Análisis Legal Semanal Nº 164 - Año 4 Viernes 26 de septiembre de 2014 Edición Semanal Análisis Legal Semanal IMPROPONIBILIDAD DE LA PRETENSIÓN Federico Escóbar Klose Asesor Legal FEPC Una vez interpuesta una demanda, antes de su admisión, existe una valoración previa que realiza el juez de la causa acerca de la pretensión contenida en la demanda y sobre el cumplimiento de los requisitos que debe contener la demanda. Aquella valoración está estrechamente relacionada con la teoría de la improponibilidad de la pretensión, siendo el jurista Argentino Jorge W. Peyrano uno de los exponentes más reconocido en tribunales de justicia de diferentes países de la región. La teoría de la improponibilidad de la pretensión, es un avance doctrinario que ha merecido su aceptación en distintos países latinoamericanos. La teoría sostiene que el juez tiene la facultad de desestimar una pretensión en dos supuestos: 1) Cuando el objeto de la pretensión está excluido por la ley, cuando ésta impida explícitamente cualquier decisión al respecto; por ejemplo, pretender la entrega de una cantidad de droga o de cumplir con el acuerdo de robar un vehículo, o pretender usucapir una plaza o monumentos de dominio público; esas pretensiones son contrarios al derecho por lo tanto carecen de fundabilidad porque no están admitidos por la ley. 2) Cuando al advertirse que la relación de los hechos en que se funda la pretensión no sea idónea para lograr una sentencia favorable; por ejemplo, que una persona demanda la usucapión decenal del inmueble alegando la posesión por solo dos años, el fundamento fáctico es la posesión por dos años, lo que no daría lugar a una sentencia de usucapión decenal o extraordinaria; otro caso sería demandar el divorcio en contra del cónyuge que ya ha fallecido, ya que con el deceso el matrimonio quedó disuelto, obviamente que esa relación fáctica no dará lugar a emitir una sentencia favorable a la pretensión que se busca. El Tribunal Supremo de Justicia, en varios fallos sobre la materia, hace referencia a la jurisprudencia venezolana que alude al aporte doctrinario del autor Rafael Ortiz-Ortiz, quién en su obra “Teoría General de la Acción Procesal en la Tutela de los Intereses Jurídicos” señala que tradicionalmente la improponibilidad manifiesta, se centra en el objeto de la pretensión, en la idoneidad de la relación jurídico sustancial presentada en el proceso y la aptitud que tiene esa pretensión de ser actuada en derecho, entendiendo que la improponibilidad puede presentarse como: 1) Improponibilidad Objetiva: que analiza los efectos jurídicos materiales de la pretensión y la falta de aptitud jurídica del objeto para ser juzgado en derecho. Se trata que lo que se pretende no puede ser juzgado absolutamente, algunas veces le llaman rechazo in limine de la demanda o improponibilidad manifiesta de la pretensión. 2) Improponibilidad Subjetiva: que analiza las condiciones subjetivas, personales necesarias para interponer la pretensión, estamos en el caso específico de la falta de interés sustancial en el actor para proponer la pretensión. Por su parte, en el derecho positivo peruano, también se ha avanzado con la teoría de la improponibilidad de una pretensión; así se cita a Cristian Angeludis Tomassini, quién identifica tres supuestos de improponibilidad jurídica de la demanda: 1) Improponibilidad subjetiva o falta de legitimación.- referida a la facultad del juez de decidir, antes de dar traslado de la demanda, si las partes tienen legitimación sustancial para demandar o ser demandadas; cuando esta carencia sea manifiesta, puede rechazar in limine la demanda. 2) Falta de interés.- corresponde en tal situación la misma solución anteriormente señalada; los jueces no hacen declaraciones abstractas, por tanto, quienes interponen una pretensión o quienes se oponen a ella, deben tener interés para litigar. 3) Improponibilidad objetiva.- cuando surge en forma manifiesta que la pretensión carece de sustento legal o porque la demanda tiene un objeto inmoral o prohibido. En los tres casos, la demanda puede rechazarse in limine por carecer de algún requisito de fundabilidad y ésta ser manifiesta. El jurista Peyrano, prefiere utilizar la locución "rechazo sin trámite completo", en lugar de la habitual fórmula "rechazo in limine de la demanda". En los fallos del Tribunal Supremo de Justicia, en los que también se refieren a los precitados autores, se concluye que la improponibilidad puede ser objetiva o subjetiva. Es objetiva cuando el juicio se centra en analizar los efectos jurídicos materiales de la pretensión y la falta de aptitud jurídica del objeto para ser juzgado en derecho, lo que hace posible que el Juez rechace in limine la litis, rechace la pretensión por ser manifiestamente improponible, por estar inmersa en los supuestos de ser manifiesta y evidentemente contraria a las buenas costumbres o al orden público, por tratarse de un interés que busca ser tutelado sin estar amparado por el ordenamiento legal vigente. En el Auto Supremo N° 73/2011 de 23 de febrero de 2011 se desarrolló ampliamente la teoría sobre la admisibilidad, proponibilidad y rechazo in límine de las demandas que se encuentran fuera del ordenamiento jurídico. La improponibilidad puede ser subjetiva, cuando de la valoración que hace el juez se evidencie la falta de interés sustancial en el actor para proponer la pretensión. Se analiza al sujeto que eleva la pretensión al conocimiento de los órganos jurisdiccionales, la cual puede derivarse de: a) porque el interés sustancial no sea actual, b) porque el interés no sea propio, c) porque hay inexistencia de ningún tipo de interés y; d) porque quien presenta el interés en juicio no es la persona a quien la ley legitima para ello, es decir, que hay una falta de cualidad o legitimación. Al respecto, el art. 333 del Código de Procedimiento Civil (CPC) se refiere a la demanda defectuosa, indicando que “Cuando la demanda no se ajuste a las reglas establecidas podrá el juez ordenar de oficio se subsanen los defectos dentro del plazo prudencial que fije y bajo apercibimiento de que si no se subsanaren se la tendrá por no presentada..."; por lo que, al juez en materia civil - comercial le corresponde analizar si la pretensión contiene los requisitos intrínsecos establecidos en el art. 327 del CPC, los aspectos extrínsecos como los de fundabilidad, o proponibilidad objetiva de la pretensión, también el aspecto de la proponibilidad subjetiva, es decir la legitimación en el demandante o en el demandado, la falta evidente de interés sustancial en el actor o demandado para proponer la pretensión o falta de titularidad del derecho. Lo importante es que el juez, al aplicar la teoría de improponibilidad, no vulnere el derecho a la tutela judicial, así como tampoco el derecho al debido proceso; que si bien, debe asegurar el principio de economía procesal, dando una respuesta al justiciable, sin generar una expectativa incierta, pero, el juez deberá aplicar la improponibilidad de la pretensión siempre que ésta se presente en forma patente, concreta, manifiesta y fuera de toda duda, para lo cual deberá efectuar una decisión razonada.