(47) Calderón y Arana.—ROCAS VOLCÁNICAS DE CANARIAS. 311 porfídicos, que vienen así á constituir parte del magma, se verifican en tanto que la pasta permanece en estado fluido y dotada de movilidad; el fenómeno de las microfluctuaciones lo demuestra de una manera incuestionable. Las rocas de Canarias ofrecen muchos ejemplos de semejantes corrientes de masa, m u y bellos en las andesitas augíticas, en que la arenilla de magnetita, extendida como el moho en el agua de un arroyo, pone de manifiesto bandas irregulares en torno de los cristales previamente constituidos. La figura 7. , corresa FlGÜBA 1." pondiente á una andesita augítica recogida por nosotros en la cumbre de Gran Canaria, muestra un gran cristal de sanidino colocado en el centro de una gran corriente de pequeños individuos de plagioclasa, que, encontrando aquél como obstáculo á su paso, le han abrazado en torno. Ya en nuestra Reseña de las rocas de la Gran Canaria habíamos advertido que un mismo mineral de los fundamentales se puede presentar á la vez en dos series, porfídica la una y magmática la otra, conservándose una completa independencia entre ellas, y con lo que dejamos dicho se comprenderá que tal es el natural resultado de la manera como se han consolidado los materiales que nos ocupan. También se desprende de lo anteriormente dicho que los cristales porfídicos rotos y mezclados después en el m a g m a , pueden afectar la apariencia de una serie intermedia entre aquéllos, que, si se estudia con atención, revela por el contorno anguloso de sus falsos individuos la verdadera causa de su existencia. Después de formados los cristales porfídicos y los elementos granosos ó cristalinos de la materia fundamental, queda aún un residuo muy abundante de la primitiva sustancia vitrea,