Documento descargado de http://www.elsevier.es el 17/11/2016. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato. 182 5. Disponible en: http://www.hospitalreyjuancarlos.es/es/carteraservicios/especialidades-quirurgicas/otorrinolaringologia/ cirugia-robotica-transoral [consultado 30 Jun 2014]. Jose Granell a,∗ , Gregory S. Weinstein b y Raimundo Gutierrez-Fonseca a a Servicio de Otorrinolaringología, Hospital Universitario Rey Juan Carlos, Móstoles, Madrid, España Respuesta al artículo «Ajustar el enfoque en cirugía robótica transoral» Repply to the article «Adjusting the focus of transoral robotic surgery» Sr. Director: Hemos leído con atención la carta remitida a la revista por Granell J et al. sobre nuestro artículo «Análisis crítico de la cirugía robótica laríngea». En su visión, la discrepancia fundamental se centra en el enfoque, ya que consideran que el escrito crítico con la cirugía robótica laríngea aparentemente conduce a una generalización, «cuando lo que debería discutirse es su utilidad fundamental en la orofaringe». Lamentablemente, el editor consideró aceptable esta visión «parcial» laríngea, y solo de soslayo tratamos el tema de orofaringe en nuestro artículo. Nos encantaría poder revisar el tema de la cirugía robótica orofaríngea, y en ese sentido trasladamos dicha sugerencia al Consejo Editorial. Ciertamente en el caso de la oncología laríngea existen series comparativas tanto de cirugía abierta como transoral con láser, mientras que en el caso de la orofaríngea robotizada, donde básicamente se realiza una resección transoral del tumor con electrodisección monopolar, se adolece de comparaciones con series de abordajes transorales mínimamente invasivos. Es sorprendente la rápida transición en la oncología orofaríngea desde la cirugía abierta con gran morbilidad a una transoral con electrodisección-robot publicándose resultados aparentemente similares. En cualquier caso, reiteramos que nuestro artículo se centra en la cirugía laríngea, y su opinión de que debería discutirse su utilidad en los tumores orofaríngeos nos parece interesante y sujeta, por tanto, también a revisión sistemática. En segundo lugar, su argumento de por qué no utilizar el robot allá donde exista, en un entorno de restricción de gasto como el que nos encontramos, es cuanto menos discutible. Se puede alegar de forma inmediata el argumento contrario, es decir, si no será que el hecho de tener el robot disponible conduzca a una sobreindicación para justificar o amortizar el coste del mismo. En este sentido, en una revisión muy reciente sobre la cirugía robótica sobre cáncer de orofaringe y lengua en EE.UU. se puede constatar cómo Véase contenido relacionado en DOI: http://dx.doi.org/ 10.1016/j.otorri.2014.09.001 CARTAS AL DIRECTOR b Departamento de Otorrinolaringología-Cirugía de Cabeza y Cuello, Universidad de Pensilvania, Filadelfia, Pensilvania, Estados Unidos Autor para correspondencia. Correo electrónico: jose.granell@hospitalreyjuancarlos.es (J. Granell). ∗ http://dx.doi.org/10.1016/j.otorri.2014.09.001 el 25% de los procedimientos robóticos sobre orofaringe se realizaron para indicaciones no oncológicas, siendo la más frecuente ¡amigdalectomía por hipertrofia!1 Un aparato muy caro con material escaso y diseñado para otras especialidades, con contratos de mantenimiento anuales astronómicos, con valor de retorno indeterminado para cuando haya que actualizarlo, entre otros ejemplos, tiene que tener un valor muy contrastado frente a otras alternativas para justificar su uso. Su afirmación de que el coste de fungibles para un procedimiento de TORS «IVA incluido» asciende a 1027,87D es manifiestamente incierto: no incluye costes de amortización, costes de mantenimiento, el gasto total de fungibles está infravalorado, sin entrar en discusiones sobre las «vidas» útiles de cada instrumento, ni se incluyen otras inversiones necesarias como los abrebocas específicos tipo F-Kastenbauer, básico para la cirugía de orofaringe. Es muy significativo el hecho de que se esté cuestionando el uso del robot en indicaciones para las que fue rápidamente utilizado, en base a criterios económicos2,3 , sin desdeñar las dudas que están apareciendo sobre la seguridad del mismo4 . Por otro lado, no son solo los criterios económicos los que a veces mueven a los cirujanos: en nuestro entorno, con un empleo muy difundido de láser CO2 sorprende la ausencia de publicaciones o comunicaciones orales sobre estapedectomías con láser o palatoplastias con láser. Es el tiempo lo que pone cada técnica en su sitio cuando aporta poco o nada frente a otras «convencionales». En tercer lugar, coincidimos plenamente en ofrecer a nuestros pacientes el mejor tratamiento posible, «huyendo del ruido mediático y las modas en cirugía». A nivel laríngeo tenemos claro que a fecha de hoy el robot tiene otras alternativas igual de eficaces, y mucho más rápidas y económicas. Lo que no estamos tan seguros es que el robot aporte beneficios significativos en la orofaringe, ya que existe una notable carencia de literatura comparativa y nuestra especialidad aporta una gran experiencia en abordajes mínimamente invasivos transorales no robóticos. Como exponemos en nuestro artículo, es en la base del cráneo donde creemos que el robot tiene un enorme campo de desarrollo, y así estamos trabajando con el mismo en el quirófano experimental y «en el quirófano de al lado». Bibliografía 1. Chung TK, Rosenthal EL, Magnuson JS, Carroll WR. Transoral robotic surgery for oropharyngeal and tongue cancer in the United States. Laryngoscope. 2015;125:140---5. Documento descargado de http://www.elsevier.es el 17/11/2016. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato. CARTAS AL DIRECTOR 2. Barbash GI, Glied SA. New technology and health care costs. The case of robot-assisted surgery. N Engl J Med. 2010;363:701---4. 3. Wright JD, Ananth CV, Lewin SN, Burke WM, Lu Y-S, Neugut AI, et al. Robotically assisted vs laparoscopic hysterectomy among women with benign gynecologic disease. JAMA. 2013;309:689---98. 4. Lowes R. FDA investigates robotic surgery system after adverse even spike. Medscape. 2013. Francisco Esteban a,∗ , Antonio Abrante b y Alicia Menoyo c a 183 b Hospital Quirón Sagrado Corazón, Sevilla, España c Hospital Universitario Virgen del Rocío, Sevilla, España Autor para correspondencia. Correo electrónico: festebano@gmail.com (F. Esteban). ∗ http://dx.doi.org/10.1016/j.otorri.2014.11.004 Universidad de Sevilla, Sevilla, España Reporte de cuestiones relativas a los estudios de precisión diagnóstica de la citología de aspiración con aguja fina precisión. Las directrices STARD sobre reportes pueden ayudar a los revisores a identificar las fuentes potenciales de desviación en los estudios de precisión diagnóstica4,5 . Reporting issues in diagnostic accuracy studies for fine-needle aspiration cytology 1. Zerpa Zerpa V, Cuesta Gonzáles MT, Agostini Porras G, Marcano Acuña M, Estellés Ferriol E, Dalmau Galofre J. Diagnostic accuracy of fine needle aspiration cytology in parotid tumours [Precisión diagnóstica de la citología por punción aspiración con aguja fina en tumores de la glándula parótida]. Acta Otorrinolaringol Esp. 2014;65:157---61. 2. Schmidt RL, Jedrzkiewicz JD, Allred RJ, Masuoka S, Witt BL. Verification bias in diagnostic accuracy studies for fine needle and core needle biopsy of salivary gland lesions in otolaryngology journals: A systematic review. Head Neck. 2014;11: 1654---61. 3. Zhou X-H, Obuchowski N, McLish D. Statistical methods in diagnostic medicine. 2 nd ed. Hoboken: John Wiley & Sons; 2011. 4. Bossuyt PM, Reitsma JB, Bruns DE, Gatsonis CA, Glasziou PP, Irwig LM, et al. Towards complete and accurate reporting of studies of diagnostic accuracy: The STARD initiative. Standards for reporting of diagnostic accuracy. Clin Chem. 2003;49:1---6. 5. Bossuyt PM, Reitsma JB, Bruns DE, Gatsonis CA, Glasziou PP, Irwig LM, et al. The STARD statement for reporting studies of diagnostic accuracy: Explanation and elaboration. Clin Chem. 2003;49:7---18. Sr. Director: Nos gustaría comentar el documento de Zerpa et al., de reciente aparición en Acta Otorrinolaringológica Española1 . Dicho estudio reportó la precisión de la aspiración con aguja fina (PAAF) en un grupo de pacientes que habían sido remitidos a cirugía. Este tipo de diseño de investigación es muy común en los estudios de precisión de PAAF, pero conduce a desviaciones en el cálculo de la sensibilidad y la especificidad2,3 . La desviación subyacente es conocida como sesgo de verificación y se produce cuando el índice de verificación (criterio de referencia) depende del resultado de la prueba índice (PAAF). En los estudios de PAAF, los resultados positivos se remiten a cirugía con más frecuencia que los resultados negativos y, por ello, los sesgos de verificación se producen en los estudios basados en la verificación histológica. El sesgo de verificación origina una sobreestimación de la sensibilidad y una subestimación de la especificidad. Existen métodos estadísticos para corregir dichos sesgos de verificación; sin embargo, los autores deben de reportar todos los resultados de los pacientes sometidos al índice, a fin de realizar correcciones. El estudio de Zerpa et al. no reportó los resultados del grupo sometido a PAAF y, por tanto, no es posible calcular la desviación de los valores reportados de sensibilidad y especificidad. Los valores predictivos no se ven afectados por el sesgo de verificación; sin embargo, los valores predictivos dependen de la prevalencia y deben utilizarse con precaución en otros contextos. Los autores y los revisores deben de ser conscientes de los sesgos de verificación, así como de su impacto sobre los cálculos de la Bibliografía Robert L. Schmidt a,∗ y Gonzalo Barraza b a Department of Pathology, University of Utah School of Medicine and ARUP Laboratories, Salt Lake City, Estados Unidos b Department of Pathology, University of Utah School of Medicine, Salt Lake City, Estados Unidos Autor para correspondencia. Correo electrónico: Robert.Schmidt@hsc.utah.edu (R.L. Schmidt). ∗ http://dx.doi.org/10.1016/j.otorri.2014.04.004