Liberese de la presión del tiempo por Bel Cesar - belcesar@ajato.com.br Traducido por Melissa Park - meishiman@hotmail.com Usted ya se dio cuenta de como nos deja felices y renovados hacer algo que nos lleva a olvidarnos del tiempo? Para vivir en armonía, precisamos ser orientados por el tiempo interior, conectado naturalmente con los ciclos del tiempo exterior: el día y la noche y las cuatro estaciones del año. En tanto, estamos tan condicionados a la necesidad de cumplir las expectativas del tiempo impuesto por el reloj, que no nos permitimos más ser naturales: nos tornamos mecanizados por la fuerza del tiempo, que exige de nosotros cada vez más tiempo! Exigencia aquí surge como una palabra de peso. Pues será nuestro nivel de auto-exigencia que comandará el orden de las prioridades que daremos para nuestro tiempo. Por eso, lo que tiene sentido en nuestra vida debería tener un peso mayor en la balanza de como distribuimos el tiempo diariamente. Muchas veces, nos sentimos en falta con nuestros propósitos justamente por que no estamos dedicando el tiempo suficiente en acciones que generan energía para vivir. La sensación de estar “perdiendo tiempo” con alguna cosa, sea en el trabajo o en una relación, es una alerta de que estamos distanciándonos de nuestros propósitos espirituales: el uso significativo del tiempo. Si no reaccionamos a esta señal, nos sentiremos cada vez más vacíos y desmotivados. La cuestión es que estaremos siempre insatisfechos mientras vivamos apenas para satisfacer las expectativas externas que surgen a cada momento en la vida. Esto es, usar el tiempo apenas para ser personas cada vez más eficientes no garantiza nuestra felicidad. Para sentirnos felices, es preciso más que eficiencia. Es preciso sentir que estamos creciendo interiormente. Pero quien no escuchó ya el tic-tac de la ansiedad sonar en su interior cuando está bajo la presión del tiempo del reloj? Si continuamos viviendo como bombas de tiempo bajo la presión del tiempo cronológico, vamos a explotar de alguna manera, sea por un ataque cardíaco, un aneurisma o por presión arterial alta. Es preciso aceptar los propios límites y saber cuando parar de someterse a las exigencias y expectativas inflexibles que nos imponemos o que nos son impuestas para cumplir los deberes de la vida! En las situaciones que no podemos cambiar, debemos esforzarnos para reevaluar nuestras reacciones internas, pues el tiempo interior es tan vasto como el espacio infinito. Él se llama kairos El tiempo cronológico, lineal y en secuencia, quien dicta el ritmo de nuestras vidas, se llama cronos. Ya kairos es una antigua noción griega que se refiere a un aspecto cualitativo del tiempo. La palabra kairos, en griego, significa el momento cierto. Su correspondiente en latín, momentum, se refiere al instante, ocasión o movimiento, que deja una impresión fuerte y única para toda la vida. Por eso, kairos se refiere a una experiencia temporal en la cual percibimos el momento oportuno en relación a la acción determinada: saber la hora cierta de estar en el lugar cierto. Siempre que actuamos bajo el tiempo kairos, las cosas suelen dar ciertas. Por ejemplo, cuando estamos casi desistiendo de algo y decidimos “dar un tiempo” a la presión, de la nada surgen las personas ciertas que nos ayudan con soluciones reales y prácticas. Actuar en el tiempo regido por kairos es similar a un acto mágico! Kairos es el tiempo oportuno, libre del peso de cargas pasadas y sin ansiedad de adelantarse al futuro. Él se manifiesta en el presente, instante tras instante. Cuando vivimos en el tiempo kairos, aumentan las oportunidades en nuestra vida. Basta repensar como surgirían nuestras mejores oportunidades: de cierta forma, estábamos desprogramados de las exigencias del tiempo cronológico. Para los griegos, cronos representaba el tiempo que falta para la muerte, un tiempo que se consume a sí mismo. Por eso, su opuesto es kairos: momentos afortunados que transcienden las limitaciones impuestas por el miedo a la muerte! En la mitología griega, Kairos es un dios muy pequeño, que se parece a un elfo. Él es representado por la imagen de un joven desnudo, con alas en los hombros y en los tobillos, que corre con un movimiento de fuga asegurando una lanza. Su cabeza es calva y tiene un único mechón, que representa la marca de suerte de una oportunidad: si no fuéramos capaces de cogerla en el instante en que ocurre, ella se escurre por la calvicie de Kairos... Por lo tanto, para vivir bajo la regencia de kairos, precisamos ir más allá de los convencionalismos mundanos: saber seguir cada momento de acuerdo con la sintonía de nuestras necesidades interiores. Esto no quiere decir que podremos hacer lo que queramos en la hora que nos viene en gana, pero si que debemos estar atentos para no dejar que los comandos exteriores ultrapasen los interiores. Yo creía que no tendría tiempo para escribir este artículo, en tanto, fue el hecho de pensar en kairos que me inspiró a hacerlo! Con kairos, escogemos que hacer con nuestro tiempo; con cronos, somos llevados apenas a cumplir órdenes. Aquí va un tips final: siempre que pueda, sáquese el reloj de su muñeca!