CARAMELOS DE COLORES / CIEN PESOS PARA EL AMOR Capítulo de la serie Caramelos de colores Aprendizaje de Educación para un Consumo Responsable Cien pesos para el amor Comprender el valor del dinero en nuestros actos de consumo. SUGERENCIAS DE ACTIVIDADES PARA TRABAJAR CON ADULTOS 1. Incentivar a que relaten situaciones vividas respecto a proveedores de bienes y servicios. 2. Comentar en conjunto cómo aprendimos el significado del dinero en nuestras vidas y el uso que le damos a éste, valorando su utilidad para acceder a bienes y servicios, la importancia del ahorro, la necesidad de ordenar nuestro presupuesto familiar y el cumplimiento de nuestras obligaciones, como pagos. 3. Reflexionar en conjunto acerca de nuestros deberes como consumidores al momento de realizar nuestros actos de consumo. 4. Ver el capítulo “El mercado” de la serie Consuma Bien, Viva Mejor y comentar acerca de cómo funciona el mercado y qué elementos debemos conocer para mejorar nuestra calidad de vida como consumidores. 5. Realizar un folleto, un tríptico o un afiche donde resuman con sus palabras algunos de los aspectos que consideren relevantes para enseñar a otras personas este tema. 6. Si han realizado un reclamo, cómo lo han realizado y cuál ha sido el resultado. Analizar las causas del éxito o fracaso. CONTENIDOS TEÓRICOS Dinero y transacciones: Incluye un amplio espectro de temas financieros personales tales como pagos cotidianos, gastos, valor de dinero, tarjetas bancarias, cheques y cuentas bancarias. Incluye además el conocimiento de los distintos tipos de transacciones económicas y las variaciones del valor del dinero en el contexto nacional e internacional. El dinero es vital en la vida de los consumidores modernos, permitiéndonos funciones tales como: Comprar y, por lo tanto, cubrir las necesidades vitales. Utilizarlo como símbolo de diferenciación social y de pertenencia a grupos. Asociarlo con sentimientos de satisfacción y felicidad personal. Desde la perspectiva económica, el dinero ha sido conceptualizado como un medio de intercambio por el cual se valoran los productos y servicios del mercado. De este modo, posee cualidades que hace que todo lo existente en el mercado pueda ser cuantificado mediante un precio. Eso supone crear equivalencias entre los productos a través de los precios del mercado, por lo que yo podría comprar un libro, un ramo de flores o una bebida por el mismo valor. Así, la experiencia cotidiana con el dinero nos crea un concepto subjetivo de su valor porque nos permite aproximarnos a un amplio abanico de posibilidades de consumo, pero al mismo tiempo exige una toma de decisiones. Por tanto, es posible establecer que nuestras decisiones asociadas al consumo se ven directamente influenciadas por el contexto social y económico en el que nos insertamos. ¿Quienes determinan qué se ofertará en el mercado? Sin duda, quienes generen la oferta y demanda son las personas (en cualquiera de sus roles como proveedores y/o consumidores/as). En nuestro modelo económico de libre mercado, el consumidor es consciente y responsable de sus actos; es él quien manda y ordena toda la cadena productiva, mientras que los proveedores están a la espera de la manifestación de sus necesidades, prestos a satisfacerlas. Los proveedores conocen al consumidor, lo estudian en forma psicológica, sociológica y antropológica y se anticipan a sus necesidades (o se las generan), crean productos y servicios que el consumidor ni siquiera imaginó hasta antes de verlo en una vitrina. En este contexto se generan asimetrías de información que desfavorecen a los/as consumidores/as y variables que regulan el funcionamiento del mercado: La Demanda: Es la cantidad de bienes y servicios que los/as consumidores/as están dispuestos a adquirir en el mercado. La compra está determinada por el beneficio de obtenerlos y su precio. Si hay mucha demanda de un producto por parte de los/as consumidores/as y pocas ofertas en el mercado, el precio de este producto subirá. Por ejemplo, en un nuevo barrio de 5 mil habitantes se instala una panadería que abastece el sector y es la única en varias cuadras a la redonda. Este local puede vender el kilo en $1.000, aunque el precio promedio del pan sea de $800, porque es la única oferta del sector, no tiene competencia, y, en la práctica, muchos/as consumidores/as estarán dispuestos/as a pagar ese precio con tal de no caminar varias cuadras hasta la siguiente panadería. La Oferta: Está constituida por la cantidad de bienes y servicios que pueden venderse en el mercado a un precio determinado en un momento dado. Si la oferta del producto aumenta, pero la demanda se mantiene o disminuye, los precios tenderán a bajar. Siguiendo el ejemplo anterior, si otros comerciantes descubren que es un buen negocio vender pan en ese barrio y se instalan con más panaderías, los/as consumidores/as tendrán más ofertas donde elegir, los panaderos competirán entre sí por captar clientes y se producirán bajas de precios. El Precio: Es el costo del producto o servicio que queremos adquirir. Está definido por la relación que hay entre la oferta de un producto en el mercado durante un tiempo determinado y la demanda que por dicho producto manifiestan los/as consumidores/as en ese mismo período. Los/as consumidores/as determinan la demanda de bienes y servicios en función de los beneficios que esperan obtener de un producto a un determinado precio. La oferta la definen los productores, quienes determinan la cantidad y la calidad de los productos que ofertan en el mercado. El productor hace su oferta mediante un precio de venta, considerando los costos de producción, el volumen de la demanda y sus expectativas de ganancia. Cumplimiento de las partes: Los proveedores deben respetar la normativa vigente y promover una competencia leal y sana entre sus pares para captar la atención de los/as consumidores/as, Los precios deben estar a la vista y cobrar el precio allí indicado. De esta manera, el consumidor podrá mirar lo que se le ofrece, comparar y cotizar precios, pensar cuál será su mejor opción de compra y decidir. En nuestro país, el precio que se cobre debe especificar cuál es la moneda en la que se oferta el producto, los requerimientos del pago de impuestos relativos a la transacción, costos adicionales, plazos de entrega, término y condiciones del contrato, formas de pago, restricciones o limitaciones de la compra, alertas de seguridad, políticas de cambios, privacidad de datos personales, reembolsos, garantías, etc. Es obligación del proveedor enviar una confirmación escrita del contrato o comprobante de pago, por vía electrónica o cualquier otro medio que garantice el debido y oportuno conocimiento del consumidor/a.