la mujer vestida de púrpura

Iglesia de Dios. Roma y la Mujer Vestida de Púrpura, Fábrica de Idolatría.
ROMA Y LA MUJER RAMERA
VESTIDA DE PÚRPURA
FÁBRICA DE IDOLATRIA
Introducción:
En el presente estudio consideraremos quién es la mujer vestida de púrpura. Para ello iniciaremos nuestra
meditación leyendo el capítulo 17 de Apocalipsis y versículos 1-5 que a la letra dice: “Y vino uno de los siete
ángeles que tenían las siete copas, y habló conmigo, diciéndome: ven acá, y te mostraré la condenación de la
grande ramera, la cual está sentada sobre muchas aguas: con la cual han fornicado los reyes de la tierra, y los
que moran en la tierra se han embriagado con el vino de su fornicación. Y me llevó en Espíritu al desierto; y vi
una mujer sentada sobre una bestia bermeja llena de nombres de blasfemia y que tenía siete cabezas y diez
cuernos. Y la mujer estaba vestida de púrpura y de escarlata, y dorada con oro, y adornada de piedras preciosas y
de perlas, teniendo un cáliz de oro en su mano lleno de abominaciones, y de la suciedad de su fornicación;” Y en
su frente un nombre escrito: MISTERIO, BABILONIA LA GRANDE, LA MADRE DE LAS FORNICACIONES Y
DE LAS ABOMINACIONES DE LA TIERRA.”
El apóstol Juan, describe una de las características que más identifica a la mujer ramera: la fornicación. Se trata de
la fornicación espiritual presentada en forma de símbolo.
Simbología:
Al hablar de símbolo no es que se nos ocurra buscarle el símbolo o porque nosotros pensemos que sea bueno,
debemos hacerlo así, por cuanto Jehová ha hablado a los profetas por símbolos como podemos comprobarlo
leyendo Oseas 12:11 “Y hablado he a los profetas, y yo aumenté la profecía, y por mano de los profetas puse
semejanzas”.
En este caso, esta mujer, la del capítulo 17 es una mujer simbólica que está representando una congregación, pues
como muchas veces lo hemos dicho ya, el término “mujer” dentro del lenguaje figurado quiere decir congregación,
como puede comprobarse en muchos versículos del Antiguo Testamento, como del nuevo. En el Antiguo
Testamento, Jehová compara a Israel como una mujer (Ezequiel 16), En el Nuevo Testamento se le compara a la
Iglesia como una virgen (2ª. Corintios 11:2). Apocalipsis 17 describe también a una mujer, una congregación,
pero identificada como ramera, leamos el versículo 1: “Y vino uno de los siete ángeles que tenían las siete copas, y
habló conmigo, diciéndome: Ven acá, y te mostraré la condenación de la grande ramera, la cual está sentada
sobre muchas aguas.” Es una congregación que vive en el libertinaje espiritual, que no observa la doctrina pura
del Señor, sino que ha adoptado la doctrina del paganismo y a eso le llama cristianismo.
Por las características que analizaremos, que se encuentran en la Sagrada Escritura, no será difícil identificar la
congregación o congregaciones que pueden encarnar este símbolo. Usaremos simplemente el nombre que nos
describe la Sagrada Escritura, para que así no nos salgamos de la regla que el apóstol Pablo nos ha dejado y esta es
la que nos dice en 1ª. Corintios 4:6 “Para que en nosotros aprendáis a no saber más de lo que está escrito”.
Analizaremos los diferentes aspectos de la mujer del capítulo 17, para llegar al exacto entendimiento de este
amplio símbolo. Debemos notar en primer lugar el nombre con el cual la identifica la Escritura, para que así nos
familiaricemos con su identificación, y nos sea fácil el nombrarle. Dice el versículo 5 del capítulo 17: “Y en su
frente un nombre escrito: MISTERIO, BABILONIA LA GRANDE, LA MADRE DE LAS FORNICACIONES Y DE
LAS ABOMINACIONES DE LA TIERRA”.
Este es el nombre con el cual la identifica la Escritura, la “Babilonia”, el término Babilonia quiere decir
“Confusión” por lo consiguiente esta mujer está representando a la organización de confusión que existe en la
tierra, cuya organización viene a constituirse en la madre de las abominaciones de la tierra.
¿Qué significará el estar sentada sobre muchas aguas? Dejemos que el versículo 15 de Apocalipsis 17 nos declare
qué son estas aguas, dice así: “Y Él me dice: las aguas que has visto donde la ramera se sienta, son pueblos y
muchedumbres y naciones y lenguas”.
Según la interpretación, de las aguas, quiere decir entonces que esta mujer, es una grande congregación que puede
contarse por millones, su vestimenta de púrpura y piedras preciosas, indica la opulencia de esta organización, pues
dice que está sentada sobre muchas aguas, es decir, que sobre mucha gente tiene dominio, sobre los continentes
existentes tiene poderío, y donde quiera se levantan sus sinagogas de confusión, entre paréntesis, queremos decir,
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que no quiere decir el número de feligreses, el ser el pueblo de Dios, pues ya vimos cómo una congregación de
mentira que siendo la madre de la confusión y de las abominaciones tiene influenciada a muchedumbres, como
dice el versículo 15 que ya leímos.
Donde quiera que vayamos, nos encontraremos con esta congregación, de quien la Escritura dice ser una meretriz
o mujer pública por cuanto muchos hombres han colocado en ella sus doctrinas particulares. Es todo lo contrario
de la mujer del capítulo 12 de Apocalipsis quien ha tenido relación exclusivamente con Jehová, por cuanto ha sido
Jehová el que la ha vestido del sol de su justicia como dice Malaquías 4:2; no así esta mujer meretriz, quien no ha
recibido nada de Jehová, y sí ha recibido todo lo de los hombres, es decir la doctrina humana. En esta
congregación se cumple lo que dice el Señor Jesucristo en Marcos 7:7 “Y en vano me honran enseñando como
doctrinas mandamientos de hombres”.
Esta congregación al recibir doctrinas y mandamientos de hombres, se ha apartado totalmente de la verdad, por
esta razón se ha venido a constituir en la madre de las abominaciones de la tierra, por cuanto cada hombre ha
colocado su granito de arena para constituir una doctrina fácil y sencilla que todos puedan llevar y que nadie
proteste.
Siendo así su doctrina sencilla y con libertad, los reyes de la tierra han fornicado con ella, es decir han participado
de sus mismas doctrinas y han aceptado su fe, y aparte de los reyes dice la última parte del versículo 2 de
Apocalipsis 17 “Los que moran en la tierra se han embriagado con el vino de su fornicación”.
La mujer ramera, fábrica de idolatría
Al decir que los que moran en la tierra, se refiere al pueblo sencillo en fe y carente de los conocimientos, a estos
los ha embriagado de sus fornicaciones. Se podría preguntar: ¿y en qué consiste la tal fornicación de la cual han
participado los moradores de la tierra? Ezequiel 6:9 dice que fornicaron tras sus ídolos; la Escritura le llama a la
idolatría: fornicación; por lo consiguiente esta congregación es la congregación que ha instituido la más terrible de
las idolatrías, adorando cosas inanimadas que no son de Dios, pero sin embargo ellos hacen que se constituya en
un dios para las gentes a quienes han engañado y a quienes por consiguiente se les tiene en plena confusión
espiritual.
Esta congregación ha sido la creadora de tantísima imagen y escultura ante quien los sencillos de corazón y de
conocimiento, se inclinan para rendirle pleitesía. Son por millones los seres que han participado de tal fornicación,
es decir, de tal idolatría, son por millones los que han sido envueltos en la nefanda idolatría que tanto provoca la
ira de Jehová.
Si usted es adorador de imágenes y esculturas, piense que eso es una cosa inanimada, que ningún mérito tiene y
que por consiguiente no es digno de adoración. Durante muchos siglos, las gentes han permanecido sumergidas en
esta profunda idolatría, por cuanto esta mujer o congregación, les ha embelesado con ello, logrando con ello
confundir las mentes del concepto de lo que es el verdadero Dios. El versículo 3 de Apocalipsis 17 dice que esta
mujer está sentada en una bestia. Primeramente le vimos sentada sobre muchas aguas, ahora le vemos sentada
sobre una bestia.
En primer lugar necesitamos analizar el aspecto de la bestia y para ello leeremos el versículo 3 de Apocalipsis 17
que a la letra dice: “Y me llevó en Espíritu al desierto y vi una mujer sentada sobre una bestia bermeja llena de
nombres de blasfemia y que tenía siete cabezas y diez cuernos”. Esta bestia, concuerda con la visión de Daniel,
que vió cuatro bestias, que representan cada una los imperios que se levantaron comenzando con Babilonia, siguió
el imperio Medo Persa, luego el imperio Griego y la cuarta bestia descrita en Daniel 7:7, que cronológicamente
corresponde a Roma. De igual manera, en Apocalipsis 17, la mujer ramera representa al imperio Romano, por las
siete cabezas que son símbolo de los siete montes, y de las siete formas del reinado romano. Esta mujer, es decir,
esta iglesia o esta congregación, asentó su trono en el imperio romano y sobre él inició su tropel.
Fue en el tiempo de Constantino, cuando éste aceptó al “cristianismo”, nos referimos al evangelio que ya la mujer
ramera había comenzado a distorsionar, cuando se sentó la mujer sobre la bestia, pues el mismo Constantino, el
representante del imperio romano, fue el que le dio cabida. No al verdadero cristianismo, sino a un cristianismo ya
degenerado y que más tarde se degeneró por completo, por cuanto se filtró totalmente el paganismo en esta
organización haciéndola no una virgen, no una mujer santa, sino como nos lo presenta el capítulo 17, como una
ramera, ese ha sido el aliento de esa congregación pseudo-cristiana, quien se apartó del verdadero pueblo de Dios,
para formar una congregación de un cristianismo fácil y sencillo al capricho de la misma concupiscencia humana.
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Es sencillo entender el porqué esta meretriz está sentada sobre la bestia de siete cabezas, quien en cumplimiento
de la profecía, vino a constituirse en la mujer fácil de la doctrina de los hombres, a medida que iba pasando el
tiempo, esta organización iba creciendo y a la vez se iba degenerando más y más, de tal manera que la
degeneración, más tarde fue imposible detenerla, de tal manera que ha venido a constituirse en la madre de las
fornicaciones es decir, de las idolatrías y de las abominaciones de la tierra.
La mitología Greco-romana era basta, existía un sin fin de supersticiones y de leyendas sobre la multitud de los
dioses y semidioses romanos y griegos, esta mitología fue adoptada por esta iglesia pseudo-cristiana, que tiene su
asiento como ya vimos en Roma, y lo único que hizo fue simplemente quitar el nombre de los antiguos diocesillos
y poner otros nombres diferentes y otras figuras.
Los romanos acostumbraban hacer semidioses a los héroes, a los que destacaban y llegaban a perpetuarlos en las
galerías mitológicas y cuando esta mujer, es decir, esta iglesia se asentó en Roma, tomó el mismo ejemplo y
convirtió a cada uno de los héroes del cristianismo en un semi-dios. Como por ejemplo, a Pedro, esta iglesia le
venera, y le tiene como el más importante de los semidioses, y según la fábula de esta congregación, él es el que
tiene las llaves de la puerta del cielo. Esto nos comprueba que las fábulas de la Roma pagana siguieron en la
iglesia que estaba asentando su trono en su territorio.
Significa esto que toda la mitología Romana fue absorbida por esta iglesia, únicamente que esta idolatría ya no se
la presentaba como pagana, sino que ahora se le presentaba como “cristiana”. Esta es la razón por que se le llama
la madre de las fornicaciones, es decir, la madre de las idolatrías, por cuanto ella es el centro, la fábrica de un sin
fin de estatuas y maniquíes a quienes se les rinde un tributo inmerecido.
La idolatría, es uno de los pecados más abominables ante los ojos de Jehová. Fue una de las razones que provocó
el juicio de Dios sobre los pueblos que habitaban Canaán, y fue también la idolatría lo que trajo la destrucción del
reino de Israel y Judá, quienes fueron llevados cautivos a Asiria y Babilonia, respectivamente. El primero y
segundo mandamiento, enseñan a no tener dioses ajenos y no inclinarse ante ninguna clase de imágenes, mucho
menos rendirles culto, o tenerlas como intercesoras. Éxodo 20:3-5.
Los pueblos paganos en la antigüedad, se distinguieron por ser pueblos politeístas, Babilonia, Grecia, Roma por
mencionar algunos, tuvieron infinidad de dioses y les construyeron templos. La Iglesia de Roma, representando a
la mujer ramera, tiene como lo tuvieron aquellos pueblos, infinidad de imágenes para que las multitudes de la
tierra, adoren al dios que prefieran. Sólo el actual Papa, se jacta que durante su período fueron canonizados 450
difuntos, asómbrese estimado lector, 450 difuntos que yacen en los sepulcros en estado de inconciencia, pero que
la Iglesia de Roma enseña con todo el descaro que la gente puede adorarles y pedir a Dios a través de ellos. Esto es
una horrenda idolatría que en su momento sufrirá el juicio del Eterno. La idolatría no la inventó la Iglesia de
Roma, pero sí es la mejor promotora, es la fábrica de imágenes para los pueblos del mundo. La metodología es la
misma que practicaron los pueblos paganos del ayer. Salmo 115:4-7 “Sus ídolos son plata y oro, Obra de manos
de hombres, Tienen boca, más no hablarán; Tienen ojos, mas no verán; Orejas tienen, mas no oirán, Tienen
narices, mas no olerán, No hablarán con su garganta...”
Otra descripción precisa de la idolatría moderna, promovida por el romanismo, está en Jeremías 10:3-5 “Porque
las ordenanzas de los pueblos son vanidad: porque leño del monte cortaron, obra de manos de artífice con azuela.
Con plata y oro lo engalanan; con clavos y martillo lo afirman, para que no se salga. Como palma lo igualan, y
no hablan; son llevados, porque no pueden andar. No tengáis temor de ellos; porque ni pueden hacer mal, ni para
hacer bien tienen poder.”
La Palabra de Dios es luz, Jesucristo es la luz del mundo, Juan 8:12 “Y hablóles Jesús otra vez, diciendo: Yo soy la
luz del mundo: el que me sigue, no andará en tinieblas, mas tendrá la lumbre de la vida” La misión de la Iglesia
es enseñar al mundo la verdad doctrinal que trajo nuestro Señor Jesucristo. Si Él es la luz del mundo, también lo es
su iglesia, como lo enseñó en Mateo 5:16 “Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras
obras buenas, y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos”. ¿Cómo puede la Iglesia alimentarse con la luz
de su verdad? Pues a través de su Palabra. Juan 17:17 “Santifícalos en tu verdad: tu palabra es verdad”. Es por
medio del Antiguo y Nuevo testamento, como obtenemos el conocimiento de la doctrina gloriosa de salvación del
Hijo de Dios. Si la Palabra de Dios enseña que la idolatría es un pecado abominable, debe combatirse esta práctica,
y eso mismo debemos enseñarlo al mundo.
Enseñar y promover la idolatría, como lo hace la Iglesia de Roma, es promover la fornicación espiritual, leamos
Ezequiel 16:36 “Así ha dicho el Señor Jehová: Por cuanto han sido descubiertas tus vergüenzas, y tu confusión ha
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sido manifestada a tus enamorados en tus fornicaciones, y a los ídolos de tus abominaciones, y en la sangre de tus
hijos, los cuales les diste.”
Y hablando de la fornicación, y pensando en ésta literalmente, existen multitud de casos dentro de esta
organización en donde aparte de practicarse simbólicamente la idolatría, también se practica literalmente, sobre
todo en las potestades superiores, quienes por tratar de sujetarse al precepto que entre ellos mismos se ha instituido
del celibato, que es otra enseñanza que no apoya la Palabra de Dios, por ser un acto contra natura, y no pudiendo
estar sujeto a ello, desahogan su fuerza en el río caudaloso de la fornicación. Antes esto no salía a luz, porque las
condiciones de comunicación en el mundo eran otras, y porque el poder de la Iglesia de Roma era capaz de callar
cualquier escándalo que pudiese afectar su “reputación”. Sin embargo, hoy, la comunicación ha avanzado en gran
manera, y lo que sucede en cualquier rincón del mundo, puede difundirse en cuestión de segundos, además la
Iglesia de Roma, tiene más de doscientos años, en que por voluntad de Dios, no tiene la fuerza que tuvo en la edad
media, y es por esto que hoy salen a luz no uno sino muchísimos casos de fornicación, de pedofilia, que se da entre
los curas.
Quiere decir entonces que la fornicación se desarrolla en esta congregación en dos formas, en su sentido simbólico,
y en su sentido literal. Ambas cosas se reflejan, tanto en las potestades de esta congregación, como en la feligresía,
para que se cumpla lo que dice Isaías 24:2 “Y será como el pueblo tal el sacerdote”.
Entre los millones de feligreses en todas partes del mundo se absorbe todo esto, una misma cosa hacen en todas
partes, cumpliéndose así lo que dice Jeremías 5:30 “Cosa espantosa y fea es hecha en la tierra”. Esta mujer
meretriz es la causante de tanta degeneración, es la culpable de las cosas feas que se ven en la tierra, de la
abominable idolatría, y de la interminable fornicación.
Jesucristo, el único intercesor
Puede un lector deseoso de conocer la verdad preguntarse, si no puedo adorar imágenes, ¿como puedo llegar a
Dios?. Únicamente a través de nuestro Señor Jesucristo. Los verdaderos adoradores, no necesitan de imágenes,
pues a través del Espíritu de Dios, el hombre convertido se comunica con el Padre Celestial a través de su hijo. No
hay otro medio, ninguno, ni a través de un ángel, un hombre, no hay nada sobre la faz de la tierra ni debajo del
cielo que pueda sustituir el trabajo del Hijo de Dios. Hechos 4:12 “Y en ningún otro hay salud; porque no hay otro
nombre debajo del cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos”. Considere también 1ª. Timoteo 2:5
“Porque hay un Dios, asimismo un mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre.”
Esta facultad que Dios ha dado a su hijo Jesucristo, como el único intercesor entre Él y los hombres, no la ha
delegado a ningún ser en la tierra ni en el cielo. Isaías 43:11 “Yo, yo Jehová; y fuera de mí no hay quien salve.”
El fin del sistema idolátrico
La sentencia está determinada sobre ella, esta gran congregación u organización terminará en el día del juicio y aún
antes se verá su caída cuando los 10 reyes que nos habla Apocalipsis 17:16 “Y los diez cuernos que viste en la
bestia, estos aborrecerán a la ramera, y la harán desolada y desnuda: y comerán sus carnes, y la quemarán con
fuego”. Otra descripción de lo que será el juicio contra el sistema idolátrico está en Apocalipsis 16:10-11 “Y el
quinto ángel derramó su copa sobre la silla de la bestia; y su reino se hizo tenebroso, y se mordían sus lenguas de
dolor; y blasfemaron del Dios del cielo por sus dolores, y por sus plagas, y no se arrepintieron en sus obras.”
Los mercaderes, se lamentarán del juicio contra la mujer ramera, porque durante siglos, éstos fueron favorecidos
por la idolatría y promoción de festividades paganas. Las festividades de la Iglesia de Roma, son en realidad fiestas
comerciales disfrazadas de religión. Apocalipsis 18:11 “Y los mercaderes de la tierra lloran y se lamentan sobre
ella, porque ninguno compra más sus mercaderías:”
La oportunidad de salir de la idolatría
La oportunidad aún existe. Jesucristo sigue extendiendo sus manos a todo aquel que aún se encuentra en las
prisiones de oscuridad, en la confusión religiosa, en las doctrinas del mundo. Mateo 11:28 “Venid a mí todos los
que estáis trabajados y cargados, que yo os haré descansar.” La única forma de conocer la verdad es
escudriñando la Palabra de Dios. Juan 5:39 “Escudriñad las Escrituras, porque a vosotros os parece que en ellas
tenéis la vida eterna; y ellas son las que dan testimonio de mí.”
Le invitamos estimado lector, a que doble sus rodillas y le pida a Dios en el nombre de su Hijo Jesucristo, y lea su
Palabra, Dios alumbrará su mente y le ayudará a salir de la idolatría para conducirlo por el camino de la verdad.
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