Necesario analizar las implicaciones del posible regreso del PRI a la presidencia: expertos Durante la mesa redonda “El Congreso que viene”, los participantes señalaron que la vuelta del PRI a la presidencia no pondría en riesgo al federalismo, pero sí a la democracia. México, D.F. a 24 de mayo de 2012.- Se llevó a cabo la mesa redonda “El Congreso que viene. Una lectura desde las candidaturas y las campañas electorales” en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales (FCPyS) de la UNAM. Organizado por la Dra. Luisa Béjar, de esta entidad, y el Dr. José Luis Velasco, del Instituto de Investigaciones Sociales (IIS) de la Máxima Casa de Estudios, el evento fue un foro para discutir las implicaciones de la estructura del futuro Congreso en el desempeño del Ejecutivo. El Dr. Khemvirg Puente, de la FCPyS, expresó que no existen consistencia entre el principio rector del Senado de la República y sus métodos de elección: “el diseño constitucional dice que el Senado representa el interés de las entidades federativas o del pacto federal. Sin embargo se elige no mediante la intervención de las entidades federativas”. Asimismo, el ponente comentó que es posible que el Partido Revolucionario Institucional (PRI) tenga mayoría en el Senado, mediante lo cual garantiza que los otros dos partidos más importantes, el Partido de la Revolución Democrática (PRD) y el Partido Acción Nacional (PAN), tengan muy poca representación en la Cámara Alta. De acuerdo con el académico, los candidatos al Congreso tienen amplia experiencia política; sin embargo, ésta no se ha traducido en establecer mejores relaciones con sus gobernados ni en la generación de acuerdos que permitan alcanzar mejores leyes. Por su parte, la Dra. Luisa Béjar, de la FCPyS, señaló que de ser ciertos los resultados de Mitofsky con respecto a las elecciones del legislativo y al ejecutivo, estaríamos a punto de construir un gobierno unificado que estaría totalmente en manos del PRI. Las consecuencias, dijo, se reflejarían en el posicionamiento del Congreso: pasaría de ser un órgano proactivo a uno reactivo. Esto significaría que “ejercerá su facultad de votar todas aquellas cuestiones que le parezcan no son adecuadas para sus partidos”. Para la Dra. Béjar, si Enrique Peña Nieto fuera electo como presidente y la Cámara Alta estuviera compuesta en su mayoría por legisladores priístas, sería importante observar el posicionamiento de los senadores, pues si bien pueden darle todo su apoyo, también puede buscar un gobierno descentralizado. El Dr. Álvaro Lara, de la Universidad Autónoma Metropolitana-Xochimilco, apuntó que uno de los principales instrumentos de negociación de fidelidades será el Presupuesto de Egresos de la Federación. Según el académico: “El 95% de los ingresos que se distribuyen a las entidades federativas son recaudados por el gobierno federal; sin embargo, el reparto del presupuesto se ha descentralizado de tal forma que las entidades hoy participan con alrededor del 54% del ‘pastel fiscal’”. Asimismo, expresó que los estados que menos impuestos recaudan, pero que mayor Producto Interno Bruto alcanzan, son aquellos gobernados por el PRI, como es el caso de Coahuila, Aguascalientes y el Estado de México. El Dr. Lara apuntó que si volviera el PRI a la presidencia, estaríamos a punto de vivir en un régimen hiperpresidencialista. Principalmente porque Enrique Peña Nieto encabeza a un grupo de gobernadores que han alcanzado mucho poder. Para cerrar la mesa, el Dr. José Luis Velasco, del IIS, dio su punto de vista con respecto a cómo tendría que manejar el nuevo Congreso el combate al crimen organizado. El investigador del IIS, señaló que hasta el momento sólo se han manejado tres distintos enfoque de acción contra la inseguridad y la violencia en México: 1) la necesidad de un cambio de estrategia por parte de los candidatos presidenciales del PRD y el PRI; 2) el establecimiento de una policía nacional que combata a estos cuerpos, propuesto por Josefina Vázquez Mota y Enrique Peña Nieto; y 3) el combate al crimen organizado atendiendo sus causas sociales: el desempleo y la pobreza, según lo señala Andrés Manuel López Obrador. El Dr. Velasco explicó que es necesario generar una estructura capaz atacar a todas las organizaciones criminales por igual, ya que no se puede desmembrar a una sola sin favorecer a la otra. La estrategia sólo tendrá éxito, dijo, si se termina con todas estas células al mismo tiempo. Lo anterior, destacó, requiere de una gran cantidad de recursos. La forma de obtenerlos, indicó, podría ser a partir de la creación de un impuesto a la seguridad, que se ha implementado en otros países y que permitiría equipar de manera adecuada al poder judicial. De acuerdo con el investigador, el objetivo estratégico del nuevo gobierno en este rubro tendría que ser: “castigar todos los actos violentos y hacer que las organizaciones criminales vean que tener aparatos armados muy grandes y muy agresivos es una mala inversión”. Asimismo, recomendó la creación de reformas que permitan una mejor distribución de responsabilidades en materia de seguridad, designando el castigo al narcomenudeo en los estados y del narcotráfico a gran escala al Gobierno Federal.