Energías limpias en Venezuela Las energías limpias o energías verdes son aquellas que provienen de fuentes naturales y su efecto contaminante al medio ambiente es muy bajo; por eso su nombre. Las más populares hoy en día son la Energía Solar, Eólica e Hidroeléctrica. Ahora, ¿qué tan limpias son realmente? La energía eólica es aquella que utiliza la fuerza del viento para mover unas aspas, que a su vez mueven un generador que produce electricidad. Este tipo de energía depende de vientos muy específicos, que se dan en momentos del día que no se requiere tanta energía; se necesita almacenar energía de alguna manera. Además, con su uso, se genera una contaminación sonora importante; lo cual obliga a que se encuentren retiradas de cualquier tipo de ciudad. La inversión inicial que debe hacerse es elevada y deben hacerse unos estudios del viento para asegurase que sirvan para generar energía eléctrica. La energía solar tiene dos tipos: la fotovoltaica que se basa en los panales para absorber la energía; la térmica que se basa en espejo reflejando los rayos del sol a un punto para hervir agua en una caldera, la cual genera vapor, pasa por una turbina y genera electricidad. Desde ese punto de vista, se oye bastante limpia y cuidadosa con el medio ambiente. Sin embargo, existe el mismo problema que con la eólica, la sincronía. El hecho que la energía dependa de la luz solar – la cual existe en su mayoría durante el día- y la mayor demanda eléctrica sea durante la noche, hace que se requiera de alguna forma de almacenamiento de energía para poder utilizarla cuando realmente es necesaria. La fuente de almacenamiento por excelencia es: la batería. La batería es probablemente lo más contaminante hoy en día. La batería no es biodegradable y tarda siglos en descomponerse. Además, libera tóxicos que son letales hasta para el ser humano. No sólo la batería en sí es contaminante, su proceso de producción es altamente dañino para el medio ambiente. En el mundo, se está haciendo mucho para cubrir estas brechas. Actualmente los países quieren dejar su dependencia al petróleo y han invertido mucho. Dado esto, nuevas tecnologías están surgiendo para el almacenaje limpio pero la mayoría es experimental o muy difícil de implementar, sobretodo en Venezuela. Entonces, ¿qué se está haciendo en el mundo para cubrir estas brechas? Actualmente, lo que está ocurriendo es que se está fomentando cambiar el ciclo convencional de la energía (generación- trasmisión- distribución -comercialización) al permitirle al usuario final el poder generar energía eléctrica. El usuario final puede colocar unos paneles o pequeños molinos en sus casas y si no está usando esa energía al momento de generarla, se la puede vender de vuelta al sistema eléctrico. Con esto, fomentas que existan esas inversiones del usuario, evitas la necesidad de almacenar la energía y como estado puedes reubicar las inversiones planificadas para generación. Este cambio de paradigma energético se encuentra prohibido por la ley actual venezolana en materia de energía. El potencial energético de Venezuela es envidiable por muchos países, sobre todo su potencial en energías limpias; es momento de capitalizarlo para ayudar al planeta y fortalecer la economía y desarrollo del país. Las energías limpias actualmente están en boca de todos; la inversión mundial hacia ese tipo de energía ha aumentado gracias a la recesión que hubo y a la alza del petróleo de hace unos años. Países como España y Alemania se han enfocado en transformar su fuente de energía hacia una más limpia, por su beneficio al planeta y sobretodo su beneficio económico o reducir su dependencia del petróleo. Pero, ¿esas energías verdes realmente son limpias? ¿Qué tan aplicables son en Venezuela? ¿Cómo nos afecta el utilizar o no esas energías? La energía solar convencional y la eólica pueden no ser tan limpias, al observar el ciclo completo y considerar todas las variables involucradas, esencialmente por la etapa de almacenamiento Conociendo el hacking ético Venezuela en los últimos tiempos ha estado invirtiendo principalmente en la etapa de generación; sobre todo a nivel termoeléctrico. La cual se obtiene al quemar algún tipo de combustible (carbón, gas, gasolina, etc.) para generar electricidad. Este tipo de generación suele ser más económica que el resto y su tiempo de implementación y puesta en marcha es mucho menor. Sin embargo, es altamente contaminante y en el caso de Venezuela, el costo de oportunidad es muy alto. Autor Alejandro Amabili, Senior de Servicios de Asesoría Venezuela cuenta con la tercera planta hidroeléctrica más grande del mundo (El Guri). Además, existen varios proyectos en el Orinoco para aprovechar aún más su potencial energético, pero no son prioritarios para el sector. Además, Venezuela cuenta con un potencial hidroeléctrico envidiable por todos los países, no sólo con el Orinoco, sino también con varios ríos de paso en la parte andina del país, que pueden surtir a varios pueblos del país. El principal problema con las plantas hidroeléctricas es que requiere una inversión enorme y la implementación es engorrosa y lenta, al igual que sus mantenimientos. Sin embargo, con una buena planificación y gestión es más que posible. Otro detalle que ocurre con la Hidroeléctrica es que no debe descuidarse la inversión en transmisión, dado que los ríos se encuentran alejados de las grandes ciudades. Pero Venezuela con Guri tiene más de la mitad del camino recorrido; lo que debe hacer es enfocarse en sus mantenimientos, en terminar los demás proyectos que ya están adelantados e invertir en las líneas de transmisión existentes para que esa energía generada llegue a todo el país. Por eso, la clave para el uso de la energía limpia e incluso el futuro del sistema eléctrico del país depende de una correcta gestión de proyecto; que incluye una planificación asertiva, una adaptabilidad al entorno cambiante, una correcta gestión de recursos y riesgos, un seguimiento y control oportuno, etc. Esto, combinado con las prácticas líderes globales ayuda a potenciar la capacidad eléctrica de Venezuela, aprovechando sus recursos naturales para cuidar el planeta y ayudar a la economía y desarrollo del país. 2