SENSIBILIDAD Identificada por Kant con la noción de 'receptividad', la sensibilidad constituye el objeto de estudio de la primera parte de la Crítica de la Razón Pura, la "Estética Trascendental". El término refiere tanto a la estructura sensitiva o perceptiva del sujeto humano como cuerpo en base a ser afectado por los objetos (sensibilidad externa) como a la conciencia interna de nuestras percepciones discriminadas vía tiempo (sensibilidad interna). De esta manera, la sensibilidad hace posible la conciencia tanto del mundo externo como de nuestro estado interno. Mediante ella, los objetos nos son dados; esto es, tenemos noticia o conciencia de la existencia de los objetos vía sensibilidad. El órgano de la sensibilidad es la INTUICIÓN, figura de conciencia que da cuenta de un contenido exterior mente existente y conscientemente representado como tal. Sólo la sensibilidad ofrece la materia de conocimiento y sin ella nuestros pensamientos estarían vacíos de objetos. De ahí su aportación infranqueable en el proceso de conocimiento, ya que sólo ella puede intuir, esto es, sólo ella puede dar noticia de un objeto existente. Como dice Kant, "la capacidad (receptividad) de recibir representaciones, al ser afectados por los objetos, se llama sensibilidad. Los objetos nos vienen, pues, dados mediante la sensibilidad y ella es la única que nos suministra intuiciones". (A19, B23). (Neus Campillo, Manuel Ramos: Materiales de Historia de la Filosofía para COU y Bachillerato Experimental: Kant. Generalitat Valenciana. Conselleria de Cultura, Educació i Ciencia)