OOTALA AUTOR: ANÓNIMO E l sol no había aún asomado por las colinas del Este, cuando su padre, sus tíos y todos los ancianos de la tribu vinieron a buscarte. Traían la gran cabeza del pez; sin ella Ootala no habría podido convertirse en un hombre. Ootala había atrapado al pez por sus propios medios, dos meses antes, y sobradamente era más grande que muchacho alguno hubiera jamás capturado antes del día su Pasaje a la mayoría. Era un buen auguro para el chico, pues no sabia muy bien que el tamaño de la cabeza del pez determinaría su éxito como hombre y la cantidad de hijos que tendría .Por lo tanto, Ootala caminaba muy orgullosamente entre sus tíos, Pisando sus las huellas de su padre y escuchando el suave sonido de los Pies de los ancianos arrastrándose a sus espaldas. Todos estaban callados porque era malo hablar antes del Pasaje. Pero aunque orgulloso, Ootala también se sentía atemorizado, pues el. Pasaje no era algo que pueda tomarse a la ligera; es un acontecimiento muy serio que debe tratarse con la reverencia que merece. El temor de Ootala se debía no sólo a la trascendencia de ese día, sino también a su ignorancia respecto de los sucesos que tendrían lugar, mismos que habían ocurrido en ocasión de todos los Pasajes habidos desde el comienzo de los tiempos y que sólo conocen los que son hombres. Y Ootala no seria hombre hasta su Pasaje. La solemne comitiva caminaba silenciosamente pisando las cenizas de las fogatas del día anterior, y que se habían desparramados entre las chozas en el que las mujeres, los niños y los perros yacían quietos y callados, pero no dormidos, mientras pisaban las blancas cenizas, Ootala recordó en los cantos el pasaje las cenizas eran un símbolo de los años de la infancia que pronto se convertirían en el pasado irrecuperable, igual que también yacían en el pasado las fogatas que habían formado esas cenizas. Ootala rogó que los silenciosos ocupantes de las silenciosas chozas no hicieran ningún ruido hasta que el hubiera pasado, de lo contrario los recuerdos de su infancia vendrían a a acosarlo en su vejez. Cuando un chico se convierte en hombre, tiene que dejar atrás su infancia: hoy él es un niño, pero de mañana en adelante será un hombre. Mientras los cielos se iban tiñendo de color rosa el lado que anunciaba la salida de un nuevo sol, Ootala y los hombres de su tribu penetraron en el bosque y rectamente enfilaron por el sendero que conducía a la choza del pasaje. Durante toda su infancia, Ootala la había oído mencionar pero jamás la vio, pues un niño nunca debe mirar hacia la choza donde se hacen los hombres, hasta que él mismo este preparado para convertirse en uno de ellos. En ese momento, Ootala contemplo una pequeña cabaña hecha de hierba y barro que alzaba en el centro de un reducido claro al borde de una colina situada de cara al este. Mientras se acercaba a la choza, los hombres comprobaron que el sol aún no había asomado por el horizonte lo cual los tranquilizado, pues el pasaje debe coincidir exactamente con la salida del sol, para que todos los días de su vida el hombre se levante lleno de vigor, si ocurre demasiado temprano, no dormirá por las noches, y sus esposas abandonarán para buscar el solaz de hombres cuyos ronquidos denuncien un sueño más tranquilo: si el Pasaje tiene lugar demasiado tarde, no podrán levantarse por la mañana, y sus esposas lo abandonarán para ir en busca de hombres más enérgicos. Ootala y sus tíos entraron a la choza, el más viejo de ellos, es Benag, llevaba la preciada bolsa del Pasaje: un abultado saco de antílope cargado de misteriosos objetos y del cual emanaba un olor ligeramente acre. Su otro tío.. Aras llevaba la cabeza del pez, los demás ancianos formaron un círculo en torno de la cabeza mientras que el padre de Ootala, de espalda a la obscura entrada de la cabaña, escudriñaba el horizonte oriental. En el aire frío que precede al amanecer, los ancianos entonaban los cánticos de la gente.. y de la choza salían extraños sonidos. Gradualmente los cánticos fueron subiendo de tono hasta ahogar los ruidos provenientes del interior de la cabaña y mientras por encima de la colina asomaba el sol con su explosión de luz, los cánticos alcanzaron su crescendo para luego ir disminuyendo hasta un silencio expectante. Con andar lleno de dignidad Ootala salió de la choza para saludar al sol naciente. Había recibido su Iniciación. Emergiendo de sus chozas las mujeres, los niños y los perros corrían de un lado a otro y su júbilo, la ceremonia estaba completa ya sólo restaba el banquete: Ootala era un hombre. CUESTIONARIO 1. ¿Por qué es importante la cabeza del pez? 2. ¿Por qué se siente atemorizado Ootala en incursionar el Pasaje? 3.- ¿Qué ocurre si los ocupantes de las pequeñas chozas hicieran ruido cuando Ootala caminaba el sendero? 4.- ¿A donde conduce el sendero por donde camina Ootala? 5.-Al salir Ootala de la choza para saludar al sol naciente ¿Qué significaba ese hecho a la comunidad donde vivía? 6.- ¿En nuestra cultura que elementos determinan Ser Hombre? 7.- ¿En nuestra cultura se hace algún rito para que la sociedad se entere de que ya dejo de ser niño para convertirse en hombre? 8.- ¿Como se realiza esa fiesta? 9.- ¿Qué consecuencias tiene esa fiesta para los que inician esa etapa? 10.- Menciona algunos lugares o países que tengas información sobre algunas culturas diferentes a las mencionadas. ELABORADO POR: PROFRA. TERESA GÓMEZ BEAUCXCHAMP COLEGIO: ORIENTACIÓN VOCACIONAL