14/11/15 420324506.doc Para que te suene: audios de economía Unidad 10 La intervención del estado y la política fiscal Uno de los legados más importantes de la economía keynesiana es la justificación de la posibilidad de un desempleo crónico, pues el libre juego del mercado no asegura el pleno empleo. Keynes trató de explicar por qué la demanda agregada podría ser insuficiente y mantenerse así de forma indefinida. Defendió la necesidad de que el Estado interviniese para tratar de estimular la demanda agregada y, de este modo, elevar la producción y el empleo. En este sentido, la utilización de los poderes del Estado para incrementar el gasto público y reducir los impuestos, es decir, para apelar a la política fiscal, adquiere una importancia capital, y a su estudio se dedica esta unidad. En cualquier caso, el recurso a una política fiscal expansiva requiere serias cautelas debido a sus consecuencias sobre el déficit público y la deuda. Por otro lado, en ocasiones se recurre a la política fiscal contractiva para compensar desequilibrios macroeconómicos, generalmente relacionados con la inflación. 1. La intervención del Estado y la política fiscal [Cortinilla de audio] Desde que estalló la Gran Depresión en 1929, se abrió un debate entre los partidarios y los detractores de la intervención del estado en economía. Este debate ha llegado hasta nuestros días. Así, los economistas keynesianos, partidarios de las ideas de Keynes, rechazan que la economía tienda libremente al pleno empleo de los recursos productivos, y recomiendan la intervención del Estado para estabilizar la economía. Por su parte, los monetaristas o liberales, cuyo principal referente es Milton Friedman, confían en el libre juego de las fuerzas del mercado como instrumento para situar la economía próxima al pleno empleo. Por ello, consideran que la intervención del Estado se debe reducir a lo mínimo posible. La actuación del estado en economía se lleva a cabo mediante la política monetaria y la política fiscal. Esta última será la que estudiaremos en la presente Unidad. La política fiscal se refiere a las decisiones del Gobierno sobre el nivel del gasto público y los impuestos. El gasto público está integrado por gastos corrientes y gastos de inversión. Dentro del epígrafe general de gastos llevados a cabo por el sector público, existen dos categorías bien definidas: compras de bienes y servicios y transferencias del Estado a los particulares. Página 1 de 5 14/11/15 420324506.doc Para financiar sus gastos, el estado establece impuestos. Estos son una imposición del sector público a los individuos, unidades familiares y empresas, para que paguen una cierta cantidad de dinero en relación con determinados actos económicos, como, por ejemplo, cuando se consume un bien, cuando se obtienen ingresos por el trabajo o cuando las empresas generan beneficios. Aunque el principal objetivo de los impuestos es recaudar fondos para cubrir el gasto público, estos también cumplen otros fines, como redistribuir la renta o reducir la producción de algunos bienes como el tabaco. Es muy poco probable que la demanda agregada sea exactamente la cantidad deseada para alcanzar el producto potencial, pues los consumidores, los inversores y los extranjeros toman sus decisiones de gasto de forma independiente. Por ello, cabe pensar en el gasto público o los impuestos como una variable de ajuste, que aumente o reduzca la demanda agregada como sea más conveniente. Esta idea da lugar a la políticas fiscales expansivas y restrictivas. La política fiscal expansiva se concreta en una expansión del gasto público o una reducción de los impuestos, y hace que aumenten la producción, el empleo y los precios. A largo plazo causa también un aumento de salarios que neutraliza el efecto beneficioso inicial sobre la producción. Por otro lado, la política fiscal restrictiva, concretada en un aumento de los impuestos o una reducción del gasto público, hace que disminuyan la producción, el empleo y los precios. 2. La política fiscal y el presupuesto del sector público [Cortinilla de audio] La política fiscal se plasma en el presupuesto del sector público. Este es una descripción de sus planes de gastos y de los ingresos que es preciso obtener para financiarlos, todo ello durante un periodo de un año. Los ingresos públicos son los fondos que van a parar al sector público para poder cubrir los gastos. El gasto público es el conjunto de obligaciones de pago contraídas por el sector público como consecuencia de su actuación como agente económico. El presupuesto es un instrumento básico de planificación financiera a corto y medio plazo, y un instrumento clave de política económica. Los documentos que integran los Presupuestos Generales del Estado contienen los objetivos económicos del ejercicio, los ingresos y gastos detallados y los instrumentos de política microeconómica que se utilizarán para cumplir los presupuestos. Si los ingresos públicos superan a los gastos, el presupuesto presentará superávit. Pero cuando los gastos son mayores que los ingresos se habla de déficit. Este último puede financiarse mediante nuevos impuestos o por emisiones de deuda pública. Página 2 de 5 14/11/15 420324506.doc 3. El presupuesto público y el ciclo económico [Cortinilla de audio] ¿En qué sentido es perjudicial el déficit público? ¿En qué circunstancias puede ser conveniente? Las respuestas de los economistas a estas dos preguntas varían, aunque pueden agruparse bajo dos grandes enfoques. Por un lado, los monetaristas sostienen que el presupuesto debe mantenerse en equilibrio año tras año, dado que defienden que el estado no debe intervenir para estabilizar la economía. Por otra parte, los economistas keynesianos sostienen que sí debe llevarse a cabo una política activa de estabilización, por lo que recomiendan que el presupuesto se equilibre a lo largo de un ciclo económico, presentando superávit en épocas de auge y déficit en momentos de recesión. La propia naturaleza de los ingresos y gastos públicos hace que el presupuesto y el déficit sigan una pauta cíclica. Durante las recesiones, las transferencias públicas aumentan y disminuyen los ingresos impositivos, haciendo que el déficit presupuestario se incremente (o que disminuya el superávit). Durante las expansiones ocurre lo contrario. Esta circunstancia hace recomendable distinguir entre déficit cíclico y déficit estructural. El primero es la parte del déficit presupuestario que varía con el ciclo económico. El déficit estructural es independiente del ciclo económico; se debe a desajustes estructurales entre los ingresos y los gastos públicos. Se puede hablar de una política fiscal activa o discrecional, que se concreta en la toma de medidas explícitas sobre los gastos y los ingresos públicos con objeto de tratar de estabilizar la economía. Las principales políticas fiscales discrecionales son los programas de obras públicas, los proyectos públicos de empleo, los programas de transferencias y las alteraciones de tipos impositivos. Pero además, el sistema impositivo tiene unos efectos automáticos que es conveniente analizar. Un estabilizador automático es cualquier hecho del sistema económico que mecánicamente tienda a reducir la fuerza de las recesiones o de las expansiones de la demanda, sin que sean necesarias medidas discrecionales de política económica. En ocasiones, el aumento del gasto público origina lo que se conoce como efecto desplazamiento, que tiene lugar cuando el gasto público, los déficits presupuestarios o la deuda pública reducen la cantidad ahorro disponible para las empresas y, por tanto, las inversiones de estas. 4. Políticas sectoriales discrecionales: vivienda, sanidad y medio ambiente [Cortinilla de audio] El presupuesto se plasma fundamentalmente en una serie de actuaciones de carácter social y en un conjunto de políticas sectoriales discrecionales. Por su importancia, nos centraremos en las políticas de vivienda, sanidad y medio ambiente. Página 3 de 5 14/11/15 420324506.doc En España, la política de vivienda se concreta en el Plan Estatal de la Vivienda. Su objetivo es facilitar el acceso a la vivienda a los sectores más desfavorecidos. Para ello, se potencia la oferta de los productos singulares, como la rehabilitación, el desarrollo en el mercado de agentes económicos y las cooperativas, y se apoya la vivienda en alquiler. El sistema sanitario público intenta garantizar unas prestaciones universales y gratuitas. En este momento es posible optar por una doble cobertura, comprando seguros médicos privados o pagando servicios concretos cuando se necesiten. El principal problema del modelo de sanidad pública es que el aumento de prestaciones supone una presión sobre el gasto y genera escasez de medios materiales, lo que provoca listas de espera. Las altas tasas de crecimiento económico registradas durante las últimas décadas han supuesto un impacto negativo sobre el medio ambiente. Llega un momento en que el deterioro medioambiental que origina la actividad productiva entra en conflicto con el propio objetivo de crecimiento económico y con el bienestar de los individuos. En el contexto de la Unión Europea, la política ambiental pretende mejorar la calidad del medio natural y lograr un uso racional de los recursos, siguiendo las directrices de la Estrategia Mundial para la Conservación de la Naturaleza. Al mismo tiempo, la Unión Europea trata de garantizar que las obras de infraestructura y el desarrollo económico en general tengan en cuenta la protección del medio ambiente. 5. Contenido de los Presupuestos Generales del Estado [Cortinilla de audio] Los Presupuestos Generales del Estado incluyen tres tipos de documentos: los estados de gastos, los estados de ingresos y los estados financieros de las sociedades estatales. Existen varios criterios para clasificar las diversas partidas del gasto público. Según el destino, puede clasificarse en gastos corrientes, gastos de inversión y otros gastos. Los gastos corrientes constituyen el porcentaje más elevado de gastos del sector público y se destinan a dotar a la sociedad de servicios públicos, como educación, asistencia sanitaria o administración de justicia. Se dividen en adquisición de bienes y servicios y remuneración de personal. Los gastos de inversión se destinan a mantener y ampliar el capital productivo del país. Por último, la partida de otros gastos incluye las transferencias y las subvenciones. Los ingresos se pueden clasificar de forma orgánica y económica. La clasificación orgánica depende del agente al que se imputan los ingresos. Según este criterio, hay cuatro grupos de ingresos: del Estado, de los organismos autónomos, de las sociedades estatales y de otros entes públicos. La clasificación económica define el objeto o la clase de ingresos y se utiliza para su imputación contable. De la misma manera que los gastos públicos, los ingresos se dividen en tres grupos, y estos, a su vez, en capítulos. Página 4 de 5 14/11/15 420324506.doc Desde la perspectiva de la gestión, se consideran separadamente los ingresos no financieros y los ingresos financieros. Los no financieros, por su lado, se dividen en ingresos fiscales e ingresos no fiscales. Por último, desde un punto de vista operativo, los ingresos públicos pueden clasificarse en ordinarios y extraordinarios. Los ingresos ordinarios se obtienen regularmente a lo largo de un ejercicio fiscal. Proceden de los impuestos directos e indirectos y de la actividad de las empresas públicas. Los ingresos extraordinarios se obtienen de forma puntual cuando el sector público necesita disponer de fondos para atender sus necesidades. Proceden de la emisión de deuda pública, de la venta de activos como empresas o de impuestos extraordinarios sobre el patrimonio privado. Página 5 de 5