LA DESMUTIZACIÓN: REFLEXIONES SOBRE UNA EXPERIENCIA EN NIÑOS SORDOS PROFUNDOS PRELOCUTIVOS CON POCOS RESTOS AUDITIVOS AUTORÍA: MARIA DE GUÍA QUEBRAJO LEAL. DIPLOMADA EN LOGOPEDIA Y MAESTRA DE AUDICIÓN Y LENGUAJE Palabras Clave: Desmutización: proceso por el cuál será preciso en el sordo, realizar dos entrenamientos previos: por un lado, concienciar de la existencia de un entorno sonoro; y por el otro, percibir e interiorizar las propias habilidades fonatorias. Resumen A continuación, se expone un proceso de desmutización con alumnado sordo prelocutivo con pocos restos auditivos. Este proceso es básico para consolidar un desarrollo personal y social óptimo y adecuado que asegure una inclusión en la vida real de calidad. 1 Este artículo pretende dar unas (orientaciones a profesionales y personas) para facilitar conocimientos a la hora de realizar alguna intervención con personas con la problemática anteriormente descrita, con el objetivo de promocionar la desmutización. Esta situación de desigualdad y camino de marginalidad y a la postre, finalización hacia la exclusión social puede preverse mediante los contenidos que a continuación desgajo. Nociones de actuaciones para las personas que se encuentren con niños con características similares, una ayuda para la desmutización. Uno de los retos mayores que me ha puesto la profesión que desempeño, ha sido, el de encontrarme con varios niños sordos (de 8 años, 5 años y otro de ellos de tan sólo 3 añitos recién cumplidos), me centraré en éste último, por la dificultad presentada a la hora de empezar a trabajar con él. Las características del niño son las siguientes: sordera profunda con pequeños restos auditivos en determinadas frecuencias; además a esto se le une la desventaja sociocultural que posee. Al ser un niño sordo prelocutivo, es decir, sordo de nacimiento, que no ha oído nunca, la tarea se presenta aún más complicada, porque al no oir, carece de memoria auditiva, feed-back, no sabe que él puede producir sonidos, por lo tanto, se encierra en su mundo del silencio y no emite sonido alguno. Se muestra reservado, tímido e incluso desconfiado. El primer paso a realizar a parte de buscar información a través de bibliografía; de internet, de consultar a otros profesionales especializados en sordos, recordar el L.S., y un etc bien largo; lo primordial es conocer al niño y ganar la confianza de éste para poder llevar a cabo el trabajo que se ha de realizar. Al principio se mostraba hóstil, pero en poco tiempo, se fue creando un lazo afectivo ( relación terapeútica), que hizo que el niño mostrara interés por mi aula de audición y lenguaje y por las actividades que realizábamos en ella. Cubierto los primeros objetivos: - Ganarme su confianza. Crear un espacio de comunicación y confianza terapeútico. - Serle interesante, hasta el punto de mostrar curiosidad por todo lo existente en el aula de logopedia. (motivar y adherir a la sesiones formativas a través del interés propio, aprendizaje significativo, relevante y que fomente la autonomía personal). 2 Tomé la decisión de pasar a la siguiente faseÎ LA DESMUTIZACIÓN. La Desmutización, la llevé a cabo a través de juegos de contacto: cosquillas, palmadas, juego de la oca, etc, todo ello para conseguir que riera, tosiera, o emitiera cualquier sonido, para partir desde ese punto, el aprendizaje del mundo sonoro. En realidad mi objetivo era hacerlo consciente de un mundo sonoro, y de que él era capaz de producir sonidos. Realizamos también actividades a través de juegos, psicomotricidad con pelota grande, pequeña, aros, colchoneta, caballito de madera, con instrumentos para trabajar el ritmo, así como los conceptos básicos de (fuerte – suave; largo- corto; ruido- silencio; rápido- lento, etc..) a través de la vibración de los instrumentos y los movimientos de todo el cuerpo. Una vez producido el primer sonido ( a través de la tos, bostezo o risa) y a fin de que discriminara la conducta adecuada y la interiorizara, lo fui reforzando hasta conseguir más emisiones, al principio eran totalmente primitivas, pero con paciencia, con una gran dosis de paciencia y gusto por mi trabajo, además de la importante colaboración del alumno, fuimos consiguiendo que esos primeros sonidos se fueran tornando en vocales, en el siguiente orden [ a, o, u, e, i ]; a los que a su vez iba acompañando de signos, e incluso gestos muy visuales para él. Como ejemplo sirva el expuesto a continuación: en el aprendizaje del sonido “a”; abrir mucho la boca con las manos extendidas /abiertas en posición paralela a la cara. Luego, le dirigía su mano hacia mi garganta y es cómo notaba si salía o no sonido de mi boca, por las vibraciones de las cuerdas vocales. Después le llevaba su mano hacia su garganta y repetíamos las misma operación, para hacerlo consciente de su anatomía y sus posibilidades. Todo ello, hasta conseguir el sonido adecuado. Recuerdo que tardamos unas tres semanas en conseguir la correcta emisión de la vocal “a”, y así se fueron sucediendo una tras otra, la siguiente fue la “o”, después la “u”, y las que presentaban especial dificultad fueron la “e” y la “i”, por la similar postura de la boca; éstas últimas lo resolvimos apoyándose en el signo de la “i” en la comisura de la boca, como dibujando una sonrisa y así se fue ampliando el mundo sonoro en éste alumno. 3 Gracias a los recursos tecnológicos con los que contaba, un ordenador, altavoces, el S.U.V.A.G. (Equipo de Amplificación de sonidos) constituido por un micrófono, vibrador, un equipo con distinto volumen y frecuencias, así como unos auriculares que era lo que le ponía al alumno para trabajar cada día y durante toda la sesión frente al espejo. Además de un Programa de Estimulación y Discriminación Auditiva SEDEA; que consiste en tratar las distintas temáticas de sonidos a nivel visual, auditivo, gráfico, trabaja los sonidos del cuerpo, animales, instrumentos, voz hablada, voz cantada, etc…vocales, fonemas, sílabas (pa, ma, ba, la, da, ta, fa, etc..), palabras, frases. Cada una de las actividades, trabajaba a su vez la memoria auditiva. Tras el aprendizaje de las vocales y la información adquirida sobre la Discapacidad Auditiva, decidí que lo próximo a trabajar sería el blabuceo, laleo, es decir, seguir con la misma línea producida en los bebes oyentes cuando están aprendiendo su lengua materna. Y así fue, como el duro trabajo, por la paciencia y tesón que requería fue dando sus frutos. Por lo tanto, lo siguiente a trabajar sería el aprendizaje de las sílabas a través de la continua repetición, como ejemplo: • Con la sílaba “la” el laleo, es decir, el niño debe de decir lalalalalalalalalalalalala para ello le mostramos el ejemplo nosotros en primer lugar, luego al unísono los dos, y por último él sólo. • Con las sílabas “ma”, “pa”; etc.. idem. • Una actividad que le llamaba mucho la atención y le divertía, era hacerlo con rítmo como si estuviera cantando, y como se trabaja con el micrófono, los auriculares, así como con el vibrador, frente al espejo, marcábamos el rítmo con nuestro cuerpo, es decir, a cada golpe de voz, nos movíamos hacía un lado o hacia el otro. Esta actividad le encantaba porque se divertía aprendiendo y a su vez era muy fructífera. • Todo lo anterior, sílaba tras sílaba, para que asimilara las distintas sílabas, cada una con su articulación y posición correcta delante del espejo. Además para enseñar a decir “la”, con el programa SEDEA y el S.U.V.A.G. todo ello delante del espejo, fijándose en mi boca y en la posición correcta de la lengua (el ápice de la lengua justo detrás de los incisivos superiores), además con la mano derecha le mostraba el signo de la “L” con el dedo índice y el pulgar, a la vez que le decía “la”. Para enseñarle la “P” le ponía su mano delante de mi boca haciéndolo consciente de que era un sonido explosivo, ya que salía el aire, luego llevaba su mano delante de su boca, hasta conseguir el mismo efecto, y trabajábamos individualmente por sílabas, “pa”, “po”, “pu”, “pe”, “pi”. 4 En estos caso hay que estar muy alerta y pendiente del alumnado, no todos los niños siguen el mismo patrón de aprendizaje, ni el mismo ritmo, así que se les puede hacer un barrido para saber cuáles son los sonidos más fáciles de emitir y a partir de ahí, empezar a afianzar esos sonidos, sílabas ya que una vez adquiridas se pueda realizar el aprendizaje de otras. Tras la adquisición de varios sonidos silábicos, tomé la decisión de unirlos para formar palabras. A esas palabras las doté de imágenes y signos del L.S., y así el niño consiguió comunicarse a través del bimodal, es decir, en L.S. + L.O. El vocabulario adquirido (hola, papá, mamá, agua, bebé, beber, comer, come, dame, toma, pipi, popo, adiós) era muy básico y no muy extenso, pero para tener 3 añitos y medio, y con unas características tan especiales de la sordera que poseía, además del esfuerzo y el logro conseguido, me sentía realmente satisfecha por haberle enseñado el mundo sonoro y haberle ayudado y ofrecido un vocabulario muy relevante para él en su entorno familiar, escolar y social. A partir de ahí, quedaba un largo trabajo por hacer, pero estaba segura que este alumno poseía unos cimientos sólidos, que con la ayuda del profesional, el tesón del niño y las ganas por parte de ambos, podría desembocar a lo largo del tiempo en un vocabulario totalmente adecuado para su edad respecto a los niños oyentes. Y lo que es mejor un sistema de comunicación en bimodal (L.S. + L.O), para favorecer el desarrollo y el aprendizaje de su lengua materna. Cuando el niño descubrió que podía emitir sonidos, cambió en su forma de interactuar con los demás, incluso le cambió el carácter. La tutora, el conserje del colegio y demás, notamos que estaba más alegre, participativo y mucho más comunicativo, se expresaba con todo su cuerpo, además tenía la necesidad de comunicarse y así lo hacía, incluso llegaba a hablarte al oído (los sonidos que producía y otros ininteligibles) intentando contar lo bien que se lo estaba pasando o sí por el contrario le sucedía algo que no le gustara, siempre apoyado en los signos. Es imprescindible la comunicación y por ende la desmutización para poder ayudar al alumnado a que se responsabilice de su propio desarrollo personal en todas las áreas de su propia persona, poniendo más carga pedagógica en contenidos transversales de carácter social, para evitar las posibles situaciones de desventaja social que se le pudieran presentar. Lo que en un principio me supuso una gran responsabilidad y falta de sueño, por realizar mi trabajo lo mejor posible, respecto a este tipo de niños con los que trabajaba por primera vez, más tarde, me supuso una gran satisfacción, por lo que ambos habíamos conseguido. 5 Considerando en el modelo de Investigación-Acción como herramienta indiscutible de la formación del profesorado y por medio de este estudio de caso, decidí exponer mi experiencia a la vista de todos, porque cuando estuve investigando sobre este tema de la Desmutización, eché en falta documentación que me dieran unas directrices y pasos concretos para trabajar con niños sordos profundos prelocutivos con pocos restos auditivos, es por lo que espero aportar mi granito de arena en este maravilloso mundo de los sordos y oyentes. Agradezco esta experiencia por haber aprendido tanto de la comunidad sorda, en especial, de esta personita de 3 añitos. BIBLIOGRAFÍA ESPECÍFICA - C.N.R.E.E. La deficiencia auditiva. Serie guías. 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