Rodrigo de la Barra A. Ing. Agr. M. Ec, INIA Butalcura iniachiloe@inia.cl Rodrigo Bravo H. Ing. Agr. M.Ec, INIA Remehue rbravo@inia.cl Introducción En la Región de Los Lagos se encuentra el 11% de la existencia ovina nacional y posee el mayor potencial agroecológico del país para la producción de carne ovina, especialmente de canales pesadas. Sin embargo, los índices productivos actuales del sector son bajos, reflejan un manejo rudimentario y baja formación tecnológica de los productores. Una consecuencia de esta situación es la mortalidad total que oscila entre un 10% y 35%. Reduciendo este indicador, la productividad de los rebaños puede aumentar considerablemente. El presente informativo explora los factores y causas de este nivel de pérdidas y analiza sus posibles soluciones. Mortalidad como prioridad de manejo ___________ Antes de iniciar acciones tendientes a modificar la capacidad de carga de las praderas, la tasa de utilización del forraje o la eficiencia reproductiva, es necesario identificar las causas que determinan que no llegue a consolidarse como producción efectiva esa cantidad de animales que denominamos mortalidad. La mortalidad total de rebaño implica pérdidas de animales adultos y crías del rebaño, que representan esfuerzos productivos ya realizados y, por ende, que deben ser solucionados antes de involucrar nuevos esfuerzos de recursos. Reducir la mortalidad para luego aumentar la productividad tiene un efecto global aditivo; sin embargo, aumentar la productividad animal sin reducir la mortalidad tiene un Instituto de Investigaciones Agropecuarias – Centro Regional de Investigación Remehue Informativo Remehue N° 60 Foto 1. Mortalidad por ataque de perros. efecto positivo parcial, ya que puede volver neutro el nuevo esfuerzo de productividad. Factores y causas de mortalidad Se debe diferenciar la causa directa de la muerte de un animal de aquellos factores que están actuando indirectamente en el problema. Las causas directas son variadas y, sin embargo, son determinadas por una reducida cantidad de factores. Los factores determinantes de la mortalidad ovina en el sur de Chile son el clima, los depredadores, la nutrición y la sanidad. Como denominador común está el desconocimiento del productor de las medidas de manejo que puede implementar para minimizar el problema. Estos factores pueden actuar individualmente o relacionados, determinando variadas causales de mortalidad. las cuales, en orden de mayor a menor importancia y según frecuencia e impacto, se presentan en el cuadro 1. El factor común en todos los eventos de mortalidad es el desconocimiento por parte del productor de la relación Cuadro 1 Factores y causas de mortalidad en ovinos del Sur de Chile. CAUSAL DIRECTA FRECUENCIA FACTOR ASOCIADO Depredadores Alta Enterotoxemia Alta Depredadores Sanidad Nutrición Bajo peso al nacimiento Hipotermia Alta Nutrición Media Parasitosis Baja Clima Nutrición Sanidad Toxemia de preñez Alta Nutrición Neumonía Baja Clima factor-causa, o de la dinámica en torno a la cual cierto factor o mezcla de factores se transforma en mortalidad. Por lo tanto, se debe considerar al desconocimiento técnico como el centro del problema de alta mortalidad. Por ejemplo, en el caso del ataque de depredadores es fundamental discriminar el agente depredador y su lógica de ataque para poder reaccionar eficazmente. Un ataque de puma o aves rapaces es comúnmente motivado por la necesidad de alimentación del depredador y por lo tanto son ataques individuales, sistemáticos y repetitivos en el tiempo y que están asociados a ciertas zonas donde se encuentra el hábitat del depredador. Un ataque de perros, en cambio, habitualmente es grupal, a veces motivado por alimentación o por recreación de instintos ancestrales de caza. Ocurren eventualmente asociados a la época de pariciones del rebaño o a celos en las hembras caninas y no tiene un hábitat específico asociado. Esta diferenciación es clave, pues el ataque de perros puede ocurrir sin ser mortal y puede ser desviado, mermado o reducido en su impacto. En cambio el ataque de puma sólo puede ser impedido ya que, por su lógica, siempre termina en una muerte. En otras causas de mortalidad se suele dar una relación compleja entre el desconocimiento del productor y algunos factores claves. Así, la nutrición juega un rol estructural ya que el clima y la sanidad tienden a agravar sus efectos sobre la mortalidad bajo condiciones de subalimentación. En efecto, la situación más común en la región es la subalimentación de las hembras en gestación, lo cual se agrava cuando la oveja no tiene una adecuada preparación para el encaste y llega a otoño en baja condición corporal. Ello conlleva nacimientos de bajo peso y falta de vigor en el recién nacido, lo cual se agrava con el efecto climático dependiendo de la fecha de parición, el efecto de parasitosis o enterotoxemia mal manejadas. Manejo preventivo La base de un manejo preventivo eficaz es el manejo de los factores asociados y no el control de las causas directas de muerte. El factor que provoca mayor impacto económico sobre la actividad son los depredadores. En este sentido, es clave identificar el tipo de depredadores existentes en la zona en que se ubica al plantel, para diseñar una estrategia disuasiva. En el caso de depredación por perros, la estrategia comprende desde el uso de potreros especiales de parición hasta el uso de perros pastores, pasando por la recolección de las placentas, el uso de cercos enmallados, etc. En el caso del puma o el zorro, la única estrategia eficaz es usar vigilantes que acompañen al rebaño como burros o alpacas. Para el caso de aves rapaces, basta con considerar cobertizos de malla en el potrero de parición o pequeñas arboledas. Otro factor de gran impacto es la nutrición del rebaño. Hembras bien alimentadas y en buena condición corporal previo al encaste tendrán una mejor gestación, crías de peso adecuado y una mayor lactancia. El resultado serán animales de mayor vigor y menor vulnerabilidad frente al clima y a enfermedades. Para esto es clave no sobrepasar la capacidad de carga del predio, mejorar las praderas, conservar forraje, manejar el rebaño según su condición corporal y suplementar adecuadamente en invierno. Sin embargo, un buen nivel nutricional no es suficiente para controlar los efectos de factores como sanidad y clima. El manejo del factor sanitario implica como aspectos básicos impedir el contacto del plantel con animales de dudoso estatus sanitario, mantener un plan anual de vacunación, realizar 2 a 3 despalmes anuales y una estrategia de dosificación y rotación de pastoreo para las parasitosis. Finalmente, reducir el impacto del factor climático requiere conocer de manera precisa las condiciones ambientales locales y, en función de ello, proyectar infraestructura de protección. El sentido de protección tiene que ver con evitar la exposición del rebaño durante lapsos prolongados a condiciones simultáneas de frío, lluvia y viento. Por ello, se recomienda realizar una estabulación nocturna en los meses en que existe una mayor frecuencia de este tipo de condiciones climáticas (junio a agosto). Como alternativa al galpón son de gran utilidad las cortinas cortavientos, los bosquetes o zonas de matorrales y renovales y cobertizos pequeños dentro de los potreros. Instituto de Investigaciones Agropecuarias – Centro Regional de Investigación Remehue Informativo Remehue N° 60