Rev. Invest. Mar. 24(3):193-204, 2003 EFECTO DE EFLUENTES TERRESTRES SOBRE LAS COMUNIDADES BENTÓNICAS DE ARRECIFES CORALINOS DE CIUDAD DE LA HABANA, CUBA. Patricia González-Díaz *, Elena de la Guardia y Gaspar González-Sansón Centro de Investigaciones Marinas, Universidad de la Habana, calle 16 No. 114, Playa, CP 11300, Ciudad Habana, Cuba. (*) Autor correspondiente: patricia@cim.co.cu RESUMEN De mayo a julio del 2002 se evaluó la estructura de los arrecifes costeros en una porción del litoral habanero. Para analizar las algas se empleó el marco de 25 x 25 cm y para los invertebrados el de 1m2. Se ubicaron 15 perfiles perpendiculares a la costa con 3 estaciones en cada uno. Los análisis univariados y multivariados manifiestan la existencia de un gradiente de deterioro. Se demuestra que el efecto perjudicial de la bahía de La Habana sobre las comunidades bentónicas, es mayor en intensidad y extensión que el del río Almendares. La riqueza de especies de coral, el cubrimiento por coral vivo, la densidad y tallas de corales, densidad de gorgonias y la abundancia de algas coriáceas y coralinas incrementan a medida que la fuente de contaminación se aleja. La abundancia de algas filamentosas, de cianobacterias, de poliquetos sabélidos, de esponjas incrustantes y de erizos del género Eucidaris incrementa al acercarse a la fuente de contaminación. En las zonas más afectadas, Halimeda, Stypopodium y Lobophora son poco abundantes mientras que Dictyota y Cladophora tienen mayor abundancia relativa. Debido a la densidad en que se encuentran Porites astreroides y Agaricia agaricites, estas son claves en la evaluación del biotopo de Echinometra; Siderastrea siderea, Dichocoenia stokeisi y P. asteroides en el plano rocoso; y en el veril A. agaricites, P. astreroide, E. fastigiata, Millepora spp., Montastraea spp., D. stokeisi, Madracis decactis y S. siderea. Estos bioindicadores se consideran útiles para detectar el efecto negativo de la contaminación, y se recomienda su uso para evaluar la recuperación de las comunidades bentónicas. Palabras claves: bioindicadores; contaminación; arrecifes de coral; microalgas; corales; ASW, Cuba ABSTRACT Coral reef structures from the coast area of Havana were evaluated during May and July 2000. Square 25 x 25 cm was used to study algae and 1m2 to study invertebrates. Fifteen profiles were placed perpendicular to the coast, and in each one, three sampling stations. Univariate and multivariate analysis have put in evidence the existence of a deterioring gradient which incorporates a complex interaction between the nearness to the source of pollution and the type of biotopes. They also show that the negative effects of the waters of Havana bay on benthonic communities are more intense and extensive that those of the Almendares river. Coral species richness, live coral cover, coral density and size, gorgonians density and the abundance of coreaceseas and coralins algae increase farther to the contaminant source. Abundance of cianobacteria, filamentous algae, sabelids poliquets, incrustants sponges and sea urchin (Eucidaris) increases closer to the contaminant source. In the more affected zones Halimeda, Stypopodium y Lobophora is not abundant, while Dictyota and Cladophora have bigger relative abundance. Coral species as, Porites asteroides y Agaricia agaricites are key in the evaluation of Echinometra biotope; Siderastrea siderea, Dichocoenia stokeisi y P. asteroides in the rockie plane; and in the front reef A. agaricites, P. asteroide, E. fastigiata, Millepora spp., Montastraea spp., D. stokeisi, Madracis decactis and S. siderea. All this bio indicators are useful as to detect the negative effects of pollution and their use is recommended to evaluate the recuperation of the benthic communities in the coasts of Havana. Key words: bioindicators; contamination; coral reef; macroalgae; corals; ASW, Cuba. Las comunidades de arrecifes coralinos del litoral de la Ciudad de La Habana, han estado afectadas históricamente por la influencia de las aguas de la bahía de La Habana y el río Almendares, dos fuentes importantes de contaminación provenientes de tierra. Se conoce solo parcialmente la composición y las cantidades de contaminantes que se introducen en el ecosistema marino producto de estas dos descargas, pero se puede plantear que la naturaleza de los contaminantes que estas dos fuentes aportan la mar es diferente. Más de 67 fuentes contaminantes desembocan en el puerto, entre ellas cuentan: tenerías, centrales eléctricas, plantas procesadoras de alimento, cervecerías, papeleras, centrales azucareros y otras, todo lo cual introduce una altísima carga orgánica, a la cual se suman las altas concentraciones de hidrocarburos provenientes de una refinería y la propia actividad portuaria (Mosquera y Cabañas, 1985). Las aguas que el río 193 González-Díaz et al.: Efluentes terrestres en las comunidades bentónicas de arrecifes coralinos de Ciudad de La Habana, Cuba. vierte al mar están en extremo degradadas por residuales líquidos de aproximadamente 20 industrias y además, albañales y desechos sólidos de las zonas pobladas que atraviesa el río Almendares y sus afluentes. Ello se hace evidente solo al observar el color del agua, la cantidad de materias sólidas flotantes y el constante desprendimiento de sulfuro de hidrógeno del fondo como producto de procesos anaeróbicos de descomposición (Fernández-Mel, 1980). Habana y un grado alto de degradación; zona 2, con influencia del río Almendares y considerada como zona de transición entre la 1 y la 3, y zona 3, considerada como zona de referencia, relativamente limpia, aunque en ella se observan también descargas puntuales de albañales. Para efectuar el muestreo se seleccionaron 15 perfiles perpendiculares a la costa tomando como referencia puntos en tierra (Fig. 1). Se ubicaron 6 perfiles en la zona 1 (Boya Roja, Hotel Deauville, entre Deauville y Parque Maceo, Parque Maceo, calle 25 y Hotel Nacional), 4 en la zona 2 (Parque Martí, calle Paseo, calle 12, Puntilla) y 6 en la zona 3 (calle 16, calle 30, calle 42, calle 60, calle 70 y calle 84). Para conocer si el efecto de las aguas era homogéneo en las diferentes profundidades y estratos del arrecife, se ubicaron, en cada uno de los perfiles tres estaciones de muestreo que se corresponden con los biotopos típicos de la zona. El biotopo de Echinometra es el más cercano a la costa, constituye una explanada con numerosas y pequeñas oquedades. La estación se ubicó entre 12 m profundidad. Le sigue un plano rocoso, que forma una explanada sin pendiente y parcialmente cubierto por una fina capa de arena, en algunos tramos esta surcado por canales de hasta 2 metros de profundidad. La estación se ubicó entre 5-6 m profundidad. A continuación aparece el veril, en el que se observa el mayor desarrollo de las comunidades coralinas y aparece como una pared con pendiente variable entre 30 y 80 grados. Comienza en 8-10 m y termina en 12-15m de profundidad, colindando con un arenazo. La estación se ubicó en 10-12 m por resultar la profundidad mas adecuada para establecer comparaciones entre los diferentes perfiles ya que se presenta homogénea como una explanada con escasa inclinación. Uno de los primeros y principales trabajos dirigidos a evaluar el efecto de la contaminación sobre arrecifes coralinos en Cuba, se realizó a principios de los 80 e incluyó el impacto de la bahía de La Habana sobre el epibentos sesil de los arrecifes coralinos (Herrera y Alcolado, 1983; Herrera 1984 y Herrera y Martinez-Estalella, 1987). Posteriormente, en la década del 90, se efectuaron por separado estudios puntuales para analizar el efecto de la bahía de La Habana y el río Almendares sobre los organismos bentónicos y los peces (Guardia y González-Sansón, 2000 a-b; González-Sansón y Aguilar, 2000; Aguilar y González-Sansón, 2000 y Guardia y col., 2001). Estas investigaciones demostraron, en diferente escala espacial y temporal, el efecto negativo de estos efluentes sobre la biota de los arrecifes. En el presente trabajo se caracterizó la comunidad de corales y otros organismos bentónicos en una franja del litoral habanero. Ello se realizó con el objetivo de detectar el posible efecto de las principales fuentes contaminantes de la zona, además de adquirir elementos para futuras comparaciones que permitan evaluar la efectividad de las acciones de saneamiento que se encuentran en ejecución por parte del gobierno provincial. MATERIALES Y METODOS El estudio de la estructura ecológica de las comunidades de algas, corales, gorgonias y esponjas se evaluó en el arrecife coralino costero del litoral de Ciudad de La Habana, en una franja de aproximadamente 10 Km de largo ubicada entre la desembocadura de la bahía de la Habana y la calle 84 en Miramar y entre la línea de costa y la isobata de 12 metros de profundidad. Toda esta área de estudio tiene estructura físico-geográfica y patrones de corrientes similares. Las principales diferencias están relacionadas con las condiciones ambientales impuestas por la calidad del agua proveniente, principalmente, de la bahía de La Habana y el río Almendares. Estas condiciones son la base por la cual, para los efectos de este trabajo, la franja costera a estudiar se dividió a priori en tres zonas: zona 1, con influencia de la bahía de La La caracterización de la estructura de las comunidades bentónicas se efectuó mediante técnicas de buceo autónomo, la identificación de los organismos se efectuó in situ y sólo se colectaron los ejemplares en caso de duda. El porcentaje de cubrimiento del substrato por macroalgas, esponjas, corales y poliquetos sedentarios se evaluó mediante una modificación del método de transecto lineal (Loya, 1972). Esta consistió en utilizar uno de los lados del marco de 1 m2 graduado según el sistema métrico decimal. Las medidas se aproximaron al decímetro más cercano y el tamaño de muestra fue de 10 unidades de muestreo (UM) por estación (10 m). Para el análisis de la composición y abundancia relativa de algas se empleó el método de marco de 194 Rev. Invest. Mar. 24(3):193-204, 2003 82° 22´ W Ciudad de La Habana Estrecho de la Florida N CUBA 23° 9´ N Mr HN 25 Pa 12 PM DM BR HD Caleta de San Lázaro Pu 16 30 42 Ciudad de La Habana Rìo Almendares Bahía de la Habana Zona 1 Zona 2 70 Zona 3 84 2 km Fig. 1. Ubicación geográfica y esquema de la franja litoral estudiada. Se señala la posición de los perfiles y su previa agrupación en zonas según el grado de influencia de la contaminación. 25 x 25 cm. Se analizaron 12 UM por estación, colocados al azar pero sobre áreas de sustrato con más del 20 % cubierto por algas. En cada una de las UM se estimó, en porcentaje, el área del sustrato cubierta por cada género y/o grupo morfofuncional de algas. Los grupos morfofuncionales se definieron según los criterios de Littler (1980). Para el inventario de invertebrados sésiles se empleó el método de conteo de colonias con marco de 1 m2. Se colocaron 10 UM por estación de forma aleatoria y en cada una de ellas, se determinó el número de colonias por especies de corales, esponjas, gorgonias y erizos (Diadema antillarum y Eucidaris tibuloides). En la clasificación de corales se siguieron los criterios de Zlatarski y Martinez-Estalella (1980). Se analizó la diversidad de corales (Ludwig y Reynolds, 1988), como índices se emplearon: la riqueza de especies (número total de especies observado, S); la diversidad total (índice de Shannon, H´, con logaritmos naturales) y la equitatividad de Pielou (Ep). El análisis de las variaciones en la composición por géneros y abundancia de los morfotipos de algas y por especies de coral se realizó para las 3 zonas de estudio y sus biotopos. Se calculó la densidad media de esponjas, gorgonias y erizos por zonas y biotopos. En el veril de todos los perfiles se realizaron mediciones de las tallas (diámetro máximo curvo) de las colonias de coral con forma esférica o semiesférica presentes en un transecto lineal aleatorio. Para estimar la talla (30 colonias por estación) se utilizó una cinta métrica plástica graduada y se aproximó al cm mayor. Con vista a conocer el alcance de la contaminación provocada por la bahía de La Habana y el río Almendares se aplicó el análisis de clasificación numérica jerárquico aglomerativo a los datos de composición por especies de corales ("Cluster analysis") por estaciones. Como índice de afinidad se utilizó el coeficiente de similitud porcentual, aplicado a la matriz de datos de abundancia sin transformar (incluye las especies que conforman el 95% del total de colonias contadas) y como método de agrupación se utilizó el algoritmo de Promedio entre Grupos (Boesch, 1977). Todos estos cálculos se realizaron mediante el programa MVSP Shareware 2.0 (Kovach, 1990). Las características de la estructura de la comunidad bentónica, en el veril, en el año 2000, se comparan con los resultados obtenidos por Guardia y González-Sansón (2000) en 1997 y por Guardia y col. (2001), en 1999. Los datos de 195 González-Díaz et al.: Efluentes terrestres en las comunidades bentónicas de arrecifes coralinos de Ciudad de La Habana, Cuba. campo fueron tomados siguiendo igual metodología y para los efectos de esta comparación, la muestra del año 2000 solo incluye las estaciones que se efectuaron en los años previos. En 1997, la muestra de la zona 1 incluye estaciones en Boya Roja, Hotel Deauville, Parque Maceo y Hotel Nacional. En 1999, la muestra de la zona 2 incluye estaciones en la Puntilla, calle Paseo y Parque Martí. En 1997 y en 1999, la muestra de la zona 3 incluye estaciones en calle 16 y calle 30. La significación estadística de las diferencias observadas en estos valores medios se verificó con un análisis de varianza con dos vías de clasificación y efectos fijos (Zar, 1996). Los cálculos se ejecutaron con el programa STATISTICA 5.0 (StatSoft, 1995) soportado en Windows 98. aparece en la zona 1; Herposiphonia que domina en Echinometra de la zona 1 (Fig. 3). El análisis de los grupos morfofuncionales de algas refleja tendencias más concretas (manifiesta un gradiente de influencia de aguas contaminadas) que cuando se hace el análisis por géneros, pero continua mostrando también la influencia de los biotopos lo cual impide hacer generalizaciones. No obstante, se puede decir que las algas coriáceas y las coralinas incrementan su abundancia al alejarse de la bahía; las filamentosas son más abundantes en el plano y el veril de la zonas cercanas a la bahía; las cianobacterias disminuyen la abundancia en el plano y el veril al alejarse de la bahía y las foliosas y calcáreas son abundantes en todos los biotopos sin mostrar tendencia definida (Fig. 4). RESULTADOS La densidad de gorgonias fue significativamente superior en el veril de la zona 3, mas alejada de la bahía. La abundancia del erizo Eucidaris tribuloides fue significativamente superior en todos los estratos de la zona 1, cercana a la bahía. Las esponjas tienden a ser mas abundantes en el veril y específicamente en el veril de la zona 1. La densidad de corales tiende a incrementar significativamente al alejarse de la bahía, las tres zonas difieren en el biotopo de Echinometra; en el plano, las zonas 1 y 2 no manifiestan diferencias y la densidad de corales es menor en ellas que en la zona limpia; la densidad en el veril de las zonas 2 y 3 es similar y superior a la de la zona 1 (Fig. 5). En la zona degradada (Z1) el cubrimiento del sustrato está determinado principalmente por algas, poliquetos y cianobacterias; en la zona de transición (Z2) en todos los estratos dominan las algas, aunque en el plano aparece un 20 % de cianobacterias y en el veril un 6 % de corales; en la zona de referencia (Z3) el sustrato se comparte entre algas y corales en todos los biotopos. El cubrimiento por algas oscila entre 20 y 70 %, es más alto en la zona de transición y en el veril. El cubrimiento por cianobacterias es mayor en el plano y el veril de la zona degradada y en el plano de la zona de transición. El cubrimiento por corales es menor de 10% para todas las zonas y estratos, es más alto en el veril de la zona de transición y la de referencia. El cubrimiento del sustrato por poliquetos sabélidos (siempre la misma especie, no identificada) alcanza hasta el 60% en las zonas del plano y veril de la zona degradada, específicamente en la estación de la Boya Roja (Fig. 2). Según la composición por especies de corales, el análisis de clasificación numérica agrupa las estaciones y los perfiles según el resultado esperado, se observa diferenciación por biotopos y por cercanía a las fuentes de contaminación (Fig. 6). Las estaciones se separan en dos grandes grupos. Un grupo con alta diversidad, que incluye el veril de las zonas 2 y 3, y otro con baja diversidad, dentro del cual se distinguen dos subgrupos definidos en base a las causas que provocan la baja diversidad. Por un lado, se agrupan las estaciones donde la diversidad de corales es baja debido a causas naturales (Echinometra y plano de las zonas 3 y 3) y por otro, las estaciones donde el impacto humano es el responsable de la baja diversidad de corales (Echinometra, plano y veril de la zona 1 y 2). En la franja costera estudiada dominaron 10 géneros de algas, la abundancia relativa de ellos muestra tendencia a variar entre las zonas definidas. Por ejemplo, en la zona degradada (Z1) dominan los géneros Dictyota y las Cladophora, en la zona de transición (Z2) Stypopodium, Codium y Dictyota y en la zona limpia (Z3) Stypopodium (Tabla 1). Sin embargo, variaciones más complejas se pueden observar al analizar la abundancia por biotopos. Géneros como Stypopodium, Galaxaura, Halimeda, Cladophora, Dictyota y Dictyopteris son comunes en todos los biotopos, y tienen variaciones en su comportamiento según la zona. También hay géneros típicos de un biotopo. Lobophora es típica del veril, y sólo aparece en las zonas 2 y 3; Padina que domina en Echinometra de la zona 2 y no Los resultados de los índices de diversidad de corales reflejan mejoría de las condiciones ambientales en las zonas 2 y 3. De manera general y comparativa, todas las especies de corales presentan abundancias bajas en la zona 1 y altas en la zona 3 (zona de referencia). Las especies Siderastrea 196 Rev. Invest. Mar. 24(3):193-204, 2003 zona 1 zona 2 zona 3 40 90 ALGAS 80 a a a 35 b 70 a 30 b c 50 c 40 d d d 30 20 % cubrimiento % cubrimiento 60 de 25 CIANOFITAS 20 15 b 10 b 5 10 b b b b 0 0 echin plano echin veril plano veril 80 10 a a a a 70 CORALES 8 6 % cubrimiento % cubrimiento 60 4 b POLIQUETOS 40 b 30 20 b 2 50 c 10 bc bc bc c c cb c c 0 0 echin plano echin veril plano veril Fig. 2. Variaciones del cubrimiento del sustrato por corales, algas, esponjas y poliquetos por biotopos y zonas. Se señala la media, la desviación estándar y los resultados del test SNK. Tabla 1. Variaciones de la abundancia de los géneros más comunes de macroalgas en arrecifes de coral de Ciudad de La Habana. UM: unidades de muestreo (marco de 25x25 cm); X: valor medio de la abundancia relativa de cada genero de algas. DS: desviación estandar. ZONA 1 ZONA 2 GÉNEROS DE ALGA MORFOTIPO X DS X Galaxaura calcarea 2.88 10.29 Halimeda calcarea 0.74 3.22 Dictyopteris foliosa 2.27 10.71 ZONA 3 DS X DS 3.44 9.15 3.59 7.59 3.19 10.45 2.42 6.52 4.07 16.21 1.21 6.67 Dictyota foliosa 5.05 15.72 5.33 11.25 3.02 5.73 Stypopodium foliosa 0.20 2.81 13.63 29.40 8.91 19.95 Lobophora coriacea 0.00 0.00 4.41 12.78 3.43 11.32 Padina coriacea 0.00 0.00 3.11 13.13 0.73 4.02 Codium ramificada 0.59 3.81 4.66 16.61 0.85 7.29 Herposiphonia filamentosa 1.85 9.02 0.30 2.65 0.00 0.00 filamentosa Cladophora Número de UM 5.67 21.18 0.00 0.00 2.34 7.42 203 135 124 abundancia relativa de las especies y la diversidad es similar a la de la zona 3, la densidad de las especies es menor. Además de los indicadores tratados anteriormente (diversidad y densidad), otro indicador que refleja el gradiente de favorabilidad ambiental es el tamaño de las colonias de coral. Este difiere significativamente entre las tres zonas. Las tallas se incrementan desde menos de 10 cm en la zona 1 hasta cerca de 25 cm en la zona 3 (Tabla 2). radians y S. siderea son las de mayor abundancia relativa en todas las zonas de la franja costera del litoral de la Ciudad de La Habana. Porites astreoides sólo aparece como dominante en la zona de referencia (Z3) mientras que Palithoa caribaeorum solo domina en la zona 1. Otros géneros abundantes son Dichocoenia, Agaricia, Montastraea y Millepora. En la zona 1 sólo aparecen 11 especies y S. radians representa el 65 % del total de colonias contadas. En la zona 2, a pesar de que la 197 González-Díaz et al.: Efluentes terrestres en las comunidades bentónicas de arrecifes coralinos de Ciudad de La Habana, Cuba. 14 16 9 12 14 8 10 7 4 10 8 6 4 3 1 0 0 veril echin plano veril 12 10 8 Dictyopteris 6 4 echin plano veril 20 Cladophor echin plano 25 Stypopodium 15 10 plano veril plano veril Codium 20 15 10 5 0 veril echin echin plano 0 veril echin zona 1 8 10 5 0 0 veril 10 % abundancia 15 plano 5 2 0 4 30 20 5 0 echin 25 % abundancia Dictyota % abundancia 15 6 2 2 plano 8 2 10 % abundancia 4 0 20 % abundancia 5 2 echin Galaxaura Halimed 6 % abundancia 6 % abundancia 8 Padina % abundancia 12 Lobophor % abundancia % abundancia 10 12 Herposiphoni zona 2 6 4 zona 3 2 echin plano veril 0 echin plano veril Fig. 3. Variaciones de la abundancia relativa de los géneros de algas más abundantes por biotopos y zonas. Se señala la media, la desviación estándar. zona 1 zona 2 40 FOLIOSA CORIACEAS 20 30 % abundancia % abundancia zona 25 35 25 20 15 10 15 10 5 5 0 0 echino plano veril echino 30 20 20 15 10 0 veril 10 0 echino plano veril echino 45 40 CIANOFITAS abundancia % % abundancia plano CORALINAS 15 5 5 35 veril 25 FILAMENTOSAS % abundancia abundancia % 25 plano 30 25 20 15 10 5 0 echino plano veril 18 16 14 12 10 8 6 4 2 0 CALCAREAS echino plano veril Fig. 4. Variaciones de la abundancia relativa de algas foliosas, coriáceas, filamentosas, coralinas, calcáreas y cianobacterias por biotopos y zonas. Se señala la media, la desviación estándar. 198 Rev. Invest. Mar. 24(3):193-204, 2003 zona 1 zona 2 12 zona 3 18 a CORALES 10 a 16 a ESPONJAS 14 a 12 densidad densidad 8 6 b 4 c c 4 c c c c c c c c b 8 6 b 2 b 10 2 0 0 echin plano veril echin 5 plano veril 4.5 a a 4.0 EUCIDARIS 4 GORGONIAS 3.5 b 3.0 densidad densidad 3 2 c 2.5 b bc 2.0 1.5 bc bc 1.0 1 d d d 0.5 0 c bc c c echin plano 0.0 echin plano veril veril Fig. 5. Variaciones de la densidad de corales, gorgonias, esponjas y erizos por biotopos y zonas. Se señala la media, la desviación estándar y los resultados del test SNK. Zona 1 Zona 3 Zona 2 4 0.6 S. radians M. decactis densidad densidad 3 2 1 0 echino plano echino plano veril 3 M.annularis P. astreoide 2 densidad densidad 0.2 0.0 veril 0.4 0.3 0.4 0.2 1 0.1 0.0 echino plano 0 veril 1.2 M. cavernosa veril echino D. stokeisi 0.8 0.4 0.0 plano 1.2 densidad densidad 0.8 echino plano 0.4 0.0 veril echino plano veril Fig. 6. Variaciones de la abundancia relativa de las especies de coral más abundantes por biotopos y zonas. Se señala la media, la desviación estándar. 199 González-Díaz et al.: Efluentes terrestres en las comunidades bentónicas de arrecifes coralinos de Ciudad de La Habana, Cuba. Tabla 2. Variaciones de la diversidad, tallas de corales y abundancia relativa (% que representa cada especie del total de organismos contados en su zona) y densidad (col/m2) de las especies de coral más abundantes en zonas de arrecifes de coral de Ciudad de La Habana (*): diferencias significativas según test SNK aplicado a las tallas. No.colonias Diversidad corales Zona 1 Zona 2 Zona 3 123 428 1127 S 11 20 24 H 1.93 3.25 3.37 J 0.58 0.75 0.73 Especies de coral % densidad % densidad % densidad Sideastrea radians sr 65.9 0.54 45.1 1.03 21.7 1.87 Porites astreoides pa 0 0 2.9 0.07 21.4 1.84 Siderastrea siderea ss 8.1 0.07 13.5 0.31 15.4 1.33 Dicochoenia stokeisi dsk 2.4 0.02 5.5 0.13 5.9 0.51 Agaricia agaricites aa 0 0 3.3 0.08 5.7 0.49 Millepora alcicornis mila 0 0 1.5 0.03 5.3 0.45 Montastrea cavernosa mc 4.9 0.04 3.3 0.08 4.2 0.36 Millepora complanata milc 3.3 0.03 2.5 0.06 4.2 0.36 Madracis decactis md 0.8 0.01 4.4 0.10 2.9 0.25 Eusmilia fastigiata Meandrina meandrites ef 0 0 2.2 0.05 3.2 0.27 mm 0.8 0.01 3.3 0.08 2.0 0.17 Palythoa caribaeorum pc 7.3 0.06 4.4 0.10 1.0 0.09 Stylaster roseus str 2.4 0.02 5.1 0.12 1.0 0.03 Montastrea annularis ma 0.8 0.01 0.7 0.02 1.7 0.15 Stephanocoenia sp. ste 0 0 2.2 0.05 0.9 0.08 Diploria strigosa ds 0 0 0.4 0.01 1.1 0.09 Porites porites pp 0 0 0 0 0.8 0.07 Tallas coral Veril No.colonias 102 127 93 X 8.8* 13.7* 23.9* DS 4.3 17.1 17.2 El análisis de la densidad de especies de coral por biotopos y por zonas, refleja que en el biotopo de Echinometra, las especies S. radians, M. complanata, A. agaricites y P. astreoide son capaces de reflejar bien el gradiente de mejoría ambiental al alejarse de la bahía. Las dos últimas, a pesar de ser capaces de colonizar el estrato, no aparecen en las zonas 1 y 2. Las especies mas útiles como indicadoras en el plano son D. stokeisi, P. asteroide y S. siderea. En el veril hay especies (M. annularis, S. siderea y M. decactis) que aparecen con igual abundancia en la zona 2 y 3 pero ausentes en la zona 1 (consideradas como mas tolerantes). También en el veril hay especies que parecen ser más sensibles, entre ellas que se encuentran: M. cavernosa, D. stokeisi, Millepora spp., P. asteroides, E. fastigiata y A. agaricites. (Fig. 7 y 7a). Las comparaciones de la densidad de corales, gorgonias y esponjas y el cubrimiento por corales entre los años 1997, 1999 y 2000 en la franja litoral estudiada, reflejan la existencia de variaciones en la zona más degradada (Z1) y en la zona de referencia (Z3). En la zona 1, la densidad de corales disminuyó significativamente mientras que la de esponjas aumentó entre los anos 1997 y 2000. En la zona 3, la densidad de corales y, consecuentemente el cubrimiento, aumentaron entre 1997 y 1999, mientras que la densidad de gorgonias disminuyó (Tabla 3). DISCUSIÓN Existe consenso de que todos los contaminantes que se introducen en el medio marino provocan una alteración, a corto o a largo plazo, en la 200 Rev. Invest. Mar. 24(3):193-204, 2003 100 alta H' baja H' 80 causas humanas causas naturales zona 1- zona 2 60 zona 2 - zona 3 40 20 echinometra - plano 0 echinometra - plano veril EHN E25 VDN P84 P30 V42 V84 V70 V60 V30 V16 VPU VPA V12 E42 E16 E30 E12 EPA E70 E60 P70 P60 E84 P16 PDU EBR EDN PPM P12 PHN PBR EPU V25 P42 PPU PPA EDU PMR EMR PDN VMR VPM P25 VHN VBR veril Fig. 7. Dendograma que demuestra las relaciones de afinidad entre las estaciones de muestreo en base al coeficiente de disimilitud porcentual entre especies de corales. El algoritmo de agrupación es el de promedio entre grupos (UPGMA siglas en ingles). Ver abreviaturas y ubicación de las estaciones en Fig. 1. Tabla 3. Variaciones temporales de algunos indicadores ecológicos en el biotopo de veril de arrecifes de coral de Ciudad de La Habana. (UM): número de unidades de muestreo (1m2). (*) indica las diferencias significativas entre los años por zonas del litoral y para cada categoría por separado. Ver nomenclatura de perfiles en figura 1. Zona 1 (BR-HD-PM-HN) 1997 2000 Corales densidad Esponjas Gorgonias cubrimiento Corales Zona 2 (PU-PA-MR) 1999 2000 1997 Zona 3 (C16-C30) 1999 X 3.5 1.0* 8.7 8.7 6.7* 11.3 UM 60 30 60 31 15 52 27 DS 3.7 1.2 4.0 5.6 4.4 5.2 6.1 10.2 2000 11.1 X 6.2 13.6* 9.9 9.1 9.4 11.2 UM 60 30 60 31 15 52 27 DS 4.5 9.3 4.9 4.8 4.7 5.1 4.0 X 0.3 0.8 0.5 0.6 5.2* 3.1 3.5 UM 60 30 60 31 15 52 27 DS 0.8 3.3 0.7 0.8 2.5 2.1 2.3 X 0.7 0.0 7.3 7.1 10.8 16.3* 8.7 UM 88 30 60 31 20 52 27 DS 1.8 0.0 12.0 14.7 8.6 16.7 9.8 201 González-Díaz et al.: Efluentes terrestres en las comunidades bentónicas de arrecifes coralinos de Ciudad de La Habana, Cuba. biología de este ambiente, y que los estudios ecológicos constituyen una de las vertientes principales necesarias para detectar estas alteraciones (Stirn, 1981). Ninguna investigación abiótica es capaz de sustituir los datos biológicos tomados directamente de las aguas. Se han tratado de establecer criterios que brinden información sobre contaminantes específicos en base a test de toxicidad aguda, pero han sido rechazados porque no tienen en cuenta efectos sinérgicos, ni los efectos de toxicidad crónica presentes en el ambiente (Karr, 1990). El tener en cuenta solamente las condiciones químicas y físicas del agua, tiene el inconveniente de que los resultados son muy dependientes de las condiciones imperantes en el momento en que se determinan. mar, pueden afectar de forma natural los arrecifes y provocar cambios difíciles de distinguir de los provocados por acciones humanas como la contaminación. Por ejemplo, el evento de blanqueamiento observado en el verano de 1997 en los arrecifes de Miramar (Guardia, 2000) puede haber provocado mortalidad de corales, o mayor susceptibilidad de ellos a enfermedades y por consiguiente ser responsable del menor cubrimiento por corales observado en el 2000 en esta zona. A pesar de que desde los años 70 se han utilizado organismos indicadores para detectar la calidad del ambiente, cada vez es mayor la tendencia a utilizarlos. Esto es, en parte, porque los estudios convencionales, donde se analiza la estructura de las comunidades de organismos bentónicos, se invierte un gran tiempo en los muestreos de campo y no todos los parámetros tomados son óptimos para interpretar las condiciones ambientales (Peters y col., 1987). Existen extensos debates sobre las características que debe tener un indicador óptimo Jones and Kaly (1996). Una de las más importantes es que deben brindar un aviso temprano de situaciones de estrés subletal para los organismos que constituyen la estructura primaria del hábitat. También es importante que estas especies sean abundantes en el área de monitoreo y que sean fáciles de muestrear en una forma objetiva y cuantitativa. No deben estar sujetas a explotación humana directa, porque traería confusión al analizar las tendencias en la abundancia. Desde hace algunos años se incluyen en los monitoreos ambientales, aspectos como integridad biológica y bioindicadores, que son conceptos muy amplios y difíciles de definir, pero sin los cuales es imposible tener una visión integral del ecosistema. La evaluación de la calidad ambiental a través del análisis del bentos en sus distintas categorías, resulta en el presente lo más recomendado para el estudio de ambientes contaminados. En especial se recomienda la epifauna sésil de sustratos duros, ya que estos organismos están expuestos continuamente a las condiciones ambientales locales (Alcolado y col., 1994). Desde los primeros datos cualitativos que se tienen del estado de conservación del litoral habanero (Herrera y Martinez-Estalella, 1987), se puso de manifiesto la degradación provocada por el efecto de las aguas de la bahía de La Habana y del río Almendares. A pesar de que no se siguió igual metodología de muestreo, al comparar los resultados de las evaluaciones de los años ochenta con las realizadas a finales de los noventa (Guardia y González-Sansón, 2000 ab), se puede concluir que las condiciones ambientales se han deteriorado, o al menos, que no han mejorado. Los indicadores ecológicos que mejor reflejan este deterioro son, la disminución de la densidad y el cubrimiento del sustrato por corales, la abundancia de algunas especies de corales y el aumento de la densidad de las esponjas. Definir la causa exacta de este resultado es difícil pues existen interacciones sinérgicas que no es posible distinguir a partir de los indicadores ecológicos utilizados en este trabajo. Teniendo en cuenta los argumentos previos y los resultados de la evaluación ambiental realizada, en este trabajo se proponen especies de corales escleractinios para estudiar el efecto de la contaminación en los arrecifes coralinos costeros del litoral de Ciudad de La Habana. Según la clasificación de hábitat realizada y basado en las variaciones detectadas en la composición por especie y abundancia de corales, se proponen grupos de especies por biotopo. Para el biotopo de Echinometra, las especies S. radians, M. complanata, A. agaricites y P. asteroide. En el plano rocoso pueden ser útiles S. siderea, D. stokeisi y P. asteroide y en el veril parecen ser más sensibles y reflejar mejor el gradiente ambiental las especies M. cavernosa, D. stokeisi, M. alcicornis y A. agaricites. El concentrar investigaciones en especies indicadoras, permite detectar respuestas biológicas sensibles a la contaminación y perturbaciones. Es importante reconocer que para completar la Al hacer comparaciones temporales es importante tener en cuenta que las condiciones climáticas naturales, como la elevación de la temperatura del 202 Rev. Invest. Mar. 24(3):193-204, 2003 información necesaria para la interpretación ambiental, seria conveniente realizar un monitoreo de calidad físico-química del agua y estudios que permitan encontrar cuál o cuáles bioindicadores reflejan mejor la salud de los individuos, en particular y del arrecife, en general. También es necesario profundizar en el efecto de los contaminantes sobre los individuos y sobre los procesos ecológicos de la comunidad para lo cual se sugieren estudios de ecotoxicología a nivel de individuo. Estos permitirán deslindar qué procesos ecológicos son los más afectados y el, o los contaminantes que los provocan, y con ello, sugerir las medidas pertinentes para evitar las fuentes de impactos. Guardia y González-Sansón (2000). 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