Trato Especial y Diferenciado en el Mercado Común

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Sistema Económico
Latinoamericano y del Caribe
Latin American and Caribbean
Economic System
Sistema Econômico
Latino-Americano e do Caribe
Système Economique
Latinoaméricain et Caribéen
Trato Especial y Diferenciado en el Mercado
Común Centroamericano
Documento de apoyo
.
VI Reunión de Reflexión sobre el Tratamiento de las Pequeñas Economías
en las Negociaciones Comerciales Internacionales
Puerto España, Trinidad y Tobago
30 de noviembre de 2006
SP/AEC-VI-RR-TPENCI/Di N° 1 - 06
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Trato Especial y Diferenciado en el Mercado
Común Centroamericano
C
O
N
T
SP/Di N° 1-06
E
N
I
D
O
I.
INTRODUCCIÓN
3
II.
LAS ASIMETRÍAS ECONÓMICAS EN CENTROAMÉRICA
4
III.
LA INTEGRACIÓN CENTROAMERICANA Y EL TRATO ESPECIAL
Y DIFERENCIADO
7
IV.
UNA EVALUACIÓN DEL DESEMPEÑO ECONÓMICO RECIENTE
DE NICARAGUA Y HONDURAS EN EL CONTEXTO DEL MCCA.
¿SE SUPERAN LAS ASIMETRÍAS?
15
LAS PROVISIONES DE TED EN EL TRATADO DE LIBRE COMERCIO
ENTRE REPÚBLICA DOMINICANA Y CENTROAMÉRICA CON
ESTADOS UNIDOS (DR-CAFTA)
21
RESUMEN
28
V.
VI.
REFERENCIAS
31
ANEXOS:
33
N° 1 - MCCA. TASAS DE CRECIMIENTO DEL PIB – (1975 – 2005)
35
N° 2 - MCCA. INGRESO NACIONAL PER CÁPITA
35
N° 3 - TENDENCIAS DEL IDH EN CENTROAMÉRICA
35
N° 4 – MCCA. COMPOSICIÓN DELAS EXPORTACIONES
DE BIENES SEGÚN DESTINO Y CATEGORÍAS 1990-2002
36
Secretaría Permanente
Integración
Trato Especial y Diferenciado en el Mercado
Común Centroamericano
I.
SP/Di N° 1-06
3
INTRODUCCIÓN
El proceso de integración económica en Centroamérica, fue el pionero dentro
de los intentos latinoamericanos y caribeños por profundizar las interrelaciones
económico-comerciales entre los países de nuestra región. Sus orígenes se remontan a la
década del cincuenta del siglo pasado cuando se celebraron las primeras reuniones
oficiales de alto nivel entre varias naciones centroamericanas que concluyeron con la
constitución de la Organización de Estados Centroamericanos (ODECA).
Inmediatamente después de esto se comienzan a firmar acuerdos para iniciar la
liberación del comercio subregional, como primera etapa hacia la construcción de un
mercado común.
La base jurídica principal del proceso de construcción del mercado común
centroamericano está establecida en cuatro instrumentos legales fundamentales:
a)
El “Tratado General de Integración Económica Centroamericana”, firmado en
Managua el 13 de diciembre de 1960, mediante el cual cuatro estados de la subregión 1
establecen el compromiso de trabajar para lograr la liberalización del comercio y la
construcción de una unión aduanera.
b)
La “Carta de la Organización de Estados Centroamericanos (ODECA)”, suscrita en
la Ciudad de Panamá el 12 de diciembre de 1962.
c)
El “Protocolo de Tegucigalpa a la Carta de la Organización de Estados
Centroamericanos (ODECA)”, firmado el 13 de diciembre de 1991, que tuvo por objetivo
relanzar el proceso de integración centroamericano en un contexto internacional
diferente al que inicialmente le había dado vida, y
d)
El “Protocolo al Tratado General de Integración Económica Centroamericana”,
conocido como Protocolo de Guatemala, que fue suscrito el 29 de octubre de 1993,
mediante el cual se institucionaliza el Subsistema de Integración Económica
Centroamericana.
Tanto el Protocolo de Tegucigalpa como el Protocolo de Guatemala resumieron
jurídicamente los compromisos adoptados por los países centroamericanos a partir de
los años 90 con vistas a impulsar la integración subregional y reactivar simultáneamente
el mercado común.
El presente trabajo tiene por objetivo hacer un análisis de los principales instrumentos o
provisiones de trato especial y diferenciado a favor de las economías de menor nivel de
desarrollo relativo en el marco del proceso de integración centroamericano. En tiempos
recientes, se identifica al proceso de integración centroamericano con el SICA,
conformada desde el año 2001 por siete países 2 , sin embargo por la naturaleza de los
compromisos asumidos en términos de constitución de un futuro espacio económico
1 Los cuatro signatarios fundadores de este tratado fueron Honduras, Nicaragua, El Salvador y Guatemala. La
República de Costa Rica se incorporó a partir de la firma del Protocolo de Adhesión al Tratado General de
Integración Económica Centroamericana, del 23 de julio de 1962.
2 Son países miembros del Sistema de Integración Centroamericano (SICA) los siguientes: Costa Rica, El Salvador
Guatemala, Honduras, Nicaragua, Panamá y también Belice, nación esta última que se incorporó al sistema
en el año 2001. Las relaciones de los países del MCCA con Panamá son de carácter bilateral. A partir de
marzo/2000 las economías centroamericanas iniciaron negociaciones tendientes a la firma de TLC bilaterales
con Panamá. En marzo/2002 se firmó el primero de ellos con El Salvador.
Secretaría Permanente
Integración
4
común en la subregión, este trabajo se limita a los países que conforman el Mercado
Común Centroamericano (MCCA).
En un primer epígrafe se presentan algunos indicadores que dan cuenta de las asimetrías
evidentes al interior de la subregión, no tanto en cuanto a dimensión sino - sobre todo en términos de desarrollo económico relativo. El segundo epígrafe se dedica a describir
analíticamente los contenidos substanciales de algunos de los capítulos de los cuerpos
legales que sustentan el proceso de integración en Centroamérica para destacar si los
mismos incorporan explícitamente provisiones o compromisos de trato especial y
diferenciado (TED). A partir de la evolución reciente de las economías de Honduras y
Nicaragua en el contexto centroamericano, el tercer epígrafe intenta valorar si se ha
producido alguna tendencia a la convergencia económica entre los países que
conforman el MCCA; y al final – en el último epígrafe - se hace un resumen de las
provisiones de TED incluidas en el tratado de libre comercio entre República Dominicana
y Centroamérica con Estados Unidos (DR-CAFTA, siglas en inglés).
II.
LAS ASIMETRÍAS ECONÓMICAS EN CENTROAMÉRICA
Los cinco países que constituyen el Mercado Común Centroamericano (MCCA)
presentan notables diferencias económicas, sociales e institucionales. Ellas reflejan, al
mismo tiempo, contrastes en cuanto a dimensión y estructura económicas y también en
cuanto a dinamismo y nivel de desarrollo relativo.
A continuación se presentan algunos indicadores para reflejar tales diferencias.
CUADRO N° 1.
TAMAÑO ECONÓMICO RELATIVO DE LOS PAÍSES DEL MCCA
(1)
(2)
(3)
(4)
(5)
(6)
Población
(miles)
Rango
Superficie
(miles km2)
Rango
PNB (mil
millones
USD) (a)
Rango
Indice
PSP (b)
Rango
IDH
(2003)
Rango
Indice
PSPH
( c)
Rango
273.000
0
9.809.0
0
10.205.000
0
99.34
0
0.929
0
99.9
0
Costa Rica
4.500
5
51.0
4
33.450
2
0.831
5
0.838
1
0.777
4
El
Salvador
Guatemala
6.760
3
21.0
5
30.742
3
0.996
4
0.722
2
0.235
5
12.290
1
109.0
3
52.926
1
2.043
1
0.663
5
1.614
1
Honduras
Nicaragua
7.500
5.380
2
4
112.0
130.0
2
1
15.281
17.484
5
4
1.345
1.153
2
3
0.667
0.690
4
3
1.087
0.985
2
3
EE. UU.
MCCA
Fuente: Reelaborado y actualizado por la SP del SELA a partir del Cuadro No. 2 de Gutiérrez, Mario A. (1996), pp. 1180-1184. Los
datos fueron tomados del Banco Mundial (2005) y del PNUD (2005).
Notas: (a) PNB de 1999 expresado en miles de millones de dólares estadounidenses, sobre la base PPA (“paridad de poder
adquisitivo” ), tomado del Banco Mundial, World Development Report 2000/2001. (b) Calculado este índice de tamaño PSP =
(100/3)x[(pob/pob máx) + (sup/sup máx) + (PNB/Pnb máx)]; donde, PSP: índice de población-superficie-PNB de la dotación de
un país; pob, pob máx: población de cada país y la mayor población entre los países del continente; sup, sup máx: superficie
de cada país y la superficie mayor entre los países del continente; y PNB, PNB máx: PNB de cada país y el PNB mayor entre los
países del hemisferio. ( c) PSPH: índice de la dotación de un país por su población-capital humano-superficie-PNB. Este se
calcula por la fórmula PSPH = (100/3) x {[(pob/pob máx)*(IDH/IDH máx)] + (sup/sup máx) – (PNB/PNB máx); donde IDH, IDH máx:
índice de desarrollo humano para cada país e índice de desarrollo humano más elevado entre los países del hemisferio.
Trato Especial y Diferenciado en el Mercado
Común Centroamericano
SP/Di N° 1-06
5
En términos de dimensión económica, las cinco economías que conforman el MCCA son
pequeñas, sobre todo si se les compara en el contexto hemisférico. Dentro de ellas, la de
mayor dimensión “relativa” es Guatemala, y las dos menores son El Salvador y Costa
Rica. De todas formas, las diferencias en cuanto a tamaño no son muy significativas
dentro de la subregión. Téngase en cuenta que considerando la metodología utilizada
en el cuadro anterior para definir el tamaño económico relativo, si se excluye a
Guatemala, la distancia en el indicador PSPH entre Honduras (la segunda nación en
cuanto a dimensión económica) y Costa Rica (la menor de todas) es de apenas un 25 %.
Sin embargo, debe resaltarse que no hay correlación entre tamaño (medido por
población, área geográfica o PIB; como es el caso del ejercicio realizado en el Cuadro
No. 1) y el nivel de desarrollo (sea medido este en términos de PIB per cápita o a través
de indicadores del nivel de desarrollo humano). En definitiva, se puede ser grande (en
área y población) y pobre; o se puede ser pequeño y también rico 3 .
De todas formas, y aunque no es lo más significativo dado que las diferencias en cuanto
a tamaño económico no son notables entre los países del MCCA se destaca el hecho
que todas ellas pudieran clasificarse como “pequeñas economías” en casi cualquier
contexto de comparación. Esto pudiera tener relevancia a la hora de evaluar los
probables impactos que tendrá el tratado de libre comercio con EUA y la apertura
externa en estas naciones. Como se sabe, las “pequeñas economías” presentan ciertas
características económicas y estructurales que las hacen más vulnerables a
fluctuaciones en los precios y la demanda externa, a los flujos financieros y a los
fenómenos naturales. Esta mayor vulnerabilidad a choques reales y financieros, el relativo
menor grado de diversificación económica y la menor capacidad de respuesta al
ajuste, deberían tomarse en cuenta en el diseño de tratados comerciales y de las
estrategias de inserción internacional en Centroamérica 4 .
CUADRO N° 2.
INDICADORES ECONÓMICOS DE LOS PAÍSES DEL MCCA - 2005
País
. Costa Rica
. El Salvador
. Guatemala
. Honduras
. Nicaragua
PIB (a)
(2005)
PIB/hab
(2005)
X (b)
(2005)
M (c)
(2005)
19063
15824
31923
8365
4555
4485
2341
2597
1115
847
8610.1
4302.2
4607.7
3065.8
1652.6
9140.3
7029.2
8482.9
4430.3
2851.3
Coeficiente
de apertura
externa (d)
46.56
35.80
20.50
44.80
49.43
Fuente: Elaborado a partir de información del IMF. International Financial Statistics. July 2005.
Notas: (a) Expresado en millones de dólares. Los datos de El Salvador y Nicaragua corresponden al
año 2004. (b) Exportaciones de bienes y servicios. En millones de dólares. (c) Importaciones de
bienes y servicios. En millones de dólares. (d). En por ciento. El coeficiente se calcula como la
relación (X + M) / 2 y el PIB.
3 Salazar-Xirinachs, José M. (2005). “Las asimetrías en los TLCs contemporáneos y el TLC Centroamérica-Estados
Unidos (CAFTA)”. Documento preparado para el Seminario sobre el TLC de Centroamérica con los Estados
Unidos, organizado por la Academia de Centroamérica, 15 de mayo/2005, San José, Costa Rica.
4
Idem.
Secretaría Permanente
Integración
6
En términos de ingreso per cápita (medido a través del PIB/hab) y de grados de apertura
externa, sí hay diferencias importantes entre las economías centroamericanas. En efecto,
Costa Rica casi duplica el ingreso por habitante de Guatemala y El Salvador, los dos
países que le siguen en relación a este índice; mientras que Honduras y Nicaragua
clasifican como los países con más bajos niveles de ingreso – los dos son HIPCs. Debe
destacarse que en el caso de Honduras, el indicador de producto por habitante sólo
sobrepasó los $1.000 a partir del año 2004.
En cuanto a la apertura externa, mientras Nicaragua y Costa Rica exhiben altos
coeficientes de transacciones externas respecto al PIB total, El Salvador y sobre todo
Guatemala tienen índices mucho más reducidos al respecto, lo cual da cuenta de un
peso mucho mayor de la demanda interna en la dinámica económica de esos dos
países.
CUADRO N° 3.
ALGUNOS INDICADORES SOCIALES DE LOS PAÍSES DEL MCC - 2005
País
Valor del IDH
(2003)
Esperanza de
vida al nacer
(años) (2003)
Tasa de
alfabetización
adultos (%)
(2003)
Tasa bruta
combinada de
matriculación
en primaria,
secundaria y
terciaria (%)
(2002/03)
PIB per cápita
(PPA en US$)
(2003)
Costa Rica
0.838
78.2
95.8
68
9.606
El Salvador
0.722
70.9
79.7
68
4.781
Guatemala
0.663
67.3
69.1
61
4.148
Honduras
0.667
67.8
80.0
62
2.665
Nicaragua
0.690
69.7
76.7
69
3.262
Fuente: PNUD. Informe del Desarrollo Humano, 2005.
También se aprecian diferencias notables en los indicadores sociales de la subregión.
Costa Rica y El Salvador muestran los mejores índices – valor del Índice de Desarrollo
Humano, esperanza de vida al nacer y tasa de alfabetización de adultos – mientras que
Guatemala, Honduras y Nicaragua muestras mayores rezagos. Esta misma tendencia se
observa en relación al indicador de pobreza “probabilidad al nacer de no sobrevivir
hasta los 40 años de edad” tal y como se muestra en el siguiente cuadro. En cuanto a la
tasa de analfabetismo de adultos, Honduras y El Salvador tienen una tasa similar, que es
cinco veces superior a la de Costa Rica; mientras Nicaragua y Guatemala manifiestan
rezagos superiores. En relación a la población sin acceso a fuente de agua mejorada,
Costa Rica y Guatemala presentan los mejores índices, mientras que El Salvador y
Nicaragua tienen casi la quinta parte de sus poblaciones sin acceso mejorado al vital
líquido. Referente a la proporción de la población bajo el umbral de pobreza de
ingresos, sólo Costa Rica evidencia una situación favorable en el contexto
centroamericano.
Trato Especial y Diferenciado en el Mercado
Común Centroamericano
SP/Di N° 1-06
7
CUADRO N° 4.
INDICADORES DE POBREZA EN CENTROAMÉRICA
País
Probabilidad al
nacer de no
sobrevivir hasta
los 40 años de
edad (%)
(2000-2005)
Costa Rica
El Salvador
Guatemala
Honduras
Nicaragua
3.7
9.9
15.9
15.8
10.1
Tasa de
analfabetismo
de adultos (%
personas
de 15 años y
mayores)
(2003)
4.2
20.3
30.9
20.0
23.3
Población
sin acceso
sostenible
a fuente
de agua
mejorada
(%) (2003)
3
18
5
10
19
Población bajo
el umbral de pobreza
de ingresos (%)
US $ 1
US $ 2
diario
diario
(1990(19902003)
2003)
2.0
9.5
31.1
58.0
16.0
37.4
20.7
44.0
45.1
79.9
Fuente: PNUD. Informe del Desarrollo Humano, 2005.
Entonces, pudiera resumirse lo descrito en este epígrafe señalando que:
1.
Las cinco economías que conforman el MCCA son “economías pequeñas”,
aunque dentro de ellas Guatemala es la de mayor dimensión relativa. De todas formas,
las diferencias en cuanto a tamaño no son muy significativas dentro de la subregión.
Debe resaltarse que no hay correlación entre tamaño y el nivel de desarrollo (sea
medido este en términos de PIB per cápita o a través de indicadores del nivel de
desarrollo humano).
2.
En cuanto al ingreso por habitantes, si hay una marcada distancia entre el registro
de Costa Rica, y los otros cuatro países, sobre todo en los casos de Honduras, Nicaragua
y Guatemala. En el año 2005, Costa Rica exhibía un producto per cápita que era cuatro
veces superior al correspondiente a Honduras y estaba más de cinco veces por encima
del nicaragüense.
3.
Costa Rica y El Salvador son las naciones con mayores índices de desarrollo
humano (IDH) en el área, así como de esperanza de vida al nacer y probabilidad de
sobrevivir hasta los 40 años de edad.
4.
En relación a los demás indicadores de pobreza y desarrollo social, sólo Costa
Rica presenta una situación favorable en la subregión.
5.
Un análisis combinado de los indicadores referidos al producto bruto generado,
ingreso por habitante, índice de desarrollo humano y los restantes indicadores sociales
mostrados en los cuadros, arroja que Honduras y Nicaragua son las naciones con menor
nivel de desarrollo relativo dentro del MCCA.
III.
LA INTEGRACIÓN CENTROAMERICANA Y EL TRATO ESPECIAL Y DIFERENCIADO
Como se sabe, la experiencia internacional en cuanto a trato especial y
diferenciado (TED) – a partir de lo estipulado en el GATT/OMC y en otros acuerdos
comerciales regionales o de integración económica – incluye un conjunto amplio de
provisiones o medidas que en sentido general pudieran clasificarse en cinco tipos:
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Integración
8
a) Cronogramas diferenciados para el cumplimiento de los compromisos que
asumen los países, o lo que es lo mismo, períodos de tiempo más largos para la
implementación de las obligaciones;
b) Umbrales cuantitativos más favorables
compromisos para los países en desventaja;
en
la
aplicación
de
ciertos
c) Provisiones que permiten una mayor flexibilidad en la obligaciones y
procedimientos;
d) Las llamadas “cláusulas de mejor comportamiento” (“best endeavor clauses”)
que asumen como compromisos no vinculantes los países de mayor desarrollo dentro del
grupo o región a favor de los que se consideran en desventaja; y
e) Las medidas de asistencia técnica y cooperación que apoyan los esfuerzos
de las naciones en desventaja para implementar los compromisos contenidos en los
acuerdos comerciales.
En los primeros documentos jurídicos vinculados a la construcción del MCCA no hay
prácticamente ninguna referencia explícita a consideraciones de “trato especial y
diferenciado”, y las disposiciones están enunciadas con carácter muy general, sin
excepciones para ninguno de los países miembros y sin siquiera definir plazos más largos
o umbrales diferenciados en el tiempo para algunas de las economías nacionales que se
integraban.
Así, en el Tratado General de Integración Económica Centroamericana se señala en su
artículo III el objetivo de lograr el “libre comercio para todos los productos originarios en
los respectivos territorios, con las únicas limitaciones comprendidas en los regímenes
especiales a que se refiere el Anexo A de ese tratado”. En este Anexo A – revisado en
años recientes – se establecen para una reducida lista de productos, regímenes
especiales transitorios de excepción al libre comercio, pero no se observan diferencias
notables ni en el número de productos ni en el alcance de las excepciones que cada
país incluyó en dicho anexo. De tal forma, no hay contrastes significativos en la
proporción de productos “eximidos” de los compromisos de libre comercio por parte de
Honduras y Nicaragua, por ejemplo, y los otros tres países miembros del MCCA. Es más,
en términos generales pudiera resaltarse que son prácticamente las mismas categorías
de productos y/o partidas arancelarias las que se incluyen indistintamente por los cinco
países miembros en dicho Anexo A 5 .
Sin embargo, las mayores limitaciones al libre comercio entre las economías miembros de
este grupo sub-regional se asociaban al uso frecuente de la cláusula de salvaguardia
como instrumento de protección a ciertas actividades y sectores productivos. Pero el uso
de tales medidas restrictivas se ha reducido ostensiblemente en los últimos cuatro años,
sobre todo a partir de marzo del 2003 en que finalmente Nicaragua suspendió el
Impuesto a los Bienes y Servicios de Procedencia u Origen Hondureño, conocido como
“impuesto por la soberanía”, el cual implicaba de hecho un arancel de 35 % a todas las
importaciones de los bienes y servicios procedentes de Honduras. Es también de resaltar,
5 Dos productos presentan restricciones comunes a los cinco países miembros del MCCA: café sin tostar y
azúcar de caña.
Trato Especial y Diferenciado en el Mercado
Común Centroamericano
SP/Di N° 1-06
9
que con la excepción de Nicaragua y su “impuesto por la soberanía”, el inventario del
uso de salvaguardias no mostró diferencias sustantivas entre países 6 .
Igualmente, en el capítulo III (“Subsidios a las exportaciones y comercio desleal”) se
señala en el artículo IX que los gobiernos de los Estados signatarios no otorgarán
exenciones ni reducciones de derechos aduaneros a las importaciones procedentes de
países fuera de Centroamérica para artículos producidos en los Estados contratantes en
condiciones adecuadas. No obstante, hay que tener en cuenta que más adelante, el
artículo XI plantea que no se consideran como subsidios a la exportación las exenciones
tributarias que con carácter general conceda uno de los Estados signatarios con el
objeto de fomentar la producción. Tampoco se tendrá como subsidio a la exportación,
la exención de impuestos internos de producción, de ventas o de consumo, que
recaigan en el Estado exportador sobre las mercancías objeto de exportación al territorio
de otro estado. De tal forma, y a partir de esta formulación, los países centroamericanos
tenían el derecho a definir autónomamente algunos instrumentos de “promoción
comercial” en la forma de subsidios a la exportación, los cuales no entraban en
contradicción con los compromisos asumidos. Esta formulación general – no explícita –
pudiera interpretarse como una garantía de un “espacio de maniobra” para la
definición de ciertas políticas que podría ser usado por las economías de menor
desarrollo relativo en la subregión para hacerle frente a los costos de ajuste que
implicaba la liberalización comercial, en tanto a través de esquemas de subsidios
podían fomentar el crecimiento y la diversificación de sus exportaciones.
Por su parte, el capítulo VIII del tratado (“Incentivos fiscales al desarrollo industrial”)
señala que los Estados contratantes, con vistas a establecer estímulos fiscales uniformes
al desarrollo industrial, convienen en alcanzar en el menor plazo posible una
equiparación razonable de las leyes y disposiciones vigentes sobre esta materia. En esa
dirección, se comprometieron a que a la mayor brevedad los Estados partes suscribirían
un protocolo especial en el que se estipulen el monto y tipo de las exenciones, los plazos
de los mismos, las condiciones en que serán otorgados, los sistemas de clasificación
industrial y las normas y procedimientos de aplicación.
A nivel más específico, y revisando el Reglamento Centroamericano sobre Origen de las
Mercancías, tampoco hay excepciones explícitas en las definiciones sobre “reglas de
origen” para privilegiar a países de menor nivel de desarrollo relativo. Esta
homogeneidad en cuanto a las “reglas de origen” en las disposiciones del MCCA
afectaría a los países del grupo con economías menos desarrolladas y sectores
industriales menos integrados 7 .
De todas formas, dicho reglamento en su artículo 77 define la “zona franca” como
régimen que permite ingresar a una parte delimitada del territorio de un Estado
signatario, mercancías que se consideran generalmente como si no estuviesen en el
territorio aduanero con respecto a los derechos e impuestos de importación, para ser
destinados - según su naturaleza - a las operaciones o procesos que establezca la
legislación nacional.
Debe señalarse que las zonas francas de procesamiento industrial se convirtieron desde
los años 80 - pero sobre todo en la pasada década - en elemento fundamental de las
Véase CEPAL (2003), Istmo centroamericano: competitividad e integración regional, 2001-2003. LC/MEX/L.576,
Ciudad de México, 10 de octubre de 2003.
6
7 Véase al respecto CEPAL (2003). Rules of Origin and Trade Facilitation in Preferential Trade Agreements in Latin
America, Serie: Comercio Internacional, No. 31, Santiago de Chile, agosto.
Secretaría Permanente
Integración
10
estrategias de inserción externa de las economías centroamericanas. Ellas albergaban
en el año 2000 a más de 2100 empresas, daban trabajo a cerca de 375 000 personas y
eran responsables de más del 55 % de las exportaciones totales del área 8 . El desarrollo
de estos enclaves se reforzó a partir de la extensión de las ventajas de acceso
preferencial al mercado estadounidense en los años 90 como parte de la extensión de la
Iniciativa para la Cuenca del Caribe y con la autorización acordada por la OMC para
que los países en desarrollo pudieran seguir aplicando subsidios a las exportaciones de
maquila 9 hasta fines de la presente década. En los países del MCCA la maquila se
caracteriza por su alta concentración en la industria textil y de la confección 10 , y por su
alta dependencia del mercado de los EUA, a donde se dirigían más del 90 % de sus
ventas totales a fines de la década del noventa. El valor agregado estadounidense en
dicha industria es también muy alto, dado que el tratamiento arancelario preferencial
para la entrada de estos bienes a EUA exige que el procesamiento de los textiles y
prendas de vestir se lleve a cabo con materias primas e insumos norteamericanos. Por
ello, estas maquiladoras son muy vulnerables a la coyuntura económica de EUA y a las
condiciones establecidas en cuanto a reglas de origen para las importaciones
provenientes de dichas zonas. Además, no generan eslabonamientos dinámicos hacia
delante y hacia atrás en el país huésped ni entre las economías de la región 11 .
Entre los países centroamericanos, las políticas y preferencias que se establecieron para
estimular las inversiones y la producción en las zonas francas, no muestran diferencias
notables entre las distintas naciones. No obstante, en la segunda mitad de la década de
los noventa, todos los países de la región con la excepción de Guatemala, realizaron
reformas a sus leyes de zonas francas a fin de ampliar aún más los incentivos tributarios.
En el caso de El Salvador y Honduras, se extendieron desde mayo de 1998 los beneficios
de zonas francas a todo el territorio nacional 12 .
En cuanto a los compromisos para la convergencia macroeconómica en el MCCA,
debe señalarse que a partir de trabajos técnicos desarrollados en 1993 y 1994, se acordó
—en el marco del CMCA 13 — el conjunto de criterios de convergencia que comprendían
ocho parámetros para todos los países: meta de crecimiento del PIB de 5% real, con una
inflación inferior a 9%; tasas de interés reales pasivas de 5%; índice de tipo de cambio real
bilateral con el dólar dentro del rango 90-110 (1997=100); cobertura integral de la base
monetaria con reservas internacionales netas; déficit de cuenta corriente de la balanza
de pagos inferior a 3.5%; déficit del sector público consolidado inferior a 2.5% del PIB, y
una deuda pública total inferior a 50% del PIB. No se acordó ningún tipo de flexibilidad, ni
8 CEPAL (2002). Istmo centroamericano: evolución del proceso de integración regional, 2000-2001.
LC/MEX/L.533, Ciudad de México, 12 de julio de 2002, p. 6.
9 Existe una estrecha vinculación entre “zonas francas” e “industrias maquiladoras de exportación”. La maquila
se instala preferentemente en el espacio geográfico de aquellas para obtener los beneficios fiscales,
arancelarios y regulatorios de que disfrutan dichas zonas francas.
10 Las maquilas en Honduras y Nicaragua son las que presentan una especialización extrema en el sector de la
industria de confecciones y textiles, mientras que Costa Rica es el país que presenta una mayor diversificación
sectorial, destacándose el peso creciente de la industria electrónica y de la informática.
11 Estas limitaciones, y los efectos derivados del ingreso de China a la OMC obligan en estos momentos a que se
produzcan cambios en los niveles de productividad, en sus relaciones con el resto del aparato productivo
doméstico y en su vinculación externa, para que las maquiladoras centroamericanas puedan seguir siendo
competitivas.
12 CEPAL (2000). Estrategias y políticas de competitividad en Centroamérica. De la integración externa a la
integración interna. LC/MEXS/L.447, 8 de noviembre de 200; p. 31.
13
Consejo Monetario Centroamericano.
Trato Especial y Diferenciado en el Mercado
Común Centroamericano
SP/Di N° 1-06
11
cronograma diferenciado para el cumplimiento de los mismos entre los países
miembros 14 .
En noviembre de 2002 el CMCA modificó algunos de los parámetros de convergencia
vigentes, a efecto de que ellos reflejaran apropiadamente la evolución más reciente de
las economías centroamericanas y la consolidación de los procesos de estabilización
económica. Asimismo, la modificación hecha tuvo en cuenta el efecto que sobre los
niveles de los parámetros de convergencia tendría la incorporación de República
Dominicana al CMCA en 2002.
Los parámetros de evaluación, hasta ahora vigentes, para todos los países miembros son
los siguientes:
•
Variación porcentual anual del PIB real: 5% como parámetro recomendable, pero
las tasas por encima de 4% se estiman satisfactorias.
•
Tasa anual de inflación: 6%.
•
Índice de Tipo de Cambio Efectivo Real (ITCER) con USA: de 95 a 105.
•
Tasa de interés pasiva promedio de referencia en términos reales a diciembre de
cada año 0% ≤ ir ≤ 5.0%.
•
Razón Reservas Internacionales Netas del Banco Central y Base Monetaria ≥ 100.
•
Razón Déficit en Cuenta Corriente de Balanza de Pagos a PIB ≤ 3,5%.
•
Razón Déficit Sector Público a PIB (Incluye Sector Público no Financiero y Banco
Central) ≤ 2,5%.
•
Razón Deuda pública total a PIB (Incluye deuda interna y externa del Sector
Público) ≤ 50%.
Entonces, en general pudiera afirmarse que aunque desde la gestación del MCCA sus
países miembros tuvieron presente que la integración exigía niveles de desarrollo más o
menos simétricos; no se incorporó explícitamente un conjunto de provisiones o disciplinas
diferenciadas en las disposiciones técnicas que se adoptaron para la liberalización
comercial y la armonización institucional, con el objetivo de privilegiar a los países menos
desarrollados del grupo. En los esfuerzos desarrollados más recientemente respecto al
logro paulatino de la convergencia macroeconómica entre los países miembros del
MCCA tampoco se adoptaron disposiciones o compromisos diferenciados para las
distintas economías de la subregión.
Sin embargo, debe reconocerse que cuando se analizan otras resoluciones acordadas
por los gobiernos centroamericanos en el contexto de sus esfuerzos por hacer avanzar la
integración económica, sobresalen algunas ideas y principios que apuntan a la
necesaria consideración de las diferencias existentes entre los países del grupo. Algunos
ejemplos de esto son los siguientes:
14 De todas formas debe tenerse en cuenta que dado los límites de competencia del CMCA, el seguimiento del
cumplimiento de estos compromisos, a pesar de su calidad técnica y pertinencia, tiene solo un valor
informativo sin otros mecanismos para involucrar a las autoridades fiscales ni ejercer presiones de pares como
en otras subregiones de Latinoamérica y el Caribe.
Secretaría Permanente
Integración
12
1.
En el Protocolo de Tegucigalpa a la Carta de la Organización de Estados
Centroamericanos (ODECA), adoptado el 13.12.1991 – mediante el cual se reforma la
Carta – los jefes de estado y de gobierno señalaron en su artículo 4 los principios
fundamentales que guiarían la realización de los propósitos de la integración
centroamericana. El inciso e) explicita como uno de ellos “la gradualidad, especificidad
y progresividad del proceso de integración económica, sustentado en el desarrollo
regional armónico y equilibrado; y el tratamiento especial a países miembros de menor
desarrollo relativo; la equidad y reciprocidad; y la Cláusula Centroamericana de
Excepción”.
2.
En el Protocolo de Guatemala, firmado el 29.10.1993 y mediante el cual se
reordenan las normas del Tratado General a las nuevas realidades y necesidades de los
países; se establece en su artículo 15 el compromiso de construir una Unión Aduanera
entre sus territorios, la cual se alcanzaría de manera gradual y progresiva. Dicho
protocolo faculta a los Estados contratantes para que dos o más de ellos puedan
avanzar con mayor celeridad en el proceso de integración económica
centroamericana. Es a partir de esta provisión que Guatemala y El Salvador decidieron
avanzar rápidamente en el Proceso de Unión Aduanera, suscribiendo para tal efecto un
Convenio Marco en el año 2000.
3.
El Marco General para la Negociación de la Unión Aduanera en Centroamérica –
aprobado el 29 de junio de 2004 – establece dentro de sus principios generales: i) la
gradualidad que permite que dicha Unión Aduanera 15 se alcance sobre la base de
programas que hagan llegar de manera gradual y progresiva a dicho estadio. En este
documento se aclara que lo anterior no impide que dos o más países puedan acelerar
sus compromisos de integración, y que estas decisiones sólo obligan a quienes lo
aprueben, en conformidad con el principio de “celeridad”; y ii) la flexibilidad que
garantiza que los avances en la construcción de la Unión Aduanera respondan a las
necesidades de los países vinculados a este esfuerzo.
En este sentido, pudiera afirmarse que en la etapa más reciente (1995 – 2005), la
concreción de mecanismos de TED en el mercado común centroamericano se ha
vinculado esencialmente al principio de flexibilidad. Como se señaló, se ha preferido
adoptar una modalidad de integración de “velocidad variable” que ha permitido a
algunos países avanzar más que otros, aún a riesgo de desaprovechar algunas de las
ventajas que podría disfrutar Centroamérica en tanto región 16 . El caso más evidente de
esta flexibilidad se observa en los esfuerzos bilaterales realizados por Guatemala y El
Salvador con vistas a cumplimentar determinadas metas propuestas para el avance de
la integración, sobre todo en el plano comercial.
Debe resaltarse también que se han venido analizando a diferentes niveles algunas otras
opciones para la instrumentación de una estrategia que, dadas las condiciones
15 De acuerdo a la “Declaración de Panamá” adoptada en la Cumbre Extraordinaria de Jefes de Estado y de
Gobierno de los países del Sistema de Integración Centroamericana (9-marzo-2006) se debía suscribir a más
tardar el 30.4.2006 el Código Aduanero Uniforme Centroamericano, el Convenio de Intercambio de
Información y Asistencia Mutua y el Régimen de Tránsito Comunitario; adoptar a más tardar el 30.6.2006 el
Convenio de Compatibilización de los Sistemas Tributarios y adoptar a más tardar el 31.12.2006 el Convenio
para la creación de la Unión Aduanera Centroamericana, así como concluir la interconexión electrónica de las
administraciones aduaneras y tributarias.
16 Bulmer-Thomas, V. y A. Douglas Kincaid (2002): “Centroamérica 2020: hacia un nuevo modelo de desarrollo
regional”; en Centroamérica 2020. Un Nuevo Modelo de Desarrollo Regional, (Klaus Bodemer y Eduardo
Gamarra - Editores). LACC/IKK/Nueva Sociedad, 2002, p. 29.
Trato Especial y Diferenciado en el Mercado
Común Centroamericano
SP/Di N° 1-06
13
centroamericanas, pudiera coadyuvar a la consideración más efectiva de la
problemática de las asimetrías en el grupo. Dentro de estas alternativas se encuentran:
1.
En la Cumbre de la SICA de diciembre del 2003 (Belice) los presidentes
encargaron al Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE) con el apoyo
de SIECA, que elaborara una propuesta social regional de Fondo de Cohesión, en el
marco de la integración. Después de los análisis y las revisiones periódicas que tuvieron
lugar al respecto – todavía sin definiciones consensuadas dos años y medio después - se
planteó la posible creación de dos mecanismos 17 :
a)
El Fondo de Cohesión Social de la Unión Aduanera cuyo objetivo general
sería promover un instrumento financiero adicional y complementario para acompañar a
los países centroamericanos en el proceso de unión aduanera, mitigar los potenciales
efectos negativos de su instrumentación e impulsar los efectos positivos de la
dinamización del comercio intrarregional.
b)
El Fondo Estructural de Cohesión Social (FECS). Este tendría como objetivo
contribuir a la disminución de las diferencias entre los niveles de desarrollo de las diversas
regiones, mitigando el retraso de las menos favorecidas, y promoviendo la
competitividad en Centroamérica con el fin de alcanzar la integración regional.
2.
Como parte de las anteriores discusiones, se ha analizado la posibilidad de
incorporación de los ingresos arancelarios o parte de ellos a estos fondos comunes (lo
que requeriría una Unión Aduanera establecida definitivamente) para disponer de
recursos con vistas a promover la convergencia en los niveles de desarrollo entre los
miembros.
3.
Se ha discutido la conveniencia de establecer mecanismos institucionales de
diseño, negociación, administración y evaluación de la cooperación internacional sobre
la base de definir prioridades regionales que orienten dicha financiación mediante un
proceso colectivo de concertación. Tales dispositivos deberían privilegiar las necesidades
de las economías y zonas menos desarrolladas en Centroamérica. Pero esta propuesta
parece ser de muy difícil viabilidad pues dadas las grandes necesidades que aquejan a
los países miembros del MCCA, los gobiernos del área se resisten a “conceder” los
potenciales beneficios que la cooperación internacional les pudiera deparar
individualmente en aras de una concertación en el que la distribución se realice a partir
de estrategias regionales 18 .
4.
Aunque de manera indirecta, las discusiones que han tenido lugar en relación
con el movimiento de la fuerza de trabajo en la subregión, se han asociado al tema de
las asimetrías entre los países miembros del bloque centroamericano. Incluso se ha
argumentado que países como Nicaragua son en cierta forma “subsidiados” por otros
como Costa Rica, que sostiene en su territorio a centenares de miles de ciudadanos
nicaragüenses en calidad de inmigrantes disfrutando de ciertos beneficios y prestaciones
sociales en dicho territorio, y además enviando cuantiosas remesas a su país de origen.
Sin embargo, hay que tener en cuenta que muchos de estos nicaragüenses se
encuentran en calidad de indocumentados, y las remesas enviadas a su país de origen,
17 Santamaría, O. A. (2004). “La experiencia del sistema de la integración centroamericana”, en Machinea, J. y
Uthoff, A. (Compiladores). (2004), pp. 66 – 67.
18 Solís Rivera, L. G. (2002):” Centroamérica 2020: la integración regional y los desafíos de sus relaciones
externas”, en Centroamérica 2020. Un Nuevo Modelo de Desarrollo Regional, (Klaus Bodemer y Eduardo
Gamarra - Editores). LACC/IKK/Nueva Sociedad, 2002, p. 144.
Secretaría Permanente
Integración
14
ni por el monto, ni por sus características pueden compararse con las transferencias de
recursos que se requerirían para concretar un decidido esfuerzo con vistas a reducir de
manera significativa las diferencias en los niveles de desarrollo entre los países miembros
del MCCA.
Conviene realizar aquí una breve descripción de la dinámica general del comercio
exterior en los países del MCCA para complementar la valoración realizada respecto a
la normativa vigente en dicho esquema subregional.
En general el comercio exterior de los países del MCCA se ha orientado
predominantemente hacia el mercado de EUA. En los últimos 15 años, la proporción de
las ventas externas dirigidas a ese mercado osciló entre 50 % y el 60 % del total de las
exportaciones regionales 19 .
Sin embargo, debe destacarse que el comercio intra-MCCA, muestra una perceptible
estabilidad en cuanto al peso que tiene el mismo dentro de las transacciones
comerciales externas totales de los cinco países miembros.
CUADRO N° 5
MCCA. EVOLUCIÓN DE LAS EXPORTACIONES DEL MERCADO COMÚN CENTROAMERICANO
(En millones de dólares y por ciento)
MCCA
Total de
exportaciones
(1)
% de
crecimiento
anual
Exportaciones al
MCCA (2)
% de
crecimiento
anual
% de
exportaciones
dentro del
MCCA (2:1)
1990
4 480
1995
8 745
1998
14 987
2000
16 624
2001
16 328
2002
17 006
2003
18 117
2004
19 767
2005
21 849
25,2
17,1
17,4
5,3
- 1,8
4,1
6,5
9,1
10,5
624
1451
2754
2617
2829
2871
3111
3506
3911
8,9
17,2
38,5
8,1
1,5
8,3
11,6
13,1
8,1
13,9
16,6
18,4
15,7
17,3
16,9
17,2
17,6
18,0
Fuente: CEPAL (2206). Panorama de la inserción internacional de América Latina y el Caribe 2005-2006, Cuadro
IV.7, p. 116. Nota: En este cuadro el total de las exportaciones incluye la maquila y zonas francas.
Obsérvese que en casi todos los años, el porcentaje de crecimiento del comercio
intrarregional ha sido mayor que el crecimiento medio anual de las exportaciones
totales.
En términos comparativos, el grado de profundidad comercial alcanzado por la
integración en el MCCA es significativo si se compara con las otras uniones aduaneras
imperfectas que existen en ALC. En efecto, sólo en el caso del CARICOM, el peso de los
intercambios intrarregionales es mayor que el que exhibe el comercio intra-MCCA. De
19
CEPAL (2006). Panorama de la inserción internacional de América Latina y el Caribe, 2005-2006. p. 116.
Trato Especial y Diferenciado en el Mercado
Común Centroamericano
SP/Di N° 1-06
15
todas formas, debe tenerse en cuenta que comparado con la UE, con los tres países que
conforman el NAFTA y Asia, la proporción del comercio intrazona en el MCCA es todavía
reducido.
CUADRO N° 6
COEFICIENTES DE COMERCIO INTRARREGIONAL EN VARIAS REGIONES Y EN ALC
(Exportaciones de bienes como proporción del PIB en %)
Unión Europea
NAFTA
Asia
CARICOM
MCCA
América Latina y Caribe
MERCOSUR
CAN
África
1990 - 1994
64,4
44,2
31,5
12,9
19,4
18,0
14,7
7,7
9,0
2000 - 2004
62,2
55,9
34,1
21,8
20,5
16,6
14,8
9,7
9,7
Fuente: CEPAL (2006). Panorama de la inserción internacional de América Latina y el Caribe, 2005 – 2006.
IV.
UNA EVALUACIÓN DEL DESEMPEÑO ECONÓMICO RECIENTE DE NICARAGUA Y
HONDURAS EN EL CONTEXTO DEL MCCA. ¿SE SUPERAN LAS ASIMETRÍAS?
Como se ha visto hasta ahora, a pesar de existir importantes diferencias en
cuanto a niveles de desarrollo entre los países miembros del MCCA, este acuerdo
integracionista no desarrolló instrumentos o dispositivos legislativos y normativos explícitos
para apoyar a las naciones en desventaja y lograr la necesaria convergencia entre ellas.
Es más, pudiera inferirse que el MCCA - aun y cuando cuenta con una vasta red de
acuerdos y compromisos intergubernamentales, cuyas normas de operación son
aplicadas por los agentes públicos y privados - tiene una visión pragmática en relación
a la problemática de las asimetrías, basada hasta cierto punto en la confianza de que
los propios mecanismos para la liberalización económica y la paulatina homologación
institucional del grupo, conducirán finalmente a la convergencia.
En este epígrafe se realizará un análisis general de algunos aspectos vinculados a la
dinámica económica global de los países del MCCA para coadyuvar a la comprensión
de si se ha producido un acercamiento – o convergencia – entre los distintos países
miembros, tomando en cuenta ciertos indicadores básicos.
En particular se analizarán cuatro áreas: i) la tendencia en relación al crecimiento
económico y la evolución del ingreso por habitante; ii) el cumplimiento o no de los
parámetros establecidos por el CMCA para la convergencia macroeconómica entre los
países de la región; iii) los cambios en cuanto a la competitividad de las cinco
economías, y iv) las tendencias descritas por el índice de desarrollo humano en los cinco
países del Mercado Común Centroamericano (MCCA).
Secretaría Permanente
Integración
16
i)
Crecimiento económico y nivel de ingreso por habitante
La evolución económica de los países del MCCA en los treinta años que van
de 1975 al 2005 muestra una gran variabilidad. A continuación se presenta el Gráfico N°
1 con la dinámica de crecimiento del PIB para los cinco países del MCCA.
GRAFICO N° 1. MCCA
Tasas de crecimiento del PIB
(1975 – 2005. En porcentaje)
7
Tasas del crecimiento del PIB
5
3
1
1975-1980
1980-1985
1985-1990
1990-1995
1995-2000
2000
2001
2002
2003
2004
2005
-1
-3
-5
AÑOS
Costa Rica
El Salvador
Guatemala
Honduras
Nicaragua
Como se ve, mientras para los primeros quince años entre 1975 y 1990 El Salvador,
Guatemala y Nicaragua exhibieron al menos un quinquenio con tasa de crecimiento
promedio anual negativa 20 , Costa Rica y sobre todo Honduras, registraron tasas
promedio anuales de aumento en la actividad económica. Sin embargo, en los últimos
quince años (1990 – 2005) se observa un dinamismo económico perceptible para todos,
aunque con variaciones entre países, destacándose en particular los notables
crecimientos observados por Costa Rica, El Salvador y Guatemala.
Pero para los objetivos de este análisis, lo más trascendente sería ver cómo se ha
traducido esta dinámica de la actividad económica de largo plazo en las naciones del
MCCA en sus niveles de ingreso per cápita. A continuación se presenta la evolución de
los niveles de ingreso por habitante para estas economías (Gráfico N° 2), sobre la base
de la paridad de poder adquisitivo (“purshasing power parity” o PPA) que es un mejor
indicador para la realización de comparaciones entre economías nacionales.
20 En el caso de Nicaragua fueron dos períodos, aunque no consecutivos, con tasas negativas (y con niveles
significativos) de crecimiento económico promedio.
Trato Especial y Diferenciado en el Mercado
Común Centroamericano
SP/Di N° 1-06
17
Lamentablemente debido a limitaciones estadísticas sólo se presenta esta serie para el
período 1993 – 2003.
GRAFICO N° 2. MCCA
Ingreso nacional per cápital
(en dólares de EUA, y sobre la base de la PPA)
10000
9000
8000
7000
6000
US$
5000
4000
3000
2000
1000
0
1993
1995
1998
2000
2001
2002
2003
AÑOS
Costa Rica
El Salvador
Guatemala
Honduras
Nicaragua
En términos tendenciales, la tasa de crecimiento promedio anual del ingreso por
habitante para el decenio 1993 – 2003 fue de 7.3 % y 5.4 % para El Salvador y Costa Rica,
respectivamente, mientras que el aumento promedio de este indicador fue de 3.5 % en
el caso de Nicaragua, de 2.4 % en Honduras y de 2.1 % para Guatemala. Este rezago en
el ritmo de aumento del ingreso per cápita entre las dos economías con rentas menores
(Nicaragua y Honduras) frente a la dinámica registrada por Costa Rica y El Salvador precisamente las que cuentan con los mayores ingresos - ha determinado que la brecha
en relación a este indicador entre estos pares de economías haya aumentado en el
período.
En efecto, si en el año 1993 el ingreso per cápita de Costa Rica era 2.7 veces superior al
de Honduras y 2.4 veces mayor que el de Nicaragua, diez años después este diferencial
aumentó a 3.6 y 2.9 veces, respectivamente. Lo mismo se verifica en la comparación de
los niveles de ingreso per cápita de El Salvador con los correspondientes a Honduras y
Nicaragua. Si en el año 1993 el ingreso salvadoreño era 1.12 veces superior al de
Honduras y 1.04 veces mayor que el de Nicaragua; en el año 2003 esta diferencia fue de
1.8 y 1.5 veces, respectivamente.
ii)
Cumplimiento de los parámetros
establecidos por el CMCA
de
convergencia
macroeconómica
Como se sabe, se han realizado esfuerzos por parte del Comité Monetario
Centroamericano para lograr cierta convergencia en cuanto al desempeño
Secretaría Permanente
Integración
18
macroeconómico (lo cual no implica necesariamente convergencia en términos de
niveles de desarrollo) entre los países que conforman el MCCA.
Respecto al cumplimiento de las metas de convergencia macroeconómica en el MCCA
tampoco se observan avances importantes. Para el período 1997 – 2000, en promedio el
grado de cumplimiento de los indicadores de convergencia era inferior al 50 % para
toda la subregión, y dentro de ellos Nicaragua y Honduras – en promedio para el período
– eran los países que manifestaban mayores rezagos o incumplimientos.
CUADRO N° 7
MCCA. GRADO DE
MACROECONÓMICA
(En por ciento)
CUMPLIMIENTO
DE
LOS
INDICADORES
DE
CONVERGENCIA
País
1997
1998
1999
2000
Promedio
1997-2000
Costa Rica
El Salvador
Guatemala
Honduras
Nicaragua
MCCA
63
63
63
38
50
55.4
63
63
63
25
25
47.7
38
63
25
38
50
42.8
38
63
50
50
50
50.2
54.7
63.0
50.3
33.7
41.7
48.6
Fuente: Consejo Monetario Centroamericano (2001). Informe económico regional 2000.
Nota: Como se recogió con anterioridad, el CMCA utiliza ocho indicadores con parámetros establecidos para
dar seguimiento a la evolución económica de la región.
A partir del año 2000 se realizaron discusiones para ajustar los indicadores de
convergencia macroeconómica en Centroamérica, tal y como se señaló anteriormente.
A mayo de 2005, con base en la información disponible y las metas anuales, el grado de
observancia de los indicadores de convergencia en la subregión se estableció en 50%,
superando el 38% a diciembre de 2004 21 , y de nuevo volvieron a presentarse grandes
diferencias entre países, y un recurrente rezago de Nicaragua, y en menor medida de
Honduras.
De acuerdo con los criterios aprobados por el CMCA para el seguimiento de los
parámetros de convergencia macroeconómica en torno a los resultados de 2004, la
evaluación conjunta de los países miembros del CMCA indica un bajo nivel de
cumplimiento en los criterios, por debajo del 50% para Nicaragua (13%), República
Dominicana (25%) y Guatemala (38%). Por su parte, Costa Rica y Honduras obtuvieron un
cumplimiento de 50%, en tanto que El Salvador sería la excepción con un grado de
cumplimiento de 63% 22 .
21 Secretaría Ejecutiva del Consejo Monetario Centroamericano, Informe Económico Regional 2004, Mayo de
2005.
22 SELA (2005). Análisis de la dinámica macroeconómica de América Latina y el Caribe y sus implicaciones para
la integración económica regional. Situación actual y perspectivas en materia de coordinación
macroeconómica. SP/R-DMALCI R/Di N° 1 – 05, Caracas, 15-16 de septiembre de 2005.
Trato Especial y Diferenciado en el Mercado
Común Centroamericano
iii)
SP/Di N° 1-06
19
Modificaciones en la competitividad global
Teniendo en cuenta las prioridades de las estrategias de inserción en el
sistema global implementadas por las naciones del MCCA en los últimos tiempos, uno de
los elementos de interés a la hora de valorar si se ha producido o no un cierre de la
brecha económica que separa a los países miembros de este grupo es el referido a los
cambios en la competitividad internacional de sus integrantes.
De acuerdo a análisis realizados por la CEPAL, en el período entre 1990 y 2002, se
produjeron modificaciones significativas en la inserción internacional y en los patrones de
competitividad de los países centroamericanos. De hecho, para todas las economías del
grupo se redujo perceptiblemente el peso de los productos primarios en sus
exportaciones al mercado mundial (sobre todo para el mercado de EUA) y –
concomitantemente – aumentó el correspondiente a los productos manufacturados.
Señala el análisis de esa comisión regional de las Naciones Unidas que “… en general se
advierten mejorías de la competitividad (…) y ello se refleja en que los principales rubros
de exportación de la región centroamericana a los EUA son mayoritariamente “estrellas
nacientes”, es decir, se trata de sectores cuya demanda en los Estados Unidos se eleva
en la medida en que los países centroamericanos logran mayor participación de
mercado en dichos sectores” 23 . No obstante, en el 2002 seguía siendo evidente la escasa
diversificación de la cartera de exportaciones, dado que persistía una alta
concentración en pocos rubros, si bien estos habían cambiado.
Pero la situación relativa de Honduras y Nicaragua en relación a la competitividad
también muestra cierto grado de rezago respecto a los otros tres países del MCCA. Así,
las exportaciones de Honduras a EUA crecieron de manera constante en el período 1990
– 2002, aunque su participación en el total de importaciones de EUA era relativamente
pequeña. Al igual que en los otros casos, se dio un cambio positivo en la estructura de
sus ventas externas, que en su mayoría se encontraban dentro de la categoría de
“estrellas nacientes”, pero el peso de las “estrellas menguantes” seguía siendo muy
elevado (43% del total de las exportaciones a EUA). En el caso de Nicaragua, aunque es
el país del MCCA con menores exportaciones en términos absolutos a EUA, estas
también crecieron de manera constante entre 1990 – 2002. De todas formas, el
porcentaje de exportaciones nicaragüenses en sectores “no dinámicos” (“estrellas
menguantes” y “retrocesos”) seguía siendo muy alto (65%) al final del período de análisis.
Debe también resaltarse que análisis realizados por CEPAL apuntan a que una de las
ventajas de la dinámica del comercio intra-MCCA ha sido el aumento de las
exportaciones de bienes industriales de tecnología media y alta y de manufacturas
basadas en recursos naturales 24 .
En el anexo N° 4, se presenta un cuadro con información para los años 1990 – 2002 en
que se clasifican las exportaciones de bienes realizadas por los países del MCCA según
categorías de intensidad tecnológica. Sólo se divide el destino de las exportaciones en
tres grupos: el total exportado al mundo, las ventas realizadas al mercado de EUA y lo
que se exportó a la región. Aunque en este caso la región incluye a toda ALC, dado el
peso determinante que tiene el comercio intra-MCCA para los cinco países, los datos
23 CEPAL (2004). Competitividad Centroamericana. Serie: Estudios y perspectivas, No. 21, México, D.F., junio de
2004, p. 16.
24
Idem.
Secretaría Permanente
Integración
20
para este destino pudieran reflejar la composición material de las exportaciones intrasubregionales.
De acuerdo a la información del Anexo No. 4, se pudiera concluir que:
1.
Respecto a las exportaciones totales de los países del MCCA entre 1990 y el
año 2002:
a) En todos los países del MCCA disminuyó el peso de las exportaciones totales
de bienes primarios y consecuentemente, se incrementó el de los bienes industrializados.
b) Costa Rica, El Salvador y en menor media Guatemala, exhibieron incrementos
perceptibles en sus exportaciones de bienes de media y alta tecnología entre 1990 y el
2002.
c) En el caso de Honduras y Nicaragua, el cambio en la composición material
de las exportaciones en este período estuvo determinado esencialmente por el
aumento de las ventas externas de manufacturas basadas en recursos naturales y de
baja tecnología.
2.
Respecto a las exportaciones hacia EUA:
a) El Salvador y Honduras mostraron una dramática reducción en sus
exportaciones de bienes primarios hacia EUA entre 1990 y 2002, lo que se tradujo en un
incremento notable del peso de los bienes industrializados.
b) Sin embargo Guatemala, y en mucha mayor medida Nicaragua vieron
incrementarse el peso de los productos primarios en su canasta de exportaciones a EUA
en igual período.
c) En el caso de Costa Rica es de destacar que la proporción de los bienes de
media y alta tecnología en sus ventas externas a EUA pasó de poco más del 6 % en 1990
al 44 % en el 2002.
3.
Respecto a las exportaciones intrarregionales:
a) Guatemala y Honduras mostraron la mayor caída en sus exportaciones de
bienes primarios en sus ventas intrarregionales entre 1990 y 2002.
b) En todos los casos, con la excepción de Nicaragua, los bienes industrializados
representaban más del 83 % de las ventas externas dirigidas a la región en el año 2002.
c) Porcentajes muy significativos de exportaciones de bienes de media y alta
tecnología en las ventas dirigidas a la región de Costa Rica (38,4 %), El Salvador (26,4 %) y
Guatemala (34,9 %) en el año 2002.
Trato Especial y Diferenciado en el Mercado
Común Centroamericano
SP/Di N° 1-06
21
iv) Tendencias en el IDH de los países del MCCA
En términos generales, se ha observado para el período 1975 – 2003 una
tendencia al aumento de los índices de desarrollo humano de los países
centroamericanos. Sin embargo, tal y como se observa en el Gráfico N° 3, sólo se
verifica una mejoría perceptible en términos de desarrollo humano – cuando se compara
con el país líder en este indicador: Costa Rica – en el caso de El Salvador. Si bien todos
las demás naciones registraron incrementos en el IDH, la misma fue sólo sostenida en
Guatemala (que a propósito es el país que partía con el menor nivel de desarrollo
humano de todos).
GRAFICO N° 3
MCCA: Indicadores de Desarrollo Humano
1975-2003
0,9
0,85
0,8
0,75
IDH
0,7
0,65
0,6
0,55
0,5
1975
1985
1995
2003
AÑOS
Costa Rica
El Salvador
Guatemala
Honduras
Nicaragua
Así, Honduras y Nicaragua mantuvieron cierto retraso - en tendencia - en cuanto al
aumento en el IDH en este período de tiempo, lo cual implicó que el diferencial en el IDH
de estos dos países respecto al de Costa Rica prácticamente se haya mantenido igual
entre 1975 y el año 2003.
V.
LAS PROVISIONES DE TED EN EL TRATADO DE LIBRE COMERCIO ENTRE REPÚBLICA
DOMINICANA Y CENTROAMÉRICA CON ESTADOS UNIDOS. (DR-CAFTA)
El acuerdo de libre comercio firmado por Estados Unidos con los países
centroamericanos (Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Honduras y Nicaragua) y
República Dominicana (DR-CAFTA en inglés) es un acuerdo de liberalización comercial
Norte-Sur, que tiene implicaciones normativas no sólo para las cuestiones tradicionales
de la política comercial (medidas arancelarias y no arancelarias). El mismo implica
Secretaría Permanente
Integración
22
también compromisos en las llamadas nuevas áreas de la agenda comercial (derechos
de propiedad intelectual, servicios, inversiones, etc.). Por ello, desde el inicio de estas
negociaciones se generó un intenso debate entre especialistas, académicos y otros
sectores sociales de la subregión; centrado en la discusión del balance entre los costos y
beneficios potenciales que tal acuerdo tendría sobre las economías de la subregión.
En parte, esta discusión estaba relacionada directamente con la incorporación o no de
provisiones en el tratado DR-CAFTA que consideraran las enormes asimetrías existentes
entre la economía más industrializada del orbe (EUA) y las otras seis pequeñas
economías en desarrollo, con evidentes rezagos en términos económicos, sociales e
institucionales.
Dadas las implicaciones que la entrada en vigor del acuerdo DR-CAFTA tendrá sobre las
economías de Centroamérica – y también para el futuro mismo del proceso de
integración subregional 25 – y a pesar de que en este acuerdo no hay referencias
explícitas al “tratamiento asimétrico”, en este epígrafe se resumirán algunas de las
provisiones acordadas en este tratado de libre comercio, que en cierta medida
favorecen a las naciones del istmo centroamericano. Debe destacarse que sólo se hará
referencia a cinco áreas del DR-CAFTA: i) acceso a mercados para productos no
agrícolas (bienes); ii) agricultura; iii) derechos de propiedad intelectual; iv) servicios; y v)
inversiones.
i)
Acceso a mercados de bienes
El capítulo 3 del DR-CAFTA se aplica al comercio de bienes. Todas las partes
acuerdan otorgar “trato nacional” a los bienes de las otras partes de acuerdo al artículo
III del GATT’1994. Igualmente, se garantiza la aplicación de la cláusula de nación más
favorecida (NMF). Sin embargo, en el anexo 3.2 se incluyen las exenciones al trato
nacional y NMF para el comercio de bienes.
En general, todos los países – incluyendo EUA - tienen algunos productos y/o partidas
arancelarias específicas para los cuales se reservan el derecho de regular y/o restringir
las exportaciones/importaciones de los mismos. Es de destacar que República
Dominicana y El Salvador sólo inscribieron en este anexo excepciones al trato nacional y
MFN en cuanto a sus importaciones procedentes de las otras partes; mientras que Costa
Rica, Guatemala, Honduras y Nicaragua incluyeron excepciones tanto para las
importaciones que realizarían de las otras partes, como también para ciertas
exportaciones (sobre todo productos de la madera, y en el caso de Nicaragua varios
bienes alimenticios para circunstancias en que se produzca escasez de los mismos).
Respecto a los aranceles, los países del DR-CAFTA acordaron no incrementar los
derechos aduaneros ni adoptar nuevos derechos; y al mismo tiempo eliminar
progresivamente los mismos (a partir de la tasa NMF aplicada) sobre los bienes originarios
de acuerdo a diferentes rangos de categorías o cestas. Estas van desde la eliminación
inmediata de tarifas (a partir de la entrada en vigencia del DR-CAFTA) a la eliminación
de tarifas en períodos de 5, 10 y 15 años.
No necesariamente los efectos de estos acuerdos con socios “extrarregionales” tienen que ser negativos. En
Centroamérica algunos estiman que el CAFTA abre espacios para renovar y profundizar la integración. Véase,
Rosales, O. (2006). “Crisis de la integración y convergencia de acuerdos comerciales”. Notas de la CEPAL, No.
46, mayo, pp. 4-5.
25
Trato Especial y Diferenciado en el Mercado
Común Centroamericano
SP/Di N° 1-06
23
CUADRO N° 8.
CAFTA: REDUCCIÓN DE ARANCELES DE IMPORTACIÓN POR CATEGORÍA O CANASTAS
(Sobre los niveles de importación del año 2002)
Categoría
.Eliminación
inmediata
.En 5 años
.En 10 años
.En 15 años
-Importaciones
que ya
disfrutaban de
arancel cero
- Desgravación
inmediata de
acuerdo a
preferencias
OMC existentes
- Desgravación
no lineal en 10
años
- Desgravación
no lineal en 12
años
- Desgravación
lineal en 5 años
con 1 año de
período de
gracia.
CRI
DOM
SLV
GTM
HON
NIC
USA
Por ciento del valor de las importaciones de 2002 correspondientes
a cada categoría
40.4
58.3
20.9
16.3
11.9
10.4
76.3
2.3
6.8
0.6
39.7
3.7
7.6
0.8
15.5
4.6
6.7
0.4
55.0
1.5
5.4
0.4
61.9
3.3
9.2
1.4
50.0
3.6
8.1
1.2
57.0
0.0
0.0
0.0
22.2
-
-
-
-
-
-
1.3
3.6
2.6
0.7
7.4
7.3
2.5
0.0
0.4
0.1
0.4
0.0
0.4
0.3
0.0
-
9.9
-
-
-
-
-
Fuente: OAS (2005). Examination of Asymmetrical Treatment Provided to Smaller Economies under the WTO
Agreements and the DR-CAFTA. (pág. 13).
Como se observa en el cuadro anterior, Estados Unidos asume el compromiso de eliminar
de inmediato – a la entrada en vigor del acuerdo – los aranceles de importación para
más de las tres cuartas partes del monto total importado por este país desde los otros seis
países partes del acuerdo; mientras que El Salvador, Guatemala pero sobre todo
Honduras y Nicaragua eliminarían los derechos sobre una proporción equivalente mucho
menor del total de sus importaciones procedentes de este grupo de países. Si se suma la
proporción de importaciones cuyos aranceles de aduana se eliminarían de inmediato a
la entrada en vigor del acuerdo y la proporción de los mismos que ya disfrutaban de
arancel cero en el comercio recíproco entre estos países, se tendría la situación
siguiente:
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24
CUADRO N° 9.
CAFTA. PROPORCIÓN DE IMPORTACIONES RECÍPROCAS QUE DISFRUTARÁN DE ARANCEL
CERO A LA ENTRADA EN VIGENCIA DEL ACUERDO
(Como proporción del valor de las importaciones recíprocas del 2002)
País
Eliminación
inmediata
Estados Unidos
Rep. Dominicana
Costa Rica
El Salvador
Guatemala
Nicaragua
Honduras
76.3
58.3
40.4
20.9
16.3
10.4
11.9
Importaciones que
disfrutan ya de
arancel cero
22.2
15.5
39.7
55.0
61.9
57.0
50.0
Total
99.8
73.8
80.1
75.9
78.2
67.4
61.9
Fuente: Idem cuadro N° 8. (pág. 13).
En términos arancelarios EUA asume el compromiso de la eliminación práctica de casi el
100 % de todos sus derechos de aduana aplicados a los productos procedentes de los
otros seis países partes del DR-CAFTA. En el caso de Nicaragua y Honduras se mantiene
la aplicación de derechos arancelarios – una vez entre en vigor el acuerdo – para una
proporción significativa de sus importaciones procedentes del área DR-CAFTA (entre 33 y
38 % de sus compras externas totales del área).
En relación con los “regímenes especiales”, el acuerdo DR-CAFTA prohíbe para sus
miembros la adopción de nuevos regímenes que estén condicionados – explícita e
implícitamente – al cumplimiento de ciertos requisitos de desempeño. Sin embargo,
Costa Rica, República Dominicana, El Salvador y Guatemala continuarán disfrutando de
ciertas ventajas (sobre todo en términos de subsidios a las exportaciones) hasta el año
2009, siempre y cuando lo hagan en concordancia con el artículo 27.4 del Acuerdo
sobre Subsidios y Medidas Compensatorias de la OMC. Nicaragua y Honduras, por su
parte, podrán mantener bajo el DR-CAFTA tales medidas indefinidamente, en tanto estos
dos países califican como naciones incluidas en el Anexo VII 26 de dicho Acuerdo
multilateral sobre Subsidios y Medidas Compensatorias.
En la sección referida a otras medidas no arancelaria, el DR-CAFTA clarifica que queda
prohibido el uso de requerimientos de precios (tanto para las importaciones como las
exportaciones) y las licencias de importación condicionadas por el cumplimiento de
requisitos de desempeño; para todos los países miembros del acuerdo.
Sobre “normas de origen”, en el DR-CAFTA no hay diferencias sustanciales en las
disposiciones del acuerdo para los países. En general pudiera señalarse que el
tratamiento diferenciado se aplica a bienes con características particulares en vez de a
países particulares o a países con características particulares. Resulta explícito el criterio
mediante el cual un bien es considerado como “originario”: i) cuando el bien es
totalmente obtenido o producido en el territorio de una de las partes; ii) cuando el bien
es manufacturado o ensamblado de materiales no originarios pero que mediante dicho
El Anexo VII incluye el listado de PMA (países menos adelantados) y miembros de la OMC con PNB per cápita
anual menor a $ 1000 que quedaban eximidos de cumplir las disciplinas que contempla el Acuerdo sobre
Subsidios y Medidas Compensatorias de la OMC.
26
Trato Especial y Diferenciado en el Mercado
Común Centroamericano
SP/Di N° 1-06
25
proceso se produce un cambio específico en la clasificación arancelaria en uno o más
de los Estados partes; o en su defecto que satisface los requerimientos de contenido de
valor regional aplicables en cada caso; y iii) cuando el bien es producido en uno o más
Estados partes con materiales originarios 27 . Sin embargo, hay reglas de origen específicas
para las confecciones y textiles. En este sector se encuentran dos excepciones puntuales
para dos países miembros del acuerdo: a) las confecciones textiles de lana terminadas
en Costa Rica, recibirán un 50 % de preferencias arancelarias a su entrada al mercado
de EUA siempre y cuando sean cortados y ensamblados en Costa Rica aunque con
tejidos elaborados fuera del territorio del DR-CAFTA; y b) en el caso de Nicaragua se
señala que algunos bienes no originarios de Nicaragua recibirán el mismo tratamiento
otorgado a los bienes originarios de ese país (limitado a confecciones de fibras hechas a
mano y de algodón). De todas formas el tratamiento preferencial de bienes no
originarios de Nicaragua estará cuantitativamente limitado a 100 millones de metros
cuadrados equivalentes (MCE), durante cada uno de los primeros cinco años; y luego de
ese período estará sujeto a reducciones progresivas y lineales hasta el noveno año de
entrada en vigencia del acuerdo 28 .
ii) Acceso a mercado en productos agrícolas
En las provisiones sobre agricultura del DR-CAFTA tampoco hay referencias
específicas al tratamiento asimétrico. El capítulo agrícola está esencialmente dedicado
a consideraciones de acceso a mercados recíprocamente negociados. Por tanto, y a
diferencia del Acuerdo sobre la Agricultura de la OMC, en el DR-CAFTA no hay
compromisos respecto a las medidas de apoyo interno al sector. En relación a los
subsidios, las exportaciones agrícolas subsidiadas de uno a otro país están prohibidas de
acuerdo a lo estipulado en el artículo 3.14 del acuerdo 29 .
Al examinar los anexos y cronogramas del capítulo agrícola del DR-CAFTA se observa
que es en este sector donde se encuentran períodos de transición más largos (15 años o
más versus 10 años en general para los productos industriales), períodos de “gracia” para
las reducciones arancelarias, un predominio de “contingentes arancelarios” (tariff rates
quotas) y un número limitado de exclusiones. Así se tiene que en agricultura, el DR-CAFTA
contempla lo siguiente 30 :
a)
los aranceles agrícolas serán eliminados paulatinamente con cronogramas
específicos negociados sobre la base de cada país y por productos;
27 El régimen sobre reglas de origen del CAFTA incluye
el principio de minimis mediante el cual será
considerado originario un bien aunque no cumpla con el cambio en la clasificación arancelaria, siempre y
cuando la proporción de materiales no originarios no exceda el 10 % del valor ajustado del bien.
28 Debe también destacarse que en el CAFTA para los propósitos de determinar el origen de las confecciones
de algodón, los materiales e insumos originarios de México y Canadá serán tratados como “originarios”, sujeto
a límites cuantitativos. Los bienes ensamblados en los países CAFTA con componentes estadounidenses y con
hilo de EUA que no califican como “originarios” estarán sujetos a aranceles NMF sólo sobre el valor del bien
terminado menos el valor del componente estadounidense usado en la confección del bien.
29 Sólo podría aplicarse este tipo de medidas para contrarrestar los efectos distorsionantes al comercio de las
exportaciones subsidiadas de productos agrícolas que llegan de un tercer país no parte del DR-CAFTA al
territorio de un Estado parte, y sólo si el importador no haya adoptado o acordado adoptar contramedidas a
solicitud de la parte exportadora interesada.
30 Resumen del documento OAS (2005). Examination of Asymmetrical Treatment Provided to Smaller Economies
under the WTO Agreements and the DR-CAFTA. (pp. 25 - 33).
Secretaría Permanente
Integración
26
b)
los EUA proporcionarán el mismo tratamiento arancelario a cada uno de los
otros seis países del DR-CAFTA, pero hará compromisos específicos por países en términos
de “contingentes arancelarios” ;
c)
los aranceles serán eliminados para todos los productos, exceptuando el
azúcar (fuera de cuota) para el caso de EUA, las papas y las cebollas frescas para el
caso de Costa Rica, y el maíz blanco para el resto de los países centroamericanos;
d)
EUA ofreció cuotas incrementadas para las restantes partes del DR-CAFTA
de azúcar, pero limitando el acceso a los países exportadores con excedentes netos y
permitiendo el otorgamiento de formas alternativas de compensación.
e)
la República Dominicana y los países centroamericanos listaron más bienes
estadounidenses elegibles para la protección vía medidas de salvaguardia que los
bienes de estas naciones listados por parte de EUA para tal fin.
iii) Propiedad intelectual
El capítulo 15 del DR-CAFTA recoge las provisiones sobre la protección de los
derechos de propiedad intelectual que asumen los estados partes del acuerdo 31 .
Aunque al igual que en el resto de los capítulos de este tratado no hay referencias
explícitas respecto al tratamiento de las asimetrías, en este se incluyen plazos
diferenciados para el cumplimiento y/o implementación de la normativa acordada,
compromisos de cooperación técnica y cláusulas del “mejor esfuerzo” que pudieran
considerarse sucedáneos ante la ausencia de provisiones específicas de trato especial y
diferenciado a favor de las economías menos desarrolladas del acuerdo.
Así, en las disposiciones finales del capítulo, las partes acordaron períodos de tiempo
diferenciados para ciertas obligaciones respecto a los derechos de propiedad
intelectual. Estos períodos y las obligaciones cubiertas por el DR-CAFTA son diferentes y
en algunos casos específicos por países. En el capítulo también hay un llamado a
desarrollar mecanismos de cooperación técnica para fortalecer el uso y la protección
de los derechos de propiedad intelectual como herramienta para promover la
innovación e investigación, facilitar la implementación, la coordinación y el intercambio
de información; así como el establecimiento de sistemas electrónicos para el manejo de
la propiedad intelectual 32 .
También se incluye que las partes realizarán “esfuerzos razonables” para ratificar distintos
tratados internacionales que regulan la protección de dimensiones específicas de la
propiedad intelectual 33 , aunque no se establecen fechas determinadas para ello.
Respecto a la protección de patentes para plantas, bajo el artículo 15.9.2 del DR-CAFTA
los Estados Partes se comprometen a realizar “todos los esfuerzos posibles” para
garantizar la protección de estas patentes cuando el acuerdo entre en vigor.
31 A diferencia del acuerdo TRIP’s de la OMC, el capítulo del DR-CAFTA no incluye provisión alguna sobre
“diseños industriales” ni tampoco en relación al “diseño de circuitos integrados”.
32 El DR-CAFTA va más allá del acuerdo TRIP’s de la OMC en cuanto a cooperación técnica al establecer la
creación de un Comité para el fortalecimiento de las capacidades comerciales (Committee on Trade
Capacity Building).
33 Estos tratados son: “The Patent Law Treaty” (2000), “The Hague Agreement Concerning the International
Registration of Industrial Designs” (1999), y “The Protocol relating to the Madrid Agreement Concerning the
International Registration of Marks” (1989).
Trato Especial y Diferenciado en el Mercado
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SP/Di N° 1-06
27
La OEA señala que sería recomendable comparar el DR-CAFTA con otros acuerdos de
libre comercio bilaterales firmados recientemente por EUA, en particular respecto a las
disciplinas relativas a la protección a la propiedad intelectual. Hay diferencias evidentes,
sobre todo en cuanto a normas que no se incluyen en el acuerdo DR-CAFTA y que sí
están recogidas dentro de los compromisos de otros acuerdos bilaterales firmados por
EUA 34 . De todas formas, la OEA plantea que estas diferencias entre el alcance y nivel de
compromisos del DR-CAFTA y otros acuerdos bilaterales de libre comercio firmados por
EUA con otros países, no necesariamente reflejaría la consideración de las diferencias en
cuanto a nivel de desarrollo o tamaño de las economías, sino intereses y prioridades
negociadoras que pudieran haber influido en el resultado final de la negociación 35 .
iv) Servicios
Las disposiciones relativas al sector servicios del DR-CAFTA se encuentran en
los capítulos 11 (“Comercio transfronterizo de servicios”), 12 (“Servicios Financieros”) y 13
(“Telecomunicaciones”). Todos los sectores se incluyen dentro del alcance del acuerdo y
las disciplinas son de aplicación general y obligatorio cumplimiento. Por tanto, las normas
acordadas en el DR-CAFTA sobre servicios son idénticas para todas las partes. Las mismas
no contienen provisiones de salvaguardias ni tampoco compromisos más flexibles para
los países en desventaja. No hay, tampoco, referencias explícitas a las diferencias en
cuanto al tamaño o al nivel de desarrollo entre países en el texto del acuerdo.
Sin embargo, algunas naciones fueron capaces de negociar períodos más largos para la
implementación de ciertos compromisos sobre acceso a mercados, como por ejemplo
el caso de Costa Rica en el área de las telecomunicaciones. También en materia de
establecimiento de sucursales bancarias en EUA en el caso de El Salvador y respecto a
los servicios de seguros en el caso de Costa Rica, se lograron acuerdos que permiten un
período mayor para cumplimentar las obligaciones derivadas de la liberalización. Los
EUA, por su parte, se comprometieron a revisar las normas que actualmente impiden la
presencia de sucursales de compañías extranjeras en varios estados de la unión.
Debe destacarse, además, que varias medidas o disposiciones legales vigentes en los
países centroamericanos que regulan el comercio de servicios, así como los sectores
excluidos de los compromisos de liberalización (“listas negativas”) se incluyeron en los
Anexos I, II y III del acuerdo. Sin embargo esto fue el resultado de la presión derivada de
las distintas prioridades nacionales, así como de intereses particulares de los proveedores
de servicios y las sensibilidades del público de cada nación, y por tanto no deberían
asociarse a percepciones respecto a la conveniencia de otorgar condiciones
diferenciadas a favor de las economías menos desarrolladas del acuerdo.
v) Inversiones
En el capítulo de inversiones del DR-CAFTA, como es de esperar, no hay
referencia alguna a tratamiento asimétrico. No hay tampoco plazos diferenciados para
el cumplimiento de los compromisos asumidos por las Partes del acuerdo 36 ni provisiones
específicas para las economías más pequeñas o de menor desarrollo relativo. En lo
34 Véanse los acuerdos de libre comercio entre EUA-Marruecos, EUA-Australia, EUA-Bahrein, EUA-Singapur y
EUA-Jordania.
OAS (2005). Examination of Asymmetrical Treatment Provided to Smaller Economies under the WTO
Agreements and the DR-CAFTA. (pág. 44).
35
36 Son cuatro los “pilares fundamentales” del capítulo de inversiones del DR-CAFTA: i) alcance y definiciones; ii)
protección al inversionista, iii) acceso a mercados, y iv) solución de controversias.
Secretaría Permanente
Integración
28
relativo a la asistencia técnica es de destacar que en el capítulo 19 del DR-CAFTA, las
partes reconocen que la asistencia para la creación de capacidades comerciales es un
catalizador para la realización de las reformas y las inversiones necesarias para impulsar
el crecimiento económico derivado del aumento de los flujos de comercio; reducir la
pobreza y ajustarse a las condiciones que emanan del comercio liberalizado. Como
producto de esto se establece el Comité para la Creación de Capacidades
Comerciales, pero en el mismo no hay referencia explícita al tema de las inversiones. Sin
embargo, y dada la conceptualización general que se hace de las funciones y
actividades a desarrollar por dicho Comité, pudiera asumirse que algunos mecanismos
de asistencia técnica para apoyar la implementación de los compromisos derivados del
capítulo sobre inversiones del DR-CAFTA estarían dentro del alcance del trabajo de
dicha Comisión.
No obstante lo anterior, debe tenerse en cuenta que en el capítulo de inversiones hay
referencias explícitas en dos temas a países específicos. Primero, en relación con el
tratamiento en caso de “strife”, el anexo 10-D señala que ningún inversionista podría
someter a arbitraje (bajo el mecanismo de solución de disputas inversionista-Estados) una
demanda alegando que Guatemala ha violado el párrafo 2 del artículo sobre el
tratamiento en caso de “desórdenes” como resultado de movimiento armado o
desorden civil. Una provisión similar existe en el anexo para los inversionistas
guatemaltecos respecto a otras partes.
En segundo lugar, en el DR-CAFTA se señala que Costa Rica, República Dominicana, El
Salvador y Guatemala pueden mantener los subsidios a la inversión extranjera que estén
en correspondencia con el artículo 27.4 del Acuerdo sobre Subsidios y Medidas
Compensatorias (ASMC) de la OMC hasta el 31 de diciembre de 2009. Para los casos de
Nicaragua y Honduras, al ser países incluidos en el anexo VII del ASMC, mantendrán estas
medidas sin límite temporal específico, de acuerdo a lo estipulado en ese acuerdo
multilateral.
VI.
RESUMEN
La integración centroamericana recuperó un perceptible dinamismo tras el
empuje de los años 90. Ello se ha expresado en las múltiples iniciativas y avances que han
tenido lugar respecto a la unión aduanera, la reforma institucional emprendida y la
estrategia de “geometría variable” que la región ha ensayado en su relacionamiento
económico externo en años recientes. Sin embargo, todavía quedan muchos lastres
históricos por superar. Dentro de estos sobresale – al igual que desde los años sesenta – el
problema del reparto desequilibrado de los beneficios de la integración, lo que explica
la necesidad de incorporar mecanismos de cohesión para atender explícita y
directamente las asimetrías entre países y regiones en la agenda de la integración.
Esencialmente – y a diferencia de otras experiencias de integración subregional en
Latinoamérica y el Caribe, como la CARICOM y la CAN – en el caso del MCCA el
tratamiento a las asimetrías, y por ende a la problemática de la distribución de los costos
y beneficios de la integración, se ha basado en el principio del pragmatismo y la
flexibilidad. Es decir, consentir como estrategia la progresividad de los avances en
cuanto a integración entre las partes que estén dispuestas, lo cual implica admitir
distintas velocidades en el proceso, buscando su posterior generalización. A esto se
suma también la aceptación de las negociaciones para la liberalización comercial de
países miembros con terceros extra-acuerdo.
Trato Especial y Diferenciado en el Mercado
Común Centroamericano
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29
Sin embargo, y considerando los diferentes indicadores utilizados en este análisis, en los
últimos años no se ha verificado mejoría alguna en términos de reducción de las brechas
económicas y sociales que separan sobre todo a Honduras y Nicaragua con los
restantes países del MCCA. De hecho, el diferencial existente en los niveles de ingresos
per cápita entre Honduras y Nicaragua respecto a Costa Rica y El Salvador aumentó
entre 1993 y 2003; y los primeros países también muestran rezagos considerables en el
cumplimiento de los criterios de convergencia macroeconómica, lo cual apunta a que
tampoco se ha producido una cierta “homologación” en el comportamiento
macroeconómico subregional. Los avances en cuanto a competitividad internacional y
en términos del índice de desarrollo humano, también muestran el mantenimiento de
retrasos perceptibles de Honduras y Nicaragua con relación a las restantes naciones
centroamericanas.
En el DR-CAFTA, y a pesar de que explícitamente no hay referencia alguna a las
asimetrías, se incorporaron – sin embargo - algunas provisiones que benefician a los
países centroamericanos, al garantizárseles mayores períodos de tiempo para proceder
a la liberación comercial, permitiéndoles algunas excepciones y habilitando a los
centroamericanos ciertos subsidios a sus exportaciones – y a la inversión extranjera - en
correspondencia con lo contemplado en el ASMC de la OMC. Respecto a servicios, las
excepciones acordadas – en el marco de las listas negativas – y los períodos de tiempo
más prolongados que lograron algunas naciones para determinados sectores, fueron
más el resultado de la presión de los proveedores de servicios y de las sensibilidades
políticas de cada estado, que de percepciones dominantes en la negociación respecto
a la conveniencia de otorgar condiciones favorables a favor de las economías menos
desarrolladas del acuerdo.
Indudablemente el DR-CAFTA impactará tanto la evolución económica y social de los
países centroamericanos, como al propio MCCA. El acuerdo de libre comercio con EUA
pudiera conllevar a una profundización de la dinámica integracionista. De concretarse
este escenario, la integración centroamericana tendrá de todas formas que encontrar
su punto de equilibrio frente a los dilemas de la globalización: profundización del proceso
intrazonal y ampliación de su espacio tanto geográfico como temático. Elemento
determinante en el éxito del proceso será lograr el objetivo siempre elusivo de una
distribución equitativa de costos y beneficios, punto que ha sido recurrente en el sistema
centroamericano y que llevó a la marginación formal de Honduras por un largo
período 37 .
37 CEPAL (2001). Capítulo V. Resumen y conclusiones: el camino hacia la incertidumbre. De la integración hacia
adentro y hacia fuera a la informal y no institucionalizada”, p. 39.
Secretaría Permanente
30
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Centroamérica, 15 de mayo/2005, San José, Costa Rica.
. Santamaría, O. A. (2004). “La experiencia del sistema de la integración
centroamericana”, en Machinea, J. y Uthoff, A. (Compiladores). (2004), pp. 11.
. SELA (2005). Análisis de la dinámica macroeconómica de América Latina y el Caribe y
sus implicaciones para la integración económica regional. Situación actual y
perspectivas en materia de coordinación macroeconómica. SP/R-DMALCI R/Di N° 1 – 05,
Caracas, 15- 16 de septiembre de 2005.
Secretaría Permanente
Integración
32
. Solís Rivera, L. G. (2002). “Centroamérica 2020: la integración regional y los desafíos de
sus relaciones externas”, en Centroamérica 2020. Un Nuevo Modelo de Desarrollo
Regional, (Klaus Bodemer y Eduardo Gamarra - Editores). LACC/IKK/Nueva Sociedad,
2002.
. OAS (2005). Examination of Asymmetrical Treatment Provided to Smaller Economies
under the WTO Agreements and the DR-CAFTA.
Trato Especial y Diferenciado en el Mercado
Común Centroamericano
SP/Di N° 1-06
33
A
N
E
X
O
S
Secretaría Permanente
34
Integración
Trato Especial y Diferenciado en el Mercado
Común Centroamericano
SP/Di N° 1-06
35
ANEXO N° 1.
MCCA. TASAS DE CRECIMIENTO DEL PIB - (1975 – 2005)
En porcentaje
País
Costa Rica
El Salvador
Guatemala
Honduras
Nicaragua
19751980
5.1
0.5
5.8
7.2
-4.4
19801985
0.2
-2.8
-1.1
1.5
0.6
19851990
4.3
2.1
2.9
3.2
-3.5
19901995
4.6
6.2
4.3
3.5
1.5
19952000
4.6
3.2
3.9
2.9
5.0
2000
2001
2002
2003
2004
2005
1.8
2.2
3.6
5.7
4.1
1.1
1.7
2.3
2.6
3.0
2.9
2.3
2.3
2.7
0.8
6.4
2.3
2.1
3.5
2.5
4.1
1.8
2.7
5.0
5.1
5.9
2.8
3.2
4.1
4.0
Fuente: CEPAL. Anuario Estadístico de América Latina y el Caribe, varios números: 2005, 2003, 2000 y 1997; y
CEPAL (2004). “Competitividad Centroamericana”. Serie Estudios y Perspectivas, No. 21, LC/L.2152-P, Ciudad de
México, junio de 2004, Cuadro 3, p. 23.
ANEXO N° 2.
MCCA. INGRESO NACIONAL PER CÁPITA
En dólares de EUA, y sobre la base de la PPA
País
Costa Rica
El Salvador
Guatemala
Honduras
Nicaragua
1993
5680
2360
3400
2100
2280
1995
5969
2610
3682
1977
1837
1998
5987
4036
3505
2433
2142
2000
8250
4390
3770
2390
2100
2001
9460
5260
4400
2830
2450
2002
8840
4890
4080
2600
2470
Fuente: PNUD. Informe sobre Desarrollo Humano. Varios números: 1996, 1998, 2003, 2004 y 2005.
ANEXO N° 3.
TENDENCIAS DEL IDH EN CENTROAMÉRICA
País
Costa Rica
El Salvador
Guatemala
Honduras
Nicaragua
1975
0.746
0.592
0.512
0.518
0.587
1985
0.776
0.609
0.562
0.601
0.604
Fuente: PNUD. Informe del Desarrollo Humano, 2005.
1995
0.811
0.689
0.617
0.640
0.641
2003
0.838
0.722
0.663
0.667
0.690
2003
9606
4781
4140
2665
3262
Secretaría Permanente
Integración
36
ANEXO N° 4
MCCA. COMPOSICIÓN DE LAS EXPORTACIONES DE BIENES SEGÚN DESTINO Y CATEGORÍAS.
1990-2002.
(En por ciento)
Costa Rica
1990
2002
. Productos
Primarios
. Bienes
industrializados
a) Basados en
rec. naturales
b) De baja
tecnología
c) De
tecnología
media
d) De alta
tecnología
. Otros
TOTAL
. Productos
Primarios
. Bienes
industrializados
a) Basados en
rec. naturales
b) De baja
tecnología
c) De
tecnología
media
d) De alta
tecnología
. Otros
TOTAL
. Productos
Primarios
. Bienes
industrializados
a) Basados en
rec. naturales
b) De baja
tecnología
c) De
tecnología
media
d) De alta
tecnología
. Otros
TOTAL
El Salvador
Guatemala
1990
2002
1990
2002
EXPORTACIONES TOTALES
51,4
14,4
58,0
42,6
57,6
25,9
33,4
73,6
48,3
84,5
41,9
11,4
13,7
12,9
30,2
12,8
16,8
21,9
6,1
16,6
3,2
26,6
9,0
100,0
0,5
100,0
54,8
Honduras
1990
2002
Nicaragua
1990
2002
77,7
36,7
73,5
56,2
56,9
22,1
63,3
22,2
38,3
20,8
25,8
16,3
50,9
16,3
23,1
33.9
9,6
12,7
4,6
7,0
3,7
6,5
8,9
14,6
6,3
14,1
1,2
5,2
2,1
7,0
4,6
5,8
5,1
4,3
0,1
0,1
0,1
1,7
0,2
100,0
0,0
100,0
4,4
100,0
5,5
100,0
27,5
0,4
1,1
0,1
0,5
100,0
100,0
100,0
100,0
EXPORTACIONES A EUA
64,9
22,2
80,8
84,1
81,5
41,1
10,6
66,4
32,2
72,0
35,1
77,4
19,2
15,7
18,1
58,9
89,2
25,4
12,6
7,2
12,3
23,3
11,7
10,1
11,7
54,0
89,0
16,0
13,3
20,7
21,1
47,4
7,0
2,4
6,2
3,1
0,2
3,5
4,7
20,9
0,7
4,5
0,5
2,5
0,1
1,8
0,0
4,6
1,6
23,2
1,1
2,2
0,0
0,6
0,1
0,1
0,0
1,3
13,0
100,0
0,5
100,0
0,0
100,0
0,2
100,0
8,2
100,0
6,5
0,0
0,4
0,0
0,3
0,4
100,0
100,0
100,0
100,0
100,0
EXPORTACIONES HACIA LA REGION
5,0
1,7
4,6
14,7
9,8
21,6
16,6
54,5
51,0
86,1
93,9
97,3
94,0
85,0
89,5
78,2
83,4
45,4
48,7
25,3
31,2
23,6
33,2
34,3
30,6
46,9
60,9
21,5
27,3
26,5
24,3
38,7
34,5
18,8
24,1
18,4
12,7
14,6
9,6
20,8
21,9
23,4
19,2
17,4
26,5
11,9
9,6
8,7
9,4
13,4
16,5
11,6
7,2
14,5
8,4
1,1
0,2
0,5
2,4
7,5
100,0
1,1
100,0
1,0
100,0
1,4
100,0
0,3
100,0
0,8
100,0
0,1
100,0
0,0
100,0
0,1
100,0
0,3
100,0
Fuente: CEPAL (2003). Panorama de la inserción internacional de América Latina y el Caribe, 2002 – 2003. Anexo
Estadístico.
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