PROPOSICION CON PUNTO DE ACUERDO POR EL QUE SE EXHORTA AL PROCURADOR GENERAL DE JUSTICIA DEL ESTADO DE SINALOA, MARCO ANTONIO HIGUERA GÓMEZ, A REALIZAR LAS INVESTIGACIONES NECESARIAS DE MANERA EXHAUSTIVA, IMPARCIAL Y TRANSPARENTE SOBRE EL ASESINATO DE SANDRA LUZ HERNÁNDEZ, ASÍ COMO SOBRE LA DESAPARICIÓN DE SU HIJO EDGAR GARCÍA Los diputados Ricardo Mejía Berdeja y Ricardo Monreal Ávila, integrantes del Grupo Parlamentario de Movimiento Ciudadano, de la LXII Legislatura del honorable Congreso de la Unión, con fundamento en lo dispuesto en el artículo 6, numeral 1, fracción I; 79 y numeral 1, fracción II del Reglamento de la Cámara de Diputados, presentan a esta soberanía la siguiente proposición con punto de acuerdo al tenor de las siguientes: CONSIDERACIONES Sandra Luz Hernández, de 50 años, era una activista integrante de un grupo de Madres con Hijos Desaparecidos; fue asesinada este lunes 12 de mayo, en una de las calles de la colonia Benito Juárez, en Culiacán, Sinaloa. Su lucha inició después de que se llevaran de manera forzada a su hijo, Edgar García Hernández. Desde entonces, Sandra Luz Hernández se sumó a las investigaciones de la desaparición de su hijo ante la inacción de las autoridades estatales que en dos años no habían logrado generar información y algún avance firme que permitiera conocer el paradero de su hijo, quien era empleado de la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE), y que el 12 de febrero de 2012 fue sustraído de su casa por personas armadas que irrumpieron al interior de su domicilio. El pasado lunes 12 de mayo, luego de una reunión con funcionarios de la Procuraduría General de Justicia del Estado, recibió una llamada, dándole instrucciones para encontrarse con un supuesto informante. Sandra Luz, con una compañera activista, se dirigió al lugar y alrededor de las 16:00 horas, cuando caminaban por la colonia Benito Juárez, en la zona centro de la ciudad, fue atacada por un sujeto que le disparó en al menos 15 ocasiones con una pistola calibre .9 milímetros, quien huyó del lugar. En la única entrevista que dio, al periódico El Noroeste, en agosto de 2013, Sandra Luz hizo una petición pública al titular de la Procuraduría estatal, donde (hacemos hincapié) laboraba su hijo al momento de ser desaparecido: “Yo sé que en sus manos está ayudarme. Dios lo va a recompensar si me ayuda en eso, en encontrar a mi hijo. Últimamente se ha portado bien conmigo, y pues quiero pedírselo de todo corazón, que se sensibilice y que se ponga un poquito en la horma de nuestros zapatos, porque esto de verdad es algo mucho muy angustioso, muy desesperante. Mi hijo es mi hijo y yo lo parí, y así sea el peor delincuente del mundo yo quiero y tengo derecho de saber de él.” Es inadmisible, que las deficiencias en la procuración de justicia en nuestro país obliguen a los familiares de las víctimas a llevar a cabo por sus propios medios las investigaciones, para buscar y localizar a las personas desaparecidas, que muchas veces en ese camino y sed de justicia son presas de este tipo de trampas que cobran sus vidas, dentro de un sistema con altos niveles de corrupción e impunidad. Además es inaceptable que en un Estado de Derecho, las víctimas de violaciones a los derechos humanos, sus familiares y las organizaciones de la sociedad civil sufran represalias en su luchar por llegar a la verdad y conseguir justicia. La Corte Interamericana de Derechos Humanos (Corte IDH) ha establecido que el Estado no puede “descargar sobre los familiares el impulso procesal. Asimismo, el Estado debe asegurar el cumplimiento efectivo de la decisión que adopten las instancias internas, en acatamiento de esta obligación.” No olvidemos que el caso de Édgar es apenas uno entre un número inmenso de desapariciones pendientes de aclarar (26 mil, según el último cálculo de Gobernación). Y el homicidio de Sandra Luz es uno más entre los miles que suceden en nuestro país todos los días. Al igual que el caso de Marisela Escobedo Ortiz, asesinada el 16 de diciembre de 2010 por investigar, también por su cuenta, y exigir justicias por el asesinato de su hija Rubí en el estado de Chihuahua. El silencio y la falta de acciones han permitido que las violaciones a derechos humanos, así como las agresiones contra personas defensoras de derechos humanos continúen y se incrementen, perpetuando el clima de impunidad e injusticia. Fundado y motivado en las consideraciones antes expuestas, sometemos a su consideración el siguiente: PUNTO DE ACUERDO PRIMERO.- La Comisión Permanente del H. Congreso de la Unión condena de forma enérgica el asesinato de Sandra Luz Hernández, así como el de todas las víctimas que han sido asesinadas al demandar su derecho a la justicia y la verdad, quienes son blanco de la intimidación y la violencia. SEGUNDO.- La Comisión Permanente del H. Congreso de la Unión exhorta al titular de la Procuraduría General de Justicia del Estado de Sinaloa, Marco Antonio Higuera Gómez, a realizar sin demora alguna investigaciones exhaustivas, imparciales y transparentes sobre el asesinato de Sandra Luz Hernández, así como sobre la desaparición de su hijo Edgar García. Dado en el Senado de la República, a 21 de mayo de 2014. 1Corte IDH Caso Vargas Areco Vs. Paraguay, Supervisión de Cumplimiento de Sentencia. Resolución de la Corte Interamericana de Derechos humanos de 30 de octubre de 2008, párr. 16