Sistema Económico Latinoamericano y del Caribe Latin American and Caribbean Economic System Sistema Econômico Latino-Americano e do Caribe Système Economique Latinoaméricain et Caribéen Trato Especial y Diferenciado en el Mercado Común Centroamericano Documento de apoyo . VI Reunión de Reflexión sobre el Tratamiento de las Pequeñas Economías en las Negociaciones Comerciales Internacionales Puerto España, Trinidad y Tobago 30 de noviembre de 2006 SP/AEC-VI-RR-TPENCI/Di N° 1 - 06 Copyright © SELA, noviembre de 2006. Todos los derechos reservados. Impreso en la Secretaría Permanente del SELA, Caracas, Venezuela. La autorización para reproducir total o parcialmente este documento debe solicitarse a la oficina de Prensa y Difusión de la Secretaría Permanente del SELA (sela@sela.org). Los Estados Miembros y sus instituciones gubernamentales pueden reproducir este documento sin autorización previa. Sólo se les solicita que mencionen la fuente e informen a esta Secretaría de tal reproducción. Trato Especial y Diferenciado en el Mercado Común Centroamericano C O N T SP/Di N° 1-06 E N I D O I. INTRODUCCIÓN 3 II. LAS ASIMETRÍAS ECONÓMICAS EN CENTROAMÉRICA 4 III. LA INTEGRACIÓN CENTROAMERICANA Y EL TRATO ESPECIAL Y DIFERENCIADO 7 IV. UNA EVALUACIÓN DEL DESEMPEÑO ECONÓMICO RECIENTE DE NICARAGUA Y HONDURAS EN EL CONTEXTO DEL MCCA. ¿SE SUPERAN LAS ASIMETRÍAS? 15 LAS PROVISIONES DE TED EN EL TRATADO DE LIBRE COMERCIO ENTRE REPÚBLICA DOMINICANA Y CENTROAMÉRICA CON ESTADOS UNIDOS (DR-CAFTA) 21 RESUMEN 28 V. VI. REFERENCIAS 31 ANEXOS: 33 N° 1 - MCCA. TASAS DE CRECIMIENTO DEL PIB – (1975 – 2005) 35 N° 2 - MCCA. INGRESO NACIONAL PER CÁPITA 35 N° 3 - TENDENCIAS DEL IDH EN CENTROAMÉRICA 35 N° 4 – MCCA. COMPOSICIÓN DELAS EXPORTACIONES DE BIENES SEGÚN DESTINO Y CATEGORÍAS 1990-2002 36 Secretaría Permanente Integración Trato Especial y Diferenciado en el Mercado Común Centroamericano I. SP/Di N° 1-06 3 INTRODUCCIÓN El proceso de integración económica en Centroamérica, fue el pionero dentro de los intentos latinoamericanos y caribeños por profundizar las interrelaciones económico-comerciales entre los países de nuestra región. Sus orígenes se remontan a la década del cincuenta del siglo pasado cuando se celebraron las primeras reuniones oficiales de alto nivel entre varias naciones centroamericanas que concluyeron con la constitución de la Organización de Estados Centroamericanos (ODECA). Inmediatamente después de esto se comienzan a firmar acuerdos para iniciar la liberación del comercio subregional, como primera etapa hacia la construcción de un mercado común. La base jurídica principal del proceso de construcción del mercado común centroamericano está establecida en cuatro instrumentos legales fundamentales: a) El “Tratado General de Integración Económica Centroamericana”, firmado en Managua el 13 de diciembre de 1960, mediante el cual cuatro estados de la subregión 1 establecen el compromiso de trabajar para lograr la liberalización del comercio y la construcción de una unión aduanera. b) La “Carta de la Organización de Estados Centroamericanos (ODECA)”, suscrita en la Ciudad de Panamá el 12 de diciembre de 1962. c) El “Protocolo de Tegucigalpa a la Carta de la Organización de Estados Centroamericanos (ODECA)”, firmado el 13 de diciembre de 1991, que tuvo por objetivo relanzar el proceso de integración centroamericano en un contexto internacional diferente al que inicialmente le había dado vida, y d) El “Protocolo al Tratado General de Integración Económica Centroamericana”, conocido como Protocolo de Guatemala, que fue suscrito el 29 de octubre de 1993, mediante el cual se institucionaliza el Subsistema de Integración Económica Centroamericana. Tanto el Protocolo de Tegucigalpa como el Protocolo de Guatemala resumieron jurídicamente los compromisos adoptados por los países centroamericanos a partir de los años 90 con vistas a impulsar la integración subregional y reactivar simultáneamente el mercado común. El presente trabajo tiene por objetivo hacer un análisis de los principales instrumentos o provisiones de trato especial y diferenciado a favor de las economías de menor nivel de desarrollo relativo en el marco del proceso de integración centroamericano. En tiempos recientes, se identifica al proceso de integración centroamericano con el SICA, conformada desde el año 2001 por siete países 2 , sin embargo por la naturaleza de los compromisos asumidos en términos de constitución de un futuro espacio económico 1 Los cuatro signatarios fundadores de este tratado fueron Honduras, Nicaragua, El Salvador y Guatemala. La República de Costa Rica se incorporó a partir de la firma del Protocolo de Adhesión al Tratado General de Integración Económica Centroamericana, del 23 de julio de 1962. 2 Son países miembros del Sistema de Integración Centroamericano (SICA) los siguientes: Costa Rica, El Salvador Guatemala, Honduras, Nicaragua, Panamá y también Belice, nación esta última que se incorporó al sistema en el año 2001. Las relaciones de los países del MCCA con Panamá son de carácter bilateral. A partir de marzo/2000 las economías centroamericanas iniciaron negociaciones tendientes a la firma de TLC bilaterales con Panamá. En marzo/2002 se firmó el primero de ellos con El Salvador. Secretaría Permanente Integración 4 común en la subregión, este trabajo se limita a los países que conforman el Mercado Común Centroamericano (MCCA). En un primer epígrafe se presentan algunos indicadores que dan cuenta de las asimetrías evidentes al interior de la subregión, no tanto en cuanto a dimensión sino - sobre todo en términos de desarrollo económico relativo. El segundo epígrafe se dedica a describir analíticamente los contenidos substanciales de algunos de los capítulos de los cuerpos legales que sustentan el proceso de integración en Centroamérica para destacar si los mismos incorporan explícitamente provisiones o compromisos de trato especial y diferenciado (TED). A partir de la evolución reciente de las economías de Honduras y Nicaragua en el contexto centroamericano, el tercer epígrafe intenta valorar si se ha producido alguna tendencia a la convergencia económica entre los países que conforman el MCCA; y al final – en el último epígrafe - se hace un resumen de las provisiones de TED incluidas en el tratado de libre comercio entre República Dominicana y Centroamérica con Estados Unidos (DR-CAFTA, siglas en inglés). II. LAS ASIMETRÍAS ECONÓMICAS EN CENTROAMÉRICA Los cinco países que constituyen el Mercado Común Centroamericano (MCCA) presentan notables diferencias económicas, sociales e institucionales. Ellas reflejan, al mismo tiempo, contrastes en cuanto a dimensión y estructura económicas y también en cuanto a dinamismo y nivel de desarrollo relativo. A continuación se presentan algunos indicadores para reflejar tales diferencias. CUADRO N° 1. TAMAÑO ECONÓMICO RELATIVO DE LOS PAÍSES DEL MCCA (1) (2) (3) (4) (5) (6) Población (miles) Rango Superficie (miles km2) Rango PNB (mil millones USD) (a) Rango Indice PSP (b) Rango IDH (2003) Rango Indice PSPH ( c) Rango 273.000 0 9.809.0 0 10.205.000 0 99.34 0 0.929 0 99.9 0 Costa Rica 4.500 5 51.0 4 33.450 2 0.831 5 0.838 1 0.777 4 El Salvador Guatemala 6.760 3 21.0 5 30.742 3 0.996 4 0.722 2 0.235 5 12.290 1 109.0 3 52.926 1 2.043 1 0.663 5 1.614 1 Honduras Nicaragua 7.500 5.380 2 4 112.0 130.0 2 1 15.281 17.484 5 4 1.345 1.153 2 3 0.667 0.690 4 3 1.087 0.985 2 3 EE. UU. MCCA Fuente: Reelaborado y actualizado por la SP del SELA a partir del Cuadro No. 2 de Gutiérrez, Mario A. (1996), pp. 1180-1184. Los datos fueron tomados del Banco Mundial (2005) y del PNUD (2005). Notas: (a) PNB de 1999 expresado en miles de millones de dólares estadounidenses, sobre la base PPA (“paridad de poder adquisitivo” ), tomado del Banco Mundial, World Development Report 2000/2001. (b) Calculado este índice de tamaño PSP = (100/3)x[(pob/pob máx) + (sup/sup máx) + (PNB/Pnb máx)]; donde, PSP: índice de población-superficie-PNB de la dotación de un país; pob, pob máx: población de cada país y la mayor población entre los países del continente; sup, sup máx: superficie de cada país y la superficie mayor entre los países del continente; y PNB, PNB máx: PNB de cada país y el PNB mayor entre los países del hemisferio. ( c) PSPH: índice de la dotación de un país por su población-capital humano-superficie-PNB. Este se calcula por la fórmula PSPH = (100/3) x {[(pob/pob máx)*(IDH/IDH máx)] + (sup/sup máx) – (PNB/PNB máx); donde IDH, IDH máx: índice de desarrollo humano para cada país e índice de desarrollo humano más elevado entre los países del hemisferio. Trato Especial y Diferenciado en el Mercado Común Centroamericano SP/Di N° 1-06 5 En términos de dimensión económica, las cinco economías que conforman el MCCA son pequeñas, sobre todo si se les compara en el contexto hemisférico. Dentro de ellas, la de mayor dimensión “relativa” es Guatemala, y las dos menores son El Salvador y Costa Rica. De todas formas, las diferencias en cuanto a tamaño no son muy significativas dentro de la subregión. Téngase en cuenta que considerando la metodología utilizada en el cuadro anterior para definir el tamaño económico relativo, si se excluye a Guatemala, la distancia en el indicador PSPH entre Honduras (la segunda nación en cuanto a dimensión económica) y Costa Rica (la menor de todas) es de apenas un 25 %. Sin embargo, debe resaltarse que no hay correlación entre tamaño (medido por población, área geográfica o PIB; como es el caso del ejercicio realizado en el Cuadro No. 1) y el nivel de desarrollo (sea medido este en términos de PIB per cápita o a través de indicadores del nivel de desarrollo humano). En definitiva, se puede ser grande (en área y población) y pobre; o se puede ser pequeño y también rico 3 . De todas formas, y aunque no es lo más significativo dado que las diferencias en cuanto a tamaño económico no son notables entre los países del MCCA se destaca el hecho que todas ellas pudieran clasificarse como “pequeñas economías” en casi cualquier contexto de comparación. Esto pudiera tener relevancia a la hora de evaluar los probables impactos que tendrá el tratado de libre comercio con EUA y la apertura externa en estas naciones. Como se sabe, las “pequeñas economías” presentan ciertas características económicas y estructurales que las hacen más vulnerables a fluctuaciones en los precios y la demanda externa, a los flujos financieros y a los fenómenos naturales. Esta mayor vulnerabilidad a choques reales y financieros, el relativo menor grado de diversificación económica y la menor capacidad de respuesta al ajuste, deberían tomarse en cuenta en el diseño de tratados comerciales y de las estrategias de inserción internacional en Centroamérica 4 . CUADRO N° 2. INDICADORES ECONÓMICOS DE LOS PAÍSES DEL MCCA - 2005 País . Costa Rica . El Salvador . Guatemala . Honduras . Nicaragua PIB (a) (2005) PIB/hab (2005) X (b) (2005) M (c) (2005) 19063 15824 31923 8365 4555 4485 2341 2597 1115 847 8610.1 4302.2 4607.7 3065.8 1652.6 9140.3 7029.2 8482.9 4430.3 2851.3 Coeficiente de apertura externa (d) 46.56 35.80 20.50 44.80 49.43 Fuente: Elaborado a partir de información del IMF. International Financial Statistics. July 2005. Notas: (a) Expresado en millones de dólares. Los datos de El Salvador y Nicaragua corresponden al año 2004. (b) Exportaciones de bienes y servicios. En millones de dólares. (c) Importaciones de bienes y servicios. En millones de dólares. (d). En por ciento. El coeficiente se calcula como la relación (X + M) / 2 y el PIB. 3 Salazar-Xirinachs, José M. (2005). “Las asimetrías en los TLCs contemporáneos y el TLC Centroamérica-Estados Unidos (CAFTA)”. Documento preparado para el Seminario sobre el TLC de Centroamérica con los Estados Unidos, organizado por la Academia de Centroamérica, 15 de mayo/2005, San José, Costa Rica. 4 Idem. Secretaría Permanente Integración 6 En términos de ingreso per cápita (medido a través del PIB/hab) y de grados de apertura externa, sí hay diferencias importantes entre las economías centroamericanas. En efecto, Costa Rica casi duplica el ingreso por habitante de Guatemala y El Salvador, los dos países que le siguen en relación a este índice; mientras que Honduras y Nicaragua clasifican como los países con más bajos niveles de ingreso – los dos son HIPCs. Debe destacarse que en el caso de Honduras, el indicador de producto por habitante sólo sobrepasó los $1.000 a partir del año 2004. En cuanto a la apertura externa, mientras Nicaragua y Costa Rica exhiben altos coeficientes de transacciones externas respecto al PIB total, El Salvador y sobre todo Guatemala tienen índices mucho más reducidos al respecto, lo cual da cuenta de un peso mucho mayor de la demanda interna en la dinámica económica de esos dos países. CUADRO N° 3. ALGUNOS INDICADORES SOCIALES DE LOS PAÍSES DEL MCC - 2005 País Valor del IDH (2003) Esperanza de vida al nacer (años) (2003) Tasa de alfabetización adultos (%) (2003) Tasa bruta combinada de matriculación en primaria, secundaria y terciaria (%) (2002/03) PIB per cápita (PPA en US$) (2003) Costa Rica 0.838 78.2 95.8 68 9.606 El Salvador 0.722 70.9 79.7 68 4.781 Guatemala 0.663 67.3 69.1 61 4.148 Honduras 0.667 67.8 80.0 62 2.665 Nicaragua 0.690 69.7 76.7 69 3.262 Fuente: PNUD. Informe del Desarrollo Humano, 2005. También se aprecian diferencias notables en los indicadores sociales de la subregión. Costa Rica y El Salvador muestran los mejores índices – valor del Índice de Desarrollo Humano, esperanza de vida al nacer y tasa de alfabetización de adultos – mientras que Guatemala, Honduras y Nicaragua muestras mayores rezagos. Esta misma tendencia se observa en relación al indicador de pobreza “probabilidad al nacer de no sobrevivir hasta los 40 años de edad” tal y como se muestra en el siguiente cuadro. En cuanto a la tasa de analfabetismo de adultos, Honduras y El Salvador tienen una tasa similar, que es cinco veces superior a la de Costa Rica; mientras Nicaragua y Guatemala manifiestan rezagos superiores. En relación a la población sin acceso a fuente de agua mejorada, Costa Rica y Guatemala presentan los mejores índices, mientras que El Salvador y Nicaragua tienen casi la quinta parte de sus poblaciones sin acceso mejorado al vital líquido. Referente a la proporción de la población bajo el umbral de pobreza de ingresos, sólo Costa Rica evidencia una situación favorable en el contexto centroamericano. Trato Especial y Diferenciado en el Mercado Común Centroamericano SP/Di N° 1-06 7 CUADRO N° 4. INDICADORES DE POBREZA EN CENTROAMÉRICA País Probabilidad al nacer de no sobrevivir hasta los 40 años de edad (%) (2000-2005) Costa Rica El Salvador Guatemala Honduras Nicaragua 3.7 9.9 15.9 15.8 10.1 Tasa de analfabetismo de adultos (% personas de 15 años y mayores) (2003) 4.2 20.3 30.9 20.0 23.3 Población sin acceso sostenible a fuente de agua mejorada (%) (2003) 3 18 5 10 19 Población bajo el umbral de pobreza de ingresos (%) US $ 1 US $ 2 diario diario (1990(19902003) 2003) 2.0 9.5 31.1 58.0 16.0 37.4 20.7 44.0 45.1 79.9 Fuente: PNUD. Informe del Desarrollo Humano, 2005. Entonces, pudiera resumirse lo descrito en este epígrafe señalando que: 1. Las cinco economías que conforman el MCCA son “economías pequeñas”, aunque dentro de ellas Guatemala es la de mayor dimensión relativa. De todas formas, las diferencias en cuanto a tamaño no son muy significativas dentro de la subregión. Debe resaltarse que no hay correlación entre tamaño y el nivel de desarrollo (sea medido este en términos de PIB per cápita o a través de indicadores del nivel de desarrollo humano). 2. En cuanto al ingreso por habitantes, si hay una marcada distancia entre el registro de Costa Rica, y los otros cuatro países, sobre todo en los casos de Honduras, Nicaragua y Guatemala. En el año 2005, Costa Rica exhibía un producto per cápita que era cuatro veces superior al correspondiente a Honduras y estaba más de cinco veces por encima del nicaragüense. 3. Costa Rica y El Salvador son las naciones con mayores índices de desarrollo humano (IDH) en el área, así como de esperanza de vida al nacer y probabilidad de sobrevivir hasta los 40 años de edad. 4. En relación a los demás indicadores de pobreza y desarrollo social, sólo Costa Rica presenta una situación favorable en la subregión. 5. Un análisis combinado de los indicadores referidos al producto bruto generado, ingreso por habitante, índice de desarrollo humano y los restantes indicadores sociales mostrados en los cuadros, arroja que Honduras y Nicaragua son las naciones con menor nivel de desarrollo relativo dentro del MCCA. III. LA INTEGRACIÓN CENTROAMERICANA Y EL TRATO ESPECIAL Y DIFERENCIADO Como se sabe, la experiencia internacional en cuanto a trato especial y diferenciado (TED) – a partir de lo estipulado en el GATT/OMC y en otros acuerdos comerciales regionales o de integración económica – incluye un conjunto amplio de provisiones o medidas que en sentido general pudieran clasificarse en cinco tipos: Secretaría Permanente Integración 8 a) Cronogramas diferenciados para el cumplimiento de los compromisos que asumen los países, o lo que es lo mismo, períodos de tiempo más largos para la implementación de las obligaciones; b) Umbrales cuantitativos más favorables compromisos para los países en desventaja; en la aplicación de ciertos c) Provisiones que permiten una mayor flexibilidad en la obligaciones y procedimientos; d) Las llamadas “cláusulas de mejor comportamiento” (“best endeavor clauses”) que asumen como compromisos no vinculantes los países de mayor desarrollo dentro del grupo o región a favor de los que se consideran en desventaja; y e) Las medidas de asistencia técnica y cooperación que apoyan los esfuerzos de las naciones en desventaja para implementar los compromisos contenidos en los acuerdos comerciales. En los primeros documentos jurídicos vinculados a la construcción del MCCA no hay prácticamente ninguna referencia explícita a consideraciones de “trato especial y diferenciado”, y las disposiciones están enunciadas con carácter muy general, sin excepciones para ninguno de los países miembros y sin siquiera definir plazos más largos o umbrales diferenciados en el tiempo para algunas de las economías nacionales que se integraban. Así, en el Tratado General de Integración Económica Centroamericana se señala en su artículo III el objetivo de lograr el “libre comercio para todos los productos originarios en los respectivos territorios, con las únicas limitaciones comprendidas en los regímenes especiales a que se refiere el Anexo A de ese tratado”. En este Anexo A – revisado en años recientes – se establecen para una reducida lista de productos, regímenes especiales transitorios de excepción al libre comercio, pero no se observan diferencias notables ni en el número de productos ni en el alcance de las excepciones que cada país incluyó en dicho anexo. De tal forma, no hay contrastes significativos en la proporción de productos “eximidos” de los compromisos de libre comercio por parte de Honduras y Nicaragua, por ejemplo, y los otros tres países miembros del MCCA. Es más, en términos generales pudiera resaltarse que son prácticamente las mismas categorías de productos y/o partidas arancelarias las que se incluyen indistintamente por los cinco países miembros en dicho Anexo A 5 . Sin embargo, las mayores limitaciones al libre comercio entre las economías miembros de este grupo sub-regional se asociaban al uso frecuente de la cláusula de salvaguardia como instrumento de protección a ciertas actividades y sectores productivos. Pero el uso de tales medidas restrictivas se ha reducido ostensiblemente en los últimos cuatro años, sobre todo a partir de marzo del 2003 en que finalmente Nicaragua suspendió el Impuesto a los Bienes y Servicios de Procedencia u Origen Hondureño, conocido como “impuesto por la soberanía”, el cual implicaba de hecho un arancel de 35 % a todas las importaciones de los bienes y servicios procedentes de Honduras. Es también de resaltar, 5 Dos productos presentan restricciones comunes a los cinco países miembros del MCCA: café sin tostar y azúcar de caña. Trato Especial y Diferenciado en el Mercado Común Centroamericano SP/Di N° 1-06 9 que con la excepción de Nicaragua y su “impuesto por la soberanía”, el inventario del uso de salvaguardias no mostró diferencias sustantivas entre países 6 . Igualmente, en el capítulo III (“Subsidios a las exportaciones y comercio desleal”) se señala en el artículo IX que los gobiernos de los Estados signatarios no otorgarán exenciones ni reducciones de derechos aduaneros a las importaciones procedentes de países fuera de Centroamérica para artículos producidos en los Estados contratantes en condiciones adecuadas. No obstante, hay que tener en cuenta que más adelante, el artículo XI plantea que no se consideran como subsidios a la exportación las exenciones tributarias que con carácter general conceda uno de los Estados signatarios con el objeto de fomentar la producción. Tampoco se tendrá como subsidio a la exportación, la exención de impuestos internos de producción, de ventas o de consumo, que recaigan en el Estado exportador sobre las mercancías objeto de exportación al territorio de otro estado. De tal forma, y a partir de esta formulación, los países centroamericanos tenían el derecho a definir autónomamente algunos instrumentos de “promoción comercial” en la forma de subsidios a la exportación, los cuales no entraban en contradicción con los compromisos asumidos. Esta formulación general – no explícita – pudiera interpretarse como una garantía de un “espacio de maniobra” para la definición de ciertas políticas que podría ser usado por las economías de menor desarrollo relativo en la subregión para hacerle frente a los costos de ajuste que implicaba la liberalización comercial, en tanto a través de esquemas de subsidios podían fomentar el crecimiento y la diversificación de sus exportaciones. Por su parte, el capítulo VIII del tratado (“Incentivos fiscales al desarrollo industrial”) señala que los Estados contratantes, con vistas a establecer estímulos fiscales uniformes al desarrollo industrial, convienen en alcanzar en el menor plazo posible una equiparación razonable de las leyes y disposiciones vigentes sobre esta materia. En esa dirección, se comprometieron a que a la mayor brevedad los Estados partes suscribirían un protocolo especial en el que se estipulen el monto y tipo de las exenciones, los plazos de los mismos, las condiciones en que serán otorgados, los sistemas de clasificación industrial y las normas y procedimientos de aplicación. A nivel más específico, y revisando el Reglamento Centroamericano sobre Origen de las Mercancías, tampoco hay excepciones explícitas en las definiciones sobre “reglas de origen” para privilegiar a países de menor nivel de desarrollo relativo. Esta homogeneidad en cuanto a las “reglas de origen” en las disposiciones del MCCA afectaría a los países del grupo con economías menos desarrolladas y sectores industriales menos integrados 7 . De todas formas, dicho reglamento en su artículo 77 define la “zona franca” como régimen que permite ingresar a una parte delimitada del territorio de un Estado signatario, mercancías que se consideran generalmente como si no estuviesen en el territorio aduanero con respecto a los derechos e impuestos de importación, para ser destinados - según su naturaleza - a las operaciones o procesos que establezca la legislación nacional. Debe señalarse que las zonas francas de procesamiento industrial se convirtieron desde los años 80 - pero sobre todo en la pasada década - en elemento fundamental de las Véase CEPAL (2003), Istmo centroamericano: competitividad e integración regional, 2001-2003. LC/MEX/L.576, Ciudad de México, 10 de octubre de 2003. 6 7 Véase al respecto CEPAL (2003). Rules of Origin and Trade Facilitation in Preferential Trade Agreements in Latin America, Serie: Comercio Internacional, No. 31, Santiago de Chile, agosto. Secretaría Permanente Integración 10 estrategias de inserción externa de las economías centroamericanas. Ellas albergaban en el año 2000 a más de 2100 empresas, daban trabajo a cerca de 375 000 personas y eran responsables de más del 55 % de las exportaciones totales del área 8 . El desarrollo de estos enclaves se reforzó a partir de la extensión de las ventajas de acceso preferencial al mercado estadounidense en los años 90 como parte de la extensión de la Iniciativa para la Cuenca del Caribe y con la autorización acordada por la OMC para que los países en desarrollo pudieran seguir aplicando subsidios a las exportaciones de maquila 9 hasta fines de la presente década. En los países del MCCA la maquila se caracteriza por su alta concentración en la industria textil y de la confección 10 , y por su alta dependencia del mercado de los EUA, a donde se dirigían más del 90 % de sus ventas totales a fines de la década del noventa. El valor agregado estadounidense en dicha industria es también muy alto, dado que el tratamiento arancelario preferencial para la entrada de estos bienes a EUA exige que el procesamiento de los textiles y prendas de vestir se lleve a cabo con materias primas e insumos norteamericanos. Por ello, estas maquiladoras son muy vulnerables a la coyuntura económica de EUA y a las condiciones establecidas en cuanto a reglas de origen para las importaciones provenientes de dichas zonas. Además, no generan eslabonamientos dinámicos hacia delante y hacia atrás en el país huésped ni entre las economías de la región 11 . Entre los países centroamericanos, las políticas y preferencias que se establecieron para estimular las inversiones y la producción en las zonas francas, no muestran diferencias notables entre las distintas naciones. No obstante, en la segunda mitad de la década de los noventa, todos los países de la región con la excepción de Guatemala, realizaron reformas a sus leyes de zonas francas a fin de ampliar aún más los incentivos tributarios. En el caso de El Salvador y Honduras, se extendieron desde mayo de 1998 los beneficios de zonas francas a todo el territorio nacional 12 . En cuanto a los compromisos para la convergencia macroeconómica en el MCCA, debe señalarse que a partir de trabajos técnicos desarrollados en 1993 y 1994, se acordó —en el marco del CMCA 13 — el conjunto de criterios de convergencia que comprendían ocho parámetros para todos los países: meta de crecimiento del PIB de 5% real, con una inflación inferior a 9%; tasas de interés reales pasivas de 5%; índice de tipo de cambio real bilateral con el dólar dentro del rango 90-110 (1997=100); cobertura integral de la base monetaria con reservas internacionales netas; déficit de cuenta corriente de la balanza de pagos inferior a 3.5%; déficit del sector público consolidado inferior a 2.5% del PIB, y una deuda pública total inferior a 50% del PIB. No se acordó ningún tipo de flexibilidad, ni 8 CEPAL (2002). Istmo centroamericano: evolución del proceso de integración regional, 2000-2001. LC/MEX/L.533, Ciudad de México, 12 de julio de 2002, p. 6. 9 Existe una estrecha vinculación entre “zonas francas” e “industrias maquiladoras de exportación”. La maquila se instala preferentemente en el espacio geográfico de aquellas para obtener los beneficios fiscales, arancelarios y regulatorios de que disfrutan dichas zonas francas. 10 Las maquilas en Honduras y Nicaragua son las que presentan una especialización extrema en el sector de la industria de confecciones y textiles, mientras que Costa Rica es el país que presenta una mayor diversificación sectorial, destacándose el peso creciente de la industria electrónica y de la informática. 11 Estas limitaciones, y los efectos derivados del ingreso de China a la OMC obligan en estos momentos a que se produzcan cambios en los niveles de productividad, en sus relaciones con el resto del aparato productivo doméstico y en su vinculación externa, para que las maquiladoras centroamericanas puedan seguir siendo competitivas. 12 CEPAL (2000). Estrategias y políticas de competitividad en Centroamérica. De la integración externa a la integración interna. LC/MEXS/L.447, 8 de noviembre de 200; p. 31. 13 Consejo Monetario Centroamericano. Trato Especial y Diferenciado en el Mercado Común Centroamericano SP/Di N° 1-06 11 cronograma diferenciado para el cumplimiento de los mismos entre los países miembros 14 . En noviembre de 2002 el CMCA modificó algunos de los parámetros de convergencia vigentes, a efecto de que ellos reflejaran apropiadamente la evolución más reciente de las economías centroamericanas y la consolidación de los procesos de estabilización económica. Asimismo, la modificación hecha tuvo en cuenta el efecto que sobre los niveles de los parámetros de convergencia tendría la incorporación de República Dominicana al CMCA en 2002. Los parámetros de evaluación, hasta ahora vigentes, para todos los países miembros son los siguientes: • Variación porcentual anual del PIB real: 5% como parámetro recomendable, pero las tasas por encima de 4% se estiman satisfactorias. • Tasa anual de inflación: 6%. • Índice de Tipo de Cambio Efectivo Real (ITCER) con USA: de 95 a 105. • Tasa de interés pasiva promedio de referencia en términos reales a diciembre de cada año 0% ≤ ir ≤ 5.0%. • Razón Reservas Internacionales Netas del Banco Central y Base Monetaria ≥ 100. • Razón Déficit en Cuenta Corriente de Balanza de Pagos a PIB ≤ 3,5%. • Razón Déficit Sector Público a PIB (Incluye Sector Público no Financiero y Banco Central) ≤ 2,5%. • Razón Deuda pública total a PIB (Incluye deuda interna y externa del Sector Público) ≤ 50%. Entonces, en general pudiera afirmarse que aunque desde la gestación del MCCA sus países miembros tuvieron presente que la integración exigía niveles de desarrollo más o menos simétricos; no se incorporó explícitamente un conjunto de provisiones o disciplinas diferenciadas en las disposiciones técnicas que se adoptaron para la liberalización comercial y la armonización institucional, con el objetivo de privilegiar a los países menos desarrollados del grupo. En los esfuerzos desarrollados más recientemente respecto al logro paulatino de la convergencia macroeconómica entre los países miembros del MCCA tampoco se adoptaron disposiciones o compromisos diferenciados para las distintas economías de la subregión. Sin embargo, debe reconocerse que cuando se analizan otras resoluciones acordadas por los gobiernos centroamericanos en el contexto de sus esfuerzos por hacer avanzar la integración económica, sobresalen algunas ideas y principios que apuntan a la necesaria consideración de las diferencias existentes entre los países del grupo. Algunos ejemplos de esto son los siguientes: 14 De todas formas debe tenerse en cuenta que dado los límites de competencia del CMCA, el seguimiento del cumplimiento de estos compromisos, a pesar de su calidad técnica y pertinencia, tiene solo un valor informativo sin otros mecanismos para involucrar a las autoridades fiscales ni ejercer presiones de pares como en otras subregiones de Latinoamérica y el Caribe. Secretaría Permanente Integración 12 1. En el Protocolo de Tegucigalpa a la Carta de la Organización de Estados Centroamericanos (ODECA), adoptado el 13.12.1991 – mediante el cual se reforma la Carta – los jefes de estado y de gobierno señalaron en su artículo 4 los principios fundamentales que guiarían la realización de los propósitos de la integración centroamericana. El inciso e) explicita como uno de ellos “la gradualidad, especificidad y progresividad del proceso de integración económica, sustentado en el desarrollo regional armónico y equilibrado; y el tratamiento especial a países miembros de menor desarrollo relativo; la equidad y reciprocidad; y la Cláusula Centroamericana de Excepción”. 2. En el Protocolo de Guatemala, firmado el 29.10.1993 y mediante el cual se reordenan las normas del Tratado General a las nuevas realidades y necesidades de los países; se establece en su artículo 15 el compromiso de construir una Unión Aduanera entre sus territorios, la cual se alcanzaría de manera gradual y progresiva. Dicho protocolo faculta a los Estados contratantes para que dos o más de ellos puedan avanzar con mayor celeridad en el proceso de integración económica centroamericana. Es a partir de esta provisión que Guatemala y El Salvador decidieron avanzar rápidamente en el Proceso de Unión Aduanera, suscribiendo para tal efecto un Convenio Marco en el año 2000. 3. El Marco General para la Negociación de la Unión Aduanera en Centroamérica – aprobado el 29 de junio de 2004 – establece dentro de sus principios generales: i) la gradualidad que permite que dicha Unión Aduanera 15 se alcance sobre la base de programas que hagan llegar de manera gradual y progresiva a dicho estadio. En este documento se aclara que lo anterior no impide que dos o más países puedan acelerar sus compromisos de integración, y que estas decisiones sólo obligan a quienes lo aprueben, en conformidad con el principio de “celeridad”; y ii) la flexibilidad que garantiza que los avances en la construcción de la Unión Aduanera respondan a las necesidades de los países vinculados a este esfuerzo. En este sentido, pudiera afirmarse que en la etapa más reciente (1995 – 2005), la concreción de mecanismos de TED en el mercado común centroamericano se ha vinculado esencialmente al principio de flexibilidad. Como se señaló, se ha preferido adoptar una modalidad de integración de “velocidad variable” que ha permitido a algunos países avanzar más que otros, aún a riesgo de desaprovechar algunas de las ventajas que podría disfrutar Centroamérica en tanto región 16 . El caso más evidente de esta flexibilidad se observa en los esfuerzos bilaterales realizados por Guatemala y El Salvador con vistas a cumplimentar determinadas metas propuestas para el avance de la integración, sobre todo en el plano comercial. Debe resaltarse también que se han venido analizando a diferentes niveles algunas otras opciones para la instrumentación de una estrategia que, dadas las condiciones 15 De acuerdo a la “Declaración de Panamá” adoptada en la Cumbre Extraordinaria de Jefes de Estado y de Gobierno de los países del Sistema de Integración Centroamericana (9-marzo-2006) se debía suscribir a más tardar el 30.4.2006 el Código Aduanero Uniforme Centroamericano, el Convenio de Intercambio de Información y Asistencia Mutua y el Régimen de Tránsito Comunitario; adoptar a más tardar el 30.6.2006 el Convenio de Compatibilización de los Sistemas Tributarios y adoptar a más tardar el 31.12.2006 el Convenio para la creación de la Unión Aduanera Centroamericana, así como concluir la interconexión electrónica de las administraciones aduaneras y tributarias. 16 Bulmer-Thomas, V. y A. Douglas Kincaid (2002): “Centroamérica 2020: hacia un nuevo modelo de desarrollo regional”; en Centroamérica 2020. Un Nuevo Modelo de Desarrollo Regional, (Klaus Bodemer y Eduardo Gamarra - Editores). LACC/IKK/Nueva Sociedad, 2002, p. 29. Trato Especial y Diferenciado en el Mercado Común Centroamericano SP/Di N° 1-06 13 centroamericanas, pudiera coadyuvar a la consideración más efectiva de la problemática de las asimetrías en el grupo. Dentro de estas alternativas se encuentran: 1. En la Cumbre de la SICA de diciembre del 2003 (Belice) los presidentes encargaron al Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE) con el apoyo de SIECA, que elaborara una propuesta social regional de Fondo de Cohesión, en el marco de la integración. Después de los análisis y las revisiones periódicas que tuvieron lugar al respecto – todavía sin definiciones consensuadas dos años y medio después - se planteó la posible creación de dos mecanismos 17 : a) El Fondo de Cohesión Social de la Unión Aduanera cuyo objetivo general sería promover un instrumento financiero adicional y complementario para acompañar a los países centroamericanos en el proceso de unión aduanera, mitigar los potenciales efectos negativos de su instrumentación e impulsar los efectos positivos de la dinamización del comercio intrarregional. b) El Fondo Estructural de Cohesión Social (FECS). Este tendría como objetivo contribuir a la disminución de las diferencias entre los niveles de desarrollo de las diversas regiones, mitigando el retraso de las menos favorecidas, y promoviendo la competitividad en Centroamérica con el fin de alcanzar la integración regional. 2. Como parte de las anteriores discusiones, se ha analizado la posibilidad de incorporación de los ingresos arancelarios o parte de ellos a estos fondos comunes (lo que requeriría una Unión Aduanera establecida definitivamente) para disponer de recursos con vistas a promover la convergencia en los niveles de desarrollo entre los miembros. 3. Se ha discutido la conveniencia de establecer mecanismos institucionales de diseño, negociación, administración y evaluación de la cooperación internacional sobre la base de definir prioridades regionales que orienten dicha financiación mediante un proceso colectivo de concertación. Tales dispositivos deberían privilegiar las necesidades de las economías y zonas menos desarrolladas en Centroamérica. Pero esta propuesta parece ser de muy difícil viabilidad pues dadas las grandes necesidades que aquejan a los países miembros del MCCA, los gobiernos del área se resisten a “conceder” los potenciales beneficios que la cooperación internacional les pudiera deparar individualmente en aras de una concertación en el que la distribución se realice a partir de estrategias regionales 18 . 4. Aunque de manera indirecta, las discusiones que han tenido lugar en relación con el movimiento de la fuerza de trabajo en la subregión, se han asociado al tema de las asimetrías entre los países miembros del bloque centroamericano. Incluso se ha argumentado que países como Nicaragua son en cierta forma “subsidiados” por otros como Costa Rica, que sostiene en su territorio a centenares de miles de ciudadanos nicaragüenses en calidad de inmigrantes disfrutando de ciertos beneficios y prestaciones sociales en dicho territorio, y además enviando cuantiosas remesas a su país de origen. Sin embargo, hay que tener en cuenta que muchos de estos nicaragüenses se encuentran en calidad de indocumentados, y las remesas enviadas a su país de origen, 17 Santamaría, O. A. (2004). “La experiencia del sistema de la integración centroamericana”, en Machinea, J. y Uthoff, A. (Compiladores). (2004), pp. 66 – 67. 18 Solís Rivera, L. G. (2002):” Centroamérica 2020: la integración regional y los desafíos de sus relaciones externas”, en Centroamérica 2020. Un Nuevo Modelo de Desarrollo Regional, (Klaus Bodemer y Eduardo Gamarra - Editores). LACC/IKK/Nueva Sociedad, 2002, p. 144. Secretaría Permanente Integración 14 ni por el monto, ni por sus características pueden compararse con las transferencias de recursos que se requerirían para concretar un decidido esfuerzo con vistas a reducir de manera significativa las diferencias en los niveles de desarrollo entre los países miembros del MCCA. Conviene realizar aquí una breve descripción de la dinámica general del comercio exterior en los países del MCCA para complementar la valoración realizada respecto a la normativa vigente en dicho esquema subregional. En general el comercio exterior de los países del MCCA se ha orientado predominantemente hacia el mercado de EUA. En los últimos 15 años, la proporción de las ventas externas dirigidas a ese mercado osciló entre 50 % y el 60 % del total de las exportaciones regionales 19 . Sin embargo, debe destacarse que el comercio intra-MCCA, muestra una perceptible estabilidad en cuanto al peso que tiene el mismo dentro de las transacciones comerciales externas totales de los cinco países miembros. CUADRO N° 5 MCCA. EVOLUCIÓN DE LAS EXPORTACIONES DEL MERCADO COMÚN CENTROAMERICANO (En millones de dólares y por ciento) MCCA Total de exportaciones (1) % de crecimiento anual Exportaciones al MCCA (2) % de crecimiento anual % de exportaciones dentro del MCCA (2:1) 1990 4 480 1995 8 745 1998 14 987 2000 16 624 2001 16 328 2002 17 006 2003 18 117 2004 19 767 2005 21 849 25,2 17,1 17,4 5,3 - 1,8 4,1 6,5 9,1 10,5 624 1451 2754 2617 2829 2871 3111 3506 3911 8,9 17,2 38,5 8,1 1,5 8,3 11,6 13,1 8,1 13,9 16,6 18,4 15,7 17,3 16,9 17,2 17,6 18,0 Fuente: CEPAL (2206). Panorama de la inserción internacional de América Latina y el Caribe 2005-2006, Cuadro IV.7, p. 116. Nota: En este cuadro el total de las exportaciones incluye la maquila y zonas francas. Obsérvese que en casi todos los años, el porcentaje de crecimiento del comercio intrarregional ha sido mayor que el crecimiento medio anual de las exportaciones totales. En términos comparativos, el grado de profundidad comercial alcanzado por la integración en el MCCA es significativo si se compara con las otras uniones aduaneras imperfectas que existen en ALC. En efecto, sólo en el caso del CARICOM, el peso de los intercambios intrarregionales es mayor que el que exhibe el comercio intra-MCCA. De 19 CEPAL (2006). Panorama de la inserción internacional de América Latina y el Caribe, 2005-2006. p. 116. Trato Especial y Diferenciado en el Mercado Común Centroamericano SP/Di N° 1-06 15 todas formas, debe tenerse en cuenta que comparado con la UE, con los tres países que conforman el NAFTA y Asia, la proporción del comercio intrazona en el MCCA es todavía reducido. CUADRO N° 6 COEFICIENTES DE COMERCIO INTRARREGIONAL EN VARIAS REGIONES Y EN ALC (Exportaciones de bienes como proporción del PIB en %) Unión Europea NAFTA Asia CARICOM MCCA América Latina y Caribe MERCOSUR CAN África 1990 - 1994 64,4 44,2 31,5 12,9 19,4 18,0 14,7 7,7 9,0 2000 - 2004 62,2 55,9 34,1 21,8 20,5 16,6 14,8 9,7 9,7 Fuente: CEPAL (2006). Panorama de la inserción internacional de América Latina y el Caribe, 2005 – 2006. IV. UNA EVALUACIÓN DEL DESEMPEÑO ECONÓMICO RECIENTE DE NICARAGUA Y HONDURAS EN EL CONTEXTO DEL MCCA. ¿SE SUPERAN LAS ASIMETRÍAS? Como se ha visto hasta ahora, a pesar de existir importantes diferencias en cuanto a niveles de desarrollo entre los países miembros del MCCA, este acuerdo integracionista no desarrolló instrumentos o dispositivos legislativos y normativos explícitos para apoyar a las naciones en desventaja y lograr la necesaria convergencia entre ellas. Es más, pudiera inferirse que el MCCA - aun y cuando cuenta con una vasta red de acuerdos y compromisos intergubernamentales, cuyas normas de operación son aplicadas por los agentes públicos y privados - tiene una visión pragmática en relación a la problemática de las asimetrías, basada hasta cierto punto en la confianza de que los propios mecanismos para la liberalización económica y la paulatina homologación institucional del grupo, conducirán finalmente a la convergencia. En este epígrafe se realizará un análisis general de algunos aspectos vinculados a la dinámica económica global de los países del MCCA para coadyuvar a la comprensión de si se ha producido un acercamiento – o convergencia – entre los distintos países miembros, tomando en cuenta ciertos indicadores básicos. En particular se analizarán cuatro áreas: i) la tendencia en relación al crecimiento económico y la evolución del ingreso por habitante; ii) el cumplimiento o no de los parámetros establecidos por el CMCA para la convergencia macroeconómica entre los países de la región; iii) los cambios en cuanto a la competitividad de las cinco economías, y iv) las tendencias descritas por el índice de desarrollo humano en los cinco países del Mercado Común Centroamericano (MCCA). Secretaría Permanente Integración 16 i) Crecimiento económico y nivel de ingreso por habitante La evolución económica de los países del MCCA en los treinta años que van de 1975 al 2005 muestra una gran variabilidad. A continuación se presenta el Gráfico N° 1 con la dinámica de crecimiento del PIB para los cinco países del MCCA. GRAFICO N° 1. MCCA Tasas de crecimiento del PIB (1975 – 2005. En porcentaje) 7 Tasas del crecimiento del PIB 5 3 1 1975-1980 1980-1985 1985-1990 1990-1995 1995-2000 2000 2001 2002 2003 2004 2005 -1 -3 -5 AÑOS Costa Rica El Salvador Guatemala Honduras Nicaragua Como se ve, mientras para los primeros quince años entre 1975 y 1990 El Salvador, Guatemala y Nicaragua exhibieron al menos un quinquenio con tasa de crecimiento promedio anual negativa 20 , Costa Rica y sobre todo Honduras, registraron tasas promedio anuales de aumento en la actividad económica. Sin embargo, en los últimos quince años (1990 – 2005) se observa un dinamismo económico perceptible para todos, aunque con variaciones entre países, destacándose en particular los notables crecimientos observados por Costa Rica, El Salvador y Guatemala. Pero para los objetivos de este análisis, lo más trascendente sería ver cómo se ha traducido esta dinámica de la actividad económica de largo plazo en las naciones del MCCA en sus niveles de ingreso per cápita. A continuación se presenta la evolución de los niveles de ingreso por habitante para estas economías (Gráfico N° 2), sobre la base de la paridad de poder adquisitivo (“purshasing power parity” o PPA) que es un mejor indicador para la realización de comparaciones entre economías nacionales. 20 En el caso de Nicaragua fueron dos períodos, aunque no consecutivos, con tasas negativas (y con niveles significativos) de crecimiento económico promedio. Trato Especial y Diferenciado en el Mercado Común Centroamericano SP/Di N° 1-06 17 Lamentablemente debido a limitaciones estadísticas sólo se presenta esta serie para el período 1993 – 2003. GRAFICO N° 2. MCCA Ingreso nacional per cápital (en dólares de EUA, y sobre la base de la PPA) 10000 9000 8000 7000 6000 US$ 5000 4000 3000 2000 1000 0 1993 1995 1998 2000 2001 2002 2003 AÑOS Costa Rica El Salvador Guatemala Honduras Nicaragua En términos tendenciales, la tasa de crecimiento promedio anual del ingreso por habitante para el decenio 1993 – 2003 fue de 7.3 % y 5.4 % para El Salvador y Costa Rica, respectivamente, mientras que el aumento promedio de este indicador fue de 3.5 % en el caso de Nicaragua, de 2.4 % en Honduras y de 2.1 % para Guatemala. Este rezago en el ritmo de aumento del ingreso per cápita entre las dos economías con rentas menores (Nicaragua y Honduras) frente a la dinámica registrada por Costa Rica y El Salvador precisamente las que cuentan con los mayores ingresos - ha determinado que la brecha en relación a este indicador entre estos pares de economías haya aumentado en el período. En efecto, si en el año 1993 el ingreso per cápita de Costa Rica era 2.7 veces superior al de Honduras y 2.4 veces mayor que el de Nicaragua, diez años después este diferencial aumentó a 3.6 y 2.9 veces, respectivamente. Lo mismo se verifica en la comparación de los niveles de ingreso per cápita de El Salvador con los correspondientes a Honduras y Nicaragua. Si en el año 1993 el ingreso salvadoreño era 1.12 veces superior al de Honduras y 1.04 veces mayor que el de Nicaragua; en el año 2003 esta diferencia fue de 1.8 y 1.5 veces, respectivamente. ii) Cumplimiento de los parámetros establecidos por el CMCA de convergencia macroeconómica Como se sabe, se han realizado esfuerzos por parte del Comité Monetario Centroamericano para lograr cierta convergencia en cuanto al desempeño Secretaría Permanente Integración 18 macroeconómico (lo cual no implica necesariamente convergencia en términos de niveles de desarrollo) entre los países que conforman el MCCA. Respecto al cumplimiento de las metas de convergencia macroeconómica en el MCCA tampoco se observan avances importantes. Para el período 1997 – 2000, en promedio el grado de cumplimiento de los indicadores de convergencia era inferior al 50 % para toda la subregión, y dentro de ellos Nicaragua y Honduras – en promedio para el período – eran los países que manifestaban mayores rezagos o incumplimientos. CUADRO N° 7 MCCA. GRADO DE MACROECONÓMICA (En por ciento) CUMPLIMIENTO DE LOS INDICADORES DE CONVERGENCIA País 1997 1998 1999 2000 Promedio 1997-2000 Costa Rica El Salvador Guatemala Honduras Nicaragua MCCA 63 63 63 38 50 55.4 63 63 63 25 25 47.7 38 63 25 38 50 42.8 38 63 50 50 50 50.2 54.7 63.0 50.3 33.7 41.7 48.6 Fuente: Consejo Monetario Centroamericano (2001). Informe económico regional 2000. Nota: Como se recogió con anterioridad, el CMCA utiliza ocho indicadores con parámetros establecidos para dar seguimiento a la evolución económica de la región. A partir del año 2000 se realizaron discusiones para ajustar los indicadores de convergencia macroeconómica en Centroamérica, tal y como se señaló anteriormente. A mayo de 2005, con base en la información disponible y las metas anuales, el grado de observancia de los indicadores de convergencia en la subregión se estableció en 50%, superando el 38% a diciembre de 2004 21 , y de nuevo volvieron a presentarse grandes diferencias entre países, y un recurrente rezago de Nicaragua, y en menor medida de Honduras. De acuerdo con los criterios aprobados por el CMCA para el seguimiento de los parámetros de convergencia macroeconómica en torno a los resultados de 2004, la evaluación conjunta de los países miembros del CMCA indica un bajo nivel de cumplimiento en los criterios, por debajo del 50% para Nicaragua (13%), República Dominicana (25%) y Guatemala (38%). Por su parte, Costa Rica y Honduras obtuvieron un cumplimiento de 50%, en tanto que El Salvador sería la excepción con un grado de cumplimiento de 63% 22 . 21 Secretaría Ejecutiva del Consejo Monetario Centroamericano, Informe Económico Regional 2004, Mayo de 2005. 22 SELA (2005). Análisis de la dinámica macroeconómica de América Latina y el Caribe y sus implicaciones para la integración económica regional. Situación actual y perspectivas en materia de coordinación macroeconómica. SP/R-DMALCI R/Di N° 1 – 05, Caracas, 15-16 de septiembre de 2005. Trato Especial y Diferenciado en el Mercado Común Centroamericano iii) SP/Di N° 1-06 19 Modificaciones en la competitividad global Teniendo en cuenta las prioridades de las estrategias de inserción en el sistema global implementadas por las naciones del MCCA en los últimos tiempos, uno de los elementos de interés a la hora de valorar si se ha producido o no un cierre de la brecha económica que separa a los países miembros de este grupo es el referido a los cambios en la competitividad internacional de sus integrantes. De acuerdo a análisis realizados por la CEPAL, en el período entre 1990 y 2002, se produjeron modificaciones significativas en la inserción internacional y en los patrones de competitividad de los países centroamericanos. De hecho, para todas las economías del grupo se redujo perceptiblemente el peso de los productos primarios en sus exportaciones al mercado mundial (sobre todo para el mercado de EUA) y – concomitantemente – aumentó el correspondiente a los productos manufacturados. Señala el análisis de esa comisión regional de las Naciones Unidas que “… en general se advierten mejorías de la competitividad (…) y ello se refleja en que los principales rubros de exportación de la región centroamericana a los EUA son mayoritariamente “estrellas nacientes”, es decir, se trata de sectores cuya demanda en los Estados Unidos se eleva en la medida en que los países centroamericanos logran mayor participación de mercado en dichos sectores” 23 . No obstante, en el 2002 seguía siendo evidente la escasa diversificación de la cartera de exportaciones, dado que persistía una alta concentración en pocos rubros, si bien estos habían cambiado. Pero la situación relativa de Honduras y Nicaragua en relación a la competitividad también muestra cierto grado de rezago respecto a los otros tres países del MCCA. Así, las exportaciones de Honduras a EUA crecieron de manera constante en el período 1990 – 2002, aunque su participación en el total de importaciones de EUA era relativamente pequeña. Al igual que en los otros casos, se dio un cambio positivo en la estructura de sus ventas externas, que en su mayoría se encontraban dentro de la categoría de “estrellas nacientes”, pero el peso de las “estrellas menguantes” seguía siendo muy elevado (43% del total de las exportaciones a EUA). En el caso de Nicaragua, aunque es el país del MCCA con menores exportaciones en términos absolutos a EUA, estas también crecieron de manera constante entre 1990 – 2002. De todas formas, el porcentaje de exportaciones nicaragüenses en sectores “no dinámicos” (“estrellas menguantes” y “retrocesos”) seguía siendo muy alto (65%) al final del período de análisis. Debe también resaltarse que análisis realizados por CEPAL apuntan a que una de las ventajas de la dinámica del comercio intra-MCCA ha sido el aumento de las exportaciones de bienes industriales de tecnología media y alta y de manufacturas basadas en recursos naturales 24 . En el anexo N° 4, se presenta un cuadro con información para los años 1990 – 2002 en que se clasifican las exportaciones de bienes realizadas por los países del MCCA según categorías de intensidad tecnológica. Sólo se divide el destino de las exportaciones en tres grupos: el total exportado al mundo, las ventas realizadas al mercado de EUA y lo que se exportó a la región. Aunque en este caso la región incluye a toda ALC, dado el peso determinante que tiene el comercio intra-MCCA para los cinco países, los datos 23 CEPAL (2004). Competitividad Centroamericana. Serie: Estudios y perspectivas, No. 21, México, D.F., junio de 2004, p. 16. 24 Idem. Secretaría Permanente Integración 20 para este destino pudieran reflejar la composición material de las exportaciones intrasubregionales. De acuerdo a la información del Anexo No. 4, se pudiera concluir que: 1. Respecto a las exportaciones totales de los países del MCCA entre 1990 y el año 2002: a) En todos los países del MCCA disminuyó el peso de las exportaciones totales de bienes primarios y consecuentemente, se incrementó el de los bienes industrializados. b) Costa Rica, El Salvador y en menor media Guatemala, exhibieron incrementos perceptibles en sus exportaciones de bienes de media y alta tecnología entre 1990 y el 2002. c) En el caso de Honduras y Nicaragua, el cambio en la composición material de las exportaciones en este período estuvo determinado esencialmente por el aumento de las ventas externas de manufacturas basadas en recursos naturales y de baja tecnología. 2. Respecto a las exportaciones hacia EUA: a) El Salvador y Honduras mostraron una dramática reducción en sus exportaciones de bienes primarios hacia EUA entre 1990 y 2002, lo que se tradujo en un incremento notable del peso de los bienes industrializados. b) Sin embargo Guatemala, y en mucha mayor medida Nicaragua vieron incrementarse el peso de los productos primarios en su canasta de exportaciones a EUA en igual período. c) En el caso de Costa Rica es de destacar que la proporción de los bienes de media y alta tecnología en sus ventas externas a EUA pasó de poco más del 6 % en 1990 al 44 % en el 2002. 3. Respecto a las exportaciones intrarregionales: a) Guatemala y Honduras mostraron la mayor caída en sus exportaciones de bienes primarios en sus ventas intrarregionales entre 1990 y 2002. b) En todos los casos, con la excepción de Nicaragua, los bienes industrializados representaban más del 83 % de las ventas externas dirigidas a la región en el año 2002. c) Porcentajes muy significativos de exportaciones de bienes de media y alta tecnología en las ventas dirigidas a la región de Costa Rica (38,4 %), El Salvador (26,4 %) y Guatemala (34,9 %) en el año 2002. Trato Especial y Diferenciado en el Mercado Común Centroamericano SP/Di N° 1-06 21 iv) Tendencias en el IDH de los países del MCCA En términos generales, se ha observado para el período 1975 – 2003 una tendencia al aumento de los índices de desarrollo humano de los países centroamericanos. Sin embargo, tal y como se observa en el Gráfico N° 3, sólo se verifica una mejoría perceptible en términos de desarrollo humano – cuando se compara con el país líder en este indicador: Costa Rica – en el caso de El Salvador. Si bien todos las demás naciones registraron incrementos en el IDH, la misma fue sólo sostenida en Guatemala (que a propósito es el país que partía con el menor nivel de desarrollo humano de todos). GRAFICO N° 3 MCCA: Indicadores de Desarrollo Humano 1975-2003 0,9 0,85 0,8 0,75 IDH 0,7 0,65 0,6 0,55 0,5 1975 1985 1995 2003 AÑOS Costa Rica El Salvador Guatemala Honduras Nicaragua Así, Honduras y Nicaragua mantuvieron cierto retraso - en tendencia - en cuanto al aumento en el IDH en este período de tiempo, lo cual implicó que el diferencial en el IDH de estos dos países respecto al de Costa Rica prácticamente se haya mantenido igual entre 1975 y el año 2003. V. LAS PROVISIONES DE TED EN EL TRATADO DE LIBRE COMERCIO ENTRE REPÚBLICA DOMINICANA Y CENTROAMÉRICA CON ESTADOS UNIDOS. (DR-CAFTA) El acuerdo de libre comercio firmado por Estados Unidos con los países centroamericanos (Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Honduras y Nicaragua) y República Dominicana (DR-CAFTA en inglés) es un acuerdo de liberalización comercial Norte-Sur, que tiene implicaciones normativas no sólo para las cuestiones tradicionales de la política comercial (medidas arancelarias y no arancelarias). El mismo implica Secretaría Permanente Integración 22 también compromisos en las llamadas nuevas áreas de la agenda comercial (derechos de propiedad intelectual, servicios, inversiones, etc.). Por ello, desde el inicio de estas negociaciones se generó un intenso debate entre especialistas, académicos y otros sectores sociales de la subregión; centrado en la discusión del balance entre los costos y beneficios potenciales que tal acuerdo tendría sobre las economías de la subregión. En parte, esta discusión estaba relacionada directamente con la incorporación o no de provisiones en el tratado DR-CAFTA que consideraran las enormes asimetrías existentes entre la economía más industrializada del orbe (EUA) y las otras seis pequeñas economías en desarrollo, con evidentes rezagos en términos económicos, sociales e institucionales. Dadas las implicaciones que la entrada en vigor del acuerdo DR-CAFTA tendrá sobre las economías de Centroamérica – y también para el futuro mismo del proceso de integración subregional 25 – y a pesar de que en este acuerdo no hay referencias explícitas al “tratamiento asimétrico”, en este epígrafe se resumirán algunas de las provisiones acordadas en este tratado de libre comercio, que en cierta medida favorecen a las naciones del istmo centroamericano. Debe destacarse que sólo se hará referencia a cinco áreas del DR-CAFTA: i) acceso a mercados para productos no agrícolas (bienes); ii) agricultura; iii) derechos de propiedad intelectual; iv) servicios; y v) inversiones. i) Acceso a mercados de bienes El capítulo 3 del DR-CAFTA se aplica al comercio de bienes. Todas las partes acuerdan otorgar “trato nacional” a los bienes de las otras partes de acuerdo al artículo III del GATT’1994. Igualmente, se garantiza la aplicación de la cláusula de nación más favorecida (NMF). Sin embargo, en el anexo 3.2 se incluyen las exenciones al trato nacional y NMF para el comercio de bienes. En general, todos los países – incluyendo EUA - tienen algunos productos y/o partidas arancelarias específicas para los cuales se reservan el derecho de regular y/o restringir las exportaciones/importaciones de los mismos. Es de destacar que República Dominicana y El Salvador sólo inscribieron en este anexo excepciones al trato nacional y MFN en cuanto a sus importaciones procedentes de las otras partes; mientras que Costa Rica, Guatemala, Honduras y Nicaragua incluyeron excepciones tanto para las importaciones que realizarían de las otras partes, como también para ciertas exportaciones (sobre todo productos de la madera, y en el caso de Nicaragua varios bienes alimenticios para circunstancias en que se produzca escasez de los mismos). Respecto a los aranceles, los países del DR-CAFTA acordaron no incrementar los derechos aduaneros ni adoptar nuevos derechos; y al mismo tiempo eliminar progresivamente los mismos (a partir de la tasa NMF aplicada) sobre los bienes originarios de acuerdo a diferentes rangos de categorías o cestas. Estas van desde la eliminación inmediata de tarifas (a partir de la entrada en vigencia del DR-CAFTA) a la eliminación de tarifas en períodos de 5, 10 y 15 años. No necesariamente los efectos de estos acuerdos con socios “extrarregionales” tienen que ser negativos. En Centroamérica algunos estiman que el CAFTA abre espacios para renovar y profundizar la integración. Véase, Rosales, O. (2006). “Crisis de la integración y convergencia de acuerdos comerciales”. Notas de la CEPAL, No. 46, mayo, pp. 4-5. 25 Trato Especial y Diferenciado en el Mercado Común Centroamericano SP/Di N° 1-06 23 CUADRO N° 8. CAFTA: REDUCCIÓN DE ARANCELES DE IMPORTACIÓN POR CATEGORÍA O CANASTAS (Sobre los niveles de importación del año 2002) Categoría .Eliminación inmediata .En 5 años .En 10 años .En 15 años -Importaciones que ya disfrutaban de arancel cero - Desgravación inmediata de acuerdo a preferencias OMC existentes - Desgravación no lineal en 10 años - Desgravación no lineal en 12 años - Desgravación lineal en 5 años con 1 año de período de gracia. CRI DOM SLV GTM HON NIC USA Por ciento del valor de las importaciones de 2002 correspondientes a cada categoría 40.4 58.3 20.9 16.3 11.9 10.4 76.3 2.3 6.8 0.6 39.7 3.7 7.6 0.8 15.5 4.6 6.7 0.4 55.0 1.5 5.4 0.4 61.9 3.3 9.2 1.4 50.0 3.6 8.1 1.2 57.0 0.0 0.0 0.0 22.2 - - - - - - 1.3 3.6 2.6 0.7 7.4 7.3 2.5 0.0 0.4 0.1 0.4 0.0 0.4 0.3 0.0 - 9.9 - - - - - Fuente: OAS (2005). Examination of Asymmetrical Treatment Provided to Smaller Economies under the WTO Agreements and the DR-CAFTA. (pág. 13). Como se observa en el cuadro anterior, Estados Unidos asume el compromiso de eliminar de inmediato – a la entrada en vigor del acuerdo – los aranceles de importación para más de las tres cuartas partes del monto total importado por este país desde los otros seis países partes del acuerdo; mientras que El Salvador, Guatemala pero sobre todo Honduras y Nicaragua eliminarían los derechos sobre una proporción equivalente mucho menor del total de sus importaciones procedentes de este grupo de países. Si se suma la proporción de importaciones cuyos aranceles de aduana se eliminarían de inmediato a la entrada en vigor del acuerdo y la proporción de los mismos que ya disfrutaban de arancel cero en el comercio recíproco entre estos países, se tendría la situación siguiente: Secretaría Permanente Integración 24 CUADRO N° 9. CAFTA. PROPORCIÓN DE IMPORTACIONES RECÍPROCAS QUE DISFRUTARÁN DE ARANCEL CERO A LA ENTRADA EN VIGENCIA DEL ACUERDO (Como proporción del valor de las importaciones recíprocas del 2002) País Eliminación inmediata Estados Unidos Rep. Dominicana Costa Rica El Salvador Guatemala Nicaragua Honduras 76.3 58.3 40.4 20.9 16.3 10.4 11.9 Importaciones que disfrutan ya de arancel cero 22.2 15.5 39.7 55.0 61.9 57.0 50.0 Total 99.8 73.8 80.1 75.9 78.2 67.4 61.9 Fuente: Idem cuadro N° 8. (pág. 13). En términos arancelarios EUA asume el compromiso de la eliminación práctica de casi el 100 % de todos sus derechos de aduana aplicados a los productos procedentes de los otros seis países partes del DR-CAFTA. En el caso de Nicaragua y Honduras se mantiene la aplicación de derechos arancelarios – una vez entre en vigor el acuerdo – para una proporción significativa de sus importaciones procedentes del área DR-CAFTA (entre 33 y 38 % de sus compras externas totales del área). En relación con los “regímenes especiales”, el acuerdo DR-CAFTA prohíbe para sus miembros la adopción de nuevos regímenes que estén condicionados – explícita e implícitamente – al cumplimiento de ciertos requisitos de desempeño. Sin embargo, Costa Rica, República Dominicana, El Salvador y Guatemala continuarán disfrutando de ciertas ventajas (sobre todo en términos de subsidios a las exportaciones) hasta el año 2009, siempre y cuando lo hagan en concordancia con el artículo 27.4 del Acuerdo sobre Subsidios y Medidas Compensatorias de la OMC. Nicaragua y Honduras, por su parte, podrán mantener bajo el DR-CAFTA tales medidas indefinidamente, en tanto estos dos países califican como naciones incluidas en el Anexo VII 26 de dicho Acuerdo multilateral sobre Subsidios y Medidas Compensatorias. En la sección referida a otras medidas no arancelaria, el DR-CAFTA clarifica que queda prohibido el uso de requerimientos de precios (tanto para las importaciones como las exportaciones) y las licencias de importación condicionadas por el cumplimiento de requisitos de desempeño; para todos los países miembros del acuerdo. Sobre “normas de origen”, en el DR-CAFTA no hay diferencias sustanciales en las disposiciones del acuerdo para los países. En general pudiera señalarse que el tratamiento diferenciado se aplica a bienes con características particulares en vez de a países particulares o a países con características particulares. Resulta explícito el criterio mediante el cual un bien es considerado como “originario”: i) cuando el bien es totalmente obtenido o producido en el territorio de una de las partes; ii) cuando el bien es manufacturado o ensamblado de materiales no originarios pero que mediante dicho El Anexo VII incluye el listado de PMA (países menos adelantados) y miembros de la OMC con PNB per cápita anual menor a $ 1000 que quedaban eximidos de cumplir las disciplinas que contempla el Acuerdo sobre Subsidios y Medidas Compensatorias de la OMC. 26 Trato Especial y Diferenciado en el Mercado Común Centroamericano SP/Di N° 1-06 25 proceso se produce un cambio específico en la clasificación arancelaria en uno o más de los Estados partes; o en su defecto que satisface los requerimientos de contenido de valor regional aplicables en cada caso; y iii) cuando el bien es producido en uno o más Estados partes con materiales originarios 27 . Sin embargo, hay reglas de origen específicas para las confecciones y textiles. En este sector se encuentran dos excepciones puntuales para dos países miembros del acuerdo: a) las confecciones textiles de lana terminadas en Costa Rica, recibirán un 50 % de preferencias arancelarias a su entrada al mercado de EUA siempre y cuando sean cortados y ensamblados en Costa Rica aunque con tejidos elaborados fuera del territorio del DR-CAFTA; y b) en el caso de Nicaragua se señala que algunos bienes no originarios de Nicaragua recibirán el mismo tratamiento otorgado a los bienes originarios de ese país (limitado a confecciones de fibras hechas a mano y de algodón). De todas formas el tratamiento preferencial de bienes no originarios de Nicaragua estará cuantitativamente limitado a 100 millones de metros cuadrados equivalentes (MCE), durante cada uno de los primeros cinco años; y luego de ese período estará sujeto a reducciones progresivas y lineales hasta el noveno año de entrada en vigencia del acuerdo 28 . ii) Acceso a mercado en productos agrícolas En las provisiones sobre agricultura del DR-CAFTA tampoco hay referencias específicas al tratamiento asimétrico. El capítulo agrícola está esencialmente dedicado a consideraciones de acceso a mercados recíprocamente negociados. Por tanto, y a diferencia del Acuerdo sobre la Agricultura de la OMC, en el DR-CAFTA no hay compromisos respecto a las medidas de apoyo interno al sector. En relación a los subsidios, las exportaciones agrícolas subsidiadas de uno a otro país están prohibidas de acuerdo a lo estipulado en el artículo 3.14 del acuerdo 29 . Al examinar los anexos y cronogramas del capítulo agrícola del DR-CAFTA se observa que es en este sector donde se encuentran períodos de transición más largos (15 años o más versus 10 años en general para los productos industriales), períodos de “gracia” para las reducciones arancelarias, un predominio de “contingentes arancelarios” (tariff rates quotas) y un número limitado de exclusiones. Así se tiene que en agricultura, el DR-CAFTA contempla lo siguiente 30 : a) los aranceles agrícolas serán eliminados paulatinamente con cronogramas específicos negociados sobre la base de cada país y por productos; 27 El régimen sobre reglas de origen del CAFTA incluye el principio de minimis mediante el cual será considerado originario un bien aunque no cumpla con el cambio en la clasificación arancelaria, siempre y cuando la proporción de materiales no originarios no exceda el 10 % del valor ajustado del bien. 28 Debe también destacarse que en el CAFTA para los propósitos de determinar el origen de las confecciones de algodón, los materiales e insumos originarios de México y Canadá serán tratados como “originarios”, sujeto a límites cuantitativos. Los bienes ensamblados en los países CAFTA con componentes estadounidenses y con hilo de EUA que no califican como “originarios” estarán sujetos a aranceles NMF sólo sobre el valor del bien terminado menos el valor del componente estadounidense usado en la confección del bien. 29 Sólo podría aplicarse este tipo de medidas para contrarrestar los efectos distorsionantes al comercio de las exportaciones subsidiadas de productos agrícolas que llegan de un tercer país no parte del DR-CAFTA al territorio de un Estado parte, y sólo si el importador no haya adoptado o acordado adoptar contramedidas a solicitud de la parte exportadora interesada. 30 Resumen del documento OAS (2005). Examination of Asymmetrical Treatment Provided to Smaller Economies under the WTO Agreements and the DR-CAFTA. (pp. 25 - 33). Secretaría Permanente Integración 26 b) los EUA proporcionarán el mismo tratamiento arancelario a cada uno de los otros seis países del DR-CAFTA, pero hará compromisos específicos por países en términos de “contingentes arancelarios” ; c) los aranceles serán eliminados para todos los productos, exceptuando el azúcar (fuera de cuota) para el caso de EUA, las papas y las cebollas frescas para el caso de Costa Rica, y el maíz blanco para el resto de los países centroamericanos; d) EUA ofreció cuotas incrementadas para las restantes partes del DR-CAFTA de azúcar, pero limitando el acceso a los países exportadores con excedentes netos y permitiendo el otorgamiento de formas alternativas de compensación. e) la República Dominicana y los países centroamericanos listaron más bienes estadounidenses elegibles para la protección vía medidas de salvaguardia que los bienes de estas naciones listados por parte de EUA para tal fin. iii) Propiedad intelectual El capítulo 15 del DR-CAFTA recoge las provisiones sobre la protección de los derechos de propiedad intelectual que asumen los estados partes del acuerdo 31 . Aunque al igual que en el resto de los capítulos de este tratado no hay referencias explícitas respecto al tratamiento de las asimetrías, en este se incluyen plazos diferenciados para el cumplimiento y/o implementación de la normativa acordada, compromisos de cooperación técnica y cláusulas del “mejor esfuerzo” que pudieran considerarse sucedáneos ante la ausencia de provisiones específicas de trato especial y diferenciado a favor de las economías menos desarrolladas del acuerdo. Así, en las disposiciones finales del capítulo, las partes acordaron períodos de tiempo diferenciados para ciertas obligaciones respecto a los derechos de propiedad intelectual. Estos períodos y las obligaciones cubiertas por el DR-CAFTA son diferentes y en algunos casos específicos por países. En el capítulo también hay un llamado a desarrollar mecanismos de cooperación técnica para fortalecer el uso y la protección de los derechos de propiedad intelectual como herramienta para promover la innovación e investigación, facilitar la implementación, la coordinación y el intercambio de información; así como el establecimiento de sistemas electrónicos para el manejo de la propiedad intelectual 32 . También se incluye que las partes realizarán “esfuerzos razonables” para ratificar distintos tratados internacionales que regulan la protección de dimensiones específicas de la propiedad intelectual 33 , aunque no se establecen fechas determinadas para ello. Respecto a la protección de patentes para plantas, bajo el artículo 15.9.2 del DR-CAFTA los Estados Partes se comprometen a realizar “todos los esfuerzos posibles” para garantizar la protección de estas patentes cuando el acuerdo entre en vigor. 31 A diferencia del acuerdo TRIP’s de la OMC, el capítulo del DR-CAFTA no incluye provisión alguna sobre “diseños industriales” ni tampoco en relación al “diseño de circuitos integrados”. 32 El DR-CAFTA va más allá del acuerdo TRIP’s de la OMC en cuanto a cooperación técnica al establecer la creación de un Comité para el fortalecimiento de las capacidades comerciales (Committee on Trade Capacity Building). 33 Estos tratados son: “The Patent Law Treaty” (2000), “The Hague Agreement Concerning the International Registration of Industrial Designs” (1999), y “The Protocol relating to the Madrid Agreement Concerning the International Registration of Marks” (1989). Trato Especial y Diferenciado en el Mercado Común Centroamericano SP/Di N° 1-06 27 La OEA señala que sería recomendable comparar el DR-CAFTA con otros acuerdos de libre comercio bilaterales firmados recientemente por EUA, en particular respecto a las disciplinas relativas a la protección a la propiedad intelectual. Hay diferencias evidentes, sobre todo en cuanto a normas que no se incluyen en el acuerdo DR-CAFTA y que sí están recogidas dentro de los compromisos de otros acuerdos bilaterales firmados por EUA 34 . De todas formas, la OEA plantea que estas diferencias entre el alcance y nivel de compromisos del DR-CAFTA y otros acuerdos bilaterales de libre comercio firmados por EUA con otros países, no necesariamente reflejaría la consideración de las diferencias en cuanto a nivel de desarrollo o tamaño de las economías, sino intereses y prioridades negociadoras que pudieran haber influido en el resultado final de la negociación 35 . iv) Servicios Las disposiciones relativas al sector servicios del DR-CAFTA se encuentran en los capítulos 11 (“Comercio transfronterizo de servicios”), 12 (“Servicios Financieros”) y 13 (“Telecomunicaciones”). Todos los sectores se incluyen dentro del alcance del acuerdo y las disciplinas son de aplicación general y obligatorio cumplimiento. Por tanto, las normas acordadas en el DR-CAFTA sobre servicios son idénticas para todas las partes. Las mismas no contienen provisiones de salvaguardias ni tampoco compromisos más flexibles para los países en desventaja. No hay, tampoco, referencias explícitas a las diferencias en cuanto al tamaño o al nivel de desarrollo entre países en el texto del acuerdo. Sin embargo, algunas naciones fueron capaces de negociar períodos más largos para la implementación de ciertos compromisos sobre acceso a mercados, como por ejemplo el caso de Costa Rica en el área de las telecomunicaciones. También en materia de establecimiento de sucursales bancarias en EUA en el caso de El Salvador y respecto a los servicios de seguros en el caso de Costa Rica, se lograron acuerdos que permiten un período mayor para cumplimentar las obligaciones derivadas de la liberalización. Los EUA, por su parte, se comprometieron a revisar las normas que actualmente impiden la presencia de sucursales de compañías extranjeras en varios estados de la unión. Debe destacarse, además, que varias medidas o disposiciones legales vigentes en los países centroamericanos que regulan el comercio de servicios, así como los sectores excluidos de los compromisos de liberalización (“listas negativas”) se incluyeron en los Anexos I, II y III del acuerdo. Sin embargo esto fue el resultado de la presión derivada de las distintas prioridades nacionales, así como de intereses particulares de los proveedores de servicios y las sensibilidades del público de cada nación, y por tanto no deberían asociarse a percepciones respecto a la conveniencia de otorgar condiciones diferenciadas a favor de las economías menos desarrolladas del acuerdo. v) Inversiones En el capítulo de inversiones del DR-CAFTA, como es de esperar, no hay referencia alguna a tratamiento asimétrico. No hay tampoco plazos diferenciados para el cumplimiento de los compromisos asumidos por las Partes del acuerdo 36 ni provisiones específicas para las economías más pequeñas o de menor desarrollo relativo. En lo 34 Véanse los acuerdos de libre comercio entre EUA-Marruecos, EUA-Australia, EUA-Bahrein, EUA-Singapur y EUA-Jordania. OAS (2005). Examination of Asymmetrical Treatment Provided to Smaller Economies under the WTO Agreements and the DR-CAFTA. (pág. 44). 35 36 Son cuatro los “pilares fundamentales” del capítulo de inversiones del DR-CAFTA: i) alcance y definiciones; ii) protección al inversionista, iii) acceso a mercados, y iv) solución de controversias. Secretaría Permanente Integración 28 relativo a la asistencia técnica es de destacar que en el capítulo 19 del DR-CAFTA, las partes reconocen que la asistencia para la creación de capacidades comerciales es un catalizador para la realización de las reformas y las inversiones necesarias para impulsar el crecimiento económico derivado del aumento de los flujos de comercio; reducir la pobreza y ajustarse a las condiciones que emanan del comercio liberalizado. Como producto de esto se establece el Comité para la Creación de Capacidades Comerciales, pero en el mismo no hay referencia explícita al tema de las inversiones. Sin embargo, y dada la conceptualización general que se hace de las funciones y actividades a desarrollar por dicho Comité, pudiera asumirse que algunos mecanismos de asistencia técnica para apoyar la implementación de los compromisos derivados del capítulo sobre inversiones del DR-CAFTA estarían dentro del alcance del trabajo de dicha Comisión. No obstante lo anterior, debe tenerse en cuenta que en el capítulo de inversiones hay referencias explícitas en dos temas a países específicos. Primero, en relación con el tratamiento en caso de “strife”, el anexo 10-D señala que ningún inversionista podría someter a arbitraje (bajo el mecanismo de solución de disputas inversionista-Estados) una demanda alegando que Guatemala ha violado el párrafo 2 del artículo sobre el tratamiento en caso de “desórdenes” como resultado de movimiento armado o desorden civil. Una provisión similar existe en el anexo para los inversionistas guatemaltecos respecto a otras partes. En segundo lugar, en el DR-CAFTA se señala que Costa Rica, República Dominicana, El Salvador y Guatemala pueden mantener los subsidios a la inversión extranjera que estén en correspondencia con el artículo 27.4 del Acuerdo sobre Subsidios y Medidas Compensatorias (ASMC) de la OMC hasta el 31 de diciembre de 2009. Para los casos de Nicaragua y Honduras, al ser países incluidos en el anexo VII del ASMC, mantendrán estas medidas sin límite temporal específico, de acuerdo a lo estipulado en ese acuerdo multilateral. VI. RESUMEN La integración centroamericana recuperó un perceptible dinamismo tras el empuje de los años 90. Ello se ha expresado en las múltiples iniciativas y avances que han tenido lugar respecto a la unión aduanera, la reforma institucional emprendida y la estrategia de “geometría variable” que la región ha ensayado en su relacionamiento económico externo en años recientes. Sin embargo, todavía quedan muchos lastres históricos por superar. Dentro de estos sobresale – al igual que desde los años sesenta – el problema del reparto desequilibrado de los beneficios de la integración, lo que explica la necesidad de incorporar mecanismos de cohesión para atender explícita y directamente las asimetrías entre países y regiones en la agenda de la integración. Esencialmente – y a diferencia de otras experiencias de integración subregional en Latinoamérica y el Caribe, como la CARICOM y la CAN – en el caso del MCCA el tratamiento a las asimetrías, y por ende a la problemática de la distribución de los costos y beneficios de la integración, se ha basado en el principio del pragmatismo y la flexibilidad. Es decir, consentir como estrategia la progresividad de los avances en cuanto a integración entre las partes que estén dispuestas, lo cual implica admitir distintas velocidades en el proceso, buscando su posterior generalización. A esto se suma también la aceptación de las negociaciones para la liberalización comercial de países miembros con terceros extra-acuerdo. Trato Especial y Diferenciado en el Mercado Común Centroamericano SP/Di N° 1-06 29 Sin embargo, y considerando los diferentes indicadores utilizados en este análisis, en los últimos años no se ha verificado mejoría alguna en términos de reducción de las brechas económicas y sociales que separan sobre todo a Honduras y Nicaragua con los restantes países del MCCA. De hecho, el diferencial existente en los niveles de ingresos per cápita entre Honduras y Nicaragua respecto a Costa Rica y El Salvador aumentó entre 1993 y 2003; y los primeros países también muestran rezagos considerables en el cumplimiento de los criterios de convergencia macroeconómica, lo cual apunta a que tampoco se ha producido una cierta “homologación” en el comportamiento macroeconómico subregional. Los avances en cuanto a competitividad internacional y en términos del índice de desarrollo humano, también muestran el mantenimiento de retrasos perceptibles de Honduras y Nicaragua con relación a las restantes naciones centroamericanas. En el DR-CAFTA, y a pesar de que explícitamente no hay referencia alguna a las asimetrías, se incorporaron – sin embargo - algunas provisiones que benefician a los países centroamericanos, al garantizárseles mayores períodos de tiempo para proceder a la liberación comercial, permitiéndoles algunas excepciones y habilitando a los centroamericanos ciertos subsidios a sus exportaciones – y a la inversión extranjera - en correspondencia con lo contemplado en el ASMC de la OMC. Respecto a servicios, las excepciones acordadas – en el marco de las listas negativas – y los períodos de tiempo más prolongados que lograron algunas naciones para determinados sectores, fueron más el resultado de la presión de los proveedores de servicios y de las sensibilidades políticas de cada estado, que de percepciones dominantes en la negociación respecto a la conveniencia de otorgar condiciones favorables a favor de las economías menos desarrolladas del acuerdo. Indudablemente el DR-CAFTA impactará tanto la evolución económica y social de los países centroamericanos, como al propio MCCA. El acuerdo de libre comercio con EUA pudiera conllevar a una profundización de la dinámica integracionista. De concretarse este escenario, la integración centroamericana tendrá de todas formas que encontrar su punto de equilibrio frente a los dilemas de la globalización: profundización del proceso intrazonal y ampliación de su espacio tanto geográfico como temático. Elemento determinante en el éxito del proceso será lograr el objetivo siempre elusivo de una distribución equitativa de costos y beneficios, punto que ha sido recurrente en el sistema centroamericano y que llevó a la marginación formal de Honduras por un largo período 37 . 37 CEPAL (2001). Capítulo V. Resumen y conclusiones: el camino hacia la incertidumbre. De la integración hacia adentro y hacia fuera a la informal y no institucionalizada”, p. 39. Secretaría Permanente 30 Integración Trato Especial y Diferenciado en el Mercado Común Centroamericano SP/Di N° 1-06 31 REFERENCIAS . Bulmer-Thomas, V. y A. Douglas Kincaid (2002). “Centroamérica 2020: hacia un nuevo modelo de desarrollo regional”; en Centroamérica 2020. Un Nuevo Modelo de Desarrollo Regional, (Klaus Bodemer y Eduardo Gamarra - Editores). LACC/IKK/Nueva Sociedad, 2002. . CEPAL (2000). Estrategias y políticas de competitividad en Centroamérica. De la integración externa a la integración interna. 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Trato Especial y Diferenciado en el Mercado Común Centroamericano SP/Di N° 1-06 33 A N E X O S Secretaría Permanente 34 Integración Trato Especial y Diferenciado en el Mercado Común Centroamericano SP/Di N° 1-06 35 ANEXO N° 1. MCCA. TASAS DE CRECIMIENTO DEL PIB - (1975 – 2005) En porcentaje País Costa Rica El Salvador Guatemala Honduras Nicaragua 19751980 5.1 0.5 5.8 7.2 -4.4 19801985 0.2 -2.8 -1.1 1.5 0.6 19851990 4.3 2.1 2.9 3.2 -3.5 19901995 4.6 6.2 4.3 3.5 1.5 19952000 4.6 3.2 3.9 2.9 5.0 2000 2001 2002 2003 2004 2005 1.8 2.2 3.6 5.7 4.1 1.1 1.7 2.3 2.6 3.0 2.9 2.3 2.3 2.7 0.8 6.4 2.3 2.1 3.5 2.5 4.1 1.8 2.7 5.0 5.1 5.9 2.8 3.2 4.1 4.0 Fuente: CEPAL. Anuario Estadístico de América Latina y el Caribe, varios números: 2005, 2003, 2000 y 1997; y CEPAL (2004). “Competitividad Centroamericana”. Serie Estudios y Perspectivas, No. 21, LC/L.2152-P, Ciudad de México, junio de 2004, Cuadro 3, p. 23. ANEXO N° 2. MCCA. INGRESO NACIONAL PER CÁPITA En dólares de EUA, y sobre la base de la PPA País Costa Rica El Salvador Guatemala Honduras Nicaragua 1993 5680 2360 3400 2100 2280 1995 5969 2610 3682 1977 1837 1998 5987 4036 3505 2433 2142 2000 8250 4390 3770 2390 2100 2001 9460 5260 4400 2830 2450 2002 8840 4890 4080 2600 2470 Fuente: PNUD. Informe sobre Desarrollo Humano. Varios números: 1996, 1998, 2003, 2004 y 2005. ANEXO N° 3. TENDENCIAS DEL IDH EN CENTROAMÉRICA País Costa Rica El Salvador Guatemala Honduras Nicaragua 1975 0.746 0.592 0.512 0.518 0.587 1985 0.776 0.609 0.562 0.601 0.604 Fuente: PNUD. Informe del Desarrollo Humano, 2005. 1995 0.811 0.689 0.617 0.640 0.641 2003 0.838 0.722 0.663 0.667 0.690 2003 9606 4781 4140 2665 3262 Secretaría Permanente Integración 36 ANEXO N° 4 MCCA. COMPOSICIÓN DE LAS EXPORTACIONES DE BIENES SEGÚN DESTINO Y CATEGORÍAS. 1990-2002. (En por ciento) Costa Rica 1990 2002 . Productos Primarios . Bienes industrializados a) Basados en rec. naturales b) De baja tecnología c) De tecnología media d) De alta tecnología . Otros TOTAL . Productos Primarios . Bienes industrializados a) Basados en rec. naturales b) De baja tecnología c) De tecnología media d) De alta tecnología . Otros TOTAL . Productos Primarios . Bienes industrializados a) Basados en rec. naturales b) De baja tecnología c) De tecnología media d) De alta tecnología . Otros TOTAL El Salvador Guatemala 1990 2002 1990 2002 EXPORTACIONES TOTALES 51,4 14,4 58,0 42,6 57,6 25,9 33,4 73,6 48,3 84,5 41,9 11,4 13,7 12,9 30,2 12,8 16,8 21,9 6,1 16,6 3,2 26,6 9,0 100,0 0,5 100,0 54,8 Honduras 1990 2002 Nicaragua 1990 2002 77,7 36,7 73,5 56,2 56,9 22,1 63,3 22,2 38,3 20,8 25,8 16,3 50,9 16,3 23,1 33.9 9,6 12,7 4,6 7,0 3,7 6,5 8,9 14,6 6,3 14,1 1,2 5,2 2,1 7,0 4,6 5,8 5,1 4,3 0,1 0,1 0,1 1,7 0,2 100,0 0,0 100,0 4,4 100,0 5,5 100,0 27,5 0,4 1,1 0,1 0,5 100,0 100,0 100,0 100,0 EXPORTACIONES A EUA 64,9 22,2 80,8 84,1 81,5 41,1 10,6 66,4 32,2 72,0 35,1 77,4 19,2 15,7 18,1 58,9 89,2 25,4 12,6 7,2 12,3 23,3 11,7 10,1 11,7 54,0 89,0 16,0 13,3 20,7 21,1 47,4 7,0 2,4 6,2 3,1 0,2 3,5 4,7 20,9 0,7 4,5 0,5 2,5 0,1 1,8 0,0 4,6 1,6 23,2 1,1 2,2 0,0 0,6 0,1 0,1 0,0 1,3 13,0 100,0 0,5 100,0 0,0 100,0 0,2 100,0 8,2 100,0 6,5 0,0 0,4 0,0 0,3 0,4 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0 EXPORTACIONES HACIA LA REGION 5,0 1,7 4,6 14,7 9,8 21,6 16,6 54,5 51,0 86,1 93,9 97,3 94,0 85,0 89,5 78,2 83,4 45,4 48,7 25,3 31,2 23,6 33,2 34,3 30,6 46,9 60,9 21,5 27,3 26,5 24,3 38,7 34,5 18,8 24,1 18,4 12,7 14,6 9,6 20,8 21,9 23,4 19,2 17,4 26,5 11,9 9,6 8,7 9,4 13,4 16,5 11,6 7,2 14,5 8,4 1,1 0,2 0,5 2,4 7,5 100,0 1,1 100,0 1,0 100,0 1,4 100,0 0,3 100,0 0,8 100,0 0,1 100,0 0,0 100,0 0,1 100,0 0,3 100,0 Fuente: CEPAL (2003). Panorama de la inserción internacional de América Latina y el Caribe, 2002 – 2003. Anexo Estadístico.