Cada hogar una pequeña iglesia.

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SERMONES DOMINICALES
DOMINGO 26 DE OCTUBRE 2014
Pr. C. Iván Flores Hernández
Cada hogar una pequeña iglesia.
Deuteronomio 6: 1-9; 2 Timoteo 3: 14-17
INTRODUCCIÓN:
Dos situaciones me han llevado a tomar un tema como este:
1. “Nicolás tiene dos papás” --- lo rechazamos en su totalidad.
2. Ruta Misionera de Niños --- “instruye al niño en su camino”.
Hace un tiempo el pastor Albert Mohler dijo: "Si le entregas tu hijo a Faraón, no te
sorprendas que se convierta en egipcio". Eso es lo que está pasando hoy en Chile, los
creyentes hemos sido cómplices pasivos y le hemos entregado en bandeja de plata a
nuestros hijos a una educación liberal, agnóstica y sincretista. Esto ha degenerado en un
estilo de hogar de igual manera, sincrético y diluido.
Lo preocupante es que en la medida que está el hogar, así va la iglesia. Todo lo que
creemos en cuanto a fe comienza en el hogar donde se aprende a adorar, orar, cantar, y
leer la Palabra de Dios. Cuando los hogares cristianos son fuertes, la iglesia es fuerte. Pero
cuando los hogares son débiles, la iglesia no puede hacer la diferencia.
Muchos siervos de Dios confiaron en Jesucristo como su Salvador siendo aún niños, y
empezaron vidas de servicio y fructificación. Nombraremos a algunos:
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Richard Baxter, pastor y uno de los eminentes teólogos puritanos del siglo XVII.
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Mateo Henry, el mundialmente conocido comentarista de la Biblia de fines del
siglo XVII, 1662.
Jonathan Edwards, el pastor, predicador y teólogo norteamericano del siglo
XVIII quien fue grandemente usado por Dios con la bendición de avivamiento.
Isaac Watts, el conocido autor de himnos inglés de principios del siglo XVIII.
Jim Elliot, quien fue martirizado en este siglo por los Aucas de Ecuador.
Leighton Ford, cuñado del Dr. Billy Graham, y conocido evangelista.
AB. Simpson, criado en un piadoso hogar cristiano, a los 17 años era pastor.
Corrie ten Boom fue una conocida cristiana holandesa y evangelista. Murió a los
91 años. Pero había confiado en Jesús a los 5 años. ¡Que maravilloso servir a
Dios durante 86 años!
Todos estos testimonios y miles más, ¿No hace que la evangelización de niños
valga la pena y sea lógico?
Al instruir y criar a los hijos hay que tener un propósito e mente. Deuteronomio 6:6,7 nos
dice que debemos "repetir/inculcar/grabar" los mandamientos de Dios en la mente de
nuestros hijos. Y ante ellos no hay excusas de ningún padre cristiano. Los siguientes
versículos nos dicen cómo hacerlo: Hay que hablar de la Palabra de Dios 24-7, en la mañana,
a la hora de comer, y por la noche antes de ir a la cama. En el caso bíblico la Palabra estaba
escrita en los postes de la casa, en los dinteles. ¡Deja que tu casa sea tan llena de la Palabra
para que tus hijos no pueden dejar de verla y escucharla donde quiera que vayan y hagan lo
que hagan! Llena tu ambiente de la Palabra de Dios.
En II Timoteo 3:14, Pablo le dice a Timoteo su joven discípulo, que probablemente era un
adolescente, le pide recordar lo que había aprendido de sus antepasados directos. En ese
caso, eso significa de su abuela Loida y su madre Eunice. Esas dos mujeres piadosas de la
Palabra de Dios le habían enseñado desde la infancia (v. 15), lo habían conducido. Esa
misma Palabra le haría sabio para la salvación y lo equipará completamente para cualquier
cosa que pudiera enfrentar en la vida (vv. 15-17).
Verdad de los puritanos
Este preámbulo e introducción me lleva a mi tema: "Cada hogar una pequeña iglesia". En
este sermón que voy a compartir, citaré algunos ejemplos de ellos. Ejemplos de vida de
más de 300 años. El concepto de la casa como una pequeña iglesia se hizo famoso a través
de los puritanos. Ellos creían que el padre debía ser el pastor en su casa, de la misma
manera que un ministro ordenado era pastor de la iglesia. Un escritor llamo a la casa "el
seminario de la iglesia". Los puritanos llegaron incluso a publicar libros elaborados del culto
familiar. Eran tan en serio en esto que si un padre descuidaba la formación espiritual de su
familia, él podría ser llevado ante los ancianos de la disciplina eclesiástica y si se negaba a
tomar su papel de liderazgo adecuado, podía ser expulsado de la Mesa del Señor. Tal
pensamiento parece extremo para nosotros, lo que tal vez dice más sobre nuestra laxitud
que sobre el rigor de los puritanos.
También vale la pena señalar que cada vez que un verdadero avivamiento ha estallado,
siempre ha dado lugar a la reforma de la familia. Puedes tener el culto familiar sin
avivamiento, pero no se puede tener un avivamiento genuino enviado del cielo sin un
cambio duradero en la atmósfera espiritual de la casa.
¿Por qué es importante la orientación espiritual que se debe establecer en nuestros
hogares? Para responder a esa pregunta me gustaría ofrecer dos principios y tres
sugerencias desde dónde empezar.
Principio # 1: La Palabra de Dios es absolutamente esencial
para la conversión de tu familia.
Es la Palabra de Dios que nos hace "sabios para la salvación". I Pedro 1:23 dice que nacemos
de nuevo por la semilla incorruptible de la Palabra de Dios. Santiago 1:18 dice que Dios nos
dio a luz a través de la "palabra de verdad". Romanos 10:17 agrega que la fe es por el oír, y
el oír, por la Palabra de Dios.
Si esto es cierto, entonces podemos organizar en un silogismo simple:
La Palabra de Dios es necesaria para la salvación. El asunto es, ¿Quiero que mi familia sea
salva? Si, entonces tienes que hacer correr la voz de Dios en tu familia. Eso es claro. Padres
piadosos que quieren que sus hijos vayan al cielo con ellos deben hacer todo lo necesario
para implantar la Palabra de Dios en los corazones de sus hijos. ¡Fuérzalos a entrar!
Esto explica por qué los puritanos valoraron los largos sermones, la adoración familiar, los
catecismos, meditación personal, y la memorización de las Escrituras. Ellos entendieron
que si la Palabra de Dios está tatuada/grabada en el corazón de los niños, ellos serán
mucho más propensos para venir a Cristo. Ellos cuidadosamente plantaron la semilla de la
Palabra en la vida de sus hijos, a sabiendas de que a su debido tiempo daría fruto, podían
confiar en el Espíritu Santo para lograr una cosecha de salvación.
Richard Baxter, un destacado pastor puritano Inglés, dijo que si los padres hicieran su
trabajo correctamente, los niños se convertirían en el hogar y el sermón del domingo
podría ser utilizado para la conversión de aquellos de afuera de la iglesia. Esa ha sido sin
duda la experiencia en muchas casas que hoy tienen a sus hijos sirviendo al Señor. En mi
familia siendo muchachos llegamos a la fe en Cristo, aun fuera de un servicio de adoración
del domingo. La vida espiritual familiar en su sentido más amplio es el camino ordinario de
la conversión de la familia
Cuenta una misionera: Alguien le preguntó a cierta madre que había criado a muchos hijos,
todos de los cuales todos eran creyentes consagrados, qué medios había usado para lograr
su conversión. Ella respondió:
‘Sentía que si no se convertían antes de los siete u ocho años, probablemente se
perderían; y cuando llegaban a esa edad, yo me angustiaba ante la posibilidad de que
pasaran impenitentes a la eternidad; y me acercaba al Señor con mi angustia. Él no
rechazó mis oraciones ni me negó su misericordia. Ore por esto: “Levántate y da voces
en la noche, en el comienzo de las vigilias. Derrama como agua tu corazón ante la
presencia del Señor. Levanta hacia él tus manos por la vida de tus pequeñitos”.
Espere el don temprano de gracia divina en tus hijos y nietos basado en promesas como
ésta:
“Mi espíritu derramaré sobre tu generación, y mi bendición sobre tus renuevos: y
brotarán entre hierba, como sauces junto a las riberas de las aguas. Este dirá: Yo soy de
Jehová; el otro se llamará del nombre de Jacob; y otro escribirá con su mano, a Jehová,
y se apellidará con el nombre de Israel” (Isa. 44:3-5).
Principio # 2: Sólo la Palabra de Dios puede proteger a tu
familia de la influencia de una cultura pagana.
Moisés entendió esto muy bien. Sabía que una vez que Josué guio a los hijos de Israel a la
Tierra Prometida, que entrarían en un país totalmente entregado a la idolatría cananea.
¿Cómo iban a resistirse a la llamada seductora de Baal y todos sus consortes? Sólo el
cumplimiento de un Dios verdadero, amándolo supremamente, obedeciendo todos sus
mandamientos, y mediante la impresión de esos mandamientos a sus hijos. Cada casa debe
ser un lugar donde la Palabra de Dios se habla y se muestre visiblemente. Sólo entonces
iban a ser protegidos.
¿Y cómo sería para el joven Timoteo sobrevivir en un ambiente? Él ministro en ciudades
como Corinto, con su templo lleno de prostitutas. Pero a través de su familia Dios había
dado a Timoteo una caja de herramientas llamado la Palabra de Dios. Todo lo que Timoteo
necesitaba estaba allí. Si se acordaba de lo que le habían enseñado, él se encontraría
totalmente equipados, incluso en medio del paganismo imperante.
Lo mismo es cierto hoy en día. Solo la Palabra de Dios puede proteger a nuestras familias y
hacer que nuestros hijos sean fuertes. Esto siempre y cuando hagamos caso de la provisión
de Dios, entonces ello ocurrirá. Hermanos padres: ¡Tenemos todo lo que necesitamos en la
Palabra de Dios! Nuestra tarea como padres es impartirla a nuestros hijos, esta es la
primera responsabilidad de todo padre responsable de su familia. Debemos orientar y
direccionar intencionalmente a nuestras familias a la Palabra de Dios. Si no lo hacemos,
fácilmente pueden ser arrastrados por el torrente de la influencia impía.
Demasiadas familias cristianas han abdicado en este punto. Hemos abierto la puerta a todo
tipo de influencia impía al permitir que en nuestra casa el acceso sin restricciones de
Internet, alquiler de videos sin guía, la música que socava nuestros valores, y programas de
televisión que atacan las mismas cosas que decimos que creemos. El actual sistema
educativo tal como se proyecta es enemigo de la vida espiritual de sus hijos, ellos son los
que quieren eliminar la fe de ellos… por esto no podemos dejar la educación de nuestros
hijos al sistema educativo. ¡Somos responsables!
Hoy, por ejemplo, todo el ambiente está preparado para celebrar Halloway, como
cristianos no podemos simpatizar con una fiesta que no es tan inocente, como dice ser,
esta proviene del mundo del ocultismo de la religión celta. ¡Digamos no a Halloway! Esta
sociedad de la forma que vive ahora es un enemigo para sus hijos, y si lo son para sus hijos
para ustedes también.
Por lo anterior, como pastor tengo una gran preocupación, es que muchas familias están
descuidando esta zona de educación cristiana por completo. Cuando le damos la
bienvenida al mundo a nuestras casas, no debemos sorprendernos cuando nuestros hijos
encuentren al mundo más atractivo que el camino del Señor.
Pero, ¿dónde y cómo debemos comenzar a instruir a nuestros hijos? Tengo tres sugerencias
para hacer. No son nuevas o novedosas en ningún sentido. Pero son los métodos probados
por el tiempo. Muchos padres cristianos han utilizado durante cientos de años con
resultados de bendición.
He aquí tres sugerencias: MÉTODO CES: Canción, Escritura, Súplica.
A. Canción
Enseña a tus niños a cantar las grandes canciones de la fe cristiana. Eso incluye himnos
consagrados, cantos evangélicos, y los muchos coros contemporáneos. Canta a tus hijos.
Canta con ellos. Dile las palabras y has que repitan después de ti. Utilice videos, CD’s y
libros de canciones destinadas a los niños. Compra un himnario y utilízalo para enseñar a
sus hijos.
Esto no es sólo un buen consejo, es un mandato bíblico. ¿Sabías que Dios manda a
aprender música cristiana para enseñar a tus hijos? Efesios 5:19 nos dice que canten unos a
otros con salmos, himnos y cánticos espirituales. Esto es doblemente importante en una
época en la que la generación más joven se está alejando de los himnos a favor de las
palabras en una pantalla. No hay nada malo con la tecnología (la usamos aquí), pero es una
lástima que muchos de nuestros jóvenes crecen sin conocer himnos tales como "Santo,
Santo, Santo", "Castillo fuerte", "Firmes y Adelante" y "¿Qué me puede dar perdón?". Estoy
totalmente a favor de usar música contemporánea, pero mientras estamos aplaudiendo y
bailando, no olvidemos los himnos que nos han legado por las generaciones anteriores.
¡Nos olvidamos de nuestra rica cultura cristiana evangélica! Cantemos Fanny Crosby,
William Cowper, John Newton, Wayne Watson, John Wesley, AB. Simpson.
He aquí una sugerencia concreta: Pague sus hijos por aprender himnos y coros. No estoy
bromeando. Así fue como Charles Spurgeon aprendió tantos himnos. Si lees sus sermones,
encontrarás que están llenos de citas de himnos que son famosos y de muchos otros que
no son tan conocidos. Cuando él era un muchacho joven, fue a visitar a su abuelo y la
abuela. Su abuelo admiraba mucho a los himnos de Isaac Watts (LA CRUZ EXCELSA:
"Cuando contemplo la maravillosa cruz"). Su abuela le ofreció un centavo por cada himno
pudiera recitar perfectamente. Memorizó tantos que su abuela bajó el precio a medio
penique y luego a un cuarto de penique. Entonces su abuelo le ofreció un chelín por cada
docena de ratas que la capturara y matara. Según el Pr. Spurgeon dice, "pronto aprendí
que coger ratas era mejor paga que los himnos. Pero los himnos han permanecido
conmigo, mientras que esas viejas ratas han pasado".
Lo que sea necesario, pero asegúrese de que sus hijos aprendan música cristiana porque
nuestras canciones contienen la esencia de nuestra fe.
B. Escritura
Muchos padres utilizan los libros de cuentos de la Biblia para leer a sus hijos. Esto es bueno
y no debe ser desalentado. Sin embargo, creo que hay un gran valor en la lectura de la
Biblia directamente con sus hijos. Lea los Salmos y la sabiduría de los Proverbios. Asegúrate
de que tus hijos sepan sobre las aventuras de Sansón en Jueces, las hazañas de David en
Primero de Samuel, las parábolas de Jesús en Mateo, y el crecimiento de la iglesia en
Hechos.
Toma un capítulo por día, o varios capítulos a la semana. Cuando los niños son pequeños,
se puede hacer toda la lectura. A medida que crecen, que lean la Biblia a medida que
escucha y ayúdales con las palabras difíciles. Lo que sea necesario, pero asegúrate de que
tus hijos escuchen la Palabra de Dios en el hogar.
C. Súplica
Súplica es una palabra grande para la oración. Necesitamos orar con nuestros hijos y para
nuestros hijos. Necesitan escuchar a orar y entonces deben orar con nosotros. Nuestros
hijos aprenderán a orar principalmente por escucharnos mientras hablamos con el Señor.
Que obtengan una pasión por la oración de nosotros más que de cualquier otra fuente.
Hay muchas maneras en que una familia puede orar juntos. Podrían llevar un diario de
oración y grabar sus oraciones y las respuestas de Dios. Leí que una familia mantenía todas
sus tarjetas de Navidad en una canasta grande. Durante el año que de una a una oraban por
las familias y amigos. Usen un diario mural. Muchos de nosotros usamos las imágenes
misioneras en nuestros refrigeradores para enseñar a nuestros hijos a orar por la obra de
Dios en todo el mundo. Puedes comprar revistas de oración destinados a niños,
adolescentes y adultos.
Asegúrate de que tus hijos les escuchen orar por ellos. Esto les dará una gran confianza de
que son amados y que pueden traer sus propias necesidades ante el Señor.
Niños en el Juicio Final
En su sermón sobre este tema Richard Mather (pastor puritano) imagina las voces de los
niños condenados en el juicio final hablando con sus padres cristianos que se descuidaron
en llevarlos a Cristo. Aunque sus palabras son imaginarias, la idea no es totalmente
fantasiosa. Jesús mismo dijo que una generación se levantará y la condenará otra (Mateo
12:41). Tal vez habrá un gran debate público en el juicio final.
Aquí es lo que Richard Mather imagina que los niños no salvos dirán a sus padres cristianos
desde el infierno las escribió así:
Todo esto que aquí sufro es por ti. Deberías haberme enseñado las cosas de Dios y no
lo hiciste. Deberías haberme impedido el pecado y no lo hiciste. Fuiste el medio de
nuestra corrupción y culpabilidad original y nunca me mostraste ningún cuidado
competente para que pudiéramos ser librados de él. ¡Ay de nosotros que hemos tenido
unos padres tan carnales y descuidados¡ Ay de vosotros que no tienen más compasión
y piedad para evitar la miseria eterna de sus propios hijos.
La sola idea es impactante. ¿Puede haber algo peor que ver a nuestros hijos siendo
condenados al infierno? No sé si una conversación de este tipo podría de hecho tener lugar,
pero sí sé que el cielo y el infierno son lugares reales y que nuestros hijos van a pasar la
eternidad en un lugar u otro.
Inclinando la balanza en la dirección correcta
Tal vez pudiéramos discutir el hecho de que los padres al final no pueden ser totalmente
responsables de las decisiones que sus hijos hacen. Todos los padres saben que nuestros
hijos tienen una mente y voluntad propia. A veces las casas impías producen misioneros
llenos del Espíritu Santo mientras que los aparentemente padres piadosos pueden
terminan con hijos e hijas pródigos. No creo que podamos garantizar lo que nuestros hijos
van a hacer. Pero tenemos una obligación sagrada que es inculcarlos con la Palabra de
Dios, grabárselas en sus corazones. Lo que él o ellos hagan dependerá de ellos. Nuestra
responsabilidad consiste en inclinar la balanza en la dirección correcta por lo que es fácil
para nuestros hijos a creer en Jesús. Si vamos a hacer nuestra parte, podemos confiar en el
Espíritu Santo para usar la Palabra en la vida de nuestros hijos. Pero si somos descuidados y
despreocupados, no debería sorprendernos que nuestros hijos no tengan interés en las
cosas de Dios.
Insto a todos los padres y abuelos a tomar mis palabras en serio. Tal vez necesitas hacer
algunos cambios en esta área. Tal vez necesitas ser proactivos y dejar de lado un tiempo
para enseñar a tus hijos la Palabra de Dios. Lo tienes que hacer, no dejes pasar este
momento sin comprometerte de hacer de tu hogar una pequeña iglesia, llena de alegría y
luz, donde Jesucristo es alabado y su Palabra es enseñada a tus hijos.
Si sabes que deberías haber comenzado hace muchos años atrás, no dejes que ese
pensamiento te impida hacer lo que debes hacer ahora. Ayer se ha ido para siempre,
mañana tal vez no llegue nunca, hoy es todo lo que tienes. Haz lo que Dios te lleva a hacer y
serás bendecido. El único pecado sería no hacer nada.
Entonces, los padres tienen una responsabilidad sagrada en esta área, Dios así lo ha
ordenado. Estimados, padres construyan su familia en la Palabra de Dios y cuando lleguen
las tormentas y el agua crezca, tu familia estará a salvo porque está construida sobre la
roca que no se puede mover, nadie más lo puede por ustedes. ¡Que gran responsabilidad!
La eternidad de tus hijos está en tus manos.
¿Dónde están los padres que quieren conducir a sus hijos? ¿Dónde están?
** VIDEO: “Los deberes de un padre para con sus hijos”
https://www.youtube.com/watch?v=QubOSyNHTm8
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