LA REPRESENTACION Y LA REALIDAD EN LA FILOSOFIA MODERNA Prof. Lilian Trochon La noción de representación e idea juega un rol insoslayable en lo que atañe a las posturas que los filósofos de la modernidad acuñaron en torno a la teoría del conocimiento. Consideraremos en esta breve exposición a los filósofos más paradigmáticos del período mencionado ya que con ello estaríamos resaltando los rasgos típicos de las corrientes gnoseológicas que ellos contribuyeron a formar como el racionalismo y el empirismo. Todos, sin excepción apostaron a un programa fundamentista en torno al conocimiento y buscaban el hilo de una objetividad trascendental y un programa realista que pudiera dar cuenta de un mundo independiente al cual pudiéramos conocer. Lo real y el conocimiento se compaginaban entre elementos, que de un lado y del otro propendían al encuentro de una correspondencia e identidad al final del pasillo permitido por un reduccionismo que la propia ciencia de la época modelaba y exhortaba a adoptar. Descartes identifica representación con idea, y de esta manera las representaciones sensibles como las intelectuales son ideas. Las ideas adventicias. Como sabemos, forman parte de su clasificación de las ideas, y Dirección de Formación y Perfeccionamiento Docente URUGUAY EDUCA - Portal Educativo de Uruguay - Administración Nacional de Educación Pública 1 cuando argumenta en torno a la confusión entre sueño y vigilia, su preocupación se centra en encontrar una representación que permita dar cuenta del mundo real, y ello tiene como condición la extrema exigencia que un escéptico puede asestar: para saber que conozco y que existe una realidad fuera de mí, tengo primero que probar que no estoy durmiendo. (1) Las representaciones sensibles no pueden dar cuenta del mundo exterior. Para ello Descartes ataca pertinentemente la teoría representacional o causal de la percepción. En su rol de escéptico muestra el error filosófico en el que se cae cuando se la sustenta. Ello es así porque suponemos que los objetos físicos causan en nosotros representaciones, y si esto funciona entonces se adopta la creencia filosófica que la idea corresponde al objeto; luego si corresponde podemos recurrir a ellas como sustitutos del objeto(2). Esta concepción merece ser el centro de ataques del escéptico. El mundo se ha perdido, esto es, desde dónde probamos esa existencia, ya que necesitaríamos un criterio que asegurara que la representación da cuenta del objeto aunque éste se encuentre ausente, y ello nos vuelve a dejar solos con el velo de ideas. La representación y la realidad buscan permanentemente dar cuenta una de la otra pero sin éxito. Descartes recurre al modelo inferencial para la representación exhibido a través de las pruebas de la existencia de Dios. No obstante las pruebas, aunque abrumadas de ejercicios filosóficamente nefastos e insostenibles como bien señalaron sus objetores, vuelven a Dirección de Formación y Perfeccionamiento Docente URUGUAY EDUCA - Portal Educativo de Uruguay - Administración Nacional de Educación Pública 2 levantar la ya consabida teoría de la representación, a la cual parece que sólo se puede vulnerar transitoriamente. Resta considerar, algo imposible de desdeñar, el modelo de lo subjetivo, de lo privado, del acceso individual y carismático que el sujeto tiene respecto de sus propios estados mentales. Esto conduce a Descartes a tratar desde allí dar cuenta de lo objetivo. Veamos que el término creencia está imbuido de subjetividad, y en ese sentido es una representación en su interpretación standard. El pasaje a la objetidad forma parte del programa cartesiano del conocimiento. Pero esa objetividad de la creencia que acertadamente Descartes encuentra en el juicio. Es destruida seguidamente por las exigencias escépticas y por la fuerza de la subjetividad de la creencia (3). En Locke la representación también es idea, pero el modelo que presenta es mas cientista y materialista que el de Descartes. Los objetos tienen cualidades primarias y ellas son objetivas, estudiadas por la ciencia y pertenecientes al objeto independientemente de las ideas que un sujeto se forme de ellos. Por supuesto que el sujeto se las puede representar a través de ideas simples, pero estas representan las propiedades fundamentales de los cuerpos, que desde su perspectiva no coinciden con las propiedades que la materia tenía para Descartes. También cabe señalar que la distinción entre cualidades primarias y secundarias de los objetos, no es como en Descartes una demarcación desde lo subjetivo, sino que Locke logra distinguirlas por su status de Dirección de Formación y Perfeccionamiento Docente URUGUAY EDUCA - Portal Educativo de Uruguay - Administración Nacional de Educación Pública 3 objetividad y subjetividad. La sustancia es representación confusa aunque no eliminable como sí lo será para Hume. De todas formas este apresurado recorrido deja en pie que Locke defendió el modelo representacional o causal para las ideas que fracasa para un logro contundente en torno a la objetividad, y que por último incurre en lo paradojal a la hora de dar cuenta del mundo externo. Con Hume la representación es totalmente subjetiva, su escepticismo radical en torno al conocimiento y a la existencia del mundo externo no impide que use indistintamente impresión como siendo lo mismo que “ver que una bola se dirige a otra”. Que la creencia tenga carácter proposicional es algo que no se impone aunque no pueda eludirse. También debemos enfatizar que al cuestionar el vínculo causal, entiende extender su escepticismo en torno a una regulación legliforme en la naturaleza; pero ello resultará exitoso si asumimos que todas las leyes sean de naturaleza causal. Lo que queremos establecer con estos señalamientos es que la demoledora crítica a la sustancia y al yo se inscribe ante un rescate epistemológico y metafísico que el proyecto moderno nunca abandonó. La revolución copernicana kantiana también giró en torno a la representación y la realidad. La teoría causal de la representación es duramente criticada por ser filosóficamente inadecuada y la existencia de un mundo real e independiente requiere inexorablemente una prueba que la filosofía por su supervivencia no puede eludir. Dirección de Formación y Perfeccionamiento Docente URUGUAY EDUCA - Portal Educativo de Uruguay - Administración Nacional de Educación Pública 4 La representación deja de ser una copia, algo que debe corresponder al objeto y que en consecuencia encuentra no lo buscado, un mundo baldado, La representación para Kant da cuenta de la independencia del mundo. Para ello debemos recorrer los argumentos brindados en “La refutación del idealismo”, “Las analogías de la experiencia”, “los paralogismos de la razón pura”, por señalar lo más específico respecto al tópico que hemos abordado. ¿Es la intuición una representación? ¿Lo es el concepto? O ¿el noumeno? Son preguntas a contestar a lo largo de toda la Crítica. La representación debe tener un contenido cognitivo que se sostiene en el juego de las facultades que a su vez para ser tales deben habérselas con la afección de una multiplicidad dada. La representación no es una idea sino que construye su objetividad por la fuerza objetivadora del juicio del entendimiento. El carácter proposicional del entendimiento es un legado inapreciable para toda la filosofía contemporánea. Esa fuerza objetivadora requiere de síntesis- forma de todo juiciocon una sensibilidad obediente al concepto sensible. Al esquema sin el cual no sería posible. El carácter constructivo de la representación se esboza en la condición epistémica de la síntesis que el filósofo se representa como tal, pero la síntesis da lugar a la representación en tanto ésta es la representación de un fenómeno, de un cambio en el mundo, donde se han restañado las condiciones para que ese cambio sea entendido. El dar cuenta del fenómeno como algo dinámico y cambiante, de las condiciones materiales que hacen posible que ese cambio sea rigurosamente entendido, son logros que pasan a través de la resignificación de la representación y lo real. Dirección de Formación y Perfeccionamiento Docente URUGUAY EDUCA - Portal Educativo de Uruguay - Administración Nacional de Educación Pública 5 NOTAS (1) Ver B. Stroud “El escepticismo filosófico y su significación” FCE 1991 (2) Ver D. Davidson “El mito de lo subjetivo” Paidos 1992 (3) Ver las conclusiones en torno al trozo de cera en la 2ª. Meditación Metafísica. Dirección de Formación y Perfeccionamiento Docente URUGUAY EDUCA - Portal Educativo de Uruguay - Administración Nacional de Educación Pública 6