FRASES DE DISTINTOS AUTORES PARA TU AGENDA La cortesía no cuesta nada y gana mucho. La sumisión y la tolerancia no es el camino moral, pero sí, con frecuencia, el más cómodo. La humanidad tiene una moral doble; una que predica y no practica, y otra que practica pero no predica. La muerte consiste en ir perdiendo la costumbre de vivir. Una vez terminado el juego, el rey y el peón vuelven a la misma caja. Siempre hay un túnel, en el nacimiento y en la muerte. El fondo del corazón está más lejos que el fin del mundo. Dadme un punto de apoyo y levantaré el mundo. No existe en el mundo nada mas poderoso que una idea a la que le ha llegado su tiempo. La gran tragedia del mundo es que no cultiva la memoria, y por tanto olvida los maestros. No debemos tomar la terquedad de nuestros prejuicios como valor para defender nuestra opiniones. También el silencio es una opinión a veces. La Democracia es la necesidad de doblegarse de vez en cuando a las opiniones de los demás. La voz de uno nunca debe estrangular los pensamientos propios, ni ahuyentar los ajenos. En el fondo tener sentido del humor es ser consciente de la relatividad de las cosas. Un pesimista se queja del viento, el optimista espera que cambie, el realista ajusta las velas. El optimista cree en los demás y el pesimista solo cree en sí mismo. Un optimista ve una oportunidad en toda calamidad, un pesimista ve una calamidad en toda oportunidad. Si los hombres han nacido con dos ojos, dos orejas y una sola lengua, es porque se debe escuchar y mirar dos veces antes de hablar. Nuestros padres nos han enseñado a hablar y el mundo a callar. Del árbol del silencio pende el fruto de la seguridad. Pensamientos tontos los tenemos todos, pero el sabio se los calla. Los puñales y las lanzas no son tan afilados como las lenguas. No abras los labios si no estás seguro de que lo que vas a decir es más hermoso que el silencio. Luego que has soltado la palabra, ésta te domina. Pero mientras no la has soltado, eres su dominador. La idea que no trata de convertirse en palabras es una mala idea, la palabra que no trata de convertirse en acción es, a su vez, una mala palabra. La diferencia entre la palabra adecuada y la casi correcta es la misma que entre el rayo y la luciérnaga. Manejar el silencio es más difícil que manejar la palabra. Hay que reivindicar el valor de la palabra, poderosa herramienta que puede cambiar nuestro mundo aún en época de satélites y ordenadores. El hombre muere en todos aquellos que mantienen silencio ante la tiranía. Si quieres hacer la paz, no hables con tus amigos, habla con tus enemigos. El mantenimiento de la paz comienza con la autosatisfacción de cada individuo. Cuando los pacíficos pierden toda esperanza, los violentos encuentran motivo para disparar. Una mala paz, es todavía peor que la guerra. Los recuerdos comunes son a veces los más pacificadores. Para hacer la paz se necesita por lo menos dos, mas para hacer la guerra basta con uno solo. En circunstancias especiales, el hecho debe ser más rápido que el pensamiento. Nuestra cabeza es redonda para permitir al pensamiento cambiar de dirección. El arte es la filosofía que refleja un pensamiento. La mitad de nuestras equivocaciones nacen de que cuando debemos pensar, sentimos, y cuando debemos sentir, pensamos. Si con el pensamiento se caminara, ¡cuántas horas al día contigo estaría! El pensamiento, cuanto más puro, tiene su número, su medida, su música. No existe nada bueno ni malo, es el pensamiento humano el que lo hace parecer así. El pensamiento es la semilla de la acción. Siente el pensamiento, piensa el sentimiento. Los hombre movidos por ideales dejan de interesarse por la política. Ojo por ojo, diente por diente, y el mundo acabará ciego y sin poder comer. Las religiones, como las luciérnagas, necesitan de oscuridad para brillar. Los que de veras buscan a Dios, dentro de los Santuarios se ahogan. La casualidad es quizá el sinónimo de Dios, cuando no quiere firmar. La religión está en el corazón y no en las rodillas. Tenemos bastante religión como para odiarnos, pero no suficiente para amarnos. Para las personas creyentes, Dios está al principio, y para los científicos, al final de todas las reflexiones. Cuando siento una terrible necesidad de religión, salgo de noche para pintar las estrellas. La soledad es el precio de la Libertad. Jamás hallé compañero mas sociable que la soledad. La inactividad solo apetece cuando tenemos demasiado que hacer. En la medida en que el sufrimiento de los niños está permitido, no existe amor verdadero en este mundo. Produce una inmensa tristeza pensar que la naturaleza habla mientras el género humano no escucha. Si tu mal tiene remedio, ¿por qué te afliges? Si no lo tiene, ¿por qué te afliges? La audacia es en los negocios, lo primero, lo segundo y lo tercero. La llave del éxito en la vida es el conocimiento del valor de las cosas. No nos hace falta valor para emprender ciertas cosas porque sean difíciles, sino que son difíciles porque nos falta valor para emprenderlas. La vulgaridad es el blasón nobiliario de los hombres ensoberbecidos de su mediocridad. La verdad no triunfa a veces, pero sus adversarios acaban por morir ante ella. Nunca es igual saber la verdad sobre uno mismo que tener que escucharla por otro. En el vaivén eterno de las eras, el porvenir es siempre de los visionarios. La única manera de persuadir, es decir la verdad. Intento comprender la verdad aunque esto comprometa mi ideología. El hombre incapaz de alentar nobles pasiones esquiva el amor como si fuera un abismo. El sentido común es el instinto de la verdad. La verdad siempre resplandece al final , cuando ya se ha ido todo el mundo. La gloria de los pensadores, que traducen su genialidad mediante la palabra escrita, es lenta, pero estable. Nuestra dignidad reside, no en lo que hacemos, sino en lo que entendemos. La más intrépida paciencia no hace de un rutinario un pensador. La vida en sí es un proyecto, lo que ocurre es que no siempre somos sus arquitectos. Yo preparo mi proyecto y soy el arquitecto de mi destino feliz. La mitad de la vida es suerte, la otra, disciplina; y ésta es decisoria, ya que, sin disciplina, no se sabría por dónde empezar con la suerte. La esperanza es un estímulo vital muy superior a la suerte. Todos encontrarían su propia vida mucho más interesante si dejaran de compararla con la de los demás. La vida de cada hombre es un camino hacia sí mismo, el ensayo de un camino, el boceto de un sendero. Los deseos de nuestra vida forman una cadena, cuyos eslabones son las esperanzas. Cada vida ha de tener sus espacios huecos, que el ideal ha de rellenar. La excesiva prudencia de los mediocres ha paralizado siempre las iniciativas más fecundas. La constancia es una virtud por la que todas las otras dan su fruto. El encanto es la virtud sin la cual todas las demás son inútiles. La gente culpa siempre a las circunstancias. Solo triunfa en el mundo quien se levanta y busca a las circunstancias, y si no las encuentra, las crea. Ayuda a los demás a levantar su carga, pero no a llevarla. Del mismo modo que no tenemos derecho a consumir riqueza sin producirla, tampoco lo tenemos a consumir felicidad sin producirla. No hay nada que los hombres ansíen más que la vida, y sin embargo, ¡cómo la desperdician! Es propio de los sabios ser desconocidos de los hombres y no hacer lo que ellos dicen. ¿Por qué aguardas con impaciencia las cosas ? Si son inútiles para tu vida, inútil es también aguardarlas. Si son necesarias, ellas vendrán a tiempo. Debemos aborrecer los vicios, no las personas. La grandeza y la bondad no son medios, sino fines. La felicidad no está en la ciencia, sino en la adquisición de la ciencia. Con tal que nuestra alma tenga con que satisfacerse interiormente, todos los azares exteriores no tendrán fuerza bastante para hacerle daño. El mal está puesto en el mundo, como un blanco para adiestrarnos y no para hacernos errar. El silencio es una felicidad a la que sucumbo siempre. Toda reflexión que transporta al hombre fuera del círculo estrecho de su egoísmo, es saludable y buena para el alma, cualquiera que sea el giro que tome la reflexión. El tiempo es el mejor autor, siempre encuentra un final perfecto. Donde quiera que se pueda vivir, se puede vivir bien. Nadie confíe en la prosperidad, nadie con la adversidad se desanime, van alternando las vicisitudes de la vida. No perder el tiempo, defender la sensibilidad. Cuidar el crecimiento interior. Quien aspira a una alta consideración invita a la censura. He ahí dos piedras preciosas, una falsa y otra legítima, difíciles de distinguir: la firmeza y la obstinación. La improvisación es la verdadera piedra de toque del ingenio. El hombre perezoso, no el trabajador infatigable, se está quejando siempre de falta de ocasión y de tiempo. La verdadera amistad es planta de lento crecimiento, que debe sufrir y vencer los embates del infortunio, antes de que sus frutos lleguen a la completa madurez. No tiene mérito ser ingenioso cuando no se tiene respeto por nada. La esencia de toda vulgaridad radica en la falta de sensibilidad. A nadie le está permitido adueñarse de la conversación como de una posesión propia y sobre la que tuviera derecho exclusivo. Puedo comprometerme a ser sincero; pero no me exijáis a que me comprometa a ser imparcial.