes concursos de
acreedores, cuando es cierto, como se ha dicho, que en los concursos
no es posible acceder al cobro de cantidades relacionadas con estas
inversiones, toda vez que los activos ni tan siquiera cubren los importes
debidos a los acreedores que tienen la condición de proveedores o
suministradores de materia prima y otros bienes. En cualquier caso, la
información facilitada por el comprador, manifiesta bien a las claras
que la mercantil Back in Business SL, sociedad, según se informa con
insistencia en los medios de comunicación, propiedad de D. Ángel de
Cabo Sanz, se hace cargo del pago de los pasivos de las sociedades del
grupo Nueva Rumasa, por el importe de 1.500 millones de Euros,
asegurando a los inversores de las distintas emisiones de pagarés el
mantenimiento de las garantías concedidas por los anteriores dueños
del grupo.
Sin embargo, la pregunta que inmediata e inevitablemente surge es la
siguiente: ¿Cómo es posible que una sociedad, Back in Business SL,
con un capital social de 3000 Euros, adquirida por el entramado
empresarial del Sr. De Cabo, como Sociedad de constitución urgente,
dos meses antes de efectuarse la compraventa de Nueva Rumasa, sin
ningún tipo de activo registrado a su nombre, pueda responder de un
pasivo cifrado en unos 1500 millones de Euros, siendo que mantiene
las garantías que los inversores de pagarés adquirieron al amparo del
dueño anterior, y teniendo en cuenta que los pasivos de las sociedades
emisoras o avalistas de pagarés son de desproporcionadas dimensiones,
no cubriendo ni tan siquiera los activos de que son titulares, los
importes de los acreedores que no son inversores?. La respuesta no
puede ser otra que, las fundadas sospechas de que dicha operación
tenga un carácter fraudulento, son muy acertadas, por pura lógica y
sentido común. Y como se evidencia una suerte de operación de tales
características, es por lo que mis mandantes dirigen la querella criminal
contra el Sr. Ángel de Cabo Sanz, a la sazón propietario de hecho de la
sociedad Back in Business SL y otras compañías dependientes, según
las informaciones publicitadas, y de acuerdo con los datos de que
disponen mis mandantes. La situación de estafa, iniciada por los Srs.
Ruiz Mateos Rivero, se completa irremediablemente con la situación de
venta con intenciones fraudulentas al Sr. De Cabo.
Las artes empleadas por este empresario para lograr sus objetivos de
compra de empresas, por los pasivos de las mismas, son diversas;
principalmente hemos de destacar que se vale, ante el potencial
vendedor de la ejemplariedad, que entiende, manifiestan sus negocios
anteriores. Así en la compraventa de Nueva Rumasa, D. Ángel de Cabo
se vale de las personas D. Gerardo Díaz Ferrán para que manifestare
testimonio de la situación de gestión por parte del Sr. De Cabo, del
grupo de empresas que transmite, siendo lo cierto que este sería testigo
del pacto alcanzado con la familia Ruiz Mateos Rivero de que, de lo que
se pudiera salvar, tras las operaciones judiciales y de liquidación, se
repartirían un 80% para la familia Ruiz Mateos Rivero, y un 20% para el
Sr. De Cabo.
En efecto, el Sr. Ángel De Cabo, especialista, como es públicamente
conocido
en
la
compra
de
grupos
empresariales
en
crisis,
históricamente no ha llevado a cabo las funciones que dice desarrollar,
publicitadas a través de su entorno empresarial, como tal especialista,
se centra en la reestructuración de empresas con dificultades. Antes al
contrario.
Analicemos con cierto detalle la actividad de esta persona:
Véase la situación en la que ha quedado el grupo de empresas Marsans
o el grupo de empresas Martínez Núñez y otros, tras la compra de los
mismos por el Sr. De Cabo. No sólo no han sido reestructuradas y
saneadas, sino que además, y esto es lo peor, como consta y
públicamente es conocido, dichas compañías han resultado vaciadas de
patrimonio o de activos, una gran parte han sido suspendidas en
facultades de administración y disposición de su patrimonio, tras la
compraventa, una vez se han constatado las evidentes operaciones de
intento de ocultación, enajenación o sustracción fraudulenta de sus
bienes, y todas están entrando o ya han entrado en situaciones de
liquidación. Además, es públicamente conocido el hecho de que el Sr.
De Cabo se encuentra imputado en diversos procedimientos penales por
distintos delitos, como estafa, apropiación indebida, alzamiento de
bienes, y otros de características similares. Existen ya, por desgracia,
muchas personas damnificadas por el Sr. De cabo, que paulatinamente
revelan
su
situación
y
sus
experiencias
públicamente,
y
que
manifiestan actos penalmente relevantes efectuados por el mismo, sin
ninguna clase de escrúpulo o reparo.
Es posible destacar la situación de varias compañías Mercantiles, según
la consulta y la información recabada de los diferentes afectados:
La situación de la Mercantil gaditana Vías Canales y Puertos SA,
adquirida por el Sr. De Cabo, en 2008. Tras la adquisición de la
Sociedad, se plantea el concurso de acreedores de la misma ante el
Juzgado de lo Mercantil de Cádiz. Es lo cierto que la solicitud de
concurso se efectúa una vez que han sido efectuadas transmisiones de
los bienes inmuebles y vehículos a sociedades vinculadas al grupo de
empresas del Sr. De Cabo. Tal es el caso de varias fincas rústicas,
propiedad de la Mercantil Vías Canales y Puertos SA, que se
transmiten, pocos meses antes de la solicitud de concurso, a la
Sociedad Aszendia Asociados 21 SL, a la sazón, despacho de abogados
titularidad del Sr. De Cabo. Como consecuencia de tales actos, existe
formulada querella criminal contra el mismo por alzamiento de bienes y
otros delitos.
La situación de la mercantil valenciana Vidal Grau Muebles SL,
adquirida por el Sr. De Cabo Sanz en el año 2008. Del mismo modo que
el supuesto anterior, los inmuebles de que es titular esta compañía, son
enajenados a una empresa vinculada al entorno empresarial del Sr. De
Cabo, siendo lo cierto que no se abonan los precios correspondientes a
la compraventa. Una vez enajenados todos los bienes y transferidas
todas las cantidades dinerarias de la compañía, se formula el
correspondiente concurso de acreedores. Como consecuencia de tales
actos, se ha formulado contra el Sr. De Cabo y varios de sus socios, una
querella criminal por alzamiento de bienes y otros delitos relacionados.
Precisamente la querella criminal relata la sustracción de la cantidad de
unos dos millones de Euros de la mercantil concursada, entre otros
actos. Los daños ocasionados a los acreedores, son cuantiosos, como
fácilmente se puede presuponer.
La situación de parte del patrimonio del Sr. Gonzalo Pascual Arias,
anterior propietario del grupo Marsans, quien se encuentra declarado
en situación de concurso de acreedores personal, necesario. Como
consta acreditado en los diferentes procedimientos judiciales, parte de
los bienes del mismo han sido transmitidos a sociedades vinculadas al
grupo de empresas del Sr. Ángel de Cabo, tras la adquisición de
Marsans, en perjuicio, claro está, de los acreedores.
La situación en la que ha quedado Viajes Marsans SA, siendo que, tras
la compra por el Sr. De Cabo, se fijaron y se pagaron sueldos de cientos
de miles de Euros para el nombrado Administrador D. Iván Losada
Castell, a la sazón, mano derecha de D. Ángel de Cabo; unos 500.000
Euros, al año, con el perjuicio que ello supone para los acreedores.
La misma suerte han seguido otras empresas del Grupo Marsans, o del
Grupo Martínez Núñez y otros grupos menos conocidos. Véase el caso
de empresas como Publibus SA, Newco Airport Services SA, Trapsa,
Inorsa, Hotetur, etc.
El Sr. De Cabo para el ejercicio de su actividad se vale de personas de
máxima confianza, y precisamente, en la compraventa de Nueva
Rumasa, es preciso señalar a D. IVÁN LOSADA CASTELL, Director
General del grupo, según ha manifestado, y D. FERNANDO LAVERNIA
SANCHIZ, que habría asumido la representación y dirección de varias
empresas. Ambos estarían diseñando junto con los Letrados de los
departamentos jurídicos, operaciones de vaciado de patrimonio de las
empresas o de ocultación fraudulenta de los mismos.
Con estas premisas, mis mandantes no pueden sino ser muy críticos y
escépticos con la situación que se prevé para el grupo Nueva Rumasa,
tras la compra. Y a los antecedentes hemos de remitirnos. Pero es que
es más, desde que se ha producido la compra del grupo por el Sr. De
Cabo, la situación no sólo no ha mejorado, como así se ha pretendido
hacer saber, en tanto que supuestos especialistas en tratamiento de
situaciones empresariales en crisis, sino que dicha situación ha
empeorado notablemente, y se vislumbra como muy perniciosa y
negativa para los acreedores e inversores en particular. Véase que todas
las empresas que se encuentran en situación de Concurso de
Acreedores, se encuentran con las facultades de administración y
disposición suspendidas, siendo que la llegada de un nuevo dueño al
grupo, con las expectativas tan positivas que ha comunicado a los
acreedores, a través de los medios de comunicación, no ha provocado
una recuperación de dichas facultades, ni una situación de confianza
mínima en los Órganos Jurisdiccionales ni en los Administradores
concursales, que hubiera permitido al mismo el ejercicio de las
facultades inherentes al derecho de propiedad con total normalidad
jurídica.
DIEZ.Señoría, existe fundada sospecha, por las informaciones que van
conociendo mis mandantes, de que desde el grupo de empresas
titularidad del Sr. De Cabo, y más concretamente, desde los despachos
de abogados que forman parte del mismo, en Madrid (C/ Serrano,
números 41 y 45, 7ª planta, y C/ Serrano 91, entreplanta), y en el
Centro de Negocios “AZ” de Valencia (Carretera Loriguilla, Poligono
Industrial El Oliveral, Ribaroja del Turia), se están diseñando y
ejecutando
operaciones
jurídicas
destinadas
a
la
ocultación,
enajenación, gravamen o sustracción fraudulenta de los activos del
grupo Nueva Rumasa o de alteración de la realidad jurídico económica
de los mismos, a las órdenes y según las indicaciones de los diferentes
directores de los departamentos jurídicos, técnicos en Derecho, siendo
que, según las noticias que han podido conocer mis mandantes, se han
de estar falseando documentos y datos, con la finalidad de evitar la
efectividad de las responsabilidades civiles o penales en que pudieran
haber incurrido los dueños anteriores del citado grupo y los actuales.
Entienden mis mandantes que se está produciendo alteración de datos
y pruebas referentes al Grupo de empresas Nueva Rumasa, emisoras de
pagarés, por parte de los equipos del Sr. De Cabo, al tener constancia
de que en la primera semana de agosto de 2011, y por orden directa de
D. Ángel de Cabo, antes incluso de producirse la compraventa del
Grupo, los hermanos Ruiz Mateos Rivero, aquí querellados, enviaron a
las
Oficinas
de
Valencia
todos
los
ordenadores,
impresoras,
y
documentos originales de las 13 sociedades emisoras de pagarés, junto
con las firmas originales de sus administradores y avalistas. Se
sospecha, con fundamento, que se pretende la elaboración de pagarés
falsificados, para su puesta en circulación entre personas de confianza,
quienes tras proceder ante el Juzgado correspondiente, instarían las
correspondientes periciales caligráficas, y provocarían el caos entre
todos los inversores, al simular que muchos de los reclamantes por el
incumplimiento de los pagarés, estarían procediendo de modo ilícito o
injusto contra la familia Ruiz Mateos Rivero.
En el Centro de Negocios del Sr. De Cabo en Valencia, se habrían
falsificado avales de las Compañías que se encuentran en situación de
concurso de acreedores, para incrementar los pasivos de las mismas y
obtener un beneficio, como es el caso del aval de 14 millones de Euros
que se habría elaborado a favor de un presunto acreedor, para poder
cobrar su crédito en el Concurso de Acreedores de de la Sociedad
Cacaolat SA, ya que esta empresa es la única del Grupo en la que se
pueden satisfacer los créditos de todos los acreedores. La veracidad de
lo expuesto se logra con el hecho de que el Director Financiero de Clesa,
D. Fernando Yborra Yborra, expresa que falsificaron su firma para este
supuesto.
ONCE.Un dato absolutamente revelador de todo lo que aquí se expone es el
relacionado con el Hotel Semiramis, activo titularidad de la mercantil
José María Ruiz Mateos SA, que curiosamente, resulta ser una de las
compañías
emisoras
de
pagarés:
expliquemos
la
situación
con
detenimiento:
La Mercantil José María Ruiz Mateos SA, solicita concurso voluntario de
acreedores en el mes de mayo de 2011, según se manifiesta, ante la
situación de insolvencia de la Entidad. Esta sociedad es propietaria del
Hotel Semiramis, ubicado en Tenerife, y valorado, según precio de
compraventa, en unos 50 millones de Euros. Este activo patrimonial fue
adquirido por la familia Ruiz Mateos Rivero, a través de la sociedad
JOSÉ MARÍA RUIZ MATEOS SA, con precio aplazado, al empresario
hotelero José Batalla de Reus, titular de la cadena Best Hotels.
Precisamente porque no ha sido abonado el precio total de la
compraventa, el vendedor ha pretendido la resolución del contrato,
instando la correspondiente acción ante el Juzgado competente.
Producida la venta del Grupo Nueva Rumasa a D. Ángel de Cabo, este
decide, porque así consta, la retirada del concurso voluntario, instado
de modo voluntario, con la finalidad de alcanzar un acuerdo y lograr
una solución a la situación originada con el Hotel; la operación se
concierta el día 9 de agosto de 2011 y consistió en que el Sr. Batalla
entregaría a la familia Ruiz Mateos la cantidad de 750.000 Euros, en el
momento de la firma del acuerdo privado, y estos entregarían la gestión
del hotel al Sr. Batalla, a través de la sociedad denominada Almedal SA,
siendo que, una vez retirado el concurso de la Sociedad José María Ruiz
Mateos SA, y aprobado judicialmente el correspondiente pacto privado,
se abonarían otros 750.000 Euros. Es lo cierto que la compraventa se
concertó sin ninguna clase se condición resolutoria, y que respecto del
mismo no se constituyó ninguna clase de préstamo hipotecario.
En efecto, se logra el acuerdo con el anterior propietario del Hotel, y
recae resolución judicial aprobando el acuerdo privado alcanzado entre
las partes. De ello es preciso deducir que se ha producido la entrega de
un millón quinientos mil Euros a la familia Ruiz Mateos.
Una vez resuelto el contrato de compraventa, se pretende la formulación
del correspondiente concurso de acreedores de la Sociedad José María
Ruiz Mateos SA, claro está, sin activos patrimoniales. Es fácil
comprobar que el perjuicio ocasionado a los inversores de pagarés es
total, habida cuenta de que la sociedad emisora de los mismos, ha sido
vaciada totalmente de patrimonio.
DOCE.La presente querella criminal también se formula contra DÑA. ROCÍO
RUIZ MATEOS RIVERO y su esposo D. LUIS OJEDA, por la actuación
relacionada con la ocultación fraudulenta de activos mobiliarios y
objetos de valor artístico. Veamos:
La vivienda propiedad de la familia Ruiz Mateos Rivero, ubicada en la
localidad madrileña de Somosaguas, C/ Alondra, número 2, que se
encuentra registrada a nombre de la Sociedad Mercantil Begonia SL,
tiene incorporados objetos de gran valor artístico e histórico, como son
cuadros, esculturas y otros objetos similares. En los días de Navidad de
2011, Dña. Rocío Ruiz Mateos Rivero, y su marido D. Luís Ojeda, quien
actualmente trabaja como empleado de la entidad Deutche Bank, en
Ginebra, lugar donde ambos residen, han extraído de esta vivienda
cuadros valorados, según tasación oficial del correspondiente seguro,
facilitada por ex empleados del Grupo Nueva Rumasa, en 750.000
Euros, si bien su valor puede alcanzar, al menos, el doble de la cifra
expresada, sin dificultades. El transporte de estos bienes lo han
realizado a través de la firma de subastas ANSORENA. Da la impresión
de que las funciones que desde siempre ha venido desarrollando D.
Alfonso Barón Rivero para la familia Ruiz Mateos, ahora estarían siendo
efectuadas por D. Luís Ojeda, ante los temores que puede suscitar el
hecho de ser investigado, dados los rumores que se suceden en la
prensa. Existe constancia de que D. José María Ruiz Mateos Rivero
habría realizado ya dos viajes a Suiza para visitar a su cuñado y tratar
estas cuestiones.
TRECE.Vista la situación que está aconteciendo, los seis hermanos contra los
que se dirige la presente querella, han trasladado las oficinas y lugar de
operaciones empresariales, desde la vivienda de la C/ Alondra, número
2, a la C/ Ciervo, de la misma urbanización de Somosaguas. Con ellos,
se han trasladado, como empleados, D.LUÍS MARÍA SANZ MARTÍN, y D.
ADOLFO MARTITEGUI CÁCERES, con el objeto de preparar y ejecutar
un plan de enajenación de los inmuebles que no han sido afectos a los
Concursos de Acreedores de las empresas y que figuran en la relación
adjunta, junto con otros inmuebles de sociedades concursadas.
CATORCE.-
Mis mandantes han considerado que no procede dirigir la presente
querella criminal contra D. José María Ruiz Mateos y Jiménez de Tejada
ni contra su esposa Dña. Teresa Rivero, y las seis hijas del matrimonio
restantes, porque
son conocedores
que, en modo alguno, han
participado en el diseño, organización y ejecución de los actos y hechos
delictivos que aquí se relatan y que se someten a consideración e
instrucción del Ilustrísimo Órgano Jurisdiccional.
Ha de conocer Su Ilustre Señoría, que desde el 24 de febrero de 2004,
según se acredita con los documentos correspondientes, que se
adjuntan, las seis hermanas Ruiz Mateos Rivero excluidas de esta
querella, renunciaron ante Notario, a sus derechos y a la gestión de las
empresas del Grupo Nueva Rumasa, a petición de su padre, a favor de
sus seis hermanos aquí querellados.
Así mismo, desde esta fecha de 2004, D. José María Ruiz Mateos y
Jiménez de Tejada, y su esposa Dña. Teresa Rivero, fueron apartados de
la gestión y toma de decisiones de las empresas, siendo que, desde esta
fecha, tan sólo los hermanos Ruiz Mateos Rivero han sido los que han
organizado, dirigido y gestionado la marcha y la toda de decisiones del
Grupo Nueva Rumasa.
RELEVANCIA PENAL Y CALIFICACIÓN JURÍDICA DE LOS HECHOS
DESCRITOS
La familia Ruiz Mateos, propietaria directa o indirectamente a través de
sociedades o personas interpuestas, de las empresas del grupo Nueva
Rumasa, ha emitido y ha avalado la emisión y suscripción de los
pagarés corporativos, captando la inversión de personas físicas y
jurídicas, privadas, y, sin embargo, llegado el vencimiento, no se ha
atendido al pago de los citados pagarés. La emisión de pagarés se
efectuó habiendo falsificado cuentas anuales de las sociedades, cara a
mostrar una situación de resultados positivos, cuando lo cierto es que
la situación de insolvencia o de imposibilidad de atender al pago de las
obligaciones corrientes, era un hecho.
Además, los querellados, han procedido a la venta de las sociedades del
grupo a D. Ángel de Cabo, con evidente la intención de evitar responder
al volumen tan importante de deuda que acumulan.
Podría percibirse la existencia de varios delitos:
Delitos
de
estafa,
administración
apropiación
desleal
o
indebida,
fraudulenta,
delito
insolvencia
contable,
punible,
delito
de
alzamiento de bienes, delito de falsificación en documento mercantil y
delito contra los intereses de los consumidores.
Veamos:
Análisis del delito de estafa:
Estése a lo que establece el Código Penal:
Artículo 248.
“1. Cometen estafa los que, con ánimo de lucro, utilizaren engaño
bastante para producir error en otro, induciéndolo a realizar un acto de
disposición en perjuicio propio o ajeno.”
Elementos del tipo penal:
EL ENGAÑO:
En la estafa, como dice González Rus, el engaño tiene que se precedente
o concurrente al acto de disposición (Sentencias del TS 1479/2000, de
22 de septiembre, 577/2002 de 8 de marzo, 267/2003, de 24 de febrero
y 132/2007 de 16 de febrero).
En todo caso ha de provocar el ERROR en el sujeto pasivo, y que en
esencia no es otra cosa que una representación mental que no responde
a la realidad. El engaño está en la conducta del sujeto activo y es, por
consiguiente, sus actos son de naturaleza objetiva, mientras que el
error se produce en el sujeto pasivo y es de naturaleza subjetiva, porque
cree lo que le dice el emisor del engaño. El error ha de ser provocado
por el engaño. De hecho, la finalidad del engaño es producir un error y
como
consecuencia
del
mismo,
inducir
el
acto
de
disposición
patrimonial. Por eso que, como afirma el Tribunal Supremo, haya un
cierto paralelismo entre la estafa y la inducción y la autoría mediata.
STS 1221/2001, de 14 de septiembre.
No es preciso que la víctima crea en la verdad de las actuaciones o
manifestaciones falaces del sujeto activo, pero sí es necesario que, aún
con dudas, actúe como consecuencia de las mismas. De ahí que no
haya delito de estafa cuando el error de la víctima no procede del
engaño del autor, sino de u ignorancia o creencias previas. O cuando el
ardid recae sobre un dato al que el engañado no le daba importancia
relevante (STS 1221/2001 de 14 de septiembre.
En la modalidad de estafa del artículo 248.1, el destinatario del engaño
debe ser otra persona, aunque el sujeto concreto sea DESCONOCIDO O
INCLUSO FORME PARTE DE UNA MASA INDETERMINADA DE
PERSONAS, como ocurre en el caso de los fraudes colectivos, como es el
caso.
ENGAÑO BASTANTE:
No todo engaño es capaz de integrar la estafa, como es obvio. Ha de
tratarse de un engaño bastante.
La concreción de esa suficiencia se hace, por lo general, diferenciando
entre un módulo objetivo, referido al hombre medio, y del que se deriva
la exigencia de una cierta seriedad e importancia al engaño preciso de
la estafa, y un módulo subjetivo, complementario al anterior, que tiene
presentes las condiciones del destinatario del engaño y del caso
concreto. Así lo entiende también la Jurisprudencia: “el objetivo se hace
desde la perspectiva de un tercero ajeno a la relación creada y el
subjetivo desde la óptica del sujeto pasivo, sus concretas circunstancias
y situaciones, con observancia siempre, de la necesaria exigencia de
autodefensa” (STS 132/2007 de 13 de diciembre).
La tipicidad del engaño bastante necesita, además de la causalidad,
establecida conforme a criterios de equivalencia de condiciones, que el
engaño concreto suponga, conforme al fin de la norma, la creación o un
aumento de un peligro ilícito para el patrimonio del sujeto, en los
términos que reclama la imputación objetiva. En definitiva, el perjuicio
causado debe ser, precisamente, la materialización del peligro creado
por el sujeto activo con su engaño. STS 368/2007, de 9 de mayo.
Para esa determinación debe tenerse en cuenta el espacio social en que
se produce la acción engañosa. Así, cuando el hecho se produce en un
ámbito en el que el sujeto pasivo no tiene previamente expuesto su
patrimonio a riesgos que no sean los propios de las relaciones sociales
generales, la simple creación del peligro por la acción engañosa del
sujeto activo será, por lo general, suficiente para afirmar que el engaño
es bastante. STS 132/2007 de 16 de febrero, por todas.
El Derecho exige un cierto nivel de diligencia que permita al sujeto
descubrir por sí mismo el engaño, por lo que la protección penal no
debe producirse cuando la indolencia, la excesiva credulidad y la
omisión de precauciones elementales hayan sido las verdaderas causas
de la eficacia del engaño. En el caso que nos ocupa, percibimos con
absoluta claridad que el engaño no ha podido ser descubierto, por la
simple razón de que los querellados han falseado las contabilidades de
las empresas emisoras de pagarés, con lo que la imposibilidad de que
los ciudadanos hubieran podido acceder a la información veraz, es
manifiesta. Por eso el engaño se ha materializado de modo tan
desproporcionado el público en general.
Evidentemente las circunstancias personales del sujeto pasivo deben
ser tenidas en cuenta a la hora de concretar el nivel de diligencia que es
exigible a la víctima y precisar si el engaño es o no bastante. Con
carácter general ha de afirmarse que habrá de atenderse a las
circunstancias de cada caso, haciendo que el engaño se repute bastante
cuando, atendidas las circunstancias y condiciones de cada sujeto
activo y pasivo, a la víctima no le hubiera sido exigible una maor
cautela que la que puso en el momento fatídico, como es el caso que
nos ocupa.
Como medios y formas de engaño es preciso manifestar que no basta
con la simple mentira, sino que además ha de ir acompañada de una
maquinación o de una maniobra capaz de provocar el error, la llamada
“acción concluyente”, del derecho alemán, o la mise in scene del derecho
francés, tendrá virtualidad suficiente para integra el engaño típico.
Caso de los negocios jurídicos criminalizados:
Es preciso hablar de negocio jurídico criminalizado, cuando el sujeto, al
concertar un contrato o acuerdo de voluntades, simula una voluntad de
cumplimiento que no tiene. Para determinar si integran o no un delito
de estafa, la jurisprudencia atiende al momento en que aparece el dolo
defraudatorio: así existe un delito de estafa si el propósito engañoso
inspira la conducta del sujeto activo desde el comienzo (STS 814/2005
de 14 de junio). El dolo inicial de incumplimiento existe cuando el
sujeto sabe que no podrá o no querrá cumplimentar la prestación para
la que se compromete (STS 435/2010 de 3 de mayo). Por eso, hay estafa
cuando uno de los contratantes de un negocio jurídico privado civil o
mercantil no tiene desde el principio el propósito de cumplir con su
parte, de manera que lo único que pretende es aprovecharse del
cumplimiento del contrato que haga el otro contratante y del
incumplimiento del suyo. STS 814/2005 de 14 de junio y STS
4561/2011 de 5 de julio, por todas.
SUJETO PASIVO
El sujeto pasivo de la estafa puede ser cualquier persona. Ha de ser
titular del patrimonio lesionado, lo que permite que el engañado puede
ser una persona, titular y el sujeto pasivo otra.
ACTO DE DISPOSICIÓN
En la estafa, el engaño no es un fin en sí mismo, sino un medio para
lograr que el sujeto pasivo, como consecuencia del error, que se le
provoca, lleve a cabo un acto de disposición patrimonial.
Por tal se entiende cualquier acción del engañado que causa un
perjuicio patrimonial propio o de un tercero. El acto de disposición
puede consistir en la entrega de una cosa, como en la prestación de un
servicio por el que no se obtiene contraprestación. No es preciso que
quien realiza el acto de disposición tenga facultades jurídicas para
disponer válidamente de la cosa, lo que hace posible el delito cuando la
disposición la realizan los servidores de la posesión.
El engañado y disponente han de ser la misma persona, si bien pueden
ser personas distintas el engañado y el perjudicado..
La relación causal que debe mediar entre los distintos elementos del
delito ha de estar también aquí presente. La conducta engañosa es la
causa del error, y éste del acto de disposición, que, a su vez, determina,
como efecto, el perjuicio. Lo común es que el engaño preceda al acto de
disposición, aunque pueden ser coetáneos.
PERJUICIO:
El perjuicio se produce cuando con el acto dispositivo, el sujeto pasivo
no obtiene el equivalente debido, de manera que o no recibe nada o el
valor de lo que se le entrega es menor de lo que, sin mediar el engaño
bastante, hubiera debido obtener como contraprestación.
El perjuicio ha de ser real, efectivo, valorable económicamente y de
entidad determinada o determinable, porque su concreción es precisa
para la calificación del hecho como delito o falta, y en su caso, para la
apreciación de las circunstancias agravantes 4ª y 5ª del artículo 250. La
efectiva causación del perjuicio es imprescindible para que se produzca
el delito.
La cuantía del perjuicio relevante para la estafa lo detemina el valor de
lo no recibido o la diferencia entre lo entregado y lo obtenido por el
sujeto pasivo engañado.
ÁNIMO DE LUCRO:
La definición del delito exige expresamente el ánimo de lucro,
reclamando directamente un elemento que tanto la doctrina como la
jurisprudencia han considerado siempre implícito en las defraudaciones
y cuyo contenido es el mismo que el hurto. En el caso que nos ocupa, se
aprecia con nitidez.
DOLO:
El dolo requiere la conciencia y la voluntad de engañar al sujeto pasivo
para causar un perjuicio patrimonial a él o a un tercero, como es el
caso que se somete a instrucción.
CONSUMACIÓN:
La consumación de la estafa se produce cuando se hace efectivo el
perjuicio patrimonial necesario para la perfección delictiva. Este es el
caso de mis mandantes, a los que el perjuicio patrimonial les ha dejado
en una situación absolutamente precaria, e incluso, ruinosa.
En nuestro caso, vemos que los suscriptores de los pagarés, al plantear
la querella contra los miembros de la familia Ruíz Mateos que han sido
mencionados, entienden que han resultado engañados, porque se ha
producido un error en ellos, como consecuencia del contenido de la
oferta que se les hizo, a todos los efectos fraudulenta, lo que les indujo
a realizar un acto de disposición patrimonial, en perjuicio propio o de
terceros, existiendo en los querellados un ánimo de lucro que se
traduce en el evidente provecho económico que tratan de obtener con
esa oferta.
A primera vista se aprecia, con una simple observancia del asunto, que
estamos ante un supuesto penalmente relevante, como estafa.
Lo fundamental a tener en cuenta es el contenido de la información que
se ofrece y se transmite: Así, el contenido de los anuncios publicados,
induce a error sobre lo que se oferta: Se pretende comunicar, y de
hecho así se efectúa, para persuadir, y ese es el ánimo, que el grupo de
empresas Nueva Rumasa emisor de pagarés, es un grupo empresarial
solvente, eficiente y en proceso de expansión.
En la publicidad se establece que tales pagarés no están admitidos a
negociación en mercado secundario oficial, y que se ha solicitado
consulta a la CNMV, aunque no tutelados por la misma, con lo que los
pretendidos suscriptores, de ese momento, han debido entender que la
oferta atesoraba la legalidad pertinente y suficiente como para proceder
al desembolso económico. La oferta consistía en la emisión de pagarés,
y un pagaré es un documento mercantil que significa una promesa de
pago, en un momento determinado como vencimiento.
La información que se transmite en la publicidad es suficiente como
para producir error en el público en general, comunicándose datos
inclusos falsos o engañosos: las empresas que emitían estos pagarés, en
esos momentos, contaban con una importante actividad económica,
pero con pasivos muy elevados. La información suministrada, permitía
entender que se trataba de grandes negocios saneados y eficientes que
era preciso respaldar. Además, se empleó el argumento y la imagen de
que la familia era titular de las empresas que constituían el grupo
Nueva Rumasa, con lo que ello significaba, por la fama y la reputación
que habían ido generando a lo largo de los años, tras la expropiación de
la antigua Rumasa, siendo que empleaban a un número de personas
que rondaba las 10.000. Por otro lado, se utilizó el argumento de los
niveles de facturación y la valoración patrimonial neta del conjunto de
las compañías, según los datos contables y tasaciones elaboradas, ex
profeso, para influir en la libre voluntad de los inversores, como
claramente puede acreditarse, tras el análisis de la documentación a la
que han tenido acceso mis mandantes, públicamente conocida, tras la
declaración de concurso de las compañías del grupo.
Se comunican datos inciertos de las empresas, con lo que las personas
o entidades que decidieron efectuar la inversión mediante la suscripción
de los pagarés, no tenían suficiente información para adoptar una
decisión libre y fundada, no siendo verdaderamente conscientes de lo
que significaba dicha operación. Por tanto, podemos entender que existe
el elemento del engaño bastante.
Pero es que además, los pagarés se han avalado personalmente por los
miembros de la familia Ruiz Mateos, lo cual pone de manifiesto la
implicación personal de los mismos, cara a hacer efectivo el engaño y la
búsqueda del convencimiento del inversor de que el cumplimiento de
las obligaciones asumidas se haría efectivo, con lo que este hecho
significa para toda persona. La implicación de los miembros de la
familia Ruiz Mateos en la prestación de garantías es importante, y ello
habrá de ser tenido en cuenta para determinar el ánimo delictivo que
pudiera imputárseles en el desarrollo de esta situación.
Concurre como es obvio, el elemento del perjuicio de todos y cada uno
de los inversores que no han recuperado sus aportaciones; muchos de
ellos han quedado en una situación absolutamente desgraciada, con
una precariedad económica muy notable.
Así mismo, concurre un evidente ánimo de lucro, habida cuenta de que,
como es conocido, los aquí querellados eran plenamente conscientes,
según se prueba, con los datos y documentos que se aportan, de que
las empresas del Grupo, no tenían capacidad económica como para
permitir reembolsar los importes efectivamente prestados o invertidos y
los elevados intereses correspondientes. Es lógico que el interés que
movió
a
los
querellados
era
distinto
del
que
manifestaban
públicamente, pretendiendo obtener financiación para el grupo de
empresas y distrayendo los importes del destino para el que habían sido
prestados.
TIPO AGRAVADO DE ESTAFA
El artículo 250. 1 del Código Penal contiene los tipos agravados o
cualificados de la estafa. Los supuestos contemplados en el artículo
250, no hacen sino sancionar específicamente ciertas modalidades de
engaño, que se consideran especialmente relevantes, pero que hubieran
sido igualmente punibles aún sin haber sido expresamente resaltados, o
a la mayor gravedad del perjuicio, como es el caso. Es por ello por lo
que entendemos que el tipo penal de estafa que habría de apreciarse es
el previsto en el artículo 248.1, en relación con el artículo 250.1,
apartados 4º, 5º y 6º.
“1. El delito de estafa será castigado con las penas de prisión, de un año
a seis años y multa de seis a doce mese, cuando:
…
4º Revista especial gravedad, atendiendo a la entidad del perjuicio y a la
situación económica en que deje a la víctima o a su familia.
5º Cuando el valor de la defraudación supere los 50.000 Euros.
6º Se cometa abusando de las relaciones personales existentes entre
víctima y defraudador, o aproveche éste su credibilidad empresarial o
profesional.”
Veamos:
La circunstancia 4ª aludida agrava la pena cuando la estafa reviste
especial gravedad, y en este sentido, los criterios que se untilizan para
determinar la especial gravedad coinciden con los que señala el artículo
249 para valorar la gravedad de la infracción.
La Jurisprudencia mayoritaria entiende que, a pesar de que en
ocasiones la cuantía de lo defraudado no se corresponde con la
situación patrimonial en la que se deja a la víctima o a su familia, lo
que es claro es que la agravación es única, y por ello se aplicará el tipo
penal, no siendo necesaria la concurrencia de factores.
La Jurisprudencia ha entendido que la agravación en atención a la
situación económica en que quede la víctima y su familia se aprecia en
el supuesto en que el sujeto se ve obligado a enajenar su casa para
pagar el crédito engañoso que se le había inducido a pedir (STS
627/2005 de 13 de mayo). Esta es precisamente la situación que sufren
muchos de los afectados por los actos llevados a cabo por los aquí
querellados, resultando ser que existen situaciones familiares y
personales dramáticas, derivadas de la ruina total y absoluta en la que
han quedado los perjudicados, por lo general personas de edad
avanzada que han invertido todos los ahorros de su vida, quedando sin
posibilidades de generar nuevos recursos. Pero no son menores los
daños ocasionados a empresarios que se han visto obligados, incluso, a
cerrar sus negocios. Esta circunstancia, en consecuencia, ha de
apreciarse sin lugar a dudas.
La Ley 5/2010 ha creado la circunstancia 5ª, extrayéndola de la
especial gravedad, donde antes se incluía. El valor de la defraudación se
fija en más de 50.000 Euros, lo que supera la cuantía fijada por la
jurisprudencia, que se situaba en los 36.060,73 Euros. A efectos de
fijación del valor de la defraudación, el valor de las cosas no está en su
costo, sino en su precio, al ser el que refleja la equivalencia económica.
Para su apreciación, es indiferente que se haya recuperado parte de lo
defraudado (STS, 527/2004 de 26 de abril). Mis mandantes como el
resto de los miles de afectados, todos, han dispuesto al menos, en
beneficio de los querellados, al menos de 50.000 Euros, como
consecuencia de la oferta que se efectuó por los mismos para suscribir
los pagarés correspondientes. Por eso la aplicación de la circunstancia
procede sin lugar a dudas.
La circunstancia 6ª en el asunto que nos ocupa, tiene una doble
vertiente:
En efecto en el caso de mis mandantes el fundamento de la agravación
es el aprovechamiento de la credibilidad empresarial del autor material:
el abuso de confianza que quien se pone en manos de un profesional
deposita en el mismo. En estas circunstancias, el sujeto pasivo está en
una posición de inferioridad que lo hace más vulnerable a cualquier
engaño. Y es que en esas condiciones, como establece el profesor
González Rus, los simples juicios de valor emitidos por estos sujetos
pueden ser bastantes para integrar el engaño típico. Se trata de una
credibilidad que el sujeto objetivamente tiene y ha de prevalerse de ella
para la comisión de la estafa. STS 1169/2006 de 30 de noviembre.
Pero además, algunos de mis mandantes realizaron los actos de
disposición patrimonial como consecuencia de las relaciones personales
con la familia Ruiz Mateos Rivero, de manera que el abuso de confianza,
que añade más desvalor de acción al hecho, por cuanto el sujeto pasivo
es más vulnerable ante las personas en las que confía, es el fundamento
del hecho delictivo. Por relación personal entendemos aquella que
trasciende del mero ámbito de la cortesía o de la convivencia obligada
por razones de trabajo o de vecindad, por ejemplo. Requiere una cierta
confianza y familiaridad, de la que el autor se prevale para realizar la
estafa.
Delito de apropiación indebida:
Artículo 252:
“Serán castigados con las penas del artículo 249 ó 250, en su caso, los
que en perjuicio de otro se apropiaren o distrajeren dinero, efectos,
valores o cualquier otra cosa mueble o activo patrimonial que hayan
recibido en depósito, comisión o administración, o por otro título que
produzca la obligación de entregarlos o devolverlos, o negaren haberlos
recibido, cuando la cuantía de lo apropiado exceda de cuatrocientos
Euros. Dicha pena se impondrá en su mitad superior en caso de depósito
necesario o miserable”.
Veamos:
La conducta penal de los querellados en el ámbito de la apropiación
indebida, no proporciona ninguna clase de duda o discusión.
Como es conocido, a raíz, fundamentalmente de la STS de 26 de febrero
de 1998, recaída en el caso Argentia Trust, se produce un cambio muy
importante en la interpretación del artículo 252, al pasar a entenderse
que en dicho precepto se recogen en realidad dos delitos distintos: “el
clásico de apropiación indebida de cosas muebles ajenas que comete el
poseedor legítimo que las incorpora a su patrimonio, con ánimo de
lucro, y el de gestión desleal, que comete el administrador cuando
perjudica patrimonialmente a su principal, distrayendo el dinero cuya
disposición tiene a su alcance. En esta segunda hipótesis el tipo se
realiza, aunque no se pruebe que el dinero ha quedado incorporado al
patrimonio del administrador, únicamente con el perjuicio que sufre el
patrimonio del administrado como consecuencia de la gestión desleal de
aquel. El apoyo legal se encuentra en el uso diferenciado que se hace en
el artículo 252 de los verbos “apropiarse” y “distraer”, que serían
términos de significado distinto. STS 1212/2003 de 9 de octubre. En la
Jurisprudencia más reciente es dominante la posición que afirma que
en el artículo 252 hay dos delitos distintos, la administración desleal del
patrimonio ajeno, y la apropiación indebida (STS 973/2009 de 6 de
octubre y STS 173/2011 de 14 de marzo, por todas).
Por
tanto,
en
el
artículo
252
cabe
la
administración
desleal,
cumpliéndose el tipo aunque no se pruebe que el dinero ha quedado
incorporado al patrimonio del administrador, bastando con acreditar
únicamente el perjuicio que sufre el patrimonio del administrado, como
consecuencia de una gestión en la que el administrador ha violado los
deberes de fidelidad inherentes a su estatus (STS 973/2009 de 6 de
octubre, por todas). No es necesario que el administrador se apropie de
nada o incorpore nada a su propio patrimonio ni que actúe con ánimo
de lucro, bastando con la mera causación del perjuicio típico
(Sentencias del Tribunal supremo 488/2004, de 23 de abril, 973/2009
de 6 de octubre, entre muchas); aunque no haya enriquecimiento
alguno (STS 173/2011 de 14 de marzo). Es esencial que el dinero
tuviera un destino fijado previamente, como es el caso que nos ocupa, y
que ha sido descrito más arriba. Precisamente el alejamiento del mismo
es lo que da lugar al delito (STS 1212/ 2003, de 9 de octubre, por
todas). Por eso mismo, el dolo del administrador desleal se llena con la
simple conciencia y voluntad de estar aplicando los bienes recibidos a
un fin distinto del convenido, bastando el dolo eventual. Véase que en el
caso que nos ocupa, la captación de la inversión era, según se ha dicho,
de acuerdo con la publicidad emitida, para destinarla a la “compra de
nuevas empresas que representaban auténticas oportunidades de
negocio” para su incorporación a un grupo empresarial moderno y
fuerte, como Nueva Rumasa. En absoluto se adquirieron nuevas
empresas que debieron suponer una oportunidad de negocio, con los
capitales captados de los inversores que confiaron sus ahorros a la
familia Ruiz Mateos Rivero; pero es que, además, ni tan siquiera la
gestión de las inversiones y de los capitales prestados o confiados fue
correcta, porque como se ha dicho, el grupo empresarial de tanta
entidad y solvencia como la que se anunciaba públicamente, no se vio
beneficiado de tanto volumen de dinero invertido, en modo alguno.
Prueba de ello es que no se pagaron, ni tan siquiera los sueldos de los
trabajadores o las deudas con la Hacienda Pública y la Seguridad
Social, entre otras muchas deudas.
El delito se ha consumado desde el mismo momento en que no se ha
dado al dinero el destino pactado (STS 271/2010 de 30 de marzo). Tal
es el caso que resuelve la STS 797/2010 de 16 de septiembre. El
reconocimiento de la deuda que pueda hacerse por el administrador no
tiene incidencia alguna en la responsabilidad penal (STS 271/2010, de
30 de marzo), ni incluso, la devolución posterior de las pérdidas (SAP
Barcelona, secc. 7ª, 447/2002 de 28 de mayo).
La consecuencia final de todo ello es que la administración desleal del
patrimonio ajeno comprende tanto los actos de disposición definitiva
como provisionales, los cuales pueden ser incluidos tanto en la
apropiación indebida del artículo 252 en la modalidad de “distracción”,
como en la administración social fraudulenta del artículo 295. La
diferencia entre ambos delitos, por tanto, no estará en que la
apropiación sea definitiva o provisional, sino, en la forma en que se
produce esa apropiación por el administrador.
BIEN JURÍDICO PROTEGIDO:
En la apropiación indebida, tratándose de cosas fungibles, el sujeto
activo hace suyas las cosas de las que tiene ya la posesión, luego de lo
que se despoja a quien lo entregó es de la propiedad, siendo este el
bien jurídico protegido. Sin embargo en el caso del dinero, como es
nuestro asunto, lo que constituye el bien jurídico protegido es el
derecho de crédito que surge con la entrega, y en las demás cosas
fungibles, el derecho de quien hizo la entrega a le sea devuelto un
equivalente.
En relación con la estafa, la presencia o ausencia de engaño no es
determinante para establecer diferencia, pues el ardid fraudulento
puede estar presente también en la apropiación indebida. La diferencia
estriba en que el sujeto recibe la cosa porque el engaño hace que su
dueño, errado, se la entregue; la posesión que ostenta el estafador está
pues viciada desde el principio, mientras que en la apropiación
indebida, por el contrario la posesión es originariamente lícita porque
recibe legalmente la cosa por alguno de los títulos que relaciona el
artículo 252, por lo que el engaño no ha sido el determinante de la
entrega, sino un elemento complementario del hecho.
Delitos de Insolvencia punible:
Artículo 257.
1. Será castigado con las penas de prisión de uno a cuatro años y multa
de doce a veinticuatro meses:
1. El que se alce con sus bienes en perjuicio de sus acreedores.
2. Quien con el mismo fin, realice cualquier acto de disposición
patrimonial o generador de obligaciones que dilate, dificulte o
impida la eficacia de un embargo o de un procedimiento ejecutivo
o de apremio, judicial, extrajudicial o administrativo, iniciado o de
previsible iniciación.
2. Lo dispuesto en el presente artículo será de aplicación cualquiera que
sea la naturaleza u origen de la obligación o deuda cuya satisfacción o
pago se intente eludir, incluidos los derechos económicos de los
trabajadores, y con independencia de que el acreedor sea un particular o
cualquier persona jurídica, pública o privada.
3. En el caso de que la deuda u obligación que se trate de eludir sea de
Derecho público y la acreedora sea una persona jurídico pública, la pena
a imponer será de uno a seis años y multa de doce a veinticuatro meses.
4. Las penas previstas en el presente artículo se impondrán en su mitad
superior en los supuestos previstos en los ordinales 1.º, 4.º y 5.º del
apartado primero del artículo 250.
5. Este delito será perseguido aun cuando tras su comisión se iniciara
una ejecución concursal.
Artículo 258.
El responsable de cualquier hecho delictivo que, con posterioridad a su
comisión, y con la finalidad de eludir el cumplimiento de las
responsabilidades civiles dimanantes del mismo, realizare actos de
disposición o contrajere obligaciones que disminuyan su patrimonio,
haciéndose total o parcialmente insolvente, será castigado con la pena de
prisión de uno a cuatro años y multa de doce a veinticuatro meses.
Artículo 259.
Será castigado con la pena de uno a cuatro años de prisión y multa de 12
a 24 meses, el deudor que, una vez admitida a trámite la solicitud de
concurso, sin estar autorizado para ello ni judicialmente ni por los
administradores concursales, y fuera de los casos permitidos por la ley,
realice cualquier acto de disposición patrimonial o generador de
obligaciones, destinado a pagar a uno o varios acreedores, privilegiados o
no, con posposición del resto.
Artículo 260.
1. El que fuere declarado en concurso será castigado con la pena de
prisión de dos a seis años y multa de ocho a 24 meses, cuando la
situación de crisis económica o la insolvencia sea causada o agravada
dolosamente por el deudor o persona que actúe en su nombre.
2. Se tendrá en cuenta para graduar la pena la cuantía del perjuicio
inferido a los acreedores, su número y condición económica.
3. Este delito y los delitos singulares relacionados con él, cometidos por el
deudor o persona que haya actuado en su nombre, podrán perseguirse
sin esperar a la conclusión del proceso civil y sin perjuicio de la
continuación de este. El importe de la responsabilidad civil derivada de
dichos delitos deberá incorporarse, en su caso, a la masa.
4. En ningún caso, la calificación de la insolvencia en el proceso civil
vincula a la jurisdicción penal.
Todos los delitos mencionados tienen la misma dinámica, es decir la
realización de actuaciones sobre el propio patrimonio para perjudicar a
los acreedores e impedir que puedan hacer efectivos sus derechos de
crédito.
El bien jurídico protegido en los delitos de insolvencia es el derecho de
crédito de los acreedores, lo que les faculta para satisfacer sus créditos
en el patrimonio del deudor. Su fundamento se encuentra en la
obligación que impone al deudor el artículo 1911 del Código Civil,
haciéndole responder de todas sus deudas con todos sus bienes
presentes y futuros. De este modo, el deudor viene a convertirse en una
especie de gestor de negocios ajenos en el que los acreedores depositan
su confianza, sabiendo, además que, en caso de incumplimiento,
podrán satisfacer sus créditos en su patrimonio. En el caso que nos
ocupa, no sólo ha existido esta confianza en mis mandantes y todos los
demás
perjudicados,
precisamente
por
ello
efectuaron
las
correspondientes inversiones, sino que, además, los propios querellados
han manifestado públicamente, de modo reiterado, que la entidad del
patrimonio tiene capacidad para cubrir el importe de todos los créditos.
Sin embargo, por precisar este punto, ni tan siquiera los querellados
han manifestado la verdad en este punto, habida cuenta de que los
informes de las diferentes Administraciones Concursales efectúan una
valoración de los activos muy por debajo del valor atribuido por los
miembros de la familia Ruiz Mateos Rivero.
En cualquier caso, y para evitar que los querellados puedan alegar en
su defensa el argumento de que las deudas resultan ser de personas
jurídicas,
ha
de
manifestarse
que,
en
todo
momento,
independientemente de su condición de administradores de hecho de
las diferentes empresas, han expresado públicamente su voluntad,
como tales personas físicas, de cumplir con las obligaciones que ha
contraído el Grupo Nueva Rumasa.
ALZAMIENTO DE BIENES:
Que se han producido alzamientos de bienes, no es una cuestión
discutible; baste con afirmar que la venta del Grupo Nueva Rumasa, en
sí, constituye un alzamiento de bienes, habida cuenta de que lo que se
ha pretendido ha sido evitar, por todos los medios, la ejecución de los
activos y del patrimonio en general de la familia Ruiz Mateos. Y ello se
hubiere materializado de modo inevitable, en el caso de las empresas
concursadas, de no mediar la Orden Judicial de sustitución de las
facultades de disposición y administración del patrimonio de las
empresas de los querellados. En cualquier caso, como se ha expresado
más arriba, el Sr. De Cabo, nuevo propietario del Grupo Nueva Rumasa,
desde los despachos de abogados que regenta, en Madrid y Valencia, se
encarga de llevar a cabo, antes que la gestión de los concursos de
acreedores, como públicamente se ha afirmado, a la sazón organizados
por las correspondientes Administraciones Concursales, y dirigidos por
la Autoridad Judicial, la despatrimonialización de las Compañías y la
enajenación o la ocultación fraudulenta de los activos. Es que el Sr. De
Cabo desarrolla tales funciones como labor profesional, según los datos
extraídos de la gestión que ha llevado a cabo de los grupos y de las
compañías que ha ido adquiriendo, siendo lo cierto que en todos los
casos, ninguna de las obligaciones que se ha comprometido a efectuar
en el momento de la adquisición, las ha realizado. De este modo, véase
que tan sólo ha sido posible hacer frente a una cantidad reducida de
deuda de las empresas que ha adquirido, precisamente por el control y
la supervisión efectuada por de la Autoridad judicial y los actos de las
distintas Administraciones Concursales, que han protegido, por imperio
de la Ley el patrimonio de las compañías. En modo alguno, como
propietario de tales empresas no ha llevado a cabo otros actos, que los
destinados a vaciar el patrimonio empresarial o el establecimiento de
gravámenes, como hipotecas, arrendamientos y otros a favor de su
entramado empresarial, siendo que los beneficios que obtiene no son
menores. En ningún momento, como por otra parte es lógico y racional
en el sistema empresarial y conforme expresan los principios del
cumplimiento
de
las
obligaciones
contraídas,
se
ha
producido
desembolso económico del patrimonio empresarial o personal, del Sr.
De Cabo para atender deuda de empresas que adquiere. Es que un dato
muy significativo y revelador de la actividad del Sr. De Cabo, es el hecho
de que en la adquisición de las empresas, el precio que se pacta nunca
consiste en desembolso económico, sino que consiste en la asunción de
deuda. Sin embargo, nunca se cumple con el esa deuda cuyo pago se
ha asumido, siendo que, los múltiples acreedores, quedan abandonados
a su suerte, con la única protección derivada del concurso de
acreedores correspondiente, que, de ordinario, nunca permite cubrir el
importe total de todos los pasivos, que siempre resultan ser muy
elevados. Por tanto, se asume el pago de deuda, pero llegado el
momento de cumplimiento nunca se atiende al pago de la misma.
Respecto del Grupo Nueva Rumasa, vista la trayectoria públicamente
conocida del Sr. De Cabo, es preciso aseverar que han de estar
llevándose a cabo operaciones muy importantes destinadas a la
enajenación u ocultación fraudulenta de bienes de la familia Ruiz
Mateos, no afectos a los concursos de acreedores. Sirva de advertencia
sobre el particular que, transcurridos 4 meses desde la compra venta,
ninguna obligación se ha cumplido por el Sr. De Cabo, cara a satisfacer
los importes de los pasivos tan elevados, cuyo pago ha asumido.
El sentido actual del alzamiento de bienes es el de que alzarse con los
bienes equivale a colocarse dolosamente en situación de insolvencia
frente a los acreedores o agravar fraudulentamente la insolvencia
sobrevenida de manera fortuita, mediante la ocultación física o jurídica
de los bienes, cualquiera que sea el procedimiento utilizado y sin que
sea precisa la huida del deudor. Es preciso considerar equivalentes los
términos alzarse o insolventarse.
Cualquier medio que procure ese resultado es válido, tanto si se trata
de procedimientos de ocultación física (esconder objetos valiosos,
trasladarlos a sitios desconocidos), como es el caso de la querellada
Dña. Rocío Ruiz Mateos Rivero y su esposo D. Luis Ojeda, con la
ocultación de los cuadros de la vivienda de Somosaguas, como de
procedimientos
de
ocultación
jurídica
(enajenaciones
reales,
sustrayendo lo obtenido al pago de la deuda – STS 1021/2009 de 23 de
octubre- o ficticias, traspaso de créditos, constitución de hipotecas
sobre los mismos, donaciones, simulación de deudas con parientes o
amigos, etc. – STS 286/2010 de 6 abril.
Producido el estado de insolvencia, es indiferente que los acreedores
resulten o no efectivamente perjudicados. Lo importante, como se
acredita en este caso, es que la conducta se realice con el ánimo de
perjudicarlos.
Delito contra los intereses de los consumidores:
Artículo 282 bis.
Los que, como administradores de hecho o de derecho de una sociedad
emisora de valores negociados en mercados de valores, falsearan la
información económico-financiera contenida en los folletos de emisión de
cualesquiera instrumentos financieros o las informaciones que la
sociedad debe publicar y difundir conforme a la legislación del mercado
de valores sobre sus recursos, actividades y negocios presentes y
futuros, con el propósito de captar inversores o depositantes, colocar
cualquier tipo de activo financiero u obtener financiación por cualquier
medio, serán castigados con la pena de prisión de uno a cuatro años, sin
perjuicio de lo dispuesto en el artículo 308 de ese Código.
En el supuesto de que llegue a obtener la inversión, el depósito, la
colocación del activo o la financiación, con perjuicio para el inversor, el
depositante, adquirente de los activos financieros o acreedor, se
impondrán la pena en la mitad superior. Si el perjuicio causado fuera de
notoria gravedad, la pena a imponer será de uno a seis años de prisión y
multa de seis a doce meses.
El artículo 282 bis, conocido como fraude de inversores, se incorpora al
Código Penal a través de la reforma operada por la LO 5/2010.
En nuestro caso, vistas las características de la emisión de pagarés,
podemos entender que los actos de los aquí querellados es posible
encorsetarlos en los elementos del tipo penal del injusto. Bien es cierto
que la emisión de los pagarés, cuidadosamente fue realizada par tratar
de burlar la regulación de la legislación vigente, evitando incurrir en las
conductas sancionadas. Es lo cierto que los pagarés no estaban
admitidos a negociación en ningún mercado secundario oficial, con la
finalidad de eludir el cumplimiento de lo preceptuado en el artículo 26 y
en el artículo 27 de la Ley del Mercado de Valores.
Sin embargo, es lo cierto que los actos llevados a cabo contemplan el
mismo espíritu que la norma penal acoge, cuya finalidad es proteger los
intereses de los consumidores, en tanto que posibles inversores o
depositantes.
El sujeto activo lo es el administrador de hecho o de derecho, como es el
caso, de una sociedad que cotice en el mercado de valores. Es lo cierto
que las sociedades no han cotizado en mercados de valores, pero es lo
cierto que los fines, los objetivos de los autores, y las conductas típicas,
tienen un encaje penal en el ámbito del artículo 282 bis. Se ha emitido
el
denominado
programa
de
pagarés
corporativos,
difundiendo
información al conjunto de los ciudadanos, posibles y potenciales
inversores, con el objeto de captar inversión y financiación para el
Grupo de Empresas Nueva Rumasa.
En todo caso, es lo cierto que se ha producido falsedad en la
información, al no ser veraz, en tanto que no ha recogido la situación
real de las empresas del grupo, con el objeto de captar inversión. Cabe
por tanto, la falsedad por acción, haciendo constar datos irreales o
falsos, como la que se produce omitiendo aquellos que deben ser
incluidos en la información que la sociedad debe publicar y difundir,
porque son relevantes para la actuación de los inversores; en nuestro
caso, ambas modalidades se han ejecutado.
Publicar o difundir hace referencia a la información dirigida al público
en general, sin incluir por tanto, las que deben proporcionarse por la
sociedad a la CNMV u otros organismos administrativos de control.
Como sujeto pasivo hemos de señalar a los inversores, destinatarios
finales de la información falseada. En definitiva consumidores de los
mercados o ámbitos de inversión.
El falseamiento de la información sólo es punible cuando se haga con el
propósito de captar inversores u obtener financiación por cualquier
medio.
La consumación se produce cuando se
difunden o publican las
informaciones falseadas.
En el apartado segundo del artículo 282 bis, se recoge la denominada
estafa de inversiones, de manera que si llegara a obtenerse la inversión,
el depósito, la colocación del activo o la financiación, con perjuicio para
el inversor o acreedor la falsedad anteriormente citada pasa a
convertirse en un supuesto de estafa.
Este segundo apartado, no es un simple tipo agravado del primero, sino
un delito distinto. La falsedad documental o la falsedad en la
información se convierte directamente en una estafa, realizada con el
propósito de captar inversores (ánimo de lucro) que provoca un error en
el sujeto pasivo, como consecuencia del cual éste realiza un acto de
disposición que supone un perjuicio efectivo para su patrimonio. No se
contempla en este tipo penal como elemento típico la obtención de un
beneficio para el autor o un tercero, sino que basta con que se ocasione
un perjuicio.
Así mismo, es de aplicación el artículo 282, habida cuenta de que la
oferta
de
la
inversión,
publicitada
por
todos
los
medios
de
comunicación, y con destino la generalidad de las personas, ha
perjudicado a los consumidores en gran medida.
Artículo 282.
Serán castigados con la pena de prisión de seis meses a un año o multa
de 12 a 24 meses los fabricantes o comerciantes que, en sus ofertas o
publicidad de productos o servicios, hagan alegaciones falsas o
manifiesten características inciertas sobre los mismos, de modo que
puedan causar un perjuicio grave y manifiesto a los consumidores, sin
perjuicio de la pena que corresponda aplicar por la comisión de otros
delitos.
Delitos societarios:
Artículo 290.
Los administradores, de hecho o de derecho, de una sociedad constituida
o en formación, que falsearen las cuentas anuales u otros documentos
que deban reflejar la situación jurídica o económica de la entidad, de
forma idónea para causar un perjuicio económico a la misma, a alguno de
sus socios, o a un tercero, serán castigados con la pena de prisión de uno
a tres años y multa de seis a doce meses.
Si se llegare a causar el perjuicio económico se impondrán las penas en
su mitad superior.
El artículo castiga a los administradores de hecho o de derecho que
falsearen la información relativa a la situación jurídica o económica de
la entidad.
El bien jurídico protegido es el derecho de información de los socios y de
los terceros interesados que deben recibir datos veraces y fieles de la
situación de la sociedad, como garantía del correcto funcionamiento de
la misma y de sus propios patrimonios.
En este sentido, debemos recordar que en la Ley de Sociedades de
Capital 1/2010, se exige a los administradores de la sociedad la
presentación de cuentas anuales, el informe de gestión y la propuesta
de aplicación del resultado, y en su caso las cuentas y el informe de
gestión consolidado. Tales documentos son de acceso público.
Los documentos serán falsos cuando contengan datos que no se
correspondan con la realidad económica o jurídica de la sociedad (STS
1217/2004 de 2 de noviembre) la omisión de información es admisible
en la medida en que los datos que se oculten debieran figurar en estos
casos, puede resultar equivalente a la acción (STS 1256/2004 de 10 de
diciembre, que se refiere a la omisión de ventas en la contabilidad.
Además, el administrador tiene el deber jurídico de proporcionar datos
veraces sobre la situación de la misma, lo que lo convierte en garante. A
menudo, según STS 413/2009 de 11 de marzo, la falsificación de la
contabilidad es el medio que se utiliza para encubrir apropiaciones de
bienes por parte de los administradores. Sólo es típica la falsedad que
es idónea para causar un perjuicio económico a la sociedad o a alguno
de los socios o a terceros, eventuales inversores o acreedores.
Esta es precisamente la conducta desarrollada por los miembros de la
familia
Ruiz
Mateos
Rivero,
aquí
querellados,
en
tanto
que
administradores de hecho del grupo de empresas Nueva Rumasa.
Consta acreditado en los concursos de acreedores de las diferentes
empresas, tras la emisión de los correspondientes informes de las
Administraciones Concursales, que las empresas no han reflejado el
verdadero estado económico financiero. Además los que han sido
Gerentes o Directores Generales manifiestan que en las empresas
existían dos tipos de contabilidad, una que podríamos calificar como
real, “en B”, y la que podemos calificar como aparente o falseada “en A”.
Artículo 295.
Los administradores de hecho o de derecho o los socios de cualquier
sociedad constituida o en formación, que en beneficio propio o de un
tercero, con abuso de las funciones propias de su cargo, dispongan
fraudulentamente de los bienes de la sociedad o contraigan obligaciones
a cargo de ésta causando directamente un perjuicio económicamente
evaluable a sus socios, depositarios, cuentapartícipes o titulares de los
bienes, valores o capital que administren, serán castigados con la pena
de prisión de seis meses a cuatro años, o multa del tanto al triplo del
beneficio obtenido.
Se trata de la denominada administración social fraudulenta. Se tratan
en este supuesto los hechos perpetrados por los querellados de
administración desleal del patrimonio social, que se aplica a finalidades
distintas
de
aquellas
para
las
que
el
sujeto
está
autorizado,
incumpliendo con ello el deber de todo administrador en el ejercicio de
su cargo de desempeñarlo con la diligencia de un ordenado empresario
y de un representante leal.
Es obvio que la situación actual de insolvencia del Grupo Nueva
Rumasa, de acuerdo con la información contenida en los Informes
concursales, que son los instrumentos que mejor nos evidencian el
estado objetivo acontecido en las empresas, se fundamenta en una
administración
social
fraudulenta,
llevada
a
cabo
por
los
administradores de hecho aquí querellados.
Delito de falsificación en documento público oficial o mercantil.
Artículo 392.
1. El particular que cometiere en documento público, oficial o mercantil,
alguna de las falsedades descritas en los tres primeros números del
apartado 1 del artículo 390, será castigado con las penas de prisión de
seis meses a tres años y multa de seis a doce meses.
2. Las mismas penas se impondrán al que, sin haber intervenido en la
falsificación, traficare de cualquier modo con un documento de identidad
falso. Se impondrá la pena de prisión de seis meses a un año y multa de
tres a seis meses al que hiciere uso, a sabiendas, de un documento de
identidad falso.
Esta disposición es aplicable aun cuando el documento de identidad falso
aparezca como perteneciente a otro Estado de la Unión Europea o a un
tercer Estado o haya sido falsificado o adquirido en otro Estado de la
Unión Europea o en un tercer Estado si es utilizado o se trafica con él en
España.
Este es el supuesto de falsificación de pagarés o avales que se están
produciendo tras la compraventa del grupo Nueva Rumasa, por el Sr.
Ángel de Cabo Sanz.
El precepto mantiene una estructura muy parecida al tipo de remisión,
artículo 390, con la diferencia de que el sujeto activo en este caso es el
particular, y en el supuesto del artículo 390 se refiere a autoridad o
funcionario público.
El artículo 390 reza del siguiente tenor literal:
1. Será castigado con las penas de prisión de tres a seis años, multa
de seis a veinticuatro meses e inhabilitación especial por tiempo de
dos a seis años, la autoridad o funcionario público que, en el
ejercicio de sus funciones, cometa falsedad:
1º Alterando un documento en alguno de sus elementos o requisitos
de carácter esencial.
2º Simulando un documento en todo o en parte, de manera que
induzca a error sobre su autenticidad.
3º Suponiendo en un acto la intervención de personas que no la
han tenido, o atribuyendo a las que han intervenido en él
declaraciones o manifestaciones diferentes de las que hubieran
hecho.
4º Faltando a la verdad en la narración de los hechos.
El encaje penal de los hechos es perfecto, habida cuenta de que en el
caso de la falsificación de los avales y de los pagarés que hemos
relatado más arriba, se ha supuesto la intervención en los mismos de
personas que no la han tenido.
Delito contable:
Artículo 310.
Será castigado con la pena de prisión de cinco a siete meses el que
estando obligado por Ley tributaria a llevar contabilidad mercantil, libros
o registros fiscales:
a) Incumpla absolutamente dicha obligación en régimen de estimación
directa de las bases tributarias.
b) Lleve contabilidades distintas que, referidas a una misma
actividad y ejercicio económico, oculten o simulen la verdadera
situación de la empresa.
c) No hubiere anotado en los libros obligatorios negocios, actos,
operaciones o, en general, transacciones económicas, o los hubiere
anotado con cifras distintas de las verdaderas.
d) Hubiere practicado en los libros obligatorios anotaciones contables
ficticias.
La consideración como delito de los supuestos de hecho, a que se refieren
las letras c) y d) anteriores, requerirá que se hayan omitido las
declaraciones tributarias o que las presentadas fueren reflejo de su falsa
contabilidad y que la cuantía, en más o menos, de las cargas o abonos
omitidos o falseados, exceda, sin compensación aritmética en ellos, de
240.000 Euros por cada ejercicio económico.
En este tipo penal se recogen delitos de peligro y se sancionan actos
preparatorios del delito fiscal.
El sujeto activo sólo puede serlo el obligado por la Ley tributaria a llevar
contabilidad, libros o registros fiscales. Este es el caso de los aquí
querellados, en tanto que administradores de hecho, habida cuenta de
que las contabilidades declaradas no recogían la verdadera situación
económico financiera de las sociedades.
QUINTO.Como diligencias a practicar para la comprobación de los hechos
señalamos las siguientes:
a).- Declaración de todos los querellados sobre los hechos de la
querella y que manifiesten en particular si, en efecto, llevaban a cabo la
administración de hecho de las compañías que integraban el grupo
Nueva Rumasa, y si el programa de emisión de pagarés corporativos,
fue diseñado por los mismos, expresando cual ha sido el destino de las
inversiones captadas. Así mismo, habrán de declarar en el caso de D.
Ángel de Cabo, si el grupo empresarial de que es titular, tiene solvencia
para hacer frente al pago de todas las cantidades debidas por el Grupo
Nueva Rumasa por las inversiones de pagarés.
En el caso de los Sres. D. Alfonso Barón y D. Luís Ojeda, habrán de
exponer y declarar cuales han sido los actos llevados a cabo en relación
con los activos, mobiliarios, inmobiliarios y dinerarios de Nueva
Rumasa.
En el caso de Dña. Rocío Ruíz Mateos Rivero, habrá de declarar si, en
efecto ha promovido, organizado y ejecutado la salida de bienes muebles
de importante valor económico y artístico de la vivienda familiar sita en
la C/ La Alondra, número 2, de Somosaguas.
En el caso de los Sres. Iván Losada Castell y Fernando Lavernia
Sanchiz, habrán de declarar cual es su grado de responsabilidad, en
tanto que representantes y administradores de Nueva Rumasa, en la
toma de decisiones tras la compra venta, y si han participado en las
operaciones de restitución de la propiedad del Hotel Semiramis a la
familia Batalla.
b).- Documental, teniendo por reproducidos los documentos que se
acompañan a la querella.
Además, es preciso que Su Ilustre Señoría libre atento Oficio a los
correspondientes Registros Mercantiles, para que remitan Certificación
e Informe sobre el estado de las cuentas anuales depositadas por las
Sociedades emisoras de pagarés en los años 2008, 2009 y 2010.
Así mismo, es preciso que Su Ilustre Señoría recabe el auxilio judicial
correspondiente de los Juzgados de lo Mercantil que tramitan los
correspondientes concursos de acreedores de las sociedades emisoras
de pagarés, al objeto de que remitan los diferentes Informes de la
Administración Concursal.
Es preciso que Su Ilustre Señoría dicte el oportuno Requerimiento a los
administradores de la sociedad Back in Business SL y sociedades
vinculadas y dependientes de la misma, para que remitan al Juzgado la
relación de escrituras de compraventa del Grupo Nueva Rumasa.
c)-
Testifical:
Es
imprescindible
la
práctica
de
las
siguientes
testificales:
-
Declaración de D. José María Ruiz Mateos y Jiménez de Tejada
y su Esposa, Dña. Teresa Rivero.
-
Declaración de las 6 hermanas Ruiz Mateos Rivero.
-
Declaración de las Administraciones Concursales de los
concursos de acreedores de las sociedades emisoras de
pagarés.
-
Declaración
de
los
Directores
Generales
(no
de
los
administradores) de las compañías emisoras de pagarés, que
ostentaron sus cargos entre los años 2008 y 2011.
-
Declaración de todos los Letrados que han participado en las
gestiones de compraventa del Grupo Nueva Rumasa, y en
especial los directores de los respectivos departamentos
jurídicos que prestaron sus servicios profesionales a las
órdenes del Sr. Ángel de Cabo.
-
Declaración de D. Joaquín Yvancos Muñiz, Director del
Departamento Jurídico de Nueva Rumasa.
-
Declaración de los legales representantes de las organizaciones
religiosas
Los
Legionarios
de
Cristo,
Opus
Dei
y
Los
Salesianos.
-
Declaración de los Sres. Gonzalo Pascual Arias y D. Gerardo
Díaz Ferrán, siendo que estas personas habrían participado en
las conversaciones sobre la compra de Nueva Rumasa.
-
Declaración de los Sres. José Luís Martínez Núñez y José Luís
Martínez Parra, habida cuenta de que existe fundada sospecha
de que alguna de las sociedades interpuestas, tenedoras de
participaciones de las mercantiles del grupo Nueva Rumasa,
puedan estar siendo administradas por los mismos.
-
Declaración de D. Manuel Vidal Grau, antiguo administrador
de la mercantil Vidal Grau Muebles SL.
-
Declaración de la Administración Concursal de la Mercantil
Vidal Grau Muebles SL.
-
Declaración de la Administración Concursal de la Mercantil
Vías Canales y Puertos.
-
Declaración de inversores de pagarés, en el número que sea
fijado por Su Señoría, como representativos del conjunto de
afectados, al objeto de evitar tomar declaración a todos los
perjudicados personados.
SEXTO.Vista la responsabilidad penal que atesora el Sr. Ángel de Cabo Sanz en
los hechos que aquí se relatan, es preciso indicar que procede exigir el
embargo preventivo de todos sus bienes y derechos, a los efectos de que
queden afectos a la satisfacción de la responsabilidad civil, para lo cual,
es preciso hacer saber los siguientes datos al respecto:
El Sr. Ángel De Cabo Sanz, es administrador de hecho, y titular fáctico
de la mercantil ESSER INTERNATIONAL 21 SL, sociedad que se
encuentra administrada por su cuñado D. TEODORO GARRIDO, y de la
que dependen gran parte de todos sus bienes personales, a los efectos
de garantizar la opacidad de la auténtica titularidad para terceros.
Se adjuntan la relación de bienes facilitada por personas que han sido
colaboradores del Sr. De Cabo, y respecto de los cuales se solicita la
práctica de los embargos correspondientes.
Así mismo se informa que en la vivienda titularidad del Sr. De Cabo se
encuentran guardados o depositados objetos de gran valor, tanto
económico como artístico e histórico, que ha ido sustrayendo a las
empresas que ha adquirido, a modo de alzamientos de bienes. De igual
manera, en dicho inmueble se encuentran depositados y guardados
todos los documentos de mayor valor, que recogen los verdaderos
pactos y la verdadera realidad de las empresas que ha adquirido y que
gestiona y entre las que se encuentra la del caso que nos ocupa..
SÉPTIMO.Es preciso que por Su Señoría se proceda de inmediato a la apertura de
la correspondiente Pieza de Responsabilidad Civil de cada uno de los
querellados, para responder de las responsabilidades civiles dimanantes
de los actos en los que han participado, y de los daños y perjuicios,
materiales, económicos y morales en que han incurrido, a tenor de lo
preceptuado
en
el
artículo
116
del
Código
Penal.
Procede
en
consecuencia, la adopción de la medida cautelar de embargo preventivo
de los bienes de todos los querellados, en cuantía suficiente para
atender las responsabilidades civiles dimanantes del proceso.
Así mismo, la pieza de responsabilidad habrá de determinar la
responsabilidad civil subsidiaria del Estado, conforme al artículo 121
del Código Penal, habida cuenta de que, desde el mimo, hubieron de ser
detectadas las consecuencias de la masiva captación de personas, por
la información que, con carácter general se difundía, pudieron
adoptarse las medidas pertinentes, cara a poner freno a tan brutal
estafa, y no se llevaron a cabo actos encaminados a poner freno y
control a dichas conductas. La responsabilidad civil subsidiaria es clara
y se solicita sea estimada por Sus Ilustres Señorías, en la cantidad
suficiente para cubrir los importes de todos los pagarés emitidos y por
todos los daños y perjuicios ocasionados.
Artículo 121.
El Estado, la Comunidad Autónoma, la provincia, la isla, el municipio y
demás entes públicos, según los casos, responden subsidiariamente de
los daños causados por los penalmente responsables de los delitos
dolosos o culposos, cuando éstos sean autoridad, agentes y contratados
de la misma o funcionarios públicos en el ejercicio de sus cargos o
funciones
siempre
que
la
lesión
sea
consecuencia
directa
del
funcionamiento de los servicios públicos que les estuvieren confiados,
sin
perjuicio
de
la
responsabilidad
patrimonial
derivada
del
funcionamiento normal o anormal de dichos servicios exigible conforme
a las normas de procedimiento administrativo, y sin que, en ningún
caso, pueda darse una duplicidad indemnizatoria.
Si se exigiera en el proceso penal la responsabilidad civil de la
autoridad, agentes y contratados de la misma o funcionarios públicos,
la
pretensión
Administración
deberá
o
ente
dirigirse
público
simultáneamente
presuntamente
contra
responsable
la
civil
subsidiario.
OCTAVO.Dado el elevadísimo riesgo de fuga que existe, fundado en las
numerosas
conductas
penalmente
relevantes
realizadas,
que
se
imputan a los querellados y, teniendo en cuenta las cuantías
penológicas correspondientes a las mismas, procede acordar de
inmediato y con carácter urgente, la detención de todos los querellados,
y el inmediato ingreso en prisión provisional, comunicada y eludible
bajo fianza, de importe suficiente y de acuerdo a la gravedad de los
hechos cometidos, y en concordancia con las cantidades defraudadas y
la alarma social generada, a tenor de lo determinado en los artículos
502 y siguientes de la Ley de Enjuiciamiento Criminal. Con base en lo
establecido en el artículo 503 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal,
procede la prisión provisional por las siguientes razones:
-
Existe un elevado riesgo de evasión a la acción de la Justicia.
-
Existe una altísima probabilidad de continuación en las
conductas delictivas.
-
Existe una altísima probabilidad de destrucción de medios y
fuentes de prueba.
-
Los delitos que se imputan a los querellados, tiene señalada
pena de prisión superior a dos años.
Así mismo, procede que Su Ilustre Señoría acuerde la retirada de los
pasaportes de todos los querellados, para evitar la salida de territorio
español.
Por virtud de lo expuesto,
SUPLICO AL JUZGADO tenga por presentado este escrito, junto con los
documentos que se acompañan, se sirva admitirlos, tenga por
formulada QUERELLA CRIMINAL contra los hermanos Ruiz Mateos
Rivero, relacionados en el cuerpo del presente escrito, el Sr. Ángel
de Cabo Sanz, el Sr. Fernando Lavernia Sanchiz, el Sr. Alfonso
Barón Rivero, el Sr. Luis Ojeda, y la Sra. Rocío Ruiz Mateos Rivero,
por la comisión de los hechos que se significan y relacionan, la admita a
trámite, se practiquen las diligencias interesadas en el número anterior
y otras que el Instructor considere pertinentes o significativas para el
esclarecimiento y comprobación de los hechos y circunstancias que se
relatan, y se adopten las pertinentes medidas cautelares sobre la
situación personal y sobre los bienes de los querellados, antes citados,
disponiendo se proceda de inmediato y con carácter urgente a la
detención y prisión provisional de los mismos, comunicada y eludible
tras prestación de fianza por la libertad provisional, en la cantidad que
Su Ilustre Señoría considere necesaria, y en todo caso de importe no
menor a la cuantía que sea proporcional a los importe que han sido
objeto
de
estafa
Euros,
así
como
fianza
para
cubrir
las
responsabilidades civiles y, en su defecto, se decrete el embargo de sus
bienes, en cuantía suficiente para atender dichas responsabilidades,
que esta parte valora en 290.000.000 de Euros, con imposición de los
gastos y costas judiciales ocasionadas, con todo lo demás de rigor.
OTROSI DIGO: que por ser de esencial para el buen fin de la causa,
acuerde accediendo a todo lo interesado en el cuerpo del escrito.
OTROSÍ DIGO, que conforme a lo dispuesto en el art. 281.1 de la Ley
de Enjuiciamiento criminal, esta parte considera que está exenta de
prestar fianza.
SUPLICO
AL
JUZGADO:
que
tenga
por
hechas
las
anteriores
manifestaciones.
Por ser Justicia lo que pido, en Madrid, a 9 de enero de 2012.
Fdo. Dña. Yolanda Ortiz Alfonso. Procuradora.
D. Ángel Francisco Sutil Ballesteros. Letrado. Col. 80567 ICAM.
Descargar