CONTEXTO HISTÓRICO, CULTURAL Y FILOSÓFICO DE ORTEGA José Ortega y Gasset nació en Madrid en 1883 y murió en 1955. Escritor, ensayista y pensador. Además de su tarea docente, escribió crítica literaria y de arte en El imparcial, diario del que su padre era director. Fundó la Revista de occidente. Participó como teórico en la vida política, defendiendo la República. Al terminar la Guerra civil tuvo que exiliarse. En cuanto a su forma de entender la historia de la filosofía destaca tanto el diálogo que su propio pensamiento establece con la filosofía clásica de los griegos como la lectura que lleva a cabo de la filosofía alemana contemporánea. Entre sus obras cabe citar España invertebrada, en la que hizo un juicio político-social del país; La rebelión de las masas, que pronosticaba la crisis social de occidente que venía apuntarse, En torno a Galileo, Las meditaciones del Quijote y El tema de nuestro tiempo, obra que nos ocupa. Le tocó vivir un tiempo histórico intenso: las dos grandes guerras, la revolución soviética, Las dos guerras mundiales, la revolución soviética, los fascismos, la expansión del comunismo, la Guerra fría. En España: La pérdida de las colonias de Cuba, El reinado de Alfonso XII, la dictadura de primo de Rivera, La Segunda República, la guerra civil, los primeros años del franquismo. Tiempo vivido por nuestro filósofo de manera profunda, como corresponde a un pensador comprometido. En el marco cultural y social España está dominada por el pensamiento tradicional y reaccionario de la Iglesia católica, apoyado por los sectores más conservadores de la sociedad. En la universidad se explicaba filosofía aristotélico-tomista. Julián Sanz del Río introdujo el Krausismo, pensamiento que pretendía, por medio de la razón y la vinculación a la ética y la práctica la renovación de los individuos y la sociedad. Un grupo de discípulos de Sanz del río creó La Institución Libre de Enseñanza, con la idea de impartir educación liberal, sin dogmatismos y comprometida con la renovación espiritual y cultural de España. A una de sus promociones perteneció Ortega, que participó de sus ideales y mentalidad. En esta época destaca el florecimiento de una serie de generaciones de pensadores y literatos como la generación del 98, con Unamuno y A. Machado a la cabeza, la de 1914 (novecentismo) con autores como Pérez de Ayala, Gómez de la Serna…, con el propio Ortega, y la del 27, desde F. Lorca hasta R. Alberti; músicos como Manuel de Falla o Albéniz y artistas del nivel de Picasso,Dalí,Miró. En la época en la que vive nuestro filósofo destacan una serie de posiciones de carácter filosófico: idealismo, neokantismo, existencialismo, vitalismo, historicismo,… Se ha discutido sobre la originalidad de su pensamiento filosófico. El mismo, en 1930, reconocía “deber a Alemania las cuatro quintas partes de su haber intelectual”. Fue alumno de los neokantianos Nastorp y Cohen, aunque no siguió su línea de pensamiento. Más importantes son las influencias de Nietzsche, Husserl y los fenomenólogos, Dilthey, Bergson y Heidegger. Así Ortega recoge temas del vitalismo, del historicismo y del existencialismo, aunque no pueda ser catalogado dentro de estos movimientos. El pensamiento de Ortega es crítico con el realismo y con el idealismo, poniendo en su lugar el yo y su circunstancia. También se opone a un racionalismo que ha hecho al mundo dual, proponiendo en su lugar el perspectivismo y la razón vital. Su pregunta por el hombre no busca una razón esencial, sino histórica. . El texto a comentar, “La doctrina del punto de vista”, pertenece al Capítulo X de una de las mayores obras de Ortega, “El tema de nuestro tiempo” que se publicó en 1923 y corresponde a la tercera y más importante etapa del pensamiento de Ortega: el raciovitalismo. En este artículo Ortega nos dice que tanto la estructura de la realidad como la del conocimiento son siempre manejables desde un punto de vista, pero para explicar esto parte de la aclaración crítica y distanciamiento tanto del racionalismo como del realismo