DOGMATISMO Kant llama DOGMATISMO en sentido preciso a la pretensión de conocer mediante la razón pura cosas en sí trascendentalmente consideradas y a la presunción de ampliar el ámbito de objetos más allá de toda experiencia posible. Para Kant, la filosofía dogmática por excelencia viene representada en su época por la de C. Wolff, a la cual atribuye dos características básicas que constituyen, a su vez, los dos grandes errores de todo proceder dogmático: 1) Proceder en Metafísica sin una crítica previa de la Razón pura. De aquí proviene la ilusión de poder extender el conocimiento racional puro más allá de toda experiencia posible: "La crítica no se opone al procedimiento dogmático de la razón en el conocimiento puro de ésta en cuanto ciencia (pues la ciencia debe ser siempre dogmática, es decir, debe demostrar con rigor a partir de principios a priori seguros), sino al dogmatismo, es decir, a la pretensión de avanzar con puros conocimientos conceptuales (los filosóficos) conformes a unos principios -tal como la razón los viene empleando desde hace mucho tiempo- sin haber examinado el modo ni el derecho con que llega a ellos. El dogmatismo es, pues, el procedimiento dogmático de la razón pura sin previa crítica de su propia capacidad" (KrV B XXXV). Al no hacer su autocrítica, la razón se cree capaz de extender su conocimiento más allá de toda experiencia posible. Este aventurarse de la razón más allá de este límite recibe en Kant un nombre: Schwärmerei (extravagancia). En su actividad metafísica la razón dogmática "extravaga", pretendiendo conocer y, en consecuencia, establecer un discurso racional sobre lo suprasensible o mundo de las cosas en sí trascendentalmente consideradas por oposición al mundo de los fenómenos. 2) El dogmatismo está animado por el modelo de las matemáticas. Esta ciencia, cuya certeza está por encima de toda duda, da el ejemplo claro de una razón que logra extender sus conocimientos sin recurrir a la experiencia. Los ejemplos son contagiosos. La razón pura cree poder extenderse en el dominio de la metafísica con tanto rigor y certeza como lo hace en el dominio matemático, esto es, "por construcción". Pero la metafísica no puede proceder como la matemática, por construcción de conceptos, sino sólo por conceptos. A éstos se les puede analizar -lo que aclara el conocimiento-, pero no podemos progresar por síntesis a priori. Es limitación de nuestra razón progresar dentro de los límites de la experiencia posible. El conocimiento, la síntesis cognoscitiva, es una vez más la vincu1ación de pensamientos -conceptos- y realidades -intuiciones-. El sujeto humano no sabe más que de aquello de lo que tiene experiencia efectiva. Esta constituye el círculo que ningún entendimiento humano puede rebasar. (Neus Campillo, Manuel Ramos: Materiales de Historia de la Filosofía para COU y Bachillerato Experimental: Kant. Generalitat Valenciana. Conselleria de Cultura, Educació i Ciencia)