sumario AJH (Ed. Esp.) 2001; 3: 308-314 OCTUBRE 1997-VOL. 10, N.º 10, PARTE 2 AJH- Punto-Contrapunto Tratamiento combinado con dosis bajas: una terapia de primera línea fundamental para el manejo de la hipertensión Joel M. Neutel, David H.G. Smith y Michael A. Weber E l principal objetivo del tratamiento de la hipertensión es reducir la incidencia de episodios cardiovasculares en los pacientes hipertensos. Los metaanálisis de los estudios realizados para valorar el impacto del tratamiento de la hipertensión sobre la incidencia de las enfermedades cardiovasculares han demostrado que se han conseguido reducciones importantes en la incidencia de ictus, pero muy pocas en la incidencia de coronariopatías1,2. Probablemente hay algunas razones para esta escasa reducción de las enfermedades coronarias; sin embargo, quizá la más importante se debe al hecho de que, en todo el mundo, sólo están controlados adecuadamente menos del 25% de los pacientes hipertensos3,4. Nuestra respuesta a estas tasas bajas de control durante los últimos cuarenta años se ha centrado en intentos para desarrollar tratamientos antihipertensivos más eficaces. A pesar de que ahora disponemos de más de cien fármacos para el tratamiento de la hipertensión y gastamos más de nueve billones de dólares al año para tratar esta enfermedad, hemos hecho escasos progresos para mejorar las tasas de control. Por tanto, está claro que necesitamos desarrollar métodos alternativos para mejorar el control de la hipertensión y que la variación de nuestros sistemas de tratamiento de la hipertensión sería el factor más importante y necesario para mejorar las tasas de control. Aunque el sistema actual de la atención escalonada recomendado para el tratamiento de la hipertensión parece muy lógico, no consigue el control de la presión arterial (PA) en un gran porcentaje de pacientes. Con un sistema más agresivo para el manejo inicial de la hipertensión, como una terapia combinada con dosis bajas como primera línea de tratamiento, es probable que se consiga un mejor control de la PA. El tratamiento combinado con dosis bajas tiene mayor eficacia, Instituto del Corazón y Centro de Investigación del Condado de Orange (JMN, DHGS), Orange, California y Universidad Downstate (MAW), Nueva York, Nueva York © 2001 by the American Journal of Hypertension, Ltd. Published by Elsevier Science, Inc. consigue tasas más altas de respuesta y menos efectos secundarios que la monoterapia con dosis altas. Por tanto, puede dar soluciones a muchos de los problemas que contribuyen al escaso control de la PA. El objetivo de este artículo es demostrar las ventajas del tratamiento combinado como primera línea de tratamiento para más del 50% de los pacientes hipertensos. Razones para el control inadecuado de la presión arterial Según datos de la Encuesta Nacional sobre la Salud y Nutrición, sólo el 27% de los pacientes hipertensos de los Estados Unidos están controlados adecuadamente consiguiendo una presión arterial objetivo de 140/90 mm Hg4. Hay muchos factores que contribuyen a que existan estas tasas de control tan bajas. Aceptación de los pacientes La aceptación de los pacientes todavía sigue siendo la razón más importante de que los porcentajes de control de la PA sean bajos5. Aunque hay muchos factores que influyen en la aceptación de los pacientes, los efectos secundarios de los fármacos antihipertensivos y la idoneidad de la dosis son los dos factores que parecen ser más importantes. Seleccionando fármacos que se toleren bien y que puedan administrarse una vez al día se conseguirán tasas de aceptación más altas. Rechazo de los médicos de la titulación de los fármacos Uno de los atractivos del tratamiento escalonado de la HTA es la flexibilidad, que permite a los médicos titular y elegir los fármacos antihipertensivos. Sin embargo, algunos estu0895-7061/97/$17.00 PII S0895-7061(97)00327-0 TRATAMIENTO COMBINADO CON DOSIS BAJAS dios han demostrado que los médicos son reacios a titular la medicación. Este rechazo se debe a buenas razones. En una encuesta realizada con 11.613 pacientes hipertensos en tratamiento antihipertensivo, que fueron explorados de forma continua por el médico, se demostró que sólo el 37% de los pacientes tenía un control adecuado de la hipertensión. Una valoración de las acciones que se habían desarrollado en el 63% de los pacientes que no estaban controlados adecuadamente demostró que en el 82% no se había realizado ninguna acción (el médico aceptó el control inadecuado de la PA) y, en el 18%, se aumentó la dosis, se sustituyó el fármaco o se añadió un segundo fármaco7. Las razones para esta falta de acción son interesantes. Preocupación por los efectos secundarios o por las consecuencias metabólicas negativas. Los médicos encuentran frecuentemente una situación, en la que la PA del paciente mejora mucho con el tratamiento inicial, pero no se controla adecuadamente. El aumento de la dosis del fármaco inicial puede conseguir un mejor control de la PA, pero generalmente conlleva un aumento importante de los efectos secundarios debidos a la dosis, que puede influir negativamente en la aceptación del paciente. Se produce entonces un dilema consistente en aceptar una PA ligeramente mayor de lo deseable (y quizás intentar modalidades no farmacológicas más agresivas) o someterse al riesgo de mayores efectos secundarios y menor aceptación por parte del paciente. En muchos casos se prefiere el control inadecuado de la PA. Aunque este sistema de tratamiento de la hipertensión podría ser aceptable inicialmente, el escaso control de los pacientes hipertensos indica que este sistema está fallando y que los médicos no están realizando últimamente los cambios necesarios para conseguir un control adecuado de la presión arterial. Participación del paciente en el tratamiento. Los pacientes participan cada vez más en su tratamiento. Frecuentemente, los pacientes intentan retrasar los cambios de tratamiento, preguntando a los médicos si pueden esperar hasta la próxima visita antes de cambiar la medicación porque, por ejemplo, están pensando perder peso o comenzar a hacer ejercicio. Muy a menudo los médicos estarán de acuerdo con este sistema, lo cual contribuye a que haya un número mayor de pacientes hipertensos tratados, pero no controlados. Una vez más, este sistema puede ser aceptable inicialmente, pero en muchos casos el control de la PA no se consigue durante meses o años. Además, los pacientes pueden cambiar de médico, cambiar de planes médicos o faltar a las visitas de control, lo que puede conseguir retrasar aun más el control adecuado de la presión arterial. Coste. Frecuentemente, la adición de un segundo fármaco o el aumento de la dosis de un fármaco tiene un impacto impor- 309 tante sobre el coste. Los médicos prefieren que el control sea inadecuado a titular a los pacientes en los cuales el coste es un problema. Naturaleza multifactorial de la hipertensión De todos es sabido que la hipertensión es una enfermedad multifactorial. Como consecuencia, es muy difícil o imposible controlar la hipertensión con monoterapia, al menos, en el 50% de los pacientes. Los estudios que valoran la tasa de respuesta a la monoterapia han confirmado que sólo el 40% al 60% de los pacientes responderán a cualquier tipo de fármaco dado como monoterapia8,9. El resto de los pacientes necesitarán dos o más fármacos. En estudios similares que valoraron la tasas de respuesta al tratamiento combinado con fármacos complementarios se encontró una tasa de respuesta del 75 al 90%. Objetivos de reducir la presión arterial El descenso de la presión arterial en hipertensos a 130/85 mm Hg e incluso más en diabéticos (125/75 mm Hg) ha aumentado significativamente el número de pacientes hipertensos no controlados. Si es difícil conseguir el objetivo de 140/90 mm Hg con la monoterapia, llegar a 130/85 mm Hg es virtualmente imposible en una proporción importante de pacientes hipertensos10. Ventajas del tratamiento combinado con dosis bajas como primera línea de terapia El uso de un tratamiento combinado de dosis bajas como primera línea de terapia puede aportar soluciones a muchas de las razones principales que contribuyen al control inadecuado de la PA. Ventajas de la terapia combinada con dosis bajas sobre la aceptación de los pacientes El concepto en que se basa el tratamiento combinado con dosis bajas es el uso de dos antihipertensivos complementarios (en dosis bajas) para conseguir un control máximo de la PA (debido a la reducción sumatoria de la PA), pero con menos efectos secundarios debido a la capacidad de conseguir el objetivo de la PA con dosis inferiores de cada uno de los fármacos. En un estudio que utilizó una combinación de dosis bajas del β-bloqueante bisoprolol (10 mg) e hidroclorotiacida (6,25 mg) se demostró que a pesar de que la combinación de dosis bajas de los dos fármacos origina mayores reducciones de la PA que 40 mg de bisoprolol o 25 mg de hidroclorotiacida dados como monoterapia, el perfil de efectos secundarios 310 AJH (Ed. Esp.) 2001; 3: 308-314 AJH-OCTUBRE 1997-VOL. 10, N.º 10, PARTE 2 Oportunidades de aceptar el control inadecuado de la PA Paciente Diagnóstico Médico Intentos persistentes de realizar un tratamiento no farmacológico Coste Percepción de que el medicamento no es eficaz Confirmación del diag. Tr. no farmacológico inadecuado Pautas especializadas Educación (la HT es curable) Preocupación sobre la polifarmacia Efectos secundarios Cambio del estilo de vida Falta a las citas Variación del plan de tratamiento Medidas de la PA en el domicilio del paciente Control de la PA Presión del paciente Preocupación por los ES Rechazo a titular o añadir fármacos Coste Desconocimiento de la PA objetivo Preocupación por los efectos metabólicos Presión del paciente Control de la PA FIGURA 1. La vía entre el diagnóstico de la HTA y el control de la presión arterial (PA) tiene muchos obstáculos para el médico y para el paciente, que pueden originar la aceptación de un control inadecuado. Si se consigue controlar la PA en un periodo precoz del tratamiento, muchos de estos obstáculos podrían eliminarse (cuadrado de líneas discontinuas). HT = hipertensión; diag. = diagnóstico; tr.= tratamiento; ES = efectos secundarios. de la combinación es similar al placebo y significativamente mejor que el de cualquiera de los componentes dados en dosis más altas11. En algunos casos, la actividad farmacológica complementaria de dos antihipertensivos combinados puede producir menos efectos secundarios que cada uno de los componentes dados en la misma dosis, a pesar de que se reduzca más la PA. Por ejemplo, un efecto secundario frecuente debido a los bloqueantes de los canales de calcio dihidropiridínicos es el edema periférico. Esto se produce como consecuencia de la vasodilatación arterial que producen los bloqueantes de los canales de calcio, con escaso efecto sobre el sistema venoso. La dilatación arterial aumenta la presión de los capilares y produce un síndrome de filtrado capilar y edema periférico. Los inhibidores de la enzima conversora de angiotensina (ECA) producen dilatación arterial y venosa. Abriendo el sistema venoso, la presión en los capilares desciende y, como consecuencia, desciende el edema. Por tanto, la combinación de un inhibidor de ECA y un bloqueante de los canales de calcio dihidropiridínico puede producir menos edema periférico que la misma dosis del bloqueante de los canales de calcio dado como monoterapia12. El sistema de atención escalonada para el tratamiento de la hipertensión sugiere comenzar con una dosis baja de un solo antihipertensivo y titularla hasta la dosis más alta recomendada. Este sistema puede contribuir a que los pacientes acepten peor el tratamiento. Se ha demostrado que del 40% al 50% de los pacientes que responden a la monoterapia (el restante 50 a 60% requiere dos o más fármacos), el 60% o 70% necesitará la titulación hasta la dosis máxima posible para conseguir un control adecuado de la PA13. Puesto que la mayoría de los efectos secundarios son dependientes de la dosis, la probabilidad de encontrar efectos secundarios en estos pacientes es más alta. Por esto, la percepción de muchos médicos de que se producen menos efectos secundarios con la monoterapia es errónea. Además, la mayoría de los fármacos combinados en baja dosis disponibles se componen de sustancias que tienen eficacia durante 24 horas y, por tanto, son verdaderamente fármacos de administración diaria. La aceptación de los fármacos que se administran una vez al día es mayor que la de los fármacos que se administran más frecuentemente. Otro factor que influye en la aceptación de los pacientes son los sistemas de tratamiento complicados con polifarmacia. Actualmente hay muchos fármacos que pueden combinarse en dosis bajas y que pueden administrarse en un comprimido/cápsula una vez al día. Esto no es más ni menos conveniente que la monoterapia, es más eficaz y puede ser más barato que el tratamiento con dos fármacos. El uso de dichos fármacos simplificará los tratamientos, con lo que se podrán conseguir mejores tasas de aceptación. Por esto, los tratamientos combinados con dosis bajas pueden producir menos efectos secundarios que la monoterapia y pueden ser administrados una vez al día, dos factores que son fundamentales para mejorar la aceptación de los pacientes. TRATAMIENTO COMBINADO CON DOSIS BAJAS 311 TABLA 1. Perfil de efectos secundarios de los pacientes tratados inicialmente con un tratamiento combinado con dosis bajas en comparación con los tratados inicialmente con cada uno de los componentes del tratamiento combinado como monoterapia Placebo Nº de pacientes Variación de la PA (mm Hg) Sistólica Diastólica Efectos secundarios (%) Vértigos Edema Tos Dolor de cabeza Nº de pacientes Variación de la PA (mm Hg) Sistólica Diastólica Efectos secundarios (%) Vértigos Edema Tos Dolor de cabeza 152 Verapamilo SR (240 mg) 156 Trandolapril (4 mg) 155 Verapamilo SR Trandolapril (240/4 mg) 163 -8.0 -4.5 -9.0 -4.3 -12.9 -8.1 2.6 3.3 2.6 10.5 3.8 1.3 0.6 12.1 2.5 1.3 7.5 10.7 4.3 0.6 7.5 6.7 Placebo Amlodipina (5 mg) Benazepril (20 mg) Amlodipina/ Benazepril (5/20 mg) 77 0 5.2 0 7.8 Ventajas del tratamiento combinado para reducir el rechazo del médico a la titulación Como hemos comentado, los médicos tienden a aceptar el control inadecuado de la PA por muchas razones. El tratamiento escalonado de la hipertensión frecuentemente necesita muchos meses y múltiples visitas a la consulta para que se consiga un control de la PA. Aunque los médicos aceptan tratar y controlar la hipertensión a lo largo de los meses, este sistema tiene la desventaja de que aumentan las posibilidades de que los médicos acepten un control inadecuado de la PA a lo largo del tratamiento. Como se muestra en la Figura 1, existen muchos obstáculos para que los pacientes y los médicos consigan el control adecuado de la PA: cuanto mayor sea el período de control de la PA, mayor es el número de obstáculos. En función del grado en que se consiga un control de la PA más precoz, se pueden eliminar muchos obstáculos potenciales y es más probable conseguir este control. Usando dosis bajas combinadas de fármacos como primera línea de tratamiento se puede conseguir un control adecuado de la PA en un porcentaje mayor de pacientes mucho antes a lo largo del tratamiento, lo que puede reducir significativamente los obstáculos potenciales para el control de la PA y la aceptación de un control inadecuado de la misma. 77 77 77 -16.2 -8.8 -12.4 -6.7 -24.7 -13.2 1.3 16.9 0 2.6 3.9 1.3 3.8 3.9 5.2 7.8 5.2 2.6 Una de las principales razones para que los médicos no utilicen una combinación de dosis bajas como primera línea de tratamiento es el miedo a la hipotensión o al aumento de los efectos secundarios. Sin embargo, esto es extremadamente poco habitual, a menos que el paciente presente una función ventricular muy alterada. Hay varios estudios12,14 en los cuales se ha comparado la combinación de dosis bajas como primera línea de tratamiento con la administración de cada uno de los componentes (en las mismas dosis) como monoterapia de primera línea (Tablas 1 y 2) y se ha demostrado que a pesar de que se consiguieron reducciones significativamente mayores de la PA con los fármacos combinados que con cualquiera de los componentes, no se produjeron diferencias significativas en los efectos secundarios, incluidos vértigos o hipotensión. Además, los datos sobre calidad de vida del Estudio sobre el Tratamiento Óptimo de la Hipertensión (Estudio HOT)15 demostraron que los pacientes con la PA más baja (grupo de menos de 80 mm Hg) experimentaban la máxima mejoría en la calidad de vida, lo que indica que los pacientes realmente se sienten mejor con una PA más baja. Debe destacarse que aproximadamente el 75% de estos pacientes necesitaron dos o más fármacos. Un efecto secundario que se puede asociar con un control más rápido de la PA es la sensación de fatiga, que generalmente es transitoria y se tolera bien por los pacientes que han sido avisados. 312 AJH (Ed. Esp.) 2001; 3: 308-314 AJH-OCTUBRE 1997-VOL. 10, N.º 10, PARTE 2 TABLA 2. Combinación de dosis bajas de fármacos para el tratamiento de la hipertensión Aprobados como tratamiento inicial Clases de fármacos Bloqueantes β-adrenérgicos/diuréticos Fumarato de bisoprolol 2,5, 5 o 10 mg/ hidroclorotiacida Bisoprolol 2,5 mg/hidroclorotiacida 6,25 mg Inhibidores de ECA/diuréticos Hidrocloruro de benazepril 5, 10 o 20 mg/ hidroclorotiacida 6,25, 12,5 o 25 mg Captopril 25 o 50 mg/hidroclorotiacida 15 o 25 mg Maleato de enalapril 5 o 10 mg/hidroclorotiacida 12,5 o 25 mg Lisinopril 10 o 20 mg/hidroclorotiacida 12,5 o 25 mg Captopril 25 mg/hidroclorotiacida 15 mg Nombres comerciales Ziac Lotensin HCT Capozide Vaseretic Prinzide Zestoretic Antagonistas de los receptores de angiotensina II/diuréticos Losartán potasio 50 mg/hidroclorotiacida 12,5 mg Valsartán 80 mg/hidroclorotiacida 12,5 mg Irbesartán 150 o 300 mg/hidroclorotiacida 12,5 mg Hyzaar Diovan/HCT Avapro Bloqueantes de los canales de calcio/Inhibidores de ECA Besilato de amlodipina 2,5 o 5 mg/hidrocloruro de benazepril 10 o 20 mg Hidrocloruro de diltiazem 180 mg/maleato de enalapril 5 mg Felodipina 5 mg/maleato de enalapril 5 mg Hidrocloruro de verapamilo (liberación prolongada) 180 o 240 mg/trandolapril 1, 2 o 4 mg Ventajas de conseguir un control más rápido de la presión arterial Aunque conseguir un control adecuado de la PA en días o semanas, en vez de en meses, es contrario a las enseñanzas tradicionales sobre hipertensión, se está demostrando que cuanto más largo sea el proceso para conseguir el control de la PA, menos probable es que se consiga este control. El control más rápido de la PA tiene varias ventajas potenciales: 1) reducir la oportunidad de aceptar un control inadecuado (como comentamos antes); y 2) las tasas de aceptación de los pacientes aumentan cuando se consigue el control de la PA en semanas en vez de en meses. Cuando se consigue una reducción notable de la PA, preferiblemente hasta los valores objetivo, poco después de comenzar el tratamiento, se obtienen beneficios psicológicos, ya Lotrel Teczem Lexxel Tarka que muchos pacientes se convencen de la eficacia y de la importancia de tomar la medicación. Si, por el contrario, están tomando un fármaco que ejerce pocos efectos sobre su PA, tienen más probabilidades de dejar de tomarlo, arguyendo que no funciona. En un estudio reciente16 se demostró que existe una relación importante entre el número de cambios de tratamiento antihipertensivo en los primeros seis meses de terapia (y la duración del control de la PA) y las tasas de aceptación en los segundos seis meses de tratamiento, lo que indica que cuanto más rápido sea el control de la PA, menos tiene que cambiar el médico el tratamiento y mayor es la aceptación del paciente. Si la medicación se cambia una vez en los primeros seis meses, la aceptación descendía un 7% en los segundos seis meses, pero esta cifra era del 25% si la medicación se cambiaba dos veces en los primeros seis meses. TABLA 3. Reducción media de la presión arterial diastólica y tasa de respuesta Descenso medio de la presión arterial diastólica (mm Hg) Placebo Amlodipina (5 mg) Benazepril (20 mg) Amlodipina/Benazepril (5/20 mg) 3.1 11.6 10.0 16.8 Descenso de la presión arterial diastólica corregido para Tasa de el placebo (mm Hg) respuesta (%) – 8.6 7.0 13.9 15.8 67.5 53.3 87.0 TRATAMIENTO COMBINADO CON DOSIS BAJAS 313 Ventajas de usar un tratamiento combinado en una enfermedad multifactorial Ventajas del tratamiento combinado respecto al coste Todos los sistemas de combinación de dosis bajas se componen de dos fármacos que son complementarios (Tabla 2) y generalmente ejercen impacto sobre varias vías fisiológicas diferentes. Como consecuencia, existe una mayor reducción de la PA y también una tasa de respuesta mayor (Tablas 1 y 3). A pesar de la creencia frecuente de que el tratamiento combinado es más caro que la monoterapia, en muchos casos esto no es verdad. El tratamiento combinado con dosis bajas requiere sólo un copago y sólo un pago de honorarios por dispensa, que puede ser más barato que el tratamiento con múltiples fármacos. Además, los fármacos combinados en dosis bajas generalmente se comercializan como un "paquete", puesto que son más caros que cada uno de sus componentes, pero más baratos que si cada uno de ellos se dispensa separadamente al mismo paciente. También debe recordarse que las monoterapias con dosis altas son frecuentemente mucho más caras que las dosis más bajas del mismo fármaco y que a veces son necesarios dos comprimidos del fármaco para conseguir la dosis deseada, lo que constituye el doble de gasto. Además, muchos pacientes están limitados a un cierto número de fármacos por su seguro de asistencia médica y si se superan este número, deben pagar el resto de los fármacos. El uso de un fármaco combinado representa sólo un fármaco y permite que otro fármaco sea cubierto por el plan, lo que supone un menor gasto en farmacia para el paciente. Ventajas del tratamiento combinado para conseguir los objetivos de la presión arterial Se ha demostrado que el uso de fármacos antihipertensivos complementarios combinados consigue una reducción sinérgica11 o al menos sumatoria12 de la PA, que es mayor que con dosis mayores de cada uno de los componentes usados como monoterapia. Puesto que esto es un prerrequisito para la aprobación de la Food and Drug Administration, todos los fármacos combinables en dosis bajas actuales han demostrado esta eficacia (Tabla 3). Por tanto, con el uso de un tratamiento combinado con dosis bajas es mucho más probable que se consiga el objetivo de la PA. Ventajas del tratamiento combinado sobre los resultados cardiovasculares En estudios recientes a largo plazo se ha demostrado que además del tipo de fármaco seleccionado en pacientes hipertensos, el nivel de control de la PA desempeña un papel importante en la reducción de las enfermedades cardiovasculares. En el estudio aleatorio sobre episodios cardiovasculares de fosinopril frente a amlodipina17, que fue realizado con diabéticos de tipo 2 con hipertensión, los pacientes se distribuyeron aleatoriamente para recibir fosinopril o amlodipina. Si no estaban bien controlados, podían recibir el otro fármaco. Los pacientes fueron observados durante 36 meses para valorar el desarrollo de enfermedades cardiovasculares. Al final del estudio, los pacientes tratados con inhibidores de ECA tuvieron menos enfermedades cardiovasculares que los pacientes tratados con bloqueantes de los canales del calcio. Sin embargo, en pacientes tratados con la combinación de los dos fármacos se produjo una reducción máxima de la incidencia de enfermedades cardiovasculares. Igualmente, en un estudio que valoró la proteinuria en diabéticos se demostró que benazepril conseguía una reducción significativa de la proteinuria desde los valores iniciales. Sin embargo, la combinación de benazepril y amlodipina produjo mayores reducciones en la proteinuria que el inhibidor de ECA dado como monoterapia18. En ambos estudios, es probable que los niveles de presión arterial más bajos conseguidos con el tratamiento combinado produjeran mejores resultados. Conclusión La terapia combinada como primera línea de tratamiento puede ser una solución para muchos de los problemas más importantes a los que no enfrentamos en el manejo de la hipertensión. Si más del 60% de los pacientes terminan recibiendo un tratamiento combinado, sería mejor comenzar con este tratamiento combinado. Gracias al estudio HOT hemos comprendido que tenemos instrumentos para conseguir un buen control de la presión arterial. En este estudio, la PA se controló hasta un nivel de 139/81 mm Hg cuando los médicos siguieron un algoritmo de tratamiento basado en conseguir cierto nivel de control de la PA. Sin embargo, en algún momento del tratamiento de la hipertensión nos estamos quedando cortos para conseguir un control adecuado de la presión arterial. Quizás, un tratamiento más agresivo y más precoz mejorará de forma significativa las tasas de control. Nuestro objetivo a corto plazo en el tratamiento de la hipertensión es conseguir una PA objetivo; por esto, no deberíamos dejar de usar una modalidad de tratamiento que tiene más probabilidades de conseguir este objetivo que la monoterapia. Obviamente, no todos los pacientes hipertensos necesitan un tratamiento combinado. Por esto, un procedimiento alternativo al tratamiento de la hipertensión puede ser determinar la selección del tratamiento inicial en función de un nivel de la PA, por ejemplo, una PA sistólica mayor de 160 mm Hg o una PA diastólica mayor de 100 mm Hg. Los pacientes con una PA por encima de este nivel, deberían comenzar un tratamiento combinado con dosis bajas (particularmente, si el objetivo de la PA es 130/85 mm Hg, que en la gran mayoría de los pacientes no puede conseguirse con la monoterapia). Los "puristas" pueden sumario 314 AJH (Ed. Esp.) 2001; 3: 308-314 argumentar que habrá pacientes con PA mayor de 160/100 mm Hg que estarían bien controlados con un sólo fármaco, lo que probablemente es verdad. Sin embargo, la cuestión que puede formular es ¿se producirá algún efecto negativo sobre estos pacientes si comienzan un tratamiento combinado con dosis bajas? Puede conseguirse un control ligeramente mejor de la PA con menos efectos secundarios, lo que puede ser beneficioso. Los pacientes que comienzan con una PA menor de 160 mm Hg deberían comenzar el tratamiento de monoterapia y una proporción significativa de estos pacientes podría conseguir el control (más del 50%). Además, la mayoría de los pacientes que pueden controlarse con un fármaco se incluirán en este grupo. No hay razones para no usar el tratamiento combinado como primera línea de terapia y puede argumentarse que es un procedimiento mejor que el sistema de atención escalonada. La resistencia al uso del tratamiento combinado de muchos médicos se debe probablemente al hecho de que en la enseñanza tradicional de la facultad de Medicina hemos rechazado esta cuestión. Ahora que hemos analizado muchas encuestas que demuestran las tasas de control negativas de la hipertensión en todo el mundo, podría ser un buen momento para revalorar nuestro sistema de tratamiento de la hipertensión. Es posible que en algunos hipertensos, el procedimiento escalonado pueda contribuir a que se consigan tasas bajas de control y el uso del tratamiento combinado como primera línea puede ser el cambio más importante que podemos hacer para mejorar estas tasas de control. AJH-OCTUBRE 1997-VOL. 10, N.º 10, PARTE 2 6. 7. 8. 9. 10. 11. 12. 13. 14. Bibliografía 1. MacMahon S, Petro R, Cutler J, Collins R, Sorlie P, Neaton J, Abbott R, Godwin J, Dyer A, Stamler J: Blood pressure, stroke and coronary heart disease. Part I. Prolonged differences in blood pressure: prospective observation studies corrected for the regression dilutional bias. Lancet 1990;335:765. 2. Stamler J, Stamler R, Neaton JD: Blood pressure, systolic and diastolic, and cardiovascular risks. US Population Data. Arch Intern Med 1993;153:598. 3. Marques-Vidal P, Tuomilehto J: Hypertension awareness, treatment and control in the community: Is the 'role of halves' still valid? J Hum Hypertens 1997;11:213-220. 4. 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