La cordilleras exteriores a la Meseta

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Geografía de España. Relieve: 4. Cordilleras exteriores a la Meseta
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4. CORDILLERAS EXTERIORES A LA MESETA
4.1. CORDILLERA COSTERO CATALANA
De 250 Km. de longitud y 30 o 40 de anchura, es compleja tanto por su origen
como por su morfología.
El movimiento herciniano levantó los macizos, hoy inexistentes, catalano–
balear y el del Ebro, que durante el mesozoico fueron fuertemente atacados por la
erosión, hasta convertirlos prácticamente en penillanuras1 . Durante este mismo
período las zonas hundidas y cubiertas por el mar sufrieron el proceso de depósito,
mayor en dirección a mar adentro (NW), en las zonas donde se formaron calizas
luego tendremos paisaje cárstico. El movimiento alpino alteró sustancialmente el
paisaje: hundió los macizos hercinianos y levantó las antiguas fosas en un sistema
de horst y de fallas (de NE a SW), plegando los depósitos mesozoicos sobre ellos
depositados, dando, según su abundancia y grosos (de menor a mayor y de NE a
SW)), lugar a estructuras sajónicas, jurásicas o pirenaicas. De este período es
importante también destacar los fenómenos volcánicos. Para concluir, el movimiento
de reajuste miocénico dio lugar a una serie de fallas transversales a la cordillera que
son las que orientan la red hidrográfica y aíslan sierras y macizos.
Podemos diferenciar cuatro zonas:
a/ Una depresión costera, constituida por una falla con depósitos
postalpinos, hundida en el mar, de la que, no obstante, quedan restos en la zona
Barcelona–Palafrugell.
b/ La cadena costera, de unos 150 km. (desde Vilanova i la Geltrú hasta
Gerona), que en las zonas donde recibió menos depósitos (NW) tiene estructura
germánica y, donde fueron más abundantes (SE) la tiene jurásica.
c/ La depresión prelitoral es una falla rellena con materiales continentales
postalpinos, que al fracturarse y hundirse abrió el camino a fenómenos
volcánicos y termales.
d/ La cordillera prelitoral, de 250 km. (desde el Ampurdam hasta el Puerto de
Beceite), que pasa, de Norte a Sur, de estructuras germánicas a jurásicas (por
las mismas razones que la “litoral”).
4.2. LOS MONTES VASCOS
(Utilizable si se incluyen en este lugar sus contenidos y no en la Cordillera Cantábrica)
Los Montes Vascos desde la perspectiva de su inclusión en el movimiento
que levantó los Pirineos.
Su origen se sitúa en el movimiento de la placa ibérica hacia la Europea, que
1
.– Materiales de este proceso erosivo se depositaron en los bordes de los macizos y se
sedimentaron como conglomerados. Posteriormente, cuando fueron levantados y expuestos a la
erosión, resistieron mucho mejor que lo que los rodeaba, y hoy aparecen como sierras o zonas
montañosas, la más famosa de las cuales es la de Montserrat.
1
Geografía de España. Relieve: 4. Cordilleras exteriores a la Meseta
originó la reactivación de la falla Norpirenaica (parte de la falla atlántica), que, en el
Cretácico, da lugar a la creación de un rift (expansión cortical, dentro del proceso de
apertura del océano Atlántico–Golfo de Vizcaya), y, en el Cretácico final, con el inicio
del movimiento compresivo, da lugar a un movimiento subducción.
Dos aspectos caracterizan la tectónica de los Montes Vascos:
1/ La existencia de la falla activa de Pamplona, que produce un cambio en el
sentido de la subducción. Hasta esa falla la plataforma Ibérica se subduce bajo
la Europea, dando lugar a los procesos de cabalgamiento y vergencia hacia el
Sur, que caracterizan al Pirineo, mientras a partir de la falla la subducción es
inversa, la placa Europea y la corteza oceánica del Golfo de Vizcaya se
introducen bajo la placa Ibérica, por lo que la vergencia se produce hacia el
Norte. Esto explica que en el sector vasco los materiales paleozoicos no
aparezcan, exceptuando la franja oriental del macizo de las Cinco Villas, como lo
hacen en el Pirineo.
Por otro lado, la falla de Pamplona produjo que la fuerza compresiva Norte–
Sur, que da lugar a las estructuras pirenaicas, se modificase por una NE–SW,
que el sentido de los ejes sinclinales de los Montes Vascos.
2/ El cerramiento de la antigua fosa–mar pirenaico se realizó de Este a Oeste.
Comenzó en el Paleoceno en el extremo oriental pirenaico y concluyó al final de
Holoceno en la zona occidental. Por ello, en esta última zona hubo una mayor
acumulación de materiales sedimentarios marítimos (flisch, calizas, margas...),
dúctiles y plásticos, que darán lugar a una mayor facilidad para el plegado
jurásico.
Por otro lado, en los Montes Vascos tampoco se observa la importancia que
los mantos de corrimiento tuvieron en el Pirineo. La existencia de fuerzas
compresivas menores (el acercamiento de la placa Ibérica a la Europea en la zona
pirenaica fue de unos 100–50 Km), la vergencia hacia el N, antes citada, y la
existencia de un flanco Sur con menos desnivel (en el Pirineo se genera la depresión
del Ebro, hacia donde, por la fuerza de la gravedad, se deslizan los mantos de
corrimiento), en el que se encuentra el flanco nororiental de la Meseta y una
pequeña –y la más levada– proporción del valle del Ebro, son las causas de ello.
Los Montes Vascos se estructuran en ejes NW–SE, con tres zonas muy
marcadas:
1/ Desde la costa al llamado umbral atlántico–mediterráneo, las alineaciones
montañosas NW–SE presentan un escalonamiento desde la costa al interior.
Tenemos tres alineaciones: la más norteña, con alturas inferiores a los 750
metros, en cuyos flancos se desarrollan las abruptas y acantiladas costas, una
intermedia, con alturas inferiores a los 1.000 metros, y el llamado “umbral” (una
cadena de sierras desde la de Salvada hasta la de Aitzgorri), que conecta con la
zona paleozoica del macizo de las Cinco Villas. Es en esta última donde se dan
las mayores alturas, aunque no superan los 1500 metros, y donde aparecen los
relieves en cuesta, con su frente hacia el N. Las morfoestructuras que aparecen
son plegamientos de materiales blandos erosionados por la potente red fluvial,
2
Geografía de España. Relieve: 4. Cordilleras exteriores a la Meseta
que da lugar a sinclinales colgados, anticlinales desmantelados, relieves en
cuesta... y paisajes cársticos.
2/ La llamada depresión intermedia (llanada alavesa), que no es sino una fosa
subsidente desde el Cretácico, que conecta con la fosa intermedia pirenaica,
donde se acumulan materiales resultantes de la erosión–depósito de las sierras
que la rodean.
3/ Un conjunto de alineaciones que separan la fosa intermedia de la del Ebro.
Son dos alineaciones, también con ejes dirección NW–SE, que están separadas
por la depresión de Treviño. La altura de la primera alineación no supera los
1.100 metros, mientras la segunda, que presenta una línea de cabalgamiento
(por la fuerza de la gravedad) sobre el valle del Ebro, tiene alturas en torno a los
1.450 metros.
4.3. EL PIRINEO
De 435 Km. de longitud (desde el golfo de Vizcaya hasta el cabo de Creus),
las alturas máximas las alcanza en la zona central, en torno a los 2.000–3.000m.
(Aneto, 3.404)
Fases de su génesis: el movimiento herciniano levantó los macizos del Ebro
(donde hoy está el valle) y de Aquitania, hundiendo una fosa entre los dos (donde
hoy están los Pirineos), cubierta por el mar. El mesozoico fue una fase de erosión y
sedimentación en esa fosa. El movimiento alpino hundió lo que quedaba de aquellos
macizos y levantó los sectores del zócalo que habían sido una fosa, plegando la
cobertera acumulada sobre ella en el período anterior, en dirección E–W
(recordemos que se enfrentaban las fuerzas de las plataformas ibérica y francesa),
en dos grandes anticlinales, con otros más pequeños cada uno de ellos. Donde
había estratos de materiales muy blandos (margas marinas) se produjeron
cabalgamientos (pirenaico) y corrimientos. Hasta el reajuste isostático miocénico fue
una etapa de erosión y depósito en los valles2 . El citado reajuste supuso un
reelevantamiento
que
tuvo
dos
Zona
Central
consecuencias importantes: aportar una gran
variedad litológica y exhumar formas (zonas
del zócalo de la zona axial, antiguos
E
sinclinales, relieves invertidos...) y materiales
W
fosilizados bajo los mantos terciarios
depositados, provocando un rejuvene–
Desciende
Mayor altura
Desciende
cimiento de la erosión.
bruscamente
suavemente
FIGURA 4. Perfil longitudinal
2
.– Los mallos de Riglos, por ej., son unos conglomerados sedimentados desde detritos de esta fase, que han
resistido mejor a la erosión que el material más blando que lo rodeaba, y hoy quedan a la vista como zonas
elevadas.
3
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En este complejo modelo actuaron las erosiones glaciar y fluvial. La primera
tuvo importantes consecuencias en esta cordillera. Están localizados 10 glaciares
que descendieron sus lenguas hasta los 700 m. sobre el nivel del mar (las nieves
perpetuas se encontraron a partir de los 1.800 m). El resultado fue la excavación de
valles en U, etc..., y la herencia de los ibones
o pequeños embudos formados
por el hielo, que al fundirse nos ha dejado los pequeños lagos pirenaicos. La erosión
Fase 1
Plegamiento
Fase 2
Comienza el corrimiento
Raiz
Fase 3
cadena alóctona
Raiz
Cadena
alóctona
Frente
Estrato muy plástico
Fuerza lateral muy potente
FIGURA 5. Cadenas Alóctonas
fluvial ha dado lugar, entre otras cosas al sistema de valles, longitudinales (uno
solamente, a través de la fosa media E–W) y transversales.
Zonas del Pirineo: podemos diferenciar claramente cuatro:
a/ La zona axial es el eje de la cordillera, los restos exhumados del zócalo
herciniano (calizas muy antiguas, pizarras y cuarcitas –apalachense– y granitos,
sobre todo en las zonas más altas de Posets–Maladeta–Aneto, que han resistido
mejor a la erosión), es la zona más alta, entre 2.500 y 3.000 m. (Aneto, 3.404).
b/ Las sierras interiores (Monte Perdido, Visaurín, Collarada, Tendeñera,
Cotiella, Cadí...), corresponden ya a lo que se suele llamar prepirineo (zona de
los plegamientos), son el primer anticlinal (de los dos que hemos señalado
antes) y esta pegado al eje axial. Sus materiales son mesozoicos y su estructura
es jurásica y pirenaica, siendo frecuentes los mantos de corrimiento. En las
zonas calizas aparecen paisajes cársticos y relieves de detalle en escamas.
c/ La depresión media prepirenaica también denominada “canal de
Berdum”, que va de Pamplona a Tremp. Es el sinclinal entre los dos grandes
anticlinales, está rellena de depósitos de la erosión en las zonas más altas que
la rodean. La erosión fluvial ha acentuado su depresión.
d/ Las sierras exteriores o segundo gran anticlinal, (también forma parte del
denominado prepirineo). Tiene alturas inferiores a los 1.900 m. rondando entre
los 1.000 y 1.700. Su composición litológica con materiales mesozoicos
permitieron plegamientos jurásicos y corrimientos. En las zonas con calizas
aparecen paisajes cársticos, como los cañones o foces. Son frecuentes también
los fenómenos de diapirismo3 y de vulcanismo cuaternario (Olot).
3
.– Mecanismo por el cual una masa de rocas menos densas instruye instruye o se introduce entre las capas
suprayacentes (superiores) más densas, después de romper las capas inferiores o, como es el caso, a través de
las facturas producidas por las convulsiones de un movimiento orogénico.
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Geografía de España. Relieve: 4. Cordilleras exteriores a la Meseta
4.4. LAS CORDILLERAS BÉTICAS
De una longitud de 620 Km. Se extienden desde Cádiz al Cabo la Nao, con
dirección SW–NE. Su altura máxima es el Pico de Mulhacén de 3.482 m.
Su origen: el movimiento herciniano había levantado el zócalo peninsular y el
(hoy inexistente) macizo Bético–Rifeño, quedando entre los dos un geosinclinal
cubierto por el mar. Durante el mesozoico y parte del terciario se fueron depositando
en esta parte hundida potentes espesores de sedimentos, donde alternaban calizas
y margas sobre materiales muy plásticos (blandos, moldeables y lubricados). Ya en
el mioceno, el movimiento orogénico provocado por el acercamiento de las placas
ibérica y africana, dará lugar al plegamiento de estos estratos adoptando la forma de
mantos de corrimiento (dirección S–N) y
pliegues alóctonos4 (cadenas alóctonas son
Dirección del empuje que provocó el corrimiento
aquellas que se desplazan de su lugar de origen: la
compresión fue tan intensa que formó pliegues
inclinados y tumbados en la dirección del empuje;
estos pliegues fueron arrancados de sus raíces y
transportados, por deslizamiento sobre capas muy
plásticas, generalmente arcillas, hasta muy lejos del
lugar donde se depositaron estos estratos ), y al
Raices
tectónicas
Zocalo en forma de cúpula.
El reajuste isostático lo
sobreelevó y la erosión le
dió forma.
Restos de manto
hundimiento de la fosa del Guadalquivir. A
finales del neozoico y principios del
Esquema de Sierra Nevada
cuaternario, la zona sufrió un nuevo
reajuste isostático que tuvo las siguientes consecuencias:
1/ Reelevación del sistema con exhumaciones de materiales del zócalo y
rejuvenecimiento de la erosión, que va a dejar las cumbres sin prácticamente
cobertera secundaria.
2/ Reelevación de la zona Norte con lo que se cierra por esta parte al mar la fosa
del Guadalquivir, que comienza la sedimentación de su valle.
3/ Hundimiento de fosas sublitorales, con la formación del estrecho de Gibraltar.
4/ Fenómenos de vulcanismo.
La fortísima erosión cuaternaria, como ya hemos señalado, va a dejar
cobertera mesozoica sólo en las zonas hundidas, que además van a recibir los
depósitos de lo arrancado en las cumbres. La erosión fluvial tiene diferencias según
sea de la vertiente Norte o Sur. La primera, a cargo de las redes del Guadalquivir y
el Segura, se ejecuta explotando las zonas de margas, mucho más blandas que las
calizas; la segunda vertiente, correspondiente a los ríos que van a desembocar
directamente sobre el mar, presenta una red muy heterogéneas, que utiliza la fosas
y, dado el gran desnivel existente, ejecuta una erosión muy viva, labrando angostos
y encajados valles.
Podemos diferenciar cuatro grandes zonas:
a/ Sierras penibéticas (o propiamente béticas): son la zona nuclear, donde se
encuentran las raíces de los mantos de corrimiento y los sectores del zócalo
sobreelevado por el reajuste de finales del terciario o exhumados por la erosión.
4
.– En este plegamiento se incluyen áreas de las Baleares o del Rif marroquí.
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Se distinguen tres subunidades:
– Sierras interiores, donde se dan las mayores alturas (Sierra Nevada).
Entre sus formas de relieve vemos domos5 y cúpulas producidas por la
erosión sobre el duro material paleozoico del zócalo que asoma en las
cumbres, junto a ellos las raíces triásicas dan lugar a sierras de tipo
apalachense. También aparecen mantos de corrimiento (sierra de Baza,
Alpujarras...) Y erosión glaciar, especialmente en Sierra Nevada.
– Sierras litorales, son las zonas de los mantos que aparecen con formas
de detalle en klippe6 . También hay restos de vulcanismos (Gata, Palos),
muchas veces con forma de acantilados o de abruptas sierras.
– Flysh7 del Campo de Gibraltar (arenas, areniscas, margas, calizas...). Del
Cretácico–Paleoceno, sobre el que la erosión desigual, según la dureza de los
materiales, ha dado lugar a una fuerte fragmentación en escamas, pliegues,
etc...
b/ Surco o depresión intrabético (hoyas de Antequera, Granada, Guadix...),
que en realidad son un conjunto de fallas de finales del neozoico, rellenas de
materiales detríticos de finales del terciario y de evaporitas y calizas (no olvidemos
que el cierre al mar del valle del Guadalquivir es muy reciente). La erosión provocada por
el contraste típicamente mediterráneo entre época muy áridas y otras de lluvias
torrenciales, junto con la devastadora acción del hombre, han provocado un
empobrecimiento de este suelo.
c/ Sierras Subbéticas constituidas por pliegues jurásicos en las zonas
interiores con calizas, mantos alóctonos, que la erosión a individualizado en
Klippes, que aparecen como macizos aislados (sierras de Antequera y Jabalón),
donde se ha realizado una erosión diferencial, según la dureza de los materiales,
apareciendo crestas de calizas, frentes en escama, sinclinales colgados...
d/ Sierras prebéticas, constituidas sobre la cobertera mesozoica–terciaria, en
las zonas más meridionales mantiene la estructura de mantos alóctonos, aunque
menos desplazados (están más alejadas del eje que ejerció la fuerte fuerza lateral) que en
las subbéticas; mientras que en las más septentrionales pasa a tener una
estructura sajónica.
En conjunto, y para concluir, señalar otro aspecto importante del relieve de
estas cordilleras: la importancia de los paisajes cársticos, tanto superficiales
(Antequera) como en profundidad (cuevas de Nerja y Aracena).
5
.– Formas redondeadas, semiesféricas.
6
.– Conjunto elevado, que formó parte de un manto, pero que la erosión ha aislado de sus orígenes.
7
.– Formación de depósitos marinos de gran profundidad.
6
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