Relaciones de semejanza o diferencia de Tomás de Aquino con otro autor o corriente filosófica. Algunos autores afirman que Tomás de Aquino “cristianiza” la filosofía de Aristóteles. Esta es la razón por la que elijo este autor para percibir afinidades y diferencias entre ambos. La aparición de una obra como la de Aristóteles, que invadiría todos los órdenes de la cultura y aficionaría a los hombres al saber profano, desviándoles profundamente del credo cristiano (hasta negar la inmortalidad del alma), suponía un peligro para la Iglesia y un daño para las almas. La intuición “salvadora”, la solución a este gravísimo problema, brotó en la mente de Tomás de Aquino. De esta forma, Tomás de Aquino quiso armonizar la razón (Aristóteles) con la fe (cristianismo). Ambos se sirvieron del método inductivo para tratar de llegar a la verdad, es decir, desde los datos particulares que nos ofrecen los sentidos, la inteligencia asciende a las causas generales. Tomás de Aquino trató de partir de los fenómenos del mundo sensible (movimiento, efectos, bellezas, etc.) para ascender a la verdad o Dios. Aristóteles, para conseguir los conceptos generales, parte de los individuos concretos o sustancias primeras. Las vías para demostrar la existencia de Dios, que emplea Tomás de Aquino, siguen fundamentalmente este método. Otra de las grandes similitudes se percibe en los conceptos, de procedencia aristotélica, utilizados por Tomás de Aquino en sus vías; por ejemplo, la “causa eficiente” (la que origina el movimiento o cambio) en la segunda vía, el par de conceptos “acto/potencia” en la tercera vía (lo que es y lo que puede ser, respectivamente), llegando a denominar a Dios acto puro, y uno de los conceptos vertebradores de la filosofía aristotélica (teleología) en la quinta vía. Grandes semejanzas (y también diferencias) entre ambos se perciben también en la ética. Ambos se sirven de la noción que denominamos “teleología” (el ser humano tiene un fin por naturaleza), para identificar el sentido de la vida humana, a la vez que señalan las virtudes éticas y dianoéticas (cardinales, en la teología cristiana) para llegar a la plenitud. Sin embargo, la plenitud para Aristóteles será la contemplación de la verdad (filósofo-científico), mientras que para Tomás de Aquino será la contemplación de Dios (teólogo-místico). Análoga diferencia se percibe en el modo de alcanzarla ya que, para Tomás de Aquino, no serán suficientes las virtudes antropológicas si no son completadas por las teologales (fe, esperanza y caridad). En esta línea se pueden comparar sus pensamientos políticos. Para ambos, el hombre es social por naturaleza siendo el fin de Estado el bien común de los ciudadanos; sin embargo, para Tomás de Aquino, a diferencia de Aristóteles, el Estado está supeditado a la religión, por ello debe fomentar la vida religiosa cristiana. De ahí que, para Tomás de Aquino, la mejor forma de organización política sea la monarquía, donde el rey ostentaría el cargo de delegado de Dios en la tierra. Aristóteles, sin la influencia religiosa bíblica, propondrá como mejor forma política la república, como un régimen mixto de los mejores que buscan el bien común.