La Compañía Británica de las Indias Orientales La Compañía Británica de las Indias Orientales fue una compañía de inversores que obtuvo el 31 de diciembre de 1600 la Carta real de manos de la reina Isabel I de Inglaterra con la intención de garantizarle los privilegios del comercio en la India. La carta real dio a la nueva compañía el monopolio artificial de todo el comercio en las Indias Orientales. La Compañía se transformó, pasando de una simple unión comercial, hasta convertirse en la empresa que gobernó de forma virtual la India hasta la disolución de la compañía en 1858. Tenía su sede en Londres. La Compañía fue fundada por un grupo de empresas y de influyentes hombres de negocios. Obtuvo la carta real que le concedía el permiso exclusivo para ejercer el comercio con las Indias Occidentales durante 15 años. En un principio, la Compañía parecía mucho menos importante que el poder que ejercían los holandeses sobre el comercio de las especias. El primer punto de comercio en la India se estableció en el puerto de Surat en 1608. Los dos años siguientes, la Compañía construyó su primera fábrica en Machilipatnam, en la Bahía de Bengala. Los importantes beneficios que consiguió la empresa en esos primeros años, hicieron que el rey Jacobo I se planteara la posibilidad de conceder el permiso de comercio con la India a otras empresas. Sin embargo, en 1609, renovó la carta real y concedió la exclusividad del comercio a la Compañía durante un periodo de tiempo indefinido. Los comerciantes se vieron a menudo envueltos en enfrentamientos con los holandeses y portugueses que se encontraban en la zona del Océano Índico. La victoria sobre los portugueses en la Batalla de Swally (1612) facilitó que la compañía británica se ganara el favor del emperador mogol, quien permitió a los británicos comerciar en todos los puertos de su imperio en 1615. La East India House, sede de la compañía, en un dibujo de alrededor de 1817.La compañía pronto eclipsó a los portugueses que habían establecido sus bases en Goa y Bombay (que posteriormente fue cedida a los británicos). En 1647, la compañía británica tenía 23 fábricas y 90 empleados en la India. En 1634, el emperador mogol amplió su hospitalidad y permitió a los británicos comerciar en la región de Bengala. Los negocios de la compañía se centraban en el algodón, la seda, el índigo y el té. Además, iniciaron algunas incursiones en el negocio de las especias, hasta entonces monopolizado por los holandeses. En 1711 establecieron un punto de comercio en Cantón, China, para comerciar con té y plata. En 1670, el rey Carlos II le concedió el derecho de capitanear ejércitos y formar alianzas, declarar la guerra o establecer la paz y ejercer la jurisdicción tanto civil como criminal en las zonas en las que operaba. La Compañía tenía como principales militares a los «Casacas rojas». Al sufrir constantes ataques por parte de los nativos y de otros competidores comerciales, desarrolló un importante despliegue militar. En 1689, la Compañía era casi un «estado» dentro de la India continental, que administraba de forma independiente las zonas de Bombay, Madrás y Bengala y que poseía una fuerza militar tremendamente intimidatoria. La Guerra de los Siete Años marcó el inicio del fin de la presencia colonial francesa en la India. La desaparición de este potente rival comercial permitió a la Compañía Británica de las Indias Orientales consolidar el monopolio del comercio en la zona. El emperador mogol les concedió el comercio en la zona de Bengala, la provincia más poblada y más rentable de todo el país. La Compañía tuvo, sin embargo, algunos problemas con la resistencia local. Los esfuerzos de la Compañía para administrar la India se convirtieron en un modelo de sistema de servicios civiles en Gran Bretaña, especialmente durante el siglo XIX. A mediados del siglo XIX, el control de la Compañía se extendía por la mayor parte de la India, Birmania, Singapur y Hong Kong; una quinta parte de la población mundial estaba bajo su autoridad. La Compañía ocupó las Filipinas y conquistó Java. Solucionó algunos problemas de liquidez para comprar el té en China, exportando el opio indio. En 1813 quedó privada del monopolio comercial y en 1833 se quedó sin el comercio del té en China. Finalmente, en 1858, la compañía perdió sus funciones administrativas, que le fueron retiradas por el gobierno después de la Revuelta de los cipayos en 1857; la India se convirtió formalmente en una colonia británica. A principios de 1860, todas las posesiones de la compañía pasaron a manos de la corona. La Compañía siguió controlando el comercio del té. Finalmente, la compañía se disolvió el 1 de enero de 1874.