02’a - Música del Antiguo Egipto y Mesopotamia En la antigüedad los egipcios empleaban la música en diversas actividades cotidianas, pero fue en los templos y en sus ceremonias donde tuvo un desarrollo más intenso. No se conoce con exactitud cómo era la música egipcia, porque no se escribía, sino que se trasmitía oralmente; no obstante se conservan los textos empleados en algunas ceremonias - como las de los cultos a Isis y Neftis -,que permiten suponer que dos sacerdotes alternaban en el canto, combinados con solos a cargo de las sacerdotisas que representaban a la diosa. Para el estudio de la música egipcia existe documentación gráficojeroglífica, bajorrelieves y textos, que atestiguan el uso y forma de sus instrumentos y su importancia en el culto religioso. Entre los instrumentosmás apreciados destacan el sistro, iinstrumento de percusión con un marco de madera en forma de U, con un mango como asidero, con barras cruzadas que sostenían unas placas metálicas. Otro instrumento muy utilizado en el antiguo Egipto fue el arpa con caja armónica baja. Entre los instrumentos de viento se utilizaban la flauta recta, la chirimía doble, de caña, que consistía en dos tubos paralelos provistos de lengüeta, que sonaban al unísono ;y en los desfiles militares una especie de trompeta de cobre o de plata. Hacia el siglo XVI A.C., El contacto de los egipcios con Mesopotámia contribuyó al desarrollo y asimilación de un nuevo estilo de música oriental de carácter fundamentalmente profano. Esta influencia se advierte en un tipo de baile más rápido que el practicado durante los imperios Antiguo y Medio, y sobre todo, en los numerosos instrumentos asiáticos que llegaron a Egipto 1 Desgraciadamente no se conoce ningún escrito musical que permita reconstruir la música del Antiguo Egipto, pero todo hace suponer que la música tenía un papel importante en la vida del egipcio, como nos demuestran las numerosas manifestaciones encontradas en las tumbas, tanto decoraciones pictóricas como ofrendas fúnebres. Mediante el estudio de estas muestras arqueológicas se ha llegado a las siguientes conclusiones: Conocemos la existencia de músicos profesionales ya en eltercer milenio A.C., como el cantor y flautista de la corte Khufu-Anch. También se conoce la existencia de lo que podríamos asemejar a los directores de orquesta actuales, es decir, músicos encargados de, a través de signos con las manos o brazos, coordinar a otros cantantes e instrumentistas. La medición de las distancias entre los trastes de los laudes, así como entre los orificios de digitación de los nuevos oboes, demuestra que las distancias entre los sonidos se tornan más estrechas. Aquí se desarrollo el sistema de grados semitonales de la Antigüedad tardía. Estudiando instrumentos musicales como arpas o flautas y mediante el análisis de su número de cuerdas o posición de orificios se ha llegado a la conclusión de que la música del Antiguo Egipto estaba basada en un sistema pentatónico o heptatónico. El arte egipcio ejerció también una poderosa influencia sobre las culturas de sus invasores. Las incrustaciones y bajorrelieves de la civilización sumeria (3000-2000 a.C.) testimonian, también en ella, el estrecho vínculo entre música y religión. Así, el canto, con frecuencia acompañado por instrumentos, formaba parte de la liturgia y de las prácticas mágicas. Los custodios de la música, definida por los sumerios como cantilena (kalutu), eran sacerdotes, matemáticos y astrólogos; con el correr del tiempo se fueron elaborando textos rituales cada vez más ricos y variados, organizándose de tal modo que los salmos y los himnos se sucediesen según las finalidades de la plegaria. Los bajorrelieves documentan la existencia de una viva actividad de la música profana: en ellos se representan escenas de fiestas, ceremonias y banquetes amenizados por músicos y bailarinas. Los sumerios cantaban y bailaban, ya sea para conquistar el favor de los dioses, ya en los diversos momentos de la vida social. Los asirios y los babilonios, por su parte, aplicaron a la música sus estudios de astronomía y matemáticas -por los que se hicieron merecidamente célebres- y crearon así los presupuestos de la concepción cosmológica de la música elaborada por el filósofo y matemático Pitágoras, paso que resultará definitivo para la formación del pensamiento musical en Occidente. Para los egipcios, como para los pueblos de Mesopotamia, la música tenía un origen divino y sus guardianes atentos y diligentes eran, por consiguiente, los sacerdotes. Toda la población, hombres y mujeres, pobres y ricos, participaba en las plegarias y acompañaba los ritos religiosos con cantos y danzas. Cuando la música no era un instrumento para la oración, contribuía a los momentos placenteros de la vida de las gentes. 2