“Superación del Dilema Estructural de Seguridad. El ingreso de Rusia a la OTAN”. Juan Manuel González 3 “Superación del Dilema Estructural de Seguridad. El ingreso de Rusia a la OTAN”. Juan Manuel González I. Introducción La organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) fue creada tras la celebración del tratado de Washington de 19491 para preservar la estabilidad europea y defender al continente de la amenaza que la Unión Soviética representaba para la región. La historia del continente, escenario de las dos guerras mundiales, la tutela soviética de la parte oriental del mismo y la división alemana, configuraban una suerte de inestabilidad signada por un espiral ascendente hacia la división del mundo entre dos superpoderes. La organización se esgrimía, entonces, como la herramienta para hacer frente a esa amenaza y posibilitar el desarrollo y reconstrucción europea en paz y armonía. Las palabras de Lord Ismay, primer secretario general de la OTAN, son signo indiscutido del intento por lograr la estabilidad tan cara a los miembros de la organización: “keep the Americans in, the Russians out and the Germans down”. La “restauración europea” era el objetivo central para EUA con el fin de que el continente no sucumbiera ante el poderío soviético. Sólo una Europa en progreso y con posibilidades de aumentar la calidad de vida de sus habitantes garantizaría la estabilidad en el continente, lo que redundaría en un mayor poder americano al contribuir a la constitución de fuertes aliados donde poder emplazar sus bases militares cercanas a Moscú. La creación de una institución orientada por el principio de seguridad colectiva se convertía, entonces, en un componente fundamental de la estrategia norteamericana. El objetivo de la presente investigación es analizar la importancia del acercamiento de Rusia a la OTAN en función de la posible incorporación de este país a la organización y los aportes a la estabilidad tanto regional como internacional, los últimos procesos de expansión de la OTAN y sus repercusiones tanto para la organización como para la Federación Rusa y la importancia que reviste dicha institución en los tiempos que transcurren. Colocaré a la OTAN como el escenario dentro del cual se desarrollan las relaciones entre los Estados y reconoceré como actores centrales del proceso en estudio, a la Unión Europea (UE), los Estados Unidos de América (EUA) y la Federación Rusa. Tomaré además, como actores importantes a los Estados Bálticos (Latvia, Lituania y Estonia), Polonia, la República Checa y Hungría en función de su posición estratégica -en relación al territorio ruso y a los Balcanes, una de las zonas más inestables del continente desde 1870-. Procurando alcanzar lo anteriormente propuesto analizaré: el tratado de Washington de 1949, el acta fundacional entre Rusia y la OTAN de 1997, las opiniones y percepciones de los diferentes países sobre la expansión de la organización hacia el Este así como los objetivos de la misma, los nuevos roles que la alianza ha ido adquiriendo y cómo impacta la cooperación rusa sobre los mismos; por último, los aportes que los mencionados acuerdos y procesos implican para la construcción de un orden internacional estable, comprometido y consensuado que opere bajo el escenario anárquico2 reinante en el sistema internacional. 1 Firmado el 4 de abril de 1949 y puesto en práctica, luego de la ratificación de los Congresos de todos los países firmantes, el 24 de agosto de ese mismo año. 2 Se tomará el carácter anárquico que Waltz asigna al escenario internacional. En éste, los Estados se comportan como entes autónomos que definen su poderío en términos de capacidades (militares y/o económicas), estando subsumidos a una lógica de supervivencia donde el aumento de las capacidades de uno de los actores es percibida por los demás como una amenaza a su seguridad. 4 Partiendo de la premisa de que el ingreso de Rusia a la OTAN contribuye a dotar de mayor estabilidad al sistema internacional, pues modifica el concepto estratégico de la OTAN incorporando entre sus miembros a quien hubiera sido la causa de su creación, así como favorece a la seguridad regional e internacional al registrarse una adecuación a los parámetros internacionales de toma de decisión y acción por parte del actor con mayores capacidades en el continente, resulta pertinente, entonces, conceptualizar teóricamente dicha noción y las que de ella se derivan. Siguiendo a Ikenberry, la estabilidad será entendida como la reducción de incertidumbre, posibilitando un comportamiento predecible y restringido que hace innecesario el balance de poder. La estabilidad se basa, entonces, en el deseo de sobrellevar la dinámica anárquica generando una agenda para el mutuo control. Este concepto se encuentra intrínsicamente relacionado con las “…instituciones que permiten crear un sistema de canales de consulta, intercambio de opiniones, resolución de diferencias y construcción de consenso”.3 Éstas producen legitimidad reforzando los procesos de socialización y asimilación generando, asimismo, normas comunes, reglas e identidades políticas que dan cohesión y solidaridad. Siendo la base de la OTAN la consecución de la seguridad, eje fundamental para el logro de estabilidad en el sistema internacional, aquella se entiende por ser su raison d´être: como un concepto amplio con componentes militares, políticos y económicos. Este concepto está relacionado con el de seguridad colectiva que implica una voluntaria asociación entre Estados para repeler la agresión. Este sistema de manejo del conflicto es el que caracteriza la constitución de la organización que opera en el sistema internacional descentralizado y no intenta construir una armonía internacional. Enmarcada así, la OTAN -institución constrictiva más importante.- conduce a los Estados a planificar fuerzas conjuntas, estructuras internacionales de comando militar y establece un proceso político transgubernamental para la toma de decisiones políticas y militares. Su estructura de seguridad produce, a su vez, un orden político que, exitosamente, mitiga la anarquía en occidente sin crear un orden jerárquico. Este orden, producto del entramado institucional, y sustentado en principios tales como: multilateralismo, apertura y reciprocidad, hace que las implicancias de ganar o perder sean minimizadas y contenidas y por lo tanto cuando un Estado pierde, en capacidades frente a otro, no teme que el vencedor tenderá a dominarlo. Este entramado institucional es, entonces, relevante en cuanto permite disipar las concepciones negativas entre los Estados, transformar sus conductas en predecibles, acercar y aumentar los flujos de información entre los miembros y construir patrones comunes de conducta, organización y comportamiento. Dentro de este marco surge como institución fundamental para la construcción de estabilidad, la OTAN, en función de orientarse a tratar temas de alta política homogenizando las estructuras militares de los diferentes Estados miembros, al constituir un sistema de seguridad colectiva, donde cada Estado asume el ataque a uno de los miembros como propio y aporta todos sus recursos y capacidades para restaurar y mantener la seguridad. I.1 Evolución de las relaciones entre OTAN y Rusia Al concluir la segunda guerra mundial, dos superpoderes, los EUA y la Unión Soviética, se erigían como aquellos dispuestos a dominar todos los confines de la tierra y sobre quienes girarían los conflictos internacionales, aquellos cuyos conflictos signarían el futuro de la raza humana y que subsumirían todos los problemas del mundo a la dicotomía occidente (caracterizado por el capitalismo, el respeto por la democracia, la pluralidad de partidos y opiniones políticas y los derechos humanos) - oriente (con una economía planificada desde el Estado que concentraba todo el poder y aceptaba un único partido político), una oposición no sólo de estilos sino de valores, 3 Ikenberry, J., 1996. Traducción del autor. 5 ideales y concepciones del mundo que sólo se encontraban conectadas por la intención de proyectar su poder al universo. Ante este escenario, se creo la OTAN con la finalidad de proteger a Europa occidental de la amenaza que presentaba la agresión comunista soviética. Las mayores metas de la organización eran: defender y promover la democracia y la libertad. La Unión Soviética era entonces el enemigo y la amenaza por el cual la OTAN había sido creada. Pero ese enemigo desapareció, ante el asombro de la comunidad internacional, de manera súbita e inesperada hacía 1990, pocos años después de que hubiera comenzado su reforma interna, la Perestroika a manos de Gorbachov, y los fantasmas de la amenaza comenzaron a disiparse poco a poco. Rusia estaba y continúa transformándose económica y políticamente para sobreponerse a los cincuenta años que la dividieron de occidente. Este cambio puede dilucidarse con claridad en las palabras del presidente de los EUA: “una nueva Rusia, que esta construyendo los pilares de la libertad en sus propias tierras”4. Con el fin de la guerra fría y una Rusia en transformación, que no puede ser desplazada del escenario internacional por la importancia que aún presenta, las capacidades que posee y el valor de su historia, la OTAN le ha atribuido particular importancia al desarrollo de la cooperación con esta potencia, un actor clave para cualquier sistema europeo de seguridad pos guerra fría. Se ha avanzado en el desarrollo de un genuino compromiso basado en la confianza y dejando atrás la confrontación y la competencia. La cooperación comenzó hacia 1991 a través del Consejo de Cooperación del Atlántico Norte. La creación del mismo coincidió con la disolución de la Unión Soviética. Al concluir la reunión que le dio origen, el Secretario General, Manfred Woerner, recibió un telegrama de Boris Yelstin que anunciaba el interés por parte de Rusia para acceder a la OTAN. Hacia 1994, Rusia se unió al programa Partnership for Peace5 y acordó afianzar relaciones mediante el dialogo y el consenso más allá de las expuestas por el programa. A partir de ese año seguidas reuniones se celebraron entre ambas partes en materias tales como operaciones de paz, seguridad ecológica y ciencia. Se dieron, además, acuerdos para mejorar el acceso a la información sobre la OTAN en Rusia. Hacia 1995, la implementación conjunta del Acuerdo de Paz en Bosnia y Herzegovina adicionó una nueva dimensión a la evolución de las relaciones de seguridad. Rusia envió tropas, en conjunto con contingentes Aliados y de otros países, tanto a la Fuerza de implementación de la OTAN (IFOR) como a la de estabilización (SFOR) lo que reflejó objetivos comunes y una responsabilidad política compartida para la implementación del acuerdo de paz. En marzo de 1996, se firmó un memorando en materia de emergencias civiles y preparativos para hacer frente a desastres, el Emergencies and elimination of Consequences of Natural Disasters (EMERCOM), que llevó al establecimiento de un centro y una unidad euro-atlántico de coordinación para responder ante desastres en mayo de 1998. Ambas propuestas fueron encaminadas por Rusia. El 28 de mayo de 2002 se creo el Consejo OTAN-Rusia, un mecanismo de consulta, construcción de consenso, cooperación, de toma de decisiones y realización de acciones conjuntas en una gran cantidad de temas relacionados con la seguridad euro-atlántica. Este Consejo presenta un avance revolucionario respecto de su antecesor -Consejo Conjunto Permanente- que sólo permitía consultas e intercambio de información sobre posiciones determinadas pero nunca llegó a la instancia en la que los miembros del consejo llevaran a cabo acciones y decisiones conjuntas. Esta nueva instancia en las relaciones supone un mecanismo más efectivo y flexible para el análisis, la toma decisiones y la realización de acciones conjuntas operando siempre sobre el principio del 4 Palabras de Bush a la OTAN el 6 de marzo de 2002. Partnership for Peace es la base para la cooperación en materia de seguridad entre la OTAN y los socios individuales (19+1). Sus actividades incluyen: planes de defensa y presupuesto, ejercicios militares y operaciones de emergencia civil. Los miembros de este programa son veintisiete y todos son asimismo miembros del Euro Atlantic Partnership Council. 5 6 consenso. El mayor cambio de este consejo es que lleva la cooperación y las consultas hacia áreas de interés común sin prefigurar posiciones. El Consejo provee la oportunidad para la OTAN y Rusia de trabajar como iguales, en temas tales como contra-terrorismo, no-proliferación, defensa misilística y control del espacio aéreo. Sin embargo, no afecta las responsabilidades existentes de la organización basadas en el principio de seguridad colectiva en función de que no otorga a Rusia la posibilidad de vetar las acciones o decisiones tomadas por la institución; los miembros de la OTAN retienen la libertad para actuar, por consenso, en cualquier tema, momento y lugar. II. Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) El acuerdo que da existencia a la organización es el tratado de Washington de 1949, que reafirma por parte de los países signatarios, la creencia en los principios expuestos en la Carta de la Organización de la Naciones Unidas (ONU) y expresa su deseo de vivir en paz con todos los pueblos y gobiernos. Los países miembros se comprometen a salvaguardar la libertad, el patrimonio común y la civilización de sus pueblos, basándose en los principios de la democracia, la libertad individual y el imperio de la ley. Las partes signatarias del tratado se comprometen a: Resolver todas las disputas a través de medios pacíficos; Contribuir al desarrollo de relaciones pacíficas por medio del fortalecimiento de instituciones libres; Buscar la eliminación de conflictos en sus políticas económicas; Colaborar mutua y recíprocamente en materia económica; Mantener y desarrollar su capacidad individual y colectiva para resistir ataques armados; Consultarse si la independencia política o seguridad de alguno de ellos se ve amenazada; Asumir el ataque a algún miembro como propio y asistir al atacado para restaurar y mantener la seguridad; Establecer un Consejo en el cual todos posean representación; e Invitar a otro Estado europeo, con acuerdo unánime, a tomar los principios del tratado. Pueden mencionarse, entonces, como funciones de la organización; la seguridad europea y del área del Atlántico Norte, la contención de la amenaza soviética y la instauración de una paz europea duradera y confiable. Estas constituyen a su vez objetivos más generales como la democracia y la libertad. La institución procura a través del intercambio de información en temas militares, la creación de una fuerza conjunta de defensa y la consulta permanente de los miembros, así como la toma de decisiones de manera conjunta, constituir una Europa sólida, estable y fuerte, orientada hacia la paz, el desarrollo, el respeto por la ley y la solución de diferencias militares de manera pacífica, consensuada y mancomunada. El tratado circunscribe los ataques armados a los siguientes territorios: Europa y Norteamérica; Los departamentos franceses en Argelia; Las islas bajo la jurisdicción de cualquiera de los miembros al norte del Trópico de Cáncer; Las fuerzas, bases o naves de los miembros en los territorios arriba mencionados o en el Mar Mediterráneo; y Turquía6. Se orienta a afianzar los lazos de los miembros de la alianza en un área crucial como la seguridad y a conducir fuerzas conjuntas bajo un mismo comando. Los países acuerdan cooperar en algo tan áspero como la defensa7, a intercambiar información y a homogeneizar ejércitos. 6 El territorio de Turquía fue incluido en el Protocolo de ingreso de Grecia y Turquía de 1951. La concepción realista de las Relaciones Internacionales admite, en su discusión teórica con los neoinstitucionalistas, que los Estados cooperarán entre ellos en aspectos económicos siempre y cuando las 7 7 Desde la perspectiva estatal, éstos se disponen a compartir capacidades ante un eventual ataque y a protegerse mutuamente. Esto da un carácter importantísimo a la OTAN que surge como la encargada de brindar protección en toda Europa y no sólo frente al (durante la guerra fría) comunismo soviético sino a todos los Estados europeos, constriñendo, moldeando y haciendo predecible el comportamiento de los países firmantes, garantizando con el uso de la fuerza la estabilidad de la región. II. 1 Federación Rusa - OTAN Uno de los documentos más importantes firmados entre Rusia y la OTAN es el Acta de Relaciones mutuas, cooperación y seguridad de 1997. Por la misma, ambos se comprometen a construir conjuntamente una paz duradera e inclusiva en el área euro-atlántica bajo los principios de la democracia y la seguridad colectiva y a establecer mecanismos de consulta y cooperación transparentes y recíprocos sobre temas de interés común. La OTAN reconoce el cambio que signa a la sociedad rusa orientada hacia la transformación política y económica, la revisión de su doctrina militar y la apertura a una sociedad democrática. Estos cambios se traducen en hechos concretos como la reducción de sus fuerzas armadas, el retiro de sus fuerzas de los países de Europa central y oriental y de las armas nucleares de esos territorios. Estos actos demuestran el compromiso que el país ha asumido con los intereses pacíficos y la estabilidad a través de acciones como la participación en operaciones de paz. Rusia se compromete a desistir del uso de la fuerza contra algún miembro de la organización y a respetar la soberanía, independencia e integridad territorial de todos los Estados así como el derecho de los mismos a elegir los medios por los cuales creen protegen mejor su seguridad y sus fronteras. Acepta prevenir conflictos y solucionar sus disputas a través de medios pacíficos. El Acta crea el consejo de consulta y cooperación permanente entre Rusia y la OTAN que se extiende en áreas de común interés sobre seguridad sin tratar cuestiones internas. Ambas partes reinforman a través del consejo sus desafíos así como las medidas que implementarán para llevarlos a cabo. Los resultados de las rondas de negociaciones que dieron origen a este Consejo Conjunto Permanente fueron, por parte de la OTAN: reiterar el principio según el cual no tendría motivos, ni planes, ni intención de emplazar armas nucleares en los nuevos territorios, así como tampoco emplazar nuevas tropas y equipos con armas convencionales y por parte de Rusia, encarada por el presidente Yelstin, anunciar que Rusia desactivaría las ojivas nucleares rusas con blancos en los países miembros de la OTAN. Este Consejo realizo su última reunión el 15 de mayo de 2002 en Reykjavik y fue reemplazado por el Consejo OTAN - Rusia creado el 28 de mayo del mismo año en la Cumbre de Roma. La nueva instancia institucional, denota la profundidad que han adquirido las relaciones entre Rusia y la OTAN y el cambio de percepciones de los actores, así como la velocidad que ha tenido la cooperación. En palabras de Bush, “este consejo muestra que dos antiguos enemigos se han unido como compañeros en una alianza que nos acerca a un objetivo aún más grande: una Europa que se encuentra completa, libre y en paz por primera vez en la historia”8. Estas palabras demuestran la importancia del proceso para la paz europea en primera instancia y para la estabilidad internacional. La cooperación entre Rusia y la OTAN ha mejorado desde el 11 de septiembre debido a que el país ha tolerado los debates sobre la expansión de la organización hacia Europa del Este y ha ganancias relativas no posibiliten un aumento significativo en las capacidades. Sin embargo, califican como “imposible” la cooperación interestatal en aspectos militares y más aún entre dos actores -Rusia/ OTANque durante cincuenta años han sido enemigos. Sobre estas premisas se enmarca la aspereza de la cooperación militar donde los Estados asumen plena confianza del comportamiento de sus aliados al delegar parte de su seguridad y sus capacidades militares. 8 Palabras de Bush a la OTAN el 6 de marzo de 2002. 8 permitido el despliegue de fuerzas occidentales en un gran número de ex-repúblicas soviéticas en Asia central para la lucha contra el terrorismo. Es pertinente mencionar las dos posiciones rusas sobre la presencia de bases americanas en Asia central. Putin ha aceptado las mismas mientras que el ministro de defensa ruso, Ivanov –cuyo pensamiento es dominado por las prácticas de la antigua guerra fría-, descree y desconfía de las mismas. Pero, a pesar de las existentes divergencias al interior de la Federación, la cooperación existe y está conduciendo al acercamiento de las estructuras militares rusas a las de la OTAN. Es entonces la conjunción de medidas concretas en el ámbito tanto militar como político lo que permite el acercamiento así como el cambio de percepciones de ambos actores lo que posibilita la cooperación. Si duda, la OTAN no es, como podrá verse más adelante, una organización ajena a las esferas sociales, económicas y políticas, sino una organización comprometida con la estabilidad y la paz de todas las naciones y que, focalizándose en los asuntos militares, hace, conjuntamente con otras instituciones como la ONU y la Organización Mundial del Comercio (OMC), del mundo, un lugar más seguro, estable y cohesionado. Su aporte, sin duda alguna, es fundamental y necesario para éstos enunciados pero no suficiente. Creo pertinente, mencionar aquí, la importancia que tiene para las relaciones entre ambos actores la realización de acciones conjuntas como las realizadas en Bosnia, que permiten a soldados de diversas naciones, unirse en pos de un interés común y llevarlo adelante sin temer de las capacidades de los demás. Es necesario mencionar los problemas internos de la Federación y sobre los cuales la OTAN podría contribuir en su resolución. Específicamente Rusia se enfrenta a cuestiones como: la reforma militar, la libertad de movimiento de las fuerzas rebeldes en Chechenia y las críticas contra las acciones de paz llevadas a cabo por Rusia en la región de Georgia. Respecto de la reforma militar se esgrime como primer alternativa la creación de una fuerza completamente profesional para el 2012, con un tamaño aproximado de 400,000 hombres. Otra de las opciones es una fuerza mixta (conscriptos más profesionales) y por último, la tercera opción, es crear una fuerza de reserva part-time para llenar las brechas existentes en la fuerza regular. La conscripción está generando efectos impopulares en la sociedad civil. Creo que la necesidad de asimilar los estándares militares a los de la OTAN eliminaría las divergencias entre las posiciones, sin embargo, es probable que de no alcanzarse el apoyo por parte de la sociedad respecto del ingreso del país a la organización esto contribuiría a aumentar las tensiones que hoy existen. En el Cáucaso, región carece de una autoridad civil eficiente y por lo tanto son los militares quienes toman las decisiones, hay una libre movilidad de las fuerzas rebeldes chechenias y se evidencia una negativa por parte de las autoridades de Georgia a conformar una fuerza conjunta con los rusos. Las autoridades han rechazado la asistencia rusa, han acusado bombardeos rusos en su frontera y se han rehusado a entregar trece rebeldes chechenios. Se revela, entonces, que ambos conflictos se encuentran íntimamente relacionados y a su vez repercuten en la región separatista de Abkhazia. Fue en esta región donde en abril de 2002, observadores rusos denunciaron la presencia de tropas geórgicas. Es en estas últimas cuestiones sobre las que se vislumbran los posibles aspectos negativos del ingreso de Rusia a la OTAN. Los rusos pretenden tener presencia militar en la zona para prever incursiones de los rebeldes y exterminar sus células terroristas. La posición que puede extraerse del Tratado de Washington de 1949 es que este tipo de soluciones no se condicen con los mecanismos pacíficos para la resolución de conflictos militares. Bajo ningún punto de vista, los miembros de la Alianza permitirían un exterminio a manos de los soviéticos. Puede evidenciarse aquí un posible punto de inflexión de las relaciones Rusia-OTAN: de conducirse una acción militar contra el respeto a los derechos humanos y el principio de autodeterminación de los pueblos, Rusia estaría alejándose del patrón de relaciones que ha mantenido, desde hace doce años, con la Alianza. De adoptarse una solución en correspondencia con la Carta de las Organización de las Naciones Unidas, Rusia daría un paso más hacia la consolidación de sus relaciones con Occidente y estaría dando muestras claras de su condición de actor responsable. 9 II. 2 Proceso de expansión de la OTAN Cuatro fueron las oportunidades en las que los países miembros de la OTAN hicieron uso del artículo diez del Tratado del Atlántico Norte. En 1951 se unieron Turquía y Grecia, en 1954, la República Federal de Alemania, en 1981, España y por último la absorción de la Alemania Democrática dentro de Alemania y por vía transitiva dentro de la OTAN. Estas expansiones de la alianza son denominadas por Grossi9 expansiones de ajuste, debido a que fueron ocasiones en las que la alianza debió ampliarse como resultado de una reformulación estratégica mayor que exigía como condición, sine qua non, que el paraguas de protección de la institución se extendiera hacia ciertos países. Una vez concluida la Guerra Fría, y la desaparición del enemigo, se dieron ciertos debates sobre la organización. Los realistas10 plantearon que en un mundo unipolar la institución tendría los días contados. Sin embargo, los ex-miembros del pacto de Varsovia, solicitaron ser incorporados en la OTAN. Para estos países, sus democracias, débiles, se verían apuntaladas sólo si ingresaban a la organización. Se hacía necesaria la expansión debido a la inestabilidad rusa y la imprevisibilidad derivada de tal situación. El tema se trato en la Cumbre de Bruselas donde se declaró que la cuestión no era si la OTAN incorporaría más miembros sino cómo y cuándo, éstos serían incorporados. Resulta pertinente enunciar brevemente los argumentos a favor y en contra de la expansión: A Favor 1. Histórico-cultural: Los países del centro y del Este nunca debieron abandonar a occidente en condiciones normales. 2. Institucional: Fortalecería el progreso de los Estados en su institucionalización democrática, respeto por los derechos humanos y consolidación de las libertades. 3. Estratégicos: Haría una guerra en Europa prácticamente imposible, incorporando a los países más empobrecidos de la región. 4. Vínculo transatlántico: De no generarse la expansión, la incorporación económica de Europa del este a la UE carecería de garantías de seguridad. 5. Beneficios económicos: Las oportunidades resultantes con la ampliación de los mercados hacía el este. En Contra 1. Estratégicos: No era necesaria la expansión para cumplir los objetivos de la alianza y además generaría recelo ante los rusos. 2. Costos: Ausencia de una idea clara sobre los costos que los nuevos miembros deberían afrontar. 3. Nuevas divisiones en Europa: Se generarían en función de que los países aspirantes eran demasiados. 4. Institucionales: Pone en peligro los principios de eficacia y rapidez de la toma de decisiones de la Alianza. Grossi, Rafael Mariano: “Penúltima alianza: el proceso de expansión de la OTAN y el nuevo mapa de la seguridad internacional”, ISEN, Grupo Editor Latinoamericano. 10 Ver Waltz, Kenneth (1993): “The emerging structure of international politics”, International Security, Vol. 18. 9 10 6. Apoyo a la industria de defensa: Las ganancias que se producirían de la modernización de los obsoletos arsenales de los países orientales. * Confección propia. Fuente: datos proporcionados por el artículo de Grossi. La posición rusa fue un aspecto crucial que tuvieron en cuenta los críticos de la expansión de la Alianza. Si bien las primeras reacciones del la ex Unión Soviética no fueron favorables al proceso debido a la creencia de que el mismo afectaría sus intereses, la propia dirigencia reconocía en 1996 el valioso factor de estabilidad que la Alianza aportaría en el continente y con la cual sería necesario y hasta inevitable cooperar. En sus discursos el país siempre se manifestó contrario al proceso de expansión pero a pesar de las amenazas esgrimidas a nivel verbal, es pertinente recordar que al ingresar a la Alianza: Polonia, la República Checa y Hungría, Rusia amenazó con una militarización de sus fronteras y un bloqueo económico a la República Checa, nunca realizó tales acciones que hubieran amenazado el proyecto sino que colaboro en todo momento con los interese y objetivos de la Alianza. Esta cooperación rusa se vio favorecida por los compromisos de la OTAN de no emplazar armas nucleares en el territorio de los nuevos países miembros así como tampoco emplazar tropas de combate suplementarias en tiempos de paz. De esta manera, la expansión intentaba demostrar que su objetivo no era aislar y amenazar a Rusia sino cooperar para lograr la estabilidad definitiva en todo el territorio europeo. La seguridad rusa, amenazada por los efectos negativos de la expansión, se vería garantizada a través del acuerdo que fijaría los parámetros de una nueva relación con la OTAN. Es pertinente mencionar que el proceso de expansión, si bien puede tener motivaciones de índole económica, fue más bien caracterizado por intereses políticos, estratégico-militares y sociales. Intereses que apuntan a la consolidación de las democracias de los nuevos países miembros, al respeto en los mismos por los derechos humanos, a extender los beneficios de la defensa común, a la integración de estos países en el resto de las instituciones europeas y euroatlánticas, todos ellos bajo el objetivo de aportar estabilidad al continente europeo. Estabilidad que no podrá ser alcanzada si en cada uno de los países no se consolida el modelo de mercado. Puede verse aquí que el interés económico, la posibilidad de vender armas a los nuevos miembros por parte de empresas americanas y europeas, no es el principal y que las exigencias para el ingreso de los mencionados Estados son requeridas por la organización pero serán alcanzadas únicamente cuando el proceso de expansión haya concluido. Los intereses de la potencia hegemónica, EUA, jugaron sin lugar a dudas un papel fundamental en el citado proceso. Cabe mencionar que el debate que se dio sobre la expansión durante 1998, giro en torno a temas de costos, misiones y calificaciones de los candidatos y dejó en claro que el ingreso de Polonia, República Checa y Hungría no ha requerido de fondos extra por parte de EUA y que incluso estos países han contribuido acertadamente a la estabilidad europea y al entendimiento por parte de la Alianza de los fenómenos particulares que caracterizan a la vida en Europa del Este. Asimismo, se han registrado grandes avances, Polonia es el más significativo, en la reestructuración y modernización de sus estructuras militares. Estas conclusiones evidencian la importancia del proceso de expansión, concretamente se trata de fortalecer la posición, en el concierto internacional, de aquellos Estados que ven vulnerada su capacidad militar en el propio territorio, y que sin duda alguna cumple satisfactoriamente con los objetivos de la institución. Las implicancias positivas son tanto para la OTAN que inscribe a estos países en los marcos normativos internacionales, como para los nuevos miembros que a la vez fortalecen su posición frente a la opinión pública nacional, no se sienten amenazados por los miembros de la OTAN, reduciéndose así la probabilidad de ataque por actores externos a la organización -apelando al artículo quinto del Tratado de Washington-. 11 Una de las Cumbres que resulta pertinente mencionar es la de 1999 cuyo resultado fue la creación del Membership Action Plan11 que delinea las metas a cumplir por los candidatos, tales como terminar con los peligrosos conflictos étnicos, desarrollar sociedades democráticas con procesos económicos y políticos transparentes, implementar el control civil de las fuerzas militares y comprometerse a diseñar presupuestos militares capaces de construir fuerzas militares que se vean posibilitadas de contribuir en misiones tendientes a garantizar la seguridad colectiva y los procesos de paz. De la Cumbre de Praga de 2002, emergieron como posibles miembros los tres Estados Bálticos -Latvia, Lituania y Estonia-, Eslovaquia, Bulgaria y Rumania. Con respecto a estas posibles incorporaciones, un gran número de países miembros manifestaron la posición de: primero redefinir la misión de la OTAN y luego en función de los objetivos asignados a cumplir encargarse de qué países podrían contribuir claramente a la consecución de los mismos. A mi entender, creo que esta posición olvida el objetivo de máxima de la organización, que es a su vez el de la potencia internacional: construir una Europa completa y en paz. El debate, sin embargo, es diferente según los candidatos que se presentan y los intereses que cada uno de los miembros posee en relación a esos países. En 1998 una gran cantidad de europeos apoyaban la expansión de la Alianza, mientras que hacia el 2001, todos tienden a tratar el tema con sumo cuidado. El siguiente cuadro muestra la posición de algunos de los países intervinientes en las discusiones sobre el ingreso de nuevos miembros a la OTAN. El mismo pretende clarificar las diferencias entre los aliados frente a los diferentes aspirantes. Países Posición Respecto de la Conferencia Ministerial en Sintra (Portugal) de 1997 Frente aperturista (Francia, países del Benelux, Apoyaron desde el comienzo la admisión de España, Portugal, Italia, Grecia, Turquía y Polonia, Rep. Checa, Hungría, Eslovenia y Canadá). Rumania. Alemania, Reino Unido, Noruega, Dinamarca y No se definieron. los Países Bajos. EUA acompañado por Islandia. No estaban dispuestos a admitir más de tres países: Polonia, Hungría y la Rep. Checa. Resultado: Los países apoyados por el tercer bloque de países fueron admitidos en la Alianza el 12 de marzo de 1999. Respecto de la Cumbre de Praga de 2002 Hungría. Apoyo deliberadamente el ingreso de Eslovenia. Polonia. Apoyo extender la membresía a los Estados Bálticos. Italia, Grecia y Turquía. Apoyaron y continúan haciéndolo a Bulgaria y Rumania. Rusia Se ha manifestado siempre en contra de la expansión hacia el Este europeo a excepción de la incorporación de Alemania Democrática. EUA Se manifestó a favor de los Estados Bálticos e hizo una distinción entre la “vieja” Europa 11 El Membership Action Plan fue lanzado en abril de 1999 para asistir, proveyendo consejos, asistencia y soportes prácticos, a aquellos países que tuvieran intenciones de ingresar a la organización. El plan esta guiado por el principio de auto diferenciación que expresa que cada uno de los miembros es libre de elegir entre los elementos que crean más convenientes. Seis son actualmente los miembros de este plan: Albania, Bulgaria, Rumania, Eslovaquia, Eslovenia y la República de Macedonia. Se espera que Croacia presente su primer programa nacional en el 2003. Este plan no reemplaza a su antecesor Partnership for Peace debido a que este plan prepara a los aspirantes a poder realizar operaciones conjuntas con la organización a través del desarrollo de la interoperatividad de sus fuerzas. 12 (Alemania y Francia) y la “nueva” Europa (nuevos miembros y candidatos) y recalcó que éstos últimos junto con EUA son quienes poseen en sus manos el futuro de la Alianza. Resultado: Los países Bálticos fueron admitidos en la Alianza en marzo de 2003. * Confección propia. Fuentes: Cumbre de Praga, conferencia ministerial de Sintra y reporte para el congreso norteamericano RS21055. En ambas reuniones, EUA se manifestó a favor de permitir el ingreso de no más de tres países a la organización. Esto se justifica en los altos costos de alcanzar la interoperatividad de fuerzas de un mayor número de países. Es importante, en materia de resultados, que los países propuestos por la potencia hegemónica siempre fueron quienes finalmente se aceptaron en la organización, y que todos ellos se encuentran próximos a la zona más conflictiva del continente. Cabe señalar que también Yugoslavia, Rumania y Bulgaria poseen posiciones estratégicas para la región, mas sus esfuerzos por alcanzar la membresía no se comparan con los del resto de los países y, más importante aún, no fueron apoyados por los EUA. Otro punto a favor de la República Checa, Polonia y Hungría es que ocupan, respectivamente, los lugares sexto, octavo y undécimo -respecto de los países de la organización- en porcentaje de su PBI destinado a gastos militares. La última expansión de la OTAN, alcanzada por la firma de los correspondientes protocolos de ingreso de los países bálticos en marzo 2003, ha sido posible debido a que: estos países cumplen con los lineamientos de la OSCE y la UE respecto de la democracia, han trabajado para la construcción de la estabilidad en la región, han establecido mejores relaciones con Rusia, su situación interna -posible foco de inestabilidad para la región- puede y sólo será subsanada a través de la organización y, de no menor importancia, han sido apoyados por los EUA. Por último, uno de los factores que contribuyeron a la admisión fue que su modernización de los aparatos militares se dará un vez que ingresen a la Alianza. Estos países, por su ubicación geopolítica -sus territorios se encuentran próximos a los Balcanes-, posibilitan un gran avance hacia la estabilidad de la región. Una crítica que ha caracterizado el proceso ha sido la negativa rusa al mismo. El país ha manifestado su descontento por el avance de la Alianza hacia el Este. Las objeciones han sido claras y sustentadoras de intereses concretos: la gran cantidad de pobladores rusos en esos países, la proximidad de los mismos a sus fronteras y la cuestión de Kaliningrad -enclave ruso en la costa báltica entre Polonia y Lituania donde se aloja su flota- han preocupado a la Federación al ser objetivos nacionales y por ser base de una parte importante de la flota soviética que podría quedar a merced de los intereses de la Alianza. Sin embargo, todas estas han sido silenciadas y la organización ha dado uno de los pasos más arriesgados desde sus comienzos en 1951. El siguiente cuadro intenta mostrar, en forma comparada, las capacidades militares de la OTAN, los EUA, la Federación Rusa y los países Bálticos para esclarecer las diferencias en capacidades que éstos países poseen y que su importancia, entonces radicaría en los factores anteriormente mencionados más que en su contribución militar a la organización. Países U$S en millones EUA 322,365 OTAN (Europa) 165,416 Estonia 92 Latvia 85 Lituania 211 Federación Rusa 63,684 Fuente: The Military Balance 2002·2003. Gastos en defensa (2001) U$S per capita 1,128 325 66 35 57 440 % del PBI 3.2 2.1 1.7 1.2 1.8 4.3 13 Los datos del mismo permiten ver que las capacidades militares de los Estados Bálticos, en nada pueden contribuir a la OTAN, y menos aún, si sumamos a éstas las de EUA. Por lo tanto, el ingreso de estos países se encuentra más vinculado a la posibilidad de ampliar el espectro de los miembros de la organización y dotar de mayor estabilidad a la región, posibilitando la consolidación de los procesos de democracia y apertura al libre mercado en los nuevos miembros, que a motivaciones militares como las expresadas por John Warner12: “…las naciones deberán ser invitadas a ingresar a la OTAN sólo si se comprometen a realizar reformas militares racionales y redunden en una efectiva contribución militar a la Alianza”. El Senador se pregunta si el pueblo aceptaría arriesgar tropas americanas así como destinar parte de las contribuciones impositivas para defender el ingreso de nuevos miembros. La posición más cercana a la postura oficial del gobierno norteamericano es esgrimida por el General Joseph W. Ralston quien es consciente del costo que puede implicar la expansión pero considera que en el largo plazo la estabilidad de la región justificaría, en gran medida, que EUA asuma los costos de emprender acciones favorables a la apertura de la Alianza. III. Federación Rusa - Estados Unidos de América Los EUA han sido uno de los países que más ha apoyado el acercamiento de la organización con Rusia. El principal logro que percibe es la apertura hacia la democracia, aunque considera que aún falta en el país un establecimiento completo del respeto por imperio de la ley y un sistema judicial efectivo. Sin embargo, su posición será la de continuar asistiendo a Rusia para que se convierta en una democracia estable y próspera hasta tanto la Federación puede hacerlo por sus propios medios. En materia de política exterior cuatro son los logros que se alcanzado, a saber: La unificación alemana; La acción conjunta contra Saddam Hussein en 1991; El proceso de paz en Bosnia; Apoyo a la “Operación Paz duradera”; y La reducción de arsenales nucleares. A pesar de estas extraordinarias medidas de cooperación, no se ha eliminado aún por completo, la desconfianza y el pensamiento de suma cero que ha caracterizado las relaciones de estos dos países durante los últimos cincuenta años. Es por ello que los EUA han apoyado incondicionalmente el ingreso de Rusia a la OTAN, demostrándole al país sus intenciones de incorporarlo plenamente a la Comunidad Internacional. Este cambio de percepción por parte de los americanos se debe a dos avances significativos en la Federación que provienen de sus cúpulas dirigenciales. Por un lado, el cambio de mentalidad de Putin quien ha asumido el papel de ser garante del proceso constitucional y desea fervientemente mantener los procesos electorales de acceso a los cargos públicos más que la toma del poder a través de métodos violentos; y por el otro, el Millennium Document13, que expresa el genuino compromiso de los dirigentes rusos por la reforma económica. El documento versa sobre el mayor compromiso del país respecto de los vínculos comerciales con occidente en materia de importaciones y exportaciones y de inversiones foráneas en el país. A pesar de estos cambios, percibidos como positivos por parte de los EUA, dos son las cuestiones que resulta difícil cifrarlas positivamente. Primero, el objetivo de Putin de hacer de Rusia, nuevamente, una potencia a nivel internacional, que no acarrearía un problema siempre que la grandeza de la nación sea entendida como el aumento de logros y capacidades para su pueblo más que como una habilidad de dominar a sus vecinos. El segundo escollo, en las relaciones, es la política rusa respecto del conflicto chechenio. La misma podría restaurar la estabilidad interna del país en el corto plazo pero no garantizaría la paz y 12 13 Senador Republicano del Comité de Servicios Armados de los EUA. El documento ha sido puesto por el presidente Putin en el sitio oficial del gobierno ruso. 14 la estabilidad en el Cáucaso pues bien podría inspirar cierto temor, especialmente en los países vecinos a la zona, que les hiciera retomar posiciones propias de la guerra fría. La solución de raíz propuesta por Norteamérica a este fenómeno, conflicto étnico-secesionista, se daría a través de la cooperación internacional. De esta manera todos los países de la región intervendrían en la pacificación de la zona, todas las propuestas serían tenidas en cuenta y los chechenios no percibirían la solución como una directriz unilateral de Moscú. La estrategia mancomunada de resolución denota la percepción americana al colocarlo como un asunto de peligrosidad internacional, más aún teniendo en cuenta su proximidad con la región de Medio Oriente y convirtiendo a la zona, siempre que no se encuentre bajo el control del gobierno ruso, en una de suministro de armas para el sub-continente, declarado como el más peligroso por la Estrategia Nacional de Seguridad (NSS) de los EUA. La política norteamericana pretende anular el carácter doméstico que el conflicto chechenio posee, pues más allá de sus métodos terroristas los separatistas chechenios buscan precisamente la escisión de Rusia y no una lucha contra las grandes potencias dominantes en el mundo. Reconociendo el carácter interno del conflicto, Rusia ha desafiado la estrategia norteamericana, el desafío bien queda expresado en las palabras del Premier tras el atentado acaecido el pasado 6 de Julio: “…los terroristas deben ser sacados de sus madrigueras y exterminados”, si el conflicto es percibido por la Federación como primariamente doméstico, lo que no impide visualizar sus implicancias a nivel internacional, por lo tanto articularán estrategias y tácticas acorde con dicha percepción, la solución será instrumentada en función de lo que ellos consideren pertinente. Esta solución asimismo se diferencia con lo expuesto por el Tratado de Washington. Las diferentes percepciones y cursos de acción así como la intención norteamericana de que sea la Comunidad Internacional quien intervenga, pueden elevar las pequeñas discrepancias que hoy separan a quienes hubieran sido las dos superpotencias del siglo XX. Independientemente de las diferencias que han caracterizado y aún caracterizan a las relaciones ruso - americanas, el acercamiento que ambos países han iniciado en cuestiones de seguridad resulta de significativa importancia para los objetivos expresados en la política exterior de los EUA. El acercamiento de la Federación Rusa a la OTAN posibilita la construcción de un sistema de seguridad europeo que incorpore a la totalidad de los países del continente. Sin duda alguna, las capacidades militares rusas constituyen un aporte significativo a los escasos presupuestos militares europeos. La ubicación estratégica del territorio ruso respecto de Medio Oriente se revela como un elemento que contribuye a la justificación de porqué avanzar en la incorporación de la ex URSS a la OTAN. De lograrse se estaría alcanzando el último y verdadero objetivo de la NSS: la estabilización de los conflictos en el mundo. Si lo desagregamos, podemos señalar que con la incorporación de Rusia a la OTAN se lograría completar la integración europea en materia de seguridad y consecuentemente aumentar los niveles de estabilidad, en segunda instancia teniendo Rusia que adaptarse a los estatutos de la organización la única resolución del conflicto chechenio es la esgrimida por EUA, finalmente por geopolítica pura, convertir a Rusia en un actor responsable en materia de seguridad reduce los niveles de conflictividad en una zona tan controvertida y de sumo interés, en términos fundamentalmente económico-estratégico, como Medio Oriente. IV. Conclusión Habiendo señalado los aspectos positivos y las implicancias negativas que para las partes tiene el ingreso de Rusia a la OTAN y su encuadramiento dentro de un proceso más amplio de expansión de la organización, resulta significativo reseñar aquellos puntos que permitirán dar crédito a la tesis de que el ingreso de la otrora superpotencia dota de mayor estabilidad al sistema internacional, al extenderse la cooperación en materia de seguridad. Materia, que sin lugar a dudas, ha constituido el punto más álgido en las históricas relaciones ruso – americanas. Es pertinente indicar que a pesar de la negativa rusa a los suscitados procesos de expansión hacia Europa del Este así como las amenazas concretas de militarizar fronteras e instrumentar 15 bloqueos económicos a los nuevos miembros, la cooperación entre ambos actores ha avanzado en cuestiones como: la lucha contra el terrorismo, el manejo de crisis, la no proliferación, el control de armas, la construcción de medidas de confianza, las soluciones conjuntas a las emergencias civiles y la construcción del Comité para el tratamiento de nuevas amenazas; demostrándose que la adopción de la Federación Rusa de los patrones de comportamiento internacionalmente acordados convierte en predecible su accionar. Es significativo recalcar que la cuestión de Chechenia y su resolución, a manos de los soviéticos o a través de la cooperación internacional, marca un punto de inflexión en las relaciones Rusia – OTAN y que a través de las decisiones adoptadas respecto del conflicto se podrá medir cuán profundos han sido los cambios suscitados al interior del país. Debe resaltarse que los procesos de expansión constituyen, en última instancia, decisiones políticas antes que militares y contribuyen, indudablemente, a la creación de un sistema de seguridad europeo que redunda en una Europa estable, el cambio no se instrumenta, entonces, con el objetivo de expandir la influencia militar de la OTAN o sus capacidades para alterar la naturaleza del presente sistema de seguridad. Esto se manifiesta en la no intención de la organización de emplazar tropas auxiliares o armas nucleares en los territorios de los nuevos miembros en tiempos de paz. Las decisiones adoptadas no pueden más que representar un cambio significativo en relación a la política de la organización conducida con anterioridad, así como una demostración del interés por que Rusia, finalmente, se incorpore y adopte las resoluciones pacíficas a los conflictos militares. Si bien el proceso de expansión fue resistido por la Federación, sólo su continuidad podrá aumentar los niveles de confianza entre ésta y la OTAN. Los objetivos expuestos por la OTAN se asemejan en todo a los declarados por los EUA, orientados a dotar de mayor estabilidad al conflictivo escenario internacional. Si el reconocimiento de la posición del territorio soviético como estratégica no supera la instancia hipotética; la consecución de estabilidad o de una Europa unida y en paz, al estar todos sus Estados bajo el marco de la Alianza, le permitirá a los EUA, por ser guía de los intereses de la comunidad internacional, focalizar sus acciones en un solo escenario de conflicto: el Medio Oriente. Las características de la OTAN permiten señalar la importancia de la misma para la comunidad internacional. Al ser su guía el respeto de los valores democráticos y la resolución pacífica de conflictos contribuye a la exportación de los credos liberales al resto del mundo, logrando cooperación en materia militar y haciendo más predecible el comportamiento de los Estados respecto de las cuestiones de seguridad. Esto es posible debido a que la organización posee elementos que favorecen la adhesión a sus principios por parte de los Estados, como ser: El aumento de su seguridad; La protección militar frente a un ataque armado; y Reducciones significativas en la compra de armamentos de última tecnología. Incentivos que hacen que la cooperación resulte más sencilla y que los costos de “pertenecer al club” sean menores a los beneficios que éste ofrece. Es así, como los miembros se comprometen con el resto de los Estados a dirimir pacíficamente sus conflictos, respetar los valores democráticos, los derechos humanos y reducir los posibles conflictos que puedan surgir de sus políticas económicas, para alcanzar su seguridad e indirectamente hacer “menos anárquico” el sistema internacional. Todos los cambios señalados y la garantía que los beneficios de la organización proporcionan a sus miembros para que éstos se comporten de manera predecible permiten preguntarnos si la OTAN, al ser garantía de “paz armada” y registrando un proceso de apertura, puede contribuir a la superación del dilema estructural de seguridad, acercando posiciones entre oriente – occidente, reduciendo los niveles de desconfianza y pretendiendo evitar una escalada de conflictos civilizatorios. 16 V. Bibliografía Amstut, M. (1982):”The management of international conflict”, Wheaton College. Charter of the United Nations. 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Protocol to the North Atlantic Treaty on the accession of the Republic of Latvia. Protocol to the North Atlantic Treaty on the accession of the Republic of Estonia. Protocol to the North Atlantic Treaty on the accession of the Republic of Lithuania. 17 Ralston, Joseph W. (2002):”Successfully managing NATO enlargement”, en NATO in The 21st Century-The Road Ahead, U.S. Foreign Policy Agenda. The Military Balance 2002-2003, the International Institute for Strategic Studies, Oxford University Press. The North Atlantic Treaty. Warner, John (2002):”NATO enlargement: we must carefully review and study the ramifications”, en NATO in The 21st Century-The Road Ahead, U.S. Foreign Policy Agenda. 18