INFARTO BULBAR MEDIAL RELACIONADO CON DOLICOECTASIA DE LA ARTERIA VERTEBRAL E HIPOPLASIA EXTRACRANEAL. Dr. Javier Sanchez E. º Dr. Luis Jairala Q. º Dr. Eduardo León º Dr. Jorge Naranjo º Dr. Edison Vásquez º Dr. Jerónimo Casanello ª Dr. Carlos Valle & Servicios de Neurología º , Cuidados Intensivos ª y Radiología & Hospital Alcívar Guayaquil-Ecuador INFARTO BULBAR MEDIAL RELACIONADO CON DOLICOECTASIA DE LA ARTERIA VERTEBRAL E HIPOPLASIA EXTRACRANEAL. Resumen Paciente varón de 50 años,con antecedente de hipertensión arterial, presentó súbitamente hemiplejía con disminución de la sensibilidad propioceptiva y desviación contralateral de la lengua a la protrusión. La imagen de la resonancia magnética mostró un infarto en la región medial del bulbo, junto con una arteria vertebral anormalmente dilatada y elongada en la proximidad del infarto. En la angioresonancia de vasos del cuello encontramos hipoplasia de la arteria vertebral. Conclusión. Presentamos un paciente con infarto bulbar medial relacionado con patología intra y extracraneal de la arteria vertebral. Palabras clave. Arteria vertebral. Bulbo raquídeo. Dolicoectasia. Hipoplasia. Infarto bulbar medial. Abstract. A 50 year old man with hypertension presented with the sudden onset of hemiplegia with lemniscal sensory impairment and contralateral desviation on tongue protrusion. Magnetic resonance imagin showed a medial medullary infarction associated with an abnormally dilated and elongated vertebral artery. Magnetic resonance angiogram of neck vessel showed a hypoplastic vertebral artery. Conclusion. Our patient presented a medial medullary infarction related with intracranial and extracranial vertebral artery disease. Key words. Vertebral artery. Medulla oblongata. Dolichoectasia. Hypoplasia. Medial medullary infarction. Introducción Los infartos bulbares mediales constituyen menos del 1% de la patología cerebral isquémica en el territorio vértebro-basilar (1). En 1908 Spiller (2) describió las características clínico-patológicas del infarto bulbar medial, y en 1914 Déjérine (3) usó el término “syndromes bulbaires anterieur ou interolivaire” para describir la triada de hemiplejía contralateral con respeto de la cara, alteración de la sensibilidad profunda, y parálisis del nervio hipogloso ipsilateral. Nosotros presentamos un paciente con infarto bulbar medial relacionada con dolicoectasia de la arteria vertebral intracraneal e hipoplasia de su segmento extracraneal, con la clásica triada clínica del síndrome de Déjérine (3). Caso clínico. Hombre de 50 años, asiático, de la República de Filipinas, con antecedente de hipertensión arterial, presentó súbitamente debilidad muscular en brazo y pierna derechos, con respeto de la cara, En el momento del ingreso, la presión arterial era 190/110 mmHg. En el examen neurológico el paciente se encontraba alerta y orientado; el fondo de ojo fue normal, las pupilas estaban isocóricas, simétricas y reactivas a la luz, los movimientos oculares estaban normales y no había compromiso de musculatura facial. Se encontró parálisis del nervio hipogloso izquierdo evidenciado con la protrusión lingual ipsilateral. Se encontró hemiplejia derecha con signo de Babinski en pie derecho y respeto de la musculatura facial; la sensibilidad propioceptiva se encontraba disminuida en el brazo y pierna derechos. La biometría hemática, glicemia, lípidos, urea,creatinina, enzimas hepáticas, pruebas de coagulación, y electrolitos fueron normales. Igualmente, el electrocardiograma y ecocardiograma torácico fueron normales. La TC cerebral fue normal. La RM cerebral en una sección axial, en secuencias potenciadas en T2 reveló un área de hiperintensidad de señal en la región bulbar medial izquierda, junto con una arteria vertebral dilatada y elongada, en la vecindad del infarto (Fig. 1). En su sección sagital, se encontró una hiperintensidad de señal en la porción rostral del bulbo, junto con dilatación de la arteria basilar y vertebral izquierda (Fig.2). En la angioresonancia de los vasos del cuello, encontramos una estenosis severa de toda la arteria vertebral izquierda (Fig.3).. Figura 1. RM axial potenciada en T2 que muestra un infarto medial bulbar y una arteria vertebral anormalmente dilatada y elongada en la vecindad del infarto. Figura 2. RM sagital potenciada en T2 que muestra el infarto bulbar medial en ubicación rostral con arterias vertebral y basilar anormalmente diltada y elongada. Figura 3. Angioresonancia de vasos del cuello que muestra hipoplasia de la arteria vertebral izquierda. Discusión Nuestro paciente presentó la clásica triada clínica del síndrome de Déjérin, que incluye parálisis del nervio hipogloso, hemiplejia contralateral y disminución de la sensibilidad propioceptiva contralateral (3). El compromiso del núcleo del nervio hipogloso izquierdo y sus fibras nerviosas en la porción dorso-medial , a nivel rostral del bulbo, la pirámide derecha y el lemnisco medial rostral a la decusación motora y sensitiva contribuyen a los signos neurológicos observados. En la RM cerebral encontramos un infarto medial izquierdo en bulbo rostral. Duvernoy HM. (4) dividió la irrigación arterial del bulbo en grupos arteriales: anteromedial, anterolateral, lateral y posterior. Las arterias antero-mediales están comprometidas en el infarto bulbar medial de nuestro paciente ya que irrigan la porción medial del tracto piramidal y su decusación, el lemnisco medial y el fascículo longitudinal medial. En el tercio superior del bulbo, las arterias antero-mediales generalmente son ramas colaterales de la arteria vertebral, tienen una longitud importante que alcanzan a irrigar la porción dorso-medial del bulbo que contiene el núcleo y fibras del nervio hipogloso, y la formación reticular central. Los dos tercios inferiores del bulbo están irrigados por arterias antero-mediales que son colaterales de la arteria espinal anterior (5). En la RM cerebral de nuestro paciente encontramos una arteria vertebral anormalmente dilatada y elongada en la vecindad del infarto. Las formas de presentación más frecuentes de la dolicoectasia vértebro-basilar son:1) asintomática; 2) isquemia aguda en el territorio vértebrobasilar ; 3) curso crónico progresivo relacionado con compresión de nervios craneales, tronco cerebral o tercer ventrículo; y 4) presentación grave relacionada con ruptura vascular (6). Actualmente se acepta que la dolicoectasia vértebro-basilar causa infartos en circulación cerebral posterior independiente de la enfermedad aterosclerótica; la lesión arteriosclerótica observada en arterias ectásicas es la consecuencia de las alteraciones morfológicas y reológicas en estas arterias (6). Hay varios mecanismos por los cuales la dolicoectasia vértebro-basilar produce isquemia transitoria o persistente en territorio arterial posterior: 1) Reducción del flujo sanguíneo anterógrado (7,8); 2) Formación de trombos (6); y 3) Reducción de perfusión en arterias penetrantes (9). En cuanto a la relación entre dolicoectasia e ictus isquémico, actualmente se sabe que la dolicoectasia está asociada independientemente a patologías parenquimatosas de enfermedad de vasos pequeños, incluidos, infartos lacunares, leucoaraiosis y dilatación de espacios de Virchow Robin alrededor de las arterias penetrantes (10).; al realizar el estudio histopatológico de estos vasos pequeños, se encuentra principalmente hyalinosis y esclerosis en arterias de menos de 300 um. (10).; encontrándose la aterosclerosis sobreimpuesta sobre la pared de la arteria ectásical (10). Además del antecedente de hipertensión arterial y dolicoectasia de la arteria vertebral en la vecindad del infarto bulbar medial ; en nuestro paciente también encontamos en la angioresonancia de vasos del cuello, la presencia de hipoplasia de la arteria vertebral . Ginnopoulos et al. (11) reportaron infartos bulbares laterales en 3 pacientes jóvenes asociados con oclusión de la arteria vertebral hipoplásica del lado del infarto. Los 3 pacientes tuvieron hipertensión arterial. Chuang et al (12) estudió 191 pacientes con infarto cerebral y encontró que 11.5% tenían hipoplasia de la arteria vertebral ipsilateral. Encontraron una relación significativa entre hipoplasia de la arteria vertebral el infartos de circulación posterior. Caplan et al. (13), in the New England Medical Center Posterior Circulation Registry, encontraron que en las regiones cerebrales irrigadas por las arterias vertebrales intracraneales en su porción proximal (bulbo y cerebelo postero-inferior), se encontraron más arterias vertebrales hipoplásicas ipsilaterales a los infartos. Jong-Ho Park, et al.(14), encontraron mayor frecuencia de hipoplasia de la arteria vertebral en infartos de territorio posterior, que en infartos de territorio anterior (45.6%-27.1%), en los cuales la frecuencia de hipoplasia de la arteria vertebral fue similar a la población sana (26.5%). Según Caplan (11), “ la de menor diámetro en un par de arterias, sería la más vulnerable a la oclusión, especialmente si hay factores de riesgo vascular. Además, solamente el diámetro no sería una explicación suficiente, ya que hay arterias hipoplásicas de muy pequeño calibre que no presentan predisposición a la oclusión. Por tanto, la explicación podría estar dada por una interacción entre presión sanguínea, constituyentes de la sangre y la reología y las características físicas del flujo sanguíneo, en varios niveles del vaso arterial”. En nuestro paciente, la coexistencia de dolicoectasia de la arteria vertebral intracraneal, hipertensión arterial e hipoplasia de la arteria vertebral; sugieren, la posibilidad que la dilatación y elongación de la arteria vertebral, distorsione los orificios de salida de las arterias penetrantes con la consiguiente disminución de su flujo sanguíneo (15), además podría existir aterosclerosis condicionada por la alteración de la morfología y las condiciones reológicas de la dolicoectasia (6), potenciada por la presencia de hipertensión arterial crónica; además la hipoplasia de la arteria vertebral jugaría un rol a través de la disminución del flujo sanguíneo (12). Bibliografía 1. Bassetti C, Bogousslavsky J, MattleH, Bernasconi A. Medial medullary stroke: report of seven patients and review of the literature. Neurology 1997; 48:882-90. 2. Spiller WG. The symptom-complex of a lesion in the upper most portion of the anterior spinal and adjoining portion of the vertebral arteries. J Nerv Mednt Dis. 1908; 35: 775-8. 3. Déjérine J. Sémiologie des affections du systéme nerveux. Paris. Masson et cie, 1914, pp. 226-230. 4. Duvernoy HM. The human brain stem and cerebellum. Wien: Springer Verlag, 1995. 5. Hideyuki Sawada, MD, Naoyuki Seriu, MD, Fukashi Udaka, MD, and Masakuni Kameyama, MD. Magnetic Resonance Imaging of Medial Medullary Infarction. Stroke 1990; 21:963-66. 6. Min Lou and Louis R. Caplan. Vertebrobasilar dilatative arteriopathy (dolichoectasia). Ann. N. Y. Acad. Sci. 1184 (2010) 121-133. 7. Hennerici, M., W. Rauntenberg & A. Schwartz. 1987. Transcranial Doppler ultrasound for the assessment of intracranial arterial flow velocity. II Evaluation of intracranial arterial disease. Surg. Neurol. 27:523-532. 8. Schwartz A. W. Rauntenberg & M. Hennerici. 1993. Dolichoectatic intracranial arteries: a review of selected aspects. Cerebrovasc.Dis. 5: 273-279. 9. Kumral E, Kisabay C. et al. 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