Abner Doubleday: La biografía del hombre que no inventó el beisbol. Por CÉSAR GONZÁLEZ GÓMEZ El investigador Harold Peterson escribió en su libro una frase contundente: “Abner Doubleday no inventó el beisbol. El Beisbol inventó a Abner Doubleday.” Y es que el General Abner Doubleday pasaría los últimos años de su vida sabiendo que cuando la historia lo recordara sería por sus logros en los campos de batalla y por nada más. Murió en 1893, y 14 años después, en 1907, alguien lo declaró el “inventor del beisbol”. No hay una sola evidencia de que Abner Doubleday haya inventado el beisbol y, ni siquiera, de que lo haya practicado. Los indicios documentales que lo ligan al juego son insignificantes y circunstanciales. En resúmen, ABNER DOUBLEDAY NO INVENTÓ EL BEISBOL. EL ORÍGEN DEL MITO DOUBLEDAY En 1904 se creó una comisión que buscaba esclarecer “de una vez por todas” los orígenes del beisbol, respondiendo a una inquietud que se había generado entre la corriente que creía que el juego había llegado de Inglaterra encabezada por el cronista Henry Chadwick y la otra vertiente que aseguraba que era una invención americana, liderada por Albert Spalding, magnate de la venta de utensilios deportivos. Fue éste último quien organizó la comisión que habría de ser presidida por Abraham Mills un ex militar y también ex presidente de la Liga Nacional. Llegaron muchas cartas procedentes de todas partes de Estados Unidos, pero sólo una refería al General Doubleday como inventor del juego. El autor de la carta era Abner Graves, un ingeniero en minas residente en Denver. Graves aseguraba en su carta que el beisbol “fue inventado por Abner Doubleday, de Cooperstown, Nueva York, la primavera previa o siguiente a la campaña del general Harrison a la presidencia. Siendo Doubleday un joven estudiante de la escuela Green’s Select en Cooperstown y el mismo que luego, como General Doubleday tuvo honores en la Batalla de Gettysburg en la Guerra Civil.” Según esta carta Doubleday habría regulado el número de jugadores participantes, implantado 3 bases y el home, lo habría llamado “base ball” Albert Spalding respondió la carta del testigo Graves solicitando evidencia o pruebas sobre lo descrito, pero Graves responde que todos los niños que pudieron haber jugado beisbol en esa época estarían “muy viejos, si no es que ya muertos.” Además, asegura que se encuentra “perdido en cómo obtener verificación” de los dichos de su primera carta. No logra establecer el año exacto en que el hecho habría ocurrido pero asegura que fue “1839, 1840 o 1841”. Graves no aporta una sola prueba documental. Cuando Albert Spalding lee las cartas que le envía Abner Graves las encuentra atractivas para su propósito inicial, que era establecer que el juego era americano. Qué mejor que su inventor fuera un héroe militar como Abner Doubleday. Esta historia también le resultó atractiva a Abraham Mills, el presidente de la comisión que realizaba la investigación por encargo de Spalding. Mills, al igual que el general Doubleday, había sido combatiente de la Guerra Civil y fue también quien organizó las guardias de honor en el funeral del propio Doubleday en 1893. El dictámen de la llamada Comisión Especial del Beisbol (hoy también llamada Comisión Mills) se fechó el 31 de diciembre de 1907, pero se publicó hasta Marzo de 1907. En él se establecía que el héroe de la Guerra Civil Abner Doubleday inventó el juego en 1839 en la villa de Cooperstown. Eso quedó como historia oficial, a pesar de carecer de evidencias. Doubleday llevaba casi 15 años muerto, por lo que no podría negar esas atribuciones. El testigo Abner Graves no había podido precisar el año exacto, aunque la Comisión escogió el año más antiguo de entre las 3 opciones que Graves había dado, señalando 1839 como el año de la supuesta invención. Graves aseguraba que el general Doubleday había regulado el número de jugadores participantes, implantado 3 bases y el home, y habría bautizado al juego como “base ball.” Sin embargo, pasó poco tiempo para que esta versión comenzara a ser cuestionada. En 1909, apenas un año después del dictámen de la Comisión, William Rankin, escritor de beisbol, ya estaba presentando datos que ponían en serios aprietos dicha versión. Lo hace obteniendo registros de la academia militar de West Point, donde Abner Doubleday comenzó su formación en la carrera de la armas en 1838. En esos registros queda asentado que Doubleday no se ausentó de la academia bajo ninguna circunstancia ni en 1839 ni en 1840. Apenas pasaron 40 años del dictámen de la Comisión cuando ya el historiador Robert W. Henderson estaba enseñando evidencia de que todas esas supuestas invenciones de Doubleday ya existían desde mucho tiempo atrás. Que ya había un juego llamado “base ball” desde 1744 y que ya se usaba el diamante de juego desde 1829. Albert Spalding, con todo su poder económico era uno de los principales promotores del beisbol al publicar anualmente la famosa “Guía Spalding”, que era el libro de beisbol más popular en los Estados Unidos a finales del siglo 19 y principios del 20. A través de esta publicación, Spalding pudo meter en el imaginario popular del país que este héroe militar había inventado el beisbol. En 1939 se celebró el centenario de la invención del beisbol construyendo el museo y salón de la Fama del Beisbol en Cooperstown, Nueva York, el poblado donde ocurrió lo que nunca ocurrió: la invención del beisbol. Con el tiempo fueron surgiendo elementos que siguen cuestionando la veracidad de la versión y, más en específico, la confiabilidad de Abner Graves como testigo. No hay que olvidar que toda la versión se confió a la memoria de un único testigo que fue Abner Graves. El historiador Phil Goodstein encontró que Graves fue hospitalizado varias veces en hospitales psiquiátricos por padecimientos mentales incluso antes de enviar las famosas cartas donde relata la supuesta invención del juego. Graves vivía en Denver y cuando la prensa local lo comenzó a reconocer como el testigo de la invención del béisbol, comenzaron las entrevistas en las que Abner Graves iba maquillando cada vez más la versión. Pasó de ser un niño testigo del partido a un participante de aquel primer cotejo como estudiante universitario. Al ir envejeciendo, Abner Graves fue agravando su condición mental volviéndose irascible y paranoico. En 1924, ya hecho un octogenario, discutía con su segunda esposa, de 48 años, sobre la venta de su casa, cuando de pronto sacó una pistola y le disparó cuatro veces provocándole la muerte. Graves arguyó que su esposa había intentado envenenarlo para quedarse con todo el dinero de la venta de la casa y por eso le disparó. Durante el juicio, Graves aseguraba enfáticamente que su esposa aun estaba viva. El jurado lo declaró enfermo mental y pasó sus últimos días en una clínica psiquiátrica. Murió en 1926. LA BIOGRAFÍA DE ABNER DOUBLEDAY, MÁS ALLÁ DEL MITO Abner Doubleday nació en Ballston Spa, Nueva York el 26 de Junio de 1819. Ballston Spa estaba cerca del poblado de Cooperstown a donde el pequeño Abner fue a estudiar. En 1838 dejó Cooperstown para estudiar la carrera militar en la academia especializada de West Point, de donde se graduó en 1843 para ser asignado a Artillería-infantería. En 1845 es enviado a Corpus Christie, Texas para integrarse al ejército de ocupación del general Zachary Taylor que avanza rumbo al Río Bravo y se estaciona en Punto Isabel, alistándose ante la inminente guerra con México. Entre Septiembre 21 y el 25 de 1846, Doubleday ingresa junto el ejército de Estados Unidos a territorio mexicano y enfila hacia la ciudad Monterrey. Doubleday participa en el ataque por el lado oeste y toma la ciudad. Participa también en la batalla de La Angostura o Buena Vista, cerca de Saltillo, ciudad en la que permanece hasta el fin de la guerra en 1848. Una vez terminada la guerra es asignado al Fuerte Brown, en la frontera con México, donde sufre el único arresto de su vida militar y se le ordena reportar a Nueva York. Doubleday hablaba español y conocía México por sus incursiones militares, por lo que se le asigna regresar a México a investigar una acusación de fraude hecha contra un americano durante la guerra en una mina de plata en San Luis Potosí. En 1854 se integra a la lucha contra los indios en la zona de Eagle Pass, Texas y en 1856 lo envían a Florida a combatir a los indios seminales. En 1860, Abner Doubleday es enviado al Fuerte Sumter en Carolina del Sur como segundo al mando. Ese movimiento sería clave pues fue en esa guarnición donde el 12 de Abril de 1861 se hicieron los primeros disparos de la Guerra Civil de los Estados Unidos. Se dice que fue el propio Abner Doubleday quien abrió fuego. Por sus heroicidades en la guerra, Doubleday obtuvo el rango de General Mayor de Voluntarios. El General se batió gallardamente en la Batalla de Gettysburg encabezando al Primer Cuerpo luego de que el General John Reynolds, que estaba a cargo originalmente, muriera al inicio del combate. Abner Doubleday, a cargo de 9,500 hombres, pudo resistir ferozmente durante 5 horas los embates de 10 brigadas del Ejercito Confederado que sumaban más de 16,000 soldados logrando provocar bajas de entre el 35 y el 50%. Esta heroica defensa le valió ganarse el rango de Coronel, aunque fue removido de la dirección del Primer Cuerpo y enviado a Washington. Abner Doubleday fue puesto a cargo del Regimiento 24, uno de los primeros regimientos de soldados de color del ejército de los Estados Unidos en la guarnición de Fort McKavett en Texas. Ahí permaneció hasta 1872, cuando se le ordenó al regimiento marchar hacia Brownsville, Texas. Pero durante la marcha, Doubleday fue mordido por un animal ponzoñoso que lo obligó a ausentarse temporalmente del servicio. Rehusándose a recibir paga sin estar en servicio decidió retirarse el 11 de Diciembre de 1873. Abner Doubleday pasó sus días en retiro en Medham, Nueva Jersey, escribiendo sus memorias y anécdotas. En total, Abner Doubleday habría escrito 3 libros con sus memorias sobre la guerra, incluyendo una vívida narración de la vida mexicana durante los años de la guerra entre México y Estados Unidos. Los libros que Abner Doubleday publicó fueron “My Life in the Old Army”, “Chancelorsville and Gettysburg” y “Reminiscences Of Forts Sumter And Moultrie In 1860 To 1861”. El General Doubleday dejó una gran cantidad de escritos y anécdotas, pero en ninguno de sus textos dejó constancia de haber inventado, jugado, o al menos conocido el béisbol. Abner Doubleday murió el 26 de Enero de 1893 de un padecimiento cardiaco en Mendham, Nueva Jersey y sus restos reposan en el Cementerio Nacional de Arlington en Virginia. Durante la Segunda Guerra Mundial un buque de guerra fue llamado SS Abner Doubleday en honor al General.