Discursos, ponencias y entrevistas Mantener el tipo de cambio es condición básica para nuestro desarrollo (declaraciones a la prensa durante la XLII Convención Nacional Bancaria) Autor: Manuel Espinosa Yglesias Tipo de documento: entrevista Manuel Espinosa Yglesias Titulo: Mantener el tipo de cambio es condición básica para nuestro desarrollo (declaraciones a la prensa durante la xlii Convención Nacional Bancaria) Fecha: 29-31 marzo de 1976 Lugar: Acapulco, Gro. Fuente: Revista Nuestro Sistema Bancomer, mayo de 1976, pp. 2-3. Clave de clasificación: II.A.3.a/1976-1 Caja: 39 Palabras clave: desarrollo económico, inflación, estabilidad monetaria /control de cambios. En Acapulco, donde se efectuó la XLII Convención Nacional Bancaria del 29 al 31 de marzo, Don Manuel Espinosa Yglesias, director general del Sistema Bancos de Comercio, estimó que la estabilidad del peso debe mantenerse por ser la base de la continuidad de nuestro desarrollo, pero para asegurar que no cambie la paridad de nuestra moneda frente al dólar, habrá que condicionarla a estos factores: 1. La política de empresarios privados debe ser bastante agresiva en inver- siones para dar al pueblo los satisfactores que necesita. 2. Los obreros no deben hacer demandas salariales que excedan a la produc- tividad de las empresas. 3. El gobierno debe eliminar sus déficit presupuestales y reducir gastos que, aunque se justifican socialmente por muchas razones no económicas, económicamente no son saludables. En una entrevista de prensa que concedió en su suite del hotel Acapulco Princess, nuestro Director General dijo textualmente: «Mantener el tipo de cambio es condición básica de nuestro desarrollo. Devaluar equivaldría a retroceder veinticinco años. Coincido, por tanto, ciento por ciento, con las declaraciones que acaban de hacer el señor secretario de hacienda y el director general del Banco de México. Ciertamente vivimos momentos difíciles, pero no desesperados. Con el esfuerzo conjunto, con la confianza y el apoyo de los mexicanos, creo que el país puede salir avante. Hay que trabajar y confiar, no huir y esparcir el desaliento. Necesitamos persuadirnos, ante todo, de que bien poco lograremos si no dominamos las presiones inflacionarias. Se equivoca quien piense que la inflación ayuda al desarrollo. La experiencia ha demostrado hasta la saciedad que los incrementos de precios debilitan la economía y minan seriamente la estructura social. En 1974, para citar dos casos, la economía norteamericana decreció dos por ciento, con una tasa de inflación de 11 por ciento; en Japón la baja de producción fue de 1.8 por ciento, y la inflación de 23 por ciento. Podría abundar en ejemplos. Citar país tras país en los que la inflación, en vez de alentar, ha abatido. Hablar de los efectos destructivos de las elevaciones de precios progresivas y eslabonadas: dictaduras militares opresión comunista, pérdida de los valores mas elementales de nuestra sociedad occidental». ©Centro de Estudios Espinosa Yglesias • Discursos, ponencias y entrevistas Mantener el tipo de cambio es condición básica para nuestro desarrollo (declaraciones a la prensa durante la XLII Convención Nacional Bancaria) • Manuel Espinosa Iglesias • 29-31 marzo de 1976 Todos tenemos algo de responsabilidad Más adelante dijo Don Manuel: «En México, la inflación nos ha flagelado en años recientes. En parte, por supuesto, porque la hemos importado del exterior, pero en parte también porque los mexicanos no hemos sabido hacer frente al reto de la estabilidad. Empresarios, obreros, campesinos, gobierno, todos tenemos algo de responsabilidad. Unos, porque no hemos invertido lo suficiente, generando así niveles de producción inadecuados para satisfacer nuestras enormes necesidades. Otros, porque sin tomar en cuenta el impacto en los costos de las empresas, han exagerado sus pretensiones salariales. El gobierno, porque ha incurrido en gastos que, aunque justificados por motivos ajenos a los económicos, en realidad han resultado combustible de la inflación. No es el momento, sin embargo, de entrar en recriminaciones. Lo hecho, hecho está. Lo importante es que los mexicanos, todos, nos unamos para evitarle el país males mayores. Otras naciones lo están haciendo con éxito y no hay motivo para que nosotros no demostremos también nuestra cohesión y nuestro espíritu de logro. Tenemos el compromiso de dejar un México mejor para nuestros hijos y no debe haber obstáculo que nos lo impida. Tengo fe en los empresarios mexicanos; en su capacidad y ánimo de inversión, y en su talento administrativo. Tengo fe en los obreros mexicanos; en su destreza, en su productividad y en su habilidad para comprender el papel que desempeñan en el desarrollo e México. Tengo fe en nuestro gobierno; en las muchas personas que, desde la soledad de los puestos públicos, se esmeran por crear un marco propicio para que el país progrese. Tengo fe, en suma, en el futuro de la patria. Hemos recorrido ya un largo trecho en el camino de nuestra superación, y estoy convencido de que seguiremos adelante. Tendremos que trabajar con más ahínco, es cierto, pero esto debe estimularnos. Los frutos del esfuerzo serán tanto más dulces y meritorios».